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JEAN-PIERRE LEGOFF
Filósofo
EL MITO DE LA EMPRESA *
INTRODUCCION
'. N. del E. Este texto corresponde a la introducción del libro de Jean-Pierre LeGol!, Le mythe de I'enterprise, Ed. La découverte, París,
1992.308 páginas. Con su presentación a los lectores colombianos se quiere estimular la lectura de un ensayo crítico sobre la empresa,
su ideología, su moral y los mecanismos que utiliza para movilizar a sus trabajadores. Este libro puede generar preguntas y reflexiones
importantes. Es éste un anticipo del contenido de un libro crítico de gran actualidad. La traducción del texto fue realizada especialmente
para la Revista Colombiana de Psicología por el profesor Luis Bernardo López C., Universidad Nacional de Colombia.
1. Laurent Fabius, Le Coeurdu futur, Calmann-Levy, París, 1985, p. 189.
2. Laurent Fabius, ¡bid. p. 222.
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REVISTA
COLOMBIANA
DE PSICOLOGIA
DOSSIER
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No. 3 AÑO MCMXCIV
U. NACIONAL DE COLOMBIA
BOGOTA,D.C.
JEAN-PIERRE LEGOFF EL MITO DE LA EMPRESA
jeto de campañas de movilización fracasos para recomenzar inme- aquellos que son sus celosos pro-
y de comunicación que se presen- diatamente. Esta lógica no parece pagadores tanto en la empresa co-
tan bajo el aspecto de "administra- tener fin, y los especialistas de au- mo en la sociedad.
ción participativa" y de "proyecto ditoría y los asesores en adminis- La empresa moderna preten-
compartido"; es importante, en- tración de recursos humanos pare- de estar en las antípodas de un
tonces, fuera de la retórica admi- cen tener un gran futuro por pasado que está definitivamente
nistrativa, examinar las gestiones delante. concluido. Terminados el siglo
puestas efectivamente en acción. La moda y el mercado res- XIX, el despotismo patronal, el
De los círculos de calidad, ponden a una demanda que está taylorismo y sus avatares, el traba-
grupos de progreso ... a los proyec- lejos de reducirse a simples pro- jo en la empresa se vuelve un acto
tos y cartas de empresa, las "palan- blemas de gestión. Este libro tiene creador que permite a todos y cada
cas de la movilización general", se ,también, como objeto poner al día uno realizarse. Ya no hay más jefes
modifican al cabo de los años cada las representaciones desarrolladas de personal, ni capataces, sino res-
vez con mayor rapidez. Cada una por la administración moderni ponsables de la gestión de perso-
de las "herramientas del rendi- zante y el proyecto propiamente nal y animadores de talleres ro--
miento" conoce su hora de gloria fantasmático que la inspira, tomar deados de psicosociólogos y de
y después cae en el olvido. La ad- la medida de la separación existen- instructores que saben tener en
ministración por valores y la ética te entre este proyecto y la realidad cuenta las necesidades de los asa-
de empresa, se encuentran todavía tal como es percibida por aquellos lariados. Ejecutivos, obreros yem-
en el primer plano de la escena en que allí se encuentran confronta- pleados se vuelven "colaborado-
1992 esperando ser suplantadas dos. No intentamos dar soluciones res", compartiendo los mismos
por nuevas "herramientas" consi- terminadas, y nuestro propósito valores y el mismo proyecto colec-
deradas también como útiles para no es el de asesorar a la adminis- tivo. Cada uno puede participar en
aumentar el rendimiento. Muchos tración. Cualquier reflexión seria la fijación de objetivos, autoeva-
no ven en todo esto sino efectos de en este dominio supone desde luarse y comunicarse con la mayor
la moda, alimentados por las múl- nuestro punto de vista, un com- transparencia y convivencia, con
tiples empresas comerciales, aso- promiso: romper claramente con una jerarquía que se ha desemba-
ciaciones y organismos llamados la ideología administrativa y con razado de los viejos tabúes. No se
de utilidad pública que se dis- para de decirlo y repetirlo: el
putan un gran mercado. Pero jefe ya no reina sobre los asa-
los análisis críticos sobre los lariados explotados y someti-
efectos de moda, y los "mer- dos. Mejor aún, en una socie-
caderes de sopa", por perti- dad con pocas referencias
nentes que sean, no son sufi- comunes, la empresa moder-
cientes para dar cuenta de un na se convierte en una comu-
fenómeno que, por sus aspec- nidad ética, retomando de su
tos, es aberrante y fútil, pero cuenta y poniendo en prácti-
que existe y produce efectos ca los valores humanistas ol-
desestructurantes. La renova- vidados. Se afirma cómo el
ción incesante de métodos de polo de la excelencia en to-
movilización del personal dos los dominios, proclama
obedece, en efecto, a una ex- alto y fuerte su misión social
traña lógica. Las herramien- y cultural; la empresa mo-
tas, en este dominio, cambian derna se pretende ciudadana
incesantemente permane- y exige su parte de responsa-
ciendo siempre, en el fondo, bilidad en los asuntos de la
las mismas. La moda admi- ciudad. La cultura y la edu-
nistrativa es sintomática de la cación, se dice, son también
repetición de una tentativa y sobre todo asuntos de las
que, cada vez, se cubre con un empresas. El discurso admi-
nuevo vestido, se adapta a la nistrativo es inagotable para
corriente, encuentra las mis- describirnos las virtudes de
mas dificultades, los mismos la empresa moderna4.
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REVISTA
COLOMBIANA
DE PSICOLOGIA
La marcha de los tejedores en Alemania. Kollwitz, (1844).
Ahora bien, ¿en qué consiste la aliena- terior del trabajo con respecto al obrero apa-
ción del trabajo? rece en el hecho de que no es un bien propio
Ante todo, en el hecho de que el trabajo de éste, sino un bien de otro; que no perte-
es exterior al obrero, es decir, que no perte- nece al obrero; que en el trabajo el obrero no
nece a su ser; que, en consecuencia, el obrero se pertenece a sí mismo, sino que pertenece
no se afirma en su trabajo, sino que se niega; a otro. Así como en la religión la actividad
no se siente cómodo, sino desventurado; no propia de la imaginación humana -del cere-
despliega una libre actividad física e intelec- bro humano y del corazón humano- actúa
tual, sino que martiriza su cuerpo y arruina sobre el individuo independientemente de
su espíritu. En consecuencia, el obrero sólo él, así también la actividad del obrero no es
tiene la sensación de estar consigo mismo" una actividad propia. Pertenece a otro: es la
cuando está fuera de su trabajo, y, cuando pérdida de sí mismo.
está en su trabajo, se siente fuera de sí. Está Llegamos, pues al resultado de que el
como en su casa cuando no trabaja; cuando hombre (el obrero) sólo se siente ya libre-
trabaja, no se siente en su casa. Su trabajo no mente activo en sus funciones animales: co-
es, pues, voluntario, sino impuesto; es traba- mer, beber y procrear, y, cuando mucho, en
jo forzado. No es, pues, la satisfacción de una su cuarto, en su arreglo personal, etc., y que
necesidad, sino sólo un medio de satisfacer en sus funciones de hombre sólo se siente ya
algunas necesidades al margen del trabajo. animal. Lo bestial se convierte en 10 humano
El carácter extraño del trabajo aparece con y 10 humano se convierte en 10 bestial.
claridad en el hecho de que, apenas deja de Comer, beber, y procrear, etc., son tam-
bién, por cierto, funciones auténticamente
haber obligación física o de otro tipo, el tra-
humanas. Pero separadas en forma abstrac-
bajo es rehuido como si fuera una peste. El
ta del resto del campo de las actividades
trabajo exterior, el trabajo en el que el hom-
humanas y convertidas, así, en el único y
bre se aliena, es un trabajo de sacrificio de sí,
último fin, son bestiales
de mortificación. Por último, el carácter ex-