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Meditación de la Conferencia #52 – La Imagen de Dios

(Tenga papel y bolígrafo disponibles para tomar notas durante la meditación)

1. Comienza por relajarte, cerrando los ojos y respirando profundamente.


2. Haz una regresión de 5 o 10 años; luego otros 5 o 10 años; luego otros 5 o 10 años; y
así sucesivamente, hasta que te visualices como un niño pequeño.
3. Imagínate a ti mismo como un niño.
4. Ahora visualice una figura de autoridad severa, hostil o punitiva. Deje que aparezca
en la misma escena con su hijo. Cree que quienquiera que aparezca será la persona
adecuada.
• Tenga en cuenta quién es esta persona.
• Observe su interacción con ella.
• Date cuenta de cómo te sientes; lo que siente por ti; cómo describiría a esta persona;
¿Cómo describirías la forma en que interactúas? Trate de observar tantos detalles
como sea posible.
• Observar y sentir las emociones del momento; la energía que circula; cómo se siente
tu cuerpo; cómo la otra persona reacciona e interactúa contigo.
5. Ahora regresa suavemente a esta habitación, toma tu lápiz y papel y escribe una
lista de adjetivos que describan a esa persona y cómo te sentiste en su presencia.
• Deja que tu mano escriba sin censurar ni pensar. Permítete estar en un estado
meditativo ligero y deja que las palabras surjan del sentimiento.
• El Guía dice que debes sentir esta figura de autoridad como: dura, hostil, aterradora,
frustrante, punitiva, dura, deshonesta, injusta, prohibiendo el placer, beatífica, cruel; u
otros adjetivos similares que lo describen.
6. Cuando haya terminado, regrese a la escena de su hijo.
7. Ahora visualice una figura de autoridad comprensiva, tolerante y afectuosa. Esa
persona debe ser un padre, abuelo o abuela, maestro o miembro de la familia. Cree
que quienquiera que aparezca será la persona adecuada.
• Nuevamente observe quién aparece; y observe su interacción con esa persona.
• Observe cómo se siente; lo que esa persona siente por ti; Cómo lo describirías;
¿Cómo describiría la interacción entre ustedes? Tenga en cuenta tantos detalles como
sea posible.
• Observar y sentir las emociones del momento; la energía que circula; cómo se siente
tu cuerpo; cómo la otra persona reacciona e interactúa contigo.
8. Como antes, regresa suavemente a esta habitación, toma papel y bolígrafo y escribe
una lista de adjetivos que describan a esa persona y cómo te sentiste en su presencia.
• Deja que tu mano escriba sin censurar ni pensar. Permítete estar en un estado
meditativo ligero y deja que las palabras surjan del sentimiento.
• El Guía dice que debes sentir esta figura de autoridad como: indulgente, cariñosa,
bondadosa, generosa, buena, tolerante, solidaria, no punitiva; u otros adjetivos
similares que lo describen.
9. Cuando haya terminado, regrese a la escena con su hijo.
10. Desde allí, agradece a aquellas personas que vinieron a ayudarte en tus
descubrimientos, sabiendo que su presencia fue un don para tu sanación.
11. Y ahora, retrocede en el tiempo 5 o 10 años; luego otros 5 o 10 años; luego otros 5
o 10 años; y así sucesivamente, hasta que regreses a esa habitación. Siéntete en tu
silla, con los pies en el suelo y, en el momento en que estés listo, abre los ojos.

Comparte con el grupo. Como nos dice el Guía, comparta con el grupo cómo se formó
nuestra imagen de Dios a partir de estos dos tipos de autoridad. Comparte cómo este
entendimiento te ayuda a ver cómo se formó tu imagen de Dios.

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