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CFT Barros Arana

“EL TRABAJO INFANTIL EN CHILE”

Nombre : Juan Quezada Vergara.

Asignatura : Organización y métodos.

Profesor : Carolina Vergara Lara.


Índice

Introducción .............................................................................................................................. 3

¿Qué es el trabajo infantil? .................................................................................................. 5

Las peores formas de trabajo infantil ................................................................................ 6

Características del trabajo peligroso y agotador ............................................................ 7

Los efectos del trabajo infantil ......................................................................................... 8

Legislación laboral chilena para niños ................................................................................ 9

Convenios que Chile ha suscrito ........................................................................................ 10

Conclusión ................................................................................................................................ 13

Material de apoyo ................................................................................................................. 14


INTRODUCCIÓN

El 11 de junio de 2004, se celebró el tercer Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

La infancia es un tiempo para jugar, aprender, crecer. Un tiempo en que todos los niños
y niñas deberían tener la oportunidad de desarrollar sus potenciales y soñar con
brillantes planes para el futuro. Sin embargo, para millones de niños en el mundo, su
vida desde muy temprana edad es muy distinta. Ellos comienzan a trabajar mucho
antes de que sus cuerpos y mentes estén preparados para ello. Así, la infancia se
vuelve un sueño perdido.

Las preocupaciones y los estudios sobre el trabajo infantil se han concentrado más en
continentes como África y Asia, sin embargo en América Latina la cifra de niños y niñas
trabajadores llega al 9 % de la población de 10 a 14 años de edad aproximadamente.
En Chile se estima que trabajan más de 120.000 niños en formas de trabajo y
explotación más visibles como es el caso de sectores asalariados formalmente. Sin
embargo, es claro que una gran magnitud de niños trabajadores son informales y
ejercen como vendedores callejeros, cargadores, obreros de la construcción,
temporeros etc., sin tomar en cuenta las formas ocultas como la prostitución infantil, el
trabajo doméstico y el tráfico de estupefacientes.

La noción de trabajo infantil debe aplicarse a niños de menos de 15 años de edad que
realizan actividades con el objetivo de ganar el propio sustento o el de sus familias.
Ellos trabajan, en la mayoría de los casos, sin horario ni derecho a prestaciones
médicas o la mínima seguridad. Hechos que se repiten en todo el mundo.

El ingreso precoz al trabajo infantil se encuentra vinculado principalmente a las


condiciones de pobreza de las familias; y es este motivo el que hace que los niños
dejen de asistir a la escuela y comiencen a trabajar como una manera de ayudar en sus
casas y asegurar también su propia subsistencia. La mayoría de estas familias
presentan problemas de desintegración de sus hogares, abandono por parte de alguno
de los padres, violencia intrafamiliar, alcoholismo y drogadicción.
Los niños se incorporan a una variada gama de tareas, desempeñándose en
actividades laborales en la economía formal o bien como trabajadores por cuenta propia
en ocupaciones callejeras. La calle se transforma en el lugar cotidiano de vida de estos
niños, incorporándolos junto con la vida laboral a todos los peligros que ella acarrea:
deserción escolar, exposición a abusos sexuales, drogas, etc. Por este motivo quisimos
abordar este tema que hoy en día, en nuestro país como en el resto del mundo, es un
problema real.

En Chile, el organismo encargado de velar por el bienestar de los niños es el Servicio


Nacional de Menores, SENAME y el encargado de regular las condiciones labores es el
Ministerio del Trabajo y Previsión Social, MINTRAB; quienes en conjunto con otras
instituciones integradas en el Comité Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo
Infantil, están empeñados en erradicar la existencia de niños y adolescentes en trabajos
inaceptables en Chile, especialmente las peores formas de trabajo y explotación infantil.

Si bien Chile se ubica entre los países que muestran los índices más bajos de trabajo
infantil en la región (menos de un 3%). Al analizar la evolución del trabajo infantil en la
última década se observa como Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá y Costa Rica han
disminuido sus cifras, en cambio Chile sólo las ha mantenido.
¿QUÉ ES EL TRABAJO INFANTIL?

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) establece una definición de trabajo


infantil, determinando que es la labor realizada por niños menores de 15 años, excepto
el efectuado en casa de los padres (siempre que se trate de ayudar y que los niños
puedan ir a la escuela).

Se indican una serie de criterios para juzgar si el trabajo se vuelve una forma de
explotación:

• Si es realizado por niños demasiado jóvenes (niños de menos de 6 años que trabajan
en una fábrica por ejemplo).

• Si las jornadas son demasiados larga (niños que trabajan más de 8 horas diarias).

• Si los ingresos son insuficientes (niños que trabajan toda la semana sin ganar casi
nada o simplemente solo trabajan por comida).

• Si las condiciones son peligrosas (niños que trabajan en minas o canteras o con
productos químicos peligrosos, especialmente en la agricultura).

• Si son obligados (niños que trabajan forzosamente, obligados por padres o terceros).

• Si peligra su integridad síquica o moral (niños que trabajan en la prostitución).

Así, se han definido dos conceptos para el trabajo infantil: aceptable e inaceptable.

Trabajo infantil aceptable: es el que se realiza cumpliendo la Ley, por parte de


adolescentes de 15 años y más. También se incluye en esta categoría el trabajo liviano
o de pocas horas que pueden realizar, de manera protegida, los niños entre 12 a 14
años.

Trabajo infantil inaceptable*: sería todo trabajo ilegal, nocturno o realizado en la calle
por niños de 11 años y menos. Niños entre 12 y 14 años que no estudien y/o trabajen
14 horas o más a la semana.

* Las peores formas de trabajo infantil inaceptable: Se refiere a niños, niñas y


adolescentes víctimas de explotación por adultos en actividades económicas que
ocasionan daño a su desarrollo físico, psicológico y moral (explotación sexual
comercial, actividades ilícitas y asociación a la esclavitud, trabajos peligrosos por
naturaleza y trabajo peligroso por sus condiciones).
LAS PEORES FORMAS DE TRABAJO INFANTIL

Debido a la complejidad del tema y a que el trabajo infantil puede llegar a constituir una
grave vulneración de derechos de los niños y niñas ha sido necesario precisar aquellas
"peores formas de trabajo infantil".

En ese sentido, el SENAME adscribe a las definiciones de la OIT y de la Convención


Internacional de los Derechos del Niño que describen entre las peores formas de
trabajo infantil la utilización, reclutamiento u oferta de niños para la prostitución, la
producción o actuación pornográfica o el tráfico de estupefacientes; la venta y tráfico de
niños/as; y el trabajo forzoso u obligatorio, que por su naturaleza o por las condiciones
en que realizan, dañan la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.

Es así como el SENAME aproxima una definición de las peores formas de trabajo
infantil, siempre en menores de 18 años, como una relación de abuso de poder y
moralmente abominable, que conlleva la explotación física, sexual y emocional de
niños, niñas y adolescentes y que debe ser erradicada.

Existen criterios que ayudan a aclarar el concepto de "las peores formas de trabajo
infantil":

• El trabajo infantil es de mayor gravedad cuando se da en niños y niñas menores de 15


años y en general, aquellos menores de 18 años. Cuando se trata de trabajos donde
están expuestos a abusos de orden físico, psicológico o sexual, como los siguientes:

• Trabajos subterráneos (pirquineros) o bajo el agua, en espacios cerrados o alturas


peligrosas.

• Con maquinarias, equipos y herramientas peligrosas o manipulación y transporte de


cargas pesadas.

• En condiciones perjudiciales para la salud (exposición a sustancias químicas de


temporeros/as).

• En condiciones horarias de difícil cumplimiento (muy prolongadas o nocturnas),


especialmente en el servicio doméstico.

• Con fines ilícitos y mercantiles (tráfico de drogas, pornografía y explotación comercial


sexual).

• EL TRABAJO INFANTIL ES PERJUDICIAL CUANDO COARTA LA FORMACIÓN


EDUCATIVA.
CARACTERÍSTICAS DEL TRABAJO PELIGROSO Y AGOTADOR:

Aunque la magnitud del trabajo infantil en Chile es muy pequeño en comparación con
otros países, la sociedad debe conocer y afrontar este problema hasta hacer
desaparecer todo aquello que afecta el desarrollo futuro de niños y niñas. Los peligros a
que ellos se enfrentan varían de acuerdo al tipo de trabajo que realizan y éste a su vez,
dependerá directamente del lugar geográfico en que se ubiquen los niños; es decir, los
trabajos más comunes en Chile varían dependiendo de si es en una zona rural o
urbana. Algunos riesgos son inmediatos, otros tienen consecuencias a largo plazo. Lo
que sigue son algunos ejemplos de los trabajos más comunes desarrollados por niños
en Chile y los riesgos que corren, según un reciente estudio realizado a partir de la
primera encuesta especialmente diseñada y aplicada en el 2003 por el Comité Nacional
de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y dada a conocer por el INE el 02 de
Septiembre del 2004:

• Trabajo Agrícola: En las zonas rurales casi la totalidad de los casos se concentra en el
trabajo agropecuario. Sus labores consisten en cultivar y/o abonar la tierra, plantar y
recoger frutas y verduras, venta de productos agrícolas, cuidar de los animales o del
huerto. Usar herramientas, maquinaria pesada y químicos. Por razones climáticas y
geográficas, el trabajo infantil agrícola es más extendido en las zonas centro y sur.

Peligros: Utilizar maquinaria pesada, insegura e inadecuada para su edad,


permaneciendo en contacto con sustancias peligrosas, constituyéndose en un trabajo
fatigante en condiciones extremas de clima y con largas jornadas que no incluyen la
más mínima seguridad, en donde muchas veces deben pasar horas agachados
seleccionando los productos, además de cargar pesos inadecuados para su corta edad.

Consecuencias: Peligro de envenenamiento químico (ya sea crónico o agudo), con las
consecuencias que ello trae a su salud, el que muchas veces no es diagnosticado o
simplemente es atribuido a otras causas. Daños físicos, debido a los accidentes con
maquinarias y herramientas peligrosas. Problemas de columna, debido a la mala
postura que se requiere para realizar el trabajo. Dolores musculares. Enfermedades
como consecuencia de las condiciones climáticas rigurosas.
LOS EFECTOS DEL TRABAJO INFANTIL

¿Cómo afecta el trabajo al desarrollo del niño?

Durante la infancia, el mundo que nos rodea nos ofrece oportunidades importantes para
aprender. Desarrollamos habilidades que nos permiten ser seres sociales para
participar plenamente en la vida familiar y comunitaria. Esta etapa de la vida es crítica e
influye en nuestro futuro. Los trabajadores infantiles se ven privados de vivir
plenamente este período valioso. Su trabajo traba las actividades normales de la
infancia y entorpece su desarrollo físico, emocional y social.

Consecuencias del trabajo infantil:

Desarrollo Físico: Los niños trabajadores son mucho más vulnerables que los adultos
porque sus cuerpos todavía están creciendo y no están formados completamente.
Tienen una salud física deficiente porque el trabajo que ejercen los expone a los riesgos
de las enfermedades y los accidentes. Los efectos pueden ser inmediatos, como por
ejemplo una quemadura o un corte, o pueden tener consecuencias que duran toda la
vida, como sufrir alguna enfermedad respiratoria, la amputación de algún miembro por
manipular objetos y maquinarias inadecuadas para su edad o contraer enfermedades
incurables como el SIDA.

Desarrollo emocional: Los niños trabajadores frecuentemente laboran en actividades


que son explotadoras, peligrosas, degradantes y de aislamiento. Muy a menudo son
maltratados, abusados y abandonados por sus patrones. Como consecuencia de esto,
los niños podrían tener dificultades para vincularse con otras personas o tener
sentimientos hacia ellas. Tienen problemas para interactuar y cooperar con otros y para
desarrollar un sentido real de identidad. A menudo les falta confianza en sí mismos y
experimentan sentimientos de baja autoestima.

Desarrollo Social: Los niños que laboran no tienen la oportunidad de participar en


actividades que son vitales para su formación, como por ejemplo, jugar, ir a la escuela y
socializar con otros niños. No adquieren el nivel básico de educación que se necesita
para enfrentar la vida. Tampoco tienen la oportunidad de interactuar con otras
personas, ni participar activamente, ni de gozar la vida. Todas estas actividades son
abandonas a favor de el trabajo y, consecuentemente, los niños se ven presionados a
llevar una “vida adulta”, sin que, obviamente, estén listos para ello, haciendo un trabajo
que requiere el nivel de madurez de un adulto.
LEGISLACIÓN LABORAL CHILENA PARA NIÑOS:

¿Y qué dice la legislación laboral chilena al respecto?:

El Código del Trabajo, en su Capítulo II, artículos 13 al 18, regula el trabajo de menores
de edad y prohíbe expresamente trabajar a niños menores de 15 años. Por lo tanto, si
lo hacen, lo realizan en forma ilegal; excepto en la situación especial de niños que
pueden ser autorizados a trabajar en cine, teatro, televisión o actividades similares,
regulado por el Artículo 16 del mismo cuerpo legal.

La Ley 19.684/2000 regula la incorporación al mercado del trabajo de niños y


adolescentes:

Entre 15 y 18 años requieren autorización de sus padres, tutores o Inspector del


Trabajo.

Los adolescentes de 15 a 16 años requieren certificar estar cumpliendo con la


escolaridad obligatoria.

Les está prohibido desempeñarse en trabajos nocturnos, subterráneos, que requieran


fuerza excesiva, que sean peligrosos para su salud, seguridad y moralidad, o en
lugares que expendan bebidas alcohólicas.
CONVENIOS QUE CHILE HA SUSCRITO EN RELACIÓN A PREVENIR Y
ERRADICAR EL TRABAJO INFANTIL

Nuestro país participa de una serie de convenios internacionales y leyes propias que
protegen a los niños y adolescentes y nos comprometen a erradicar el trabajo infantil y
sus peores formas.

En este sentido, Chile ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos,


Sociales y Culturales que expresamente establece que debe protegerse a los niños,
niñas y adolescentes contra la explotación económica y social. Estando igualmente en
contra del empleo de niños en trabajos nocivos para la salud y moral, o en las cuales
peligre su vida o se corra el riesgo de perjudicar su desarrollo normal.

En la Convención de Derechos del niño de 1989, ratificada por Chile en 1990, en su


Artículo 32 establece: "el derecho del niño a estar protegido contra la explotación
económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso,
entorpecer su educación o ser nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social". Y además, en su Artículo 36 agrega: "los estados partes
protegerán al niño contra todas las demás formas de explotación que sean perjudiciales
para cualquier aspecto de su bienestar".

Específicamente en materia laboral, Chile ha ratificado siete convenios de la


Organización Internacional del Trabajo, OIT, referidos al trabajo infantil. Estos son los
N°5 y 6 de 1919, sobre edad mínima de admisión a trabajos industriales y horario
nocturno; el N° 7 de 1920, sobre edad mínima en el trabajo marítimo; los N° 10, 15 y 16
de 1921, que se refieren a exigencias de edad mínima en el trabajo agrícola, pañoleros
y fogoneros y examen médico obligatorio de menores de edad empleados a bordo de
buques, respectivamente.

Recientemente el Gobierno ratificó nuevos acuerdos internacionales que delinean la


política actual frente al trabajo infantil y adolescente. Especial importancia tiene el
Convenio N 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo (Febrero 1999),
y el Convenio Nº182 de la OIT (Junio 2000). Con este último se adquiere el compromiso
de adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación
de las peores formas de trabajo infantil, con carácter de urgencia para los menores de
18 años.

El Congreso Nacional, siguiendo los lineamientos del Convenio Nº138, modificó en el


año 2000 la legislación hasta entonces vigente a través de la Ley 19.684 del Código del
Trabajo, aumentando la edad mínima legal para desarrollar trabajos por parte de
adolescentes: de 14 a 15 años.
En mayo del 2003, se promulgó la Reforma Constitucional que establece la enseñanza
media obligatoria y gratuita. Ésta entrega al Estado la responsabilidad de garantizar el
acceso a dicho nivel educacional para todos los chilenos hasta los 21 años de edad. De
este modo el Gobierno busca lograr que todos los niños tengan un mínimo de 12 años
de escolaridad. Esta es una clara señal para tratar de erradicar el trabajo infantil y lograr
la retención en el sistema escolar. Esto, además, afecta directamente al Código del
Trabajo en los requisitos que se deben cumplir para contratar un niño en ciertas
actividades permitidas y reguladas por la Ley.

En relación al trabajo infantil y adolescente en el sector informal de la economía y a las


peores formas de trabajo infantil, la legislación que se aplica es la que regula la
protección de los niños y sus derechos, la Ley de Menores vigente Nº16.618 (1967),
modificada en mayo de 2002 por la Ley Nº19.806.

Esta ley se refiere principalmente al sistema de medidas de protección que en


situaciones de trabajo infantil serían aplicables; además a determinadas sanciones
penales relacionadas con el tema. A pesar que las recientes modificaciones realizadas
han eliminado parcialmente las deficiencias, todavía no se logra proteger
adecuadamente los derechos de los niños y adolescentes.

Con la finalidad de dar cumplimiento a los convenios internacionales y reforzar la


política nacional en el tema, en junio 1996, el Gobierno de Chile firmó junto a IPEC-OIT
un Memorando de Entendimiento (renovado en el año 2002). Bajo este contexto, ese
mismo año se constituyó por Decreto Presidencial Nº131, el Comité Nacional para la
Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Menor Trabajador, en la actualidad
el Comité Nacional Asesor para la Prevención y Erradicación Progresiva del Trabajo
Infantil, conformado por representantes gubernamentales, empleadores, trabajadores y
de la sociedad civil, también participan de la OIT/IPEC y UNICEF como organismos
asesores.

En el 2001 el Comité, como parte de su compromiso, elabora el Plan de Prevención y


Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil y Adolescente en Chile que se enmarca
dentro del contexto de la Política Nacional de Infancia establecida para el período 2001-
2010.

Para avanzar en el objetivo de erradicación del trabajo infantil, se ha llevado a cabo una
serie de acciones y proyectos como: seminarios, campañas de sensibilización,
actividades de capacitación, estudios sobre el tema, entre otros. Estas se han realizado
con el Gobierno, empresarios, trabajadores, sociedad civil, organismos internacionales
como Unicef y OIT.
Considerando las orientaciones entregadas en los acuerdos que firmó nuestro país, y
en su adaptación y redefinición a nuestra realidad nacional, podríamos consignar lo
siguiente:

Según las últimas estimaciones entregadas por la OIT, en el informe mundial "Un
Futuro sin Trabajo Infantil", en el mundo 246 millones de niños y adolescentes de 5 a 17
años, están incorporados al trabajo. Tres cuartas partes de ellos están atrapados en
sus peores formas, que incluyen, entre otros, los trabajos peligrosos tanto por sus
condiciones como por su naturaleza, la esclavitud, el tráfico de personas, la
servidumbre por deudas, la prostitución, la pornografía y otras actividades ilícitas. En
América Latina y el Caribe uno de cada cinco niños (20 millones) ente 5 y 14 años
trabaja.

Según la Primera Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes


desarrollada por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, 107.676 menores chilenos,
equivalente al 3% de esa parte de la población, trabajan en condiciones calificadas
como "inaceptables", lo que vulnera sus derechos a la educación, descanso y
recreación. La mayor parte de quienes trabajan en actividades inaceptables son
hombres. Los niños se ven afectados por dos o más de estas características: no han
cumplido la edad mínima de admisión legal al empleo de 15 años, no asisten a la
escuela, trabajan en la calle, de noche o por más tiempo que la jornada legalmente
establecida para todos los trabajadores. Son niños y adolescentes que se ven
seriamente limitados en el ejercicio de sus derechos a la educación, recreación, salud
física y mental. Tampoco crecen en un ambiente de cariño ni de protección, lo que
limita las oportunidades de progreso y desarrollo.

En nuestro país, como en otras partes del mundo, el trabajo infantil y adolescente se
explica por la necesidad que tienen familias muy pobres de asegurar la subsistencia. En
estos casos, el trabajo infantil y adolescente no es sino la expresión más visible de una
realidad social ligada a una miseria aún más profunda que la sola falta de ingresos.

También hay otra realidad: niños y adolescentes que apoyan a sus familias en sus
actividades productivas y contribuyen así a mejorar los ingresos familiares.
Habitualmente, ello ocurre en condiciones de mayor armonía familiar y se asocia al
aprendizaje de un oficio que puede ser desempeñado a futuro como una forma de ir
asegurando la subsistencia ya que, en la mayoría de los casos, han abandonado la
escuela a muy temprana edad. Sin embargo, en muchos de estos casos, el trabajo
infantil y adolescente involucra largas y agotadoras jornadas de trabajo, inadecuadas
para niños y adolescentes y se constituye en un obstáculo para una normal inserción
educacional y social.
CONCLUSIÓN

Creemos que el trabajo infantil se produce, principalmente, por la mala política respecto
del tema de la pobreza a nivel gubernamental. La única explicación posible al trabajo
infantil es, simplemente, la pobreza en que viven junto a sus familias, siendo la
consecuencia más directa de este problema la deserción escolar, lo que transforma el
trabajo infantil en un círculo vicioso, ya que, si no estudian, jamás podrán lograr un
mejor futuro en lo económico.

A pesar de que Chile ha venido ratificando tratados con respecto al trabajo infantil
desde 1919, recién el año 2003 se realizó una encuesta para medir la magnitud del
problema.

Encontramos muchas definiciones, estudios y leyes que tratan y regulan el problema,


pero ninguna solución real. Nosotros creemos que la reinserción escolar y
principalmente luchar por retener a los niños en las escuelas, es la principal arma para
combatir el trabajo infantil. Pero el tema más profundo y principal es combatir la
pobreza en la cual se encuentran insertados los niños y sus familias. Atacando este
problema podremos erradicar definitivamente el trabajo infantil.

El trabajo infantil es un obstáculo tanto para el desarrollo infantil como para


oportunidades futuras. TODOS los niños, sin excepción de raza o condición social y
económica, tienen derecho a gozar sus sueños de infancia y desarrollarse plena y
naturalmente. TODOS tienen el derecho al amor, la educación, la protección. Conocer y
entender estos derechos es el primer paso para prevenir el trabajo infantil y ofrecer a
los niños una educación para que su futuro sea mejor. ¡TENEMOS QUE ABRIR LOS
OJOS!
MATERIAL DE APOYO:

Servicio Nacional de Menores “SENAME”.

Instituto Nacional de Estadísticas “INE”.

Fondo Internacional de las Naciones Unidas para el Socorro de la Infancia “UNICEF”

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