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Principio de Concentración o Continuidad.

INC-APEL-83-2015 CAMARA PRIMERA DE LO LABORAL: San Salvador, a las nueve horas del día
veintisiete de mayo de dos mil quince. VISTOS en apelación de la sentencia definitiva pronunciada
por el señor Juez Quinto de lo Laboral de este Departamento, a las nueve horas y treinta minutos
del día trece de mayo de dos mil trece, el Juicio Individual Ordinario de Trabajo promovido por el
trabajador LUIS ENRIQUE EMMANUEL S. F., contra el CENTRO NACIONAL DE REGISTROS,
reclamando indemnización por despido injusto y otras prestaciones laborales, sentencia en la cual
se resolvió lo siguiente: “(…) FALLO: 1) Declarase (sic) terminado el contrato individual de trabajo
que existió entre el Trabajador LUIS ENRIQUE EMMANUEL S. F. y el CENTRO NACIONAL DE
REGISTROS, que se abrevia (CNR), de este domicilio, representada legalmente por el señor JOSE
ENRIQUE A. C., conocido por JOSE ENRIQUE A. , 2) CONDENASE a la Institución demandada, a
pagar al trabajador LUIS ENRIQUE EMMANUEL S. F., la cantidad de TREINTA Y TRES MIL
SETECIENTOS SESENTA Y TRES DÓLARES CON CINCUENTA Y UN CENTAVOS DE DÓLAR, en los
conceptos siguientes; a) DOS MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y SEIS DÓLARES CON OCHENTA Y UN
CENTAVOS DE DÓLAR, como indemnización por despido injusto; b) MIL DOSCIENTOS SESENTA Y
CINCO DOLARES CON DIEZ CENTAVOS DE DOLAR, como vacación proporcional; c) SEISCIENTOS
ONCE DOLARES CON SESENTA CENTAVOS DE DOLAR, como aguinaldo proporcional; d)
VEINTICINCO MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y TRES DOLARES CON TREINTA Y TRES CENTAVOS DE
DOLAR, como salarios adeudados; del día DIEZ DE MAYO DE DOS MIL NUEVE AL TREINTA Y UNO
DE DICIEMBRE DE DOS MIL NUEVE; y e) CUATRO MIL TRECIENTOS DIECISÉIS DÓLARES CON
SESENTA Y SIETE CENTAVOS DE DOLAR, en concepto de salarios caídos en esta instancia. HAGASE
SABER. (…)”. Intervinieron en primera instancia el trabajador demandante personalmente y la
Licenciada Nancy Verónica R. G. en su carácter de Apoderada Especial Laboral de dicho trabajador;
y los Licenciados Miguel Horacio A. Z. y Diana Elizabeth C. R., en su carácter de Apoderados
Generales Judiciales de la Institución demandada. En la presente instancia se apersonaron los
Licenciados Salvador Aníbal J. U. como Apoderado General Judicial con Facultades Especiales de la
Institución demandada, en carácter de apelante; y Miguel Ángel V. A., como apelado. Todos
mayores de edad, abogados y de este domicilio.- LEIDOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I. Que
con fecha veinticinco de junio de dos mil nueve, el trabajador demandante, presentó demanda
que en lo principal dice: “(…) Que el día uno de diciembre de dos mil seis, ingresé a laborar en
concepto de Asistente Técnico de la Dirección Ejecutiva y posteriormente desempeñé el cargo de
Administrador de Contratos I, para y bajo las ordenes del CENTRO NACIONAL DE REGISTROS, que
se abrevia CNR, del domicilio de San Salvador, (…) habiendo desarrollado mis labores EN EL
CENTRO NACIONAL DE REGISTROS, en la oficina ubicada en las cuales consistían en asistir a la
coordinación de contratos, convenios y proyectos en la administración y gestión de los contratos
de servicios técnicos y en la administración y gestión de los convenios suscritos con las otras
agencias participantes de la ejecución del Proyecto de Administración de Tierras II, así como las
demás funciones inherentes a mi cargo y que me fueran asignadas por el coordinador de
contratos; estando sujeto a una jornada ordinaria de trabajo de ocho horas diarias de lunes a
viernes, estando sujeto a un horario de las siete horas con treinta minutos de la mañana a las doce
del medio día y de la una de la tarde a las cuatro de la tarde, descansando los días sábados y
domingos de cada semana; devengando un salario ordinario de TRES MIL SETECIENTOS DÓLARES
DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA mensuales, el cual me era cancelado mensualmente, y por
medio de deposito en mi cuenta bancaria. De esa manera desarrollé mis labores
ininterrumpidamente, hasta que el día diez de junio del año dos mil nueve el Licenciado JUAN
FRANCISCO MOREIRA; en su carácter de Subdirector Ejecutivo del CENTRO NACIONAL DE
REGISTROS, quien tiene facultades para contratar y despedir personal me manifestó que por
“dignidad propia” interpusiera mi renuncia al cargo que desempeñaba en ese momento,
expresándome que él; tenia un pensamiento diferente al mío y se refirió a que yo, fui contratado
por lo (sic) “areneros” y “esos” no tenían aceptación en esa Institución, (…) El siguiente día es decir
once de junio de dos mil nueve, como no había recibido la notificación formal solicitada presenté a
mi lugar de trabajo en el Edificio de Proyectos de Modernización del Registro y Catastro Fase II,
ubicado en la calle Padres Aguilar de la Colonia Escalón, San Salvador, y un miembro de la
seguridad privada contratada por el CENTRO NACIONAL DE REGISTROS, me manifestó que había
recibido una llamada telefónica en la que le dijeron que me sacaran del centro de trabajo y que
tenía prohibida la entrada al lugar, por lo que me tuve que retirar. (…)”. II. Que según consta en
autos se siguió el trámite legal en el curso de la primera instancia hasta pronunciarse sentencia
definitiva, de la cual se interpuso recurso de apelación, siendo este el motivo por el que esta
Cámara conoce del juicio en grado.- III. El recurrente se muestra inconforme con el fallo del a quo,
y sostiene en la parte medular de su exposición, que: “(…) En el escrito que se alegó la excepción
del articulo 2 inciso segundo del Código de Trabajo, se explicó y se señaló al Juez la falta de
competencia en razón de materia del Juzgado a su digno cargo para conocer del presente juicio, ya
que de conformidad a lo dispuesto en el artículo antes citado, el caso en discusión no se encuentra
enmarcado dentro de las relaciones laborales a las que le es aplicable el Código de Trabajo, en
virtud que los contratos celebrados por mi representada como ente autónoma (calidad otorgada
mediante Decreto Legislativo No. 462, de fecha 5 de octubre de 1995, publicado en el Diario
Oficial No. 187, Tomo 329, de fecha 10 de octubre de 1995), puesto que se encuentran
específicamente incluidos en el artículo 1 relacionado con el 83 de las Disposiciones Generales de
Presupuestos. (…) es de tomar en consideración los siguientes aspectos: a) durante el año 2009, mi
representada y el señor LUIS ENRIQUE ENMANUEL S. F., celebraron el Contrato de Servicios
Personales No. 6/2009, por un plazo comprendido del 1 de febrero al 31 de diciembre de 2009,
ostentando el segundo el caro de Asistente Técnico de la Dirección Ejecutiva; todo esto en virtud
de autorización emanada por la Dirección Ejecutiva, mediante acuerdo No. 18/2009 de fecha 26
de enero del 2009; b) Con fecha 30 de abril de 2009, el señor S. F., interpuso su renuncia al cargo
citado en el literal que antecede; c) El CNR y el señor LUIS ENRIQUE ENMANUEL S. F., celebraron el
contrato de servicios personales No. 1738/2009, por un plazo comprendido del 1 de mayo al 31 de
diciembre de 2009, ostentando el segundo mencionado el cargo de Administrador de Contratos I,
en la Unidad de Coordinación de Proyecto; todo esto en virtud de autorización emanada por la
Dirección Ejecutiva, mediante Acuerdo No. 90/2009 de fecha 24 de abril de 2009. Por lo tanto,
tomando en cuenta lo detallado en los literales antes referidos, que el salario que devengaba el
demandante era pagadero de conformidad con el Acuerdo de Dirección Ejecutiva con cargo a la
Unidad Presupuestaria emitida por la Dirección General del Presupuesto, y siendo que el contrato
de servicios personales se encuentra específicamente determinado por la Disposiciones Generales
de Presupuestos; (…) En el caso que nos ocupa, el Juez al conocer de un caso que no es propio de
su competencia, dado que el artículo 2 del Código de Trabajo es claro en afirmar que el mismo, no
se aplica cuando la relación que une al Estado, Municipio o Instituciones Autónomas con sus
servidores, fuere de carácter público y tuviere su origen en un acto administrativo, como el
presente, a pesar de habérsele alegado en tiempo y forma la excepción perentoria de
incompetencia en razón de la materia. Es así como, independientemente de la aparente legalidad
con que el Juez fundamenta su sentencia definitiva, en el considerando IV de la misma, declarando
no ha lugar la referida excepción basándose únicamente en lo establecido en el artículo 25 del
Código de Trabajo y no toman en cuenta la fuente de ingreso de la demanda - fondos públicos-, ni
que la contratación se encuentra determinada por las Disposiciones Generales del (sic) Prepuesto
(sic). Razón por la cual, en dicha decisión jurisdiccional, se violento (sic) y desconoció totalmente el
principio de legalidad, yendo más allá de las atribuciones que establece el constituyente y el
legislador, pasando por alto los principales argumentos alegados oportunamente; el carácter
público de las relaciones laborales entre el trabajador y el CNR y la naturaleza administrativa del
contrato como acto administrativo; contradiciendo el artículo 86 de la Constitución por ir más allá
de los limites legales. (…)”. IV. En virtud que la parte recurrente sostiene que se alegó la excepción
de falta de competencia por razón de la materia, en los términos del escrito de fs. 36 y 37 de la
pieza principal; por cuestiones de técnica procesal, orden y lógica jurídica, resulta necesario entrar
a conocer primero de dicha excepción, para efectos de determinar si el trabajador LUIS ENRIQUE
EMMANUEL S. F., le es aplicable o no el Código de Trabajo y que por lo tanto, se conozca del
supuesto despido planteado en la demanda.- En el escrito en mención, se alegó básicamente
incompetencia por razón de la materia de conformidad al Artículo 2 inciso 2° del Código de
Trabajo y Art. 83 de las Disposiciones Generales de Presupuestos, aduciendo que el caso en
discusión no se encuentra enmarcado dentro de las relaciones laborales a las que le es aplicable el
Código de Trabajo, en virtud que los contratos celebrados por su representada se encuentran
específicamente incluidos en el citado artículo 1 relacionado con el 83 de las Disposiciones
Generales de Presupuestos. Para analizar la excepción en comento, esta Cámara trae a colación el
criterio Jurisprudencial sostenido por la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, que dicho
sea de paso se comparte, en casos similares como el presente, ha sostenido que si no se puede
mantenerse la validez de un contrato administrativo por servicios personales según lo dispuesto
en el Art. 83 de las Disposiciones Generales de Presupuestos, este cae en la esfera que
corresponde a un contrato laboral. Dicha apreciación se ha mantenido en vista que en la mayoría
de instituciones públicas, los contratos se realizan bajo lo que en otras materias se ha dado en
llamar “simulación de contratos”. La exigencia de firmar nuevos contratos año con año, no supone
la extinción de la relación de trabajo, sino que, es solo una necesidad legal para efectos
presupuestarios y no tiene nada que ver con el plazo real del contrato. La determinación que si
una relación entre partes es de naturaleza laboral, no depende de cómo éstos la denominen o la
califiquen, sino que deriva de la autentica realidad del vinculo jurídico en cuestión, puesto que los
contratos son lo que son y tienen naturaleza que les es propia, “Principio de la realidad”. Cuando
se suscribe un contrato de servicios personales, si en realidad las funciones que desempeña el
empleado son de carácter administrativo y permanentes dentro de la Institución contratante, es
decir, pertenecen al giro o actividad ordinaria de ésta, y aunque se trate de cargos de naturaleza
técnica o profesional, los plazos estipulados en los mismos no tienen validez y deben entenderse
de carácter indefinido, Art. 25 C.T., surgiendo entonces la necesidad de aplicar el régimen general
de protección al trabajador público, a fin de garantizar su derecho a la estabilidad laboral, aunque
sea ésta en forma relativa, y ello se obtendrá al aplicar la regla establecida en el Art. 2 inc. 1° lit. b)
C.T., en ausencia de norma expresa, puesto que el Art. 83 de las Disposiciones Generales de
Presupuestos, no propician tal protección y estabilidad laboral. Por otro lado, los casos de
exclusión a que alude el Art. 2 Código de Trabajo, se trata de aquellos en los que la relación emana
de un contrato para la prestación de servicios profesionales o técnico cumpliendo los requisitos
del citado Art. 83, a saber: a) Que las labores a desempeñar por el contratista sean propias de su
profesión o técnica y no de índole administrativa; b) Que aún cuando sean de carácter profesional
o técnico no constituyan una actividad regular y continua dentro del organismo contratante; c)
Que no haya en la Ley de Salarios plaza vacante con iguales funciones a la que se pretende
contratar. De lo anterior se concluye que el régimen legal aplicable a los empleados públicos
dependerá de la naturaleza del vínculo que mantienen con la administración pública.- La relación
de trabajo que vinculó al trabajador Luis Enrique Emmanuel S. F. con el Centro Nacional de
Registros, deriva de un auténtico contrato de naturaleza laboral, independientemente la
denominación que se le haya dado, puesto que la antigüedad de la prestación de servicios
sobrepasa en más de un año de diferentes períodos presupuestarios, tal como puede advertirse de
la Constancia de Trabajo agregada a fs. 49 de la pieza principal, el demandante ingresó a laborar a
partir del uno de diciembre de dos mil seis; por ello no es posible desconocer el carácter laboral;
siendo entonces de naturaleza laboral el contrato suscrito entre el trabajador demandante y el
Centro Nacional de Registro, es procedente confirmar la declaratoria de no ha lugar a la excepción
de incompetencia alegada, y como consecuencia esta Cámara entra conocer de la pretensión
planteada en la demanda de fs. 1 a 3 de la pieza principal. El último contrato individual de trabajo
que vinculó a las partes se ha probado de manera directa de conformidad a lo establecido en el
Art. 19 Código de Trabajo, por medio de la fotocopia certificada por notario del contrato agregado
a fs. 42 de la pieza principal, que corresponde al periodo comprendido del uno de mayo al treinta
y uno de diciembre de dos mil nueve; y aunque en el mismo se estipula plazo de duración –
Clausula VIII-, atendiendo a los Principios de Continuidad de la Relación Laboral y de Primacía de la
Realidad Arts. 17 y 25 Código de Trabajo, respectivamente, tal plazo carece de validez, ya que se
estableció por medio de la constancia de trabajo agregada a fs. 49 de la pieza principal, que el
trabajador laboró desde el uno de diciembre de dos mil seis, presumiéndose en consecuencia el
contrato individual de trabajo que dio origen a la relación laboral conforme a los Arts. 18, 20 y 413
del Código de Trabajo.- La relación laboral que vinculó al trabajador demandante con el Centro
Nacional de Registros, desde el uno de diciembre de dos mil seis hasta el diez de junio de dos mil
nueve, no ha sido objeto de controversia en ninguna de las instancias, no obstante ello, se ha
acreditado en forma integral y complementaria mediante: a) El contrato de trabajo antes
relacionado; b) La constancia de trabajo agregada a fs. 49, mediante la cual se manifiesta que el
demandante ingresó a laborar el uno de diciembre de 2006; c) la declaración del testigos de cargo
de fs. 34, señor J. M. V. C., quien fue compañero de labores con el demandante en el mismo
centro de trabajo hasta el mes de junio de dos mil nueve, todos los folios citados corresponden a
la pieza principal. Ahora bien, el despido que se alega en la demanda, para esta Cámara, no se ha
probado en forma directa con la declaración del testigo señor J. M. V. C., pues narra un hecho
acaecido el día once de junio de dos mil nueve, contrario a lo manifestado por el trabajador en su
demanda que el despido ocurrió el día diez de junio del referido año. Sin embargo el despido se
presume conforme al Art. 414 del Código de Trabajo, por darse los presupuestos de operatividad
que señala tal precepto; es decir: a) La demanda se presentó dentro de los quince días hábiles
siguientes al hecho que la motivó, tal como se advierte del presentado de la misma que fue el día
veinticinco de junio de dos mil nueve y el despido alegado el diez de junio del mismo año; b) La
parte demandada no obstante comparecer a la audiencia conciliatorita no propuso medida de
arreglo, limitándose su intervención a negar los hechos vertidos en la demanda; c) se probó al
menos la relación laboral; y, d) acreditó la representación patronal que se le atribuye al Licenciado
Juan Francisco Moreira, en su carácter de Subdirector Ejecutivo del Centro demandado. Ahora
bien, respecto al documento agregado a fs. 41 de la pieza principal, mediante el cual se sostiene
que el trabajador demandante renuncio a su cargo el treinta de abril de dos mil nueve; este
Tribunal advierte que dicho documento no reúne los requisitos del Art. 402 Inciso Segundo del
Código de Trabajo, para darle valor probatorio. La renuncia conforme la citada disposición para
que tenga validez y surta sus efectos legales, debe constar en documento privado autenticado o
redactado en hojas que extenderá la Dirección General de Inspección de Trabajo o los jueces de
primera instancia con jurisdicción en materia laboral, en las que se hará constar la fecha de
expedición y siempre que hayan sido utilizadas el mismo día o dentro de los diez días siguientes a
esa fecha. En ese orden de ideas, no teniendo valor probatorio el documento supra relacionado, la
relación de trabajo se mantuvo desde el uno de diciembre de dos mil seis al diez de junio de dos
mil nueve. Habiéndose probado el despido en los términos expuestos en los párrafos precedente y
no existiendo prueba ni excepción que demuestro lo contrario o que lo justifique, es procedente
confirmar la sentencia venida en apelación en relación al reclamo de indemnización por despido
injusto, vacación y aguinaldo proporcional. Respecto al reclamo de salarios adeudados del diez de
mayo de dos mil nueve al treinta y uno de diciembre de dos mil nueve, este Tribunal advierte que
el reclamo de los salarios adeudados del once de junio al treinta y uno de diciembre de dos mil
nueve, no le asisten al trabajador demandante, siendo en consecuencia inepta tal pretensión, por
las razones siguientes: a) Que habiéndose considerado que la naturaleza de las labores
desempeñadas por el trabajador demandante son de naturaleza permanente, el plazo señalo en el
contrato de fs. 42 de la pieza principal, no tiene validez; sumado a ello la renuncia agregada a fs.
49 de la referida pieza, no tiene valor probatorio por no reunir los requisitos del Art. 402 Inciso
Segundo del Código de Trabajo; b) La relación laboral se tomando en cuenta desde el uno de
diciembre de dos mil seis al diez de junio de dos mil nueve, fecha del despido; c) que los salarios
adeudos derivan de una prestación efectiva de los servicios; es decir estos tiene lugar cuando el
trabajador ha desempeñado su trabajo y el empleador no se los ha remunerado. c) que los salarios
adeudaos que tiene derecho el trabador demandante es del período comprendió del diez de mayo
al diez de junio de dos mil nueve, fecha esta en la cual terminó su contrato como consecuencia del
despido. En ese orden de ideas, no habiéndose probado el pago de los salarios adeudados del diez
de mayo al diez de junio de dos mil nueve, deberá condenarse al pago de los mismos y revocarse
la condena de los salarios adeudados del periodo comprendido del once de junio al treinta y uno
de diciembre de dos mil nueve, los cuales devienen en una ineptitud. POR TANTO, de conformidad
con las razones expuestas y Arts. 417, 418, 419, 420 y 584 del Código de Trabajo, a nombre de la
República de El Salvador, esta Cámara FALLA: I) Revócase el literal d) del fallo de la sentencia
venida en apelación y confírmase en todo lo demás; II) Condénase al CENTRO NACIONAL DE
REGISTROS, a pagar al trabajador LUIS ENRIQUE EMMANUEL S. F., la cantidad de TRES MIL
SETECIENTOS DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, en concepto de salarios adeudados
del diez de mayo al diez de junio de dos mil nueve; III) Declárase Inepta la demanda respecto al
reclamo de salarios adeudados del once de junio al treinta y uno de diciembre de dos mil nueve;
IV) Condénase al CENTRO NACIONAL DE REGISTROS, a pagar al trabajador LUIS ENRIQUE
EMMANUEL S. F., la cantidad de DOS MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y SEIS DOLARES CON
SESENTA CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, en concepto de salarios
caídos en esta instancia.- NOTIFÍQUESE.- PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE
LA SUSCRIBEN. INC-APEL-83-2015 NUE. 442-IS-09 5° Lab. jam. Jjgv. Sri

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