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I. La Sala Penal Superior revocó la sentencia de primera instancia que condenó a Luis Gerardo Cruz Reyes por tráfico ilícito de drogas, al otorgar un valor distinto a las declaraciones de los efectivos policiales pese a que no se actuaron nuevos elementos de juicio.
II. La Corte Suprema declaró fundado el recurso de casación, casó la sentencia de apelación y dispuso realizar una nueva audiencia de apelación, señalando que no se recabaron pruebas que contradigan las deposiciones policiales
I. La Sala Penal Superior revocó la sentencia de primera instancia que condenó a Luis Gerardo Cruz Reyes por tráfico ilícito de drogas, al otorgar un valor distinto a las declaraciones de los efectivos policiales pese a que no se actuaron nuevos elementos de juicio.
II. La Corte Suprema declaró fundado el recurso de casación, casó la sentencia de apelación y dispuso realizar una nueva audiencia de apelación, señalando que no se recabaron pruebas que contradigan las deposiciones policiales
I. La Sala Penal Superior revocó la sentencia de primera instancia que condenó a Luis Gerardo Cruz Reyes por tráfico ilícito de drogas, al otorgar un valor distinto a las declaraciones de los efectivos policiales pese a que no se actuaron nuevos elementos de juicio.
II. La Corte Suprema declaró fundado el recurso de casación, casó la sentencia de apelación y dispuso realizar una nueva audiencia de apelación, señalando que no se recabaron pruebas que contradigan las deposiciones policiales
CRITERIOS DE FIABILIDAD DE LA PRUEBA TESTIMONIAL Y
VALOR DE LAS ACTUACIONES POLICIALES [CASACIÓN N.° 684-
2020 TUMBES] El principio de inmediación impide revisar las pruebas en segunda instancia para hacer una nueva valoración respecto a las declaraciones de testigos, peritos y acusados, y la credibilidad que merecen estas testificales. Con razón, la garantía de inmediación permite acceder a la totalidad de los aspectos comunicativos verbales y no verbales del declarante y de terceros y, a la vez, autoriza la intervención del juez para “comprobar la certeza de los elementos de hecho [sic]”.
A la par, desde la perspectiva de la sana crítica, se soslayaron criterios básicos de
valoración de prueba oral; esto es, no toda disparidad autoriza a rescindir la virtualidad de una testifical. Antes bien, su fiabilidad dependerá de si se trata de detalles centrales, periféricos o colaterales. Solo si se constata lo primero, se restaría virtualidad a la sindicación. En cambio, si se coteja lo segundo y tercero, no existe desmerecimiento objetivo.
Se enfatiza que, en sede de apelación, no se recabaron pruebas que contradigan el
sentido inculpatorio de las deposiciones policiales, por lo cual su aptitud debió mantenerse incólume.
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA PENAL PERMANENTE CASACIÓN N.° 684-2020 TUMBES I. Se observa que la Sala Penal Superior contravino lo previsto en el artículo 425, numeral 2, del Código Procesal Penal, pues, pese a que no se actuaron elementos de juicio en la etapa de apelación, otorgó un valor distinto a la prueba personal sometida a inmediación por los jueces sentenciadores de primera instancia. Esto es, analizó de forma distinta las declaraciones de los efectivos Wilder Espinoza, Manuel Reyes Albújar y Jorge Vía Oviedo y, en esas condiciones, estableció que existieron contradicciones. Se enfatiza que, en sede de apelación, no se recabaron pruebas que contradigan el sentido inculpatorio de las deposiciones policiales, por lo cual su aptitud debió mantenerse incólume. II. Por otro lado, las inferencias esgrimidas para invalidar el operativo policial de interdicción carecen de racionalidad. Las irregularidades apuntadas no tienen la entidad suficiente para menoscabar su valor epistémico. Si bien los operativos policiales, per se, carecen de idoneidad originaria para fundar una condena penal, la situación varía absolutamente si su contenido es reiterado y ratificado en el juicio oral mediante las declaraciones testificales de los agentes policiales intervinientes, a fin de posibilitar la contradicción y la inmediación procesal. Como se trata de pruebas personales, su estimación está a cargo del órgano jurisdiccional sentenciador, según los criterios de apreciación instituidos por la jurisprudencia penal, tales como: ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia en la incriminación. También se relievan los datos objetivos y verificables subyacentes, como las actas policiales y sus derivados, que se introducirán al juzgamiento como prueba documental, conforme al artículo 383 del Código Procesal Penal. III. En consecuencia, esta Sala Penal Suprema aprecia que, en la sentencia de vista sometida a control casacional, se infringieron preceptos constitucionales y procesales: el principio jurisdiccional de motivación de las resoluciones judiciales y el principio de inmediación, regulados en el artículo 139, numeral 5, de la Constitución Política del Estado y en el artículo 425, numeral 2, del Código Procesal Penal. Después, en aplicación del artículo 433, numeral 2, del Código Procesal Penal, el recurso de casación evaluado se declarará fundado, se casará la sentencia de vista respectiva y, con reenvío, se dispondrá la realización de una nueva audiencia de apelación, a fin de que se emita la decisión judicial correspondiente, teniendo en consideración lo expuesto en esta sede suprema. SENTENCIA DE CASACIÓN Lima, diecisiete de mayo de dos mil veintidós VISTOS: el recurso de casación interpuesto por el señor FISCAL ADJUNTO SUPERIOR contra la sentencia de vista, del veinticuatro de marzo de dos mil veinte (foja 179), emitida por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Tumbes, que revocó la sentencia de primera instancia, del veintiocho de octubre de dos mil diecinueve (foja 120), que condenó a LUIS GERARDO CRUZ REYES como autor del delito contra la salud públicatráfico ilícito de drogas-favorecimiento al consumo mediante actos de tráfico, en agravio del Estado, le impuso ocho años de pena privativa de libertad y fijó como reparación civil la suma de S/2000 (dos mil soles), que deberá abonar a favor del agraviado; reformándola, lo absolvieron del requerimiento de acusación por el delito y el agraviado antes mencionados. Intervino como ponente el señor juez supremo Coaguila Chávez. FUNDAMENTOS DE HECHO I. Del procedimiento en primera y segunda instancia Primero. Según el requerimiento, del cinco de abril de dos mil diecinueve (foja 19), se formuló acusación fiscal contra LUIS GERARDO CRUZ REYES por el delito de favorecimiento al consumo de drogas mediante actos de tráfico, en perjuicio del Estado. Los hechos fueron calificados de conformidad con el artículo 296, primer párrafo, del Código Penal. Se solicitó la imposición de las siguientes consecuencias jurídicas: (i) ocho años de pena privativa de libertad, (ii) ocho años de pena de inhabilitación y (iii) ciento ochenta días de pena de multa. No se requirió reparación civil, pues hubo constitución en actor civil, según el artículo 11, numeral 1, del Código Procesal Penal. Posteriormente, se emitió el auto de enjuiciamiento, del diecinueve de agosto de dos mil diecinueve (foja 27), en los mismos términos del dictamen acusatorio. A la vez, se expidió el auto de citación a juicio oral, del seis de septiembre de dos mil diecinueve (foja 35). Segundo. Se realizó el juzgamiento según las actas (fojas 43, 70, 79, 90, 100, 106, 112 y 133). Seguidamente, se emitió la sentencia de primera instancia, del veinticuatro de marzo de dos mil veinte (foja 179), que condenó a LUIS GERARDO CRUZ REYES como autor del delito de favorecimiento al consumo mediante actos de tráfico, en agravio del Estado. Se le impuso ocho años de pena privativa de libertad, cinco años de inhabilitación y ciento ochenta días multa, y se fijó como reparación civil la suma de S/ 2000 (dos mil soles). En esta fase procesal, se declaró probado lo siguiente: 2.1. El veintinueve de octubre de dos mil dieciocho, aproximadamente a las 23:00 horas, personal policial antidrogas de Tumbes realizó un operativo de control en la vía Panamericana Norte, por inmediaciones de la iglesia evangélica “Movimiento Misionero Mundial”. 2.2. Seguidamente, observaron que el automóvil de placa de rodaje T2N-323 se estacionó fuera de la pista y descendió un sujeto portando una bolsa de plástico (roja y blanca). Se le solicitó su documento nacional de identidad, él indicó que no lo tenía y adujo llamarse LUIS GERARDO CRUZ REYES. A la vez, se le requirió que exhibiera lo que llevaba consigo. En ese momento, se descubrieron tres paquetes rectangulares, se extrajo una porción de sustancia vegetal y se estableció que se trataba de Cannabis sativa (marihuana). 2.3. De acuerdo con el informe pericial respectivo, la aludida droga tuvo como peso neto 2.990 kg (dos punto novecientos noventa kilogramos). Tercero. Contra la sentencia de primera instancia, LUIS GERARDO CRUZ REYES interpuso el recurso de apelación, del seis de diciembre de dos mil diecinueve (foja 141). A través del auto del dieciséis de diciembre de dos mil diecinueve (foja 148), la impugnación fue concedida. Se dispuso elevar los actuados al superior en grado. Cuarto. En la audiencia de apelación, conforme a las actas (fojas 179 y 176), no se actuaron medios probatorios, solo se expusieron las alegaciones de las partes procesales intervinientes y se realizaron las réplicas y dúplicas respectivas. Posteriormente, mediante sentencia de vista, del veinticuatro de marzo de dos mil veinte (foja 179), se revocó la sentencia de primera instancia, del veintiocho de octubre de dos mil diecinueve (foja 120), que condenó a LUIS GERARDO CRUZ REYES como autor del delito de favorecimiento al consumo mediante actos de tráfico, en agravio del Estado, le impuso ocho años de pena privativa de libertad, cinco años de inhabilitación y ciento ochenta días multa, y fijó como reparación civil la suma de S/ 2000 (dos mil soles); reformándola, lo absolvió del requerimiento de acusación por el delito y el agraviado antes mencionados. Quinto. Frente a la sentencia de vista, el señor FISCAL ADJUNTO SUPERIOR formalizó el recurso de casación, del veintinueve de julio de dos mil veinte (foja 200). Invocó la causal prevista en el artículo 429, numerales 1 y 2, del Código Procesal Penal. A través del auto del siete de agosto de dos mil veinte (foja 218), se tuvo por interpuesta la casación. El expediente judicial fue remitido a este órgano jurisdiccional. II. Del procedimiento en la Sede Suprema Sexto. De acuerdo con el artículo 430, numeral 6, del Código Procesal Penal, se expidió el auto del veintitrés de septiembre de dos mil veintiuno (foja 61, en el cuaderno supremo), que declaró bien concedido el recurso de casación por las causales contempladas en el artículo 429, numerales 1 y 2, del Código Procesal Penal. Las partes procesales fueron instruidas sobre la admisión de la casación, según los cargos (foja 75, en el cuaderno supremo). Séptimo. La Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República era competente para dilucidar el recurso de casación. Sin embargo, a través de la Resolución Administrativa número 000378-2021-CE-PJ del dieciséis de noviembre de dos mil veintiuno, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial dispuso que la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República debía tramitar los expedientes correspondientes del Código Procesal Penal. Después, mediante decreto del veintitrés de marzo de dos mil veintidós (foja 77, en el cuaderno supremo), esta Sala Penal Suprema se avocó al conocimiento de la causal penal. Como se observa, desde que la casación fue concedida hasta que los actuados fueron derivados, transcurrieron seis meses. A continuación, se expidió el decreto del primero de abril de dos mil veintidós (foja 69, en el cuaderno supremo), que señaló el veinticinco de abril de dos mil veintidós como data para la vista de casación. Se emplazó a los sujetos procesales, conforme a la cédula (foja 70, en el cuaderno supremo). Continúa […] Descarga aquí la sentencia completa [Imagen: un policía realizando una intervención]