La capacitación y el autodesarrollo del docente a partir de

la investigación en el aula.

En la actualidad, para poder generar un cambio positivo en el ámbito

educativo, es necesario que el docente deje de involucrarse solamente en las
actividades que les compete, como analizar los planes y programas, realizar su
bitácora o diario para reflexionar su desempeño, entre otras y empezar a
involucrarse también en las situaciones problemáticas que se generan dentro de
un aula; ya sea, de conflictos en las relaciones entre pares, autocontrol de
emociones o sentimientos o incluso en déficit en el conocimiento de algún
contenido. Pero, cómo se puede lograr que los docentes que aun no son
investigadores, se conviertan en uno.
En los diferentes modelos educativos que se han implementado, se dice “se van a
generar escuelas de calidad”, “escuelas de excelencia”, etc. Sin embargo, los
docentes están sobrecargados de actividades administrativas que le consumen
gran parte de su tiempo provocando que descuiden su jornada frente a un grupo.
Esto se pudo percibir en las primeras semanas de septiembre, como la docente
tenía que entregar documentación, como los expedientes de los jóvenes, los
resultados de los test de canal de aprendizaje, inteligencias múltiples, realizar la
FIA, entre otras; ocasionando que descuidara un poco el grupo, a pesar de que la
estuve ayudando a graficar y capturar los datos de los estudiantes. Con todas las
actividades que se le exige al docente es muy difícil que se vuelva un investigador
como lo menciona Antonio Latorre y más si tienen que estar adecuando los
contenidos a los planes y programas como es el caso de tercer grado de
secundaria, donde todavía se trabajará con libros 2006 y programas 2011.
Aunque, se escucha bonito lo que Antonio Latorre (__) dice, que el docente debe
ser capaz de integrar las actividades didácticas y las actividades investigadoras
dentro del perfil docente, para poder generar un mejor autodesarrollo profesional,
una mejor practica profesional y mejorar las instituciones educativas y las
condiciones sociales. Es difícil poder llevarlo a la práctica, pero no imposible, todo
depende del docente, ya que, para empezar el cambio se debe empezar por uno
mismo.
Durante las jornadas de practica que se han estado realizando, se puede aprender
de las diferentes situaciones en las que nos encontramos, sin embargo, hubo una
que me llamo la atención porque era un joven que consumía drogas, el docente al
percatarse de esto empezó a involucrarse para poder ayudar al joven, una de sus
estrategias que utilizo fue acercarse a el y llegar a un acuerdo que consistía en
que el joven le enseñaría al docente y sus compañeros como entrenan futbol
poniendo en cada clase de educación física ejercicios que ellos les ponían en el
entrenamiento, pero solamente tendría derecho a realizar esta actividad siempre y
cuando no estuviera drogado, provocando que el joven ya no fuera en ese estado
a la escuela, quizás el docente le dio más continuidad pero el tiempo que estuve
presente solamente me pude percatar de esto.
Al mi parecer, a eso se refiere Antonio Latorre, que debemos ser capaces de
buscar soluciones para resolver las problemáticas que se nos lleguen a presentar,
porque algunas pueden ser sencillas, pero con una orden o de manera inmediata
se puede solucionar, la dificultad empieza cuando tenemos problemas con mayor
gravedad; ya sea, las drogas, control de emociones (agresividad), comprensión
lectora, estrategias para la inclusión de jóvenes con capacidades diferentes, etc.
Porque es en estas situaciones donde nos tenemos que volver investigadores,
pero para llegar a este punto primero los docentes deben que “revitalizar y
considerar la enseñanza como espacio de reflexión, discusión y análisis” (Antonio
et al.).
Además, utilizar la investigación proporciona distintas habilidades como la
percepción, de pensamiento, etc. Asimismo, de acuerdo con Antonio, propicia
autonomía y autodesarrollo profesional.