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Maritain Gadamer

Artista El sujeto está Cuando el artista nos dice algo de la obra, es que una de las cosas
compuesto de que pone en cuestión es el de no manifestarse en su obra, ya que
intuiciones: la este tiene su mundo y su idea.
sensible, intelectual
y la artística.
Intuición sensible:
se capta los aspectos
sensibles de las
cosas.
Intuición intelectual:
corresponde a la
presencia de un
objeto universal en
el intelecto del
sujeto cognoscente;
captando así la
composición de la
esencia con su acto
de ser, los primeros
principios, la
relación necesaria
entre el ente y su
propiedad esencial,
etc.
Intuición artística o
creadora en un
oscuro captar el yo y
las cosas juntamente
en un conocimiento
que por unión o
connaturalidad sólo
se fructifica en la
obra. Es todo un
mismo proceso (sin
entender conjunto
de pasos), un mismo
despertar, en un
mismo tiempo
donde el artista crea
la obra de arte.
Se podrá afirmar que
la potencia principal
que interviene en la
intuición artística es
el intelecto práctico
operativo “ad extra”.
Es decir que por una
sobreabundancia
natural a inteligencia
del artista es
manifestativa, tiene
necesidad interna de
expresar, de
producir un nuevo
ser fuera de él, lo
cual se consuma al
crear la obra, crear
un nuevo ente,
poner el ser.
Consentimiento con
las intensiones del
artista, requiérase
siempre para la
inteligencia de la
obra de arte y la
comunicación que
esta inteligencia
presupone.
La inteligencia es
manifestativa
produciendo en su
interior no solo
verbos mentales
para conocer sino
una abundancia
espiritual
expresiones o
manifestaciones
internas de lo que la
inteligencia conoce.
La actividad artística
se desarrollara en
una línea puramente
intelectual.
El artista se capta a
si mismo mediante
su inteligencia
emotiva, en relación
a otros y a su
mundo.

Obra de El resultado de la  En la obra de arte aparece dos elementos de síntesis: entre lo dado y lo
arte intuición artística es puesto.
la obra de arte bella,  El encuentro con la obra, es un encuentro de síntesis entre lo que me da
que es un nuevo la obra y lo que yo pongo en juego. Dos términos que se ponen en juego
ente gracias al que se dan en el construir la relación. Entre la obra y yo aparecen estos
artista que la creo y dos elementos: identidad y diferencia.
por lo tanto “puso”  Identidad: Lo que la obra me ofrece va a tener rasgos que pueden ser
el ser; y ésta objetivos pero hay otros que son comunes de manera igual tiene cierta
comienza a tener identidad que hay que reconocer.
existencia y  Diferencia: pero como lo veo desde experiencias subjetivas, el sentido
substancialidad de la obra suma a la obra un plus, esto es la diferencia. El artista me
propia mostro algo, pero yo lo vi y le sumé algo más.
independientemente
de la de su creador.
Espectado La actividad del arte -Gadamer hace más hincapié en este punto, trabaja con tres categorías
r no se refiere a la antropológicas que se encuentran en todo hombre: Juego, Símbolo, fiesta
necesidad de (actividad celebrativa).
comunicarse a otro,  Juego:
aunque sea (un  Manifestación de la vida misma, interviniendo la razón pero
hecho inevitable en operando de diferentes maneras.
la actividad artística  Los juegos tienen ciertas normas con cierto fin. La razón se toma
pero no la define), se ciertas libertades en esta actividad y rompe las reglas para hacer
refiere a decir, trampas. Esto permite que en el juego, uno se vea a sí mismo como
manifestar en una espectador, como si estuviera viendo fuera de si mismo, la persona
obra, por hacer por que no juega, es parte de ese juego.
sobreabundancia  detiene en los aspectos esenciales del juego .Uno de ellos es el
espiritual, aunque movimiento. Particularmente evidente en el arte es el hecho de que
no existiera nadie éste resulta ser un automovimiento que no tiende a una meta final
que lo viera o sino al movimiento en cuanto movimiento, gracias a este todo ser
comprendiera. Es viviente se puede representar.
por esto que el  los rasgos esenciales del juego es la repetición
artista sufre cuanto  La necesidad de volver a jugar el juego puede ser observada en el
más es caso del artista que vuelve una y otra vez a su obra, y también en el
comprendido, ser caso del espectador que vuelve una y otra vez a ver la misma pieza
comprendido lo  Característica principal del juego humano, observa Gadamer, es la
disminuye y le particular inclusión de la razón
desagrada, no  Otra de las características del juego es la participación. Jugar supone
produce su obra un jugar con. Basta con mirar alguna vez al público de un partido de
para el hombre. Lo tenis por televisión. “ Es una pura contorsión de cuellos” (AB, p. 69).
que quiere es no ser Existe participado, participación interior en el juego, por la cual el
comprendido sino espectador pasa a ser parte de éste
durar en la historia. 
Símbolo:

Diferencia entre lo alegórico y simbólico


Alegórico: representación de otra cosa, pero hay necesidad de tener un
conocimiento previo.
Simbólico: representa algo, pero para saber lo que significa no necesito de un
conocimiento previo. La presencia de este me muestra lo que significa.
El símbolo, trae a la presencia al significado, lo representado tiene que estar allí
puesto, el artista lo manifiesta, lo muestra. Hay cosas que se muestra y que se
ocultan (en el símbolo en el caso de Heidegger). La experiencia simbólica del arte
es, en síntesis, una experiencia de integridad: nos hacemos uno con la obra
completándola momentáneamente en su trascendencia a través del tiempo y
completándonos nosotros en ella también. La determinación simbólica de la
obra de arte indica que existe en ella u espacio vacío, en blanco, que el
espectador debe llenar.

-Es una síntesis, es el modo de mirar la vida del artista, es una totalidad, pero
frente a otra. Se suma otra nueva totalidad, un plus, una síntesis, una nueva
forma de sentir. La obra de arte muestra una parcela del ser en su totalidad, una
ventana en cuanto a su totalidad. El cual integra totalidades parciales. La
alegoría y el símbolo tienen en común la representación de otra cosa, pero lo
que habla en la alegoría es un texto que existe previamente, y que se presenta a
través de ella de manera más aprensible, mientras que el símbolo sería
esencialmente inagotable, no reductible a nada preexistente. Interesados en
mostrar lo inagotable del símbolo, los autores románticos propiciaron la
depreciación
de la alegoría.

 Celebración:
 Fiesta. El arte es una invitación potencial a todos y eso es la
fiesta, el que no participa, no es porque no esté invitado sino
por se aisla.
 Lo común de la celebración es que todo se reúnen en una
experiencia comunitaria, común, que no permite disgregación
 Tiempo celebrativo. El orden del tiempo se origina, en la
repetición de las fiestas. La fiesta esta ahí en todo momento.
 Tiempo para algo que es el tiempo que se experimenta como
algo que se tiene que pasar
 Tiempo festivo nos invita a demorarnos
 El tiempo propio es un siempre presente, no se calcula no se
cuenta, constituye una unidad.
 El tiempo calculador: el aburrimiento (tiempo porque nunca
pasa), y el tiempo ajetreo (es que nunca te alcanza), tiempo
como algo empleado, llenado con nada o con alguna cosa.

La fiesta sirve a Gadamer para hacer más vivido el poder comunicativo


del arte. Si el ser humano necesita jugar (por lo cual la obra de arte
se justifica como juego) e integrarse en una totalidad de significados (por lo cual
la obra se justifica como símbolo), no es menos cierto que tiene también
necesidad de estar comunicado con los demás. Fiesta y arte son sinónimos de
participación. Fiesta es lo que une a todos; la fiesta es para toda La fiesta es
repetición y celebracion. Hay fiesta cuando se celebra algo, cuando se festeja
algo, aunque mas no sea el hecho del encuentro con otros. La experiencia
temporal de la fiesta le permite a Gadamer introducir la idea de un “ tiempo
lleno” o “ tiempo propio” . Es éste el tiempo particular del arte. el tiempo del
arte no necesita ser llenado porque está en sí mismo lleno. particular del tiempo
de la fiesta es que “ ofrece tiempo, lo detiene, nos invita a demorarnos. Esto es
la celebración. En ella, por así decirlo, se paraliza el carácter calculador con el
que normalmente dispone uno de su tiempo” (AB, p. 105). Lo mismo sucede con
la obra de arte. En consecuencia, la experiencia estética se definirá por el
descubrimiento del tiempo propio de la obra y por nuestra participación de él

Arte El arte, como tal, no  El arte es algo misterioso, ya que se presenta algo particular y a la vez
tiene por fin conocer tiene elementos universales.
sino producir o crear
a modo del espíritu y
de libertad, es decir,
de la productividad
de la inteligencia
hacia afuera “ad
extra”.
La actividad artística
es un conocimiento
de creación, ya que
tiende a hacer un
objeto, según la
exigencia internas y
el bien propio de
éste. Como actividad
intelectual crea al
ser que trascienda
todos los géneros.
Heidegger
Obra de arte

El punto de partida no es el “arte” sino la obra de arte. La obra se manifiesta en primer lugar como cosa. obra dice “algo
otro” , es alegoría, y también símbolo, porque en la obra se junta, se aproxima, una cosa con otra (gracias a la acción del
espectador). La obra es una “mitad”, o mejor, un fragmento al que debe sumarse otro fragmento. También la obra de
arte remite a algo que está más allá del nivel de su cosidad. Es un fragmento de un todo ideal que debe encontrar la otra
parte que se corresponda con él. Diferencia entre cosa y obra, primer paso hacia la definición del ser de la obra de arte.
en su esencia. se presentan las principales semejanzas y diferencias entre la cosa, el útil y la obra. Pero la cosa no se
reduce a una simple suma de propiedades. que los griegos llamaron to hypokeimenon. sí surge la primera definición de
cosa: “substancia con sus accidentes”, pero estamos haciendo un acto de violencia a la cosa. Segunda definición, Cosa es
“la unidad de una multiplicidad de lo que se da en los sentidos”. Es decir que hay una multiplicidad de sensaciones que
tienen que ver con una cosa.

La cosa es una materia conformada. un tipo de cosa cuya forma tiene por finalidad el cumplimiento de una determinada
función (práctica), a forma del útil depende siempre de un fin. El útil se agota en el uso; cuando funciona bien, no le
prestamos ninguna atención. La obra de arte, en cambio, es visibilidad, presencia, mostración, y lejos de resolverse en
una función en el mundo, atrae la atención sobre sí. llega a la conclusión de que el ser-útil del útil reside en su
servicialidad, en su fiabilidad, en su “ ser de confianza”. El útil nos facilita tareas de todos los días; nos presta un servicio;
es servicial siempre y cuando funcione bien. Así, liberado del uso, el objeto cotidiano más banal transformado en
escultura, pasa a cumplir con la función esencial —alegórica— de toda obra de arte: habla de otra cosa. Ha sido la obra
de arte la que nos ha hecho saber lo que es de verdad un zapato” (OOA, p. 25). Podemos concluir entonces que la obra
de arte es develadora de esencias.

Lo dicho de la obra de Van Gogh puede extenderse, claro está, a toda obra de arte. Es ella puesta-en-obra-de la verdad',
es decir, que vuelve patente el ser del ente, lo que el ente es (siendo). La obra de Van Gogh mostró cuál es la esencia del
útil. Pero no sólo eso. Permitió ver también cuál es la esencia de la obra de arte. Ella es apertura del ser del ente,
desocultamiento del ente, alétheia. Además de abrir un mundo, la obra de arte revela la “tierra. Al decir que la obra de
arte es un “combate” entre el “mundo” y la “tierra” , Heidegger quiere significar que hay una lucha entre lo que se
muestra y lo que se oculta, entre lo decible y lo indecible, entre lo inteligible y lo ininteligible. Y en esa lucha mundo-
tierra la verdad acontece. Los dos términos no se destruyen, puesto que se necesitan. La “tierra” necesita del “mundo” ,
si es que quiere aparecer, y el “mundo” no puede privarse de la “ tierra” , si es que quiere fundarse en algo decisivo,
esencial.

El arte

La verdad del arte es una verdad original porque sólo allí él ente se abre en su ser, sólo allí la verdad acontece y lo hace
“por primera vez”, no transcribiendo hechos y situaciones ya dadas. La verdad no se halla en las estrellas sino
exclusivamente donde se encuentra el Dasein. Así la obra de arte, creación del Dasein, permite “instalar” la verdad en el
ente: sólo entonces adquiere la verdad su sentido más profundo. Y ese saber —del arte— se encuentra, como vimos,
ligado al des-ocultamiento del ser, por lo cual, en ningún caso, la actividad del artista podrá ser identificada con la del
artesano. La poesía no sólo es uno de los modos que adopta el proyecto esclarecedor de la verdad. todo arte “es, en
esencia, poema”.

El espectador

El “mundo” que la obra muestra es original porque es un mundo que ella misma abre y funda. No está dado de una vez y
para siempre. “Un mundo hace mundo” se va haciendo con cada lectura del espectador. De este modo, la obra inaugura
significados; de allí su intraducibilidad. Si la obra inaugura significados, es porque se muestra, porque no desaparece en
el cumplimiento de su función. Su presencia resalta y no se gasta. La capacidad de la obra de “hacer mundo” debemos
pensarla entonces siempre en plural, abierta a una cadena interminable de interpretaciones. La obra de arte ilumina
(permite ver) todo lo que existe. Pero si, por un lado, muestra —es “exposición” (Aufstellung)—, también oculta. A este
ocultamiento remite el término “tierra”. Lo que caracteriza a la “tierra” es, precisamente, su misterio y ocultación. Hay
algo que sabemos está en ella—su enigma— pero que no podemos entender. En tanto “tierra”, la obra es una reserva
permanente de significados que, en cada receptor, y nunca definitivamente, podrán hacerse explícitos.

El artista

El artista es el origen de la obra. La obra es el origen del artista. Ninguno puede ser sin d otro. Pero ninguno de los dos
soporta tampoco al otro por separado. El artista y la obra son en sí mismos y recíprocamente por medio de un tercero
que viene a ser lo primero, aquello de donde el artista y la obra de arte reciben sus nombres: el arte. Es Precisamente en
gran arte, que es del único del que estamos tratando aquí, el artista queda reducido a algo indiferente frente a la obra,
casi el a un simple puente hacia surgimiento de la obra que se destruye a sí mismo en la creación.

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