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Porqué / porque / por qué / por que

a) porqué

Es un sustantivo masculino que equivale a causa, motivo, razón, y se escribe con tilde por
ser palabra aguda terminada en vocal. Puesto que se trata de un sustantivo, se usa
normalmente precedido de artículo u otro determinante:

No comprendo el porqué de tu actitud [= la razón de tu actitud].

Todo tiene su porqué [= su causa o su motivo].

Como otros sustantivos, tiene plural:

Hay que averiguar los porqués de este cambio de actitud.

b) por qué

Se trata de la secuencia formada por la preposición por y el interrogativo o exclamativo


qué (palabra tónica que se escribe con tilde diacrítica para distinguirla del relativo y de la
conjunción que). Introduce oraciones interrogativas y exclamativas directas e indirectas:

¿Por qué no viniste ayer a la fiesta?

No comprendo por qué te pones así.

¡Por qué calles más bonitas pasamos!

Obsérvese que, a diferencia del sustantivo porqué, la secuencia por qué no puede sustituirse
por términos como razón, causa o motivo.

c) porque

Se trata de una conjunción átona, razón por la que se escribe sin tilde. Puede usarse con dos
valores:

 Como conjunción causal, para introducir oraciones subordinadas que expresan


causa, caso en que puede sustituirse por locuciones de valor asimismo causal como
puesto que o ya que:

No fui a la fiesta porque no tenía ganas [= ya que no tenía ganas].

La ocupación no es total, porque quedan todavía plazas libres [= puesto que quedan
todavía plazas libres].
También se emplea como encabezamiento de las respuestas a las preguntas introducidas por
la secuencia por qué:

—¿Por qué no viniste? —Porque no tenía ganas.

Cuando tiene sentido causal, es incorrecta su escritura en dos palabras.

 Como conjunción final, seguida de un verbo en subjuntivo, con sentido equivalente


a para que:

Hice cuanto pude porque no terminara así [= para que no terminara así].

En este caso, se admite también la grafía en dos palabras (pero se prefiere la escritura en
una sola):

Hice cuanto pude por que no terminara así.

d) por que

Puede tratarse de una de las siguientes secuencias:          

 La preposición por + el pronombre relativo que. En este caso es más corriente usar
el relativo con artículo antepuesto (el que, la que, etc.):

Este es el motivo por (el) que te llamé.            

Los premios por (los) que competían no resultaban muy atractivos.

No sabemos la verdadera razón por (la) que dijo eso.

 La preposición por + la conjunción subordinante que. Esta secuencia aparece en el


caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen un complemento introducido por la
preposición por y llevan además una oración subordinada introducida por la
conjunción que:

Al final optaron por que no se presentase.

Están ansiosos por que empecemos a trabajar en el proyecto.

Nos confesó su preocupación por que los niños pudieran enfermar.

Halla / haya / aya


La mayor parte de los hispanohablantes pronuncian estas tres palabras de la misma forma,
ya que está muy generalizada la pérdida de la distinción de los sonidos que representan las
grafías ll e y. Pero conviene distinguirlas adecuadamente en la escritura:
a) haya

Puede ser un verbo o un sustantivo:

 Como verbo, es la forma de primera o tercera persona del singular del presente de
subjuntivo del verbo haber. Con este valor se utiliza, bien seguida de un participio
para formar el pretérito perfecto (o antepresente) de subjuntivo del verbo que se esté
conjugando (haya visto, haya mirado, etc.), bien como verbo de una oración
impersonal:

Espero que Luis haya aprobado.

No cree que el niño se haya vestido solo.

Quizá haya algo que podamos hacer.

Si estas oraciones se expresasen en otro tiempo verbal, la forma haya sería


reemplazada por otra forma del verbo haber:

Esperaba que esta vez Luis hubiese aprobado.

No creía que el niño se hubiese vestido solo.

Quizá habría algo que pudiéramos hacer.

 Como sustantivo, es femenino y designa un tipo de árbol:

Hay que podar el haya del jardín.

Se sentó a la sombra de una frondosa haya.

b) halla

Es la forma de la tercera persona del singular del presente de indicativo, o la segunda


persona (tú) del singular del imperativo, del verbo hallar(se), que significa ‘encontrar(se)’:

No sé cómo lo hace, pero halla siempre una excusa perfecta para no ir.

La sede de la organización se halla en París.

La flora se halla constituida por diferentes especies.

Halla la hipotenusa del siguiente triángulo rectángulo.

Obsérvese que en estos casos la palabra halla se puede sustituir por la forma encuentra:
No sé cómo lo hace, pero encuentra siempre una excusa perfecta para no ir.

La sede de la organización se encuentra en París.

La flora se encuentra constituida por diferentes especies.

Encuentra la hipotenusa del siguiente triángulo rectángulo.

c) aya

Es un sustantivo femenino que significa ‘mujer encargada en una casa del cuidado y
educación de los niños o jóvenes’:

Aún se acordaba del aya sabia y cariñosa de su infancia.

La vieja aya seguía llevando a los niños al parque.

Distingamos “si no” de “sino”


La entrada de hoy será breve y, quizá, bastante teórica y gramatical. Trataremos la
diferencia, muy fácil de ver una vez comprendida, entre “sino” junto y “si no” separado,
un error muy frecuente incluso entre filólogos y traductores.

Empezaremos por el más sencillo y menos frecuente, para quitárnoslo cuanto antes. La
palabra “sino” puede ser un sustantivo sinónimo de “destino”, como en “Mi sino (=
destino) es morir pobre”.

Una vez aclarado este primer uso, profundicemos en los dos que suelen crear confusión.

sino

Cuando se escribe en una misma palabra, “sino” es una conjunción adversativa cuyos valores se
pueden ver con mayor profundidad en el apartado correspondiente del Diccionario panhispánico
de dudas.

En resumen, esta conjunción adversativa es prácticamente la misma que “pero”, y así de


hecho suele ocurrir en otras lenguas como el inglés (but se traduce por “pero” o “sino”,
según convenga) o el italiano (y el latín y el griego, ya puestos).

El español, en cambio, tomó dos conjunciones adversativas, dedicando cada una a un


contexto. Cuando la otra oración coordinada es positiva, el español usa “pero”;
cuando es negativa, se suele emplear “sino” (ocasionalmente, se puede mantener también
un “pero”).

 Me gustan los gatos, pero también los perros.


 No me gustan los gatos, sino los perros.

si no

Cuando se escribe separado, “si no” introduce una oración condicional negativa. Sin
más: no hace falta aprender complejos trucos para distinguir si va junto o separado. En
cualquier caso, aquí dejaremos un par de ellos:

 Si puedes decir esa misma frase sin el “no” y la frase adquiere el sentido contrario, “si
no” se escribe separado: “Si no estudias, suspenderás” → “Si estudias, aprobarás”.
 Si en inglés se diría algo así como if y algún tipo de negación, en español se escribe
separado: If you don’t finish your vegetables, daddy will get mad at you “Si no te terminas
las verduras, papá se enfadará contigo”.

‘Más’ con tilde y ‘mas’ sin tilde


 

Más se escribe con tilde diacrítica cuando tiene valor comparativo (1) o cuando expresa la
idea de ‘suma’ (2):

(1) Estás más joven que nunca.

(2) Dos más dos son cuatro.

En cambio, se escribe sin tilde cuando funciona como conjunción adversativa (3).
Normalmente reconoceremos este uso porque admitirá la sustitución por pero o, más
raramente, por sino.

(3) Les ofreció casa y cena, mas no quisieron ellos aceptar.

Usos como los de (3) hoy son escasos. En cambio, los de (1) y (2) sí que tendremos ocasión
de escribirlos a menudo, por lo que no podemos olvidar que necesitan la tilde oportuna. En
este caso específico de tilde diacrítica no podemos fiarnos del oído porque el valor
ejemplificado en (2) lleva tilde y, sin embargo, es átono en la cadena hablada. Es una
pequeña incoherencia de la ortografía del español.

Prueba a resolver unos ejercicios de tilde diacrítica. Después, si quieres, te descargas el


manual de acentuación.

‘Cuándo’ con tilde y ‘cuando’ sin tilde


 

Cuándo se escribe con tilde siempre que tiene valor interrogativo (1) o exclamativo (2):
(1) ¿Cuándo será la mejor hora para hablar al señor D. José de un… de un asuntillo?
[Benito Pérez Galdós: Doña Perfecta]

(2) Ay cuándo / encontraré tu primavera dura, / y entre todos tus hijos / andaré por tus
campos y tus calles / con mis zapatos viejos [Pablo Neruda: “Cuándo de Chile”]

En el ejemplo (2) hallamos, además, una muestra de que las oraciones interrogativas y
exclamativas no siempre se presentan encerradas entre los correspondientes signos.

También aparece esta tilde diacrítica en construcciones interrogativas indirectas:

(3) Herrera no sabía nunca cuándo Gorov hablaba en serio o en broma [Max Aub: Campo
abierto]

En teoría cuándo puede aparecer además en oraciones exclamativas indirectas, pero en la


práctica es raro que esto suceda.

Se puede sustantivar anteponiéndole un determinante, como en el ejemplo (4), tomado de


una canción del grupo gallego de rock Siniestro Total:

(4) No me importa el cuándo / no me importa el dónde / no me importa tanto / el


cómo como el qué [Julián Hernández: “Nihilismo”]

En todos estos casos, cuándo es una palabra tónica. Su homónimo átono carece de valor
interrogativo y exclamativo y se escribe sin tilde. Lo más habitual es que conserve el
significado temporal como en (5), aunque en ocasiones puede ser incluso equivalente a la
conjunción si (6):

(5) Cuando se levantó y la vio por vez primera su marido, retrocedió asombrado [Fernán
Caballero: Callar en vida y perdonar en muerte]

(6) No será tan pequeña cuando tanto insistes [Jesús Fernández Santos: Cabrera]

También se escribe sin tilde en locuciones como las de (7) y (8), donde no necesariamente
se pronuncia átono (pero en ningún caso es interrogativo o exclamativo):

(7) De cuando en cuando se volvía Perucho y miraba hacia atrás [Emilia Pardo Bazán: La
madre naturaleza]

(8) Y aun cuando el trabajo fuese nuestro castigo, deberíamos tender a hacer de él, del
castigo mismo, nuestro consuelo y nuestra redención [Miguel de Unamuno: Del
sentimiento trágico de la vida]

Nótese que en (8) tenemos uno de los usos de aun sin tilde.


Podríamos seguir profundizando en el uso de cuándo y cuando, pero con lo expuesto arriba
tienes resuelta la inmensa mayoría de los casos que verdaderamente se presentan en la
escritura. Lo que me interesa ahora es que hagas un ejercicio.

Y si quieres profundizar, tienes a tu disposición un manual para aprender a utilizar la tilde.

‘Cuál’ y ‘cual’
 

Cuál (con su correspondiente plural cuáles) se escribe con tilde diacrítica cuando tiene


valor interrogativo (1) o exclamativo (2):

(1) ¿Cuáles son las principales causas a que puede atribuirse este nivel? [Francisco Giner
de los Ríos: Escritos sobre la universidad española]

(2) ¡A cuál de los dos! ¡Elegir ella! [Maruxa Vilalta: Nada como el piso 16]

También lleva tilde en oraciones interrogativas indirectas:

(3) No sé cuál será su estrategia, pero debes hacerle caso [Luis Landero: Juegos de la edad
tardía]

En la práctica será difícil que lo encontremos en oraciones exclamativas indirectas.

Se escribe cual(es) sin tilde en los restantes casos. Normalmente funcionará como


pronombre relativo. Presenta aquí una particularidad que lo diferencia de otros dobletes
análogos como quién/quien, cuánto/cuanto, qué/que, etc.: es palabra tónica. Esto podría
representar una dificultad para decidir cuándo escribirlo con tilde o sin ella. Sin embargo,
no lo es tanto si tenemos en cuenta que siempre aparecerá entonces precedido del artículo:
el cual, la cual, lo cual, los cuales y las cuales. Veamos un par de ejemplos:

(3) […] sentí resquebrajarse el suelo incierto sobre el cual me movía [Ernesto Sabato:
Antes del fin]

(4) […] manoteó la cortina tras la cual se ocultaba el cartero [Antonio Skármeta: El


cartero de Neruda]

La Ortografía de la lengua española de 2010 nos indica algunas expresiones en las que
también es tónico, pero, por carecer de valor interrogativo o exclamativo, se escribe sin
tilde, concretamente, cada cual (5), que si tal, que si cual (6), tal cual (7), tal para
cual (8), un tal y un cual  (9):

(5) Como se ama siempre: cada cual tiene un modo [Antonio Gala: ¿Por qué corres,
Ulises?]
(6) Se lo dices y empiezan que si tal que si cual [José Luis Alonso de Santos: Bajarse al
moro]

(7) Todo me inducía a conservar tal cual ese retrato de Johnny [Julio Cortázar: El


perseguidor y otros cuentos]

(8) También yo soy un aburrido, somos tal para cual [Álvaro Pombo: El metro de platino
iridiado]

(9) Todos convenían en que era un ladrón, un farsante, un estafador, un tal y un cual
[Javier Salvago: Memorias de un antihéroe]

Tampoco se acentúa gráficamente cuando se puede sustituir por como:

(10) Ella traía una de las faldas que cual capas concéntricas acebolladas la recubrían [Luis
Martín Santos: Tiempo de silencio]

En este último uso se pronuncia átono.

Ahora lo que te conviene es hacer un ejercicio.

Después descárgate el manual.

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