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Apuntes presentación n°2

“Sistemas sensoriales”:
Sistemas vestibular, táctil y
propioceptivo.

Creado por, Joice Yeh Briones.


Índice
Índice 2
Integración sensorial. (Introducción) 2
Sistemas de Base: 3
Sistema Táctil 3
Sistema Vestibular 3
Sistema Propioceptivo 5
Tipos de trastornos de integración sensorial 5
Trastorno de integración sensorial (TIS) 5
Trastorno de discriminación sensorial (TDS). 7
Trastorno motor con base sensorial (TMBS). 8

Evaluaciones sensoriales 8
Conductas a observar en los diferentes sentidos 9
La integración sensorial y la importancia del abordaje de la terapia ocupacional de niños
con TEA 10
Guía de intervención en IS 10

Bibliografía 11

Integración sensorial. (Introducción)


En los años 60, Jean Ayres, terapeuta ocupacional y psicóloga en educación, desarrolló el
marco de referencia de su teoría de Integración Sensorial con la aplicación de pruebas
estandarizadas y la investigación científica en la identificación en los déficits y los patrones
disfuncionales de la integración sensorial.

La integración sensorial se refiere a la forma de manejar y procesar las entradas sensoriales


del entorno por el cuerpo, donde un sistema sensorial bien organizado integra la
información proveniente de múltiples fuentes sensoriales como el visual, auditivo,
propioceptivo o vestibular. Jean Ayres consideró que el sistema sensorial se desarrolla al
igual que como otros aspectos del desarrollo (el lenguaje, la motricidad, etc.), y que los
déficits pueden producirse en el proceso de desarrollo de un sistema sensorial bien
organizado.

La Teoría de la Integración Sensorial expone la existencia de situaciones o actividades


agradables o divertidas para ciertos niños y que para otros niños no lo son, así mismo,
instruye sobre cómo un Trastorno del Procesamiento Sensorial (TPS) afecta negativamente
a muchos niños, mayoritariamente incomprendidos y que ellos mismos no entienden lo que
les sucede, cuya convivencia no es fácil porque son muy demandantes, mandones,
excesivamente meticulosos o quisquillosos o actúan de forma violenta cuando las cosas no
se hacen como ellos quieren. (Beaudry-Bellefeuille & Sánchez-Padrón, 2011)

La integración sensorial se desarrolla desde la gestación y los niños tendrá de forma


temprana diversas experiencias sensoriales. El sistema auditivo y el sistema táctil se
desarrollan primero, permitiendo a los niños experimentar aprendizajes iniciales a los cuales
da respuestas adaptativas de aquellas sensaciones vivenciadas.

Sistemas de Base:
Alfonso Lázaro y Pedro P. Berruezo
Psicomotricistas, Maestros especialistas en Educación Especial y Educación Física y
Doctores en Pedagogía. Ambos poseen una amplia experiencia en intervención psicomotriz,
particularmente con personas con discapacidades. Igualmente cabe destacar su prolongada
implicación en procesos de formación así como sus publicaciones en el ámbito de la
psicomotricidad.

Sistema Táctil
El sentido táctil es el sistema más amplio y trabaja eficientemente cuando los sistemas
visual y auditivo no están desarrollados. Recibe la información proporcionada por la piel,
receptada por terminaciones nerviosas que producen las sensaciones; contando con los
subsistemas de protección que responde a un estímulo dañino y el subsistema
discriminativo que incorpora las particularidades de las cosas del entorno (suaves, duros,
calientes, fríos, ásperos, lisos). La teoría de integración sensorial se centra sobre todo en el
sistema táctil por cuanto ofrece al cerebro información sobre las propiedades de las cosas,
haciéndolas palpables y corpóreas. Citando a Gonzáles (2006), el tacto es la modalidad
sensorial, palpable y corpórea, que ofrece al cerebro información sobre las propiedades de
los cuerpos, es decir, en forma temprana permite las percepciones para el aprendizaje de
los conceptos que dependerán de la cantidad de experiencias que tengan los niños.
(Castellanos & Melo, 2020)
Lisa Ricketts, 2016, manifiesta que el sistema táctil procesa las experiencias de las
sensaciones táctiles que se perciben a través de la piel como un contacto suave, un
contacto firme o presión, un contacto estático, un contacto móvil, temperatura, dolor y
bienestar, estableciendo la existencia de dos funciones primordiales: la protección y la
discriminación. El contacto de protección se encuentra ligado al sistema límbico cerebral y
constituye el centro del control emocional tranquilizador con conexiones directas a las
respuestas primitivas de lucha o huida.
La función de discriminación de la piel, conscientes y cognitivas, incluyen la localización
(saber en qué parte del cuerpo se nos está tocando), reconocimiento (para aprender
características de los objetos tales como tamaño, forma, textura y el peso) y estereognosis
del contacto (reconocimiento de objetos mediante el tacto). (Ricketts, 2016)

Sistema Vestibular
Se encuentra constituido por el sentido del movimiento y del equilibrio. A nivel del
oído interno, el vestíbulo detecta los movimientos de la cabeza y la posición de
nuestro cuerpo en movimiento, su ubicación espacial, nuestra dirección del
desplazamiento y velocidad, además, estabiliza las imágenes en movimiento o un
desplazamiento de la cabeza o del cuerpo. El sentido vestibular es fundamental en
el mantenimiento de la postura y el equilibrio, y se anticipa en la orientación de la
mirada en los traslados corporales antes de que el resto del cuerpo se oriente.
(Babington, s.f.)

La postura, anatómicamente, se define como la posición que adopta la persona en


su entorno. En bipedestación, “la línea de gravedad pasa por las apófisis odontoides
del eje, por detrás de los centros de las articulaciones de la cadera y por delante de
las articulaciones de las rodillas y de los tobillos” y que estabiliza el cuerpo para
prevenir su colapso (músculos antigravitatorios). Por lo cual, la postura depende “del
grado y distribución del tono muscular, el cual, a su vez, depende de la integridad
normal de los arcos reflejos simples centrados en la médula espinal” y para
mantener la postura, “el reflejo miotático simple, del que depende el tono muscular,
ha de recibir un aporte nervioso adecuado procedente de los niveles superiores del
sistema nervioso” (Snell, 2014, pág. 193)

El vestíbulo, localizado en el oído interno, cumple con las funciones de balance,


postura y movimiento ocular, registrando la sensación de movimiento del cuerpo en
el espacio y que conjuntamente con el cerebro controlan el equilibrio, el movimiento
de los ojos y la orientación espacial, de esta forma:

● Balance. - Cumple la función esencial en la sensación subjetiva de nuestro


movimiento y orientación espacial.
● Postura. - El sistema nervioso recibe información del vestíbulo y realiza
ajustes en la postura y en la actividad muscular.
● Movimiento ocular. - La información vestibular recibida a través del sistema
nervioso, estabilizar los ojos durante los movimientos de la cabeza.
(ACINTEA, 2020)

La organización del sistema vestibular está representada por:

1. La modulación: aumenta o reduce la actividad neural para mantener funcional el


sistema nervioso.
2. Las respuestas posturales y de equilibrio se producen a través de las
contracciones musculares automáticas que proveen el soporte del peso corporal y lo
ajustan para hacer movimientos armónicos, conformadas por ajustes automáticos
de los segmentos corporales para realizar un trabajo con eficiencia y por las co-
contracciones musculares antagonistas para controlar el movimiento y por la
reacción integrada de los músculos y el cuerpo para evitar una caída o protegerse
de un golpe.
3. Nistagmo postrotativo: es la actuación de los músculos de los ojos luego de
movimientos continuos de ida y vuelta. (INVANEP, 2021)
La integración funcional del sistema vestibular, la gravedad y el movimiento, se
relaciona con los movimientos oculares, tono muscular, postura, equilibrio,
seguridad gravitacional cuya representación corporal está proporcionada por la
coordinación de los lados del cuerpo y la planeación motora, coordinación ojo mano.
También, se deben considerar las habilidades de concentración, organización,
autoestima, autocontrol, confianza en sí mismo. (ACINTEA, 2020)

Sistema Propioceptivo
La propiocepción es el sentido de conciencia corporal y la capacidad de saber cómo
se mueve el cuerpo en cada momento y contexto. En un nivel más alto de
integración sensorial el sistema nervioso central (S.N.C.) se ve favorecido por la
combinación de ver, escuchar y percibir adecuadamente nuestro cuerpo para
desarrollar un buen lenguaje perceptivo y receptivo, la percepción visual y la
coordinación ojo – mano.

El sistema propioceptivo establece el sentido de posición, movimiento, de vibración


y de presión de los segmentos corporales con sus receptores sensoriales
musculares, tendinosos y articulares, y participa en la discriminación de texturas de
las cosas, localización de puntos, sensación de peso y reconocimiento de los
números o de las letras escritas sobre la piel.

La integración funcional del sistema propioceptivo, a nivel de los músculos y las


articulaciones, se relaciona con el nivel de actividad, tiempo de atención, estabilidad
emocional, percepción visual, actitud propositiva, habilidad para el aprendizaje
académico, capacidad para el razonamiento abstracto y el razonamiento,
especialización para cada lado del cuerpo y del cerebro. (INVANEP, 2021)

Tipos de trastornos de integración sensorial

Trastorno de integración sensorial (TIS)


(Erazo, 2019) manifiesta que la integración sensorial busca equilibrar, coordinar y
corregir las acciones eléctricas y neuroquímicas del cerebro y si se produce una
desorganización en su activación o deficiencia de este equilibrio se provocarán y
que se clasifica en trastorno de discriminación sensorial, trastorno de modulación
sensorial y trastorno motor de base sensorial.

Trastorno de modulación sensorial (TMS).


(Erazo-Santander, 2016) señala que la Dra. Ayres, estableció a las disfunciones de
la integración sensorial como producto del procesamiento sensorial ineficaz y que
las señala como una “indigestión sensorial” o un “atasco de circulación” a nivel
cerebral, que no permite los mecanismos de plasticidad, habituación y
sensibilización”. (págs. 177-178) por lo cual impide que ciertas partes del cerebro
reciban e interpreten adecuadamente cierta información sensorial y respuestas
corporales. (Vergara, 2022)

Este mal procesamiento podría originarse por:

1. Producto sensorial ineficaz. El sistema nervioso central capta baja o alta


información, impidiendo una reacción significativa que provoca que el individuo sea
hipersensible con respuestas híper responsivas de registro tan alto que es difícil su
regulación o hiposensible con respuestas hipo responsivas con un registro bajo que
les permite percibir los hechos sensoriales. (del Moral, Pastor, & Sanz., 2013)
señalan que la disfunción sensorial dentro del procesamiento sensorial puede darse
si existe un “pobre o nulo registro sensorial y/o una modulación sensorial
inadecuada”, (pág. 7) constatándose alteraciones en los niveles de alerta o
actividad. Así, cuando existe un registro inadecuado se produce una hiporrespuesta
– hiporresponsividad o hiposensibilidad sensorial con respuestas no adaptativas de
búsqueda o no respuesta sensorial. En su lugar, es difícil la modulación sensorial,
se da una hiperrespuesta – hiperresponsividad o hipersensibilidad sensorial con
respuestas adaptativas de huida, evitación y/o lucha sensorial.
2. Desorganización neurológica. Se establece cuando en el cerebro se produce una
desconexión y no puede percibir estímulos sensoriales; los mensajes receptados
por el cerebro son erróneos; o el cerebro no conecta de forma correcta todos los
mensajes sensoriales recibidos de forma permanente para dar una respuesta
significativa.
3. No existe feedback adecuado de las respuestas motoras, de lenguaje o
emocionales deficientes. (Erazo-Santander, 2016), es una mala interpretación u
organización de la información proveniente de la persona o de su propio entorno y
por lo tanto existirán dificultades para elaborar respuestas adaptativas. (Moya &
Matesanz, 2012) Para (Beaudry-Bellefeuille & Sánchez-Padrón, 2011) en este tipo
de trastorno existe un problema en la transformación de la información sensorial en
conductas acordes a la intensidad y la naturaleza de la información sensorial que ha
sido detectada, ejemplifica que al escuchar una explosión fuerte y súbita muchas
personas se asustan, huyen, gritan (conducta esperada ante el estímulo), sin
embargo, si la conducta esperada es desproporcionada ante un estímulo de menor
intensidad (ruido de una aspiradora), la reacción no será acorde con el tipo de
estímulo provocándose una hiper-respuesta. Las autoras, señalan, que en la hipo-
respuesta a los estímulos sensoriales no existe las respuestas conductuales
esperadas (ante la explosión preguntan ¿qué es eso?) e incluso pasan
desapercibidas (no se dan cuenta de la aspiradora encendida).

Finalmente, incluyen un tercer tipo de trastorno de la modulación sensorial en el cual


las personas tienen una ávida necesidad de buscar estímulos sensoriales con
fuertes y peligrosas experiencias que no son aceptadas socialmente (trepar a lo alto
de muebles, correr de manera descontrolada en la calle, chocar contra la gente o
tocar y manosear todo lo que se encuentren a su alcance), que si o se corrigen a
tiempo, en la adolescencia pueden desarrollarse conductas más peligrosas como el
uso de drogas y alcohol o realización de actividades riesgosas como consecuencia
de no poder mantener su estado de alerta.

Trastorno de discriminación sensorial (TDS).


Este desorden de la discriminación sensorial enfatiza en los “patrones de
procesamiento sensorial que afectan la interpretación de la calidad de los estímulos
sensoriales” (pág. 5), cuyas dificultades en la discriminación sensorial pueden
ocurrir en uno o más sistemas, afectando en la capacidad de identificación de las
similitudes y diferencias entre estímulos (el qué y el dónde del estímulo), porque al
necesitar más tiempo para captar su significado tendrá respuestas más lentas en la
planificación motora y en la praxis, dificultades de aprendizaje, poca confianza en sí
mismos y un esquema corporal deficitario, pudiendo estar relacionados con otros
desórdenes a nivel sensorial. (Carrick, 2010)

Según (Erazo-Santander, 2016), este trastorno se manifiesta como aquella dificultad


en la percepción e integración de las características de la información sensorial,
ocasionada por problemas físicos o del desarrollo en habilidades sensoriales, que
dan como respuesta percepciones erróneas de estímulos visuales, auditivos y
táctiles. Así indica los siguientes:
• Disfunción vestibular, en sus movimientos de orientación en relación a la gravedad,
en la estructura los niveles de alerta y activación emocional y del bienestar físico y
psíquico. A este nivel busca el control postural y de sus movimientos, también busca
asumir diferentes posiciones contra gravedad y el uso coordinado de ambos lados
del cuerpo y actividades en el espacio y tiempo. “En hiporesponsividad, baja la
activación de alerta, pero en buscador sensorial se estimula con saltos, giros,
movimientos bruscos e impulsivos, en hipersensibilidad, no es capaz de modular la
intensidad” (pág. 179), generando inseguridad gravitacional e intolerancia o aversión
al movimiento. Existe la afectación de las condiciones visoespaciales, alerta,
atención y concentración.
• Disfunción propioceptiva, de la ubicación, articulación, contracción, inclinación,
comprensión, extensión, etc., de los músculos y tendones y de as partes del cuerpo
con su movimiento que no permiten la organización postural y del movimiento,
protección corporal, ímpetu en sus impulsos, resistencia de las posiciones y
articulación de movimientos pasivos. Afecta la retroalimentación de respuestas
motoras activas e internalización de los patrones motores de la motricidad gruesa,
fina, óculo – manual y control motor – oral. “En hipo sensibilidad, provoca un tono
muscular bajo, retraso en el desarrollo psicomotor, déficit de integración entre la
propiocepcion-vestibular y órganos exteroceptivos, torpeza motriz y
descoordinación.
En híper, es impulsivo con desorganización corporal, evita soportar peso y alimentos
crujiente y cambios continuos de posición, problemas para articular la proximidad,
planeación motriz y el uso coordinado de las manos y los pies con desorganización
entre la mente y el cuerpo”. (pág. 179)
• Disfunción táctil, “en hiporesponsividad, busca estímulos, tocando, acariciando y
estando en contacto. En híper, es común la defensividad táctil ante estímulos
inofensivos” (pág. 180) (evita tocar y soportar ciertas texturas, evita acercarse), no
reconoce su esquema corporal y tienen dificultades en las actividades básicas de la
vida diaria con un estado de hiperalerta.

Trastorno motor con base sensorial (TMBS).


Los niños con este trastorno presentan dificultades para utilizar la información
sensorial, percibiendo de forma incompleta su cuerpo por lo cual lo emplea de torpe
en el aprendizaje de movimientos nuevos, existiendo los desórdenes posturales,
que involucrar el equilibrio, los esquemas de movimiento y la coordinación bilateral y
los desórdenes práxicos, que son trastornos de la planificación y de la coordinación
de los movimientos necesarios para realizar una acción.

Este trastorno motor sensorial dificulta la realización general de tareas motrices y la


construcción de gestos nuevos que son más lentos y menos precisos en su
secuenciación y que afectan sus actividades de la vida diaria y puede originar
retrasos en su desarrollo motor en relación a otros niños de su edad (ej. atar los
cordones, usar la regla, manejar la bicicleta, etc). (Babington, s.f.)

El niño dispráxico suele poseer una inteligencia normal e incluso superior (…) pero
aprender habilidades nuevas le resulta extremadamente difícil y se siente por ello
inadecuado o inferior. Las sensaciones externas pueden ser demasiadas para
organizar a la vez, con lo que se agobia fácilmente. (Beaudry-Bellefeuille I. , 2011,
pág. 66)

Para (del Moral, Pastor, & Sanz., 2013), la dispraxia en estos niños que incluso
tienen habilidades cognitivas altas, involucra la dificultad en la planificación motriz
en el uso de las manos y el cuerpo con objetos y la resolución de tareas novedosas,
pero que tienen dificultades en la realización de actividades especializadas nuevas
como manejar una bicicleta, abotonarse o sujetarse los cordones, juegos de pelota o
juegos con otros niños. Existen problemas en la “organización y secuenciación de
las tareas, en la resolución de problemas y en la conciencia y control corporales. A
veces son etiquetados de “torpes”, “vagos” o “desinteresados” (pág. 11), por cuanto
tanto padres como profesores no logran entender que un niño inteligente se demore
o no realice bien las tareas.

Evaluaciones sensoriales
Sensory Processing Measure (SPM), Escuela y Hogar (Parham & Ecker, 2007):
es un cuestionario para padres, cuidadores y maestros con el fin de obtener
información clave sobre el comportamiento sensoriomotor y procesamiento sensorial
de niños de 5 a 12 años. Arroja puntuaciones T para los sistemas sensoriales, la
praxis y la participación social.

Bruininks-Oseretsky Test of Motor Proficiency, Segunda Edición (BOT™-2)


(Bruininks & Bruininks, 2005): es una evaluación estandarizada, para individuos de 4
a 21 años, administrado individualmente que utiliza diferentes actividades para
medir el desempeño motor en áreas funcionales de estabilidad, movilidad, fuerza,
coordinación y manipulación de objetos.

Prueba de desarrollo de la percepción visual 3 (DTVP 3) (Hammill, Pearson y


Voress, 2014): esta prueba consta de una batería de cinco subpruebas que miden
diferentes habilidades visomotoras y de percepción visual. está diseñada para
usarla con niños de 4 a 12 años de edad. Puede ser aplicado para cuatro
propósitos, a saber:
(a) identificar a los niños con integración visomotora o percepción visual problemas;
(b) determinar el grado de severidad de estos problemas;
(c) verificar la efectividad de programas de intervención diseñados para corregir
estos problemas; y
(d) servir como una herramienta de medición para investigaciones e investigaciones.
Cada prueba mide un tipo de capacidad de recepción visual y puede considerarse
como subpruebas para habilidades motoras deterioradas (figura-fondo, cierre visual
y constancia de forma), percepción visual general (copia, coordinación ojo-mano,
figura-fondo, cierre visual y constancia de forma), integración visomotora (Copiado y
coordinación ojo-mano).

VMI Beery es una prueba estandarizada que está diseñada para evaluar hasta qué
punto un individuo, de dos a 100 años, puede integrar las habilidades visuales y
motoras (Pearson, 2018). La prueba VMI se compone de una secuencia de
desarrollo de formas geométricas para ser imitadas o copiadas utilizando papel y
lápiz (Beery et al., 2010). Se ha encontrado que esta herramienta de evaluación es
confiable y válida (Harvey et al., 2017). A través de una evaluación precisa,
tratamientos individualizados para niños con discapacidades.

Conductas a observar en los diferentes sentidos


Sistema Cutáneo/táctil:
• Irritabilidad al cogerlo, vestirlo y
acariciarlo.
• Aversión a superficies.
• Exacerbación de reflejos cutáneos
y vestibulares.
• Aversión a algunos juguetes.
• Disminución praxia mano-boca.

Sistema Propioceptivo
• Utilización de la visión para realizar un
acto motor.
• Incoordinación dedo-nariz.
• Sujeción y presión en la utilización del
lápiz exagerada.
• Agrado o desagrado en movimientos
bruscos.
• Empuja fuerte – jala.
• Alteración de la masticación.

Sistema Vestibular:
• Alteración de reflejos laberínticos.
• Falta de equilibrio ojos abiertos y
cerrados.
• Movimientos oculares exagerados
al realizar alguna actividad.
• Libertad de movimiento.
• Alteración de integración bilateral.
• Alteración de dominancia lateral.

La integración sensorial y la importancia del abordaje de la terapia


ocupacional de niños con TEA
El modelo de la Integración Sensorial de Ayres se fundamenta en el rol que cumplen
el sistema táctil, sistema vestibular y el sistema propioceptivo en el desarrollo de los
niños. Si bien es cierto que Ayres considera que todos los sistemas sensoriales
participan en este desarrollo, su modelo se concentra de forma especial en los tres
sistemas sensoriales antes mencionados (sistema táctil, sistema vestibular y el
sistema propioceptivo) con el objetivo de que, a través de la Integración Sensorial,
los niños adquieran las respuestas adaptativas ante los estímulos sensoriales de su
propio entorno y del entorno externo para lograr la participación en las diferentes
ocupaciones.
(Moya & Matesanz, 2012) refieren que la terapia basada en la teoría de la
integración sensorial debe incluir:
(a) actividades que proporcionan estimulación vestibular (del equilibrio y los
movimientos corporales);
(b) propioceptiva (de los receptores que perciben la posición de los músculos, la
presión, la temperatura u otros) y;
(c) táctil diseñadas para las necesidades de desarrollo específicas de cada niño.
Según (Bellefeuille, 2013) las intervenciones propuestas se realizan a través del
juego, utilizando la motivación intrínseca del niño/a para conseguir resultados
adecuados del procesamiento sensorial, centrándose en experiencias sensoriales
que logren obtener respuestas cada vez más complejas.

La intervención terapéutica en forma de juego ofrece un ambiente flexible, lúdico, de


motivación y diversión en donde la participación activa de los niños es fundamental
dentro de las actividades terapéuticas planificadas. Sin embargo, la intervención de
los sistemas sensoriales, se constituyen en el rasgo que hace la diferencia para el
comportamiento y aprendizaje y de sobre manera los sensorios táctil, vestibular y
propioceptivo.

Guía de intervención en IS

Propioceptivo
● Usar juguetes pesados.
● Realizar actividades que impliquen descargar peso, empujar y tirar.
Juegos con plasticina, mover objetos pesados, jalar la cuerda, chaqueta con peso,
bandas elásticas…

Hipersensitivo Táctil
● Presión intensa y propiocepción.
● Evitar ropa apretada.
Apretando al niño entre dos almohadas grandes, haciéndolo rodar, enrollándolo
dentro de una manta o sábana y cepillarle el cuerpo.

Hiporresponsividad táctil
● Actividades que requieran localización de estímulo táctil y discriminación.
● Observar destrezas motoras.
Piscina de pelotas, encontrar objetos en la arena y otras texturas, cepillos,
burbujas…

Hipersensibilidad Vestibular
● Actividades cerca del suelo.
● Propiocepción.
Comenzar con movimientos antero-posteriores del tronco antes de los movimientos
laterales y rotacionales.

Hiporrespuesta vestibular
● Experiencia de movimiento.
● Actividades que fomenten la extensión contra gravedad y la estabilidad
articular proximal en cuello y hombros.
● Actividades que incentiven la coordinación motora bilateral.
● Mantener el campo visual estable mientras se mueve.
Columpiarse en prono tirando una cuerda, trabajar en prono sobre una colchoneta

Bibliografía
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Titulación modalidad proyecto de investigación bibliográfica previo a la obtención del
Título de Licenciada en Terapia Ocupacional]. UCE
http://www.dspace.uce.edu.ec/handle/25000/27143

Coronas Dorigoni, B. (2020). Beneficios de la Terapia de Integración Sensorial en


niños dentro del Trastorno del Espectro Autista. [Trabajos Finales de Graduación en
Psicopedagogía].Universidad FASTA. Facultad de Ciencias de la Educación.
Departamento de Psicopedagogía.
http://redi.ufasta.edu.ar:8082/jspui/handle/123456789/332

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Zambruno, C. (2020). INTERVENCIÓN DE TERAPIA OCUPACIONAL EN NIÑOS


CON DIFICULTADES DE PROCESAMIENTO SENSORIAL: UN ESTUDIO DE
CASO MÚLTIPLE EN UNA ESCUELA EN PARÍS. Revista Chilena de Terapia
Ocupacional. ISSN impreso: 0717–6767 ISSN electrónico: 0719-5346. Vol. 20, Nº2,
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David Publishing Company. (2021, mayo). Psychology Research (N.o 5).


https://doi.org/10.17265/2159-5542/2021.05.004

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