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El ser-Ahí
*Pese a centrar-se en las categorías del dasein no podemos extraer una definición clara, no podemos
decir que es el dasein en una frase, la definición se va construyendo a lo largo de toda la obra.
En este fragmento, la argumentación que expone el autor gira en torno a los tres
conceptos clave que hemos de tener en cuenta para hablar del ser y sus categorías,
estos son los existenciarios de los que antes hablaba. Estos buscan las bases donde se
sustentan las estructuras existencialismo que mantienen el ser del “ahí”. El
encontrarse , para Heidegger se podría concebir como el modo fundamental de ser
del “ser ahí”. Autores como Dylthey ya habían señalado que era necesario realizar
una diferenciación entre comprender y explicar. Heidegger por su lado, nos explica
que la diferencia va mas allá de donde apuntaban sus predecesores. El concibe el
explicar como un derivado del comprender primario que contribuye a dar forma al ser
del ser-ahí. El “ser ahí” en tanto que existe, es su propio “ahí” y esto implica según
Heidegger que el mundo es “ahí” y su “ser ahí” es el “ser en”. Y éste igualmente se
encuentra en su “ahí”, como aquello por lo que se constituye el “ser ahí”. El estado
de apertura del ser existente, el “ser en el mundo” es lo que el autor asocia al
concepto de el “comprender”. Este estadio del comprender abarca, en calidad de
“estado de abierto” el porque y la signaficatividad, creando el integro “ser en el
mundo”. El “por mor de que” y la significatividad se encuentran también en estado
de apertura en el “ser ahí”. En suma, nunca se podría comprender en un circulo que la
considerara como algo inmutable. Cuando comprendemos no comprendemos un algo,
no nos situamos a la altura de una cosa ni le hacemos frente sino que comprendemos
su ser en cuanto existir. En el comprender reside existenciariamente la forma de ser
del “ser ahí” como “poder ser”, y este “poder ser” es uno de los puntos centrales de la
filosofía de Heidegger, la condición de posibilidad es inherente al ser
El “ser ahí” no es algo que se nos muestre “ante los ojos”, no es capaz de poder algo,
sino que mas bien es en sí un “ser posible”. El esencial “ser posible” del “ser ahí”
consiste en los modos del curarse del “mundo”, del procurar por los otros, y siempre
“poder ser relativamente a sí mismo”, únicamente por sí mismo. Para el autor, lo que
se nos presenta “ante los ojos”, es decir los datos sensibles son contingentes, el “ser
posible” es en cada caso el “ser ahí” y es distante de la posibilidad lógica, en el
sentido de que puede “pasar” esto o aquello. Como categoría modal del “ser ante los
ojos”, es sinónimo de posibilidad, de lo que aún no es real y lo que nunca será
necesario y solo remite a lo posible. Ontológicamente es de categoría inferior a la
Hermenéutica
Conclusiones.
Bajo mi punto de vista la teoría de Heidegger nos haría caer en un determinismo que
da prioridad al devenir del mundo en detrimento del individuo. La precomprensión sea
de un sentido, sea de cualquier cosa dada implica también una forma de prejuicio que
no es ya opcional sino que es inherente al ser. Para algunos autores como Habermas, la
crítica de Heidegger a la filosofa del sujeto es insuficiente y permanece atada a sus
supuestos de una forma similar a la de una fenomenología como la de Husserl
Habermas señala en su tesis que Heidegger no pudo librarse se las categorías de la
filosofía de la conciencia trascendental que lo antecede. Lo que hace Heidegger
mediante esta elección metódica es poner un concepto de verdad que abandona la
descripción de lo meramente intuido por la interpretación de un sentido, aunque la
comprensión hermenéutica del Ser, se escapa a toda entrega de evidencia.
Para Heidegger el ser del “ser ahí” ha de escogerse a si mismo del horizonte de sus
posibilidades para poder así tomar las riendas de su existencia. Se podría considerar a
Heidegger el artífice de haber puesto fin al método autorreflexivo sustituyendo el
lugar que antes ocupaba la autoconciencia, por el que ocupa ahora la interpretación de
una comprensión preontológica del Ser, y la explicación del sentido de la existencia
cotidiana. Los existenciarios de los que nos habla Heidegger como estructuras del
“Ser-en-el-mundo” responden a la tantas veces realizada pregunta por la vida buena.
Heidegger supone un antes y un después en el ámbito de la metafísica, si ya Nietzsche
“había acabado con la metafísica”, él puso impuso la supremacía del devenir en el “ser
en el mundo” que abarca el todo. Quedamos así pues a merced de un ser del cual
formamos parte pero nos impone un devenir sobre el cual no podemos incidir. El “ser
en el mundo” es entonces un proceso que empuja al ser hacia la superación y se
encuentra inacabado. Para Heidegger el ser humano no es el final de la cadena, es un
eslabón más. De poco sirve entonces teorizar sobre el Yo si ni tan siquiera usando la
razón podremos evitar la imposición del devenir. Teniendo en cuenta su contexto
histórico, podemos ver como la pregunta por el sentido, refleja una situación social de