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EEUU: Como para echarse a temblar

Jim Newell 25/10/2020

Los sondeos pueden mostrar una ventaja substantiva de Biden, pero esta vez la cosa no va
simplemente de cifras. Mary Harris entrevista a su colega Jim Newell, de la revista Slate
, sobre los factores que pudieran propiciar, pese a todo, una imprevista “victoria” de Trump.

Hace cuatro años, cuando Donald Trump se presentó por vez primera a la presidencia, el veterano
periodista político de Slate Jim Newell escribió un artículo titulado “Pues claro que hay que echarse a
temblar por las elecciones”, desechando por si solo la idea de que Hillary Clinton tuviera la carrera
en el bote. Tal como me dijo: “Alrededor de septiembre seguía encontrándome gente que eran como:
‘Trump no puede ganar de ninguna de las maneras, ¿verdad?’ ¿Qué me estás contando? El país
está polarizado, los demócratas llevan ocho años en el poder, el otro bando podría estar
entusiasmado, Hillary Clinton no es popular”. En esta ocasión sigue repitiendo avisos semejantes,
pese a que todos los sondeos muestran una sólida ventaja de Joe Biden: “También en estas
elecciones la gente me pregunta: ‘¿Tengo que preocuparme de que Trump pueda volver a ganar?’
¡Pues claro!”. En nuestra sección de What Next, he hablado con Newell sobre los datos de las
elecciones, sobre todo de aquellos aspectos que hacen que nos sintamos incómodos, y de por qué
nos anima a canalizar nuestra angustia interior y a ponerla a trabajar para movilizar a todo el que
conozcamos. Hemos editado nuestra conversación por razones de claridad.

Jim Newell: Ha habido algunos elementos de medida este año que muestran que hasta cuando
Biden va por delante diez puntos o más en los sondeos de preferencia presidencial, los
encuestadores preguntan entonces: “¿Quién creerá que vencerá en su estado? ¿Quién cree que
ganará las elecciones?” Y Trump va encabezando esas encuestas, aunque Biden parecer estar en
mejor forma de lo que estaba. Sigue habiendo una suerte de cautela entre profesionales,
comentaristas, campañas y periodistas a la hora de afirmar que no puede ganar.
Cuando digo que deberíamos echarnos a temblar, no es porque vea una razón racional partiendo de
los datos para echarnos a temblar en concreto. Sólo estoy pensando en que es un buen
comportamiento acercándonos a unas elecciones en las que Trump podría lograr otro mandato. En
un plano intelectual, si se miran los datos, casi van un poco más a favor de Biden de lo que estaban
hace un mes.

Mary Harris: Pero hemos tenido estas lucecitas que parpadean para los que son progresistas.
He estado leyendo un puñado de informaciones sobre el hecho de que los republicanos han
sido capaces de inscribir a más votantes en los últimos meses que los demócratas.
¿Podemos hablar de eso y de cómo podría afectar a quien gane las elecciones?

Esto es algo sobre lo que he tratado de preguntar a la gente. Es difícil sacar una respuesta de lo que
significa de modo preciso. Quiero decir, echémosle un vistazo a un par de cosas que han pasado
con anterioridad este año: los republicanos invirtieron mucho más sobre el terreno ya antes, y,
asimismo, durante el primer periodo de la Covid, los demócratas cedieron mucho terreno. Los
republicanos siguieron llamando a la puerta, saliendo en persona, tratando de inscribir votantes,
mientras que los demócratas pasaron a una especie de hiato y trataron de hacer todo lo que podían
digitalmente. El mes pasado la campaña de Biden dio marcha atrás. Empezó a dejar que la gente
fuera a llamar a la puerta y a hacer campaña puerta a puerta.

Parece un poco tarde

Parece un poquito tarde. Lo que quiero decir es que si sucede el milagro de una remontada de
Trump, esto es algo por lo que pueden recibir muchas críticas retroactivas. Es decir, seguían
diciendo que todo lo que estamos haciendo digitalmente está bien, y más que compensa el hacer
campaña en persona, algo que para empezar está sobrevalorado. Eso quizás sea verdad y
simplemente tenían la impresión de que tenían hacer petición de voto en persona porque se quieren
cubrir en caso de algo vaya mal, con el fin de mostrar que al final pusieron sobre el terreno todo lo
demás. Pero es algo que les proporcionó a los republicanos un poquito de ayuda al inscribir a
nuevos votantes.

Parte de la razón por la que los estrategas parecen estar prestando tanta atención a estas
cifras de inscripción de votantes es que los republicanos parece que van subiendo en
estados oscilantes como Florida.

Florida, Pensilvania, sí. Cuando decimos “subiendo”, creo que en estos dos estados se está
estrechando la diferencia que ya tenían los demócratas. No creo que hayan superado las
inscripciones de los demócratas. Algunos de estos podrían ser demócratas de toda la vida, que
llevan inscritos desde hace mucho como demócratas, y que se reinscriben como republicanos.

Pero esos votantes ya iban a votar a Trump.

Exacto. De manera que podría resultar sólo que las cifras de inscripciones se están poniendo a la
par con la forma en la que se está produciendo el realineamiento político. Creo que es el único punto
luminoso para los republicanos en una situación por lo demás sombría, pero no creo que esto
muestre de forma significativa algo que los sondeos no estén poniendo de manifiesto. Creo que es
una de esas cosas de estrategia que, en una carrera disputada, podrían suponer quizás una
diferencia de medio punto o así. No va a resultar de mucha ayuda si —si— los sondeos son
correctos y Trump cae tanto como parece.

Otra cosa que podría ayudar posiblemente a Trump es que haya estado abriendo brecha entre
votantes a los que los republicanos llevan tratando de atraer desde hace años.

Una de las cosas verdaderamente interesantes que quizás no se recalcan tanto es que está
cambiando la diferencia en el voto racial entre ambos partidos. Estamos viendo que a Joe Biden le
está yendo mejor no sólo con los blancos de edad y los licenciados universitarios blancos, sino
también con los blancos sin estudios universitarios que forman el grueso de la base de Trump. Pero,
además, a Trump le está yendo mejor con los votantes negros y latinos, concretamente con los
varones negros y latinos, concretamente con los varones latinos de Florida. Estamos hablando de
que Trump llegue acaso a un 10 % de los votantes negros, pero es una de las únicas zonas suyas
de verdad con mejoría. Y en Florida, su mejoría se concentra en los cubano-norteamericanos y
venezolano-norteamericanos, pero también ha reducido un poco la diferencia con los portorriqueños.
Eso forma parte de lo que hace que siga siendo de verdad competitivo en Florida.

Otro lugar donde puedes ver que los republicanos emplean sus energías en conseguir el
resultado que quieren es en los tribunales, porque tenemos este número inédito de casos que
siguen adelante en varios estados en los que los republicanos están tratando de bloquear que
la gente pueda votar por una serie de razones. Me pregunto a cuáles de esos casos les estás
prestando una atención detallada

Lo que no me deja dormir es la naturaleza única de estas elecciones, la pandemia, el voto por
correo. Creo que lo que hace que me eche a temblar es que el veredicto al que han llegado los
votantes puede no verse representado en el último recuento, porque se interpongan los casos
legales, se devuelvan por doquier los votos en ausencia, o pleitee Trump para detener el recuento.
Todo ese terreno de cosas me preocupa de verdad.

El Tribunal Supremo declinó aceptar el caso de Pensilvania, donde el Tribunal Supremo de


Pensilvania había decidido que los sufragios por correo pudieran contarse si se han enviado para el
día de las elecciones o se han matasellados para el día de las elecciones y recibido hasta tres días
después. Lo que me preocupaba era eso, aunque los demócratas anduvieran celebrando que el
Tribunal Supremo no lo haya invalidado.

Puesto que técnicamente habían ganado

Quedaron 4–4, los tres liberales y John Roberts contra los cuatro conservadores. Eso me aterra
porque tienes a cuatro conservadores dispuestos a darle la vuelta a una decisión del Tribunal
Supremo de un estado que permite que se cuenten los sufragios unos cuantos días más…y van a
tener a otra juez conservadora en una semana. La hipótesis general que preocupa a la gente es que
los demócratas vayan a tener una ventaja muy sólida en el voto temprano y en los votos por correo,
pero los republicanos vayan a tener una gran ventaja en el voto en persona el día de las elecciones.
Así que el miedo que hay es que si Trump va ganando en Pensilvania a medianoche de la noche de
las elecciones, podría intentar decir que las elecciones están amañadas y pleitear para tratar de
interrumpir el recuento de sufragios.

Y se acabaron las elecciones

Y se acabaron las elecciones. Podría tratar de proclamar su victoria y forzarla en los tribunales. Me
pone nervioso que ya haya cuatro jueces conservadores que estén dispuestos a alinearse con los
republicanos del estado de Pensilvania que no se toman a pecho necesariamente el máximo interés
por la democracia, y va a haber un quinto voto conservador. Yo no sé cómo votaría [Amy Coney
Barrett]. Desde luego, no quiso hablar de cómo votaría en ningún caso, sobre todo en un caso
relativo a las elecciones, en sus audiencias de confirmación. No tengo ningún atisbo de lo que pasa
entre bastidores, pero el Tribunal Supremo estuvo cruzado de brazos durante un par de semanas y
no tenía ninguna opinión que saliera de ello. Parecía sólo que había muchas negociaciones con
John Roberts, tratando de llegar a un acuerdo que no arruinara la legitimidad del tribunal. Le echas
un juez más a la mezcla y estas cosas podrían resultar de un modo completamente distinto en otra
semana.

Puesto que seguirán apareciendo casos muchos después de las elecciones, suponemos

Oh, sí.

Jim Newell
periodista de la sección política de la revista digital Slate, ha trabajado para Wonkette y
Gawker, colaborando con medios como Business Insider, The Baffler o The Guardian.

Traducción Lucas Antón Fuente: Slate, 21 de octubre de 2020


URL de origen (modified on 25/10/2020 - 13:55): https://sinpermiso.info/textos/eeuu-como-para-
echarse-a-temblar

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