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Asignación de análisis – definiciones por: Raphael Inga Támara

LA FAMILIA EN LA ANTIGUA ROMA


La familia en la Antigua Roma era una institución muy importante y estaba compuesta por el
paterfamilias, la madre, los hijos y, a menudo, los esclavos y otros parientes cercanos. El derecho
romano distinguía entre diferentes grados y líneas de parentesco, así como entre diferentes ramas del
derecho, como el ius Civile y el ius honorarium, para regular las relaciones familiares.

Grados y líneas de parentesco


En la Antigua Roma, se distinguían tres grados de parentesco: el primer grado incluía a los
ascendientes y descendientes directos, como los padres y los hijos; el segundo grado incluía a los
hermanos y tíos; y el tercer grado incluía a los primos y sobrinos.
Además, se distinguían dos líneas de parentesco: la línea recta y la línea colateral. La línea recta se
refería a la descendencia directa, como el padre y el hijo, mientras que la línea colateral se refería a los
parientes que no descendían directamente, como los hermanos y tíos.

Ius civile e ius honorarium


El ius civile era el derecho romano tradicional y se basaba en las leyes y costumbres de la ciudad de
Roma. Este derecho se aplicaba únicamente a los ciudadanos romanos y no tenía en cuenta a los
extranjeros o a los no ciudadanos.
Por otro lado, el ius honorarium era un derecho más flexible y se basaba en la autoridad del pretor, que
era un magistrado encargado de administrar justicia en casos civiles y penales. El ius honorarium era
más inclusivo que el ius civile y permitía que se aplicaran ciertos principios a todos los ciudadanos,
independientemente de su origen o estatus social.

El poder del padre


El poder del padre en la Antigua Roma era una institución muy importante y se basaba en la patria
potestad, que era la autoridad absoluta del paterfamilias sobre su familia. El paterfamilias tenía poder
sobre las decisiones importantes de la familia, incluyendo la educación de los hijos y la administración
de los bienes familiares. La patria potestad duraba toda la vida del paterfamilias, y solo se perdía en
caso de muerte o emancipación.
El padre tenía el poder de decidir el destino de sus hijos, incluyendo el matrimonio y la herencia.
Además, la mujer estaba bajo la autoridad del marido, quien tenía la potestad sobre ella y sus bienes.

Tutela y curatela
La tutela en la Antigua Roma era un cargo que se le asignaba a un tutor para proteger a un menor de
edad o a una persona que no podía cuidar de sí misma. El tutor era responsable de la educación,
manutención y protección de la persona bajo su tutela. La tutela se podía asignar por testamento o por
orden del pretor.
Por otro lado, la curatela se refería a la protección de los bienes de una persona que no podía
administrarlos por sí misma, como un menor de edad o una persona mentalmente incapacitada. El
curador era responsable de la administración de los bienes de la persona bajo su curatela y tenía el
deber de actuar en su mejor interés.

Esclavos
En la Antigua Roma, los esclavos eran una parte integral de la familia y de la sociedad en general. Los
esclavos eran considerados propiedad de sus dueños y eran tratados como tal. Los esclavos no tenían
derechos legales y su vida y destino dependían por completo de la voluntad de sus dueños.

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Asignación de análisis – definiciones por: Raphael Inga Támara

Los esclavos eran adquiridos a través de varias formas, como la guerra, el comercio y la esclavitud
hereditaria, donde los hijos de los esclavos también se convertían en esclavos. Los esclavos
desempeñaban una gran variedad de trabajos, desde trabajos domésticos hasta trabajos agrícolas y
mineros.
A pesar de que los esclavos no tenían derechos legales, podían ser liberados por sus dueños mediante
la manumisión, que era el proceso mediante el cual un esclavo era liberado y se convertía en
ciudadano romano. La manumisión se podía realizar de varias formas, como la manumisión por
testamento, donde el dueño dejaba en su testamento que su esclavo sería liberado después de su
muerte, o la manumisión inter vivos, donde el dueño liberaba a su esclavo en vida.
En algunos casos, los esclavos podían adquirir ciertos derechos a través de la ley, como el derecho a
presentar una queja contra su dueño si eran maltratados o abusados. Además, los esclavos podían
recibir un pago por su trabajo, aunque esta práctica no era común.
En conclusión, la familia en la Antigua Roma era una institución muy importante y compleja, y estaba
regulada por diferentes ramas del derecho, como el ius civile y el ius honorarium. El poder del padre
era una institución central en la familia, y los esclavos eran una parte integral de la sociedad romana,
aunque no tenían derechos legales y eran considerados propiedad de sus dueños. La familia romana y
su sistema legal han tenido una gran influencia en la cultura y la legislación occidental hasta el día de
hoy.

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