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Edad Contemporánea y nueva conciencia

política, social y económica.

LA EDAD CONTEMPORÁNEA Y LA NUEVA CONCIENCIA POLITICA, ECONÓMICA Y SOCIAL.

La Edad Contemporánea, o época de las luces, por los increíbles progresos en todos los
campos del conocimiento, abarca un período que va desde la Revolución Francesa hasta la
actualidad: implantación de un sistema de derechos y libertades fundamentales.

Todas las instituciones políticas, económicas, sociales, jurídicas, públicas y privadas se


renuevan, guiadas por los principios liberales que despiertan la conciencia de los pueblos,
cansados de abusos y deseosos de reformas.

Los principales procesos que influyeron en la actividad industrial y en la mercantil fueron:

- Aumento de la producción, calidad y el consumo (gracias a los progresos técnicos y


científicos), mediante la revolución industrial.
- Aumento de la intensidad y rapidez de los tráficos (gracias a la electricidad y al vapor)
para el transporte de gente, mercancías y la comunicación.
- Difusión del conocimiento y de la comunicación (libros y periódicos) accesibles por
todos. Por ello llega influencia de la Revolución francesa a América.
- La evolución del Derecho, del sistema bancario y del crédito, respaldado
jurídicamente.

Desde un punto de vista de desarrollo histórico, unos sucesos de carácter “especial”


alimentaron esa general “toma de conciencia” de los pueblos acerca de sus derechos, y el
proceso de reforma institucional que abarcó todo el continente: se produjeron la Revolución
Francesa, las Guerras Napoleónicas, la Emancipación de América y progresos científicos: la
Revolución Industrial.

A nivel general, en toda Europa, en el siglo XIX, se dieron estas fundamentales conquistas:

- La iniciativa individual que reconoció al ser humano como individuo libre, capaz de
actuar fuera de una categoría social como son los gremios.
- La libre empresa como nueva forma de organización, sin depender de ninguna
autoridad política.
- La libre elección de la ocupación acabó con el monopolio profesional de los gremios.
- La libre movilidad geográfica y social, sin barreras entre países y estamentos.
- La propiedad privada, libertad de uso.
- El imperio de la “ley” para todos y por encima de todo.
- La racionalidad y la ciencia, la facultad de decisión y actuación es la razón no la fe.

LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1799).

Fue el acontecimiento político de mayor transcendencia, porque se produjo en favor de los


derechos universales de todos los hombres (por el hecho de existir) e introdujo un sistema
jurídico más racional, que confluirá en el núcleo central de los códigos napoleónicos. Las
causas que prepararon el terreno a la rebelión fueron muchas y distintas, de orden político
y económico, además de la reiterada incapacidad de los gobernantes de encontrar una
solución.
Las anticuadas instituciones, en Francia como en el resto de Europa, eran tan radicadas y
osificadas que el cambio solo se podía conseguir de forma “violenta”.
A pesar de haber costado mucha sangre, y de no haber dado sus frutos de inmediato, las
conquistas de la Revolución, en tiempo de paz, se concretaron en sólidas reformas en todo
el continente.

LAS BASES IDEOLÓGICAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano recoge el nuevo orden de
principios:
Art. 1: “todos los hombres nacen y permanecen libres e iguales en sus derechos”.
Derechos que son:
 Libertad.
 Propiedad.
 Seguridad.
 Resistencia a la opresión.
La salvaguardia de estos derechos se garantizaba a través de:
 Igualdad de las leyes.
 Libertad de expresión.
 Impuestos equitativos (según el poder adquisitivo) y administrados por
representantes de los ciudadanos.
 Responsabilidad de los cargos políticos, abusos de poder castigados.
 “Igual acceso a todos los [...] oficios, empleo públicos, de acuerdo con […] sus
virtudes y talentos”.
Lo más relacionado con la industria y el comercio fue:
 Abolición total del régimen feudal.
 Reconocimiento de la propiedad privada de la tierra.
 Abolición de aduanas y aranceles internos que impidan la libre competencia.
 Abolición de los gremios y de todo aparato de control estatal de la industria se
conceden los monopolios, estableciendo una libre competencia y por lo tanto la
necesidad de mejorar e innovar, dando lugar a precios más bajos.
 Prohibición de los monopolios, compañías y empresas privilegiadas.
Y también de fundamental importancia paras las actividades económicas y comerciales:
 La separación de la Iglesia del Estado.
 El aumento de la influencia de la burguesía, primeros empresarios.
 En general, difusión de ideas democráticas.

La labor de la Revolución fue necesariamente de carácter “negativo”, porque fue una violenta
demolición de antiguas instituciones (Ancien Regime), pero sus actos introdujeron una política
“positiva” de construcción de un nuevo sistema político, económico y social.

El sello definitivo a las nuevas y modernas instituciones propugnadas por la Revolución, lo puso
Napoleón. Su ascenso al poder fue consecuencia de la reacción al desorden, al libertinaje y al
terror difundidos por la Revolución.

Pero, ¿Cuál fue la gran habilidad de Napoleón para ascender al mando político y militar del
país? La capacidad de sintetizar y mediar entre los logros más racionales de la Revolución con
los hábitos y costumbres arraigados del Antiguo Régimen. Todo esto al amparo de una estricta
disciplina militar y orden jerárquico.

La “síntesis” realizada por Napoleón se concretó en la Codificación legal: códigos que


resultaron de un compromiso entre el antiguo derecho romano, adaptado a las nuevas
necesidades, y la legislación revolucionaria, de la que conservaron todos los principios
fundamentales.

El Code Civile, promulgado en 1804, fue escrito por abogados y juristas burgueses, y reflejaba
claramente los intereses de la clase propietaria:

- Considerando la propiedad un derecho sagrado e inviolable, integridad física.


- Sancionando la libertad en los contratos y reconociendo a los contrato la fuerza del
Derecho, obligando a agentes económicos a cumplir las condiciones acordadas.
- Autorizando los “préstamos a interés” mediante un contrato que asegure su
devolución, cantidad y tipo de interés.

El código más importante para el desarrollo económico fue el Code de Commerce del 1807,
primera reglamentación general de las empresas comerciales. Tipos de organizaciones:

1. Simples asociaciones: los socios eran responsable individual y colectivamente de todas


las deudas del negocio.
2. Sociedades en comandita: asociaciones en las que los socios activos asumían una
responsabilidad ilimitada en los asuntos de negocios; los socios sin voto o limitados
arriesgaban sólo la cantidad con la que participaban.
3. Sociedades anónimas: todos los socios o propietarios tienen responsabilidad limitada,
la cantidad máxima del capital aportado. Su carácter anónimo se debe a que el
nombre de los socios no figuraban, era instituida por el gobierno: inscripción en un
registro ante un notario público.

La sociedad en comandita fue la más adoptada también en toda Europa y muy eficaz a la hora
de captar capitales para el comercio y la industria. Estos derechos y libertades establecidos
durante la época de Napoleón, perduran en Europa.

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