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EL MERCANTILISMO.
El mercantilismo dictaba sus propias reglas y, por tanto, todo el que quería participar debía
aceptarlas. Adam Smith, fundador de la moderna economía, recogió en su obra las
características del mercantilismo de la época, permitiendo entenderlo hoy como un sistema
económico. En su obra se aprecian ciertos aspectos en común a todos los estados como es el
objetivo de las coronas: la acumulación de un patrimonio en metales precioso, las conquistas
coloniales y la aplicación de leyes de navegación entre otras. La diferencia se encontraba en la
autoridad política u organizaciones políticas: según la clase dirigente de cada país, se
defenderán determinados intereses económicos.
La balanza de pagos es la relación que se establece entre el dinero que un país en concreto
gasta en otros países y la cantidad que otros países gastan en ese país.
Definición de Mercantilismo.
La escuela mercantilista se desarrolló durante los siglos XVI, XVII y XVIII, en Europa y sus
colonias, y se basaba en unos dogmas principales:
- Las exportaciones traen riqueza a las naciones; entrada de metales preciosos (no
importaciones).
- Cada Estado tiene que acumular cuantos más metales preciosos sea posible.
Características.
Desventajas:
- Se dio la explotación de las colonias, que nunca fueron parte integrante de los
imperios de la época. Eran consideradas terreno de explotación por lo que nunca se
buscó la integración.
- La restricción del comercio, encareció enormemente los precios fomentando el
descontento que llevará al proceso de emancipación.
Una de las críticas más dura de las prácticas mercantilistas fue la del economista escocés Adam
Smith, de la escuela clásica. Es el profeta de la libertad total individual económica que el
mercantilismo niega pues fomenta prácticas monopolísticas (compañías privilegiadas).
Para los liberales el hombre económico es un ser libre de comprar y vender. Smith reprochaba
al mercantilismo toda una serie de actitudes que acababan perjudicando a los consumidores:
Las prácticas monopolísticas y proteccionistas que niegan la libre competencia, si no hay que
competir el empresario no tendrá que innovar, por lo que la falta de libre competencia niega
también la innovación ya que todo está en mano de gente monopolística. A su vez, la
intervención y regulación estatal beneficiaba solo a unos pocos grandes productores.
Destacados economistas del siglo XX también se ocuparon del mercantilismo, entre otros John
Maynard Keynes que, frente a los liberales, defendió la acumulación de metales preciosos
dentro del estado pues provoca un aumento de dinero en circulación que mantendrá bajos los
tipos de interés y disminuye de la liquidez en circulación del país: más cantidad, menos valor.
El grupo de los arbitristas castellanos se formó en España por la entrada de metales preciosos.
Se preocupaban del aspecto ético de este fenómeno de tanta riqueza. La entrada de metales
preciosos alejó a la sociedad de las actividades productivas, permitiendo vivir de la renta sin
trabajar, por ello fomentaron la vuelta al trabajo productivo (agricultura, manufacturas...).
Los mercantilistas ingleses, se abrieron al intercambio de productos entre países. Cumplir con
lo que marca el mercantilismo y poder producir todo lo que necesita carece de fundamento
económico, pues no todo se podrá producir de manera eficiente.
Un estado produce únicamente aquello que puede producir de forma eficiente (abaratar coste
de producción para poder bajar los precios de venta). Todos los países pueden desarrollarse y
ganar al mismo tiempo. Esto, a su vez, estimularía inversión y empleo.