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Resumen de Charla 2, Sueños y existencia de Fritz Perls, por Sheilla La Rosa Bernales

En la charla 2 Perls se centra en el concepto de maduración y lo que implica este proceso en la vida de la
persona. Este término está vinculado al aprendizaje que es descubrir a través de la experiencia o la repetición
de ella que antecede al descubrir. Otra tipo de aprendizaje está vinculado a la acumulación de conocimientos
y allí hace una gran distinción entre explicar y entender esos conocimientos, y es también el propio descubrir
que explica la diferencia entre los términos, descubrir por sí mismo antes que por la explicación de otro.

Perls indaga en el concepto de maduración y lo define como la trascendencia de soporte ambiental al


autosoporte, siendo el impasse el punto crucial en la Terapia gestaltica, el punto crucial del crecimiento,
también llamado por los rusos “el punto enfermo”, el impasse es la situación donde el apoyo ambiental o el
soporte interno obsoleto ya no alcanza para más y el autosoporte auténtico no se ha alcanzado aún, para que
esto suceda debemos movilizar nuestro propio potencial y recursos internos. De esta manera el proceso de
maduración es la transformación desde el apoyo ambiental hacia el autosoporte y el objetivo de la terapia es
lograr que el paciente no dependa de otros, sino que descubra desde el primer momento que puede hacer
muchas cosas, incluso algunos que ni siquiera él mismo se imagina y para ello tiene que recuperar su
potencial perdido por coexistir con clichés, esquemas, esteriotipos, rutinas y roles impuestos socialmente,
solo si llegamos a descubrir cómo evitamos crecer y usar nuestro potencial, tendremos una forma de
enriquecer nuestra vida, haciéndonos capaces de movilizarnos. Contamos con el potencial de vivir y revisar
cada momento y cada segundo. Esta característica nos hace menos predecibles lo que contradice al rol del
ciudadano convencional que no corre riesgos y no sale de su zona de confort por temor a pararse sobre sus
propios pies y lo que hace es adaptarse a lo socialmente establecido y denominar de distintas formas a los
indeseables que se atreven a alejarse de patrones predecibles y aceptados: hippies, sicópatas, subtes,
criminales, drogadictos, da igual, están fuera de la sociedad.

Actualmente es más complejo ajustarse a la sociedad porque vivimos en épocas de inestabilidad y movilidad
social que ha devenido en la propalación de la personalidad neurótica y solo tenemos dos alternativas
participar el la sicosis colectiva o sanarnos y tal vez también crucificarnos. Para renunciar a la adaptación
tenemos que estar centrados en nosotros mismos, lo que ocurre se observa, se entiende y se relaciona con
todo lo que acontece. La angustia es el síntoma que permite catalizar la brecha entre el ahora y el después,
nos llenamos de expectaciones catastróficas, si son terribles, o anastróficas, si son estupendas, y si llenamos
la brecha del ahora con planificaciones y ocupaciones estables nos perdemos la oportunidad de ver el vacío
fértil, la posibilidad del futuro porque darse cuenta que es únicamente una inconveniencia, no una catástrofe,
solo una incomodidad, es parte de llegar a ser uno mismo, parte del despertar. Así llega al conflicto básico,
cada individuo, planta, animal solo tiene una meta implícita, actualizarse tal como es, en la naturaleza,
constitución y salud, potencial y crecimiento son un todo unificado, excepto el ser humano. Lo mismo vale
para un organismo múltiple o sociedad que también puede actualizarse específicamente tal y como es y solo
cuando esta se ha sobre estimado demasiado y extendido su habilidad para sobrevivir esta sociedad ha
desaparecido, cuando está como ahora en conflicto con el universo, transgrede las leyes de la naturaleza y se
convierte en un artefacto, ya sea como individuo o sociedad se pierde la posibilidad de existir. La sociedad
está representada en nuestro desarrollo por nuestros padres, maestros, y otros quienes en vez de facilitar el
desarrollo del crecimiento auténtico a menudo interfieren en el desarrollo natural y utilizan instrumentos para
falsificar nuestra existencia, como el garrote son las expectaciones catastróficas, el miedo a lo desconocido
que paraliza, o la hipnosis de transmitir sin digerir o asimilar los conocimientos, que es la manera de hacerlo
en la educación regular donde la información es básica-muerta.

En el crecer hay dos alternativas, o el niño crece y aprende a sobreponerse a la frustración o se transforma en
un malcriado, si cada vez que desea algo lo consigue pierde la oportunidad de por necesidad movilizar todos
sus recursos y descubrir que es capaz de lograr algo por sí mismo y en cambio manipula el ambiente y cada
vez que el niño es impedido en su desarrollo por el mundo adulto, cada vez que es mimado para evitarle una
frustración se le está condenando porque en vez de usar su potencialidad para crecer la usa para controlar a
los adultos y a su mundo. Del mismo modo, el terapeuta le da la oportunidad a la persona de descubrir lo que
necesita, lo hace creando situaciones para que el paciente se encuentre en medio de la frustración y así se vea
obligado a buscar su propio camino y a desarrollar su propio potencial y así descubra todas sus posibilidades.
Todo lo perdido por la persona puede recobrarse y el modo de recuperarlo es entendiendo, jugando y
llegando a ser todas las partes enajenadas.

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