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Máster de Literatura comparada y Estudios literarios

“Elegidas”
Asignatura: Narratología
Profesora: Ane Zapatero
UPV/EHU
Curso 2022/2023
Realizado por Sofía López Munera

Resumen:

Este trabajo consiste en un análisis narratológico desde una dimensión semántica y


sintáctica del relato “Elegidas”, perteneciente a la antología de cuentos Sacrificios
humanos (2021) de María Fernanda Ampuero.
Índice
0. Introducción

1. Análisis narratológico

1.1. Desde la dimensión semántica.

1.2. Desde la dimensión sintáctica.

2. Conclusiones

3. Bibliografía
0. Introducción
María Fernanda Ampuero, nacida el 14 de abril de 1976 en Guayaquil, Ecuador,
es una periodista y escritora conocida por obras como Lo que aprendí en la peluquería
(2011), una antología de crónicas sobre la migración; Permiso de residencia (2013),
Pelea de gallos (2018) y Sacrificios humanos (2021), antologías de cuentos a través de
las cuales aborda, desde el terror, la violencia eminentemente patriarcal, colonial y
capitalista presente en la realidad cotidiana del mundo, en general (y que refleja desde
su experiencia como migrante), y de Ecuador, en concreto.

En relación con su último libro, Sacrificios humanos (2021), se trata de una


antología de doce cuentos mediante los cuales aborda diferentes temas que dan sentido
al título de la obra. En cada cuento, se representa a un “monstruo” que cuestiona y hace
tambalear con su existencia y con su presencia, los grandes discursos de poder
hegemónicos en la sociedad. Desde una mirada feminista, decolonial y queer, genera un
imaginario desde un realismo crudo y descarnado, cargado de denuncia y crítica hacia
un sistema político y sociedad que crea a estos “monstruos” como esos “sacrificios
humanos”: víctimas que se empoderan desde la otredad para rebelarse contra todo
aquello que las atenta, consolidándose como “multitud de diferencia proliferante” 1 que
desoculta las “pedadogías de la crueldad” 2 que vertebran el sistema.

El lenguaje que emplea Ampuero en su obra es de un realismo sucio y cotidiano


cargado de violencia para hacer más verosímil la crudeza de lo que cuenta.

Lo que vehicula su estilo tan potente es precisamente los recursos que emplea de
la ficción gótica y de terror. Su literatura se caracteriza por ser terror político insertado
en lo cotidiano que, aunque integre elementos fantásticos propios de la tradición
literaria gótica, los reelabora actualizándolos para representar lo irrepresentable, lo real
grotesco y periférico, lo oculto y sometido a un rito sacrificial.

Centrándome en uno de los relatos que componen esta antología, “Elegidas” es


un cuento cuyo tema trata sobre la alienación de la otredad por la violencia de lo
hegemónico basado en un discurso de poder falocéntrico y heteropatriarcal capitalista,
que cuenta las experiencias que viven cuatro amigas y su papel en el mundo con final
fantástico que arranca con la muerte de cuatro surfistas. Desde un análisis narratológico,
clarificaré más profundamente el argumento del cuento y el interés que este suscita.

1
Concepto propio del feminismo queer presente en J.Butler y muy influyente en B.Preciado basado en la
resignificación de las categorías corporales así como en la expansión de las distintas formas de ejercer la
sexualidad más allá de lo hegemónico.
2
Concepto perteneciente a R. Segato que gira en torno a la estructura de la violencia que toma como eje
la crueldad y que tiene unos efectos y consecuencias en nuestra sociedad.
1. Análisis narratológico.

1.1. Desde la dimensión semántica.


Desde esta dimensión, el análisis se va a centrar en torno al territorio de la
ficción a partir de la metodología reflexiva que presenta Tomás Albadejo, vertebrada
por la teoría de los mundos posibles en estrecha relación con la disposición
macroestructural del propio texto.

A partir de esta teoría, se demuestra el carácter pluridimensional del relato o del


discurso narrativo (Genette) entendido este como la fábula aristotélica, que permite
diferenciar cada uno de los submundos presentes en él. Así, diferenciaremos, por un
lado, el mundo de realidad efectiva que responde a las leyes y criterios de lo real; y por
otro lado, cada uno de esos submundos alternativos en los que se inserta la ficción, que
no sigue la lógica ni coherencia de lo falso/verdadero sino que funciona con sus propias
leyes y sigue una coherencia interna. La diferenciación de estos distintos niveles tendrá
una importancia crucial, puesto que

el conjunto de tópicos del texto es organizado, descrito y explicado a través del sistema
de mundos del texto y, por tanto, de la inserción de aquéllos en los mundos y
submundos a los que corresponden. Quiere esto decir que las funciones, que son
tópicos, son unidades que no pueden ser consideradas fuera de los submundos y,
consiguientemente, de los mundos. (Albadalejo, 1986:59).

En cuanto al análisis que nos ocupa del cuento “Elegidas” perteneciente a la


antología de cuentos Sacrificios humanos (2021) de María Fernanda Ampuero, este
territorio de lo ficticio se puede observar que se inserta en el mundo de realidad
efectiva, puesto que hay referencias reales de sitios que existen y que pueden ubicarse
geográfica y espacialmente: un cementerio cerca de Mar Bravo, Santa Elena en
Guayaquil (Ecuador), es donde se centra la narración del relato. Y no es hasta casi el
final de este cuando encontramos elementos ficcionales, no verosímiles, que se
justifican con la toma de drogas y que abren ese submundo ficcional:

Cada una le puso a la otra una pastilla en la lengua y nos fuimos pasando la botella hasta
dejarla muy por debajo de la mitad. De pronto pensamos en los ahogados de Punta
Carnero y en esa belleza que trascendía la vida y que seguro también había trascendido
la muerte (Ampuero, 2021: 63).

[…]

Los sacamos a bailar y dijeron que sí y bailaron con nosotras, primero tímidos y
distantes, luego cada vez más cerca, con sus caras frías en nuestros cuellos tibios.
Dijeron, estamos seguras de que dijeron, que preferían estar ahí que en cualquier otro
sitio, que nos preferían a nosotras que a las princesitas de sus reinos (Ampuero,
2021:64).
Así, se ficcionalizan los elementos de la realidad efectiva, favoreciendo la vinculación
con el relato de otra manera, que potencia ese resto del mundo realista, estructurando
ese mundo textual en estas dos partes diferenciadas.

1.2. Desde la dimensión sintáctica.


[…] relato designa la sucesión de acontecimientos, reales o ficticios, que son objeto de
dicho discurso y sus diversas relaciones de concatenación, oposición, repetición, etc.
“Análisis del relato” significa entonces estudio de un conjunto de acciones y situaciones
consideradas en sí mismas, haciendo abstracción del medio lingüístico o de otra índole,
que nos permite conocerlas (Genette, 1989:80).

A partir de esta definición que da Genette de lo que implica utilizar el concepto de


relato, voy a proceder a analizar la estructura del relato, el pacto narrativo así como el
tipo de narrador, los niveles narrativos, el tiempo, el espacio y la voz del relato
“Elegidas”.

Para empezar, el eje principal del relato lo identifico con la escena en la que se
inserta lo fantástico, que se justifica mediante el consumo de diferentes drogas:
“Parqueamos afuera del cementerio con mucho trago, mucha maría, muchas pastillas y
muchos cigarrillos. Al menos eso teníamos, la posibilidad de enviciarnos, de mancillar
nuestros cuerpos con algo perverso, de sentirnos malas chicas” (Ampuero, 2021: 62). A
esta parte, que culmina con el encuentro sexual de los cuatro surfistas muertos con sus
“elegidas”, se encuentran subordinadas dos partes diferenciadas en el relato que tiene
que ver con el cambio de focalización. Así, el narrador de “Elegidas” es interesante de
analizar puesto que comienza la historia con lo que parece ser un narrador
heterodiegético omnisciente tradicional, en tercera persona, que interviene con juicios
valorativos e ironía, no focalizado, que constituye la primera parte subordinada de la
trama principal:

CAMINO A MAR BRAVO hay un cementerio para pobres. Se convirtió en sitio de


peregrinación de los elegidos porque cuatro de los suyos fueron enterrados ahí. Entre
tumbas con flores de mentira decoloradas por el sol […] lloraban las chicas de piel
centelleante, con sus blusas blancas, sus pantaloncitos de jean, sus abalorios y sus
sandalias de tiritas. […] A su lado, sin llorar, pero con las manos apretadas a la altura de
la entrepierna, los machos de esa especie (Ampuero, 2021:59).

Pero en seguida se descubre que en realidad la focalización es interna, fija y única pero
con la sensación de ser múltiple, siendo el narrador homodiegético, autodiegético;
camuflado al principio en esa tercera persona y luego en una primera persona del plural,
constituyendo esa segunda parte subordinada: “Nosotras casi siempre nos poníamos a
beber ahí fuera del cementerio de Mar Bravo” (Ampuero, 2021: 60). Esto implica que
se trata de un discurso narrativizado, puesto que el relato se presenta a través de la
mirada y conciencia de la protagonista, a través de la cual se establece el pacto narrativo
(directamente con la narradora, la máscara de la autora, mediante la cual se filtra toda la
información contenida por el relato y determina la orientación de ese material
narrativo).

Esta decisión por ocultarse podría interpretarse como una forma de dar una sensación de
universalidad, es decir, en representación de ese colectivo alienado que conforman la
narradora y sus tres amigas, lo que sugiere un carácter polifónico:

Moríamos por saber qué pasaba detrás de esas puertas, aunque instintivamente sabíamos
que no habría lugar para nosotras allí, que nuestros defectos se multiplicarían hasta
tragarnos, que seríamos una hipérbole de nosotras mismas, espejos de feria andantes: la
gordota, la marimacha, la larguirucha, la aplastada, la contrahecha. […] Sabíamos, claro
que sabíamos, que ni los más desesperados, ni los obesos, ni los nerds, ni los oscuros se
nos acercarían (Ampuero, 2021:61).

Además, cabe añadir que se producen violaciones dentro de la focalización interna, sabe
más de lo que debería saber (paralepsis):

Los padres habían decidido que sus hijos estuvieran en aquel cementerio gris y no en el
de los ricos […] Querían que los cadáveres más hermosos del mundo estuvieran por
siempre junto al mar. Eran cuatro, heredarían la tierra. La noche anterior a la muerte
habían roto setenta y siete corazones en el Yacht Club besuqueando y agarrándoles la
nalga sobre el vestido veraniego a sus flamantes noviecitas. Al amanecer, todavía
borrachos, se enfundaron el neopreno negro y así, como disfrazados de calavera,
salieron a surfear en marejada, convencidos de su inmortalidad de niños dioses. El mar
los escupió al séptimo día, blandos y blanquecinos como recién nacidos. (Ampuero,
2021: 60).

El narrador autodiegético nos oculta también parte de los hechos que sabe (paralipsis)
con la analepsis completiva, puesto que desde el principio ya nos va dejando pistas de
hacia dónde va la narración, que completan, una vez leído el relato, los espacios en
blanco generados.

Desde una clasificación de Darío Villanueva que deriva de la de Genette en


cuanto a la tipología del relato, este es un relato nouménico, ya que el texto no justifica
su naturaleza como narración ni la entidad material del discurso. El nivel en el que se
encuentra narrado todo el relato “Elegidas” es extradiegético sin producirse por tanto,
ningún cambio de nivel ni metalepsis.

Deteniéndonos en el tratamiento del tiempo, comienza hablando del cementerio


donde están enterrados esos surfistas para luego explicar cómo y en qué circunstancias
murieron remontándose a cuando estaban vivos, primera parte subordinada marcada por
analepsis y prolepsis. Luego se desvía la narración a la protagonista y sus amigas
describiendo distintas experiencias que vivieron, que se explican como digresiones
subordinadas a la escena principal: ese cementerio donde están enterrados, que supondrá
el espacio donde se desarrollará lo fantástico. Así, podría decirse que se trata de una
narración cuyo orden temporal está marcado por anacronías de alcance interno,
homodiegética y repetitiva, puesto que la narradora está obsesionada con la muerte de
los cuatro surfistas que desde el principio son los elegidos como los cuatro jinetes del
apocalipsis y ellas como sus elegidas; de amplitud completa puesto que concluyen en el
relato primero. Un ejemplo de esas analepsis que atraviesan el relato: “Eran cuatro,
heredarían la tierra. La noche anterior a la muerte habían roto setenta y siete corazones
en el Yacht Club besuqueando y agarrándoles la nalga sobre el vestido veraniego a sus
flamantes jovencitas” (Ampuero, 2021:60).

Un ejemplo de prolepsis, muy vinculada al carácter profético del relato y que adelanta el
final de lo que va a pasar: “Llegaría el día, sí señor, en el que todos se fijarían en
nosotras y dirían a quien pudiera escuchar: ámenlas. Ámenlas, ese mandato recorriendo
la tierra. Ese día llegaría: el día de limpiar todas y cada una de nuestras lágrimas”
(Ampuero, 2021:62).

Un ejemplo donde se producen digresiones y pausa de la acción con la descripción del


pensamiento y experiencias de la voz de la narradora: “Queríamos que nos penetraran a
la fuerza y gritar en cada embestida sus nombres bellos de hombres bellos. […] Éramos
puro querer” (Ampuero, 2021: 61-62).

En cuanto a la relación entre tiempo y voz, la duración entre el tiempo del relato
y el de la historia es anisocrónica y ulterior en términos generales, pero en la trama
principal, sin embargo, es interesante cómo se incrementa el grado de detalle y se
ralentiza la narración dando una mayor sensación de isocronía: “Dijeron, estamos
seguras de que dijeron” (Ampuero, 2021: 64). Además, ese carácter ulterior contrasta
con el carácter profético del relato que puede observarse a través de indicios
paratextuales: el propio título del relato hace alusión a que estas cuatro amigas que
experimentarán y protagonizarán esta historia con final fantástico, han sido elegidas de
antemano. Esto se relaciona también con el pasaje bíblico que aparece antes de la
narración que pertenece al libro profético 26 de Isaías, del versículo 19-20. Los libros
del 13-27 anuncian la preparación de las naciones para el gobierno mundial de Yahweh.
Aborda temas de juicio y restauración de los justos, es decir: el Apocalipsis según Isaías
para la creación, levantamiento o fundación de ese nuevo mundo.

Es interesante señalar también la única elipsis del relato, vinculada al acto sexual
que tiene lugar al final de este y que queda fuera de la narración.

En cuanto la frecuencia temporal en que se describe o se hace alusión a la acción


principal, es repetitiva, ya que en todo momento, se hace alusión a la importancia del
cementerio y de los cuatro surfistas muertos.

Por último, el modo discursivo a través del cual se configura el relato es el


monólogo, mediante el cual el lector recibe la información a través de la visión y el
pensamiento del personaje protagonista que es quien narra los sucesos del relato.

En este cuento en particular, el tratamiento del tiempo resulta complejo e


interesante puesto que establecer desde qué distancia temporal habla solo puede
abordarse desde lo hipotético e interpretativo al no haber marcas temporales que nos
ubiquen.
3. Conclusión
El territorio de lo ficticio, submundo, se inserta en el mundo de realidad efectiva
que coincide espacialmente con un cementerio cerca de Mar Bravo, Santa Elena en
Guayaquil (Ecuador). Ese mundo ficcional fantástico, desde la transgresión, se justifica
a través del consumo de droga que materializa de alguna forma esa fantasía y se
convierten en las elegidas por esos cuatro surfistas muertos con los que acaban
consumando el acto sexual en el comienzo de lo que será el Apocalipsis; el nuevo
asentamiento de un mundo para el que han sido llamadas a fundar desde la putrefacción,
la aversión, la monstruosidad, lo diferente y periférico que conforma la otredad:

Después del baile nos sentamos sobre sus tumbas, cada una con su chico perfecto, a
contarnos las cosas que soñábamos, a reír como los tontos, a pedir un beso con ojitos
entornados. Llegó el beso y llegó la locura, el deseo dando patadas violentas como olas
contra nuestras espaldas. El amanecer nos encontró desnudas sobre los sexos erectos de
nuestros amados, montadas sobre ellos, cabalgándolos ferozmente como jinetes que se
precipitan sobre el mundo para destruirlo (Ampuero, 2021:64).

Estructuralmente, esta escena en la que acaba irrumpiendo lo fantástico que


culmina con el fragmento anterior, supone el eje principal del relato al cual se
subordinan las partes de realidad efectiva en las que se produce el cambio de
focalización, de cero a interna, interpretándose como analepsis, prolepsis y/o
digresiones.

Es una narración breve nouménica que cuenta con un solo nivel extradiegético y
está contada desde la perspectiva de un narrador homodiegético, autodiegético en
primera persona del singular, de focalización interna, fija y única, camuflado en un
principio por una tercera persona y luego por una primera persona del plural, desde la
cual transmite una sensación polifónica y de perspectiva múltiple de lo narrado. Todo el
cuento está atravesado por la perspectiva de una de las cuatro amigas, caracterizándolo
de ser un discurso narrativizado por una subjetividad periférica desde la cual se abordan
temas que cuestionan y critican ese centro hegemónico y a su discurso de poder que las
desplaza constantemente, a ella y a sus amigas “monstruas” de ese mismo centro a la
periferia: el cuerpo normativo/monstruoso, la belleza/fealdad, las fiestas privadas/litrar
en el cementerio, el sexo/ virginidad, el deporte/ la droga, los chicos hermosos/ chicos
muertos y putrefactos, lo real/ la fantasía, la represión/la libertad.

Se producen violaciones de la focalización interna, puesto que el personaje sabe


más de lo que debería (paralepsis) y oculta información que debería saber (paralipsis)
mediante analepsis completivas, que luego se recuperan una vez leído el relato.

En cuanto al tiempo, la narración principal se ve pausada mediante digresiones


del personaje protagonista, con sus experiencias y pensamientos junto con analepsis y
prolepsis como las que se producen al principio del relato a través de ese narrador no
focalizado y omnisciente. Además, es una narración de carácter ulterior, porque se narra
en pasado y cuenta con anacronías de alcance interno, homodiegética y de frecuencia
repetitiva, puesto que la narradora está obsesionada con la muerte de los cuatro
surfistas. Esto además contrasta con el incremento de la sensación isocrónica y de los
detalles narrados en la escena principal.

Destaca también el carácter profético, como indicio paratextual y mediante


prolepsis. Por otro lado, la única elipsis que se produce es la del acto sexual al final de
la narración.

En cuanto al modo discursivo, el relato se configura mediante el monólogo, a


través del pensamiento y narración del personaje protagonista que sigue un orden lógico
(aunque haya digresiones o saltos temporales) y es perceptible por el lector.

Además, este cuento pertenece al género de terror, caracterizado por actualizar


de forma transgresora y original el imaginario gótico tradicional. Herramienta o medio a
través del cual María Fernanda Ampuero hace de este relato, en concreto, y de su libro,
en general, un artefacto político muy poderoso a través del cual desequilibra el sistema
y desoculta todos esos “sacrificios humanos” que este genera y que conforman la
otredad.

4. Bibliografía
ALBADALEJO, Tomás. Teoría de los mundos posibles y macroestructura
narrativa. Universidad de Alicante, Alicante, 1986.

AMPUERO, M. F. Sacrificios humanos. Madrid, Páginas de espuma, 2021.

GENETTE, G., Figuras III, Barcelona: Lumen, 1989 (orig.francés, 1972).

VILLANUEVA, Darío, El comentario del texto narrativo: Cuento y Novela, Madrid:


MareNostrum, 2006. Incluye un útil“Glosario de narratología”,al que también puede
accederse aquí :http://sites.middlebury.edu/span6560/files/2010/06/Glosario-de-
narratolog%C3%ADa.pdf

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