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Instituto Ricardo Gutierrez

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE

Curso: 3°
Alumno:____________________________
Profesora: Flores Diaz, Guillermina
Ciclo lectivo: 2024
CONTENIDOS (Organizados por cuatrimestres)

SEGUNDO CUATRIMESTRE
PRIMER CUATRIMESTRE

▪ Diagnóstico, comprensión lectora, clases de palabras. (Marzo) ▪ El relato épico. Tipos de relatos épicos. El marco narrativo. Las
versiones. Del relato épico a la intertextualidad. Relaciones entre
▪ Género narrativo. Características. Autor y narrador. El marco
textos. La entrevista. Características.
narrativo y la estructura interna. Cuento y novela.
Características. Subgéneros. Selección de fragmentos. Selección de La Odisea, Homero. Es tan
difícil volver a Ítaca, de Esteban Valentino. Sintaxis: Oraciones
▪ Leyendas urbanas. Características. Selección de leyendas. La bimembres y unimembres. Modificadores del núcleo sustantivo y
crónica literaria. Características. Amores que matan, de del verbo. Voz pasiva y voz activa. (Agosto/Septiembre)
Editorial Mandioca. La dama de blanco, de Guillermo
Barrantes. Clases de palabra: sustantivos, adjetivos, verbos, ▪ La ciencia ficción. Elementos, personajes, temáticas y lenguaje
artículos y adverbios(clasificación semántica y morfológica) específico (tecnicismos y neologismos) de la ciencia ficción. Utopía
(Abril) y distopía. La publicidad y la propaganda: diferencias, finalidad y
usos. Todos los soles mienten, de Esteban Valentino.
▪ El cuento policial. Características. El policial clásico y negro.
La noticia. Estructura, estilo y paratextos. Selección de cuentos. ▪ Género dramático. Texto teatral Género dramático: origen y
Novela. El camino de Sherlock, de Andrea Ferrari. La sra. estructura. Las acotaciones y los parlamentos. Géneros teatrales:
Pinkerton ha desaparecido, de S. Aguirre. (Mayo) comedia y tragedia. Selección de fragmentos de obras. Selección
de obra de William Shakespeare según el interés del curso. Teatro
▪ El realismo. Características. Recursos. El verosímil. Selección contemporáneo, selección de obra teatro por la identidad.
de cuentos. Novelas. La chica pájaro, de P. Bombara. Rafaela,
de M. Furiasse. El texto argumentativo. Características. (Junio) Sintaxis: oración compuesta coordinada. Clasificación de nexos.
(Octubre/Noviembre)

Lecturas obligatorias
Lecturas obligatorias
La dama de blanco, de Guillermo Barrantes
Selección de fragmentos épicos.
Amores que matan, de Editorial Mandioca
Selección de La Odisea, Homero.
La chica pájaro, de P. Bombara (Ed. Norma)
Es tan difícil volver a Ítaca, de Esteban Valentino
Rafaela, de M. Furiasse (Ed. SM)
Todos los soles mienten, de Esteban Valentino.
El camino de Sherlock, de Andrea Ferrari (Ed. Loqueleo)
Selección de obras de un acto.
La sra. Pinkerton ha desaparecido, de S. Aguirre (Ed. Norma)
Selección de obra clásica William Shakespeare
Capítulo de Hermanos y detectives (video)
Selección de obra contemporánea teatro por la identidad.

▪ ESI se abordará durante todo el cuatrimestre a través de


diferentes actividades relacionadas con las lecturas. ▪ ESI se abordará durante todo el cuatrimestre a través de
diferentes actividades relacionadas con las lecturas.
¿Qué es la literatura?
La literatura, en tanto forma de creación humana, no está exenta de las
transformaciones históricas y sociales que vive la humanidad. A lo largo de la historia y
desde los primeros relatos orales, la idea de la literatura y la certeza sobre qué textos
podían considerarse literarios se fueron modificando.
Hoy día, cuando nos preguntamos qué características comparten los textos a los
que llamamos literatura, posiblemente pensemos en autores, en personajes, en un uso
particular del lenguaje, en ficción. Pero estas nociones no siempre sirvieron para definir
a un texto como literario.
La función que cumple la literatura en la sociedad se
transformó tanto como la sociedad misma a lo largo de los siglos.
Por ejemplo, en su momento hubo relatos que cumplían funciones
didácticas, como explicar los momentos de siembra y cosecha;
hoy esa función la cumple principalmente el discurso científico.
Así, en un principio, el relato estaba asociado a transmitir
conocimientos sobre el mundo o a propiciar la unidad identitaria
de un pueblo. Eran relatos anónimos y patrimonio de cada pueblo;
luego, con el advenimiento de la Modernidad, se instaló
la noción de autor. Los mitos y las leyendas
explicaban, por ejemplo, el
Diversos factores, entonces, influyen en la idea de
origen de los fenómenos
literatura que tenemos. Hoy podemos pensar en la climáticos.
masificación de la alfabetización, las instituciones
educativas y el mercado editorial, entre otros.
La literatura a través del tiempo
Como vimos, la función de la narración y la ficción fue cambiando junto con las
sociedades humanas. Es importante, a la hora de estudiar un texto, tener en cuenta el
contexto de producción de esa obra para reflexionar sobre el vínculo entre literatura y
sociedad.
Géneros y subgéneros literarios
Para interpretar las características de los diferentes textos y
los posibles vínculos entre ellos, podemos considerar la noción de
género literario. En un texto del siglo IV a.C., el filósofo griego
Aristóteles había establecido tres grandes géneros literarios: el
épico (textos que relataban historias de grandes héroes), el lírico
(textos organizados en versos y acompañados por música) y el
dramático (textos que se pensaban para ser representados ante un
público).

Si bien esta clasificación fue muy productiva, a


La Poética de Aristóteles partir de la Modernidad y la creación autoral, los textos
caracteriza la tragedia y literarios fueron rompiendo sus propios límites,
otras artes imitativas. dificultando así su clasificación. Así, los textos poéticos,
propios del género lírico, no necesariamente están escritos en verso; los textos teatrales
se diversificaron (obras de teatro, películas, intervenciones escénicas en espacios
públicos, etc.), y la narrativa actual (donde incluimos los textos que pertenecían al
género épico) hoy consta de múltiples subgéneros, como los relatos fantásticos,
realistas, policiales o de ciencia ficción.

Pacto de lectura
Cuando leemos un cuento, una fábula, una novela o
cualquier otro texto literario, establecemos un pacto de lectura
con la obra. Este pacto no implica creer que lo que se narra haya
ocurrido realmente, sino que asumimos que estamos en el universo
de la ficción e imaginamos un mundo donde los hechos narrados
efectivamente suceden. Solo podemos pensar en términos de
verdad o falsedad los hechos del mundo real, estas categorías no
aplican a la literatura. Con la lectura, entramos a un mundo creado.
Aunque ese mundo presente similitudes con el nuestro, sabemos
que se trata de una ficción: un artificio producto de la Harry Potter es una
imaginación humana. saga compuesta
por siete novelas de
Por ejemplo, al leer cualquier novela de la saga Harry
género fantástico.
Potter de J.K. Rowling, el lector se compromete a creer en ese
mundo mágico y en no cuestionar los sucesos sobrenaturales
que ocurren.
El verosímil
Se denomina verosímil (de vero: verdadero y símil: parecido) a aquello que
aparenta se verdadero, que es creíble o posible.
Ahora bien, algo que resulta verosímil en un relato puede no ser creíble en otro
contexto, ya que el verosímil depende del género al cual el texto pertenece. Por ejemplo:
● En la ciencia ficción (que analizaremos en la Unidad 1) el verosímil está
siempre justificado por el avance tecnológico. La ciencia logró tal avance, que la
realidad que presenta es científicamente comprobable y posible dentro de esos
parámetros empíricos.
● El relato maravilloso (que trabajaremos en la Unidad 3) es verosímil si incluye
hechos fabulosos que no sorprenden a los personajes, ni a los lectores. En los cuentos
tradiciones, los mitos o las leyendas, la magia es un elemento cotidiano y por lo tanto
verosímil en ese contexto.
● El relato fantástico (que veremos en la Unidad 3) se caracteriza por el quiebre
del verosímil: en un contexto que se percibe como realista, se introduce un elemento
anormal que pone en cuestión esa realidad ficcional y hace dudar tanto al lector, como
al personaje.
● Los cuentos policiales y realistas (que trabajaremos en las Unidades 2 y 5
respectivamente) son verosímiles si se asemejan a la realidad del autor.
El cuento
El cuento es una narración literaria breve de hechos que les suceden a
personajes imaginarios dentro de un marco espacial y temporal. Para lograr un buen
relato, el cuentista busca:
Concentrarse en las acciones principales, sin ofrecer descripciones detalladas

de lugares o personajes, ni abundantes diálogos.
● Atrapar la atención del lector desde la primera frase para que no interrumpa la
lectura, sorprenderlo con un desenlace inesperado.
●Organizar una cadena o secuencia narrativa en la que cada acción – causada
por otra anterior- determina una consecuencia según relaciones de causa y efecto.
● Jugar con los cruces entre la historia (aquellas acciones que se quieren contar)
y el discurso (las distintas formas en que se organizan las acciones al ser contadas).
La narración ficcional
Los cuentos, así como las novelas, son narraciones ficcionales. Esto significa
que la serie de hechos que conforman la trama narrativa- emplazados en un tiempo y un
espacio, llevados a cabo por personajes-, se encuentran vinculados y desarrollados en un
eje temporal, a través de relaciones de causa y consecuencia.
El narrador y la estructura narrativa
En las narraciones ficcionales los hechos son relatados por una voz construida
por el autor, el narrador. Esta voz se diferencia de la del autor y puede coincidir o no
con algún personaje. Suele expresarse en primera o tercera persona.
El narrador
El narrador es una voz ficcional imaginada por el autor para
relatar la historia. No se debe confundir con la persona real que escribe el
texto que leemos; por ejemplo, quien narra ―Cuento policial‖ no es
Marco Denevi – que sí es el autor-, sino un narrador que conoce todo lo
que les acontece a los personajes (al empleado, a la mujer en el balcón, al
policía) durante todo el texto. Existen
distintos tipos de narrador, que se Marco Denevi (1920-1998)
organizan según su modalidad de fue un escritor argentino.
participación en la historia.
Tipos de narrador
● Interno (cuenta la historia en primera persona):
Protagonista: Está involucrado en los sucesos que narra. Por ejemplo: “Subí
las escaleras, en el camino me asomé a los grandes salones…”
Testigo: Cuenta lo que ve, lo que oye o lo que le dijeron qué ocurrió. Por
ejemplo: “Lo vi subir rápidamente las escaleras y asomarse a las puertas de los
grandes salones. Escuché que venía a reclamar por su ciudad, pero me pareció
extraño…”
● Externo (cuenta la historia en tercera persona):
Omnisciente: Conoce lo que sienten y piensan los personajes y puede
anticiparse a la historia. Por ejemplo: “Subió las escaleras con la esperanza de
encontrar al culpable y se asomó, curioso, a los grandes salones…”

El marco narrativo
El marco narrativo está constituido por el lugar, el tiempo y la presentación de
los personajes
●El lugar: es el espacio físico donde transcurren los hechos
narrados. En algunas narraciones, el narrador suele dar información y
describir los espacios: “el castillo de Viena era espacioso, demasiado
lujoso para ser corriente, pero sin el esplendor de los palacios
acostumbrados…”. En los relatos tradicionales, los lugares son
imprecisos: “en un lejano reino…”.
● El tiempo: la ubicación temporal de los acontecimientos a
veces es indefinida, como en los mitos: “En el comienzo de los
tiempos…”. Otras veces, el narrador sitúa los
acontecimientos de manera más precisa: Los cuentos tradicionales son imprecisos
“Corría el Siglo XVIII, exactamente el año en el tiempo y el espacio.
1757 cuando el joven estudiante de piano…”.
La presentación de los personajes: son los primeros datos acerca de los

personajes que llevarán a cabo las acciones narradas. En ocasiones las cualidades de los
personajes son más elaboradas brindando detalles de su personalidad: “en apariencia
orgullosa, de carácter ansioso…”. En los cuentos tradicionales, los personajes
responden a ciertos arquetipos clásicos: el héroe, la princesa, la bruja, la madrastra, etc.
El relato enmarcado
A las narraciones que se encuentran incluidas dentro de otra historia se las
denomina relatos enmarcados. La estructura de este tipo de narraciones puede graficarse
de esta manera:
Historia 1 o relato marco, que abre y cierra la narración e incluye otra

Historia 2 o relato enmarcado, que se incluye dentro de


ese marco
La descripción literaria
La descripción presenta los lugares, los objetos y los personajes con palabras,
(generalmente adjetivos) del mismo modo que la pintura o la fotografía lo hacen con
formas y colores. Según la actitud que asuma el observador frente a lo observado, las
descripciones pueden ser:
● Objetivas: el emisor informa con precisión sobre las características de lo
descripto, intentando ajustarse a la realidad y sin realizar valoraciones personales, ni
juicios de ningún tipo: “He aquí Pergamino, con su fuerte rodeado de ancho foso, con
su puente levadizo de madera y cuatro cañoncitos que apuntan a la llanura sin límites”.
Subjetivas: lo que se describe está atravesado por las emociones del

observador: “Y el humo, el humo crece en bocanadas nauseabundas”.
Funciones de la descripción
En una narración, las descripciones pueden cumplir las siguientes funciones:
● Informar dónde y cuándo ocurrieron los hechos.
● Presentar a los personajes y profundizar sus características.
● Crear un ambiente determinado (terrorífico, realista, legendario, etc.)
● Generar algún tipo de efecto en el lector (emoción, duda, miedo, etc.)
● Retrasar la acción pausando lo que está ocurriendo para generar expectativa.
La descripción de una persona se denomina retrato y suele incluir dos aspectos:
la apariencia física y el carácter: “Era un hombre alto, de espalda ancha y robusta.
Silencioso. Su carácter duro y seco intimidaba a todos los habitantes del lugar”.

La novela
La novela es una obra narrativa literaria de mayor
extensión que un cuento. Mientras que el cuentista, para
construir su mundo ficcional, se ve obligado a condensar las
acciones y mencionar solo los elementos centrados en el conflicto,
el novelista puede:
● Recurrir con mayor frecuencia a la descripción: Cuando el
viento soplaba del Este, el hedor se extendía a través del puerto,
procedente de la fábrica de tiburones; pero hoy no se notaba más
que un débil tufo porque el viento había vuelto al Norte.

● Recurrir con mayor frecuencia al uso de diálogo:


El secreto de la cúpula
- Papá no tiene mucha fe. es una novela de ciencia
ficción publicada en el
2017.
- No. Pero nosotros sí, ¿verdad?
● Desarrollar una intriga más compleja. Esto implica:
▪ Variedad de acontecimientos (historias paralelas, principales y secundarias, que
pueden cruzarse como no; pueden resolverse o simplemente tener un desenlace abierto).
▪ Diversidad de escenarios (se describen múltiples lugares, paisajes, países, ciudades,
etc.)
▪ Mayor desarrollo del tiempo (por su extensión, las novelas pueden narrar con
detenimiento el devenir de los días, meses, años, siglos).
▪ Cantidad de personajes (en las novelas, los protagonistas están acompañados por
personajes secundarios que enriquecen los hechos narrados).

Al igual que sucede con los cuentos, podemos encontrar novelas


de distintos tipos (policiales/ realistas/ fantásticas/ de ciencia
ficción/ históricas/ de terror/ de suspenso) que respetan las
características de estilo propias de cada género y pueden
explotarlas gracias a contar con una mayor cantidad de páginas.
Además, las novelas pueden cruzar o combinar géneros y
estilos (elementos del policial

Don Quijote de la Mancha (1605) de Miguel de Cervantes, es


considera la primera novela moderna de la literatura castellana.
UNIDAD 1. LEYENDAS URBANAS

Teoría: Leyendas urbanas / Características / Crónica literaria / Características.

Textos: ―Cinco leyendas‖ – Alejandro Dolina / ―El falso médico‖ / ―El último taxi‖ /
―La estación fantasma‖ / ―Amores que matan‖ / ―La dama de blanco‖ – Guillermo
Barrantes

La leyenda urbana es una narración de origen oral y anónimo sobre un episodio


(fantástico o realista) supuestamente ocurrido y transcurren en una ciudad. Estas
leyendas producen gran impacto en los receptores ya que los hechos narrados, por su
cercanía espacial y temporal le podrían ocurrir a cualquiera.
¡Circulen, por favor!
Las leyendas urbanas suelen circular de boca en boca, aunque en la actualidad los
medios de comunicación (televisión, radio, diarios o revistas) el correo electrónico e
internet también las difunden rápida y espontáneamente. Debido a su circulación masiva
y veloz, podemos encontrar distintas versiones de una misma leyenda urbana, con
pequeños cambios en la trama (como si fuera una especie de "teléfono descompuesto").
Las leyendas urbanas se vinculan al rumor porque son recibidas y retransmitidas por la
gente sin exigir una prueba de veracidad.

Características principales de la leyenda urbana


Existe una serie de elementos comunes en este género:
• Fuente: es generalmente oral o difundida por los medios de comunicación. Se presenta
como cercana o confiable. Por ejemplo: "a un amigo de un amigo le sucedió" o "un
conocido me contó".
• Hechos: aunque las leyendas urbanas siempre se cuentan como "historias verídicas",
los hechos pueden ser sobrenaturales (intervienen elementos sobrenaturales, como la
aparición de un fantasma, el diablo o el uso de magia.) o verosímiles (resultan creíbles,
aunque parezcan raros o extravagantes). Las historias pueden ser anécdotas misteriosas,
coincidencias insólitas, noticias ambiguas, accidentes absurdos o confusiones
inimaginables.
• Lugares: son cercanos y reconocibles, a menudo ubicados geográficamente. Ejemplos:
cementerios, supermercados, lugares de venta de comida rápida, cines o restaurantes.
• Tiempo: próximo al momento de su difusión. Frases como "hace poco", "el otro día" o
"la semana pasada" suelen introducir el tiempo de la leyenda urbana y volverla más
creíble.
• Personajes: son generales y poco definidos: "un hombre", "una chica", "una pareja". A
veces, las apariciones o los personajes principales pueden tener apelativo (por ejemplo,
la leyenda de Felicitas Guerrero). • Temas: las leyendas urbanas nos hablan de las
preocupaciones y miedos relacionados con la vida moderna: accidentes, fenómenos
paranormales, incidentes en las rutas, violencia urbana, angustia por la salud o el
cuidado de los niños.

Cinco leyendas
Alejandro Dolina

Leyenda de las dos calles


Hay en el barrio del Ángel Gris H dos calles - nadie sabe cuáles- que son las
calles de la vida y la muerte. Son aparentemente paralelas y no deberían cruzarse jamás.
Pero un día cada siete años, un día que nadie conoce, las dos calles se entrevistan
en secreto y forman una esquina mágica.
En esa esquina hay un buzón rojo carmín.
En el buzón hay mil cartas. Dentro de uno de los sobres hay un papel azul y en el
papel hay una palabra, una sola, escrita con tinta sutil.
En esa sola palabra se condensa todo el saber del universo.
Dentro de los otros sobres hay otras palabras, pero son palabras falsas, que solo
sirven para engañar y confundir a los hombres. Hay que acertar la calle y reconocer el
día exacto y la hora precisa para llegar a la esquina secreta. Hay que abrir el buzón y
adivinar cuál de las mil cartas es la verdadera.
Es difícil.
Los hombres sensibles de nuestro barrio lo saben.
Saben también que aun teniendo la inmensa suerte de encontrar la esquina y la
carta, no podrían leer la palabra, pues la tinta se borra con la luz. Saben también que es
probable que la palabra no signifique nada para ellos. Pero día tras día, noche tras
noche, la muchachada camina y recamina las calles del barrio buscando la esquina
secreta.

Leyenda de los caballos de carrera

Los domingos nueve de los meses impares que terminan en "o", el demonio se
apodera del cuerpo de los caballos que llevan el número siete y que están anotados en la
quinta carrera. A veces, estos caballos pierden y los apostadores reniegan de Dios y se
condenan. Otras veces, los caballos ganan y los apostadores se enriquecen, dejan sus
trabajos, se olvidan de Dios y se condensan.

Leyenda de la mujer que es, sin saberlo, el diablo

Hay en Las Lomas de El Palomar una hermosa mujer que se aparece a los
muchachos en las noches de verano. La mujer les cuenta una historia de amor y les
regala una flor azul.
Los muchachos guardan la flor azul en un libro y piensan en la mujer y lloran de
melancolía. La mujer es en realidad el demonio, pero los muchachos no lo saben y ella
tampoco, tan oscuros son los métodos de Satán. Dios guarde a los muchachos tristes de
las mujeres hermosas.
Leyenda de la moneda de cinco guitas y la moneda de diez

En algún sitio de Buenos Aires hay dos monedas. Una, de cinco guitas, es la
moneda del saber y la felicidad.
Quien la encuentre poseerá el secreto de las Ciencias y el Amor.
La otra moneda, de diez centavos, es la moneda de la muerte y la mishiadura.
Quien la encuentre no conocerá nunca la paz y un día morirá para siempre.
Algunos sostienen que hay también una tercera moneda mágica, pero nadie sabe
qué puede ocurrirle a quien la encuentre.

Leyenda del volador de Flores

Casi todos los hombres sensibles de Flores conocían a Luciano, el volador. Sabía
atender un puesto de diarios en la esquina de Boyacá y la avenida. Sus apologistas
pretenden que levantaba quiniela, hecho que no le consta para nada al compilador de
estas historias. Por lo demás, a través de todos los mitos de Flores, parece constante el
afán de enaltecer el recuerdo de los héroes, atribuyéndoles actividades relacionadas con
el juego. Si es verdad lo que se cuenta, Luciano volaba. Sus escasas fotografías nos lo
muestran liviano y magro, aunque carente de alas. Una de ellas, que suele utilizarse
como prueba de su don, lo registra en el costado derecho de un grupo numeroso y sus
pies aparecen en el aire, a una cuarta escasa del suelo. Los escépticos atribuyen este
efecto a un truco fotográfico o bien a un pequeño salto oportuno.
Sin embargo, la tradición oral de Flores insiste en recordar los vuelos de
Luciano. Los más viejos aseguran que, cuando niño, descolgaba los barriletes que se
enredaban en los árboles y recobraba las pelotas que caían en los techos del vecindario.
Ya mayor, prefirió siempre los vuelos nocturnos. Parece que el cielo sostiene mejor de
noche y no se corre el riesgo de llamar la atención de los papanatas.
Excepción hecha de los días de lluvia o granizo, Luciano prescindía de los
colectivos y taxímetros. Un viajecito al centro le insumía apenas diez minutos. Solía
aterrizar en las terrazas solitarias y bajar por los ascensores, para evitar el escándalo.
Siendo volador, Luciano era discreto. Conoció eso cuentan el secreto de todos los
campanarios de Flores, se cruzó mil veces con las brujas desnudas que sobrevuelan
Belgrano y se saludó con los ángeles ociosos que se dejan llevar por los vientos.
Sus enemigos lo acusaban de robar higos y triciclos, para no hablar de las
lamparitas del alumbrado público. Los aviones le producían terror, desde un día en que
paseando por El Palomar, un pardo Avro Lincoln casi le arranca la cabeza.
Manuel Mandeb ha sido el principal proveedor de anécdotas de Luciano. El
pensador árabe cuenta -por ejemplo las desagradables consecuencias que padeció a
causa de su ignorancia del uso de la brújula y la posición de los astros.
Así nos refiere que una noche que volaba hacia el estadio de Vélez Sarsfield con
la ladina intención de colar- se, equivocó el camino y descubrió las fuentes mismas del
río Matanza. Encontró allí sostiene Mandeb- grandes poblaciones lacustres, semejantes
a las que cundieron en Suiza hace milenios. Tomándolo por un dios, los inocentes
pobladores lo agasajaron, le dieron a beber hidromiel, le cedieron a una joven más o
menos doncella y le obsequiaron una yunta de gallinas y un florero, único de estos
objetos que aún se conserva.
Estos cuentos son muy sospechosos. Sospechosa también es la historia que ubica
a Luciano siguiendo una bandada de golondrinas hasta los trópicos o aquella que hace
referencia a la lucha del volador con un cóndor bataraz. Cuando comenzaron las
calamidades en el barrio de Flores, Luciano decidió partir. Las palomas azules con sus
plumas de acero coparon el cielo de la barriada y el volador sintió miedo. Manuel
Mandeb insiste en que antes de irse para siempre, Luciano le contó el secreto de su
increíble destreza. Dice Mandeb que un mago extranjero le concedió el don del vuelo,
pero le hizo la siguiente prevención: "Volarás, Luciano, pero cuida que quienes lo sepan
no escriban nunca tu historia. Cuando alguien la lea, tu poder cesará definitivamente".
Esto explica que las hazañas de Luciano solo se hayan transmitido en forma oral.
Ninguno de los literatos de Flores lo menciona jamás. Gracias a ello Luciano habrá
seguido volando hasta el día de hoy, lector impío, en que tus ojos curiosos acaban de
desbarrancarlo para siempre.

Dolina, Alejandro. "Cinco leyendas", en Crónicas del Ángel Gris, Buenos Aires:
Planeta, 2002.

Actividades:

1) Completen las oraciones con los títulos de las leyendas según correspondan.
a) En ___________________________ y ________________________ el
demonio interviene para desgracia de los hombres.
b) En ______________________ se hace referencia a la transmisión oral de
la leyenda.
c) En ____________________________________ se cree que una sola
palabra puede encerrar todo el saber del universo.
d) En ______________________________ hay un objeto cuya posesión
determina el destino del poseedor.

2) Tachen los personajes sobrenaturales que no se corresponden con estas


leyendas:
Demonio hombre lobo brujas
sirenas
Fantasmas hombre volador mago
ángeles

3) ¿Quién cuenta las cinco leyendas?


Luciano
Manuel Mandeb
Un narrador en tercera persona
Alejandro Dolina

4) ¿Qué elementos encuentran en común entre las cinco leyendas?


5) ¿En qué barrios transcurren las leyendas?
6) Relean la ―Leyenda del volador de Flores‖ y resuelvan:
a- Hagan una lista con las actividades y anécdotas (creíbles o fantásticas)
atribuidas a Luciano, el volador.
b- Determinen cómo se conocen las historias de Luciano.
c- Expliquen el final del relato
7) Investiguen el significado de los colores y expliquen por qué:
A- La flor que entrega la mujer-demonio es azul.
B- El buzón de la primera leyenda es rojo carmín
8) Determinen tres características principales de las leyendas urbanas que se
cumplan en ―Cinco leyendas‖ justifiquen en cada caso.
a-
_____________________________________________________________
_
b-
_____________________________________________________________
_
c-
_____________________________________________________________
_

El falso médico

Son muchas horas y el cansancio se acumula. Se siente sobre los


hombros. Varios cafés engañan al sueño y lo retardan un poco, pero esto solo no
alcanza. Las guardias son inevitables, pero él sabe que con esto también suma
experiencia.
Le pide a una enfermera que le alcance las historias clínicas1 de los
pacientes de la habitación 224. Es el último esfuerzo. Ya se va. Una cama
verdadera y no una camilla durísima y fría. Eso es lo que necesita.
Repasa las historias clínicas: no son casos graves. No tiene que tomar
decisiones por el día de hoy.
- Buenos días – dice en voz alta y firme-, ¿cómo están hoy?
Braulio, un señor de unos 70 años, lo saluda apenas con la mano, pero le
hace un gesto de que está todo bien. Cálculos renales como para llenar una
estantería completa. Un poco dopado, pero evolucionando bien. Lo revista. Todo en
orden,
En la cama de al lado, la otra paciente, Rosa.
Entró con un cuadro de vesícula inflamada, para
intervención. Tiene para unos días antes de ser operada.
Con la vesícula inflamada hay más riegos. ¿Es él que la
ve muy pálida o realmente lo está? Le hace la pregunta
de rigor:
- Y, doña Rosa, ¿cómo se siente?
- Con dolor, m´hijo, duele la herida.
El doctor trata de procesar rápidamente la información que vuelve a
consultar en la historia clínica.
- ¿Qué herida, Doña Rosa?
- La de la operación, cuál va a ser si no- le contesta la señora al
mismo tiempo que levanta la sábana y parte del camisón. La marca de la herida
no le deja lugar a duda. La incisión se ve desprolija y la sutura no mucho mejor.
El doctor no sabe por dónde empezar, pero hace la pregunta obvia:
1
Historia clínica: Ficha médica de un paciente, con los datos sobre su persona, los tratamientos, los
cambios ocurridos a lo largo de un tiempo, etcétera.
- ¿Pero quién… cuándo la operaron, Doña Rosa?
Doña Rosa le pide que le sirva un vaso de agua, pero el doctor está tan
nervioso que casi se la toma él.
- Vino un muchacho joven, como usted, y se presentó como el
doctor… no me acuerdo el apellido. Ya estaba con los guantes y con lo que va
en la boca, eso, el barbijo y me contó, hablando muy suavecito, que me iba a
operar. Le pregunté si tenía que ser ahora. Me contestó que era el único
momento en que el… ¿cómo se llama?, eso, quirófano, estaba libre. Bueno, me
dijo, ahora cierre los ojitos y relájese. Después me puso un pañuelo en la boca y
me quedé dormida. ¿Pasa algo malo doctor?
El doctor repasa por décima vez la historia clínica. Solo
figura la rutina diaria, nada más.
- Doctor, ¿pasa algo?
Al médico le tiemblan las piernas y no puede decidir si
dejar a Rosa sola o llamar a la enfermera, aunque no es la misma
de la noche. Se pregunta cómo puede ser posible, cómo.

Publicado en Buenos Aires es leyenda de Guillermo Barrantes y Víctor Coviello.

La estación fantasma

La línea A es la red de subterráneo más antigua de la


Argentina. En sus primeros años, recorría desde la estación de
Plaza Miserere hasta Plaza de Mayo. En la actualidad cuenta
con más estaciones producto del desarrollo de las vías.
Algunos pasajeros cuentan que, entre Alberti y Pasco,
las luces de los vagones titilan más de la cuenta y en muchas
ocasiones la luz se apaga completamente.
Al acercarse a las ventanillas, pueden verse al costado
de las vías obreros que, con uniformes antiguos, trabajan
incansablemente. Es que, en realidad, mientras se construía la
media estación ocurrió un derrumbe que causó la muerte
inmediata de varios trabajadores. Si bien los cuerpos fueron
encontrados, sus almas continúan edificando una
estación…una estación fantasma.

Publicado en Buenos Aires es leyenda de Guillermo Barrantes y Víctor Coviello.


El último taxi

Mire que yo no me dejo llevar por todas esas historias de fantasmas que la gente
repite como si fueran verdad. ¡Se escucha cada pavada! Como eso de que han visto a
Gardel, a metros de su propia tumba, conversando con Gilda ¡Pero, por favor! Es que
acá en Chacarita hay un montón de muertos famosos, y eso despierta la imaginación de
la gente. ¿No visitó todavía el panteón de personalidades? Le digo que al cementerio,
muy a mi pesar, llegan más turistas que otra cosa. Y digo ―muy a mi pesar‖ porque los
turistas no compran flores. Pueden sacarse mil fotos en la tumba de Bonavena o de
Homero Manzi, pero a los tipos no les ponen ni un clavel. Es así, la muerte ya no es lo
que era.

Cuando yo era un pibe, no sabe lo que


trabajábamos acá en el día de los muertos. ¡Ah,
eran otros tiempos! Las familias se pasaban el día
al lado del difunto. Limpiaban las bóvedas, se
traían el mate y se sentaban sin tanto prurito2
sobre las tumbas. ¡Y así se pasaban las horas
charlando con sus muertos!

Por eso esa chica me llamó la atención.


Tatuajes y aritos por todos lados, tan de esta
generación y, sin embargo, hizo lo que nadie hace en estos días: estuvo toda la tarde
aquí. Llegó tempranísimo, no eran ni las siete. Yo, por lo menos, no había terminado de
acomodar el puesto.

Compró un ramo de calas y eso también me extrañó. Ahora la gente prefiere


fresias o jazmines; no se dan cuenta de que no duran nada y al pobre muerto enseguida
le quedan las flores marchitas. Desde acá se ve el ramo ¿lo ve? La chica estuvo a los
pies de esa tumba todo el santo día.

Y ahí mismo la encontré yo, muerta, a la mañana siguiente. Hubiera pensado que
dormía, de no ser porque la vi tomar el taxi la noche anterior. La historia por acá es
conocida. Hay quien dice que la patente es RIP 666, pero esas son mentiras. Yo lo vi
con mis propios ojos y le puedo asegurar que el coche no tiene patente alguna. Acá no
es la primera vez que alguien se muere sobre la tumba del ser amado. Parece de
película. Es hasta romántico si lo piensa un poco. Pero con el cementerio como
escenario la cosa es más bien espeluznante. Más que conmover, espanta ¿no?

Como le dije, la chica se había pasado todo el día al lado de su muerto. De a


ratos se sentaba o volvía a acomodar las flores, pero siempre junto a la tumba. Sin
alejarse para nada. Ya estaba anocheciendo cuando salió. Y mire qué cosa: a mí se me
vino la imagen de un fantasma. Porque caminaba, así, como abstraída del mundo. Bajó
a la calle sin siquiera mirar. ―¡Ay, pero esta chica!‖, le juro que pensé cuando sentí la
frenada del taxi.

2
Prurito: Deseo persistente y excesivo de hacer algo de la mejor manera posible.
Solo llegué a ver dos cosas
que me alarmaron. El coche no tenía
patente y la puerta se abrió sola
desde adentro. La piba entró como
una autómata3. Ya sé, usted se
preguntará por qué razón me alarmé
yo. Lo que le dije: la historia es
conocida. Un taxi sin patente cuya
puerta se abre sin que el pasajero
tenga que tocarla. El último taxi. El
que por nada del mundo tenés que tomar en los alrededores de La Chacarita.

Si hubiera sido una historia más, como las otras, no me habría dejado
impresionar. Pero era la historia de mi abuelo. Yo apenas era un pibe cuando la escuché
la primera vez. Y todo coincidió tal cual: alguien consumido por la tristeza, que apenas
se da cuenta de lo que pasa alrededor. El taxi sin patente que frena de golpe. La puerta
que se abre y el último viaje. Porque es así: el pasajero que toma ese taxi aparece
muerto al otro día, sobre la tumba del ser amado.

¿Que por qué digo la historia de mi abuelo? Porque él le salvó el pellejo a una
mujer en el 83. ¡Si habré escuchado el relato! Tenía el cabello enrulado y llevaba una
remera con hombreras y minifalda. Lo demás igual: la tristeza infinita, la tarde entera en
el cementerio para irse casi de noche. La diferencia fue que mi abuelo sospechó. No de
una fuerza sobrehumana, claro. Creyó que la secuestraban y por eso actuó. Primero
quiso abrir la puerta: estaba trabada. ¿Vio este fierro? Se usa para mover el toldo, si no
el sol del mediodía nos aniquila las plantas. Y bueno: con esto le dio a la ventanilla. El
vidrio se hizo añicos y el taxista clavó los frenos. Entonces mi abuelo sacó a la chica de
un tirón y en ese forcejeo vio el rostro del conductor. Durante muchos años no quiso
contarme (¡Imagínese, yo era un pibe!) pero un día por fin me lo confió: las cuencas
vacías de sus ojos, la piel putrefacta que apenas ocultaba un cráneo aterrador lleno de
vida.

¿Si la chica llegó a ver algo? Seguramente. Dicen que se quedó muda y terminó
encerrada en un hospicio. Mire, yo no puedo obligarlo a creer, pero es así. De cada cien
historias que se cuentan por aquí, hay una sola verdadera. La del último taxi es una de
esas.

Publicada en Entre letras I (editorial Santillana)

Actividades:
1) Lean las leyendas urbanas y resuelvan:

a) ¿Qué descubre el médico al conversar con Doña Rosa? ¿Por qué está tan

3
Autómata: Máquina que imita la figura y los movimientos de un ser animado.
nervioso?

b) Tilden las respuestas correctas:

● La línea A…

es la más antigua de la Argentina. □

fue inaugurada por un antiguo rey. □

es el hogar de una colonia de vampiros descendientes del Conde Drácula. □

recorría de Plaza Miserere hasta Plaza de Mayo. □

fue destruida por un gigante. □

sufrió un derrumbe entre las estaciones Alberti y Pasco. □


c) ¿Qué manifiestan los pasajeros de esta línea de subte? ¿Cuál es el hecho sobrenatural
de la leyenda?

d) En la leyenda ―El último taxi‖ se mencionan a varias personalidades importantes de


nuestra cultura (ver apellidos resaltados en negrita). Averigüen quiénes fueron y por
qué se destacaron. Compartan la información oralmente con sus compañeros.

e) Subrayen los hechos que efectivamente vio el personaje principal:

La chica muerta sobre la tumba a la mañana siguiente. La patente RIP 666.

La chica subiéndose a un taxi sin patente. El taxi desvaneciéndose en el aire.

La puerta del taxi que se abre desde adentro. Los ojos vacíos del conductor y su piel.

La chica saliendo como una autómata del cementerio.

f) ¿Por qué motivo el narrador cree en esta leyenda?


La crónica literaria
La crónica nació como un género historiográfico que registra de manera cronológica los
hechos acontecidos en un determinado tiempo y lugar. Los cronistas apuntan los episodios, los
organizan temporal y espacialmente, y realizan comentarios acerca de los hechos sucedidos.
Existen distintos tipos:

⚫ La crónica periodística: utiliza un lenguaje informativo para narrar hechos de relevancia


para una comunidad. Encontramos este tipo de crónica en los diarios o en revistas
especializadas, como Anfibia.

⚫ La crónica literaria: narra de manera literaria hechos de interés para una comunidad.
"Felicitas Guerrero" es un ejemplo de crónica literaria.

Características.

El autor: El cronista narra los hechos reales utilizando un lenguaje estilizado.


Además, es la mirada del cronista la que se utilizará para narrar: las crónicas recurren a un
narrador externo que analiza los hechos (como el de Felicitas)

El género: la crónica es un género que oscila entre el periodismo y la literatura.

Los testimonios: la inclusión de testimonios de protagonistas y testigos de los hechos es un


recurso habitual para el cronista, ya que completan la información estudiada en las fuentes,
aunque suele ser más propia de las crónicas periodísticas.

La temporalidad: por la definición del género, el cronista suele organizar los hechos de manera
cronológica. Sin embargo, muchos cronistas actuales rompen con esta organización y adelantan
hechos que cronológicamente suceden posteriormente.

Los personajes: el cronista no incluye en sus relatos personajes o situaciones ficticias, sino que
relata hechos históricos reales. En la ficción histórica, en cambio, pueden aparecer personajes
inventados que complementan y enriquecen
UNIDAD 2: De detectives, pistas y sospechosos

Teoría: El cuento policial clásico/ Un enigma, dos historias/ La investigación deductiv


Sintaxis: oración simple. a/ El cuento policial negro/ Del policial negro al policial fuera de
ley/ El policial en contexto/ El texto argumentativo/ Estructura de los textos argumentativos/
Los elementos de la argumentación/ Recursos argumentativos. Sintaxis: oración simple.
Cuentos: ―El diamante azul‖ (Arthur Conan Doyle) / El extraño caso de Lady Elwood de
Roberto Fontanarrosa. / ―Un crimen casi perfecto‖ (Roberto Arlt) / ―Zugzwang‖ (Rodolfo
Walsh) /
―La pieza ausente‖ (Pablo De Santis).
Novela: ―El camino de Sherlock‖ (Andrea Ferrari) / ―La señora Pinkerton ha desaparecido‖
(Sergio Aguirre)

El cuento policial clásico


Los cuentos policiales clásicos o de enigma plantean un
misterio que se debe resolver por medio de la lógica; se centran, por
lo tanto, en la investigación de un delito y su posterior resolución.
Así, el razonamiento del detective, protagonista de estos cuentos,
conduce a personajes y lectores a la explicación de los hechos. Los
elementos propios de este tipo de relatos policiales son:
▪ Delito: Un problema al que se enfrenta el detective, el enigma que
debe resolver. Puede tratarse de un robo, un asesinato, una
falsificación, etcétera.
Serie británica
de cuatro ▪ Pistas: Los indicios, objetos o detalles que el detective considera
temporadas para resolver el caso. Pueden ser pistas verdaderas y conducir a la
(2010-2017). resolución del enigma o pistas falsas con el fin de distraer tanto a
los personajes como al lector.
▪ Detective: No es un policía, sino un aficionado. Posee grandes capacidades
deductivas y cada caso es un desafío para su inteligencia. En general no es un hombre
de acción, sino que resuelve los conflictos mentalmente y, en ocasiones, desde la
comodidad de su escritorio. Sherlock Holmes es el ejemplo más característico de este
tipo de detectives.
▪ Ayudante: El detective muchas veces cuenta con un ayudante, como el Dr. Watson,
que suele ser el narrador testigo de los relatos. Colabora con el detective en cada caso
y es testigo atento en la resolución propuesta por su compañero, aunque no cuenta con
su inteligencia.
▪ Otros personajes: La víctima, los sospechosos el
culpable y los investigadores oficiales (como la policía),
que suelen equivocarse y así resaltan el ingenio del
detective.
Además de Sherlock Holmes (Arthur Conan
Doyle), podemos encontrar en la literatura a otros
detectives famosos como Hércules Poirot y Miss
El famoso detective,
Marple (creados por la autora británica Agatha Christie),
Hércules Poirot en una
el padre Brown (de C.K. Chesterton) o C. Auguste
versión cinematográfica.
Dupin (Edgar Allan Poe).
En nuestro país, destacamos a Don Isidro Parodi detective creado por Jorge
Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, bajo el seudónimo de Honorio Bustos Domecq.
Un enigma, dos historias
Los cuentos policiales se caracterizan por presentar dos historias paralelas: la
historia del crimen en sí mismo (qué ocurrió) y la historia de la investigación (cómo el
detective resuelve el caso partiendo de pistas e interrogando sospechosos hasta hallar al
culpable).
La historia del crimen siempre sucede antes de que el detective entre en acción.
Al final, las dos se unen cuando se descubre al culpable.
La investigación deductiva
La deducción es el proceso o razonamiento lógico que
conduce al detective desde las pistas particulares a una
interpretación general de qué sucedió. Este proceso coincide con
el método científico hipotético- deductivo: la evaluación
correcta de la evidencia (las pistas) permite deducir un resultado
válido (la interpretación). La investigación de los detectives,
entonces,
responde a los
El film Enola Holmes (2020) recrea la vida de siguientes pasos:
la hermana del detective.
Paso 1: Observación directa de objetos, personas y lugares para obtener pistas.

Paso 2: Formulación de una hipótesis o suposición acerca de qué ocurrió, cómo y por
qué, a partir de la reflexión sobre las pistas.

Paso 3: Puesta a prueba de la hipótesis mediante preguntas a los sospechosos o


análisis de los objetos para comprobarla o refutarla.
En el policial clásico o de enigma, este método es parte del relato, ya que sin
estos pasos la historia no podría avanzar.
El cuento policial negro
El policial negro es una variante del relato policial
clásico. Mantiene muchos de los elementos principales de este
tipo de historias, como por ejemplo, el planteamiento de un
misterio que se debe resolver, su respectiva investigación y
resolución, y la presencia de un detective o persona que asume el
rol de investigador. Sin embargo, el policial negro se destaca por
representar el mundo criminal de manera más
oscura, muchas veces introduciendo situaciones de Dashiell Hammett (1894-1961).
violencia.
La finalidad no es contar la investigación de un crimen, sino denunciar la
sociedad corrupta en la que se desarrollan estos delitos. Dashiell Hammett y Raymond
Chandler son considerados los creadores del género. Sus detectives, Sam Spade y
Philip Marlowe, son hombres duros y solitarios que enfrentan a los criminales con su
propia fuerza. En nuestro país, Rodolfo Walsh escribió varios relatos de este tipo,
protagonizados por el comisario Laurenzi.
Algunas características del policial negro son:
▪ Detective: Es un profesional y cobra por sus servicios. Se involucran en el mundo de
los criminales y son capaces de usar su fuerza física para atrapar a los culpables.
▪ Crimen: Los motivos de los crímenes se vinculan con la sociedad corrupta que
alberga a esos criminales. Celos, traición, dinero y venganza son
algunas de las principales causas de los delitos.
▪ Ambiente: En estos relatos, la resolución del enigma no es tan
importante como la presentación de ambientes urbanos
marginales y sombríos que tienen sus propias leyes. La tensión
del lector está centrada en las acciones que el detective (que
pone en peligro su vida) lleve a cabo.
▪ Participación del lector: A diferencia del policial clásico, en el policial negro el
lector sigue la acción y los pasos que van
dando los protagonistas; muchas veces sin Antología de relatos policiales negros.
comprender totalmente lo que sucede.
▪ Incertidumbre y destino: El suspenso es un factor fundamental en el relato policial
negro. Perseguidores y perseguidos están sujetos a las mismas probabilidades de
sobrevivir o morir en el intento.
Del policial negro al policial fuera de ley
El policial fuera de ley presenta variaciones respecto del
policial negro. Si bien en este último la finalidad no es contar la
investigación de un crimen, aparece un detective o un personaje que
encarna el proceso de investigación y muchas veces el misterio se
resuelve. Sin embargo, en el policial fuera de ley la justicia se
realiza por mano propia. En este
El secreto de sus ojos
sentido, quien comete el delito muchas
(2009) se puede
veces también es una víctima, y se
considerar un policial
produce la comprensión y justificación
fuera de ley.
del crimen.
El policial en contexto
El siglo XIX fue una época de grandes cambios. Con la segunda revolución
industrial aparecieron nuevas tecnologías, como los trenes y los barcos de vapor.
Además, se vivió un gran desarrollo científico. Por su parte, en las ciudades
comenzaron a asentarse grandes poblaciones y esto provocó el surgimiento de:
● Instituciones de seguridad urbana, como la policía
y las agencias gubernamentales de investigación.
● Delitos vinculados al anonimato, ya que en los
centros urbanos la cantidad de habitantes impide que
todos se conozcan.
● Métodos de la Justicia ligados al pensamiento
científico para comprobar la culpabilidad o no de los
detenidos.
Museo dedicado a Sherlock
● Rápida difusión de noticias policiales en los
Holmes ubicado en el 221B
periódicos, que despertaron gran interés en los lectores.
de Baker Street (Londres).
La literatura y las artes reflejaron las
transformaciones sociales de la época. Y es en ese contexto de gran confianza frente al
avance científico que surge el género policial, considerado un género popular y de gran
éxito hasta el día de hoy.

Actividad:
1) Teniendo en cuenta la teoría leída, confeccioná en tu carpeta un cuadro comparativo
entre el cuento policial clásico y el cuento policial negro. Debés establecer
comparaciones entre el estilo, los personajes, los delitos y la finalidad de ambos tipos de
relatos.
Cuentos:
EL DIAMANTE AZUL

de Arthur Conan Doyle

Dos días después de la Navidad, pasé a visitar a mi amigo Sherlock Holmes con
la intención de saludarlo. Lo encontré tumbado en el sofá, con una bata morada. Al lado
del sofá había una silla de madera, y de una esquina de su respaldo colgaba un sombrero
de fieltro ajado4 y mugriento, gastadísimo por el uso y roto por varias partes. Una lupa
y unas pinzas dejadas sobre el asiento indicaban que el sombrero había sido colgado allí
con el fin de examinarlo.
- Veo que está usted ocupado -dije-. ¿Lo interrumpo?
- Nada de eso. Me alegro de tener un amigo con el que poder comentar mis
conclusiones. Se trata de un caso absolutamente trivial - señaló con el pulgar el
viejo sombrero-, pero algunos detalles relacionados con él resultan interesantes.
Me senté en su butaca y me calenté las manos en la chimenea.
- Supongo -comenté- que, a pesar de su aspecto inocente, ese objeto tendrá una
historia terrible… o tal vez es la pista que lo guiará a la solución de algún
misterio y al castigo de algún delito.
- No, en absoluto. Nada de crímenes -dijo Sherlock Holmes, echándose a reír-.
Tan solo uno de esos incidentes caprichosos que suelen suceder cuando tenemos
cuatro millones de seres humanos apretujados en unos pocos kilómetros.
¿Conoce usted a Peterson, el recadero5?
- Sí. ¿Él es el dueño del sombrero?
- No, no, lo encontró. El propietario es desconocido. Le ruego que no lo mire
como un sombrerucho desastrado6, sino como un problema intelectual.
Veamos, primero, cómo llegó aquí. Llegó la mañana de Navidad, en compañía
de un ganso que ahora mismo se está asando en la cocina de Peterson. Los
hechos son los siguientes. A eso de las cuatro de la mañana del día de Navidad,
Peterson, que, como usted sabe, es un tipo muy honrado, se dirigía a su casa
bajando por Tottenham Court Road7. A la luz de los faroles vio a un hombre
alto que caminaba delante de él, tambaleándose un poco y con un ganso blanco
al hombro. Al llegar a la esquina de Goodge Street, se produjo una pelea entre
este desconocido y un grupo de delincuentes. Uno le quitó el sombrero de un

4
Fieltro ajado: Especie de paño no tejido. En este caso, envejecido o deslucido.
5
Recadero: Mensajero.
6
Desastrado: Descuidado.
7
Esta y las demás calles mencionadas en el cuento pertenecen a la ciudad de Londres.
golpe; el desconocido levantó su bastón para defenderse y, sin quererlo, rompió
la vidriera de la tienda que tenía detrás. Peterson corrió para defender al
desconocido de sus agresores, pero el hombre, asustado por haber roto el vidrio
y viendo una persona de uniforme que se dirigía hacia él, dejó caer el ganso y se
desvaneció en el laberinto de callecitas que hay detrás de Tottenham Court
Road. También los matones huyeron al ver aparecer a Peterson, pero dejaron
este botín de guerra: el destartalado sombrero y un impecable ejemplar de ganso
de Navidad. En una tarjetita atada a la pata izquierda del ave decía «Para la
señora de Henry Baker». Y en el forro del sombrero también pueden leerse las
iniciales «H. B.»; pero como en esta ciudad existen varios miles de Bakers y
varios cientos de Henry Bakers, no resulta nada fácil devolver esto.
- ¿Y qué hizo entonces Peterson?
- La misma mañana de Navidad me trajo el sombrero y el ganso, sabiendo que a
mí me interesan hasta los problemas más insignificantes. Finalmente, el recadero
se ha llevado al animal y me ha dejado el sombrero del desconocido caballero
que se quedó sin su cena de Navidad.
- ¿Y qué pistas tiene usted del tal Henry Baker?
- Solo lo que podemos deducir.
- ¿De su sombrero?
- Exactamente.
- ¿Es una broma? ¿Qué información se podría sacar de ese sombrerucho?
- Aquí tiene mi lupa. Ya conoce usted mis métodos. ¿Qué puede deducir usted de
la personalidad del hombre que llevaba esta prenda?
Agarré el sombrero y le di un par de vueltas de mala gana. Era un vulgar
sombrero negro de copa redonda, duro y muy gastado. El forro había sido de seda roja,
pero ahora estaba casi completamente descolorido. No llevaba el nombre del fabricante,
pero, tal como Holmes había dicho, tenía garabateadas en un costado las iniciales «H.
B.». El ala tenía presillas8 para sujetar una gomita elástica, pero esta faltaba. Por lo
demás, estaba agrietado, lleno de polvo y cubierto de manchas, aunque parecía que
habían intentado disimular las partes descoloridas pintándolas con tinta.
- No veo nada -dije, devolviéndoselo a mi amigo.
- Al contrario, Watson, lo tiene todo a la vista. Pero usted es demasiado tímido a
la hora de hacer deducciones.
Holmes tomó el sombrero de mis manos y lo examinó con aquel aire
introspectivo tan característico.
- Por supuesto, salta a la vista que el propietario es un hombre de elevada
inteligencia- dijo-, y también que hace menos de tres años era bastante rico,
aunque en la actualidad atraviesa malos momentos. Era un hombre previsor,
pero ahora no lo es tanto. Esto parece indicar una regresión moral unida a su
declive económico. Evidentemente, su mujer ha dejado de amarlo. Sin embargo,
aún conserva cierto amor propio. Es un hombre que lleva una vida sedentaria,
sale poco, se encuentra en muy mala forma física, de edad madura, y con el pelo
gris, que se ha cortado hace pocos días y en el que se aplica fijador. Además,

8
Presilla: Cordón pequeño con forma de anillo que sirve para prender botones.
dicho sea de paso, es sumamente improbable que tenga instalación de gas en su
casa.
- Se burla usted de mí, Holmes. Tengo que confesar que soy incapaz de seguirlo.
Por ejemplo: ¿de dónde saca usted que el hombre es inteligente?
A modo de respuesta, Holmes se colocó el sombrero en la cabeza. Le cubría por
completo la frente y quedó apoyado en el puente de la nariz.
- Cuestión de capacidad cúbica -dijo-. Un hombre con un cerebro tan grande tiene
que tener algo dentro.
- ¿Y su declive económico?
- Este sombrero tiene tres años. Fue por entonces cuando salieron estas alas planas
y curvadas por los bordes. Es un sombrero de la mejor calidad. Fíjese en la cinta
de seda con remates y en la excelente calidad del forro. Si este hombre podía
permitirse comprar un sombrero tan caro hace tres años, y desde entonces no ha
comprado otro, es indudable que ha venido a menos.
- Claramente. ¿Y eso de que era previsor, y lo de la regresión moral?
Sherlock Holmes se echó a reír.
- Aquí está la precisión -dijo, señalando con el dedo la presilla para enganchar la
goma sujetasombreros-. Ningún sombrero se vende con esto. El que nuestro
hombre lo hiciera poner es señal de un cierto nivel de previsión, ya que se tomó
la molestia de adoptar esta precaución contra el viento. Desde entonces se le ha
roto la goma y no se ha molestado en cambiarla, resulta que ya no es tan
previsor como antes. Por otra parte, ha procurado disimular algunas de las
manchas pintándolas con tinta, señal de que no ha perdido por completo su amor
propio.
- Desde luego, es un buen razonamiento. ¿Y lo demás?
- Los otros detalles, lo de la edad madura, el cabello gris, el reciente corte de pelo
y el fijador, se advierten examinando con atención la parte inferior del forro. La
lupa revela una gran cantidad de puntas de cabello, limpiamente cortadas por la
tijera del peluquero. Todos están pegajosos, y se nota un inconfundible olor a
fijador. Este polvo, fíjese usted, demuestra que ha permanecido colgado dentro
de casa la mayor parte del tiempo; y las manchas de sudor del interior señalan
que el propietario transpira abundantemente y, por lo tanto, difícilmente pueda
encontrarse en buena forma física.
- Pero lo de su mujer… dice usted que ha dejado de amarlo.
- Este sombrero no se ha cepillado en semanas. Cuando lo vea a usted, querido
Watson, con polvo de una semana acumulado en el sombrero, y su esposa lo
deje salir en semejante estado, también sospecharé que ha tenido la desgracia de
perder el cariño de su mujer.
- Pero podría tratarse de un soltero.
- No, llevaba a casa el ganso como ofrenda de paz a su mujer. Recuerde la tarjeta
atada a la pata del ave.
- Tiene usted respuesta para todo. Pero ¿cómo demonios ha deducido que no hay
instalación de gas en su casa?
- Una mancha de sebo9, e incluso dos, pueden caer por casualidad; pero cuando
veo nada menos que cinco, creo que existen pocas dudas de que este individuo
entra en frecuente contacto con sebo ardiendo; probablemente, sube las escaleras
cada noche con el sombrero en una mano y un candil10 goteante en la otra. En
cualquier caso, una instalación de gas no produce manchas de sebo. ¿Está usted
satisfecho?
- Bueno, es muy ingenioso -dije, echándome a reír-. Pero todo esto me parece un
despilfarro de energía.
Sherlock Holmes había abierto la boca para responder cuando la puerta se abrió
de par en par y Peterson, el recadero, entró en la habitación con el rostro enrojecido y
una expresión de asombro sin límites.
- ¡El ganso, señor Holmes! ¡El ganso! -decía jadeante.
- ¿Eh? ¿Qué pasa con él? ¿Ha vuelto a la vida y ha salido volando por la ventana
de la cocina?
- ¡Mire, señor! ¡Vea lo que ha encontrado mi mujer en el buche11! -extendió la
mano y mostró en el centro de la palma una piedra azul de brillo deslumbrador,
bastante más pequeña que una arveja, pero tan pura y radiante que centelleaba
como una luz eléctrica en el hueco oscuro de la mano.
- ¡Por Júpiter, Peterson! -exclamó-. ¡A eso le llamo yo encontrar un tesoro!
Supongo que sabe lo que tiene en la mano.
- ¡Un diamante, señor! ¡Una piedra preciosa!
- Es más que una piedra preciosa. Es la piedra preciosa.
- ¿No se referirá al diamante azul de la condesa de Morcar? -exclamé yo.
- Precisamente. Es una piedra absolutamente única. Creo que tengo por aquí un
informe- rebuscó entre los periódicos, sacó un recorte y leyó el siguiente
párrafo:
«Robo de joyas en el hotel Cosmopolitan. John Horner, de 26 años, fontanero,
ha sido detenido bajo la acusación de haber sustraído, el 22 del corriente, del joyero de
la condesa de Morcar, la valiosa piedra conocida como ―el diamante azul‖. James
Ryder, jefe de servicio del hotel, declaró que el día del robo había conducido a Horner
al gabinete de la condesa de Morcar, para que soldara el segundo barrote de la rejilla de
la chimenea, que estaba suelto. Permaneció un rato junto a Horner, pero al cabo de
algún tiempo tuvo que ausentarse. Al regresar comprobó que Horner había
desaparecido, que el escritorio había sido forzado y que el cofrecito donde se hallaba la
piedra estaba tirado, vacío, sobre el tocador. Ryder dio la alarma al instante. Catherine
Cusack, doncella de la condesa, declaró haber oído el grito de angustia que profirió
Ryder al descubrir el robo, y haber corrido a la habitación, donde se encontró con la
situación ya descrita por el anterior testigo. Horner fue detenido esa misma noche, si
bien se resistió violentamente y declaró su inocencia en los términos más enérgicos.

9
Sebo: Grasa animal sólida y dura que se utilizaba para hacer jabones, velas, etcétera.
10
Candil: Utensilio para alumbrar que consiste en un recipiente lleno de aceite y una mecha sumergida
en él.
11
Buche: Abultamiento del esófago de las aves, en forma de bolsa membranosa, donde almacenan los
alimentos para reblandecerlos antes de triturarlos en la molleja.
Debido a una condena anterior por robo, el magistrado remitió el caso a un tribunal
superior».
- ¡Hum! Hasta aquí, el informe de la policía -dijo Holmes, pensativo-. Ahora, la
cuestión es dilucidar la cadena de acontecimientos que van desde un joyero
desvalijado, en un extremo, al buche de un ganso en Tottenham Court Road, en
el otro. Como ve, Watson, nuestras pequeñas deducciones han adquirido de
pronto un aspecto mucho más importante y menos inocente. Aquí está la piedra;
la piedra vino del ganso y el ganso vino del señor Henry Baker, el caballero del
sombrero raído y todas las demás características con las que le he estado
aburriendo. Empezaremos con el método más sencillo, que sin duda consiste en
poner un anuncio en todos los periódicos de la tarde. Deme un lápiz y esa hoja
de papel. Vamos a ver: «Encontrados un ganso y un sombrero negro de fieltro en
la esquina de Goodge Street. El señor Henry Baker puede recuperarlos
presentándose esta tarde a las 6:30 en el 221 B de Baker Street». Baker, desde
luego, mirará los periódicos, porque para un hombre pobre el ganso significa
una pérdida importante. Además, al incluir su nombre nos aseguramos de que lo
vea, porque todos los que lo conozcan se lo harán notar. Aquí tiene, Peterson,
corra a la agencia y que inserten este anuncio en los periódicos de la tarde. Yo
guardaré el diamante azul. Gracias. Y oiga, Peterson, en el camino de vuelta
compre un ganso y tráigalo aquí, porque tenemos que darle uno a este caballero
a cambio del que se está comiendo su familia.
Marchado el recadero, Holmes levantó la piedra y la miró a trasluz.
- ¡Qué maravilla! -dijo-. Fíjese cómo brilla y centellea. Esto es como un imán para
el crimen. Esta piedra aún no tiene ni veinte años de edad. La encontraron a
orillas del río Amoy12, en el sur de China, y presenta la particularidad de poseer
todas las características del diamante, salvo que es de color azul en lugar de rojo
rubí. A pesar de su juventud, ya cuenta con un siniestro historial. Ha habido dos
asesinatos, un atentado con vitriolo13, un suicidio y varios robos, todo por culpa
de estos doce kilates de carbón cristalizado. ¿Quién pensaría que tan hermoso
juguete es un proveedor de carne para la cárcel? Lo guardaré en mi caja fuerte y
le escribiré unas líneas a la condesa, avisándole de que lo tenemos.
- ¿Cree usted que ese Horner es inocente?
- No lo puedo saber.
- Entonces, ¿cree usted que este otro, Henry Baker, tiene algo que ver con el
asunto?
- Me parece mucho más probable que Henry Baker sea un hombre completamente
inocente, que no tenía ni idea de que el ave que llevaba valía mucho más que si
estuviera hecha de oro macizo. Lo comprobaremos mediante una sencilla prueba
si recibimos respuesta a nuestro anuncio.
- En tal caso, continuaré mi ronda profesional, pero volveré esta tarde a la hora
indicada, porque me gustaría presenciar la solución a un asunto tan enredado.

12
Largo río del extremo sureste de Rusia y el extremo noreste de China. Su etimología es “río del dragón
negro”.
13
Vitriolo: Ácido sulfúrico.
- Encantado de verlo. Cenaré a las siete. Creo que hay becada14. Por cierto que,
en vista de los recientes acontecimientos, quizás deba decirle a la señora
Hudson15 que examine cuidadosamente el buche.
Me entretuve con un paciente, y era ya más tarde de las seis y media cuando
pude volver a Baker Street. Al acercarme a la casa vi a un hombre alto con boina
escocesa y chaqueta abotonada hasta la barbilla, que aguardaba en el brillante
semicírculo de luz de la entrada. Justo cuando yo llegaba, la puerta se abrió y nos
hicieron entrar juntos a los aposentos de Holmes.
- El señor Henry Baker, supongo -dijo Holmes, levantándose de su butaca y
saludando al visitante-. Por favor, siéntese aquí junto al fuego. Hace frío esta
noche. Ah, Watson, llega usted muy a punto. ¿Es este su sombrero, señor Baker?
- Sí, señor, es mi sombrero, sin duda alguna.
Era un hombre corpulento, de hombros cargados, cabeza voluminosa y un rostro
amplio e inteligente, rematado por una barba puntiaguda, de color castaño canoso. Su
levita16, negra y raída, estaba abotonada hasta arriba y sus flacas muñecas no daban
indicios de puños ni de camisa. Hablaba en voz baja y entrecortada, eligiendo
cuidadosamente sus palabras, y en general daba la impresión de un hombre culto e
instruido, maltratado por la fortuna. Las suposiciones de Holmes parecían acertadas.
- Hemos guardado estas cosas durante varios días -dijo Holmes- porque
esperábamos ver un anuncio suyo, dando su dirección. No entiendo cómo no
puso usted el anuncio.
Nuestro visitante emitió una risa avergonzada.
- No ando tan abundante de chelines17 como en otros tiempos -dijo-. Estaba
convencido de que la pandilla de ladrones que me asaltó se había llevado mi
sombrero y el ganso. No tenía intención de gastar más dinero en un vano intento
de recuperarlos.
- Naturalmente. A propósito del ave… nos vimos obligados a comérnosla, de no
hacerlo, no la habría aprovechado a nadie. Pero supongo que este otro ganso que
hay sobre la alacena, que pesa aproximadamente lo mismo y está perfectamente
fresco, servirá igual de bien para sus propósitos.
- ¡Oh, desde luego, desde luego! -respondió el señor Baker con un suspiro de
alivio.
- Por supuesto, aún tenemos las plumas, las patas, el buche y demás restos de su
ganso, así que si usted quiere…
- No veo de qué utilidad me iban a resultar los restos de mi difunto amigo- dijo
Baker riendo-. Limitaré mis atenciones a la excelente ave que veo sobre la
alacena.
Sherlock Holmes me lanzó una intensa mirada de reojo.

14
Becada: Perdiz.
15
La señora Hudson es la mujer que alquila a Sherlock Holmes el apartamento 221B de Baker Street.
16
Levita: Prenda masculina de etiqueta, más larga y amplia que el frac.
17
El chelín inglés era una moneda inglesa utilizada hasta 1971.
- Pues aquí tiene usted su sombrero, y aquí su ave -dijo-. Por cierto, ¿le importaría
decirme dónde adquirió el otro ganso? Soy bastante aficionado a las aves de
corral y pocas veces he visto una mejor criada.
- Desde luego, señor -dijo Baker-. Algunos de nosotros frecuentamos el mesón18
Alpha, cerca del museo... Este año, el patrón, que se llama Windigate, estableció
un Club del Ganso, en el que, pagando unas pocas monedas cada semana,
recibiríamos un ganso por Navidad. Pagué religiosamente cada centavo, y el
resto ya lo conoce usted. Le estoy muy agradecido, señor.
Con cómica pomposidad, nos dedicó una solemne reverencia y se marchó por su
camino.
- Con esto queda liquidado el señor Henry Baker -dijo Holmes, después de cerrar
la puerta tras él-. No sabe nada del asunto. ¿Tiene usted hambre, Watson?
- No demasiada.
- Entonces, le propongo que aplacemos la cena y sigamos esta pista mientras aún
esté fresca.
Al cabo de un cuarto de hora nos encontrábamos en Bloomsbury, frente al
mesón Alpha, un pequeño establecimiento público. Holmes abrió la puerta del bar y
pidió dos vasos de cerveza al dueño, un hombre de cara colorada y delantal blanco.
- Su cerveza debe de ser excelente, si es tan buena como sus gansos -dijo.
- ¿Mis gansos? -el hombre parecía sorprendido.
- Sí. Hace tan sólo media hora, he estado hablando con el señor Henry Baker, que
es miembro de su Club del Ganso.
- ¡Oh, sí! Lo recuerdo. Pero, señor, los gansos no son míos. Le compré las dos
docenas a una granjera de Brixton Road, la señora Oakshott.
- No la conozco. Bueno, ¡a su salud, patrón! Buenas noches. Y ahora, busquemos
a la señora Oakshott – me dijo Holmes, abotonándose el gabán-. Watson, me
parece que nos vamos acercando al núcleo de nuestra investigación.
Sus comentarios se vieron interrumpidos de pronto por un fuerte griterío
procedente del mesón que acabábamos de abandonar. Nos dimos vuelta: un sujeto
pequeño miraba al dueño, que agitaba ferozmente sus puños.
- ¡Ya estoy harto de que me pregunten sobre mis gansos! -gritaba Windigate-.
¡Váyanse todos al diablo! ¿Qué le importa? ¿Acaso le compré a usted los
gansos?
- No, pero uno de ellos era mío -gimió el hombrecito-. La señora Oakshott. me
dijo que se lo pidiera a usted.
- No aguanto más. ¡Largo de aquí!
Dio unos pasos hacia delante con gesto feroz y el preguntón se esfumó entre las
tinieblas.
- Ajá, esto puede ahorrarnos una visita a Brixton Road -susurró Holmes-. Venga
conmigo y veremos qué podemos sacarle a ese tipo.

18
Mesón: Posada o establecimiento donde se sirven comidas y bebidas.
Avanzando a largas zancadas, mi compañero no tardó en alcanzar al hombrecillo
y lo tocó con la mano en el hombro. El individuo se volvió bruscamente; en su cara
había desaparecido todo rastro de color.
- ¿Quién es usted? ¿Qué quiere? -preguntó con voz temblorosa.
- Perdone usted -dijo Holmes en tono suave-; he oído lo que le preguntaba hace
un momento al dueño del mesón Alpha, y creo que podría ayudarlo.
- ¿Usted? ¿Quién es usted? ¿Cómo puede saber algo de este asunto?
- Me llamo Sherlock Holmes, y mi trabajo consiste en saber lo que otros no saben.
- Pero usted no puede saber nada de esto.
- Perdone, pero lo sé todo. Anda usted buscando unos gansos que la señora
Oakshott, de Brixton Road, vendió al señor Windigate, del Alpha, y este a su
club, uno de cuyos miembros es el señor Henry Baker.
- Ah, señor, es usted el hombre que yo necesito -exclamó el hombrecito.
- En tal caso, lo mejor sería hablar de ello en una habitación confortable.
Sherlock Holmes hizo señas a un coche que pasaba.
- Pero antes de seguir adelante, dígame por favor a quién tengo el placer de
ayudar.
El hombre vaciló un instante.
- Me llamo John Robinson -respondió titubeando.
- No, no, el nombre verdadero -dijo Holmes en tono amable-. Siempre resulta
incómodo tratar de negocios con un alias.
- Está bien, mi verdadero nombre es James Ryder.
- Eso es. Jefe de servicio del hotel Cosmopolitan. Por favor, suba al coche y
pronto podré informarle de todo lo que desea saber.
El hombrecito asustado subió por fin al coche, y al cabo de media hora nos
encontrábamos de vuelta en la sala de estar de Baker Street.
- ¡Henos aquí! -dijo Holmes alegremente cuando penetramos en la habitación-.
Por favor, siéntese en el sillón de mimbre, señor Ryder. ¿Así que quiere usted
saber lo que fue de aquellos gansos? O más bien, deberíamos decir de aquel
ganso. Me parece que lo que le interesaba era un ave concreta… blanca, con una
franja negra en la cola.
- ¡Oh, señor! -exclamó Ryder con emoción-. ¿Puede usted decirme adónde fue a
parar?
- Aquí, y resultó ser un ave de lo más notable. Después de muerta…, puso el
huevo azul más pequeño, precioso y brillante que jamás se ha visto. Lo tengo
aquí en mi museo.
Nuestro visitante se puso en pie, tambaleándose, y se agarró con la mano
derecha a la repisa de la chimenea. Holmes abrió su caja fuerte y mostró el diamante
azul, que brillaba como una estrella.
- Se acabó el juego, Ryder -dijo Holmes muy tranquilo-. Sosténgase, hombre, que
se va a caer al fuego. Ayúdele a sentarse, Watson. Le falta sangre fría para
meterse en robos impunemente. Dele un trago de brandy19. Así. Ahora parece un
poco más humano. ¡Ladrón inexperto, ya lo creo!
Ryder permaneció sentado, mirando con ojos asustados a su acusador.
- Tengo ya en mis manos casi todos los eslabones y las pruebas que podría
necesitar. No obstante, hay que aclarar un poco para que el caso quede completo.
¿Había oído usted hablar de esta piedra de la condesa de Morcar, Ryder?
- Fue Catherine Cusack quien me habló de ella -dijo el hombre con voz cascada.
- Ya veo. La doncella de la señora. Bien, la tentación de hacerse rico de golpe y
con facilidad fue demasiado fuerte para usted. Sabía que ese pobre fontanero,
Horner, había estado complicado hace tiempo en un asunto semejante, y que eso
lo convertiría en el blanco de todas las sospechas. Entonces, usted y su cómplice
Cusack hicieron un pequeño desastre en el cuarto de la señora y se las arreglaron
para que llamaran a Horner. Y luego, después de que Horner se marchara,
desvalijaron el joyero, dieron la alarma e hicieron detener a ese pobre hombre.
De pronto, Ryder se dejó caer sobre la alfombra y se agarró a las rodillas de mi
compañero.
- ¡Por amor de Dios, tenga compasión! -chillaba-. ¡Piense en mi padre! ¡En mi
madre! Esto les rompería el corazón. Jamás hice nada malo antes, y no lo
volveré a hacer. ¡Lo juro! ¡No me lleve a los tribunales!
- ¡Vuelva a sentarse en la silla! -dijo Holmes rudamente-. Es muy bonito eso de
llorar y arrastrarse ahora, pero bien poco pensó usted en ese pobre Horner, preso
por un delito del que no sabe nada.
- Huiré, señor Holmes. Saldré del país. Así tendrán que retirar los cargos contra
él.
- Ya hablaremos de eso. Ahora díganos la verdad, porque en ello reside su única
esperanza de salvación: ¿cómo llegó la piedra al buche del ganso, y cómo llegó
el ganso al mercado público?
Ryder se pasó la lengua por los labios resecos y dijo:
- Le diré lo que sucedió, señor. Una vez detenido Horner, me pareció que lo mejor
sería esconder la piedra cuanto antes, porque no sabía en qué momento se le
podía ocurrir a la policía registrarme a mí y a mi habitación. En el hotel no había
ningún escondite seguro. Salí como si fuera a hacer un recado y me fui a casa de
mi hermana, que está casada con un tipo llamado Oakshott y vive en Brixton
Road, donde se dedica a engordar gansos para el mercado. La saludé, mi
hermana me preguntó qué me ocurría para estar tan pálido, pero le dije que
estaba nervioso por el robo de joyas en el hotel. Luego me fui al patio trasero
donde fumé una pipa para calmarme. Y mirando a los gansos se me ocurrió una
idea. En otros tiempos, tuve un amigo llamado Maudsley que se fue por el mal
camino y acaba de cumplir condena en Pentonville20. Un día nos encontramos y
se puso a hablarme sobre las diversas clases de ladrones y cómo se deshacían de
lo robado. Sabía que no me delataría, porque yo conocía un par de secretos

19
Brandy: Bebida alcohólica obtenida a través de la destilación del vino.
20
Pentonville es una prisión de hombres ubicada en Londres.
suyos, así que decidí ir a Kilburn21, que es donde vive, y confiarle mi situación.
Él me indicará cómo convertir la piedra en dinero. Pero ¿cómo llegar hasta él sin
contratiempos? Unas semanas antes, mi hermana me había dicho que podía
elegir uno de sus gansos como regalo de Navidad. Agarraría mi ganso y en su
interior llevaría la piedra hasta Kilburn. Elegí uno de los gansos, un magnífico
ejemplar, blanco y con una franja en la cola. Lo sujeté, le abrí el pico y le metí la
piedra por el gaznate22, tan abajo como pude llegar con los dedos. El pájaro
tragó, y sentí la piedra pasar por la garganta y llegar al buche. Pero el animal
forcejeaba y aleteaba, y mi hermana salió a ver qué ocurría. Cuando me volví
para hablarle, el bicho se me escapó y regresó dando un pequeño vuelo entre sus
compañeros.
«- ¿Qué estás haciendo con ese ganso, Jem? -preguntó mi hermana.
«- Bueno -dije-, como dijiste que me ibas a regalar uno por Navidad, estaba
mirando cuál es el más gordo.
«-Oh, ya hemos apartado uno para ti -dijo ella-. Lo llamamos el ganso de Jem.
Es aquel grande y blanco. En total hay veintiséis; o sea, uno para ti, otro para nosotros y
dos docenas para vender.
«-Gracias, Maggie -dije yo-. Pero, si te da lo mismo, prefiero ese otro que estaba
examinando. El blanco con una raya en la cola, que está justo en el medio.
«-Bueno, como quieras -dijo ella, un poco disgustada-. Mátalo y te lo llevas.
- Así lo hice, señor Holmes, y me llevé el ave hasta Kilburn. Le conté a mi amigo
lo que había hecho, porque es de la clase de gente a la que se le puede contar una
cosa así. Se divirtió mucho con mi incursión en el delito. Luego, tomamos un
cuchillo y abrimos el ganso. Se me encogió el corazón, porque allí no había ni
rastro de la piedra, y comprendí que había cometido una terrible equivocación.
Dejé el ganso, corrí a casa de mi hermana y fui derecho al patio. No había ni un
ganso a la vista.
«- ¿Dónde están todos, Maggie? -exclamé.
«- Se los llevaron a Windigate, el dueño del mesón Alpha- explicó ella.
«- ¿Había otro con una raya en la cola, igual que el que yo me llevé? -pregunté.
«- Sí, Jem, había dos con raya en la cola. Jamás pude distinguirlos.
- Entonces comprendí todo, y corrí a toda la velocidad en busca de ese Windigate,
pero este se negó a decirme a quién le vendió mi ganso. Y ahora… ahora soy un
ladrón, estoy marcado, y sin haber llegado a tocar la riqueza por la que vendí mi
buena fama. ¡Que Dios se apiade de mí!
Estalló en sollozos convulsivos, con la cara oculta entre las manos.

21
Kilburn es un área del noroeste de Londres.
22
Gaznate: Garganta.
Se produjo un largo silencio, roto tan sólo por su agitada respiración y por el
rítmico tamborileo de los dedos de Sherlock Holmes sobre el borde de la mesa. Por fin,
mi amigo se levantó y abrió la puerta de par en par.
- ¡Váyase! -dijo.
- ¿Cómo, señor? ¡Dios le bendiga!
- Ni una palabra más. ¡Fuera de aquí!
Y no hicieron falta más palabras. Hubo una carrera precipitada, un pataleo en la
escalera, un portazo y el seco repicar de pies que corrían en la calle.
- Al fin y al cabo, Watson -dijo Holmes, estirando la mano en busca de su pipa-,
la policía no me paga para que cubra sus deficiencias. Si Horner corriera peligro,
sería diferente, pero este individuo no declarará contra él, y el proceso no
seguirá adelante. Supongo que estoy indultando23 a un delincuente, pero
también es posible que esté salvando un alma. Este tipo no volverá a
descarriarse. Está demasiado asustado. Además, estamos en época de perdonar.
La casualidad ha puesto en nuestro camino un problema de lo más curioso y
extravagante, y su solución es recompensa suficiente. Si tiene usted la
amabilidad de tirar de la campanilla, doctor, iniciaremos otra investigación.

Publicado en Las aventuras de Sherlock Holmes (1892).

Sobre el autor:

Arthur Conan Doyle nació en 1859.


Fue escritor y médico: intentó ejercer como
oftalmólogo, pero la ausencia de pacientes
le permitió escribir las obras que lo harían
famoso. El mayor logro de su carrera
literaria es la invención del detective
―Sherlock Holmes‖.
Sus relatos fueron publicados mayormente en la prensa inglesa y tenía
miles de lectores fanáticos que no se perdían ninguno de los casos de Holmes.
Además de cuentos y novelas policiales, escribió narraciones de ciencia ficción
y novelas históricas.
Algunas de las aventuras de Sherlock son: Estudio en escarlata (1887),
El signo de los cuatro (1890) y El sabueso de los Baskerville (1902).

Actividades:

1) Indicá con un la resolución del caso que se corresponda


con la historia:

23
Indulto: Medida especial de gracia por la cual la autoridad competente perdona a una persona toda o
parte de la pena a que había sido condenada.
a) James Ryder señaló al culpable del robo del diamante, John Horner. Él fue el último
en estar en la habitación de la condesa de Morcar y tenía antecedentes penales. □
b) John Horner fue inculpado falsamente por James Ryder para encubrir su robo del
diamante azul. □
c) El caso nunca se resuelve, sino que permanece abierto porque Holmes decide
ocultar lo sucedido a la policía. □
d) La astucia de Holmes -y no la de Ryder- develó el misterio: la culpable del robo del
diamante de la condesa fue su propia doncella:
Catherine Cusack. □
e) Holmes descubre el complot entre Cusack,
Ryder y Horner y decide avisar a la policía de
inmediato. □

2)a) ¿Qué caso policial deben resolver Holmes y Watson?


b) ¿Cómo advierte Holmes que el dueño del sombrero sufre problemas
económicos? Subrayá en el cuento los argumentos brindados por el detective.
c) ¿Qué reacción muestra Baker cuando Holmes le ofrece el buche y los otros
restos del ganso extraviado? ¿Por qué es un dado importante?

3) Colocá verdadero (V) o falso (F) según corresponda:

▪ Holmes considera que el robo del diamante es un caso trivial. ___


▪ Las suposiciones de Holmes respecto de Baker son erróneas. ___
▪ El dueño del mesón Alpha alerta a Ryder sobre la presencia de Holmes y Watson. ___
▪ Catherine Cusack es cómplice de James Ryder. ___
▪ Maggie, la hermana de Ryder, estaba enterada del robo. ___

4) Encerrá en un círculo las opciones correctas:

●En “El diamante azul”, quien relata los hechos es Holmes/ Watson/ una voz externa,
que es un narrador protagonista/ omnisciente/ testigo.

5) Una historia está hecha de acciones que realizan los personajes o los afectan
de algún modo. Las acciones principales, son aquellas que resultan
indispensables para contar la historia, porque hacen avanzar el relato. No
pueden modificarse, ni suprimirse, ya que, sin ellas, la narración cambiaría
completamente.
En cambio, las acciones secundarias son los hechos que agregan información o
anécdotas al relato central, pero no son imprescindibles para el desarrollo de la
historia.
Señalá con una P las acciones principales del cuento y con una S las
secundarias:

▪ Peterson presencia un intento de asalto. ……


▪ Hallan al sombrero y al ganso. ……
▪ Holmes y Watson discuten sobre el sombrero. ……
▪ Peterson ingresa con el diamante azul. ……
▪ Holmes y Watson entrevistan al dueño del mesón. ……
▪ Holmes y Watson se encuentran con Ryder. ……

6) a) ¿Por qué Holmes decide perdonar a Ryder? ¿A qué se refiere cuando dice
―estamos en época de perdonar‖?
b) ¿Están de acuerdo con la actitud tomada por el detective? ¿Por qué?

7) a) Releé el apartado teórico La investigación deductiva. Ejemplificá los tres


pasos de la investigación mediante lo ocurrido con Henry Baker.
b) Resaltá en el cuento cómo deduce Sherock Holmes que la mujer de Henry
Baker ha dejado de amarlo y que John Horner fue un excelente blanco para
culpar.

8) Marcá con una los elementos del contexto sociohistórico


presentes en el cuento:
a) Descubrimientos científicos. □ b) Mención a la policía. □
c) Espacios propios de la ciudad. □ d) Prensa periódica. □

UN CRIMEN CASI PERFECTO

de Roberto Arlt

La coartada de los tres hermanos de la suicida fue verificada. Ellos no habían


mentido. El mayor, Juan, permaneció desde las cinco de la tarde hasta las doce de la
noche (la señora Stevens se suicidó entre las siete y las diez de la noche) detenido en
una comisaría por su participación imprudente en un accidente de tránsito. El segundo
hermano, Esteban, se encontraba en el pueblo de Lister desde las seis de la tarde de
aquel día hasta las nueve del siguiente, y, en cuanto al tercero, el doctor Pablo, no se
había apartado ni un momento del laboratorio de análisis de leche de la Erpa Cía.,
donde estaba adjunto a la sección de dosificación de mantecas en las cremas.

Lo más curioso del caso es que aquel día los tres hermanos almorzaron con la
suicida para festejar su cumpleaños, y ella, a su vez, en ningún momento dejó de
traslucir su intención funesta. Comieron todos alegremente; luego, a las dos de la tarde,
los hombres se retiraron.

Sus declaraciones coincidían en un todo con las de la antigua doméstica que


servía hacía muchos años a la señora Stevens. Esta mujer, que dormía afuera del
departamento, a las siete de la tarde se retiró a su casa. La última orden que recibió de la
señora Stevens fue que le enviara por el portero un diario de la tarde. La criada se
marchó; a las siete y diez el portero le entregó a la señora Stevens el diario pedido y el
proceso de acción que esta siguió antes de matarse se presume lógicamente así: la
propietaria revisó las adiciones en las libretas donde llevaba anotadas las entradas y
salidas de su contabilidad doméstica, porque las libretas se encontraban sobre la mesa
del comedor con algunos gastos del día subrayados; luego se sirvió un vaso de agua con
whisky, y en esta mezcla arrojó aproximadamente medio gramo de cianuro de potasio. A
continuación, se puso a leer el diario, bebió el veneno, y al sentirse morir trató de
ponerse de pie y cayó sobre la alfombra. El periódico fue hallado entre sus dedos
tremendamente contraídos.

Tal era la primera hipótesis que se desprendía del conjunto de cosas ordenadas
pacíficamente en el interior del departamento, pero como se puede apreciar, este
proceso de suicidio está cargado de absurdos psicológicos. Ninguno de los funcionarios
que intervinimos en la investigación podíamos aceptar congruentemente que la señora
Stevens se hubiese suicidado. Sin embargo, únicamente la señora Stevens podía haber
echado el cianuro en el vaso. El whisky no contenía veneno. El agua que se agregó al
whisky también era pura. Podía presumirse que el veneno había sido depositado en el
fondo o las paredes de la copa, pero el vaso utilizado por la suicida había sido retirado
de un anaquel24 donde se hallaba una docena de vasos del mismo estilo; de manera que
el presunto asesino no podía saber si la señora Stevens iba a utilizar este o aquel. La
oficina policial de química nos informó que ninguno de los vasos contenía
veneno adherido a sus paredes.

El asunto no era fácil. Las primeras pruebas, pruebas mecánicas como las
llamaba yo, nos inclinaban a aceptar que la viuda se había quitado la vida por su propia
mano, pero la evidencia de que ella estaba distraída leyendo un periódico cuando la
sorprendió la muerte transformaba en disparatada la prueba mecánica del suicidio.

Tal era la situación técnica del caso cuando yo fui designado por mis superiores
para continuar ocupándome de él. En cuanto a los informes de nuestro gabinete de
análisis, no cabían dudas. Únicamente en el vaso, donde la señora Stevens había bebido,
se encontraba veneno. El agua y el whisky de las botellas eran completamente
inofensivos. Por otra parte, la declaración del portero era terminante; nadie había
visitado a la señora Stevens después que él le alcanzó el periódico; de manera que si yo,
después de algunas investigaciones superficiales, hubiera cerrado el sumario
informando de un suicidio comprobado, mis superiores no hubiesen podido objetar
palabra. Sin embargo, para mí cerrar el sumario significaba confesarme fracasado.
La señora Stevens había sido asesinada, y había un indicio que lo comprobaba: ¿dónde
se hallaba el envase que contenía el veneno antes de que ella lo arrojara en su bebida?

Por más que nosotros revisáramos el departamento, no nos fue posible descubrir
la caja, el sobre o el frasco que contuvo el tóxico. Aquel indicio resultaba
extraordinariamente sugestivo. Además, había otro: los hermanos de la muerta eran tres
bribones25.

Los tres, en menos de diez años, habían despilfarrado los bienes que heredaron
de sus padres. Actualmente sus medios de vida no eran del todo satisfactorios. Juan
trabajaba como ayudante de un procurador especializado en divorcios. Su
conducta resultó más de una vez sospechosa y lindante con la presunción de un
chantaje. Esteban era corredor de seguros y había asegurado a su hermana en una gruesa
24
Anaquel: Estante.
25
Brión: Estafador, sinvergüenza.
suma a su favor; en cuanto a Pablo, trabajaba de veterinario, pero estaba descalificado
por la Justicia e inhabilitado para ejercer su profesión, convicto de haber dopado
caballos. Para no morirse de hambre ingresó en la industria lechera, se ocupaba de los
análisis.

Tales eran los hermanos de la señora Stevens. En cuanto a esta, había enviudado
tres veces. El día del ―suicidio‖ cumplió 68 años; pero era una mujer
extraordinariamente conservada, gruesa, robusta, enérgica, con el cabello totalmente
renegrido. Podía aspirar a casarse una cuarta vez y manejaba su casa alegremente y con
puño duro. Aficionada a los placeres de la mesa, su despensa estaba provista de vinos y
comestibles, y no cabe duda de que sin aquel ―accidente‖ la viuda hubiera vivido cien
años. Suponer que una mujer de ese carácter era capaz de suicidarse, es desconocer la
naturaleza humana. Su muerte beneficiaba a cada uno de los tres hermanos con
doscientos treinta mil pesos.

La criada de la muerta era una mujer casi estúpida, y utilizada por aquella en las
labores groseras de la casa. Ahora estaba prácticamente aterrorizada al verse engranada
en un procedimiento judicial.

El cadáver fue descubierto por el portero y la sirvienta a las siete de la mañana,


hora en que esta, no pudiendo abrir la puerta porque las hojas estaban aseguradas por
dentro con cadenas de acero, llamó en su auxilio al encargado de la casa. A las once de
la mañana, como creo haber dicho anteriormente, estaban en nuestro poder los informes
del laboratorio de análisis, a las tres de la tarde abandonaba yo la habitación donde
quedaba detenida la sirvienta, con una idea brincando en mi imaginación: ¿y si alguien
había entrado en el departamento de la viuda rompiendo un vidrio de la ventana y
colocando otro después que volcó el veneno en el vaso? Era una fantasía de novela
policial, pero convenía verificar la hipótesis.

Salí decepcionado del departamento. Mi conjetura26 era absolutamente


disparatada: la masilla solidificada no revelaba mudanza alguna.

Eché a caminar sin prisa. El ―suicidio‖ de la señora Stevens me preocupaba (diré


una enormidad) no policialmente, sino deportivamente. Yo estaba en presencia de un
asesino sagacísimo27, posiblemente uno de los tres hermanos que había utilizado un
recurso simple y complicado, pero imposible de presumir en la nitidez de aquel vacío.

Absorbido en mis cavilaciones28, entré en un café, y tan identificado estaba en


mis conjeturas, que yo, que nunca bebo bebidas alcohólicas, automáticamente pedí un
whisky. ¿Cuánto tiempo permaneció el whisky servido frente a mis ojos? No lo sé; pero
de pronto mis ojos vieron el vaso de whisky, la garrafa de agua y un plato con trozos de
hielo. Atónito quedé mirando el conjunto aquel. De pronto una idea alumbró mi
curiosidad, llamé al camarero, le pagué la bebida que no había tomado, subí
apresuradamente a un automóvil y me dirigí a la casa de la sirvienta. Una hipótesis daba
grandes saltos en mi cerebro. Entré en la habitación donde estaba detenida, me senté
frente a ella y le dije:

26
Conjetura: Suposición.
27
Superlativo de sagaz, es decir, hábil y astuto.
28
Cavilaciones: Reflexiones.
- Míreme bien y fíjese en lo que me va a contestar: la señora Stevens,
¿tomaba el whisky con hielo o sin hielo?
- Con hielo, señor.
- ¿Dónde compraba el hielo?
- No lo compraba, señor. En casa había una heladera pequeña que lo
fabricaba en pancitos. – Y la criada casi iluminada prosiguió, a pesar de su
estupidez.- Ahora que me acuerdo, la heladera, hasta ayer, que vino el señor
Pablo, estaba descompuesta. Él se encargó de arreglarla en un momento.

Una hora después nos encontrábamos en el departamento de la suicida con el


químico de nuestra oficina de análisis, el técnico retiró el agua que se encontraba en el
depósito congelador de la heladera y varios pancitos de hielo. El químico inició la
operación destinada a revelar la presencia del tóxico, y a los pocos minutos pudo
manifestarnos:

- El agua está envenenada y los panes de este hielo están fabricados con
agua envenenada.

Nos miramos jubilosamente. El misterio estaba desentrañado. Ahora era un


juego reconstruir el crimen. El doctor Pablo, al reparar el fusible de la heladera (defecto
que localizó el técnico) arrojó en el depósito congelador una cantidad de cianuro
disuelto. Después, ignorante de lo que aguardaba, la señora Stevens preparó un whisky;
del depósito retiró un pancito de hielo (lo cual explicaba que el plato con hielo disuelto
se encontrara sobre la mesa), el cual, al desleírse29 en el alcohol, lo envenenó
poderosamente debido a su al tal concentración. Sin imaginarse que la muerte la
aguardaba en su vicio, la señora Stevens se puso a leer el periódico, hasta que, juzgando
el whisky suficientemente enfriado, bebió un sorbo. Los efectos no se hicieron esperar.

No quedaba sino ir en busca del veterinario. Inútilmente lo aguardamos en su


casa. Ignoraban dónde se encontraba. Del laboratorio donde trabajaba nos informaron
que llegaría a las diez de la noche.

A las once, yo, mi superior y el juez nos presen tamos en el laboratorio de la


Erpa. El doctor Pablo, en cuanto nos vio comparecer en grupo, levantó el brazo como si
quisiera anatemizar30 nuestras investigaciones, abrió la boca y se desplomó inerte junto
a la mesa de mármol. Había muerto de un síncope31. En su armario se encontraba un
frasco de veneno. Fue el asesino más ingenioso que conocí.

Publicado en Cuentos completos I (Editorial Aguilar).

Sobre el autor:
Como vimos en la unidad anterior, Roberto Arlt fue un
escritor y dramaturgo argentino. Además de sus novelas, antologías y
obras de teatro, es conocido por sus Aguafuertes porteñas, una serie

29
Desleírse: Disolverse.
30
Anatemizar: Reprobar.
31
Síncope: Desmayo o pérdida súbita de la conciencia.
de artículos humorísticos publicados en distintos medios de comunicación.

Actividades:
1) Luego de leer el cuento, completá:

▪ Misterio a resolver …………………………………………. ▪ Víctima ……………………………..


▪ Sospechosos …………………………………………………… ▪ Lugar del hecho ………………..
▪ Culpable y motivo del crimen ……………………………………………………………………………………….

2) Uní con flechas cada hermano con su coartada:

● Juan Se encontraba en el laboratorio de la Erpa Cía.


● Esteban Estaba detenido en una comisaría.
● Pablo Se encontraba en el pueblo de Lister.

3) a) ¿Qué elementos de la escena del crimen no terminan de convencer al


investigador para aceptar que el caso se trataría de un suicidio?
b) ¿Por qué el narrador califica a los hermanos como bribones?
c) ¿Qué observación le da la pista para resolver el enigma? Marcá en el
cuento el momento en el que se da cuenta de ello y cuándo se lo informa a
los lectores.

ZUGZWANG

de Rodolfo Walsh

¡Pobre comisario Laurenzi! Las cosas que me ha tenido que aguantar… ¿Cuánto
tiempo, por ejemplo, hace que vengo explotando sus recuerdos? Él solo habla, yo
escribo. «No hay bicho más peligroso que el hombre que escribe», suele decir
mirándome de reojo. «Explota a los amigos, se explota a sí mismo, explota hasta las
piedras. ¿Hay algo sagrado para él? ¿Hay algo intocable para él? ¿Conoce la piedad?
¿Conoce la simple decencia? No. Y todo por ver su nombre en alguna parte. Gente
rara…».

Cuando el comisario Laurenzi se pone así, yo me limito a sonreír. Siempre he


sostenido que cada hombre lleva adentro un demonio, y a veces más.

En el bar Rivadavia, donde nos encontramos casi todas las noches, se juega a
muchas cosas. El comisario prefiere el casín32. Yo prefiero el ajedrez. De esta

32
Casín: Juego que se realiza sobre una mesa de billar.
irreductible diferencia ha salido de todo: desde el patético mate pastor33 hasta el más
feroz desparramo de bochas y palitos34.

Ante el tablero, el comisario practica un juego solapado y simple. Quiero decir


que cultiva la agachada y el garrotazo35 por la espalda. Serio, impávido, paquidérmico,
hasta que lo calza a uno. Entonces le brillan los ojitos, se vuelve sentencioso y sobrador,
menciona a una misteriosa tía Euclidia que le enseñó a jugar lo poco que sabe… A esa
altura de las cosas, aún se puede abandonar la partida con dignidad. Si uno engrana36,
las carcajadas del comisario atronarán el café, sus dichos encenderán la sonrisa de los
mozos, acudirán los eternos mirones, comentarán lo perdido que está uno, ensayarán
presuntas jugadas salvadoras.

— ¡No joroben, por favor! —grita entonces uno—. ¡Los de afuera son de palo!

Y mueve. Y pierde. Con la sutil satisfacción de equivocarse solo.

— ¡Je, afeitado y sin visita! —comenta entonces el comisario, sonriendo


modestamente, y mira a su alrededor como invitando a que todos miren. Si lo
dejan, en esos momentos de euforia, hasta es capaz de pagar un café.

Claro que este no es el desarrollo normal de los acontecimientos. Las estadísticas


demuestran que me gana una vez de cada cinco que jugamos. Anoche, por ejemplo, lo
maté en pocas.

— ¡Mueva algo! —le dije con fina ironía.


— No puedo —se quejó—. Cualquier cosa que muevo, pierdo.
— Está en posición de zugzwang —le advertí.
— Claro, en zaguán37… Supiera lo cansado que me siento esta noche —aclaró
bostezando ostentosamente y barriendo con un delicado movimiento de la
mano izquierda sus derrotadas piezas—. Me ha ganado una buena partida.
— Le he dado una buena paliza —dije sin misericordia.
— No crea… No crea que no.

— La vida tiene situaciones curiosas —dijo Laurenzi, después de consolarse


con una grapa38 doble—. Posiciones de zaguán, como usted dice.
— ¡Zugzwang, comisario!
— Eso mismo —respondió sin inmutarse—. Porque, vamos a ver, usted que es
leído, ¿qué es una posición de zaguán?
— La posición de zugzwang —expliqué— es en ajedrez aquella en que se
pierde por estar obligado a jugar. Se pierde, porque cualquier movida que
uno haga es mala. Se pierde, no por lo que hizo el contrario, sino por lo que

33
En ajedrez, el mate pastor es un jaque mate que puede darse cuando la dama y el alfil cooperan para
atacar el punto f7, que es el más débil alrededor del rey, al estar defendido solo por este.
34
Instrumentos con que se juega el casín.
35
Se refiere a que el comisario Laurenzi disimula sus verdaderas intenciones para luego “golpear” al
contrincante con alguna de sus jugadas.
36
Engranar es enojarse.
37
El zaguán es el vestíbulo o portal de ingreso de una casa. Se juega con las semejanzas fonéticas entre
zugzwang y zaguán.
38
Grapa: Bebida alcohólica.
uno está obligado a hacer. Se pierde porque uno no puede, como en el póker,
decir «paso» y dejar que juegue el otro. Se pierde porque…
— Basta, m’hijo, si yo entiendo. ¿No acabo de verlo? Yo le pedí una definición,
y usted me da seis o siete. Pero una es bonita. Se pierde porque cualquier
cosa que uno haga está mal. En la vida también.
— Salute39, comisario. ¿Y eso?
— Vea, es muy simple. Suponga que ante una situación cualquiera hay dos
modos opuestos de obrar, A y B. Normalmente, si A es bueno, B será malo,
y viceversa. Es claro como el agua. Pero, a veces, A es malo y B también es
malo.
— ¿Y qué es bueno, comisario?
— Nada —dijo tristemente—. Nada…
— Es una historia larga y absurda —murmuró Laurenzi, acariciándose el
bigote—. Pero tiene algo que ver con esa partida que usted me acaba de
ganar, y por eso se la cuento.

» Yo vengo aquí desde que usted era un chico. Hace veinte años ya se
jugaba al ajedrez en estas mesas. Ese lenguaje que usted oye, esas frases hechas
que no escucharía en ninguna otra parte, esos chistes que nadie de afuera
entendería, se han ido formando con el tiempo. Una costumbre, una comodidad,
un vínculo borroso pero fuerte…

— Una tradición —interrumpí.


— Ríase, si quiere. Ese era el esquema. El contenido es un cúmulo de cosas que
trascienden el juego. Aquí han venido hombres tristes, hombres oscuros,
hombres preocupados, hombres que iban a tomar alguna tremenda decisión.
¿Los hubiera descubierto usted, con una sola mirada?
— Es imposible —admití—. Nadie nos reconoce con una sola mirada. Hacen
falta tantas miradas, y tantas palabras, y tanta superfluidad de gestos, y…
— Entonces no me interrumpa —dijo con hostilidad que no acerté a explicar—.
Era —prosiguió sin transición— un hombre canoso, delgado, que conversaba
muy poco. Por esa época, y le hablo de quince años atrás, tendría alrededor
de sesenta. Siempre lo vi con el mismo traje, pero impecablemente limpio y
planchado. También usaba bastón, un viejo bastón de madera bruñida y lisa,
de punta ferrada40. Le menciono el detalle porque eventualmente supe que
era un arma más peligrosa de lo que parecía. Lo usaba, dijo, para defenderse
de los muchachos, de las patotas… Quién sabe.

» Al ajedrez no jugaba nunca, pero daba la impresión de entender, porque


recorría todas las mesas con cara de inteligente, y si le preguntaban, respondía
con una jugada exacta.
» Me parece estarlo viendo, apoyado en su bastón, con la cabeza
imperceptiblemente ladeada, en desorden el cabello acerado41, los ojos claros y
luminosos y el aspecto de una sonrisa en los labios.
» Llegaba a una hora fija, saludaba, caminaba entre las mesas, miraba las
partidas, saludaba, se iba. No se daba con nadie. Los demás lo tenían por un
excéntrico. Pero a mí, usted sabe, siempre me han interesado los viejitos raros.
39
Salute: Del italiano “salud”.
40
Se refiere a que el bastón era de madera lustrada y la punta era de hierro.
41
Cabello de color gris.
» Tardé tres meses en pasar del saludo a una conversación sobre el
tiempo. Tardé seis meses más en averiguar su nombre —se llamaba Aguirre— y
algo de su vida. Por esa época me dedicaba treinta segundos al entrar, antes de ir
a ver los juegos. Fue una felicidad para mí el día que pude sentarlo a tomar un
café. Yo acababa de retirarme de la policía —explicó con una mueca—, y sentía
ya ese tedio, ese fastidio que me impulsa a hablar de cualquier cosa, con
cualquiera.
» Una de las primeras cosas que le pregunté era por qué no jugaba al
ajedrez. Enrojeció. Entonces comprendí que lo que yo había tomado por orgullo
era una exagerada timidez.

»— Juego por correspondencia —me dijo.


»—¿Cómo es eso?
»—Muy simple. Hay una federación internacional de ajedrez por
correspondencia. Usted pide que le designen un rival de su misma fuerza. Ellos
le dan la dirección de ese rival, que puede estar en Nicaragua, o en Australia, o
en Bélgica; y usted le escribe indicándole cuál es su primera jugada. Él contesta
y de ese modo se entabla la partida, que puede durar meses o años, según el
tiempo que tarden en llegar las cartas. La más larga que yo jugué duró cuatro
años y medio. Con un pescador de Hong-Kong.
»—Y en esa correspondencia —pregunté— ¿no hacen más que anotar las
jugadas? ¿O hablan también de otras cosas?
»—Por lo general hablamos de otras cosas, si tenemos un idioma común,
además de la anotación ajedrecística que es prácticamente universal. En este
momento, por ejemplo, puedo decirle con más exactitud que los diarios cuál es
la situación en Asia, merced al pescador de Hong-Kong. Algún día le mostraré
mis partidas.

El comisario Laurenzi hizo una pausa, pidió otro café y encendió un


cigarrillo negro.
— Entre la promesa y el cumplimiento de la promesa —prosiguió luego—
pasaron varios meses. Un día me invitó a su casa. Su casa era una simple
habitación amueblada en una especie de hotel. Había orden allí, pero un
orden producto de la voluntad y no del entusiasmo. No sé si usted me
entiende. Un cuarto refleja de algún modo el carácter de quien lo ocupa. Y
aquí, para darle un ejemplo, los libros estaban escrupulosamente alineados
en sus estantes, pero debajo del ropero se adivinaban unas sombras verdosas
que, lamento decirlo, eran botellas vacías. Y un almanaque, en un rincón,
eternizaba el mes de noviembre de 1907. Pequeñas cosas, por supuesto, pero
yo tengo el hábito profesional de observarlas… Y luego, ese rostro de mujer.
Era lo primero que uno descubría al entrar. Estaba puesto de tal manera
sobre el escritorio, la luz de la ventana lo iluminaba con tan delicada
precisión, que usted no podía dejar de ver, y padecer, en el acto, ese rostro,
que era el de una vieja fotografía, que era el fantasma de un tiempo muerto y
amarillo, sueño del polvo retornado al polvo, pero conmovedoramente joven
y hermoso todavía…
— Comisario —le recordé—. Las ordenanzas de la Policía Federal le prohíben
hablar de ese modo.
— Era, había sido su mujer —prosiguió sin hacerme caso—. María Isabel…
Usted sabe lo feas que son en general las viejas fotos. Pero esta no, porque
había sido sacada al aire libre, en una hamaca al pie de un árbol, y la
muchacha no tenía uno de aquellos atroces sombreros de antaño, y el árbol
estaba florecido y una extraña luminosidad iluminaba el ambiente.
— Se enamoró de ella —provoqué.
— ¿Qué queda de los muertos? —dijo—. Porque ella estaba muerta, y su lugar
exacto en el tiempo solo por una piadosa ficción podía mi amigo abstraerlo
de aquel mes de noviembre de 1907 en que ella se tiró bajo un tren. Mi
amigo quedó solo, y entonces supe cuál era ese resorte que yo
instintivamente sospechaba en él, y que venía buscando con esta tenacidad
de perro de presa que a veces me avergüenza.
— ¿Por qué se mató?
— Por una de esas historias fútiles42 y antiguas. Un hombre la conquistó y la
abandonó, y luego se fue. Ella no encontró otra salida.
— ¿Y el seductor?
— Era un extranjero. Volvió a su país. Ella no dijo su nombre a nadie. Pero
todo o casi todo se supo después, por una de esas fabulosas casualidades.
Aquella tarde en que Aguirre me invitó a su casa, fue para mostrarme una
partida por correspondencia que había iniciado poco antes, y que lo tenía
muy preocupado.

»— No sé cómo me he metido en esto —dijo—. Conozco la posición


como la palma de la mano, y sé que estoy perdido. Es más, esta partida se ha
jugado antes. Puedo señalarle la página exacta del Griffiths43 en que figura,
con una o dos transposiciones, y decirle quiénes la jugaron y en qué año. A
primera vista, usted no observa gran cosa: es una lucha equilibrada. Pero
dentro de ocho movidas, no tendré qué jugar, habré llegado a una típica
posición de zugzwang. Y sin haber cambiado una sola pieza. Es para morirse
de risa.
»—Pero si usted conocía la partida —inquirí, extrañado—, ¿por qué
entró en esa variante?
»—Ahí está, ahí está —dijo agriamente—. Eso es lo que me subleva.
Usted ve la trampa, y puede escapar, pero más que la fuga le interesa el
mecanismo de la trampa, le fascina la cerrada perfección de la trampa,
aunque usted sea la víctima, y arriesga un pie, y luego el otro, para
comprobar cómo funciona, y luego es tarde…
»—Pero —insistí—, ¿cómo sabe que su rival verá todas las jugadas
justas?
»—Las verá, estoy seguro —contestó sonriendo con alegría—. Es un
lince. Es un diablo. Y, además, él también conoce la partida.
»—Muéstreme las cartas —dije en un súbito impulso.

» Titubeó. Pero luego me trajo una carpeta con toda la


correspondencia, las cartas de su enemigo, y copias en carbónico44 de las
suyas. Me gustaría que usted, Hernández, hubiera visto esa carpeta. Las

42
Futil: De poco aprecio o importancia.
43
Se refiere a través del apellido de su autor a la obra Aperturas Modernas de Ajedrez. Es un importante
libro de aperturas de ajedrez publicado en 1911 por los jugadores Richard Griffith y John Herbert White.
44
El papel carbónico se intercala entre dos hojas de papel común con el fin de obtener copias de un
escrito original.
primeras comunicaciones eran formales, lacónicas45. Apenas una
presentación y luego: Mi primera jugada es P4R O bien: Acuso recibo de su
1.P4R Contesto: 1. P4AD. Pero luego esa mínima relación se iba ampliando,
desarrollando. Por debajo del frío esquema del juego aparecían los rasgos
individuales, las personas. Un día era mi amigo que se excusaba por una
demora en responder y mencionaba una breve enfermedad. Luego era el
Otro, que se interesaba por su salud y hablaba del clima de su país, de su
ciudad. Lentamente surgían recuerdos, preferencias, opiniones.

» De ese modo, yo también pude conocer al Otro. Era un escocés de


Glasgow46, con un nombre teatral: Finn Redwolf47. Se retrataba con gracia.
Ahora, decía, era un viejo achacoso y reumático, pero en su juventud había
sido irresistible para las mujeres y temible para los hombres. ¿Había estado
en casi todo el mundo: el Congo, Egipto, Birmania… Argentina? Sure, fine
country. I have been there too48.

» Recuerdo que esta admisión de haber estado aquí no aparecía hasta


el final de la octava carta de Redwolf. En la décima, daba algunos detalles:
estuvo trabajando como ingeniero en los ferrocarriles ingleses, entre 1905 y
1907. Se divirtió muchísimo —agregaba en la decimosexta—, a pesar de
algunos contratiempos. Había una muchacha, por ejemplo… Alfil - Cuatro-
Alfil, Jaque.

» Durante seis meses, mi amigo no apareció por el café. Entonces fui


a verlo. Llamé a su puerta y no me contestó. Entré lo mismo. Lo vi sentado
ante un tablero, absorto. Sobre la mesa había cuatro cartas más, escritas con
la prolija letra de Redwolf.
» A esta altura de las cosas, la partida se había transformado en una
lenta crucifixión. Ya no era un juego: era algo que daba escalofríos. Y
Redwolf parecía gozar desmesuradamente. Su jugada es la mejor, pero no
sirve, repetía en cada carta, como un estribillo. Una jactancia sin límites se
desprendía de sus comentarios y de su análisis. Lo tenía todo previsto, todo.
Sin darme cuenta, yo también empecé a odiarlo. ¿Cómo sería, cómo habría
sido en su juventud aquel anciano reumático que, en una brumosa isla, a
miles de kilómetros de distancia, sonreía ahora maliciosamente? Lo imaginé
alto, lo imaginé atlético, tal vez pelirrojo, con un rostro flaco y alargado y
duro y hermoso, con pequeños ojos verdes y crueles…

» Pero, había algo peor, algo indefinible y siniestro, algo que se


parecía —diría yo— a una segunda partida simétrica e igualmente
predestinada. El otro plano, ¿comprende? El plano personal, desenvuelto en
lucha. Al principio me resistí a creerlo, porque era tan absurdo, pero luego
tuve que rendirme a la evidencia. Había animosidad49 allí, había un rencor
instintivo de ambos lados. Y ese conflicto tenía misteriosas correspondencias

45
Lacónicas: Breves, concisas, de pocas palabras.
46
Glasgow es la mayor ciudad de Escocia.
47
Los términos con los que el personaje se autodenomina pertenecen a la lengua inglesa y sus
significados son: Finn (finlandés), red (rojo) y wolf (lobo).
48
El personaje afirma que ha estado en Argentina y que le parece un buen país.
49
Animosidad: Rechazo hacia algo o alguien.
con la partida de ajedrez, tenía su mismo crescendo50, idénticos augurios de
catástrofe y aplastamiento. Era como si Redwolf, llevado por una de esas
manías de los viejos y los solitarios, no se conformara con ganar sobre el
tablero; como si le quedara otra instancia superior que dirimir y adjudicarse.
Era un tempestuoso. Era, y usted sabe las reservas con que yo uso esta
palabra, un malvado. En cada una de sus frases latía un sarcasmo. Pero había
que desmenuzar la frase para encontrar el sarcasmo, y eso lo hacía
doblemente doloroso. ¡Ah, si mi amigo no hubiera sido tan inteligente! Pero
Redwolf desplegaba su vida como una bandera, y desafiaba. ¿Qué no había
hecho él? Hablaba de los tigres que cazó en Asia, de las negras que violó en
Kenya, de los indios que mató a tiros en la Guayana. A veces parecía
inventar, aunque sus referencias eran siempre muy exactas. Y de tanto en
tanto, como un leit-motiv51, surgía el recuerdo de sus dos años en la
Argentina, a comienzos de siglo. También aquí (decía) lo habían querido las
mujeres. Una sobre todo. Pero tuve que dejarla, usted comprende. Fue un lío.
Lisbeth, I called her. Or Lizzie, La llamaba Lisbeth; a veces Lizzie.

» Aguirre se defendía del mejor modo posible. Escatimaba detalles de


su pasado. Pero el otro volvía a la carga. ―Cuénteme algo de usted. Su país
habrá progresado mucho. Dejamos buenos ferrocarriles allí. A propósito,
¿por qué no abandona la partida? You are lost, you know52. Está perdido‖.

» Luego recaía en la crónica de sus amores. ―Lizzie tenía ojos muy


hermosos, indolentes y serios. Sus ojos se arrepentían de sus labios. Y no
solo de sus labios‖. Redwolf, impávido, degradaba con sutiles indecencias el
viejo tiempo muerto. Componía abominables juegos de palabras (lazy
Lizzie), retruécanos53, jactancias. Era toda una técnica la suya. El plano
personal había pasado a primer término. Empezaba por arrasarlo todo en ese
plano, y luego en la última línea, pasaba al otro, a la partida de ajedrez, y
asestaba un nuevo golpe. Caballo- Seis- Torre, creek. ¡Jaque!

»—Aguirre, yo también creo que usted está perdido —le dije.

Sin duda —contestó en voz muy baja—. Pero se me ha ocurrido una


idea, una última idea.

» Pasaron aún dos meses antes que volviera a encontrarme con mi


amigo. Había recibido carta con la jugada decisiva de Redwolf. Se
encontraba en la clásica posición de zugzwang que él había previsto. No
tenía salida.

» Sin embargo, no parecía tan desesperado como otras veces. Estaba


casi tranquilo. Le pedí la carta de Redwolf.

50
Crescendo: Del italiano “ir en aumento”.
51
Leit-motiv: Motivo central.
52
“Tú estás perdido, lo sabes”.
53
Un retruécano es un juego de palabras que consiste en invertir el orden de los términos de lo que se
dice.
«Presumo que la partida termina aquí —decía el remoto, inverosímil
anciano—. No creo que usted quiera jugar otra. Por eso debo apresurarme a
contarle el final de la historia. Lizzie se mató, y creo que fue por mí. Se tiró
al paso de un tren. Tratando de evitar el accidente, el maquinista arruinó los
frenos. Me tocó repararlos, por una de esas coincidencias. Yo tenía particular
aprecio por aquella locomotora. También por Lizzie, pero la pobre no era
rival para nuestros constructores de Birmingham54. Sin embargo, debo
decirle que cuando supe lo que había hecho Liz, comprendí que su país
entraba en la civilización. En el Congo no me hubiera ocurrido nada
semejante. Pobre Liz-Lizzie-Lisbeth. Me ha quedado una foto suya. Estaba
muy hermosa, en una hamaca al pie de un árbol… Ya no recuerdo si fue en
octubre o en noviembre de 1907».

» Hernández, usted dirá que soy un estúpido, pero solo en ese


momento quise comprender. Solo en ese momento identifiqué aquellos
nombres, aquellos diminutivos, como una sencilla progresión aritmética: Liz,
Lizzie, Lisbeth, Isabel, María Isabel.

» Aguirre estaba muy pálido ahora y clavaba los ojos en el tablero, en


la posición irremediable.

»—¿Qué piensa hacer? —le dije—. Cualquier cosa que haga pierde.

» Se volvió hacia mí con un brillo extraño en los ojos.

»—Cualquier cosa, no —repuso sordamente.

Eran las cuatro de la madrugada. Solo el comisario y yo quedábamos


en el café.

—¿La partida terminó ahí? —pregunté—. ¿La historia termina ahí?


—Ya le dije una vez que nada termina del todo, nunca. Pero si se
empeña, puedo darle un provisional epílogo55. Mi amigo desapareció
durante un tiempo bastante largo. Cuando volvió, me dijo que había estado
en el extranjero, y no quiso agregar más.

» Pero yo soy muy curioso. ¿Recuerda aquel bastón con que andaba
siempre? Lo desarmé en su presencia, le saqué la punta y apareció la aguda
hoja del estoque56. Aún tenía una mancha de color ladrillo, un hilo de sangre
coagulada. Él me miró sin rencor. Había recobrado el aspecto dulce y tímido
de un niño.

»—Redwolf, red blood57 —dijo mansamente—. Yo también sé hacer


juegos de palabras.

54
Birmingham: Ciudad perteneciente al Reino Unido.
55
Un cierre o final temporal que no es definitivo.
56
El estoque es un arma blanca a modo de espada estrecha formada por una varilla de acero de sección
cuadrangular y aguzada por la punta, que suele llevarse metida en un bastón y con la cual solo se puede
herir de punta.
57
Nuevo juego de palabras: “sangre roja”.
» Los diarios ingleses comentaron durante algún tiempo el asesinato
de Finn Redwolf, en su residencia de Escocia, sin ahorrar los detalles
truculentos.

— ¿Sabía su amigo, cuando empezó la partida, que Redwolf era el


culpable de la muerte de María Isabel?
— No lo creo. A lo sumo, sabía que era extranjero. Tal vez logró
averiguar que le gustaba el ajedrez. Esa pudo ser la fuente secreta que lo
impulsaba a jugar por correspondencia, en busca de su misterioso enemigo.
— No es un mal argumento. Sin embargo, para que su historia
tuviese auténtico suspenso, final sorpresivo y todo lo demás, el seductor
castigado debió ser otro.
— ¿Usted, Hernández? —preguntó con desdén.
— El pescador de Hong-Kong —dije suavemente—. Pero ¿qué hizo
usted, comisario?
— Yo, ¿qué podía hacer? Estaba jubilado, y el crimen ocurrió fuera
de mi jurisdicción. Y después de todo, ¿fue un crimen?

» Que el azar no le depare a usted estos dilemas. Si no denunciaba a mi


amigo, hacía mal, porque mi deber era, etcétera… Y si lo denunciaba y lo
arrestaban, también hacía mal, porque con todo mi corazón yo lo había
justificado. Solo puedo decirle que Aguirre murió dos años después, y no en la
cárcel, sino en su cuarto, de vejez y cansancio y desgracia. Pero en todo ese
tiempo me sentí incómodo, me sentí en una de esas típicas posiciones… bueno,
usted sabe.

Nos echamos a reír al mismo tiempo y salimos a la calle. Amanecía. Un mozo


soñoliento cerró la cortina metálica del bar Rivadavia, como quien baja un telón.

Publicado en Variaciones en rojo (1953).


Sobre el autor:
Rodolfo Walsh (1927-1977) fue un escritor
argentino nacido en Río Negro. Llegó a Buenos Aires en
1941 para realizar sus estudios secundarios. Luego,
comenzó a estudiar filosofía, pero abandonó, para
emplearse en los más diversos oficios: fue oficinista,
lavacopas y limpiador de ventanas. En 1951, comenzó a
trabajar de forma definitiva dentro del periodismo en las
revistas Leoplán y Vea y Lea.

Como escritor transcendió por sus cuentos policiales y por sus libros de
investigación periodística como Operación Masacre y ¿Quién mató a Rosendo? Desde
marzo de 1977 se encuentra desaparecido.

Actividades:
1) a) ¿En qué circunstancias se conocen Laurenzi y Aguerri?
b) ¿Por qué el comisario decide contar a su interlocutor la historia de Aguirre?
c) ¿Qué importancia tiene el bastón en los sucesos narrados?

2) De acuerdo con la clasificación vista,


―Zugzwang‖: ¿es un policial negro, de enigma o
fuera de ley? Justificar.

3) En el relato, se traza un paralelo entre el ajedrez y


la vida, expliquen cuáles son las coincidencias entre
ambos.

4) ¿Cuál es el dilema al que se enfrenta Laurenzi?


¿Qué decisión toma? ¿Cómo la fundamenta?

● Lecturas en diálogo:

1) Escribí una conversación entre Sherlock Holmes, Hércules


Poirot y el comisario Laurenzi. En ella, los personajes deben
aconsejarse sobre sus métodos de investigación y deducción.
Ejemplificá con los casos resueltos por ellos vistos en esta
unidad.

2) Elegir una opción y resolverla:

▪ El diamante azul: Elaborá un final alternativo a partir de la confesión de James Ryder. □

▪ Un crimen casi perfecto: Convertí el cuento en una noticia que recree el crimen y explique
quién es el culpable, cómo actuó el asesino y qué ocurrió con él. □

LA PIEZA AUSENTE

de Pablo De Santis

Comencé a coleccionar rompecabezas cuando tenía quince años. Hoy no hay


nadie en esta ciudad —dicen— más hábil que yo para armar esos juegos que exigen
paciencia y obsesión.
Cuando leí en el diario que habían asesinado a Nicolás Fabbri, adiviné que
pronto sería llamado a declarar. Fabbri era director del Museo del Rompecabezas. Tuve
razón: a las doce de la noche la llamada de un policía me citó al amanecer en las puertas
del museo.
Me recibió un detective alto, que me tendió la mano distraídamente mientras
decía su nombre en voz baja —Laínez— como si pronunciara una mala palabra. Le
pregunté por la causa de la muerte: ―Veneno‖ — dijo entre dientes.
Me llevó hasta la sala central del Museo, donde está el rompecabezas que
representa el plano de la ciudad, con dibujos de edificios y monumentos. Mil veces
había visto ese rompecabezas: nunca dejaba de maravillarme. Era tan complicado que
parecía siempre nuevo, como si, a medida que la ciudad cambiaba, manos secretas
alteraran sus innumerables fragmentos. Noté que faltaba una pieza.
Laínez buscó en su bolsillo. Sacó un pañuelo, un cortaplumas, un dado, y al final
apareció la pieza. ―Aquí la tiene‖. Encontramos a Fabbri muerto sobre el rompecabezas.
Antes de morir arrancó esta pieza. Pensamos que quiso dejarnos una señal.
Miré la pieza. En ella se dibujaba el edificio de una biblioteca, sobre una calle
angosta. Se leía, en letras diminutas, ―Pasaje La Piedad‖.
— Sabemos que Fabbri tenía enemigos —dijo Laínez. Coleccionistas
resentidos, como Santandrea, varios contrabandistas de rompecabezas, hasta un
ingeniero loco, constructor de juguetes, con el que se peleó una vez.
— Troyes— dije. Lo recuerdo bien.
— También está Montaldo, el vicedirector del Museo, que quería
ascender a toda costa. ¿Relaciona a alguno de ellos con esa pieza?
Dije que no.
— ¿Ve la B mayúscula, de Biblioteca? Detuvimos a Benveniste, el
anticuario, pero tenía una buena coartada. También combinamos las letras de
―La Piedad‖ buscando anagramas58. Fue inútil. Por eso pensé en usted.
Miré el tablero: muchas veces había sentido vértigo ante lo minucioso de esa
pasión, pero por primera vez sentí el peso de todas las horas inútiles. El gigantesco
rompecabezas era un monstruoso espejo en el que ahora me obligaban a reflejarme.
Solo los hombres incompletos podíamos entregarnos a aquella locura. Encontré (sin
buscarla, sin interesarme) la solución.
— Llega un momento en el que los coleccionistas ya no vemos las
piezas. Jugamos en realidad con huecos, con espacios vacíos. No se preocupe
por las inscripciones en la pieza que Fabbri arrancó: mire mejor la forma del
hueco.
Laínez miró el punto vacío en la ciudad parcelada: leyó entonces la forma de una
M.
Montaldo fue arrestado de inmediato. Desde entonces, cada mes me envía por
correo un pequeño rompecabezas que fabrica en la prisión con madera y cartones.
Siempre descubro, al terminar de armarlos, la forma de una pieza ausente, y leo en el
hueco la inicial de mi nombre.

58
Anagrama: Procedimiento que consiste en crear una palabra a partir de la reordenación de las letras
de otra palabra.
Publicado en Trasnoche (2014).

Sobre el autor:
Pablo De Santis nació el 27 de febrero de 1963 en Buenos
Aires. Es un escritor, periodista y guionista de historietas ganador
del Premio Planeta-Casa de América 2007 por su novela El
enigma de París y también del Premio de la Novela de la
Academia Argentina de Letras.
Es autor de muchos libros para adolescentes. De sus obras
podemos destacar: El inventor de juegos (publicada en 2003 y
llevada al cine en 2014), El juego del laberinto (2011), La hija
del criptógrafo (2017), Leyra (2018) o ¿Quién quiere ser
detective? (2019).

EL EXTRAÑO CASO DE LADY ELWOOD


de Roberto Fontanarrosa

El inspector Havilland detuvo su Austin59 al costado del camino que conducía a


Middleford60 y quedó pensativo. No había dicho a nadie dónde pasaría sus quince días
de vacaciones y la idea de retomar el camino hacia Londres se le instaló sólidamente en
la cabeza.

Él tan sólo había prometido comunicarse cada tres días con Scotland Yard61, en
prevención de algún suceso inesperado, como el retorno del Destripador de
Yorkshire62, un ataque nuclear soviético o la fuga de un oso del zoológico. Esa
franquicia63 de manejar a su gusto el contacto con sus superiores tan sólo se le
concedía a hombres como Emerald L. Havilland, el más eficaz sabueso de las fuerzas de
seguridad británicas. "El Detective Invicto" como bien lo había llamado la prensa tras su
espectacular esclarecimiento del caso del robo del pony predilecto del Príncipe Andrew.

En tanto viraba lentamente el volante, una sonrisa, apretada en torno al cigarro


que sostenían sus labios, ensanchó el rostro adusto64 del inspector: recordaba
claramente la densa, profunda, prometedora mirada que le había dispensado Lady
59
Austin era una marca de automóviles pequeños y de bajo precio muy utilizados en Inglaterra.
60
Este lugar es una invención del autor.
61
Scotland Yard es la policía metropolitana de Londres.
62
El “Destripador de Yorkshire” fue uno de los asesinos más temibles de Inglaterra.
63
En este caso, “franquicia” significa “privilegio”.
64
Adusto: Malhumorado y poco tratable.
Elwood desde lo alto de su palco, días atrás, durante el concierto que brindó la Royal
Philarmonic Orchestra.

Una hora después, el inspector Havilland, protegiendo su boca y su nariz bajo el


abrigo de la bufanda con los colores del Tottenham Hotspur65, golpeaba suavemente
con su puño enguantado a las puertas de la mansión de Lady Elwood, la riquísima viuda
de sir Lewis Norton.

Tras unos minutos de espera Havilland repitió el llamado. Finalmente, con la


curiosidad propia de la profesión, giró el picaporte comprobando que la pesada puerta
estaba abierta. Antes de entrar observó hacia la calle. Nadie lo había visto. El viento y la
lluvia eran dos azotes flagelando66 Newcastle Street.

Recorrió un par de salones desiertos y luego comenzó a subir una ancha escalera
de madera. En una de las habitaciones superiores halló a Lady Elwood. Estaba sobre la
alfombra, caída al lado de su cama en posición poco ortodoxa y presentaba dos heridas
profundas en la espalda.

Havilland husmeó el aire y luego tomó la medida que separaba la cómoda de la


perilla de la luz. Fue hasta el cenicero y recogió dentro de un sobre las colillas de
cigarrillos. Se paró en medio de la habitación, cruzado de brazos y mirando hacia los
cerrados ventanales. Meneó la cabeza y silbó suave.

— Paul —musitó—. Finalmente lo hizo.

Recordaba el rostro joven e ingenuo de Paul Elwood, sobrino de la viuda, y las


habladurías que de él y su tía se contaban en ciertos cenáculos67.

— No debe haber abandonado el país aún —dedujo Havilland—. Tomará el


ferry68 hacia Francia.

Anotó en una pequeña libreta la medida entre la cama y el ropero y constató que
la puerta de este estaba entornada. La abrió. Allí dentro, prácticamente sentado sobre el
piso de madera, algo oculto por la profusión de tapados y pieles, se hallaba el cadáver
de Paul Carpentier, estrangulado por una corbata de seda italiana azul, con diminutos
puntos rojos.

Havilland se pellizcó los labios y cerró el ropero. Miró su libreta de apuntes y


golpeteó con la base de su lapicera sobre la tapa de la libreta.

— Mannix —silabeó—. Gus Mannix.

No escapaban a su memoria proverbial los rasgos acentuados de Gus Mannix,


profesor de piano de Paul, a quien algunas revistas proclives al escándalo sindicaban
como antiguo enamorado de Lady Elwood.

65
El Tottenham Hotspur es un equipo de la liga inglesa de fútbol.
66
Flagelar: Castigar, maltratar.
67
Cenáculos: Reunión de personas que comparten ideas.
68
Un ferry es un transporte fluvial de pasajeros.
— Los celos —musitó Havilland— son malos consejeros.

Se encaminó hacia el baño. Allí podría detectar huellas dactilares del impetuoso
profesor Mannix.

Havilland no pudo disimular un rictus69 de contrariedad cuando, junto a la


bañera, semitapado por la cortina plástica encontró el cuerpo del eximio70 pianista.
Entre ceja y ceja, algo más arriba de la congelada expresión de asombro que dibujaban
sus ojos, mostraba el orificio pequeño pero nítido de una bala calibre 22.

El inspector aspiró hondo y tomó la medida entre el lavabo y el grifo de agua


caliente.

— Estoy ante la obra de un loco —dictaminó—, Jerry Fergusson.

Nunca había podido olvidar la mirada extraviada del jardinero mientras le


explicaba su extraña teoría sobre la doble personalidad de las azaleas y la influencia que
ejercían las monocotiledóneas71 sobre las decisiones del Vaticano. Tampoco nunca
había olvidado que Jerry Fergusson le había confiado que atendía los jardines de Lady
Elwood.
— Sé muy bien dónde estará oculto —se dijo. Sorteando el cadáver de la
acaudalada viuda, se dirigió al teléfono. No tenía tono. Observó que se
hallaba desconectado. Agachándose tras el cable atisbó bajo la cama.

Allí, con la cabeza destrozada por un atizador de la estufa de leños, vio a Jerry
Fergusson, el jardinero.

Havilland se frotó suavemente las yemas de los dedos. Frunció los labios y
aprobó un par de veces enérgicamente con su cabeza.

Colocó nuevamente el auricular del teléfono en su horquilla72. Luego retornó


las colillas que había sacado, a sus ceniceros. Cortó la hoja con anotaciones de su libreta
y la arrojó al inodoro, accionando luego el turbión de agua.

Se arrebujó73 entonces en su bufanda, bajó el ala de su sombrero, salió de la


casa cerrando con cuidado la puerta y subiendo al Austin retomó el camino hacia
Middleford.

Publicado en Tinta Negra 2: Policiales al límite (Editorial La Estación).

Actividades:

69
Rictus: Un gesto que demuestra un determinado estado de ánimo.
70
Eximio: Brillante, una eminencia.
71
Una monocotiledónea es un tipo de planta, por ejemplo, el ajo, la cebolla, el lirio, la azucena.
72
La horquilla del teléfono es la parte donde se apoya y se cuelga el tubo.
73
Arrebujarse quiere decir “arroparse”, “abrigarse”.
1) ¿Quién es el inspector Havilland? Subrayá en el texto toda la información que se da
sobre su profesión y su persona.
2) Completá el cuadro con los datos faltantes:
Personaje Relación con Lady Forma en que muere Lugar donde se
Elwood encuentra

Lady Elwood ----------

Sobrino

Tiro en la frente

Debajo de la cama

3) Encerrá entre corchetes los motivos que tendría cada


sospechoso para cometer los crímenes.
4) ¿Qué momentos, situaciones o partes de El extraño caso de
Lady Elwood resultan humorísticas? ¿Por qué?
5) Según su tipo: ¿Cómo podrías clasificar el cuento? Justificar.

Integración de unidad
Taller de escritura: “Inventando un detective”
1) Imaginen que son detectives privados con una oficina en el centro de la
ciudad y describan en la carpeta a su personaje teniendo en cuenta los siguientes
elementos:

▪ Nombre:

▪ Edad:

▪ Rasgos físicos:

▪ Carácter y personalidad:

▪ Afectos y/o familia:


2) Ya creaste a tu detective. Ahora es hora de que empiece a trabajar. Resolvé estos
misterios y escribí sus resoluciones en tu carpeta. Debajo encontrarás las respuestas
para que compares con tus deducciones (no hagas trampa y revisalas cuando hayas
terminado):
Caso 1: “La Carta delatora”

El misterio que rodea la muerte de un viajero en un castillo de


Inglaterra sólo podrá esclarecerse cuando alguien descubra las pistas
halladas en el lugar del crimen. Se encontró esta carta junto al cadáver:
“A quien lea estas líneas: Escribo esta nota porque presencié el
crimen, pero no me atrevo a decir quién fue el culpable. Solo digo que,
como yo, se hallaba presente en la reunión de esa noche”.
Investiguen la lista de invitados y deduzcan al testigo y al culpable:
▪ Ester Caimás ▪ Benjamín Grande
▪ Hugo Testi ▪ Andy Plomático
▪ Vale Oroño ▪ Elba Pluc

Caso 2: “El secreto del vaso de agua”

Un hombre entra en un bar y le pide al camarero un vaso de agua. El


camarero se agacha buscando algo, saca un arma y le apunta al hombre que
acaba de entrar. El hombre dice "gracias" y se va. ¿Por qué dice "gracias" si lo
apuntaron?

Caso 3: “Una tormenta perfecta”

Una feroz tormenta asola la ciudad. El incidente causa un


apagón. Después del temporal, en la mansión de la familia Crawley
se encuentra el cadáver de una de las criadas. Hay tres
sospechosos: el marido, la esposa y el mayordomo.

Cuando se lo interrogó, el marido dijo que estaba leyendo en su dormitorio. La esposa


alegó que en el momento del incidente miraba la televisión. El mayordomo comentó que
estaba calculando el presupuesto familiar en su cuarto. ¿Quién miente y, por lo tanto, asesinó
a la criada?

Caso 4: “Crimen en la escuela”

Era el primer día del año escolar cuando encontraron muerto en


el aula al profesor de geografía. La policía había identificado a cuatro
sospechosos: la directora afirmó que estuvo todo el día en su despacho.
El profesor de matemáticas dijo que estaba tomando un examen de la
unidad 7 a los alumnos de segundo. La profesora de educación física
sostuvo que estaba en el gimnasio y el conserje aseguró que estaba
limpiando los baños del primer piso. ¿Quién es el culpable?

Caso 5: “La edad oculta”

Antes de ayer, Juan tenía 15 años. El año que viene, tendrá 18.
¿Cómo es posible?
Caso 6: “El enigma del ascensor”

Un hombre vive en un edificio en el décimo piso. Todos los días


toma el ascensor hasta la planta baja para ir a su trabajo. Cuando
vuelve, sin embargo, toma el ascensor hasta el séptimo piso y hace el
resto del recorrido hasta el piso en el que vive (el décimo) por las
escaleras. Si bien el hombre detesta caminar, ¿por qué lo hace?

Caso 7: “Un crimen con gusto a té helado”

Dos mujeres se sientan en un restaurante y piden té helado. La


primera lo bebe rápidamente y pide dos tés más. La segunda bebe
lentamente una única infusión. Un rato después muere. Los médicos
dictaminan que ha sido envenenada. La otra mujer está perfectamente sana.
¿Por qué el veneno mató a la joven que bebió solamente un vaso, pero no a
la que bebió tres?

¡Último caso!: “La puerta correcta”

El/ la detective ________________________ cayó en la


trampa de su enemigo _____________________ el 20 de
octubre de 2023. Está encerrado en una habitación y tiene
delante tres puertas cerradas. La puerta 1 contiene a un asesino
en serie que mató a más de 300 personas en 1890. La puerta 2
contiene un infierno a más de 1000 grados de temperatura. La
puerta 3 contiene nitrógeno líquido que te congelará por
siempre.

¿Cuál de estas puertas esconde la salvación y por qué?

La noticia
La noticia es un género periodístico cuya finalidad es informar acerca de un
hecho veraz y actual que resulte de interés para la ciudadanía.
Se publica en diarios y en portales de internet, en la sección temática que
corresponde, por ejemplo: Interés general, Economía, Deportes, Política o Sociedad.
La organización de la información en el interior de una noticia responde a la
estructura de pirámide invertida, es decir que la información se presenta en orden
decreciente de importancia.

▪ Titular (volanta, título y bajada)

▪ Primeros párrafos: respuestas a las preguntas básicas del periodismo (¿qué?,


¿quién?, ¿cuándo?, ¿cómo? y ¿por qué?).

▪ Párrafos siguientes: otra información importante.

▪ Párrafos finales: detalles de color.


A diferencia de otros géneros periodísticos, como la reseña o la crónica, la
noticia busca comunicar la información de manera objetiva. Con este propósito, el
periodista pone la atención en los hechos y no en su perspectiva sobre ellos, y brinda
datos precisos y comprobables.
Además, emplea recursos lingüísticos, como la tercera persona gramatical, las
oraciones enunciativas y los adjetivos descriptivos.
No obstante, no existen textos totalmente objetivos: el recorte que se hace de los
datos (es decir, aquellos que se incluyen y los que quedan afuera) y el foco desde el que
se cuenta lo acontecido inevitablemente modifican la información que le llega al lector.

El sistema paratextual
Como vimos en la unidad 3, el sistema paratextual está compuesto por una serie
de elementos que rodean y acompañan los textos. Pueden ser verbales (títulos,
subtítulos, recuadros) o icónicos (imágenes, gráficos).
En la noticia, encontramos los siguientes paratextos:
▪ El título anticipa el tema central de la noticia, el hecho novedoso y relevante. Busca
atraer la atención del lector. Su tipografía es mayor que la de los elementos que lo
rodean, y su formulación, concreta e impactante.
▪ La volanta es una frase que se coloca sobre el título en una tipografía menor. Suele
utilizarse como complemento del título.

En Alemania Volanta

Un adolescente descubrió un tesoro de un rey vikingo del siglo X

Título

▪ El copete, llamado también bajada, se ubica entre el título y el cuerpo principal de la


noticia. Es una síntesis breve, con datos precisos, que amplía la información del título e
introduce al lector en los hechos.
El hallazgo permitió a arqueólogos y voluntarios encontrar 600 piezas de más de mil
años de antigüedad pertenecientes al rey de Dinamarca, Harald Blätand. Su nombre en
inglés, “Bluetooth” inspiró la denominación de la tecnología actual. Copete

▪ El paratexto icónico completa la información. Suele estar acompañado por un


epígrafe, un breve texto que se ubica debajo de la imagen, y la explica o agrega
información.

Paratexto icónico (imagen)

Las piezas se hallaron en la isla alemana de Rügen.


Epígrafe
Misterios de la Ciudad ____________ Clarín/ Sociedad
12/02/2022

La estación fantasma del subte porteño: qué


_____
harán en un sector clausurado hace más de 70 años
Se encuentra en la línea A y está tapiada y en penumbras. Un proyecto busca
rescatarla del olvido.
__________

En la Ciudad existe una estación fantasma,


pero atravesada por decenas de miles de
pasajeros todos los días. Los más atentos
logran divisarla, tapiada y a oscuras. En
uno o dos años, todo el que quiera podrá
apreciarla en su esplendor recuperado. Es
Pasco Sur, una parada del subte A
clausurada en los años cincuenta que y mucho que consultarle a la Dirección
ahora volverá en forma de museo y centro General de Patrimonio, Museos y Casco
de interpretación patrimonial. El Histórico de la Ciudad, que dará
anteproyecto ya está en marcha y su asesoramiento.
concreción demandará un año.

Los pisos. Las rejas del portón de acceso y


de la escalera. Las columnas de hierro. Los ________
escalones de granito. Todo es original de
Todo el plan está a cargo de SBASE, la
1913 y está conservado o, al menos, es
empresa estatal porteña que controla la
recuperable con una buena restauración.
red. Está en fase de anteproyecto: se
La estación Pasco Sur es Monumento
trabaja en el diseño preliminar, distintos
Histórico Nacional desde 1997 y los
relevamientos y la revisión de la normativa
motivos quedarán exhibidos en los años
para la reapertura del acceso y su conexión
que vengan.
con la avenida Rivadavia. Para esta etapa,
Sus elementos tienen importancia no solo la compañía
estética sino también testimonial: dan Pasco Sur fue clausurada en 1951. invertirá $
cuenta del momento en que se construyó la 500.000 que
primera línea del subte porteño, que a su obtuvo a través del programa de
vez fue el primero en Latinoamérica. Mecenazgo Cultural del Gobierno de la
Ciudad.
Eran épocas de ostentación de la alta
sociedad porteña, la Argentina buscando Hoy Pasco Sur funciona como depósito de
ser potencia y una clase política que materiales, al que solo tienen acceso los
miraba siempre a Inglaterra en materia de trabajadores del subte. Hacerla centro de
transporte. De hecho, fue la Compañía de exposición museológico implicará renovar
Tranvías Anglo Argentina la que construyó la estación, catalogar sus elementos
la que después se denominó línea A. patrimoniales y trabajar en la proyección de
testimonios de la historia de este medio de
Aunque la mayoría de los elementos transporte.
originales de la estación Pasco Sur se
mantienen, otros están muy deteriorados, Es una tendencia que se ve en otros subtes
como las escaleras y los techos. Los del mundo. El equipo de arquitectas que
responsables del proyecto para convertirla desarrolla este anteproyecto se inspira en
en museo tendrán mucho trabajo por hacer, parte en lo que hizo el Metro de Madrid con
la estación Chamberí, que había cerrado
en 1966 y fue reabierta en 2008.

En torno al cierre de Pasco Sur hay tanto


historias como leyendas. Se habla de
fantasmas de obreros muertos durante su
construcción o del de una novia que se
suicidó. También, de abandono por el
incendio intencional en 1953 de la Casa del
Pueblo del Partido Socialista, que quedaba
justo enfrente. Incluso se dice que fue
clausurada por su cercanía a una bóveda
del Banco Nación.

Lo concreto es que Pasco Sur quedaba La entrada original de la estación.


demasiado cerca de Alberti Sur (hoy solo
Alberti, aún operativa) como para ameritar
esa parada. Y que fue cerrada tras un
convenio entre las dos empresas que
operaban el tren Sarmiento y la que había
construido el subte-
Actividades:
1) Leer la noticia ―La estación fantasma del subte porteño‖ y completar sobre la
línea el nombre de cada paratexto.
2) a) ¿Dónde y cuándo se publicó este artículo? …………………………………………...
b) ¿Por qué es importante restaurar y recuperar esta estación? ¿Quién estará a cargo del
proyecto?
………………………………………………………………………………………….……
………………………………………………………………………………………….
c) Según el texto anterior: ¿cuáles son los rumores que circulan alrededor del cierre de
Pasco Sur? ¿Qué explicación posible y racional brinda el periodista sobre este tema?
………………………………………………………………………………………….……

………………………………………………………………………………………….
3) Marcá con una los datos concretos que se mencionan en la noticia:

● En la estación Pasco Sur se encondía un tesoro propiedad del Banco Nación. □


● Los pisos, las rejas de los portones y las columnas de hierro son originales de 1913. □
● La estación es Monumento Histórico Nacional desde 1997. □
● Durante la década del 50 muchas estaciones sufrieron derrumbes. □
● La Compañía de Tranvías Anglo Argentina construyó la línea A. □
● Pasco Sur fue refaccionada en el 2008 al igual que la estación Chamberí de Madrid. □
● Se invertirán $ 500.000 en diseño preliminar y la revisión de la reapertura del acceso. □
● Hoy en día Pasco Sur funciona como una carpintería y depósito de volquetes. □
Histórica experiencia en la Argentina 14/09/2022

Nacieron dos yaguaretés y crece la esperanza de salvar a esta especie en


peligro de extinción
Sucedió en el Impenetrable chaqueño. Por primera vez cruzaron un ejemplar nacido en cautiverio
y otro silvestre.
El 30 de enero Tania, una yaguareté que vivió en cautiverio en
el zoológico de Mar del Plata dio a luz a dos cachorros en el Parque
Nacional “El Impenetrable” luego de que se cruzara con Qaramta, un
macho silvestre que habita en la zona. El encuentro entre ellos se
produjo el 13 de mayo pasado y fue una experiencia inédita: nunca un
ejemplar de cautiverio y otro silvestre habían sido cruzados aquí. Los
juntaron durante cuatro días en el interior de los jaulones que
prepararon para concretar la unión.

Los nacimientos en El Impenetrable traen esperanzas ya que la situación del yaguareté en la región
chaqueña es crítica y se estima que menos de 20 de ellos recorren las 4.000.000 de hectáreas de ese
inmenso territorio. La caza furtiva y los desmontes dejaron al mayor felino de América en peligro inminente
de extinción

Comprendiendo la gravedad, desde 2012, la Administración de Parques Nacionales y la Fundación


Rewilding Argentina -apoyados por la provincia de Chaco- trabajaban sin éxito en la zona con el objetivo de
registrar la presencia de yaguaretés salvajes. Por eso, la aparición de huellas en las costas barrosas del Río
Bermejo en septiembre del 2021 encendió la esperanza de quienes buscan mantener a la especie y que para
hacerlo también apelan a la ayuda de los vecinos de la región.

Por medio de una cámara trampa, el equipo que busca recuperar al yaguareté halló al ejemplar que
dejó aquellas huellas en las costas barrosas del Bermejo. “Se trataba de un yaguareté y parecía ser un
macho joven”, recordó el director de Conservación de la fundación.

Ese macho -hoy de 4 años y 113,6 kilos- fue capturado y bautizado por los niños de los parajes
cercanos al Parque Nacional como Qaramta, “el que no puede ser destruido”, en lengua Qom.

“Los cachorros son el resultado de la increíble historia del encuentro de Tania y Qaramta, dos
sobrevivientes y símbolo de la conservación de su especie”, aseguran desde la Fundación. Los dos cachorros
gozan de buena salud y vivirán en libertad en su hábitat natural.

Actividades:
1) Generalmente las noticias responden algunos interrogantes. Subrayen en el
artículo las respuestas a las siguientes preguntas y sintetícenlas:
▪ ¿Qué pasó? ___________________________________________________________

▪ ¿Quiénes son sus protagonistas? __________________________________________

▪ ¿Cuándo sucedió? ______________________________________________________

▪ ¿Dónde ocurrió? _______________________________________________________

▪ ¿Cómo pasó? _________________________________________________________

2) Redacten en sus carpetas dos nuevos títulos para la noticia anterior.


UNIDAD 3: Historias posibles

Teoría: La literatura realista/ Los recursos del relato realista/ El cuento realista en contexto.

Cuentos:

▪ El abuelo Martín de Claudia Piñeiro.

▪ Topadoras de Eduardo Sacheri.

▪ Lluvia bajo la higuera de Liliana Bodoc.

▪ El collar de Guy de Mauppassant.


Novelas: ―Rafaela‖ (Mariana Furiasse) / ―La chica pájaro‖ (Paula Bombara)

Teoría
La literatura realista
El cuento realista es un texto literario que busca poner la realidad frente a los ojos
del lector. Para lograrlo presenta hechos que podrían suceder en la vida real o formar parte
del mundo tal como lo conocemos.
Si bien estos relatos mencionan hechos creíbles, no son verdaderos, sino el resultado
de la creación ficticia de un autor (como todo texto literario).
Los recursos del relato realista
Para que el relato se asemeje a la realidad del autor y sea, por lo tanto, creíble para
el lector se utilizan distintos recursos:
● Los personajes suelen ser personas comunes con características propias de la
época en la cual transcurre el relato.

● El modo de hablar de cada personaje brinda información


sobre su edad o el lugar y el tiempo en el que vive, y que permite
caracterizarlo. Aparecen también frases hechas, modismos o formas
que remiten a la oralidad.
● Las descripciones permiten mostrar de manera realista el
espacio en el que transcurre el relato, así como las características y
acciones de sus personajes. El narrador se detiene en detalles
específicos (como el paisaje, el clima, los objetos o la vestimenta)
que acentúan el verosímil.
● La utilización del lenguaje técnico ya sea de una ciencia,
un ámbito o una profesión permiten aumentar la sensación de
Zimmers es una novela
realismo. Por ejemplo, si los personajes son abogados deberán
realista protagonizada
emplear el vocabulario judicial de manera exacta (leyes, normas,
por dos adolescentes.
decretos) y no hablarían de la misma manera sobre su trabajo si
fueran médicos o astronautas.
● A menudo se mencionan lugares (pueblos, ríos, montañas,
ciudades, interjecciones de calles, etc.) con exactitud. Por ejemplo:
“El kiosco de Juan Pablo se encontraba sobre Yerbal y Rojas, a pocos
metros de la estación de tren de Caballito y a dos cuadras de avenida
Rivadavia”. También se mencionan ambientes o espacios fácilmente
reconocibles para el lector.
Muchos historiadores han utilizado La novela Solo tres
la literatura realista para investigar el segundos transcurre en
modo de vida en antiguas civilizaciones o lugares y colegios reales.
en tiempos remotos.

El cuento realista en contexto

A mediados del Siglo XIX, surge en Europa un movimiento


artístico llamado realismo que se destacó fundamentalmente en la
pintura y en la literatura. En tiempos en los que la fotografía era
inusual y el cine aún no había sido inventado, esta corriente artística

Antón Chéjov fue


un escritor realista
ruso del Siglo XIX.
se caracterizó por tratar de reproducir el mundo tal como se lo veía. Sus exponentes estaban
convencidos de que la observación objetiva de la realidad era la base de todo conocimiento,
por eso reproducían fielmente la realidad en la que se encontraban.
Algunos de los representantes más destacados de este estilo son: Gustave Flaubert
(Madame Bovary), Henrik Ibsen (Casa de muñecas), Honoré de Balzac (Eugenia Grandet),
Guy de Maupassant (Bola de sebo), entre otros.

Cuentos:
EL ABUELO MARTÍN

de Claudia Piñeiro

Pasa a buscar a su hijo a las nueve en punto, como cada sábado. Así lo acordó con
Marina cuando se separaron. El niño se le abraza a las piernas en cuanto su madre abre la
puerta. Casi sin más palabras que un saludo, ella le da su mochila. Hernán le pide una
campera. ―No creo que haga falta‖, dice ella, pero él insiste. No le aclara que llevará a
Nicolás fuera de la ciudad, a la casa del abuelo Martín, donde la temperatura siempre es
menor en unos grados. Para qué, ella empezaría con sus recomendaciones: que los caballos
pueden patear al chico, que el estanque es peligroso, que no vaya a treparse a ningún árbol.
Las mismas recomendaciones que daba cuando estaban casados y que hicieron que Hernán
dejara de ir. Ahora que es tarde, se arrepiente. La muerte del abuelo Martín, tres meses
atrás, canceló cualquier posibilidad de reparación.
Es un día de sol y la ruta está vacía. Hernán pone uno de los cedés preferidos de
Nicolás, pero antes de salir de la ciudad su hijo ya está dormido. Siendo así, él prefiere el
silencio y dedicarse a pensar en lo que tiene que hacer, su madre le encargó ocuparse de la
venta de la casa. A él no le cayó bien el encargo; bastante tiene con sus cosas, pero era el
candidato natural para la tarea y no pudo negarse. No sólo había sido el preferido de su
abuelo, sino que además es arquitecto. Qué mejor que un arquitecto para poner a punto una
casa que se quiere vender. En la familia se dice que Hernán es arquitecto por el abuelo
Martín. Mientras sus hermanos y primos andaban a caballo o se metían en el estanque, él lo
acompañaba en las múltiples tareas que le demandaba la casa. El abuelo tenía una empresa
constructora y aunque no estudió arquitectura era como si lo hubiera hecho. Incluso mejor,
muchas tareas las realizaba con sus propias manos: levantar una pared, pintar un ambiente,
reparar los techos. Por el cariño que le tiene y si no fuera tan desastroso el estado de sus
finanzas después del divorcio, lejos de venderla, Hernán se quedaría con esa casa.
Pasa la tranquera y se alegra de que su madre se haya ocupado al menos de
deshacerse de los animales. Para él queda, además de las reparaciones, contactar una
inmobiliaria, fijar un precio de venta, mandar a hacer una limpieza profunda. Sin embargo,
Hernán tiene muy claro qué será lo primero: tirar la pared que su abuelo levantó en medio
del living, una pared sin sentido arquitectónico que divide el ambiente en dos e interrumpe
el paso. Levantada para tapar un dolor o fijarlo para siempre. Porque en medio de esa
pared, frente al sillón preferido de su abuelo, cuelga el retrato de Carmiña Núñez, su
abuela, a quien Hernán apenas conoció. Muchas tardes, cuando bajaba el sol, vio a su
abuelo sentarse con un vaso de whisky frente a esa pared y admirar el retrato. Una mujer
morena, bonita, luciendo un vestido de encaje blanco que tal vez haya sido el que llevó
puesto el día de su casamiento. Pasaban los años y el abuelo Martín parecía seguir
enamorado de ella, aferrado al recuerdo de su mujer muerta. O eso creía Hernán, hasta que
un día se lo comentó a su madre. Ella puso mala cara: ―De esa mujer yo no hablo‖.
Entonces se dio cuenta de que casi nadie en la familia mencionaba a su abuela, sólo el
abuelo Martín que, cuando insinuaban algún enojo, decía: ―Todos hablan, pero nadie sabe‖.
Muchos años después se enteró por una prima de que su abuela no estaba muerta, sino que
se había ido con otro hombre. Nadie supo más de ella, si formó otra familia en alguna parte
del mundo, ni siquiera si seguía viva o no. Nadie volvió a mencionarla, excepto el abuelo.
Para él ella seguía inmaculada, en su vestido de encaje con el que la contempló tantas
tardes, frente a la pared que Hernán se dispone a tirar.
A poco de llegar, Nicolás ya se mueve en el lugar como si viviera allí. ―¿Me querés
ayudar?‖, le dice Hernán cuando pasa junto a él con las herramientas. ―No‖, contesta el
niño y se sube a la hamaca que cuelga de un árbol. Él se ríe, le gusta que Nicolás haga lo
que tenga ganas. Entra a la casa, deja las herramientas junto a la pared y descuelga el
retrato. Lo deja a un costado, ya verá cómo deshacerse de él más tarde. Toma cincel74 y
martillo y empieza a golpear. Se pregunta si Marina, a pesar de haberlo negado, lo habrá
dejado por otro, como hizo su abuela. El cincel se clava con facilidad, la pared es hueca. No
le sorprende, no debía sostener nada, apenas un cuadro. Apoya el cincel y golpea otra vez,
los ladrillos casi se le desarman en la mano. Y una vez más. Hasta que el cincel se
engancha y queda atrapado. Hernán tira y la herramienta sale con un pedazo de encaje
blanco, sucio, envejecido. Siente un mareo, como si el aire se hubiera enviciado con algo
más que el polvillo, le cuesta respirar. Se detiene un instante a la espera de no sabe qué. Sus
ojos clavados en ese muro a medio demoler. Y de repente, como si ahora sí lo supiera,
rompe la pared con los puños, la desarma, va haciendo a un lado los pedazos, hasta que
aparece el vestido de su abuela y su esqueleto sostenido por la tela que impidió que se
convirtiera en un manojo de huesos. Se le nubla la vista. Busca luz mirando a través de la
ventana.

Nicolás acaba de saltar de la hamaca y viene hacia la casa.

Publicado en Quién no (2018)

Sobre la autora:

74
Cincel: Herramienta manual diseñada para cortar, ranurar o desbastar material en frío mediante el golpe
con un martillo adecuado.
Claudia Piñeiro (1960) es escritora, guionista de televisión y
dramaturga. Algunas de sus novelas como Betibú, Las viudas de los
jueves o Tuya fueron llevadas al cine. Entre sus piezas teatrales
podemos destacar ¿Cuánto vale una heladera?

Otras de sus obras, como Las grietas de Jara, Elena sabe y


Catedrales han sido best seller. Publicó El tiempo de las moscas, su
última novela, en el 2022.

Quién no, es su primera recopilación de cuentos.

Actividades:
1) Indicá verdadero (V) o falso (F) según corresponda. No es necesario justificar:

a) Hernán tiene buenos recuerdos de su abuelo. ___

b) La madre de Hernán le reveló a su hijo el paradero actual de Carmiña. ___

c) El abuelo escondió el vestido de la novia en la pared como un recuerdo. ___

d) Durante su matrimonio, el protagonista dejó de ir a la casa de Martín. ___

e) Hernán está feliz de ocuparse de la casa familiar y prepararla para su venta. ___

f) Marina sabe dónde pasará su hijo ese fin de semana. ___

2) Marcá con una las opciones correctas:

● Hernán pensaba que…

quizás su exesposa lo había dejado por otro. □

se hubiera quedado con la casa si no fuera por su situación económica. □

su abuelo había seguido enamorado después del abandono. □


la pared que dividía el living era solo para colgar el retrato de Carmiña. □

3) a) ¿Por qué nadie hablaba de la abuela en la familia de Hernán?

b) ¿Qué descubre Hernán y el lector al final del cuento?

4) Elegir una sola opción y resolverla (no hay mínimo, ni máximo en la extensión de
escritura):
▪ Imaginar y escribir qué hizo Hernán luego de revelar
el secreto familiar y cómo les contó a sus parientes lo
sucedido.

▪ Redactar una posible carta de Martín dirigida a su


familia donde, a modo de confesión, revele lo que
hizo, cuándo y cómo cometió el crimen.
TOPADORAS

de Eduardo Sacheri

Hoy, cuando termine de trabajar, no voy a seguir de largo cuando mi tren pase por
la estación de Morón. Voy a bajar ahí, siguiendo el torrente de gente que se apresura por
llegar rápido a las paradas de los colectivos, pero no tendré que apurarme como el resto. Yo
no voy tan lejos. Apenas tengo que caminar cincuenta, cien metros. Nada más. Hasta la
empalizada75 de maderas toscas que rodea lo que fue la vieja terminal de colectivos: unas
cuantas plazoletas oblicuas, sucias y grises, víctimas de un perpetuo abandono.
Están demoliéndola para reemplazarla por una plaza nueva, verde y amplia. En el
viaje de ida, desde el tren, alcancé a ver a los obreros que, trepados en los techos de
hormigón, los derribaban a golpes de maza y cortafierro.
A un lado vi también las topadoras. Mansas y pacientes. Amarillas y relucientes al
sol de la mañana. Aguardaban su turno para participar en el desguace.
Siempre me ha gustado ver demoliciones. Por eso sé que las topadoras actúan
después de haberse demolido los techos. Y si no paso por la demolición esta tarde, para
mañana únicamente voy a encontrarme con un campo raso76. Y yo necesito sentarme un
rato ahí; junto a lo que quede de la terminal de colectivos, con las topadoras a un lado, en
un silencioso y fugaz encuentro con mi padre.

75
Empalizada: Valla que sirve como defensa o para cercar un terreno.
76
Raso: Llano, despejado.
Fue él –quién, si no– el que me hizo descubrir las topadoras. Yo tendría cuatro, seis,
siete años. No tengo forma de saberlo. En el Ferrocarril Sarmiento se estaba edificando la
nueva estación terminal de Once. Un día que yo lo acompañaba a su trabajo nos topamos
con la obra y él propuso que fuésemos a ver el enorme foso del futuro estacionamiento.
Entonces descubrí a esos gigantes ruidosos, que se empinaban sólidos y enérgicos por los
taludes77, con su carga de tosca78. Alguna imagen la conservo segmentada, cortada en
vertical por las maderas de la empalizada, entre las que debía zambullir ojos y nariz para
tener un mejor panorama. Otras, en cambio, las conservo plenas y completas. Deduzco que
algunas corresponden a lo que tuve que ver de pie, a un lado de mi padre, y las otras a lo
que pude divisar desde la altura panorámica de sus hombros.
No sé cuánto nos demoramos ahí viendo el trajín de las topadoras. Es cierto que el
tiempo en la infancia no se ciñe79 fácilmente a los cronómetros. Pero es bien posible que
hayamos permanecido allí una hora, o cosa parecida. Mi padre tenía la particular virtud de
encontrarle sitio a las cosas importantes, y esas topadoras bien que lo eran. Cuando en su
compañía miraba topadoras, o aviones, o películas de Disney, no me sentía al lado de un
adulto que teme estar perdiendo el tiempo. En absoluto.
Sin ir más lejos, mi padre era el único adulto que yo conocía capaz de hacer correr
carreras a los trenes. No cuando íbamos al centro, sino cuando volvíamos. Al llegar a los
andenes de Once ojeaba el panorama antes de decidir a cuál dirigirnos. «Tres», soltaba
después de un análisis absorto. O «cinco». Y hacia ese andén nos íbamos. Siempre
conseguíamos asiento, porque eran otros tiempos en los que se viajaba mejor y porque
nunca subíamos al que estaba más próximo a salir. Me dejaba el lado de la ventanilla y
desplegaba La Nación, como si la vida fuese larga, ancha y profunda, y siempre le sobrase
tiempo. Al rato me hacía reparar en otro de los trenes, que abandonaba la terminal antes que
el nuestro. «¿Querés jugarle una carrera?», preguntaba. «Porque si querés le jugamos».
¿Podía existir en el mundo un chico capaz de negarse a un desafío semejante? Si existía no
era yo, por supuesto. Y una vez que yo aceptaba, él me prometía sobrepasar al tren rival,
seis o siete estaciones más adelante.
Y cumplía, porque mi padre, además de controlar la marcha general del universo,
tenía potestades imperiales sobre el tráfico ferroviario. En Ciudadela o Ramos Mejía, sin
bajar del todo las enormes hojas del diario, me invitaba con ademanes de sultán a mirar por
la ventanilla. Ahí, en medio de la noche, aparecían de repente en la vía de al lado las luces
del otro tren, las fantasmales figuras de los pasajeros, por fin la cabina del motorman80. Y
enseguida lo dejábamos atrás. Lejos. Vencido. Con ese hombre era muy sencillo ser feliz.
Pero como mi padre era un hombre dado a la munificencia81 escogía, como broche
de nuestras aventuras, un cierre a la medida de nuestras proezas. Por eso no bajábamos en

77
Taludes: Inclinaciones de un terreno.
78
Tosca: Piedra caliza muy porosa y ligera que se forma por precipitación de cal disuelta en agua.
79
Ciñe: Ajusta.
80
Motorman: Maquinista del tren.
81
Munificencia: Generosidad espléndida, especialmente la de un rey, magnate o soberano.
Castelar, como correspondía, sino en Morón, como no debíamos. Cruzábamos esa terminal
de ómnibus que hoy está a medio demoler y nos zambullíamos en la pizzería Oriente.
Según mi padre, la pizza de ese sitio era mejor que la de cualquier otro porque el horno era
de barro. Y por añadidura el local atravesaba la manzana de lado a lado, y a mí me parecía
digno de un cuento de hadas, eso de que uno pudiera empinarse sobre la silla y ver
vidrieras, autos, veredas, y gente en los dos extremos de la pizzería.
La maravilla de acompañar a mi padre al trabajo todavía guardaba un último acto.
Cuando entrábamos a casa le informaba a mamá que estábamos muy cansados e
inapetentes, y que por lo tanto preferíamos no cenar. Ese instante incluía, para mí, un
condimento de zozobra82. Me parecía que la pizza con Coca Cola que acabábamos de
zamparnos83 en la Oriente entraba oscuramente en la categoría de «golosinas que no hay
que comer antes de la cena». Pero mi madre guiñaba un ojo como un cómplice temerario y
yo entendía que debíamos morir así, en la nuestra, en silencio y con las botas puestas.
Sospecho que mi madre disfrutaba también esos actos ilícitos, y por eso nos despachaba
con veloz indulgencia84.
En esa época Papá Noel y los Reyes Magos siempre me hacía unos regalos
fenomenales, como si conocieran hasta la médula mis deseos y mis juegos preferidos. En
esa época de mi obsesión con las topadoras, los Reyes me trajeron una. Anaranjada, con la
pala mecánica en plástico rígido y azul, y ruedas negras. Yo la llevé de vacaciones a Villa
Gesell, pero quiso mi mala estrella que la extraviara en sus arenales indómitos85. Mientras
hundía en la arena los brazos hasta la altura de los codos, cada vez con menos esperanza,
cada vez más desolado, recuerdo que lo único que deseaba era contárselo a mi padre. No
porque fuese a darme una solución. Ningún padre, ni siquiera ese, habría sido capaz de
hallar mi topadora en semejante médano. Pero mi padre era probablemente el único adulto
en el mundo con la sensibilidad necesaria para comprender un dolor semejante.
Comprender y acompañar, que para el caso son sinónimos.
Creo que por todo eso voy a bajarme del tren en Morón, a la vuelta. Y voy a buscar
sin apresurarme un lugar para espiar entre los tablones de la empalizada. Seguramente me
tocará recordar de nuevo todas estas cosas. Y otras muchas, porque las astillas del pasado
nunca se clavan de a una. Y lo que recuerdo se mezclará con lo que no recuerdo. Con lo
que dudo. Con lo que olvidé. Con lo que nunca supe y no tengo a quién preguntar. Y
enfrente estará mi padre. Alto. El pelo escaso peinado hacia atrás con fijador. Las cejas
pobladas, el gesto serio, los labios gruesos, la voz profunda, los ojos divertidos y tiernos.
Hoy al atardecer voy a evocarlo, mientras vea trabajar las topadoras. Mientras se
levante la polvareda y entre los bloques de hormigón sobresalgan esos hierros
desorientados y desnudos que pueblan las demoliciones. Mientras ese pedazo del pasado,
como los otros, busque un lugar adentro mío que lo escabulla del polvo y del olvido.

82
Zozobra: Angustia o inquietud de quien teme algo.
83
Zampar: Comer o beber apresurada o excesivamente.
84
Indulgencia: Facilidad para perdonar las ofensas.
85
Indómitos: Difícil de domar.
También voy a echar un vistazo a la pizzería Oriente. Y por un instante consideraré
la posibilidad de detenerme un rato ahí, a comer un par de porciones. Pero rápidamente voy
a descartarlo. Es probable que la pizzería ya no tenga el horno de barro. Y es seguro que ya
no dispongo de la valentía necesaria.

Publicado en Un viejo que se pone de pie (2007).

Sobre el autor:
Eduardo Sacheri es un escritor argentino Es conocido por su
novela La pregunta de sus ojos, en la que se basó la película El
secreto de sus ojos, cuyo guion coescribió. Además, publicó las
antologías de cuentos Un viejo que se pone de pie (2007), Te
conozco Mendizábal y otros cuentos (2001) y sus novelas Aráoz y la
verdad (2008), Papeles en el viento (2011) o La noche de la Usina
(2016). Esta última también llevada al cine con el título La odisea de
los giles.

LLUVIA BAJO LA HIGUERA

de Liliana Bodoc

Las primeras discusiones entre papá y Guillo no preocuparon a nadie. Ni a


mamá, ni a mí. Ni a papá, ni a Guillo. Lo más frecuente era que comenzaran a
causa de un partido de fútbol y, después de atravesar por ―Esos amigos tuyos
no me gustan nada‖, ―Pero a mí, sí‖, terminaran en el perro.

— Lo trajimos a casa porque te comprometiste a cuidarlo —decía papá.


— ¿Así que también el perro es culpa mía? — Guillo siempre tenía argumentos.
Pero eso era todo; apenas una chispa.
Sin embargo, a partir de aquel verano, las cosas cambiaron. A lo mejor fue
porque los dos ya tenían la misma estatura, y eso asustaba un poco. Lo cierto
es que las palabras que se decían empezaron a oscurecerse, a ponerse agrias.
Después, demoraban en irse. Y aunque mamá abriera de par en par la puerta
del patio, con la esperanza de que se fueran, las palabras se quedaban dando
vueltas por la casa. En poco tiempo, sin que nadie pudiera entender cómo
había sucedido, las palabras estaban revestidas con alambre de púas. Por eso
era imposible escucharlas sin lastimarse.
Recuerdo aquel verano como un portazo y después silencio. Recuerdo el color
brillante de los gritos, la puerta retumbando contra el barrio que
seguramente había estado escuchando. Y después, silencio.
Recuerdo aquel verano como una lágrima de mamá cayendo sobre la salsa: un
ruido insignificante, un pozo diminuto en la espesura roja. Y después, la
comida salada.
Puedo recordar aquel verano como una amenaza con música de fondo, el
―Rock de la higuera‖.
A Guillo le llevó todo el verano terminar ese rock. Lo recomenzaba una y otra
vez, y nunca quedaba conforme. Lo sé muy bien porque lo escuché a
escondidas. Él se sentaba a probar músicas al pie de la higuera sin imaginar
que yo estaba sobre su cabeza, como un pájaro más en la fronda86 del árbol.
No es raro que aquel verano terminara en lluvia. Digo que no es raro porque
mi hermano y la lluvia se parecían un poco: eran inevitables; llegaban,
ensuciaban y se iban; se adueñaban del mundo y yo tenía que mirar desde
adentro. Y cuando demoraban en llegar, mamá se acodaba87 en la ventana y
hablaba con Dios: ―Ya es hora de que caiga una lluvia‖, ―Ya es hora de que
Guillo vuelva de la calle‖.
Sin embargo, para hablar de Guillo... o mejor, para hablar del verano en que
Guillo compuso el ―Rock de la higuera‖ es necesario mencionar su guitarra.
Sus guitarras, porque le compraron una nueva cuando cumplió catorce años.
¡Por lo que me importó! Si ni siquiera le pedí que me regalara la otra, la que
ya no iba a usar...
— Podrías regalarme la otra —le pedí—. Total, ya no la vas a usar.
— Ni loco —me contestó.
¡Por lo que me importaba!
Mi hermano dijo ―ni loco‖, y siguieron pasando los veranos. Pasó un verano.
Pasaron dos, tres. Guillo tenía diecisiete, yo tenía once. Y la higuera del patio, según decía
mamá, tenía más de cuarenta. Fue ese verano, diecisiete, once y más de cuarenta, cuando
mi hermano tomó la costumbre de sentarse bajo la higuera a insistir con un rock que quería
quedarse adentro de la guitarra. El mismo verano en que papá tomó la
costumbre de irse dando un portazo. El mismo triste verano en que Guillo y
papá tomaron la costumbre de odiarse.
— No digas eso. —Mamá se enojaba conmigo—. Ellos no se odian. Solamente...

86
Fronda: Conjunto de hojas y ramas.
87
Acodar: Apoyar el codo sobre alguna parte.
— ¿Solamente...?
— Solamente, no pueden ponerse de acuerdo.
Yo ya había pasado la edad de preguntar por qué, por qué, por qué. Mamá, en
cambio, estaba llegando a la edad de responderlos.
— Porque tu hermano cambió mucho, de la noche a la mañana. —Y hasta ahí le
alcanzaba la voz.
Entonces, me acariciaba la cabeza como pidiéndome que yo no les hiciera lo
mismo; que no se me fuera a dar por cambiar sin pedir permiso.
La primera vez que espié el rock de Guillo lo hice sin querer. Estaba sentado
adentro de la higuera, intentando ponerme a salvo de la siesta, cuando lo vi
acercarse. Mi hermano traía su guitarra.
Guillo se sentó a los pies del árbol, entre las raíces que sobresalían, y se
apoyó contra el tronco rugoso. En ese momento, tuve que elegir entre ser el
de siempre: asustarlo, escupirlo, bombardearlo con higos maduros. O ser
otro, y quedarme callado. Ahora sé que elegí el silencio para ver si le
descubría los secretos. Me quedé esperando que Guillo cometiera algún
horrible pecado. Algunos de esos horribles pecados gracias a los cuales había
logrado transformarse en el centro de la casa, del almuerzo, del silencio y de
los gritos. Pero mi hermano tenía un rock en la cabeza.
Un día me despierto
y es abril.
Un día me confundo...
Guillo se tropezaba con las notas, un día me despierto. Rasgueaba la guitarra
sin convicción, un día me confundo. Le sobraba música o le faltaba letra. Sin
embargo, seguía empecinado con abril. No cambiaba de mes por nada del
mundo. Desde arriba, lo oí decir que no, que no sonaba bien. Estuvo un rato
en silencio, y después volvió a empezar. Un día me despierto y es abril...
Desde esa tarde, me trepé a la higuera sin ninguna inocencia. Apenas veía
que mi hermano rondaba su guitarra, salía corriendo a encaramarme88 en mi
rama de siempre. Y allí me quedaba, agazapado, a la espera de descubrir sus
secretos y sus pecados.
Las siestas pasaban sin que nada especial sucediera bajo la higuera del patio.
A pesar de mi paciencia de santo, y de mi silencio de asesino al acecho, no
conseguía el merecido premio de ver algo horrible. Lo único que mi hermano
hacía era tropezarse en el estribillo de su rock. Y no sé si él, su guitarra o su
estribillo, pero algo se iba alejando.

88
Encaramar: Subir.
Siempre que papá y Guillo estaban juntos, la casa olía a pólvora. Algo estaba
a punto de estallar. Mamá, que quería evitar el desastre con comentarios
absurdos sobre el auto nuevo de los vecinos, no conseguía nada. O casi nada.
Yo simplemente esperaba; incapaz de adivinar dónde iba a empezar el fuego.
De lo que estaba seguro era de que, fuese cual fuese el origen, todo iba a
terminar en un infierno. Por lo menos, eso era lo que decía mamá después del
portazo:
— Esto es un infierno.
Finalmente, hubo un día que sonó como una bofetada. Era domingo y estaba
nublado.
Todo parecía suceder con normalidad. La comida esmerada89 de mamá ya
estaba lista. Como cada domingo, papá exigía que estuviéramos los cuatro
sentados a la mesa. Y yo me deleitaba en la difícil tarea de despertar a Guillo,
que se había acostado poco rato antes.
La salsa olía como para deshacer toda furia; olía como para perdonar las
ofensas recibidas y por recibir. Y en el momento de embeber el pan,
cualquiera sentía deseos de reconciliarse con el mundo.
Cualquiera, menos papá y mi hermano. Porque a ellos, a lo mejor a causa del
ají, les sucedió al revés.
Primero fue un comentario con forma de dardo que voló de un lado al otro de
la mesa:
— ¿Cuál es tu plan para hoy, Guillo? ¿Dormir, almorzar y volver a dormir...?
Guillo devolvió un silencio absoluto: dardo envenenado con indiferencia.
— Guillo, tu padre te está hablando —dijo mamá, en otro de sus desesperados
intentos de pacificadora.
— Ya lo escuché.
— ¿Y si me escuchaste por qué no contestás...? —Papá apartó el plato a medio
terminar. El mensaje era claro: ―Perdí el apetito; pero esto no se termina
aquí‖.
Por toda respuesta, Guillo se levantó con mucho ruido de silla y se fue a su
dormitorio. Papá lo siguió con un gesto en su rostro que jamás le había visto.
Mamá se fue tras los dos. Yo me quedé en mi sitio, comiendo de miedo.
Fue por eso que solamente pude escuchar la discusión que terminó en lluvia.
De papá a Guillo y de Guillo a papá, iban y venían palabras elegidas para
herir. Reproches sucios de tierra vieja. Y cada vez más, y peor, y era igual que

89
Esmerada: Que está hecha con esmero.
un tren cuesta abajo... Hasta que ya, sin mejores razones, le llegó el turno al
tatuaje de Guillo.
— ¿Y yo tengo que aplaudir esa porquería que te dibujaste en el brazo?
Le llegó el turno a la corbata de papá:
— ¿Y yo tengo que aplaudir la corbata que usás?
— Gracias a esta corbata...
Escuché, sin ver, el gesto absurdo de papá. Digo que escuché cuando mi papá
se llevó la mano al cuello sin recordar que era domingo y no tenía puesta su
corbata.
Ese gesto equivocado debe de haber hecho que se sintiera ridículo... Quizá
por eso cometió el error de seguir hablando:
— Gracias a la corbata que me pongo todos los días, te das el lujo de hacerte
el músico.
Esas palabras deben de haberlo avergonzado; por eso cometió el error de
mentir:
— ¡Y dije... hacerte! ¡Hacerte...! Porque ni para músico te alcanza.
Hubo un silencio triste. Creo que, por no llorar, mi hermano habló con burla:
— Y a vos... ¿para qué te alcanza?
No es posible adivinar qué cosas le pasaron a mi padre por la memoria. Pero
lo que haya sido, se transformó en bofetada. Una bofetada definitiva, de
hombre a hombre, que pareció destruir el regreso.
Papá salió de la casa dando un portazo. Y mamá, mucho más sabia de lo que
ella misma imaginaba, se fue a levantar la mesa para que la vida siguiera su
curso.
Cuando vi a Guillo rondando su guitarra, corrí a esconderme en la copa de la
higuera.
Aquel domingo, para mi asombro, mi hermano salió del estribillo. Y cantó sin
una sola duda; tal como si alguien le estuviese dictando.
La primera estrofa tenía algo que ver con su garganta.
Ser feliz es algo
que no me sale bien,
me ampolla la garganta.
En la segunda estrofa, Guillo se la agarró con el patio.
Yo estaba en el patio de atrás
de la nada...

En cuanto a la tercera... ¡Esa sí decía la verdad!

Con la próxima lluvia me voy


aunque lloren.
Con el próximo llanto me voy
aunque llueva.
A la mañana siguiente me desperté con ruido de aguacero90. Caminé por el pasillo
hasta el dormitorio de mi hermano. Abrí la puerta sin golpear y vi que no estaban ni él ni su
guitarra. Fui a la cocina y tampoco. Mamá preparaba el desayuno en silencio. No hizo falta
preguntar nada.
Y bien, ¿qué sucedió después? Sucedió la vida; así de simple y de complicado.
Mi hermano no se perdió en la inmensidad del Amazonas. No se transformó en un charco
de alcohol ni se quedó de pie en una esquina de la ciudad. Tampoco se hizo jefe de
bandidos ni bandido sin jefe.
En realidad, se fue a la casa de la abuela, y en unos meses estuvo de regreso.
Después, volvió a irse. Después sí, después no... Y siempre con su guitarra.
Tampoco su reconciliación con papá tuvo los colores de Hollywood. No fue mi
padre detenido a la orilla del mar y Guillo llamándolo a sus espaldas. Papá
girando en primer plano. Rostro de Guillo. Entran viento y música. Abrazo en
cámara lenta con letras subiendo por la pantalla.
No sucedió nada parecido.
Guillo y papá se fueron reconociendo de a poco. Cediendo uno y otro, como el
laurel y el tomillo en las salsas de mamá.
Un día, yo estaba sentado bajo la higuera tocando, sin ninguna gracia, la
guitarra que Guillo me había regalado; esa que ya no usaba. Papá se asomó
por la ventana que daba al patio para decirme algo:
— ¿No te parece que con un músico en la familia tenemos bastante?

Así de simple. Así de complicado.


Rock de la higuera

90
Aguacero: Lluvia impetuosa, repentina y de corta duración.
Ser feliz es algo
que no me sale bien,
me ampolla la garganta.
Pero insisto
en buscarme una sonrisa.
Un día me despierto, y es abril.
Un día me confundo.
Un día me despierto, y ya me fui.

Yo estaba en el patio de atrás


de la nada,
esperando a nadie.
Pero nadie
dormía en otro lado.

Un día me despierto, y es abril.


Un día me confundo.
Un día me despierto, y ya me fui.
Con la próxima lluvia me voy
aunque lloren.

Con el próximo llanto me voy


aunque llueva.
Con la próxima lluvia no estoy.

Guillo

Publicado en Amigos por el viento (2008).

Sobre la autora:
Liliana Bodoc (1958- 2018) fue una escritora y poeta
argentina que se especializó en literatura juvenil. Con su trilogía La
saga de los confines se mostró como la revelación argentina en el
género de la épica y la literatura fantástica.
Sus libros fueron traducidos al alemán, francés, japonés, inglés e italiano. Además,
su novela El espejo africano obtuvo el prestigioso Barco de Vapor en 2007.

Actividades:
1) Leé los dos cuentos y uní con flechas cada recuerdo con la historia a la que
pertenecen:

El hermano componía un rock en el patio.

El padre lo llevaba a ver las topadoras en Once.

Guillo discutía mucho con su padre. ● Topadoras

Con su papá comían la pizzería Oriente.

El narrador y su padre jugaban carreras con los trenes. ● Lluvia bajo la higuera

El hermano no cuidaba al perro.

Los padres le compraron a Guillo una guitarra cuando cumplió catorce años.

2) ¿Por qué motivo el narrador decide ir a ver las topadoras al


bajar del tren? ¿Por qué el personaje afirma “no tener la
valentía necesaria” en el final del relato?
3) La metáfora, al igual que la comparación, establece una
relación entre dos elementos, pero sin utilizar nexos (como o
cual). Es frecuente que uno de los elementes no esté escrito.
Explicá con tus palabras las siguientes metáforas extraídas de
Lluvia bajo la higuera:
● “Enpoco tiempo, sin que nadie pudiera entender cómo había sucedido, las palabras estaban
revestidas con alambre de púas”.

● “… mi hermano y la lluvia se parecían un poco: eran inevitables; llegaban, ensuciaban y se iban;


se adueñaban del mundo y yo tenía que mirar desde adentro”.

● “Tampoco su reconciliación con papá tuvo los colores de Hollywood”.

EL COLLAR

Guy de Maupassant
Era una de esas hermosas y encantadoras criaturas nacidas como por un error del destino en
una familia de empleados. Carecía de dote, y no tenía esperanzas de cambiar de posición;
no disponía de ningún medio para ser conocida, comprendida, querida, para encontrar un
esposo rico y distinguido; y aceptó entonces casarse con un modesto empleado del
Ministerio de Instrucción Pública.
No pudiendo adornarse, fue sencilla, pero desgraciada, como una mujer obligada por la
suerte a vivir en una esfera inferior a la que le corresponde; porque las mujeres no tienen
casta ni raza, pues su belleza, su atractivo y su encanto les sirven de ejecutoria y de familia.
Su nativa firmeza, su instinto de elegancia y su flexibilidad de espíritu son para ellas la
única jerarquía, que iguala a las hijas del pueblo con las más grandes señoras.
Sufría constantemente, sintiéndose nacida para todas las delicadezas y todos los lujos.
Sufría contemplando la pobreza de su hogar, la miseria de las paredes, sus estropeadas
sillas, su fea indumentaria. Todas estas cosas, en las cuales ni siquiera habría reparado
ninguna otra mujer de su casa, la torturaban y la llenaban de indignación.
La vista de la muchacha bretona que les servía de criada despertaba en ella pesares
desolados y delirantes ensueños. Pensaba en las antecámaras mudas, guarnecidas de tapices
orientales, alumbradas por altas lámparas de bronce y en los dos pulcros lacayos de calzón
corto, dormidos en anchos sillones, amodorrados por el intenso calor de la estufa. Pensaba
en los grandes salones colgados de sedas antiguas, en los finos muebles repletos de
figurillas inestimables y en los saloncillos coquetones, perfumados, dispuestos para hablar
cinco horas con los amigos más íntimos, los hombres famosos y agasajados, cuyas
atenciones ambicionan todas las mujeres.
Cuando, a las horas de comer, se sentaba delante de una mesa redonda, cubierta por un
mantel de tres días, frente a su esposo, que destapaba la sopera, diciendo con aire de
satisfacción: ―¡Ah! ¡Qué buen caldo! ¡No hay nada para mí tan excelente como esto!‖,
pensaba en las comidas delicadas, en los servicios de plata resplandecientes, en los tapices
que cubren las paredes con personajes antiguos y aves extrañas dentro de un bosque
fantástico; pensaba en los exquisitos y selectos manjares, ofrecidos en fuentes maravillosas;
en las galanterías murmuradas y escuchadas con sonrisa de esfinge, al tiempo que se
paladea la sonrosada carne de una trucha o un alón de faisán.
No poseía galas femeninas, ni una joya; nada absolutamente y sólo aquello de que carecía
le gustaba; no se sentía formada sino para aquellos goces imposibles. ¡Cuánto habría dado
por agradar, ser envidiada, ser atractiva y asediada!
Tenía una amiga rica, una compañera de colegio a la cual no quería ir a ver con frecuencia,
porque sufría más al regresar a su casa. Días y días pasaba después llorando de pena, de
pesar, de desesperación.
Una mañana el marido volvió a su casa con expresión triunfante y agitando en la mano un
ancho sobre.
-Mira, mujer -dijo-, aquí tienes una cosa para ti.
Ella rompió vivamente la envoltura y sacó un pliego impreso que decía:
―El ministro de Instrucción Pública y señora ruegan al señor y la señora de Loisel les hagan
el honor de pasar la velada del lunes 18 de enero en el hotel del Ministerio.‖
En lugar de enloquecer de alegría, como pensaba su esposo, tiró la invitación sobre la mesa,
murmurando con desprecio:
-¿Qué haré yo con eso?
-Creí, mujercita mía, que con ello te procuraba una gran satisfacción. ¡Sales tan poco, y es
tan oportuna la ocasión que hoy se te presenta!… Te advierto que me ha costado bastante
trabajo obtener esa invitación. Todos las buscan, las persiguen; son muy solicitadas y se
reparten pocas entre los empleados. Verás allí a todo el mundo oficial.
Clavando en su esposo una mirada llena de angustia, le dijo con impaciencia:
-¿Qué quieres que me ponga para ir allá?
No se había preocupado él de semejante cosa, y balbució:
-Pues el traje que llevas cuando vamos al teatro. Me parece muy bonito…
Se calló, estupefacto, atontado, viendo que su mujer lloraba. Dos gruesas lágrimas se
desprendían de sus ojos, lentamente, para rodar por sus mejillas.
El hombre murmuró:
-¿Qué te sucede? Pero ¿qué te sucede?
Mas ella, valientemente, haciendo un esfuerzo, había vencido su pena y respondió con
tranquila voz, enjugando sus húmedas mejillas:
-Nada; que no tengo vestido para ir a esa fiesta. Da la invitación a cualquier colega cuya
mujer se encuentre mejor provista de ropa que yo.
Él estaba desolado, y dijo:
-Vamos a ver, Matilde. ¿Cuánto te costaría un traje decente, que pudiera servirte en otras
ocasiones, un traje sencillito?
Ella meditó unos segundos, haciendo sus cuentas y pensando asimismo en la suma que
podía pedir sin provocar una negativa rotunda y una exclamación de asombro del
empleadillo.
Respondió, al fin, titubeando:
-No lo sé con seguridad, pero creo que con cuatrocientos francos me arreglaría.
El marido palideció, pues reservaba precisamente esta cantidad para comprar una escopeta,
pensando ir de caza en verano, a la llanura de Nanterre, con algunos amigos que salían a
tirar a las alondras los domingos.
Dijo, no obstante:
-Bien. Te doy los cuatrocientos francos. Pero trata de que tu vestido luzca lo más posible,
ya que hacemos el sacrificio.
El día de la fiesta se acercaba y la señora de Loisel parecía triste, inquieta, ansiosa. Sin
embargo, el vestido estuvo hecho a tiempo. Su esposo le dijo una noche:
-¿Qué te pasa? Te veo inquieta y pensativa desde hace tres días.
Y ella respondió:
-Me disgusta no tener ni una alhaja, ni una sola joya que ponerme. Pareceré, de todos
modos, una miserable. Casi, casi me gustaría más no ir a ese baile.
-Ponte unas cuantas flores naturales -replicó él-. Eso es muy elegante, sobre todo en este
tiempo, y por diez francos encontrarás dos o tres rosas magníficas.
Ella no quería convencerse.
-No hay nada tan humillante como parecer una pobre en medio de mujeres ricas.
Pero su marido exclamó:
-¡Qué tonta eres! Anda a ver a tu compañera de colegio, la señora de Forestier, y ruégale
que te preste unas alhajas. Eres bastante amiga suya para tomarte esa libertad.
La mujer dejó escapar un grito de alegría.
-Tienes razón, no había pensado en ello.
Al siguiente día fue a casa de su amiga y le contó su apuro.
La señora de Forestier fue a un armario de espejo, cogió un cofrecillo, lo sacó, lo abrió y
dijo a la señora de Loisel:
-Escoge, querida.
Primero vio brazaletes; luego, un collar de perlas; luego, una cruz veneciana de oro, y
pedrería primorosamente construida. Se probaba aquellas joyas ante el espejo, vacilando,
no pudiendo decidirse a abandonarlas, a devolverlas. Preguntaba sin cesar:
-¿No tienes ninguna otra?
-Sí, mujer. Dime qué quieres. No sé lo que a ti te agradaría.
De repente descubrió, en una caja de raso negro, un soberbio collar de brillantes, y su
corazón empezó a latir de un modo inmoderado.
Sus manos temblaron al tomarlo. Se lo puso, rodeando con él su cuello, y permaneció en
éxtasis contemplando su imagen.
Luego preguntó, vacilante, llena de angustia:
-¿Quieres prestármelo? No quisiera llevar otra joya.
-Sí, mujer.
Abrazó y besó a su amiga con entusiasmo, y luego escapó con su tesoro.
Llegó el día de la fiesta. La señora de Loisel tuvo un verdadero triunfo. Era más bonita que
las otras y estaba elegante, graciosa, sonriente y loca de alegría. Todos los hombres la
miraban, preguntaban su nombre, trataban de serle presentados. Todos los directores
generales querían bailar con ella. El ministro reparó en su hermosura.
Ella bailaba con embriaguez, con pasión, inundada de alegría, no pensando ya en nada más
que en el triunfo de su belleza, en la gloria de aquel triunfo, en una especie de dicha
formada por todos los homenajes que recibía, por todas las admiraciones, por todos los
deseos despertados, por una victoria tan completa y tan dulce para un alma de mujer.
Se fue hacia las cuatro de la madrugada. Su marido, desde medianoche, dormía en un
saloncito vacío, junto con otros tres caballeros cuyas mujeres se divertían mucho.
Él le echó sobre los hombros el abrigo que había llevado para la salida, modesto abrigo de
su vestir ordinario, cuya pobreza contrastaba extrañamente con la elegancia del traje de
baile. Ella lo sintió y quiso huir, para no ser vista por las otras mujeres que se envolvían en
ricas pieles.
Loisel la retuvo diciendo:
-Espera, mujer, vas a resfriarte a la salida. Iré a buscar un coche.
Pero ella no le oía, y bajó rápidamente la escalera.
Cuando estuvieron en la calle no encontraron coche, y se pusieron a buscar, dando voces a
los cocheros que veían pasar a lo lejos.
Anduvieron hacia el Sena desesperados, tiritando. Por fin pudieron hallar una de esas
vetustas berlinas que sólo aparecen en las calles de París cuando la noche cierra, cual si les
avergonzase su miseria durante el día.
Los llevó hasta la puerta de su casa, situada en la calle de los Mártires, y entraron
tristemente en el portal. Pensaba, el hombre, apesadumbrado, en que a las diez había de ir a
la oficina.
La mujer se quitó el abrigo que llevaba echado sobre los hombros, delante del espejo, a fin
de contemplarse aún una vez más ricamente alhajada. Pero de repente dejó escapar un grito.
Su esposo, ya medio desnudo, le preguntó:
-¿Qué tienes?
Ella se volvió hacia él, acongojada.
-Tengo…, tengo… -balbució – que no encuentro el collar de la señora de Forestier.
Él se irguió, sobrecogido:
-¿Eh?… ¿cómo? ¡No es posible!
Y buscaron entre los adornos del traje, en los pliegues del abrigo, en los bolsillos, en todas
partes. No lo encontraron.
Él preguntaba:
-¿Estás segura de que lo llevabas al salir del baile?
-Sí, lo toqué al cruzar el vestíbulo del Ministerio.
-Pero si lo hubieras perdido en la calle, lo habríamos oído caer.
-Debe estar en el coche.
-Sí. Es probable. ¿Te fijaste qué número tenía?
-No. Y tú, ¿no lo miraste?
-No.
Se contemplaron aterrados. Loisel se vistió por fin.
-Voy -dijo- a recorrer a pie todo el camino que hemos hecho, a ver si por casualidad lo
encuentro.
Y salió. Ella permaneció en traje de baile, sin fuerzas para irse a la cama, desplomada en
una silla, sin lumbre, casi helada, sin ideas, casi estúpida.
Su marido volvió hacia las siete. No había encontrado nada.
Fue a la Prefectura de Policía, a las redacciones de los periódicos, para publicar un anuncio
ofreciendo una gratificación por el hallazgo; fue a las oficinas de las empresas de coches, a
todas partes donde podía ofrecérsele alguna esperanza.
Ella le aguardó todo el día, con el mismo abatimiento desesperado ante aquel horrible
desastre.
Loisel regresó por la noche con el rostro demacrado, pálido; no había podido averiguar
nada.
-Es menester -dijo- que escribas a tu amiga enterándola de que has roto el broche de su
collar y que lo has dado a componer. Así ganaremos tiempo.
Ella escribió lo que su marido le decía.
Al cabo de una semana perdieron hasta la última esperanza.
Y Loisel, envejecido por aquel desastre, como si de pronto le hubieran echado encima cinco
años, manifestó:
-Es necesario hacer lo posible por reemplazar esa alhaja por otra semejante.
Al día siguiente llevaron el estuche del collar a casa del joyero cuyo nombre se leía en su
interior.
El comerciante, después de consultar sus libros, respondió:
-Señora, no salió de mi casa collar alguno en este estuche, que vendí vacío para complacer
a un cliente.
Anduvieron de joyería en joyería, buscando una alhaja semejante a la perdida,
recordándola, describiéndola, tristes y angustiosos.
Encontraron, en una tienda del Palais Royal, un collar de brillantes que les pareció idéntico
al que buscaban. Valía cuarenta mil francos, y regateándolo consiguieron que se lo dejaran
en treinta y seis mil.
Rogaron al joyero que se los reservase por tres días, poniendo por condición que les daría
por él treinta y cuatro mil francos si se lo devolvían, porque el otro se encontrara antes de
fines de febrero.
Loisel poseía dieciocho mil que le había dejado su padre. Pediría prestado el resto.
Y, efectivamente, tomó mil francos de uno, quinientos de otro, cinco luises aquí, tres allá.
Hizo pagarés, adquirió compromisos ruinosos, tuvo tratos con usureros, con toda clase de
prestamistas. Se comprometió para toda la vida, firmó sin saber lo que firmaba, sin
detenerse a pensar, y, espantado por las angustias del porvenir, por la horrible miseria que
los aguardaba, por la perspectiva de todas las privaciones físicas y de todas las torturas
morales, fue en busca del collar nuevo, dejando sobre el mostrador del comerciante treinta
y seis mil francos.
Cuando la señora de Loisel devolvió la joya a su amiga, ésta le dijo un tanto displicente:
-Debiste devolvérmelo antes, porque bien pude yo haberlo necesitado.
No abrió siquiera el estuche, y eso lo juzgó la otra una suerte. Si notara la sustitución, ¿qué
supondría? ¿No era posible que imaginara que lo habían cambiado de intento?
La señora de Loisel conoció la vida horrible de los menesterosos. Tuvo energía para
adoptar una resolución inmediata y heroica. Era necesario devolver aquel dinero que
debían… Despidieron a la criada, buscaron una habitación más económica, una buhardilla.
Conoció los duros trabajos de la casa, las odiosas tareas de la cocina. Fregó los platos,
desgastando sus uñitas sonrosadas sobre los pucheros grasientos y en el fondo de las
cacerolas. Enjabonó la ropa sucia, las camisas y los paños, que ponía a secar en una cuerda;
bajó a la calle todas las mañanas la basura y subió el agua, deteniéndose en todos los pisos
para tomar aliento. Y, vestida como una pobre mujer de humilde condición, fue a casa del
verdulero, del tendero de comestibles y del carnicero, con la cesta al brazo, regateando,
teniendo que sufrir desprecios y hasta insultos, porque defendía céntimo a céntimo su
dinero escasísimo.
Era necesario mensualmente recoger unos pagarés, renovar otros, ganar tiempo.
El marido se ocupaba por las noches en poner en limpio las cuentas de un comerciante, y a
veces escribía a veinticinco céntimos la hoja.
Y vivieron así diez años.
Al cabo de dicho tiempo lo habían ya pagado todo, todo, capital e intereses, multiplicados
por las renovaciones usurarias.
La señora Loisel parecía entonces una vieja. Se había transformado en la mujer fuerte, dura
y ruda de las familias pobres. Mal peinada, con las faldas torcidas y rojas las manos,
hablaba en voz alta, fregaba los suelos con agua fría. Pero a veces, cuando su marido estaba
en el Ministerio, se sentaba junto a la ventana, pensando en aquella fiesta de otro tiempo, en
aquel baile donde lució tanto y donde fue tan festejada.
¿Cuál sería su fortuna, su estado al presente, si no hubiera perdido el collar? ¡Quién sabe!
¡Quién sabe! ¡Qué mudanzas tan singulares ofrece la vida! ¡Qué poco hace falta para
perderse o para salvarse!
Un domingo, habiendo ido a dar un paseo por los Campos Elíseos para descansar de las
fatigas de la semana, reparó de pronto en una señora que pasaba con un niño cogido de la
mano.
Era su antigua compañera de colegio, siempre joven, hermosa siempre y siempre seductora.
La de Loisel sintió un escalofrío. ¿Se decidiría a detenerla y saludarla? ¿Por qué no?
Habíéndolo pagado ya todo, podía confesar, casi con orgullo, su desdicha.
Se puso frente a ella y dijo:
-Buenos días, Juana.
La otra no la reconoció, admirándose de verse tan familiarmente tratada por aquella infeliz.
Balbució:
-Pero…, ¡señora!.., no sé… Usted debe de confundirse…
-No. Soy Matilde Loisel.
Su amiga lanzó un grito de sorpresa.
-¡Oh! ¡Mi pobre Matilde, qué cambiada estás!…
-¡Sí; muy malos días he pasado desde que no te veo, y además bastantes miserias… todo
por ti…
-¿Por mí? ¿Cómo es eso?
-¿Recuerdas aquel collar de brillantes que me prestaste para ir al baile del Ministerio?
-¡Sí, pero…
-Pues bien: lo perdí…
-¡Cómo! ¡Si me lo devolviste!
-Te devolví otro semejante. Y hemos tenido que sacrificarnos diez años para pagarlo.
Comprenderás que representaba una fortuna para nosotros, que sólo teníamos el sueldo. En
fin, a lo hecho pecho, y estoy muy satisfecha.
La señora de Forestier se había detenido.
-¿Dices que compraste un collar de brillantes para sustituir al mío?
-Sí. No lo habrás notado, ¿eh? Casi eran idénticos.
Y al decir esto, sonreía orgullosa de su noble sencillez. La señora de Forestier, sumamente
impresionada, le cogió ambas manos:
-¡Oh! ¡Mi pobre Matilde! ¡Pero si el collar que yo te presté era de piedras falsas!… ¡Valía
quinientos francos a lo sumo!…
FIN
Actividades:
1. Expliquen por qué el cuento es realista.
2. Marquen palabras o frases que podrían incluirse en el campo semántico de
―desgraciada‖ , atributo de Matilde que se menciona en el texto.
3. Caractericen a Matilde aplicándole cinco atributos según su forma de ser, pensar,
decir y obrar.
4. Expliquen a qué se refieren las siguientes expresiones:
a) Envejecido por aquel desastre.____________________________
b) ¡Mi pobre Matilde, qué cambiada estás! ____________________________
c) ―reparo de pronto en una señora‖ __________________________________
5) Desarrollen argumentos para confirmar o negar las siguientes afirmaciones.
a) A partir de la fiesta, la suerte de Matilde cambiará.
b) Matilde no se quejó por todos los sacrificios posteriores, valían la gloria alcanzada.
c) Matilde es una persona incapaz de ser feliz.

El texto argumentativo
La argumentación es un conjunto de
procedimientos que obtiene como resultado la
presentación de un determinado punto de vista u
opinión acerca de un tema, con su
correspondiente defensa. El objetivo es probar
una tesis mediante la presentación de
argumentos contundentes, con el propósito de
persuadir al interlocutor de que esa perspectiva

Los documentales tratan temas de es la que él debiera adoptar. En general, la


argumentación se combina con un conjunto de
interés científico, social y cultural.
exposiciones y explicaciones de hechos,
fenómenos y conceptos que permiten construirla, por lo que es importante decir que rara
vez encontramos textos únicamente argumentativos, sino más bien, expositivo-
argumentativos (ver Tramas textuales en la unidad anterior).
Este tipo de textos se encuentran en las editoriales de los diarios, en los debates
científicos y filosóficos, en las publicidades gráficas y audiovisuales, en los documentales,
en los alegatos judiciales, entre otros.
Estructura de los textos argumentativos
Generalmente, los textos argumentativos presentan una estructura como la
siguiente:
▪ Introducción: Presentación de un hecho o situación que funciona como motor del texto.
Presentación de la tesis o idea a defender.
▪ Desarrollo:
●Enumeración de argumentos o pruebas que sostienen la tesis: son las razones que la hacen
posible.
● Presentación de contraargumentos: Rechazo con pruebas de esos contraargumentos.
▪ Conclusión: Se expone un resumen de lo expresado en la introducción y el desarrollo.
Los elementos de la argumentación
Los elementos básicos que componen una argumentación, entonces, son tesis o
hipótesis, los argumentos y los contraargumentos. Entre sus principales características
podemos mencionar.
▪ Tesis/hipótesis es una idea expresada afirmativamente que contiene la idea
defendida por el autor. Debe ser clara, específica, concisa.
▪ Argumentos son las razones que le permiten al autor defender su hipótesis, las
que puede presentar de muchas maneras. Hay diferentes tipos de argumentos:
● Argumentos de conocimiento general: Son los que apelan a normas que rigen la
sociedad y saberes que se tienen como evidentes.
● Argumentos de experiencia: Son los que se presentan como ejemplos de hechos
sucedidos en la realidad.
● Argumentos de autoridad: Apelan a las opiniones de expertos reconocidos socialmente.
● Argumentos sentimentales: Apelan a las emociones y los sentimientos comunes a los
seres humanos. Intentan conmover al interlocutor.
Recursos argumentativos
La estructura del texto y la presentación de los argumentos se pueden llevar a cabo
mediante un conjunto de operaciones discursivas que detallamos a continuación:
Definición: Expresa el significado de un concepto o presenta las características de
un fenómeno, o de una situación pertinentes al desarrollo de la argumentación.
Ejemplificación: Presenta ejemplos de la realidad, casos y estadísticas, productos
de la experiencia del autor o de la sociedad en general.
Cita de autoridad: Invoca las palabras de un especialista en la materia, con cierto
prestigio social en general o en el ámbito disciplinar que compete a la defensa de la tesis.
Pregunta retórica: Se presenta una idea que deja entrever la opinión del autor. No
pretende la respuesta sino la presentación indirecta de una postura determinada.

Actividades:
1) Leé el siguiente texto argumentativo publicado en Infobae:

DEPORTES 18 de diciembre de 2022

Argentina es un dignísimo campeón del mundo: en la supervivencia


encontró la capacidad para mejorar

Fue una gran victoria argentina, una gran conquista. Todo ha cerrado, ha sido una
experiencia maravillosa e inolvidable.

Por Martín Liberman

Cerramos la cobertura con una Copa


del Mundo. Todavía exultantes, exaltados,
felices, contentos, asustados, asombrados por
la reacción de Francia en un partido tan
cómodo para Argentina. Era la final de un
Mundial y venía demasiado cómoda, demasiado tranquila para el seleccionado
nacional. Que jugó un partido redondo, perfecto, impecable y que lo pasaba por
encima Francia.
Argentina salió a jugar con Di María contra todos los pronósticos. El técnico le
dio la posibilidad al futbolista que no pudo jugar aquella final hace ocho años en el
Maracaná, pero que sí fue figura en la final de la Copa América 2021 y que al llegar a la
Copa del Mundo tuvo una lesión que lo fue postergando permanentemente y solo le
permitió jugar un puñado de minutos.
En realidad, lo que hizo Scaloni fue volver a foja cero porque Di María era
recontra titular en este equipo.
Con Di María listo para jugar, terminó inclinándose por él porque es uno de sus
titulares, uno de sus soldados. En buenas condiciones físicas juega Di María y Di María
fue clave. Terminó siendo una gran decisión la de Scaloni porque a Di María le
cometen el penal que Messi ejecuta y a los 24 minutos el equipo pasa a ganar. Y Di
María marca el segundo.
La jugada del segundo gol es una maravilla total. La inicia Messi con un toque
magistral en la mitad de la cancha para Álvarez, el pase largo para que gane la espalda
Mac Allister que ve de reojo a Di María y la definición cruzada del futbolista de la
Juventus. Argentina se floreaba, era una final fácil, se lo llevaba puesto a Francia.
Hacía con el campeón del mundo lo que quería. Y la misma postura, la misma tesitura
en el segundo tiempo. Incluso se empezó a escuchar desde la tribuna los “ole, ole”.
Argentina hacía circular el balón, basculaba de izquierda a derecha, Messi se tiraba
atrás y era el dueño del juego. Hoy no hubo tanta participación de Julián Álvarez, pero
sí en la presión, en la asfixia.
La verdad es que ha sido un partido
tan raro, tan difícil de analizar porque no
hay argumentos sólidos para explicar que
en un momento del partido empata
Francia. Yo les quiero contar lo siguiente,
parecía una cuestión absolutamente
resuelta. Seguramente ustedes lo sentían
de la misma forma. En el estadio era
cuestión juzgada: estaba terminado el encuentro. Era mucho más fácil que Argentina
hiciera el tercero que el descuento francés. El técnico pateó el tablero, sacó a Dembélé
y a Giroud en el mismísimo primer tiempo y siguió poniendo atacantes, corrigiendo
dificultades que el equipo tenía.
Allí también un poroto para Deschamps, que no le tembló el pulso e hizo lo que
tenía que hacer. Pero el partido estaba controlado, estaba definido. Aparece Mbappé
primero con un penal y después con una genialidad para de repente en tres minutos
provocar la desazón, el golpe que por suerte no fue de nocaut. Fue un golpe que dejó
groggy al equipo que empezó a pasarla mal y dependió muchísimo de Emiliano
Martínez.
Me acuerdo que hace unos días dije que Argentina puede soñar porque no tiene
un solo Messi, tiene al Messi del arco. El Messi del arco lo salvó contra Kolo Muani, con
ese gol se terminaba la historia y hubiera sido el 3-2 para Francia. Tiempo
suplementario y para Messi que festejaba porque metía un nuevo gol en la Copa del
Mundo. Llega el empate, otra vez impensado, por la mano de Montiel y la conquista de
Mbappé. Otra vez ir a los penales en un partido que Argentina no lo merecía. Parecía
un recuerdo del duelo frente a Holanda. Pero insisto que tenemos al mejor arquero del
Mundial y del mundo. Los argentinos patearon muy bien los suyos y Argentina es
campeona del mundo.
Irrefutable. Argentina se reconstruyó después de la derrota con Arabia Saudita
y el equipo fue cada vez mejor. Argentina fue de menos a más. Tenso, difícil con
México. Holgado frente a Polonia. Sufriendo un poquito frente a Australia, pero
manejando el partido. Bailando por momentos a Holanda y de repente le empatan. Y
tuvo que sufrir y el sufrimiento es parte de la construcción para la victoria. Si no
hubiera sufrido un poco no sé qué hubiera pasado con el equipo. Le pegaron fuerte de
arranque y mostró carácter para sobrevivir. En la supervivencia, la capacidad para
mejorar.
Fue una gran victoria argentina, una gran conquista, es un dignísimo campeón
del mundo. Enzo Fernández, el mejor jugador joven del Mundial; Messi, mejor
futbolista del Mundial, Emiliano Martínez, mejor arquero del mundo, Argentina
campeona otra vez. La verdad es que todo ha cerrado, ha sido una experiencia
maravillosa. Recuerdo cuando nos íbamos cabizbajos el primer día porque Argentina
había perdido con Arabia y eso no estaba en los planes de nadie. Nos vamos tan felices,
sin voz, envueltos en llanto, con emociones a flor de piel.

Consultado el 22 de febrero de 2023

a) ¿Cuál es la hipótesis planteada por el autor? Marcar con una :

● Elequipo argentino llegó a la final con lo justo y se benefició con un rival irregular. ……
● Argentina es un digno campeón que pudo salir adelante después de la derrota inicial. ……
● Si bien se coronó como campeona, la selección argentina no estuvo a la altura de las
circunstancias. ……

b) Subrayá argumentos que permitan justificar tu respuesta anterior

c) ¿Qué opina el escritor de la decisión de Scaloni en la elección de Di María?

d) ¿Por qué, según el periodista, fue un partido ―raro‖? ¿A qué figura destaca en el segundo
tiempo?
e) Explicá con tus palabras la frase: ―Argentina encontró en la supervivencia la capacidad
para mejorar”.

UNIDAD 4: El relato épico

Teoría: El relato épico / Tipos de relatos. / El ciclo troyano. / El héroe medieval / La


intertextualidad.

Lecturas: Fragmento de la Íliada. / Merlin. / El cantar de Roldán / Los reyes –


Cortázar / Ítaca – Constantino Cavafis / Poseidón – Franz Kafka / Fragmento de la
Odisea/ Es tan difícil volver a Ítaca – Esteban Valentino

El relato épico

El relato épico es un texto narrativo que cuenta las hazañas de un héroe. Por los
hechos narrados y las características del marco narrativo, estos relatos están emparentados
con los mitos y la historia de un pueblo. Sin embargo, su principal finalidad es engrandecer
al pueblo o la nación a través de las acciones que lleva a cabo el protagonista, quien debe
cumplir su destino. Por ejemplo, la Eneida es una epopeya latina escrita por Virgilio en el
siglo I a.C con el fin de glorificar el imperio romano atribuyéndole un origen mítico.
Virgilio tomo como punto de partida la guerra de Troya y la destrucción de esa ciudad para
presentar la fundación de Roma.
La épica es un género literario clásico, que atraviesa la historia y evolución según
la época y el lugar en los cuales se desarrolla. Si bien los relatos que leeremos son versiones
en prosa, dicho género está escrito originalmente en verso (composición que facilitaba la
memorización en sociedades orales) y es muy extenso; por ejemplo la Ilíada de Homero
tiene más de 15.000 versos y está divida en 24 cantos.

Tipos de relatos épicos

 Epopeyas: en la Antigüedad, las epopeyas o poemas épicos se componían de


manera oral con el objeto de narrar episodios heroicos trascendentales para la
memoria de un pueblo, como por ejemplo la existencia del gran rey Eneas. Los
rapsodas poetas populares, cantaban en las plazas las batallas, los enfrentamientos y
los logros de los grandes monarcas. Su composición era anónima y colectiva y
podía recurrir a hechos históricos y a elementos sobrenaturales, como la
participación de los dioses, que intervenían en el destino de los héroes y de los
pueblos.
 Cantares de gesta: Se denomina cantares de gesta a los poemas épicos compuestos
durante la Edad Media. A diferencia de las epopeyas, se trata de composiciones
escritas que se transmitían de forma oral, en las plazas o mercados. Los juglares
eran recitadores que narraban jornadas: divisiones del relato en extensiones de un
día. Además, acompañaban la interpretación de los poemas con instrumentos y
danzas. En estas composiciones, la participación divina es limitada, dado que es el
héroe quien resuelve las peripecias o aventuras con su estrategia y fuerza física. Un
ejemplo es el Poema de Mio Cid, el cantar de gesta más importante de la lengua
española.
 Libros de caballería: El Renacimiento es la época propicia para las composiciones
en prosa (la invención de la imprenta en 1440 facilitó otro tipo de registro) En este
período se escribieron los más importantes libros de caballerías, donde el héroe
épico se identifica con la figura del caballero andante. Estos libros eran populares
entre la nobleza (el libro exige un público alfabetizado), que encontraba en ellos los
valores del amor y el esfuerzo heroico individual. A su vez, constituyeron las
primeras lecturas individuales recreativas. Don Quijote de la Mancha, de Miguel de
Cervantes Saavedra, publicado en 1605, marca el paso de los libros de caballería a
la novela moderna.

El marco narrativo
En todo relato es posible identificar un marco narrativo, formado por el lugar, el
tiempo y los personajes. Reconocerlo es fundamental para iniciar el análisis de un texto
literario, ya que presenta información necesaria para su comprensión. En el caso de los
relatos épicos, el marco narrativo presenta ciertas características particulares.

Lugar: Es el espacio en el cual transcurren los hechos. Los episodios en la poesía épica
suelen ocurrir en diversos espacios, ya que los desafíos conducen al héroe a distintos
territorios, muchas veces a través de viajes. Pueden ser lugares reales, o ligados a la
mitología.

Tiempo: Es la ubicación temporal de los hechos. La epopeya no tiene una temporalidad


concreta, aunque si es posible identificar la duración de los hechos.

Personajes: Si bien en algunos relatos parecen dioses, semidioses y criaturas mitológicas.


El personaje principal es el héroe, que reúne las mejores cualidades de su pueblo. En
ocasiones, puede tratarse de un semidiós, pero lo que lo identifica no es su filiación divina,
sino sus hazañas y sus características especiales.

Las versiones
Si bien los relatos épicos clásicos se caracterizan por su composición y transmisión
oral, lo que genera que puedan existir variaciones en los hechos narrados, la puesta por
escrito de los textos anónimos permitió que perduraran hasta hoy versiones
estandarizadas. Sin embargo, por tratarse de textos clásicos que se leen en distintas
épocas, podemos encontrar modificaciones en las versiones modernas y esto se debe, entre
otras cosas, a la prosificación de los textos y a su intención didáctica.

Prosificación de los textos: Son aquellos poemas épicos que se pasaron a prosa. Por
ejemplo, la versión original de la Ilíada está compuesta en versos que marcan un ritmo
regular en las palabras, mientras que en la actualidad encontramos versiones de la obra en
prosa. Esto acerca el relato a las características formales de la novela, como la separación
de capítulos.

Versiones didácticas: Son aquellas obras pensadas para un público infantil o juvenil. Por
este motivo, se realizan adaptaciones en función de la edad de los receptores, adecuando la
elección del vocabulario y el uso del lenguaje general.

El héroe medieval
Un rasgo que caracteriza a la poesía épica y al relato de caballería es la presencia de
un héroe como su personaje central. Y debido a que estás historias de ambientan en una
época de grandes enfrentamientos, el héroe por excelencia es un guerrero. El héroe
medieval encarna los grandes valores que la sociedad de la época estima: patriotismo,
lealtad, coraje. Posee, también, una gran fortaleza física y, en muchos casos, las armas que
utiliza o los objetos que emplea son tan importantes que sirven para identificarlo, como la
espada de Arturo. Además, el héroe medieval se destaca por sus valores morales: es
sumamente leal a su patria y a quien la gobierna, generoso con sus compañeros y poseedor
de un gran sentido del honor. Tanto es así que prefiere perder la vida antes que no cumplir
con sus palabras. Si bien todas las cualidades que lo caracterizan son específicamente
humanas, se destaca del resto de los mortales porque las posee en un grado exagerado.
La mayoría de los héroes medievales consagran sus esfuerzos a cumplir misiones
por el bienestar de su comunidad. En algunos casos, cómo Roldán o el Cid Campeador,
poseen también una gran devoción hacia el dios Cristiano.
Este personaje cuenta con ayudantes que colaboran con él para superar las pruebas a
las que se debe enfrentar. Estos ayudantes cumplen un papel fundamental para concretar la
misión planteada y, en muchos casos, su aporte resulta decisivo en la acción este es el caso
de Merlin quien, en la historia de Arturo, es el asesor principal del rey y al que el noble
caballero obedece ciegamente a lo largo de todo su reinado.

El relato épico en contexto

Si bien muchos de los poemas épicos se han conservado gracias a la escritura, su


modo de difusión original fue oral. Esto exigía por parte del aedo o poeta un gran ejercicio
de la memoria. La estructura en verso, las formas rítmicas fijas, la repetición de epítetos
(adjetivos calificativos que acompañan con frecuencia a los nombre de divinidades, reyes o
personajes históricos), adjetivaciones y fórmulas sintácticas completas facilitaban la tarea
memorística.
Con el tiempo, desde la Antigüedad hasta el Renacimiento, los relatos épicos
fueron cambiando. En la actualidad, puede hablarse de la fantasía heroica como una
evolución del relato épico.

El ciclo troyano
Tanto las causas y las derivaciones de la ira de Aquiles, narradas en la Ilíada, como
las vicisitudes del retorno de Odiseo y la venganza contra los pretendientes, temas
principales de la Odisea, son fragmentos de una gran historia. Eslabones, aunque no poco
importantes, de una tradición de relatos sobre la guerra de Troya, que en su conjunto se
conoce como ―ciclo épico‖ o ―ciclo troyano‖. Los episodios míticos que se ubican entre las
causas de esa guerra son dos: el juicio de Paris y el rapto de Helena.
Durante las bodas de Tetis y Peleo, la Discordia arrojó un manzana de oro entre los
dioses para que le fuera otorgada a la más hermosa entre las divinas Atenea, Hera y
Afrodita. Como ninguno de los olímpicos se inclinó por una de las diosas, Zeus las envío
ante la presencia del troyano Paris para que él decidiera la disputa. Para seducir al árbitro,
Hera le aseguró el imperio de toda Asia en caso de ser la elegida; Atenea le ofreció la
prudencia y la victoria en la batalla; por último, Afrodita le prometió el amor de Helena de
Esparta. Paris le concedió a Afrodita la manzana dorada.
La historia del rapto de helena surge como consecuencia del juicio de Paris.
Helena era la mujer más hermosa del mundo y su mano era pretendida por una multitud de
reyes griegos. Tíndaro, el padre de Helena, entre los mortales, hizo caso al consejo de
Odiseo por el cual los aspirantes a la boda debían jurar que aceptarían la elección del
progenitor y acudirían en defensa del esposo ante una eventual disputa. De modo que
cuando Paris, que se encontraba en Esparta cumpliendo una embajada, raptó a la hermosa
Helena, su esposo Menelao hizo valer el juramento y obligó a los jefes griegos a marchar
contra Troya, bajo el mando general de su hermano Agamenón.
El sitio de la ciudad se prolonga durante nueve años. Al décimo, Agamenón debe
devolver a la prisionera Criseida, hija de un sacerdote de Apolo, para que cese la peste que
el dios había desencadenado como castigo en el campamento griego. En compensación por
la pérdida, el comandante resuelve quitarle a Aquiles una de sus esclavas. Ante semejante
ultraje, Aquiles se enfurece y se retira del combate: esta situación que da comienzo a la
Ilíada.
Como consecuencia de la decisión de Aquiles, se produce el avance del ejército
troyano, que obliga al enemigo a retroceder hasta las naves. Compadecido por la situación,
Patroclo, el mejor amigo de Aquiles, le pide a este su armadura para hacer creer a los
troyanos que el héroe ha vuelto al combate.
Héctor, uno de los principales troyanos, mata a Patroclo. Entonces Aquiles decide
volver al campo de batalla para vengar a su amigo. Mata a Héctor; pero más tarde es herido
por Paris en el talón, único punto vulnerable de su cuerpo, y muere.
Finalmente, los griegos logran definir la situación gracias a un engaño ideado por
Odiseo. Hacen creer a los troyanos que se han rendido y les regalan un gran caballo de
madera que estos introducen en la ciudad fortificada, sin saber que dentro del caballo se
ocultan los mejores guerreros griegos. Durante la noche, los griegos salen del escondite,
hacen entrar al resto de sus compañeros y destruyen la ciudad.
Terminada la guerra, los griegos que han sobrevivido regresan a sus hogares. En
general, todos deben enfrentar diversas contrariedades. Pero el regreso más complicado de
todos es el de Odiseo (Ulises), que demorará otros diez años en llegar a su tierra en la isla
de Ítaca.

Actividades
1. ¿Cuál es la finalidad del relato épico?
2. ¿Qué tipos de hechos narra? ¿Cuál es la diferencia entre los textos que se nos
acercan en la actualidad y su versión original?
3. Establecer diferencias entre epopeyas y cantares de gesta
4. ¿Cuál es el antecedente de la novela moderna?

La Íliada – Homero

Los héroes poseen virtudes que los distinguen, pero también tienen sentimientos de ira,
envidia y celos. Eso le sucedió a Aquiles, en plena guerra de Troya. Veamos…

Canto I. La cólera de Aquiles

Musa, cuenta la cólera maldita de Aquiles, el hijo de Peleo, que causo tanto dolor entre los
aqueos* e hizo que bajaran al Hades muchas almas de valientes héroes, y convirtió sus
cuerpos en alimento de perros y de aves, y después de la disputa entre Aquiles y
Agamenón, rey de pueblos.
¿Qué hizo que se pelearan?
Era el noveno año de asedio a Troya. Durante un viaje a Tebas en busca de alimento
y mujeres, Agamenón había tomado como esclava a una muchacha llamada Criseida, hija
de un sacerdote cuyo nombre era Crises. Al día siguiente, el padre de la joven se presentó
en el campamento aqueo. Llevaba espléndidos regalos y habló así:
-¡Aqueos! Que los dioses del Olimpo les permitan destruir Troya y regresar bien a
sus hogares. Pero, por favor, liberen a mi hija. Y acepten este rescate por respeto a Apolo,
el lanzador de flechas.
Todos aprobaron devolver a la muchacha y aceptar el rescate. Todos menos
Agamenón, quien se enojó, se puso de pie y echó a Crises de mala manera:
-Desaparece, viejo. No pienso devolverte a tu hija. Cuando la guerra termine, ella
envejecerá en mi casa, lejos de su patria, compartiendo mi lecho. Así que vete ahora mismo
y no vuelvas si quieres conservar tu vida.
El anciano asintió miedo y obedeció. Caminó en silencio por la orilla del mar, y
cuando estuvo lejos del campamento y las naves, le suplicó a Apolo:
-Dios del arco de plata, al que siempre honré, escucha mi voz y concédeme este
deseo: ¡que los aqueos paguen mis lágrimas castigados por tus flechas!
Apolo lo escuchó y bajó desde el Olimpo, con el arco y la aljaba* al hombro. Tenía
el aspecto de la noche. Pronto empezó a disparar, y la muerte y el dolor se abatieron sobe
los aqueos. Durante nueve días las terribles flechas cayeron sobre hombres y animales. Las
piras* de cadáveres ardían sin pausa. Al décimo día, Aquiles, el de pies ligeros, convocó a
una asamblea. Dijo a todos los presentes:
-Si esto continúa, tendremos que subir a las naves y volver a nuestra patria.
Consultemos a un adivino o a un sacerdote que nos explique qué ocurre y cómo liberarnos
de este desastre.
Entonces se levantó el sabio Calcante, el mejor entre los adivinos, el que conocía las
cosas pasadas, las presentes y las futuras; y habló así:
-Aquiles: quieres conocer el motivo de esta desgracia, y te lo diré. Pero jura que me
vas a defender con tu palabra y tus manos, porque preveo que voy a irritar a un hombre
poderoso al que todos los aqueos obedecen.
Y contestó Aquiles:
-Habla sin miedo, Calcante. Mientras yo viva nadie levantará una mano contra ti.
Entonces dijo el adivino:
-Es Apolo el que nos envía sufrimientos, porque Agamenón ofendió al sacerdote
Crises. Solo hay una manera de apartar este desastre: devolver a esa muchacha de ojos
vivaces a su padre antes de que sea demasiado tarde.
Después de decir esto, se sentó. Entonces se levantó Agamenón, con la mirada
encendida como el fuego. Miró con odio a Calcante y le dijo:
-¡Adivino siniestro! Te complace predecir desgracias. ¡Jamás me anunciaste nada
grato! Y ahora quieres privarme de la hermosa Criseida, que me gusta más que mi propia
esposa. Muy bien, voy a devolverla, porque no quiero que sigan muriendo mis hombres,
pero a cambio exijo una compensación. No es justo que yo sea el único que se quede sin
botín.
Entonces habló Aquiles.
-¿Qué podemos ofrecerte, Agamenón? Lo que saqueamos en las ciudades ya está
todo repartido. Devuelve a la muchacha, y cuando tomemos Troya te compensaremos con
el triple o el cuádruple.
Y respondió Agamenón:
-¿Y tú conservaras tu botín mientras a mí me dejan sin nada? No vas a
convencerme, Aquiles. Ahora devolveré a Criseida, pero después voy a tomar lo que tenga
ganas. Y tal vez me quede con tu propia esclava. O la de Áyax, o la de Odiseo.
Aquiles le contestó muy enojado.
-Ah, no tienes vergüenza. Tu codicia es insaciable. ¿Cómo pretendes que los aqueos
*aljaba: Funda para transportar flechas.
*pira: hoguera para quemar cadáveres.

te sigan en la batalla? A mí los troyanos no me hicieron nada. Vine a luchar por ti, para
defender tu honor y el de tu hermano Menelao; sin embargo, me llevo el mayor peso en las
batallas, y cuando se reparte el botín tú siempre recibes la parte más grande y yo la más
pequeña. ¿Y ahora me amenazas? No, será mejor que vuelva a mi patria antes que
quedarme arriesgando la vida para darte tesoros y ganancias a ti, perro codicioso.
Y Agamenón, rey de pueblos, le dijo:
-Huye, si eso es lo que te dicta tu corazón. No voy a suplicarte que te quedes. No me
agradas, Aquiles: te gusta discutir y pelear. Eres fuerte, sí, pero eso no es mérito tuyo, sino
un don de los dioses. No tengo ningún temor a tu cólera. Vuelve a tu casa si quieres y
llévate tus naves y tus hombres. Pero te diré lo que voy a hacer: después de entregar a
Criseida, iré en persona a tu tienda y me llevaré a la hermosa Briseida, tu botín, para que
quede en claro quién es el más poderoso, y para que ningún otro se atreva a compararse
conmigo.
Así habló, y Aquiles se llenó de inquietud. Dudaba entre desenvainar su filosa
espada y matar a Agamenón, o contener su cólera. Estaba a punto de sacar la espada cuando
bajó del cielo Atenea, se puso detrás de él y tiró suavemente de sus cabellos. Solo Aquiles
podía verla, y enseguida la reconoció, pues los ojos de la diosa irradiaban un fulgor único y
terrible.
Aquiles le dijo estas palabras:
¿A qué has venido, hija de Zeus? ¿A ver cómo el arrogante de Agamenón pierde su
vida?
Y le contestó Atenea, la de ojos brillantes:
-Vengo del cielo para calmar tu ira. Me manda Hera, quien los quiere a ti y a
Agamenón por igual. Vamos Aquiles, guarda ahora tu espada y algún día recibirás el triple
de lo que pierdes por esta deshonra.
Y Aquiles, el de pies ligeros, respondió:
-Aunque estoy muy enojado respetaré tu decisión. Los dioses escuchan a quien los
obedece.
Cuando él soltó la empuñadura de su espada, Atenea voló al Olimpo junto con los
otros dioses.
Entonces Aquiles le gritó Agamenón:
-¡Miserable, corazón de ciervo! Llegará un día en que los aqueos pidan por mí.
Cuando caigan bajo los golpes de Héctor, me extrañarán. Tú no podrás hacer nada para
ayudarlos, y te arrepentirás de haber ofendido al mejor de los aqueos. Llegará ese día,
Agamenón. Te lo aseguro.
Así habló. Luego se disolvió la asamblea y Aquiles se retiró acompañado por sus
hombres.
Agamenón hizo embarcar a la bella Criseida en una nave con veinte remeros para
que la llevaran de vuelta a su tierra, junto a su padre. Después llamó a dos heraldos y les
ordenó:
-Vayan a la tienda de Aquiles y tráiganme a Briseida. Si Aquiles se opone, díganle
que iré yo mismo con más hombres y será peor.
Los mensajeros bordearon la orilla del mar hasta el campamento de los
mirmidones*.
*mirmidones: Pueblo gobernado por Aquiles.
Aquiles estaba sentado afuera de su tienda, junto a su nave. Los heraldos se
quedaron de pie, en silencio, sin atreverse a decir nada, por respeto al rey. Él se dio cuenta
y les dijo:
-Acérquense. Ustedes no tienen la culpa de nada; es Agamenón quien los manda.
Entonces Aquiles llamó a Patroclo y le pidió que buscara a Briseida. (…) Aquiles
los vio partir. En su pecho se mezclaban la furia y la tristeza. Se alejó de sus compañeros y
fue a sentarse junto al espumoso mar. Entonces lloró mirando el horizonte. El señor de la
guerra, el terror de los troyanos, levantó los brazos al cielo y, como un niño, se puso a
invocar entre lágrimas el nombre de su madre, Tetis.
Ella lo escuchó desde el fondo del mar y emergió de las aguas como una neblina. Se
sentó junto a él, lo acarició con dulzura y le preguntó qué ocurría. Cuando Aquiles le
explicó el motivo de sus penas, ella le dijo:
-¡Ay, hijo mío! ¿Para qué te trajo al mundo esta pobre madre? Tu vida será breve…
Ojalá pudieras pasarla sin lágrimas, ni dolor. Ahora quédate junto a las naves y no vuelvas
a combate. Yo iré al Olimpo, le suplicaré a Zeus por ti y él me escuchará.
-¡Padre! Si alguna vez te favorecí con mis palabras o mis acciones, escucha mi
ruego. Agamenón ha ofendido a mi hijo. Le quitó su recompensa, la hermosa Briseida; y no
tiene intención de devolvérsela. Te pido que ayudes a Aquiles a vengarse. Dale poder a los
troyanos para que los aqueos retrocedan y, acorralados, se vean obligados a buscar la
ayuda de mi hijo, y lo honren como es debido.
Así habló. El dios que junta las nubes se quedó callado. Tetis le suplicó de nuevo,
abrazando sus rodillas, hasta que Zeus contestó:
-Intentaré cumplir lo que me pides, pero Hera no debe enterarse, o habrá grandes
problemas. Ella apoya a los aqueos en la lucha, y aun sin motivos me reprocha a mí apoyar
a los troyanos. Así que te pido que te vayas antes de que te vea. Haré lo que pueda.
Satisfecha, Tetis se zambulló en el mar y Zeus volvió a su morada. Los dioses se
pusieron de pie cuando entró su padre. Pero Hera se dio cuenta de que él había estado
haciendo planes con Tetis, y le dijo:
-¿Con quién estuviste conversando, tramposo? ¡Cómo te gusta tomar decisiones a
escondidas, lejos de mí!
-Zeus le contestó:
- Hera, aunque seas mi esposa no esperes conocer todos mis planes. Las decisiones
que pueda comunicar las sabrás siempre antes que el resto de los dioses, pero no trates de
averiguarlo todo.
(…)
Así habló Zeus, y Hera tuvo miedo. Serenó su ánimo y se sentó junto a sus hijos y al
resto de los dioses. Todos comieron y bebieron, y cuando se hizo la noche se retiraron a
dormir cada uno a su morada. También Zeus se fue a la cama, seguido en silencio por su
esposa.
En Íliada, Buenos Aires: La estación, 2014
(versión de Nicolás Schuff)

Actividades:

1. Indiquen con V las afirmaciones verdaderas y con F las falsas. Luego, corrijan en su
carpeta las que consideren falsas:
a. El asedio de Troya estaba comenzando.
b. Aquiles y Agamenón discuten por las estrategias en las batallas.
c. Apolo interviene en favor de Agamenón
d. Aquiles controla su ira por la acción divina
e. Aquiles se muestra fuerte e inquebrantable frente a la partida de Briseida.
f. Tetis decide socorrer a Aquiles
g. Zeus escucha las súplicas de Tetis y promete ayudar a Aquiles.

2. Indiquen con H los personajes humanos y con una D los dioses


a. Zeus
b. Agamenón
c. Hera
d. Calcante
e. Tetis
f. Atenea

3. Indiquen qué personaje corresponde a cada descripción


a. Rey de pueblos
b. El mejor entre los adivinos
c. La de ojos brillantes
d. El dios que junta las nubes

4. Describir a Aquiles. ¿Cómo reacciona frente a Agamenón? ¿Por qué?


Merlín
Versión de John Steinbeck

Uther Pendragon era el rey de Inglaterra cuando se enamoró de lady Ingraine. La bella
dama estaba casada con el duque de Cornualles*. Cuando el duque murió, Uther le pidió ayuda al
mago Merlín para conquistarla. Este accedió con la condición de que el primer hijo de la pareja le
fuera entregado al nacer. Y así fue: cuando nació el niño, que fue bautizado con el nombre de
Arturo, el rey se lo entregó a Merlín que, a su vez, lo dio a una familia adoptiva que lo crió como
propio. Pasaron los años, y Uther enfermó; entonces, sus enemigos aprovecharon para saquear el
reino. Finalmente el rey murió, y el trono de Inglaterra permaneció vacante.

En medio de esta anarquía*, nadie estaba a salvo, y las leyes no eran respetadas, de
manera que Merlin, finalmente, se presentó al arzobispo de Cantorbéry y le aconsejó que
convocara a todos los señores y caballeros armados del reino para que se reunieran en
Londres en Navidad, amenazando con la excomunión* a quien se negara a concurrir.
Puesto que Jesús había nacido en Nochebuena, creíase que, quizás en esa noche sagrada, les
ofreciera una señal milagrosa para indicar a quién le correspondía el trono del reino.
Cuando el mensaje de arzobispo llegó a oídos de los señores y caballeros, muchos de ellos
se sintieron llamados a purificar sus vidas para que sus plegarias resultaran más aceptables
a Dios.
En la iglesia más imponente de Londres (probablemente la Catedral de San Pablo),
los señores y caballeros se reunieron para orar mucho antes del alba. Y cuando concluyeron
los maitines* y la primera misa, se vio, en el patio de la iglesia y en un sitio muy próximo
al altar mayor, un gran bloque de mármol; en el mármol, había un yunque* de acero
atravesado por una espada. Tenía esta inscripción en letras de oro:

QUIENQUIERA EXTRAIGA ESTA ESPADA DE ESTA PIEDRA Y ESTE YUNQUE ES


REY DE INGLATERRA POR DERECHO DE NACIMIENTO

Las gentes se asombraron y llevaron las nuevas del milagro al arzobispo, quien les
dijo:
-Volved a la iglesia y rezadle a Dios. Y que hombre alguno toque la espada hasta
que se cante la Misa Mayor-. Y así lo hicieron, pero, en cuanto concluyó el servicio, los
señores fueron a ver la piedra y la espada, y algunos trataron de sacar la hoja; pero sus
tentativas fueron en vano.
No está aquí el varón capaz de extraer esa espada --declaró el arzobispo, pero sin
duda Dios nos lo mostrará. Hasta entonces -prosiguió-, sugiero que diez caballeros famosos
por su virtud sean designados para custodiar está espada.
Así se ordenó, y, más tarde, se pregonó que todo hombre que quisiera probar suerte
podía tratar de sacar la espada. Para el día de Año Nuevo, se anunció un gran torneo,
proyectado por el arzobispo a fin de que los señores y caballeros permanecieran juntos,
puesto que calculaba que, para ese momento, Dios les permitiría conocer al hombre capaz
de conquistar la espada.
*Anarquía: ausencia de gobierno
*Cornualles: ciudad al sur de Inglaterra
*Excomunión: prohibición a una persona de participar de sacramentos
*Maitines: rezos antes del amanecer
*Yunque: herramienta que se usa para dar forma a metales como hierro o acero.
El día de Año Nuevo, al concluir los oficios sagrados, los caballeros y barones* se
dirigieron al campo donde debían de librarse las justas*, en las cuales dos hombres con
armadura se enfrentarían en singular combate intentando derribar a su oponente. Otros se
unieron al torneo, deporte militar que solía congregar a grupos selectos de hombres
armados y a caballo. Mediante esta práctica los caballeros y barones conservaban su
destreza y entrenaban para la guerra, además de conquistar honra y renombre por su
gallardía* y pericia con el caballo, el escudo, la lanza y la espada, pues todos los barones y
caballeros eran gente de armas.
Sucedió que sir Ector, quien poseía tierras en las cercanías de Londres, vino a unirse
a las justas acompañado de su hijo sir Kay, armado caballero recientemente, el dia de
Todos los Santos, y también del joven Arturo, quien había sido criado en la casa de sir
Ector y era hermano de leche* de sir Kay. Cuando cabalgaban rumbo al torneo, sir Kay
advirtió que había olvidado la espada en la casa de su padre y solicitó al joven Arturo que
volviera en su busca.
-Lo haré con sumo placer -dijo Arturo; y volvió grupas y galopó en busca de la
espada de su hermano de leche. Pero, cuando llegó a la casa, la encontró desierta cerrada
con trancas, pues todos se habían marchado para ver las justas.
Entonces, Arturo se encolerizó y se dijo a sí mismo: -Muy bien, cabalgaré hasta la
iglesia y arrancaré la espada incrustada en la piedra. No quiero que mi hermano Sir Kay
este sin espada hoy.
Cuando llegó a la iglesia, Arturo desmontó y sujetó la cabalgadura al portillo. Se
dirigió a la tienda y no encontró allí a los caballeros custodios, pues también ellos habían
asistido al torneo. Entonces, Arturo aferró la espada por la empuñadura y, con ímpetu y
facilidad, la extrajo del yunque y la piedra; luego montó a caballo y cabalgó velozmente
hasta alcanzar a sir Kay, a quien le dio la espada.
En cuanto sir Kay vio la espada, notó que era la que estaba en la piedra, y,
rápidamente, fue hasta su padre y se la mostró.
-iSeñor, mira esto! Tengo la espada de la piedra y, por lo tanto, debo ser rey de
Inglaterra.
Sir Ector reconoció la espada, y llamó a Arturo y a sir Kay; los tres regresaron rápidamente
a la iglesia. Y allí, sir Ector hizo declarar a sir Kay, bajo juramento, dónde había
conseguido la espada.
-Me la trajo mi hermano Arturo-respondió sir Kay. Entonces sir Ector se volvió
hacia Arturo.
-¿Dónde obtuviste esta espada?
-Cuando regresé en busca de la espada de mi hermano- dijo Arturo, no encontré a
nadie en casa, así que no pude traerla. No quería que mi hermano estuviera sin espada, de
modo que vine aquí y tomé la que estaba en la piedra para dársela.
-¿No había ningún caballero custodiando la espada? -preguntó sir Ector.
-No señor-dijo Arturo. No había nadie. Sir Ector guardó silencio un instante y,
luego, dijo:
-Ahora comprendo que tú debes ser rey de estas tierras.
*Barones: los que portaban título de nobleza de barón.
*Gallardía: esfuerzo y valentía de acciones físicas.
*Hermanos de leche: hijos de distintos padres, amamantados por misma mujer.
*Justas combates a caballo y con lanza
*Senescal: jefe de la nobleza que gobierna un territorio.

-No entiendo dijo Arturo. ¿Por qué razón yo debo ser rey?
-Mi señor-dijo sir Ector-, es la voluntad de Dios que sólo el hombre capaz de extraer
esta espada de la piedra tenga derecho a la corona del reino. Ahora déjame ver si puedes
devolver la espada a su sitio y volver a sacarla.
-No es difícil-dijo Arturo, e introdujo la espada en el yunque. Entonces, sir Ector
trató de sacarla y no pudo, y le dijo a sir Kay que lo intentara. Sir Kay tiró de la espada con
todas sus fuerzas, pero no pudo moverla.
-Ahora te toca a ti-le dijo sir Ector a Arturo. -Muy bien dijo Arturo. Y extrajo la
espada sin dificultad.
Entonces, sir Ector y sir Kay se hincaron de rodillas ante él. -¿Qué es esto? -
exclamó Arturo-. Padre y hermano míos, ¿por qué os arrodilláis ante mí?
-Mi señor Arturo -dijo sir Ector-, no soy tu padre ni somos de la misma sangre. Creo
que eres de sangre más noble que la mía. --Entonces, sir Ector le refirió a Arturo cómo lo
había tomado a su cargo por orden de Uther y, también, le refirió la intervención de Merlín.
Al enterarse de que sir Ector no era su padre, Arturo sintió una tristeza que se
agudizó cuando sir Ector le dijo: -Señor, ¿contaré con tu bondad y protección cuando seas
rey?
-¿Por qué habría de ser de otro modo? -exclamó Arturo. Te debo más que a nadie en
el mundo, a ti y a tu esposa, mi madre y señora, quien me amamantó y me cuidó como a un
hijo propio. Y si, como dices, es voluntad de Dios que yo sea rey, pídeme lo que quieras,
que no he de fallarte.
-Mi señor-dijo sir Ector-, sólo una cosa te pediré, y es que nombres a mi hijo sir
Kay, tu hermano de leche, senescal* y protector de tus tierras.
-Se hará eso y mucho más. Por mi honra, que nadie, sino sir Kay, ejercerá esa
función mientras yo viva.
Luego los tres fueron ante el arzobispo y le contaron cómo la espada había sido extraída de
la piedra, y él dio órdenes de que volvieran a reunirse los barones, quienes nuevamente
intentaron sacar la espada. Todos fracasaron, excepto Arturo.
Muchos de los señores, presas de la envidia y el furor, dijeron que era vergonzoso e
insultante que el reino fuera gobernado por un muchacho cuya sangre no era real. La
decisión se postergó hasta Candelaria*. Tras acordar una nueva reunión para esa fecha, se
designaron diez caballeros para vigilar la espada y la piedra. Se alzó una tienda para
protegerla, y, a toda hora, había cinco caballeros de guardia.
En Candelaria, acudió un número aún mayor de señores para intentar sacar la
espada, pero nadie pudo lograrlo. Arturo, al igual que antes, lo consiguió sin esfuerzo.
Entonces, los airados barones postergaron la resolución hasta Pascua, y, Arturo fue el único
capaz de extraer la espada. Algunos de los grandes señores se oponían a que Arturo ciñera
la corona y demoraron la prueba definitiva hasta Pascua de Pentecostés. Tan enfurecidos
estaban que la vida de Arturo corría peligro. El arzobispo de Cantórbery, aconsejado por
Merlín, convocó a aquellos caballeros a quienes Uther Pendragon había hecho depositarios
de su amor y su confianza. Hombres de la talla de sir Bawdewyn de Bretaña, sir Kaynes, sir
Ulfius y sir Brastias, todos ellos y muchos más permanecieron día y noche cerca de Arturo
para protegerlo hasta la Pascua de Pentecostés.

*Candelaria: fiesta religiosa que se celebraba el 2 de febrero.


*Ralea: especie, cualidad.
Cuando llegó Pentecostés, se reunió una gran multitud, y hombres de toda ralea se
esforzaron por sacar la espada de la piedra sin que ninguno tuviera éxito. Luego Arturo
subió a la piedra en presencia de todos los señores y de las gentes comunes, extrajo la
espada con facilidad y la exhibió ante todos ellos. El pueblo quedó convencido y declaró a
viva voz y al unísono:
Queremos que Arturo sea nuestro rey sin más demora. Evidentemente, es voluntad
de Dios que sea rey, y mataremos a todo el que se suponga en su camino.
Y así, ricos y humildes se arrodillaron y solicitaron el perdón de Arturo por haber
demorado tanto tiempo. Arturo los perdonó, y luego tomó la espada en sus manos y la
depositó en el altar mayor. El arzobispo tomó la espada y tocó a Arturo en el hombro, y lo
armó caballero. Luego, Arturo juró ante todos los señores y las gentes comunes que sería
un rey justo y leal hasta el fin de sus días.

En Los hechos del rey Arturo y sus nobles caballeros. Buenos Aires: Debolsillo, 2004

Actividades:

1. ¿En qué lugares se desarrolla el relato?


2. ¿Cuál es el problema que se plantea al comienzo de la narración? ¿Quiénes están
preocupados por resolverlo?
3. Subrayá el fragmento del texto donde se explicita la manera de resolver la elección
del nuevo rey.
4. ¿Qué explicación proponen los pobladores respecto de la aparición, en el patio de la
iglesia, del yunque y la espada con la inscripción en letras de oro?
5. Marca con una x los valores que representan a Arturo como futuro rey de Inglaterra:

Soberbia
Intolerancia
Origen noble
Generosidad
Humildad
Egoismo
6. ¿Por qué puede considerarse a Arturo un héroe medieval?

El cantar de Roldán
Anónimo
El rey de Francia, Carlomagno*, ha conquistado toda España, salvo la bella Zaragoza,
sometida al rey moro* Marsil. Este sabe que no tiene ejército ni fuerza suficiente para enfrentar a
Carlos. Por eso, junto con sus asesores, planea una emboscada para asesinar a Roldán, el sobrino
del rey, ya que cree que de esa manera el hub emperador habrá perdido lo mejor de su ejército,
dejará de luchar y así Zaragoza se verá a salvo de los franceses.
Mientras Carlos regresa a Francia, pensando que allí el rey moro presentará su rendición,
Roldán queda en la retaguardia* con su fiel compañero y amigo Oliveros, y un grupo reducido de
soldados.
Cuando llega a Roncesvalles*, Roldán descubre que la tropa de Marsil viene a su
encuentro con cuatrocientos mil soldados. El número de guerreros enemigos es mucho mayor, pero
Carlos ya está muy lejos.

Desesperado por la desventaja numérica, Oliveros le pide a Roldán: -Toca tu


olifante. Así Carlos lo oirá y volverá con sus tropas a ayudarnos. El olifante es un hermoso
cuerno de marfil, tallado en un colmillo de elefante, que cuelga del cuello de Roldán. Al
soplar en él, produce un sonido inconfundible, capaz de escucharse a grandes distancias.
-Eso sería una locura -responde Roldán-. Antes de pedir socorro, mancharé mi
espada con la sangre de los infieles.
-Roldán, ¿por qué sería una deshonra pedir ayuda? -replica Oliveros. ¡Toca tu
cuerno! He visto a los moros. Ellos son muchos y nosotros, muy pocos. -¡Mejor! -dice
Roldán. Cuantos más sean, más ganas tengo de pelear. Prefiero morir que vivir
avergonzado.
Como Roldán es quien está al mando de la retaguardia, Oliveros no insiste más.
Enseguida comienza la batalla. Sólo se escucha el galope de los caballos y el ruido del
acero. Una nube de polvo envuelve a los guerreros. Roldán cabalga por el campo con su
espada en alto y no deja enemigo en pie. La batalla se vuelve más encarnizada. De uno y
otro bando caen hombres muertos o desmayados. Los francos se baten con todo el corazón
y llenos de ánimo. Los infieles han muerto por millares. De los cuatrocientos mil moros del
principio, sólo quedan unos pocos, que huyen, para las malas noticias a Marsil.
Terminada la lucha, los francos permanecen en el campo de batalla. Con los ojos
llenos de lágrimas buscan a sus compañeros entre los cadáveres. Se lamentan por amigos
perdidos, pero tienen el corazón lleno de orgullo por el triunfo, que es una prueba del amor
y la lealtad a su querida Francia
-Ese es el momento de contraatacar-informa uno de los soldados árabes al rey
Marsil. La tropa de Roldán nos ha vencido, pero están cansados, sus armas están rotas, y al
menos la mitad de ellos ha muerto o quedó malherido.
Marsil, lleno de furia por esa derrota, reagrupa a sus huestes y marcha con ellas
hacia el campo de batalla.
Roldán se da cuenta de que el enemigo regresa y galopa con los hombres que
quedan a su encuentro. La matanza es, otra vez, atroz y, una vez más, vencen los franceses.
El bando de Roldán, sin embargo, esta vez queda diezmado*. Sólo viven trescientos
hombres. Y ellos tampoco aguantan mucho más. Marsil prepara ya su tercer y último
ataque. Roldán busca entonces a Oliveros. Ambos están cubiertos de sudor y de sangre.
Tienen heridas en todo el cuerpo, pero aún conservan la fuerza.
-Tocaré mi olifante-dice Roldán-. Carlomagno lo oirá, volverá con el ejército, y
entonces no quedará ni un infiel sobre esta tierra.
-Cuando te pedí que lo hicieras, no quisiste -replica Oliveros irritado-, ahora es
demasiado tarde. Las horas, para nosotros, están contadas.
De todas maneras, Roldán toma su olifante y sopla en él con todas sus fuerzas. El
inconfundible sonido viaja grandes distancias y llega a oídos del Emperador, que marcha
hacia su patria.
*Carlomagno: rey de Francia desde 768 hasta 814.
*Cota de malla: armadura hecha con pequeños anillos de hierro tejidos que cubre el cuerpo del
guerrero.
*Diezmado: que ha sufrido gran cantidad de muertes.
*Moro: persona nacida en el norte de África y profesa religión musulmana
*Retaguardia: grupo de soldados que avanzan en último lugar.
*Roncesvalles: municipio situado en la Comunidad de Navarra, en España.
-¡Es el cuerno de Roldán! -exclama Carlomagno. ¡Nuestros hombres están
combatiendo!
A una orden de Carlos, todos montan sus caballos y dan media vuelta. En
Roncesvalles, los árabes al mando de Marsil embisten de nuevo. Esta vez no hay salida
para los francos. Son muy pocos y están agotados. Uno tras otro caen mientras intentan
defenderse.
Roldán se enfrenta cara a cara con Marsil y le traspasa la muñeca derecha con la
espada. El moro malherido abandona el campo de batalla, y Roldán intenta seguirlo, pero
no puede. También él ha sido herido y sangra mucho. Roldán sabe que se acerca su fin.
Entonces, resuenan en el valle los sesenta mil cuernos del ejército francés. El
potente sonido paraliza a los moros.
Vuelve Carlomagno con su tropa exclaman con temor. Si nos encuentra aquí, nos matará a
todos. ¡Vayámonos! Pero antes, vamos por Roldán. Todo habrá sido inútil si sobrevive.
Que cada uno le dispare, à distancia, dar- dos y flechas hasta matarlo, pues es imposible
vencerlo en el combate frente a frente.
Así lo hacen. Enseguida, el caballo de Roldán se desploma, abatido por las heridas.
El guerrero cae a tierra, los dardos y flechas llueven sobre él y desgarran su cota de malla*.
El hierro enemigo se hunde en la carne de Roldán, y este se desmaya. Los árabes lo creen
muerto y huyen.
Poco después, el francés recupera el conocimiento, pero sangra y siente frío en todo
el cuerpo. Aun así, logra ponerse en pie y busca a sus compañeros. La mayoría ha muerto.
Roldán encuentra a Oliveros, su fiel amigo y se acerca a socorrerlo.
-¡Aguanta un poco más, que Carlos está cerca! Si tú mueres, ¡qué tristeza será para
mí!
Pero Oliveros ya no puede oírlo y exhala el último suspiro en brazos de amigo.
Roldán lo abraza lleno de dolor. No cesa de llorar y casi no logra sostenerse en pie.
Tiene el rostro muy pálido, cubierto de sangre y sudor. Entonces camina hasta una roca y
con un último esfuerzo, se recuesta sobre el pasto. Bajo su cuerpo, pone su espada y su
olifante. Luego vuelve el rostro hacia Zaragoza. Roldán eleva sus brazos al cielo y muere.
Poco después, Carlomagno y su ejército llegan a Roncesvalles. Lo que ven los llena
de horror. Cientos de cadáveres cubren el valle.
-¿Dónde están mis caballeros? -exclama el Emperador con lágrimas en los ojos.
¿Dónde está Roldán, mi sobrino? ¿Y Oliveros? Todos los caballeros y soldados se sienten
invadidos por la tristeza.
Entonces, ven a lo lejos cómo el enemigo huye, y Carlos decide perseguirlo para
vengar la muerte de sus hombres. Los franceses alcanzan a los moros en el Valle de las
Tinieblas. Les cortan todos los caminos y no pueden huir, salvo por el río Ebro* y aunque
allí no hay puentes ni balsas para atravesar las aguas, muchos árabes prefieren arrojarse al
río e intentar nadar. Algunos mueren, ahogados por el peso de sus armaduras. Sólo unos
pocos logran llegar a Zaragoza. Entre ellos está Marsil. Sin embargo, morirá pronto, pues
ha perdido mucha sangre a causa de la herida infligida por Roldán.
Cuando Carlomagno ve que ha vencido al enemigo, se arrodilla y agradece al cielo.
Al día siguiente, regresa a Roncesvalles.
Carlomagno camina entre los muertos, buscando el cadáver de su querido Roldán.
Al divisar a su sobrino, tendido bajo un árbol, corre a abrazarlo y rompe en llanto. Los
cuerpos de Roldán y Oliveros son colocados en ataúdes de mármol blanco, cubiertos de
seda y transportados hacia Francia, donde los entierran con los máximos honores.

El cantar de Roldán. México D. F.: Porrúa, 2007. Versión en prosa de Felipe Teixidor. Adaptación
de Karina Sánchez.

*Ebro: uno de los ríos más largos y caudalosos de España.

Actividades:

1. ¿Quién es Roldán? ¿Qué relación de parentesco tiene con Carlomagno?


2. ¿Qué significa que el rey Marsil le tiene ―una emboscada‖ a Roldán? ¿Por qué lo
hace?
3. Anota cuatro características de Roldán que lo convierten en un héroe medieval.
Subraya fragmentos del texto que te permitan justificar esto.
4. ¿Qué objeto porta Roldán? ¿Cuál es su poder?
5. La batalla que describe El cantar de Roldán es una hazaña ¿Por qué?
6. ¿Qué hechos se relatan que no podrían ser realizados por un ser humano común?
7. Explica con tus palabras por qué El cantar de Roldán es un poema épico.

Del relato épico a la intertextualidad

Los textos clásicos de la Antigüedad están ligados a la tradición literaria de un


pueblo, y muchas veces los personajes que aparecen constituyen modelos universales para
sus lectores. En este sentido, sirven como fuente de inspiración y establecen vínculos
intertextuales con nuevas obras.
La intertextualidad es la relación que se establece entre dos o más textos. De este
modo, se genera un dialogo entre un texto base y un texto que deriva de él, en el que el
texto derivado aporta una nueva lectura sobra la misma historia.

Versiones épicas

Los reyes
Julio Cortázar
Escena final
El minotauro agoniza, sosteniendo la roja cabeza contra el muro. El joven citarista se
acerca temeroso, mientras otros habitantes del laberinto – jóvenes, doncellas – se detienen
más lejos.

El citarista: - ¡Señor de los juegos! ¡Amo del rito!


Minotauro: – Déjame, citarista. No podrías darme más que música, y en mi resto de vida
crece como el viento un reclamo de silencio.
El citarista: - ¡Toda esa sangre!
Minotauro: – Solo ves lo que no importa. Solo te dolerás de mi muerte.
El citarista: - ¿Cómo no dolerme? Tú nos llenaste de gracia en los jardines sin llavem bis
ayudaste a exceder la adolescencia temerosa que habíamos traído al laberinto. ¿Cómo
danzar ahora?
Minotauro: – Ahora sí. Ahora hay que danzar.
El citarista: -No podremos, esta cítara cuelga de mis dedos como una rama seca. Mira a
Nydia llorando entre las vírgenes, olvidada del ritmo que nacía de sus pies como un sutil
rocío. ¡No nos pidas danzar!
Minotauro: – Nydia sentirá crecerle un día la danza por los muslos, y a ti el mundo se te
volverá sonido, y el ritmo matinal os hallará a todos cara al sol y a júbilo. De este silencio
en que me embarco descenderán las águil.as. Pero no hay que recordarme. No quiero ese
recuerdo. El recuerdo, hábito insensato de la carne. Yo me perpetuaré mejor.
El citarista: - ¿Cómo olvidarte?
Minotauro: – Ya lo sabrás, una vida te espera para el olvido. No quiero llantos, no quiero
imágenes. Solamente el olvido. Y entonces seré más yo. En la crecida noche de la raza,
sustancia innominable y duradera. ¡Oh delicada sangre que renuncia! Miradla, su manantial
ya ajeno, ya no mío. Infinitas estrellas parecen alentar en su movimiento, naciendo y
dispersándose en la granada temblorosa. Así quiero acceder al sueño de los hombres, su
cielo secreto y sus estrellas remotas, esas que se invocan cuando el alba y el destino están
en juego. Mírame morir y olvida. En una hora alta acudiré a tu voz y lo sabrás como la luz
que ciega, cuando el Músico diga en ti los números finales. Mírame callar, Nydia de pelo
claro, y danza cuando te alces ya pura de recuerdo. Porque yo estaré allí.
El citarista: -¡Qué lejana tu palabra!
Minotauro: – Ya no mía, ya viento y abeja o el potro del alba. Granada, ríos, azulado
tomillo, Ariadna… Y un tiempo de agua libre, un tiempo donde nadie.
El citarista: - ¡Callad, callad todos! ¿Pero no veis que ha muerto? La sangre ya no fluye de
su frente. ¡Qué rumor sube de la ciudad! Sin duda acuden al ultrajar su cadáver. Nos
rescatarán a todos, volveremos a Atenas. Era tan triste y bueno. ¿Por qué danzas, Nydia?
¿Por qué mi cítara se obstina en reclamar el plectro? ¡Somos libres, libres! Oíd, ya vienen.
¡Libres! Mas no por su muerte. ¿Quién comprenderá nuestro cariño? Olvidarlo…
Tendremos que mentir, continuamente mentir hasta pagar este rescate. Solo en secreto, a la
hora en que las almas eligen a solas su rumbo… ¡Qué extrañas palabras dijiste, señor de los
juegos! Vienen ya. ¿Por qué recomienzas la danza, Nydia? ¿Por qué te da mi cítara la
medida sonora?
Ítaca
Constantino Cavafis
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.


Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en tu mente.


Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te brindó tan hermoso viaje.


Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.


Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
Poseidón
Franz Kafka

Poseidón estaba sentado ante su escritorio, haciendo cuentas. La administración de


todas las aguas le daba enorme trabajo. Podría haber tenido auxiliares, todos los que
quisiera (y los tenía en gran número), pero desde que tomó su trabajo con la mayor
seriedad, terminó revisando todos los números y cálculos por sí mismo, y en esta tarea sus
auxiliares constituían una muy pobre ayuda. No se podría decir que su trabajo le gustara; lo
hacía sólo porque le había sido asignado: ya había pedido un cambio, un trabajo más
movido, pero cada vez que le habían ofrecido uno diferente se convenció de que, en
realidad, lo mejor para él era su situación actual. Además, resultaba bastante difícil
encontrar un trabajo distinto para Poseidón. No era posible asignarlo a un mar particular;
dejando de lado el hecho de que en ese caso su trabajo sólo disminuiría en cantidad, el gran
Poseidón sólo podría, en esa situación, ocupar un cargo jerárquico. Y cuando se le ofrecía
un trabajo lejos del agua, la sola idea lo enfermaba, su divina respiración se alteraba, y su
pecho de bronce comenzaba a palpitar. Por lo demás, sus quejas no eran verdaderamente
tomadas en serio; cuando uno de los poderosos se pone fastidioso, lo corriente es hacer
esfuerzos aparentes para tranquilizarlo. En realidad era imposible imaginar un cambio de
destino para Poseidón: había sido asignado Dios del Mar desde el comienzo y en ese puesto
tenía que seguir. Lo que más lo enojaba (y era el motivo principal de su insatisfacción
por el trabajo) era conocer las ideas que se tenían de él: como si siempre estuviera
surcando las ondas con su tridente, cuando en realidad permanecía sentado allí, en las
profundidades, haciendo cuentas interminablemente, rompiendo de vez en cuando esa
melancolía con alguna visita a Júpiter; visita, por lo demás, de la que generalmente
regresaba enfurecido. De modo que casi no había visto el mar; sólo lo había contemplado
fugazmente en alguno de sus apurados ascensos al Olimpo y jamás había viajado
recorriéndolo. Solía decir que lo que él aguardaba era el fin del mundo, cuando,
probablemente se le concedería un momento de tranquilidad durante el cual, justo antes del
fin, y después de haber controlado la última hilera de números, le sería imposible hacer un
rápido viajecito.
Poseidón terminó por aburrirse de su mar. Dejó caer el tridente. Se sentó en silencio
en la costa rocosa y una gaviota, aturdida por su presencia, volaba en círculos sobre su
cabeza.

Actividades:
1. Señalen con V o F las oraciones, teniendo en cuenta lo leído en Los Reyes.
a. El Minotauro es una bestia brutal y sádica.
b. El citarista desea la muerte del Minotauro.
c. El Minotauro le pide al citarista que comience a danzar.
d. Nydia es una de las vírgenes del laberinto.
e. El citarista toca una melodía triste.

2. Luego de leer el poema de Cavifis, responder:


a. ¿Qué es Ítaca? ¿Es solo un espacio geográfico?
b. ¿Cuáles son los peligros que menciona el yo lírico al lector?
c. ¿Cómo llegará el yo lírico al final de su viaje?

3. Relean el fragmento en negrita del texto:


a. ¿A quién se refiere el narrador?
b. ¿Por qué está molesto?

Integración de contenidos

1. Marquen con una x las características principales de los relatos épicos:


a. Los espacios son tenebrosos y oscuros.
b. El héroe es descrito mediante epítetos épicos.
c. El héroe debe llevar a cabo una hazaña memorable.
d. El relato épico está compuesto siempre por doce capítulos o cantos.
e. Los personajes pueden ser dioses, semidioses, criaturas mitológicas o héroes.
f. Su composición es oral y anónima.

2. Lean el siguiente fragmento de la Odisea y resuelvan:

Habían transcurrido diez años del fin de la guerra y todos los otros guerreros, los
que habían escapado de la amarga muerte, ya estaban en sus casas, lejos de los
peligros del mar y de la guerra. Solo él, el astuto Odiseo, no había podido
regresar: la ninfa Calipso, que lo deseaba por esposo, lo retenía en su isla. Y
Poseidón, el dios de los mares y las tempestades, se había enemistado con el héroe
y había decidido privarlo del regreso al hogar. El enojo de Poseidon tenía una
causa: Odiseo había dejado ciego a su hijo, el ciclope Polifemo.
Un día, los dioses se reunieron en la cumbre resplandeciente del Olimpo. Todos
estaban presentes, menos Poseidón (...). Eran muchos los dioses que amaban a
Odiseo y deseaban que el héroe volviera a casa. Pero la que más lo amaba era
Atenea, la de ojos brillantes, pues admiraba su ingenio y su valor.

Odisea, La estación, 2017.

a. Subrayen los personajes sobrenaturales que se mencionan.


b. Encierren en un círculo los epítetos de Odiseo y Atenea.
c. ¿Por qué Odiseo tardó tanto en regresar a su hogar?

3. Lean el siguiente fragmento de la Íliada y resuelvan:

Aquiles se llenó de inquietud. Duda entre desenvainar su espada y matar a Agamenon, o


contener su cólera. Estaba a punto de sacar la espada cuando bajó del cielo Atenea, se
puso detrás de él y tiró suavemente de sus cabellos. Solo Aquiles podía verla, y enseguida
la reconoció (...).
-Vengo del cielo para calmar tu ira. Me manda Hera, quien los quiere a ti y a Agamenón
por igual. Vamos, Aquiles, guarda ahora tu espada y algún día recibirás el triple de lo que
pierdas en esta deshonra.
Y Aquiles, el de los pies ligeros, respondió. -Aunque estoy muy enojado respetaré tu
decisión. Los dioses escuchan a quien los obedece.

Iliada, La estación, 2017.

a. ¿Qué quiere hacer Aquiles?


b. ¿De qué modo interviene Atenea en su destino?
c. ¿Por qué él decide escuchar a la diosa?
d. ¿Cuáles son las virtudes de Aquiles?

4. Completen la definición de los cantares de gesta con las siguientes palabras:


Héroe – edad media – escritas – épicos – peripecias – epopeyas

Se denomina cantares de gesta a los poemas_________________ compuestos


durante ________________.
A diferencia de las ________________________, se trata de composiciones
____________________ que se transmitían de forma oral, en las plazas o mercados.
En estas composiciones, la participación divina es limitada, dado que es el
____________ quien resuelve las _______________ o aventuras con su estrategia y
fuerza física.

LA ENTREVISTA
La entrevista
Una entrevista es un intercambio verbal.
Consiste en un diálogo entre un entrevistador y uno o más
entrevistados para dar a conocer información, ideas y
novedades de manera pública. Su formato depende del
medio donde será publicada, ya que es un género que
pertenece al ámbito periodístico y circula en distintos
medios de comunicación: gráficos (diarios y revistas),
Entrevista al grupo surcoreano audiovisuales (TV y radio) y sus versiones digitales
BTS. (Internet). Podemos distinguir:
● El diálogo: El entrevistador realiza las preguntas previamente pensadas y aquellas que
vayan surgiendo en el transcurso de la charla.
● La edición: Es el trabajo posterior a la entrevista. El entrevistador revisa la conversación
y sus anotaciones, la reordena y selecciona los pasajes que considera más relevantes para
crear un nuevo texto (escrito o audiovisual) que luego será publicado. Además, interpreta
esa charla y agrega sus comentarios.
Actividades:
1) Leer la entrevista a la escritora Claudia Piñeiro y resolver:

03-07-2021 ENTREVISTA

Claudia Piñeiro: “El teatro es un texto vivo que no se termina de completar


nunca”

En el prólogo que escribió para reeditar las obras en Alfaguara (¿Cuánto vale una heladera?),
Piñeiro confiesa que ir al teatro es una de las actividades
que más disfruta en la vida.

- ¿Por qué decidiste editar todas las obras


juntas?
- Escribí las obras de teatro en forma paralela a
las novelas. Me suelen llamar de distintos
puntos del país por mis obras para interpretarlas
y yo termino mandando un archivo de Word. El
teatro tiene la instancia de la representación y el de la escritura, una obra es el inicio del
proceso de representación. Me interesó que se editara porque me parece bueno retomar
la lectura de teatro, que antes se leía más, hay una cantidad inmensa de autores que
tienen una escritura muy literaria. Más allá de quién quiera representar estas obras, me
interesaba que los lectores se pudieran acercar a los textos.
- En el prólogo citás a Peter Brooke: “El teatro es un arte autodestructivo que empieza a
morir desde el primer día”. ¿Qué es, para vos, aquello que empieza a morir?
- El teatro empieza a morir porque es un instante. Después de haber representado varias,
me di cuenta de que hay un fetiche que dice que la segunda representación es la peor. Las
obras de este libro fueron representadas por varios directores y sé que muchas fueron
interpretadas por compañías que no conozco. El teatro se enciende y se apaga, eso es
mágico. Que estén en un libro les da cierta permanencia.
- ¿Cómo te involucrás, como autora, en las representaciones?
- La obra de teatro, y los guiones también, te sacan de la soledad. Si bien estás sola en el
momento de la escritura, si te relacionás con el director, hay una retroalimentación. El
director hace comentarios, el autor va a los ensayos y escucha a un actor que dice `tengo
papas en la boca´, porque no puede pronunciar bien el parlamento. Entonces hago
cambios. O no. Hay muchas cosas que se le suman a una obra a partir de esa comunicación
grupal. En casi todos los estrenos, tuve mucha relación con los directores y los elencos.
Con algunos más y a otros, en cambio, les gusta mostrar solo los últimos ensayos. El teatro
es un texto vivo que no se termina de completar nunca.
[…]

a) Marcá con una qué hechos menciona la autora:

▪ Escribe obras de teatro y novelas a la par. ……..


▪ Recuerda su infancia, las historietas que leía y los programas que veía. ……..
▪ Cree que antes se leía más teatro que en la actualidad. …….
▪ Le gusta relacionarse con los directores y actores que representarán sus textos. ……
▪ Destaca la literatura de Ernest Hemingway y Edgar Allan Poe durante su niñez. ……
▪ Expresa la dificultad de escribir una novela de 80 páginas. ……
▪ Hay una creencia que sostiene que la segunda representación de una obra de teatro es la
peor. ……
▪ A la hora de escribir, debe saber de antemano el comienzo y el final de la historia. …..

b) Explicá con tus palabras las oraciones subrayadas en la entrevista.


UNIDAD 5: Historias futuras

Teoría : La ciencia ficción: los mundos posibles y la garantía científica/ Diferencias


con el relato fantástico/ La ciencia ficción en contexto/ Elementos propios del género
(temáticas, posibles conflictos, lenguajes y personajes) / Los tipos de ciencia ficción:
utópica/ contra-utópica o distópica. / La publicidad y la propaganda/ Los usos de la
publicidad

Cuentos:
▪ El alumno nuevo de Pablo De Santis.
▪ El racista de Isaac Asimov.
▪ Los cazadores cósmicos de Philip Dick.
▪ Plebster y Orsi, del planeta Procyon de Roberto Fontanarrosa.
▪ La máquina del tiempo, la máquina del tiempo de Eduardo Abel Gimenez.
▪ Cuento de Navidad de Ray Bradbury.
Novela: ―Todos los soles mienten‖ – Esteban Valentino

Segunda parte
La ciencia ficción: Los mundos posibles y la garantía científica
La ciencia ficción es uno de los géneros literarios y cinematográficos más populares
de los siglos XX y XXI. Si bien muchos escritores han discutido acerca de cuál sería la
mejor definición que permitiera comprenderla y distinguirla de otro tipo de ficciones, se
trata de un género fácilmente reconocible debido a sus características particulares:
● La razón y la naturaleza: Se sabe que la ciencia y la tecnología
evolucionan constantemente, y se imaginan desarrollos posibles. El
hombre y su medioambiente también evolucionan, pero de un modo
más lento. La ciencia ficción se pregunta si de estas diferencias de
velocidad evolutiva surgirán nuevas soluciones y/o problemas.
● El futuro de las sociedades humanas: La ciencia ficción se centra
en la posibilidad de arreglar problemas del mundo actual (como las
enfermedades, la superpoblación o las guerras), pero también piensa
en los peligros y problemas nuevos que podrían surgir en el futuro.
● La presencia de los monstruos: El género incorpora con
frecuencia seres Matrix (1999) es que no podemos entender, ni clasificar. Se
dividen en considerada una de naturales (terrícolas y extraterrestres) y
artificiales las mejores películas (desde robots inteligentes hasta software fuera
de control). de ciencia ficción de
la historia del cine.

Diferencias con el relato fantástico


A diferencia del género fantástico, en la ciencia ficción siempre hay una explicación
posible y racional para los acontecimientos narrados. Sus resoluciones o la trama misma
pueden resultar fantásticas para nuestro presente, pero no así, sobrenaturales.
Estos relatos exhiben un mundo probable al que los avances de la ciencia han
modificado hasta el punto, en algunos casos, de resultar irreconocible para la actualidad.
Por este motivo, la ciencia ficción es considerada una ficción especulativa (de especular
―proponer una hipótesis que no se puede demostrar‖), porque sus historias parten de un
interrogante: ¿Qué pudiera pasar si el mundo fuera de otra manera?
Muchas veces estas especulaciones derivan en hechos concretos. Por este motivo
podemos establecer que la ciencia ficción funciona en algunos casos como una literatura
de anticipación, ya que imagina acontecimientos creíbles y tal vez posibles en un futuro
lejano o cercano gracias a los cambios que el tiempo, la inventiva e inteligencia humana
generan.
La ciencia ficción puede envejecer rápidamente. Por
ejemplo, la ciencia ficción del siglo XIX relataba viajes en el
espacio, que dejaron de ser novedosos para nuestra época. Las
novelas del autor francés Julio Verne (1828-1905) como ―Veinte
mil leguas de viaje submarino‖ o ―De la tierra a la luna‖, presentan pronósticos que se han
vuelto reales en el tiempo actual.

Muchas de las novelas de Julio Verne como Viaje al centro de la


tierra o La vuelta al mundo en 80 días han sido llevadas al cine en
La ciencia ficción en
innumerables ocasiones.
contexto
En la segunda mitad del siglo XIX, la ciencia se había vuelto un valor positivo e
incluso, para algunas personas, resolvería todos los problemas y la humanidad progresaría
indefinidamente. A esta teoría filosófica se la conoce como positivismo. Por eso la ciencia
ficción de aquellos años nos muestra la ciencia y hace apología de ella: la promueve y la
divulga. Sin embargo, luego de la Primera Guerra Mundial se observaron las aplicaciones
bélicas que también eran hijas de la ciencia. Las armas demostraron que la ciencia podía ser
no solo una amiga benefactora, sino también una potencia destructiva. Cunando las
bombas atómicas fueron lanzadas años después, se supo que el progreso científico podía
solucionar los problemas de la humanidad… o aniquilarla por completo.
Muchos críticos consideran la novela de Mary Shelley,
Frankenstein o el moderno Prometeo (1818), la primera obra de
ciencia ficción. En ella, el estudiante de medicina Víctor Frankenstein
crea un ―cuerpo‖ a partir de la unión de distintas partes de cadáveres
diseccio
nados.
La escritura de Frankenstein surgió de una apuesta entre Mary Así
Shelley, su marido y Lord Byron. nace ―el
Monstr
uo‖.
.
Algunos exponentes clásicos de este tipo de historias son los
escritores: Isaac Asimov (Yo, Robot), Douglas Adams (Saga de la
Guía del Autoestopista Galáctico), Ray Bradbury (Crónicas
Marcianas), H. G. Wells (El hombre invisible o La isla del Dr.
Moreau), Philip K. Dick (Sueñan los androides con ovejas
eléctricas) o Aldous Huxley (Un mundo feliz).
En América Latina podemos destacar a
Angélica Gorodischer (Las señoras de la calle
Brenner), Daína Chaviano (Fábulas de una abuela
La guerra de los
extraterrestre), Adolfo Bioy Casares (La invención de
mundos de H. G.
Morel), Héctor Germán Oesterheld (El Eternauta)
Wells tuvo varias
entre otros.
adaptaciones
Actualmente, varios escritores argentinos cinematográficas
como Esteban Valentino (Todos los soles mienten o .

La historia de La invención
de Morel (1940) inspiró la
serie estadounidense Lost.
Titanis: el armario de la luna), Horacio Convertini (Otro universo donde ser feliz) y
Margarita Mainé (El secreto de la cúpula o Lástima que estaba muerto) se han
especializado en el género.

Elementos propios del género


Temáticas: ● Los viajes en el tiempo y el espacio.
● La rebelión de las máquinas.
● Las guerras o la convivencia interplanetaria.
● Las invasiones extraterrestres a la Tierra.
● El mundo virtual.
● La conquista o la vida en otros planetas.
● El descubrimiento de mundos ―perdidos‖.
● Las realidades o dimensiones paralelas.
● La manipulación genética que traspasa los límites éticos permitidos.
● La exploración de regiones inaccesibles para el hombre.
● Los modos en que estará organizado nuestro mundo en el futuro.
Posibles conflictos:
1) La inventiva humana pone en funcionamiento mecanismos que escapan al dominio del
hombre.
2) Seres inteligentes, no humanos, se introducen en el mundo del hombre.
3) Fenómenos naturales imprevistos alteran la situación del hombre en la Tierra o
amenazan la subsistencia de las especies vivientes.

Lenguajes:
El lenguaje empleado para narrar los hechos de la ciencia ficción se destaca por:
● Usar tecnicismos, es decir, palabras o expresiones específicas a un ámbito científico
determinado.
● Incluir neologismos, que son palabras creadas para nombrar las nuevas
realidades que se describen, para las que no existe, todavía un lenguaje.
Este uso particular del lenguaje contribuye a crear la atmósfera de la
narración de ciencia ficción y darle verosimilitud a la realidad creada.
Por ejemplo, la novela La Naranja Mecánica de Anthony Burguess

La novela La naranja mecánica (1962)


incluye un diccionario de neologismos.
inventa una nueva jerga llamada nadsat, que es la que usan los protagonistas para
comunicarse.

Personajes:
● Seres posibles de nuestro mundo (científicos, investigadores, astronautas, exploradores o
simplemente hombres y mujeres comunes afectados por la ciencia)
● Seres imposibles en nuestro mundo: alienígenas, robots inteligentes, androides, mutantes,
seres extinguidos.
Los tipos de ciencia ficción
Según la visión sobre el futuro que construya, podemos clasificar los relatos de
ciencia ficción en:

Ciencia ficción Utópica Ciencia ficción Contra-utópica o Distópica

La visión utópica u optimista se propone La visión distópica o contra-utópica en


mostrar los beneficios que la ciencia y la cambio, es pesimista ya que plantea un
tecnología pueden producir para la futuro donde el hombre, en lugar de salvarse
liberación del hombre. El futuro aparece gracias al alcance tecnológico, se pierde y
como el alcance de la felicidad plena y le transgrede determinados limites, sin tener
permitió a la humanidad acercarse a la en cuenta sus consecuencias.
perfección. Este tipo de ciencia ficción muestra la
destrucción y la deshumanización que el
progreso puede traer consigo. Cuando la
ciencia se aleja de su sentido original-
mejorar el estilo de vida- provoca problemas
sociales y políticos (sociedades totalitarias,
cambios climáticos, dominación de las
máquinas). Este género puede entenderse
como una crítica social.

Actividades:
1) Observá las siguientes sinopsis correspondientes a películas de ciencia ficción.
Indicá qué temáticas propias del género aborda cada una:

a) “Avatar”: En un planeta llamado Pandora viven los


Na'vi. El humano Jake Sully acepta participar de una
misión cuyo objetivo es extraer de Pandora el mineral
unobtainium. Sin embargo, este mineral se encuentra
debajo del Árbol Madre, hogar del clan Omaticaya. A
través de un “avatar”, Jake se convierte en un Na´vi, dispuesto a ganarse la confianza del
pueblo y obtener el preciado mineral.
● Temáticas: ………………………………………………………………………………………………………………….

b) “Los juegos del hambre”: Panem es un país organizado


en doce distritos.
Cada distrito debe seleccionar a un niño y a una niña
(llamados Tributos) para que peleen a muerte en un
evento televisivo llamado “Los Juegos del Hambre”.

● Temáticas: ………………………………………………………………………………………………………………….

c) “E.T., el extraterrestre”: Elliott es un niño de nueve


años que se encuentra con un amigable
extraterrestre y decide esconderlo en su casa para
protegerlo. Contará con la ayuda de sus hermanos
para mantener el secreto y juntos vivirán una
aventura inolvidable.
● Temáticas: ………………………………………………………………………………………………………………….

d) ―Jurassic Park”: El multimillonario John Hammond


hace realidad su sueño de clonar dinosaurios y crear con
ellos un parque temático en una isla. Sin embargo, el
sistema de seguridad falla y los dinosaurios se escapan.
● Temáticas: …………………………………………………………….

………………………………………………....................................
e) “Volver al futuro”: Una máquina del tiempo
(construida en un automóvil DMC DeLorean)
transporta a un adolescente a los años 50, cuando sus
padres todavía estudiaban en la secundaria.
● Temáticas: ………………………………………......................
……………………………………………………………………………….
f) “¡Marcianos al ataque!”: Un grupo de naves
espaciales llegadas de Marte están dispuestas a
invadir la Tierra. Si bien, los seres humanos
planeaban una bienvenida pacífica, el encuentro
no se desarrolla como se preveía y los marcianos
se divierten desintegrando humanos.

● Temáticas: ………………………………………………………………………………………………………………….

g) “Lightyear”: Buzz Lightyear se embarca en una


aventura intergaláctica con un grupo de reclutas
ambiciosos y su compañero gato- robot. Los
amigos tendrán que aprender a trabajar juntos
para escapar del malvado Zurg y su ejército de
robots.
● Temáticas: …………………………………………………….

h) “Un mundo extraño”: Una legendaria familia de


exploradores intenta navegar por una tierra
inexplorada. Así, llegan a un mundo jamás pisado
por el hombre repleto de criaturas extrañas y
seres desconocidos.
● Temáticas:
………………………………………………………….
………………………………………………………………………………
2) Teniendo en cuenta la síntesis de las películas anteriores, ubicá cada una en el cuadro de
tipos de ciencia ficción según corresponda:
Ciencia ficción Utópica Ciencia ficción Contra-utópica o Distópica

Cuentos:
EL ALUMNO NUEVO
de Pablo De Santis

Hacía un mes que habíamos empezado sexto grado cuando la maestra hizo pasar al
alumno nuevo. Todo en él era perfecto, el guardapolvo almidonado91, los zapatos negros
recién lustrados, el pelo dorado, los ojos azules hechos para el asombro.
La maestra lo sentó junto a la ventana que daba al patio al lado mío. Apenas se
sentó, el alumno nuevo dio una mirada por encima del hombro como si le interesara ver lo
que yo había escrito en mi cuaderno. No me gustaban los curiosos, menos los copiones y lo
cerré.
En los días siguientes el alumno nuevo sufrió algunos ataques de los varones que lo
encontraban demasiado pulcro92, demasiado silencioso, demasiado rubio. Como los miraba
impávido93 se aburrieron de atacarlo y lo dejaron en paz. Cuando me acercaba a él me
parecía oír un tic tac e imaginaba que tenía escondido un reloj que lo ayudaba con la
puntualidad ya que nunca lo vi entrar a la escuela ni un minuto antes, ni un minuto después.
Las chicas estábamos encandiladas por sus ojos azules, una por una fuimos
acercándonos y una por una nos fuimos alejando. Era tímido y casi no miraba a la cara, solo
los cuadernos abiertos y cuando miraba a la cara con sus ojos enormes una tenía que
desviar la vista. Nos asustaba un poco su mirada como si viera todas las cosas desde lejos,
como si fuera un príncipe que hubiera decidido salir del palacio por unos días para llevar la
vida de un chico común pero que sabe que nada de esto es real y que el palacio lo espera
con sus habitaciones de oro.
Él siguió mirando mi cuaderno por encima de mi hombro y yo lo cerraba para que
no se copiara. Pero pronto fue evidente que no tenía ninguna necesidad de copiarse porque
jamás se equivocaba y siempre se sacaba diez. Los exámenes que nos llevaban una hora él
los hacía en cinco minutos y después se quedaba mirando el patio vacío como si la caída de
una hoja de un árbol o el vuelo de un pajarito fueran un espectáculo digno de la mayor
atención.
No tenía hermanos, no tenía madre, vivía con su padre, que había puesto a tres
cuadras de la escuela un negocio con un cartel que decía ―Casa de modelismo Adam‖.
Vendía trenes eléctricos, máquinas de vapor, barcos en botellas y algunos aviones de
madera balsa para armar. Cuando yo pasaba frente a la vidriera camino a la escuela el padre
siempre estaba reparando alguna locomotora con unos destornilladores largos y finitos con
los que ajustaba unos tornillos diminutos.
En agosto el alumno nuevo faltó tres días seguidos y a la salida la maestra me llamó
aparte y me dijo:

91
Almidonado: Que ha sido planchado o preparado con almidón.
92
Pulcro: Limpio, prolijo.
93
Impávido: Que no se altera, perturba o muestra emoción alguna.
- Emma, ya que te queda de paso, ¿no le preguntarías al señor Adam por qué falta su
hijo?
Diez minutos después entré al local, no había nadie detrás del mostrador: “Señor
Adam”, llamé con timidez, pero nadie respondió. Una cortina roja separaba el negocio del
taller, corrí la tela justo lo suficiente para asomar la cabeza. Por la claraboya entraba una
luz gris. Me quedé muda y rígida tratando de entender lo que estaba viendo.
El alumno nuevo estaba tendido en una mesa, no tenía guardapolvo, ni camisa y de
su pecho abierto asomaban infinidad de mecanismos: cables, transistores, baterías,
engranajes dorados. Vi, en el lado izquierdo, una especie de cápsula de acero, vagamente
parecida a un corazón. Con los mismos destornilladores finitos que usaba para reparar los
trenes, el padre trabajaba en los mecanismos de su hijo. El alumno nuevo tenía los ojos
abiertos. Me fui sin hacer ruido. Temblaba.
El alumno nuevo volvió al colegio al día siguiente. A nadie dije nada de mi
descubrimiento, pero no volví a hablar con él. Cuando estaba cerca me parecía oír un
horrible tic tac que salía del interior de su pecho, que se hacía más fuerte y rápido cuando
yo estaba cerca. Indiferente a mi rechazo, siguió espiando mi cuaderno como si en mis
mapas mal hechos y en mis errores de ortografía hubiera algo que pudiera rivalizar con su
perfección.
Terminó sexto y séptimo pasó muy rápido. A mediados de enero en un día de calor
sofocante pasé por el local. La vidriera estaba vacía de trenes y en vez de ―Casa de
Modelismo Adam‖, un cartel decía: ―Se alquila‖.
Pasaron los años, terminé la secundaria, me recibí de maestra, conseguí trabajo en
un colegio que estaba en Caballito, cerca de Parque Chacabuco. Llevaba cuatro años como
maestra de sexto grado cuando una mañana de abril el director golpeó la puerta y dijo que
tenía que presentarme a un alumno nuevo. Entonces entró él, idéntico a como lo había
conocido, con su pelo dorado y sus ojos azules, solo que los zapatos estaban sin lustrar y el
guardapolvo, si es que era el mismo, ya no lucía como antes. Lucía real con algún remiendo
y alguna mancha.
Cuando sonó el timbre y todos se fueron al recreo, lo retuve. No hizo falta que le
dijera quién era yo, me había reconocido de inmediato, a pesar de los años. Le pregunté por
su padre.
- Se instaló acá cerca. Cada dos o tres años tenemos que cambiar de barrio para que la
gente no se dé cuenta de que todos cambian y yo no.
- ¿Y no te aburre la escuela, estudiar siempre lo mismo?
Me miró con sorpresa.
- Al contrario, tengo tantas cosas para aprender.
- ¿Qué podés aprender? Hace diez años, cuando éramos compañeros, ya sabías todo.
- Hace diez años no sabía nada, pero cada año adelanto un poco. Mi padre está muy
orgulloso de mí.
Ahora no usaba valija, sino mochila y sacó un cuaderno:
- Es del año pasado. Mirá… perdón, mire cómo adelanté.
Fue pasando las páginas. Cuando me acerqué el tic tac se hizo más rápido, pero
además sonaba distinto. El alumno señalaba con orgullo una cuenta de dividir mal hecha,
un error de ortografía, una mancha de tinta, las correcciones en rojo de la maestra.
Comprendí entonces por qué había espiado sobre mi hombro, comprendí cuál era la lección
que todos, a lo largo de los años y de los pupitres repetidos le habíamos enseñado sin
saberlo. Le había llevado años, pero el alumno nuevo ya sabía equivocarse. Y por un
instante el tic tac de su pecho sonó como el latido de un corazón.

Publicado en Trasnoche (2014).


Sobre el autor:

Pablo De Santis nació el 27 de febrero de


1963 en Buenos Aires. Es un escritor, periodista y
guionista de historietas ganador del Premio Planeta-
Casa de América 2007 por su novela El enigma de
París y también del Premio de la Novela de la
Academia Argentina de Letras.
Es autor de muchos libros para adolescentes.
De sus obras podemos destacar: El inventor de juegos (publicada en 2003 y llevada al cine
en 2014), El juego del laberinto (2011), La hija del criptógrafo (2017), Leyra (2018) o
¿Quién quiere ser detective? (2019). Creador, junto con Juan Sáenz Valiente, de la
historieta El hipnotizador (2010).

Actividades:
1) ¿Qué actitudes llaman la atención del ―alumno nuevo‖?
▪ Su carácter agresivo y sus actitudes violentas. ……

▪ Su prolijidad y su aspecto pulcro. ……

▪ Su rendimiento académico. Siempre se sacaba 10. ……

▪ Su destreza en los deportes, especialmente en el fútbol. ……

▪ Su fascinación por lo cotidiano: las hojas de los árboles o los pajaritos. ……

2) Según su tipo: ¿cómo podemos clasificar el narrador de este cuento? Justificá.


3) ¿Por qué el ―alumno nuevo‖ afirma que hace diez años no sabía nada?
EL RACISTA

de Isaac Asimov

El cirujano alzó la cabeza; su rostro era inexpresivo.


― ¿Está preparado? ―preguntó.
― Preparado es un término relativo ―dijo el ingeniero médico―. Nosotros
estamos preparados. Él está quieto.
― Bueno, siempre lo están… Al fin y al cabo, se trata de una operación importante.
― Importante o no, el paciente debe estar agradecido. Se le ha elegido entre una
enorme cantidad de candidatos y, francamente, no creo que…
― No lo diga ―interrumpió el cirujano―. No nos corresponde a nosotros tomar la
decisión.
― La aceptamos; pero ¿acaso tenemos que mostrarnos de acuerdo?
― Sí ―repuso vivamente el cirujano―. Tenemos que aceptarla totalmente y de
buen grado. Es una intervención tan enormemente complicada que no podemos realizarla
con ninguna clase de reservas mentales. Este hombre ha demostrado sus méritos en
numerosos aspectos, y sus características resultan adecuadas para la Junta de Mortalidad.
― Está bien ―dijo el ingeniero médico.
― Le veré aquí mismo ―declaró el cirujano―. Me parece que la ocasión no se
presta demasiado a palabras de aliento.
― Tampoco servirían de mucho. Está bastante nervioso, y ya ha tomado una
decisión.
― ¿Lo ha hecho?
― Sí. Quiere metal, como todos.
El semblante del cirujano continuó imperturbable 94. Se miró las manos y dijo:
― A veces se puede tratar con ellos acerca de ese asunto.
― ¿Para qué preocuparse? Si quiere metal, que sea metal.
― ¿A usted no le importa?

94
Imperturbable: Que no se modifica.
― ¿Por qué habría de importarme? ―manifestó el ingeniero médico casi con
brutalidad―. Al fin y al cabo, se trata de un problema de ingeniería médica, y yo soy
ingeniero médico. Sea como sea, tengo que resolver el problema. No veo motivos para
inquietarme por nada más.
No obstante, el cirujano declaró con firmeza:
― Para mí es un asunto de correcto proceder.
― No puede usted utilizar ese argumento. ¿Qué le importa al paciente el correcto
proceder?
― A mí sí me importa.
― Usted integra una minoría. La tendencia general va en contra suya. No tiene
ninguna posibilidad.
― Debo intentarlo.
El cirujano hizo un ademán95 al ingeniero médico para que guardase silencio. No
era un gesto impaciente, sino simplemente apresurado. Ya había informado previamente a
la enfermera, y le indicaron que ésta se acercaba al quirófano. El cirujano oprimió un botón
y las dos hojas de la puerta se corrieron. El paciente entró en su silla de motor acompañado
por la enfermera, que avanzaba ágilmente a su lado.
― Puede retirarse, enfermera ― dijo el cirujano ―. Pero aguarde fuera. La llamaré
más tarde.
Luego hizo una seña con la cabeza al ingeniero médico, que salió con la enfermera,
y la puerta se cerró detrás de ellos.
El hombre de la silla miró por encima de un hombro y los vio marcharse. Tenía el
cuello muy delgado y unas finas arrugas en torno a los ojos. Estaba recién afeitado, y los
dedos, que aferraban con fuerza los brazos de la silla, mostraban unas uñas manicuradas96.
Era un paciente de alta categoría, y en su rostro se apreciaba un gesto displicente97.
― ¿Vamos a empezar hoy? ― preguntó.
― Esta misma tarde, senador ― repuso el cirujano asintiendo con la cabeza.
― Tengo entendido que esto llevará varias semanas.
― La operación en sí misma no, pero existe una serie de asuntos secundarios que
deben tenerse en cuenta. Habrá que realizar una transfusión de sangre y ciertos ajustes
hormonales. Se trata de cuestiones delicadas.

95
Ademán: Gesto.
96
El hombre tenía las uñas cortadas prolijamente.
97
Displicente: Indiferente, desagradable.
― ¿Es peligroso…? ― inquirió el enfermo, y luego, como si sintiera la necesidad
de establecer una relación amistosa, pero evidentemente en contra de su voluntad, añadió:
― ¿doctor?
Al cirujano le pasaron desapercibidos aquellos matices expresivos, y dijo
escuetamente98:
― Todo resulta peligroso. Le dedicamos suficiente tiempo para que sea lo menos
arriesgado posible. Ese tiempo, junto con la capacidad de muchos especialistas agrupados y
el instrumental adecuado, hacen que tales operaciones sólo estén al alcance de muy pocos.
― Lo sé ― afirmó el paciente, algo inquieto ―. Y me niego a sentirme culpable
por eso. ¿O es que insinúa que le estoy presionando?
― En absoluto, senador. Las decisiones de la Junta nunca han sido discutidas. Solo
menciono la dificultad y complejidad de la intervención con el fin de poner de manifiesto
mi deseo de llevarla a cabo del mejor modo posible.
― Bien, hágalo así, entonces. Ése es también mi deseo.
― En tal caso, debo pedirle que tome una decisión. Es posible aplicarle un ciber-
corazón de una de estas dos clases: de metal, o bien…
― ¡O de plástico! ― le interrumpió, irritado, el paciente ―. ¿No es esa la
alternativa que me ofrece, doctor? Plástico barato. Yo no quiero eso. Ya he hecho mi
elección, y quiero que sea de metal.
― Pero…
― Escúcheme. Me han dicho que la elección tengo que tomarla yo solo. ¿Es eso
cierto?
El cirujano asintió, y dijo:
― Cuando dos posibilidades son del mismo valor desde el punto de vista médico, la
elección recae en el enfermo, aun cuando las posibilidades no sean iguales, como ocurre en
este caso.
Los ojos del paciente brillaron.
― ¿Pretende usted decirme que el corazón de plástico es superior? ― inquirió.
― Eso depende del paciente. En mi opinión, a usted no le conviene el metal. Y
preferimos no utilizar la palabra plástico. Se trata de un ciber-corazón fibroso.
― Por lo que a mí respecta, es plástico.
― Senador ― dijo el cirujano con infinita paciencia ―, el material no es plástico en
el sentido ordinario de la palabra. Es un polímero99, ciertamente, pero mucho más

98
Escuetamente: Sin dar muchos detalles.
complejo que el plástico corriente. El material es una fibra proteínica compuesta, con la que
se ha conseguido imitar hasta donde ha sido posible el tejido natural del corazón humano, el
mismo que tiene usted dentro del pecho en este momento.
― Exactamente; y el corazón humano que tengo en el pecho ya está gastado a pesar
de que no he cumplido todavía los sesenta años. Yo no quiero nada parecido a esto, muchas
gracias. Yo quiero algo mejor.
― Todos queremos algo mejor para usted, senador. El ciber-corazón fibroso será
mejor. Posee una vida potencial de varios siglos. Es totalmente antialérgico…
― ¿No lo es el corazón metálico, acaso?
― Sí, lo es ― repuso el cirujano ―. El ciber-corazón metálico está formado por
una aleación100 de titanio que…
― ¿Y no es cierto que no se desgasta y que es más fuerte que el plástico, o la fibra,
o como usted quiera llamarle?
― El metal resulta físicamente más resistente, en efecto; pero la fortaleza mecánica
no es lo único que debe tenerse en cuenta. Dicha resistencia no es indispensable mientras el
corazón esté bien protegido. Cualquier agente capaz de llegar a su corazón podrá matarle
por otras razones, aunque sea un corazón metálico.
El paciente se encogió de hombros y manifestó:
― Entonces, cuando me rompa una costilla, haré que también me la pongan de
titanio. La sustitución de huesos resulta fácil. Todo el mundo puede conseguir que le hagan
eso en cualquier momento. Yo seré todo lo metálico que quiera, doctor.
― Está usted en su derecho, si así lo prefiere. Sin embargo, debo hablarle con
franqueza y decirle que si bien ningún ciber-corazón metálico ha fallado mecánicamente, sí
han fallado algunos electrónicamente.
― ¿Qué significa eso?
― Eso significa que todo ciber-corazón posee un pulsarregulador como parte
integrante de su estructura. En el caso de la variedad metálica se trata de un mecanismo
electrónico que mantiene el ritmo cardíaco. Ello implica que hay que colocar todo un
equipo en miniatura que altere el ritmo del corazón de acuerdo con el estado emotivo y
físico del individuo. En ocasiones, esto ha fracasado, y la persona ha muerto antes de que se
pudiera corregir el defecto.
― Nunca he oído hablar de tales casos.

99
Polímero: Sustancia química que resulta de un proceso de polimerización (mecanismo mediante el cual las
moléculas simples, iguales o diferentes, reaccionan entre sí por adición o condensación y forman otras
moléculas de peso doble, triple, etc.)
100
Aleación: Una aleación es una combinación de propiedades metálicas, que está compuesta de dos o más
elementos metálicos sólidos.
― Yo le aseguro que han ocurrido.
― ¿Y sucede a menudo?
― De ningún modo. Sólo muy raras veces.
― Bien, entonces correré ese riesgo. ¿Y qué me dice del corazón de plástico? ¿No
lleva también un pulsarregulador?
― En efecto, senador. Pero la estructura química del ciber-corazón fibroso es
mucho más parecida a la del tejido cardíaco del hombre. Puede responder mejor a los
estímulos iónicos101 y hormonales del organismo. El elemento a insertar es, en este caso,
mucho más sencillo que en el del ciber-corazón metálico.
― ¿No escapa nunca al control hormonal el corazón de plástico?
― Hasta ahora nunca ha ocurrido.
― Porque no han trabajado con él un tiempo lo bastante largo, ¿no es así?
El cirujano vaciló un momento, y luego respondió:
― Bueno, es cierto que el corazón fibroso lleva en uso menos tiempo que el
metálico…
― ¿Lo ve usted? ¿Qué teme, doctor, que quiera convertirme en un robot, en un
metalo, como los llaman desde que se les otorgó la ciudadanía?
― No tiene nada de malo el metalo. Como bien dice usted; se trata de ciudadanos.
Pero usted no es un metalo, sino un ser humano. ¿Por qué no seguir siendo un ser humano?
― Porque deseo lo mejor, y eso es el corazón metálico, entiéndalo bien.
― Perfectamente ― contestó el cirujano ―. Se le pedirá que firme los
correspondientes permisos, y luego le colocaremos un corazón de metal.
― ¿Y quién será el cirujano que me intervenga? Me han dicho que usted es el
mejor.
― Seré yo mismo. Haré lo posible para que el trasplante tenga éxito.
Se abrió la puerta, y el paciente salió en su silla acompañado por la enfermera.
Luego entró el ingeniero médico, que permaneció mirando hasta que la puerta se
hubo cerrado a espaldas del paciente. Entonces se volvió al cirujano y dijo:
― Bueno, no puedo adivinar lo que ocurrió. Dígame, ¿cuál fue su decisión?

101
Iónicos: Dicho de un enlace que está formado por atracción electrostática entre iones (átomos) de carga
opuesta.
El cirujano se inclinó sobre su escritorio y perforó las instrucciones finales para los
registros.
― La que usted predijo. Quiere un ciber-corazón metálico.
― Después de todo, son los mejores.
― No siempre. Llevan más tiempo usándose, eso es todo. Es la manía que tiene la
humanidad, desde que los metalos han adquirido la ciudadanía. El hombre tiene el singular
anhelo de hacer de sí mismo un metalo. Suspira por la fuerza física y por la resistencia que
se les atribuye.
― Ellos no son los únicos, doctor. Usted no trabaja con metalos, pero yo sí, de
modo que sé lo que ocurre. Los dos últimos que ingresaron para someterse a reparaciones
me pidieron elementos fibrosos.
― ¿Se los proporcionó?
― En un caso, sí; se trataba tan sólo de colocar tendones. No había demasiada
diferencia entre insertar metal o fibra. El otro, en cambio, deseaba un aparato circulatorio o
su equivalente. Yo le dije que no podía hacerlo. Para ello se hubiera tenido que modificar
totalmente la estructura de su organismo, aplicando material fibroso… Es de suponer que
algún día llegaremos también a eso. Habrá metalos que no sean totalmente de metal, sino
una especie de combinación metálica de carne y sangre.
― ¿No le preocupa esa idea?
― ¿Por qué? Análogamente102, habrá seres humanos metalizados. Hoy poseemos
dos variedades de seres inteligentes en la Tierra, y es absurdo que nos estemos preocupando
por las dos. Dejemos que se acerquen la una a la otra, y al fin no existirá diferencia alguna.
¿Para qué queremos que la haya? Entonces tendremos lo mejor de ambas formas de vida:
las ventajas del hombre combinadas con las del robot.
― El resultado entonces sería un ser híbrido ― contestó el cirujano, con un tono
que se acercaba a la agresividad ―. Se habría llegado a una criatura que no sería ambas
cosas, sino ninguna de las dos. ¿Es lógico suponer que un individuo no esté lo bastante
orgulloso de su estructura orgánica y de su identidad como para desear transformarse en
algo extraño? ¿Sería deseable ese mestizaje103?
― Racista― Así hablan los racistas.
― Pues no me importa ― dijo el cirujano, con sereno énfasis ―. Yo creo que uno
debe ser lo que es. No cambiaría ni una partícula de mi organismo por ninguna razón. Si se
requiere forzosamente hacerme algún cambio, exigiría que el material fuera lo más
parecido posible a mis propios órganos. Yo soy ―yo mismo‖. Y estoy muy satisfecho con
ser quien soy, y no pretendo ser ninguna otra cosa.

102
Análogamente: Relación de semejanza entre cosas distintas.
103
Mestizaje: Cruza de razas diferentes.
El cirujano, terminado su alegato104, se preparó para iniciar la operación. Introdujo
sus fuertes manos en el horno y las dejó para que se calentaran al rojo hasta que se
esterilizasen105 completamente. A pesar de ser la primera vez que levantaba la voz y se
apasionaba de tal modo, en su bruñido106 rostro metálico, como siempre, no existía el
menor vestigio de expresión.

Versión publicada en Cuentos de ciencia ficción (2005). Editorial Estrada.

Sobre el autor:
Isaac Asimov (1920-1992) nació en la Unión Soviética,
pero se nacionalizó estadounidense. Su obra más famosa es la
serie de la Fundación, también conocida como el Ciclo de
Trántor. A la par de su carrera literaria, ha desarrollado una
amplia labor de divulgación científica, especializándose en la
bioquímica.
En la literatura, sus cuentos de ciencia ficción suelen
mostrar realidades distópicas. Algunas de sus obras son: Yo,
Robot (1950), Los Robots del amanecer (donde se encuentra su relato El hombre
bicentenario) o El robot completo (1982).

Actividades:
1) ¿Quiénes son los protagonistas del cuento? ¿En qué se diferencian? ¿Qué
tendrán en común al final de la historia?
2) ¿Por qué el médico no quiere ponerle un corazón de metal al paciente?
3) Explicá el título del relato ¿quién/ quiénes son racistas y por qué?
4) ¿En qué época te parece que transcurre la acción? Marcá con una la opción que
creas correcta y encerrá entre corchetes un fragmento del relato que justifique tu respuesta.

▪ En el presente □ ▪ En un futuro cercano □ ▪ En un futuro remoto □

5) Subrayá en el texto los neologismos y los tecnicismos que encuentres.


6) Tildá la opción que te parezca correcta. Fundamentá tu elección en la carpeta.

104
Alegato: Argumento, discurso.
105
Esterilizar: Destruir los gérmenes patógenos.
106
Bruñido: Reluciente, brillante.
● El cuento de Asimov discute acerca de los conflictos morales que acarrean los avances
tecnológicos.

a) Si □ b) No □ c) Solo en parte □

●En el futuro que se plantea, la convivencia entre los


hombres y las máquinas es pacífica.

a) Si □ b) No □ c) Solo en parte □

● El final es inesperado y produce un giro en la


situación narrada.

a) Si □ b) No □ c) Solo en parte □

7) ¿Qué temáticas propias de la ciencia ficción se


observan en El racista?
LOS CAZADORES CÓSMICOS

de Philip Dick

— ¿Qué clase de nave es ésa? —preguntó el capitán Shure, mirando fijamente la


pantalla, sin soltar el sintonizador107 de precisión.

El piloto Nelson miró por encima de su hombro.

— Espere un momento.

Giró la cámara de control y tomó una foto de la pantalla. La instantánea desapareció


por el tubo de mensajes, rumbo a la sala de mapas.

— Tranquilícese. El técnico Barnes nos dará una identificación.


— ¿Qué están haciendo ahí? ¿Qué quieren? Han de saber que el sistema de Sirio
está cerrado.
— Fíjese en los costados, hinchados como globos. —Nelson recorrió la pantalla
con el dedo—. Es un carguero. Observe el tamaño. Una nave de carga.
— Pues fíjese en eso.

Shure giró el ampliador. La imagen de la nave aumentó de tamaño hasta llenar la


pantalla.

107
Sintonizador: Sistema que permite aumentar o disminuir la longitud de onda propia de un aparato para
ponerlo en sintonía con una estación determinada.
— Observe esos salientes.
— ¿Qué quiere decir?
— Armas pesadas. Antihundimientos. Para disparar en el espacio. Es un carguero,
pero también va armado.
— Piratas, tal vez.
— Es posible. —Shure jugueteó con el micrófono de comunicaciones—. Estoy
tentado de llamar a la Tierra.
— ¿Por qué?
— Tal vez se trate de una nave exploradora.

Los ojos de Nelson relampaguearon.

— ¿Cree que nos están sondeando108? Y si hay más, ¿por qué no los detecta
nuestra pantalla?
— Puede que el resto se halle fuera del campo visual.
— ¿A más de dos años luz? He puesto los radares al máximo. Y son los mejores
que existen.

La identificación procedente de la sala de mapas surgió del tubo y cayó sobre la


mesa. Shure abrió el sobre y examinó la hoja con toda rapidez. Después, se la pasó a
Nelson.
— Mire.

La nave era del tipo utilizado en Adharan. De primera clase, perteneciente a un


grupo de cargueros nuevos. Barnes había escrito de su puño y letra: «Se supone que no va
armada. Habrán añadido el cañón. Los cargueros de Adharan no suelen llevar armas».

— Entonces, no es un cebo109 —murmuró Shure—. Podemos descartarlo. ¿Qué


pasa en Adharan? ¿Por qué aparece una nave de Adharan en el sistema de Sirio?
La Tierra cerró esta región hace años. Han de saber que aquí no pueden
comerciar.
— Nadie sabe gran cosa sobre Adharan. Participó en la Conferencia Comercial
Galáctica, pero eso es todo.
— ¿De qué raza son los adharanos?
— Del tipo arácnido110. Típico de esta zona. Provienen de la rama Gran Murzim.
Son una variante del Murzim original, y muy reservados. Estructura social
compleja, pautas muy rígidas. Un colectivo regido por un estado orgánico.
— Quiere decir que son como insectos.
— Supongo que sí. En cierta manera son lémures111.

Shure miró atentamente la pantalla. Redujo la ampliación y observó lo que ocurría


con atención. La cámara siguió automáticamente a la nave de Adharan, alineada en línea

108
En este caso, el término se utiliza como sinónimo de “vigilando”.
109
Cebo: Alimento con el que el pescador intenta atraer y atrapar a los peces.
110
Relacionados con las arañas.
111
Lémures: Mamíferos semejantes a los monos.
recta con ella. La nave adharana era negra, maciza, fea en comparación con la lisa nave
terrícola. Parecía un gusano bien alimentado, y sus hinchados costados eran casi esféricos.
Alguna luz de posición parpadeaba de vez en cuando, a medida que la nave se aproximaba
al planeta más exterior del sistema de Sirio. Se movía con lentitud y cautela, como
tanteando el terreno. Entró en la órbita del décimo planeta y empezó a maniobrar para
descender. De los cohetes de frenado brotaron chorros rojizos. El enorme gusano derivó
hacia la superficie del planeta.

— Van a aterrizar —murmuró Nelson.


— Estupendo. Se quedarán inmóviles. Los tendremos a tiro.

El carguero adharano se posó sobre la superficie del décimo planeta. Sus cohetes
enmudecieron. De ellos surgió una nube de partículas de escape. El carguero había
aterrizado entre dos cordilleras, sobre una árida112 extensión de arena grisácea. La
superficie del décimo planeta era, en su mayor parte, árida. No existía vida, atmósfera ni
agua. El planeta se componía principalmente de roca, fría roca gris, con sombras y
oquedades113 enormes. Una superficie insalubre, corroída, hostil y pelada.

De repente, la nave adharana cobró vida. Las escotillas se abrieron. Diminutos


puntos negros salieron a toda prisa de la nave. Los puntos se hicieron cada vez más
numerosos, una lluvia de manchas vomitadas por el carguero y que traqueteaban sobre la
arena. Algunas llegaron a las montañas y desaparecieron entre los cráteres y los picachos.
Otras se lanzaron hacia el lado opuesto y se perdieron en las largas sombras.
— Que me pellizquen si estoy soñando —murmuró Shure—. Esto no tiene sentido.
¿Qué buscarán? Hemos rastrillado estos planetas milímetro a milímetro. Ahí no
hay nada que valga la pena.
— Tal vez ellos opinen de manera diferente.

Shure se puso rígido.

— Mire. Sus vehículos vuelven a la nave.

Los puntos negros habían reaparecido, procedentes de las sombras y los cráteres.
Corrieron hacia el gusano madre. Las escotillas se abrieron. Los vehículos entraron de uno
en uno en la nave y desaparecieron. Algunos rezagados los imitaron. Las escotillas se
cerraron.

— ¿Qué demonios habrán encontrado? —se preguntó Shure. El oficial de


comunicaciones Barnes entró en la sala de control y alargó el cuello.
— ¿Todavía siguen ahí? Déjenme echar un vistazo. Nunca he visto una nave de
Adharan.

La nave adharana se movió, estremeciéndose de proa a popa. Se elevó y ganó altitud


rápidamente. Se dirigió hacia el noveno planeta. Describió círculos alrededor de ese planeta

112
Árida: Que se caracteriza por ser muy seco, carente de humedad.
113
Oquedades: Espacios huecos en el interior de un cuerpo.
durante un rato, mientras observaba la superficie erosionada y horadada114 por cráteres.
Las cuencas vacías de océanos desecados se extendían como inmensas tarteras.

La nave adharana eligió una cuenca y aterrizó arrojando gases de escape hacia el
cielo.

— Otra vez igual —murmuró Shure.

Se abrieron las escotillas. Los puntos negros saltaron a la superficie y se movieron


en todas direcciones. Shure hizo una mueca, airado115.

— Hemos de averiguar qué están haciendo. ¡Miren cómo corren! Saben


exactamente lo que buscan. —Agarró el micrófono de comunicaciones, y luego
lo soltó—. Nos las arreglaremos solos. No necesitamos a la Tierra.
— Van armados, no lo olvide.
— Los atraparemos cuando aterricen. Se van parando por orden en cada planeta.
Los seguiremos hasta el cuarto. —Shure actuó con rapidez. ajustando los
controles—. Cuando aterricen en el cuarto planeta los estaremos esperando.
— Quizá opongan resistencia.
— Quizá, pero hemos de descubrir lo que están cargando..., y sea lo que sea, nos
pertenece.

El cuarto planeta del sistema de Sirio tenía atmósfera y un poco de agua. Shure posó
el crucero entre las ruinas de una vieja ciudad, abandonada desde hacía mucho tiempo.
El carguero adharano aún no había aparecido. Shure escudriñó116 el cielo antes de
abrir la escotilla principal. Barnes, Nelson y él salieron al exterior con cautela, armados con
pesados rifles Slem117. La escotilla se cerró a sus espaldas y el crucero despegó y se elevó.

Lo vieron perderse en la lejanía. Se quedaron inmóviles, con los rifles dispuestos. El


aire era frío y tenue. Notaron que soplaba en torno a sus trajes presurizados.

Barnes aumentó la temperatura de su traje.

— Demasiado frío para mí.


— Consigue recordarnos que todavía somos terrícolas, a pesar de encontrarnos a
años luz de casa —comentó Nelson.
— Mi plan es el siguiente —dijo Shure—. No dispararemos contra ellos. Eso queda
descartado por completo. Es su cargamento lo que nos interesa. Si los
desintegramos, también desintegraremos el cargamento.
— ¿Qué utilizaremos?
—Dispararemos una nube de vapor.
— ¿Una nube de vapor? Pero...

114
Horadada: Perforada, ahuecada.
115
Airado: Que muestra tener ira o un enfado muy grande.
116
Escudriñó: Examinó.
117
Rifle de combate semiautomático, funciona con gas y se alimenta de un cargador de diez balas.
— Capitán, no podemos utilizar una nube de vapor —dijo Nelson—. No podremos
acercarnos a ellos hasta que el vapor esté inactivo.
— Hay viento. El vapor se disipará enseguida. De todos modos, es lo único que
podemos hacer. Habrá que correr el riesgo. En cuanto salgan los adharanos
abriremos fuego.
— ¿Y si la nube falla?
— Tendremos que luchar. —Shure escudriñó el cielo—. Me parece que ya vienen.
Vámonos.

Corrieron hacia una colina formada por rocas amontonadas, restos de columnas y
torres, mezclados con cascotes y escombros.

— Esto servirá. —Shure se agachó y aferró su Slem—. Aquí vienen.

La nave adharana se preparaba para aterrizar. Los cohetes rugieron y las partículas
de escape se elevaron. Golpeó el suelo con gran estruendo, rebotó un poco y, por fin, se
inmovilizó.

Shure tomó el teléfono.

— Ya.

El crucero apareció en el cielo y se lanzó en picada sobre la nave adharana. Cohetes


presurizados dispararon una nube blancoazulada hacia los adharanos. La nube dio de lleno
en el carguero y se infiltró en el interior.

El casco brilló por unos momentos. Empezó a desmoronarse, corroído. El crucero


terrícola pasó por encima para completar la maniobra. Desapareció en el cielo.
De la nave adharana surgieron unas figuras que saltaron al suelo. Se esparcieron en
todas direcciones, dando grandes saltos con sus largas piernas. La mayoría brincaron sobre
la nave, arrastrando sus pertrechos118. Las figuras trabajaban con frenesí y pronto quedaron
ocultas por la nube de vapor.

— Están recibiendo una buena dosis.

Aparecieron más adharanos. Saltaban como locos por todas partes, sobre su nave,
sobre tierra, completamente desorientados.

— Es como pisar un hormiguero —murmuró Barnes.

El casco de la nave adharana estaba cubierto de enloquecidos tripulantes que corrían


con desesperación, en un intento de frenar la corrosiva acción del vapor. El crucero
terrícola reapareció e inició una segunda maniobra. Pasó de ser un punto a un alfiler en
forma de lágrima, centelleando al sol de Sirio. La fila de cañones del carguero intentó
apuntar al veloz crucero.

118
Pertrechos: Armas o utensilios de combate.
— Lancen bombas muy cercanas —ordenó Shure por teléfono—, pero no los
alcancen de lleno. Quiero salvar el cargamento.

Los depósitos de bombas del crucero se abrieron. Cayeron dos proyectiles, que
describieron un hábil arco y estallaron a ambos lados del carguero. La negra forma se
estremeció, y los adharanos que se habían refugiado sobre el casco se arrojaron al suelo. La
fila de cañones disparó una inútil andanada119, pero el crucero pasó de largo y desapareció.

La mayoría de los adharanos abandonaron la nave para esparcirse en todas


direcciones.

— Ya casi ha terminado —dijo Shure. Se levantó y salió de las ruinas—. Vamos.

Los adharanos dispararon una bengala blanca que inundo el cielo de chispas.
Vagaban sin rumbo fijo, confusos por el ataque. La nube de vapor casi se había disipado
por completo. La bengala era la señal convencional de capitulación120. El crucero
describía círculos sobre el carguero, aguardando las órdenes de Shure.

— Míralos —dijo Barnes—. Insectos grandes como personas.


— ¡Vamos! —gritó Shure, impaciente—. Estoy ansioso por saber lo que hay
dentro.

El comandante adharano les recibió fuera de la nave. Avanzó hacia ellos, al parecer
aturdido por el ataque. Nelson, Shure y Barnes lo miraron con repulsión.

— Dios mío —murmuró Barnes—. ¡Qué horrible aspecto!


El adharano medía alrededor de un metro y medio y estaba cubierto por un
caparazón quitinoso121 negro. Se sostenía sobre cuatro delgadas patas, y dos más se
agitaban vacilantes a mitad del cuerpo. Elevaba un cinturón holgado, del que colgaban su
pistola y otros pertrechos. Sus ojos eran complejos, multifacéticos. Una estrecha abertura
que hacía las veces de boca se abría en la base de su cráneo alargado. Carecía de orejas.

Algunos miembros de la tripulación aguardaban detrás del comandante. Alzaron un


poco sus armas en forma de tubo, indecisos. El comandante emitió una serie de agudos
chirridos y agitó las antenas. Los adharanos bajaron las armas.

— ¿Podremos comunicarnos con esta raza? —preguntó Barnes a Nelson.


— Da igual —dijo Shure, avanzando un paso—. No tenemos nada que decirles.
Saben que venir aquí es ilegal. Lo único que nos interesa es el cargamento.

119
Andanada: Descarga.
120
Señal de rendirse en una guerra.
121
Quitinoso: Relativo a la quitina, que es la sustancia que le confiere una dureza especial al esqueleto
externo de los artrópodos (arañas y cangrejos).
Pasó junto al comandante, y el grupo de adharanos le abrió paso. Entró en la nave,
seguido de Barnes y Nelson.

El interior de la nave olía a limo122, que cubría el suelo. Los pasadizos eran
estrechos y oscuros, como largos túneles. El piso era resbaladizo. Algunos miembros de la
tripulación se removían en la oscuridad, agitando las garras y antenas con nerviosismo.
Shure iluminó un pasillo con su linterna.

— Por aquí. Parece el conducto principal.

El comandante adharano les seguía casi pisándoles los talones. Shure prescindía de
él. El crucero había aterrizado cerca de la nave. Nelson vio que los soldados de la Tierra se
desplegaban en círculo.

Una puerta metálica les cerró el paso. Shure indicó con un ademán que la abrieran.

— Ábrala.

El comandante adharano retrocedió, sin querer obedecer. Aparecieron más


tripulantes, armados con los tubos.

— Quizá pretendan oponer resistencia —dijo Nelson con calma.


Shure apuntó a la puerta con su rifle Slem.
— Tendré que destruirla.

Las adharanos emitieron chirridos de excitación. Ninguno de ellos se aproximó a la


puerta.

— Muy bien —dijo Shure con semblante sombrío.

Disparó. La puerta se desintegró y el paso quedó libre. Los adharanos se


precipitaron hacia adelante, chirriando entre sí. Cada vez había más que penetraban en la
nave, rodeando a los tres terrícolas.
— Vamos —dijo Shure, atravesando el boquete.

Nelson y Barnes lo siguieron, con los rifles Slem dispuestos. El pasaje se inclinaba
en pendiente. El aire era opresivo y denso, y más adharanos se congregaron tras ellos
mientras caminaban pasillo adelante.

— Atrás.

Shure se volvió en redondo y levantó el rifle. Los adharanos se detuvieron.

— Vamos, retrocedan.

122
Limo: Lodo, barro.
Los terrícolas doblaron una esquina y desembocaron en la bodega. Shure se internó
con cautela. Varios guardias adharanos custodiaban el lugar con los tubos desenfundados.

— Apártense.

Shure movió su rifle Slem. Los guardias, a regañadientes, dieron uno o dos pasos.

— ¡Vamos!

Los guardias obedecieron. Shure avanzó, y se detuvo en seco, asombrado. Vieron


ante ellos el cargamento de la nave. La bodega estaba medio llena de esferas de fuego
lechoso cuidadosamente apiladas, joyas gigantescas que parecían perlas inmensas, a
millares. Por todas partes. Montones interminables que desaparecían en las profundidades
de la nave. Todas desprendían un brillo suave, un resplandor interior que iluminaba la vasta
bodega.

— ¡Increíble! —musitó Shure.


— No me extraña que quisieran entrar aquí sin permiso. —Barnes, los ojos abiertos
de par en par, contuvo el aliento—. Creo que yo haría lo mismo. ¡Fíjense!
— Qué grandes son —dijo Nelson.

Intercambiaron una mirada.

— Nunca había visto nada parecido —comentó Shure, aturdido.

Los guardias adharanos no les quitaban el ojo de encima: tenían las armas a punto.
Shure avanzó hacia la primera fila de joyas, apiladas con matemática precisión.

— Es posible que pertenecieran a los adharanos hace tiempo —dijo Nelson con aire
pensativo—. Quizás les fueron robadas por los constructores de ciudades del
sistema de Sirio, y ahora las están recuperando.
— Interesante —señaló Barnes—. Eso explicaría por qué los adharanos las
encontraron con tanta facilidad. Tal vez existían planos o mapas.
— En cualquier caso, ahora son nuestras —gruñó Shure—. Todo lo que contiene el
sistema de Sirio pertenece a la Tierra. Está firmado, sellado y aceptado.
— Pero si les fueron robadas a los adharanos...
— No tenían que haber aceptado los tratados que clausuraron el sistema. Ellos
tienen sus propios sistemas. Esto pertenece a la Tierra. —Shure alargó la mano
hacia una joya—. Quiero saber cómo se siente al tacto.
— Cuidado, capitán. Puede ser radiactiva123.

Shure tocó la joya. Los adharanos se arrojaron sobre él. Shure se debatió. Un
adharano tomó su rifle Slem y se lo quitó de las manos.

123
Radiactiva: Que emite radiaciones invisibles procedentes de la desintegración del átomo y dotadas de
una actividad particular.
Barnes disparó. Un grupo de adharanos quedó desintegrado. Nelson, de rodillas,
abrió fuego sobre la entrada que daba al pasillo. Este se hallaba abarrotado de adharanos.
Algunos repelieron la agresión. Los chorros caloríficos pasaron sobre la cabeza de Nelson.

— No pueden alcanzarnos —jadeó Barnes—. Tienen miedo de disparar, por las


joyas.

Los adharanos se alejaron de la bodega retrocediendo por el pasillo. El comandante


dio orden de retirada a los que llevaban armas. Shure le quitó el rifle a Nelson de un
manotazo y desintegró a un grupo de adharanos. Sus compañeros estaban cerrando el
pasadizo. Llevaban pesadas planchas de emergencia y las estaban soldando.

— ¡Abran una brecha124! —gritó Shure. Apuntó el fusil a la pared de la nave—.


Intentan encerrarnos aquí.

Barnes y Shure dispararon al unísono sobre la pared. Una parte circular de ella se
desgajó y cayó hacia afuera.

Los soldados terrícolas luchaban con los adharanos en el exterior. Los adharanos
retrocedían como podían, saltando y disparando. Algunos se refugiaron en la nave. Otros
daban media vuelta y huían arrojando sus armas. Corrían y brincaban en todas direcciones,
confusos e indefensos, chirriando ruidosamente. El crucero cobró vida y sus cañones se
colocaron en posición de fuego.

— ¡No disparen! —ordenó Shure por el teléfono—. Dejen la nave en paz. No es


necesario.
— Están acabados —jadeó Nelson, saltando al suelo. Shure y Barnes lo imitaron.
— No tienen nada que hacer. No saben luchar.

Shure llamó a unos soldados por señas.

— ¡Por allí! Dense prisa, maldita sea.

A través del agujero practicado en la nave se desparramaban las joyas lechosas, que
rodaban y rebotaban en la tierra. Parte de los puntales de contención estaban destruidos y
una cascada de joyas se esparció a sus pies.
Barnes recogió una. Quemó levemente su mano enguantada y le produjo un
hormigueo en los dedos. La alzó a la luz. El globo era opaco. Formas vagas flotaban en el
fuego lechoso. El globo latía y centelleaba, como si estuviera vivo.

— Admirable, ¿verdad? —sonrió Nelson.


— Encantador.

Barnes tomó otro. Un adharano le disparó inútilmente desde el disco de la nave.

124
Brecha: Espacio que queda entre dos lugares.
— Fíjense. Los hay a millares.
— Llamaremos a un mercante para que los recoja —dijo Shure—. Lo cierto es que
no estaré tranquilo hasta que vayan camino a la Tierra.

Los combates casi habían cesado. Soldados terrícolas rodeaban a los adharanos
supervivientes.

— ¿Qué haremos con ellos? —preguntó Nelson.

Shure no contestó. Examinaba una joya, dándole vueltas.

— Fíjense —murmuró—. Exhibe un color diferente en cada movimiento. ¿Habían


visto alguna vez una cosa parecida?

El gran carguero terrícola aterrizó con enorme estruendo. Las escotillas de la bodega
descendieron. Una flotilla de camiones salió bamboleándose. Se dirigieron hacia la nave
adharana. Se dispusieron rampas para que palas robot empezasen a trabajar.

— Recójanlo todo.

Silvanus Fry se acercó al capitán Shure. El gerente de Empresas Terrícolas se secó


la frente con un pañuelo rojo.

— Un botín sorprendente, capitán. Qué gran hallazgo.

Le alargó su palma húmeda y se estrecharon las manos.

— Parece mentira que no las localizáramos —dijo Shure—. Los adharanos


llegaban y las tomaban. Iban de un planeta a otro, como abejas. No entiendo por
qué nuestros equipos no las encontraron.
— Eso ya no importa.

Fry se encogió de hombros. Examinó una de las joyas; luego, la lanzó al aire y la
atrapó.

— Ya imagino a todas las mujeres de la Tierra llevando una alrededor del cuello...,
o deseando llevar una alrededor del cuello. Dentro de seis meses no se acordarán
de lo que era vivir sin ellas. La gente es así, capitán.

Guardó el globo en su maletín, tras cerrarlo herméticamente.

— Creo que le regalaré una a mi esposa.

Un soldado terrícola llevaba al comandante adharano. Este guardaba silencio. Los


adharanos supervivientes habían sido despojados de sus armas, y tenían permiso para
reparar la nave. Habían arreglado ya casi todos los desperfectos del casco.
— Les dejamos marchar —dijo Shure al comandante adharano—. Podríamos
tratarles como a piratas y fusilarlos, pero sería absurdo. Será mejor que informen
a su gobierno; manténganse alejados del sistema de Sirio a partir de ahora.
— No lo entiende —dijo Barnes.
— Lo sé. Es una mera formalidad. Supongo que se hará una idea general.

El comandante adharano aguardaba en silencio.

— Eso es todo. —Shure, impaciente, señaló la nave adharana—. Vamos, váyanse.


Largo de aquí. Y no vuelvan.

El soldado soltó al comandante. Este regresó con parsimonia125 a la nave.


Desapareció por la escotilla. Los adharanos que trabajaban en el casco reunieron sus útiles
y siguieron al comandante al interior de la nave.

Las escotillas se cerraron. La nave adharana se estremeció cuando los cohetes


cobraron vida. Se elevó dando bandazos. Después, describió una curva y se dirigió hacia el
espacio. Shure la siguió con la mirada hasta que desapareció.

— Ya está. —Fry y él se encaminaron rápidamente hacia el crucero—. ¿Cree que


estas joyas llamarán la atención en la Tierra?
— Por supuesto. ¿Tiene alguna duda?
— No. —Shure estaba enfrascado en sus pensamientos—. Sólo fueron a cinco de
los diez planetas. Tiene que haber más en los restantes. Cuando este cargamento
llegue a la Tierra empezaremos a trabajar en los planetas interiores. Si los
adharanos fueron capaces de encontrarlas, nosotros también podremos.

Los ojos de Fry brillaron detrás de sus gafas.

— Estupendo. No había caído en la cuenta de que habrá más.


— Las hay. —Shure frunció el ceño y se acarició la mandíbula—. Al menos, en
teoría.
— ¿Qué le ocurre?
— No entiendo por qué no las encontramos.
— No se preocupe.

Fry le palmeó la espalda. Shure asintió, todavía absorto.

— Pero sigo sin entender por qué no las descubrimos. ¿Cree que puede significar
algo?

El comandante adharano se sentó ante la pantalla de control y ajustó los circuitos de


comunicación. La base de control situada en el segundo planeta del sistema adharano
apareció en la pantalla. El comandante se llevó el cono de sonido a la garganta.

125
Parsimonia: Calma, tranquilidad.
— Mala suerte.
— ¿Qué ha ocurrido?
— Los terrícolas nos atacaron y se apoderaron del resto de nuestro cargamento.
— ¿Cuánto quedaba todavía a bordo?
— La mitad. Sólo habíamos descendido en cinco de los planetas.
— Una gran desgracia. ¿Se llevaron la carga a la Tierra?
— Supongo que sí.

Hubo unos instantes de silencio.

— ¿Es muy cálida la Tierra?


— Bastante, según tengo entendido.
— Quizá salga todo bien. No habíamos previsto la idea de una incubación en la
Tierra, pero...
— No me gusta que los terrícolas tengan una buena parte de nuestra siguiente
generación. Lamento no haber avanzado más en la distribución.
— No lo lamente. Pediremos a la Madre que ponga un nuevo grupo en
compensación.
— Pero, ¿qué van a hacer los terrícolas con nuestros huevos? Cuando empiecen las
incubaciones, sólo se producirán problemas. No puedo entenderlos. Las mentes
terrícolas escapan a mi comprensión. Tiemblo solo de pensar en lo que sucederá
cuando los huevos se abran... Y en un planeta húmedo, eso no tardará en
ocurrir...

Traducción publicada en Cuentos Completos II (Ediciones Minotauro).

Sobre el autor:
Philip Dick nació en Estados Unidos en la ciudad de Chicago, en
1928, pero vivió la mayor parte de su vida en California. Escribió más
de cien cuentos y treinta novelas. Muchos de sus textos fueron llevados
al cine. Tal vez el más importante de ellos sea su novela ¿Sueñan los
androides con ovejas eléctricas?, que se convirtió en la conocida
película Blade Runner (1982), estrenada poco después de la muerte de
Dick ocurrida ese mismo año.
Su obra puede considerarse como una de las más brillantes de
toda la historia de la ciencia ficción norteamericana. Su surgimiento
suele identificarse con la madurez de la ciencia ficción como género.
Actividades:
1) Indicá verdadero (V) o falso (F) según corresponda. Justificá solamente los
casos incorrectos:
a) La nave de los adharanos era un carguero, pero también, llevaba cañones. __
b) Los adharanos eran extraterrestres similares a los pulpos. Respiraban a través de
branquias y tenían una aleta de tiburón en su espalda. __
c) La superficie del décimo planeta estaba inundada. Era imposible descender allí debido a
la cantidad de agua. __
d) Los adharanos bajaban en cada planeta del sistema de Sirio y actuaban de la misma
manera. __
e) Shure no está interesado en destruir a las criaturas. Solo le importa el cargamento. __
f) Los adharanos aceptan pacíficamente que los humanos ingresen a la bodega. __
g) El cargamento consistía en armas nucleares desconocidas para el hombre. __
h) En el cuento, podemos encontrar temáticas propias de la ciencia ficción como los viajes
por el espacio y las guerras interplanetarias. __
2) Uní con flechas cada personaje con su función en la tripulación:

▪ Shure Gerente de Empresas Terrícolas

▪ Nelson Técnico

▪ Barnes Capitán

▪ Silvanus Fry Piloto


3) a) ¿Cómo describirías el comportamiento de los seres humanos en este relato?
b) Si los terrícolas hubieran podido comunicarse con los adharanos, ¿el final de la historia
habría sido el mismo? ¿Por qué?
4) a) Subrayá en el relato un fragmento en el que se describan
las “joyas”. ¿Qué piensan hacer los hombres con ellas?
b) ¿Qué son esas “joyas” en realidad? ¿En qué momento se
resuelve la incógnita?
5) Reflexioná sobre el título: ―Los cazadores cósmicos‖:
¿Quiénes son los cazadores? ¿Quiénes podrían terminar cazados
si el peligro se activara en la Tierra?
6) Imaginá una raza extraterrestre relacionada con los felinos (del mismo modo que los
adharanos están relacionados con las arañas). Escribí una descripción de estos seres que
incluya: ¿cómo se llaman?, ¿cuáles son sus características físicas? y ¿de qué manera se
comportan?
PLEBSTER Y ORSI, DEL PLANETA PROCYON

de Roberto Fontanarrosa

Plebster estaba mirando por la ventanilla frontal de la nave el paso oscilante de los
meteoritos. Como todos los dermolinfomas del planeta Procyon, el pequeño Plebster
experimentaba una inusual melancolía a la vista de aquellos inmensos pedazos de roca que
surcaban el espacio, ya que le recordaban a Vendelinus, la segunda luna de Procyon,
estallada tempranamente. Esa melancolía no llegaba a ser tristeza, pues la tristeza, en su
planeta, era un líquido.

Más allá, abstraído en la conducción de la nave, se hallaba Orsi, su compañero de


vuelo. Orsi era extrañamente inquieto para ser un nativo de Procyon y hallaba interés aun
en las cosas más mundanas y rutinarias del espacio. Plebster, en cambio, acusaba ya el
cansancio de la larga misión que les fuera asignada y su leve piel casi traslúcida había
comenzado a tomar el tinte ceniciento del hastío. No deseaba otra cosa que volver a la
exultante126 atmósfera de Procyon y reunirse con Enif.

— Oye, Plebster —dijo Orsi, de pronto—. Hemos tenido que desviarnos bastante
de la ruta.

Plebster no le contestó. Empezaba a molestarle, incluso, el acento apagado de la voz


de su compañero.

— Pero es que aún subsiste la lluvia de meteoros —explicó Orsi.

— Apenas termine, regresemos a nuestra elipse127 —bufó Plebster.

— No es eso. No es eso lo que quería decirte. Ocurre que nuestro desvío nos ha
llevado al área de influencia de un planeta muerto, el viejo Maurolycus.

Plebster volvió a resoplar y la expulsión del aire hizo que su cobertura dérmica128
se arrugara con leves crujidos. El imbécil de Orsi había encontrado un nuevo motivo de
curiosidad para su espíritu simple. Tiempo atrás había perseguido durante seis días la cola

126
Exultante: Muy alegre.
127
Elipse: Curva cerrada simétrica respecto de dos ejes, llamados “focos”.
128
Relacionado a la piel.
de un cometa, subyugado129 por el destello cambiante de la luz solar sobre las partículas en
suspenso.

— No sé si recuerdas —continuó Orsi— que Maurolycus era un planeta habitado.


Y que sus habitantes lo llamaban "Tierra". ¿Recuerdas?

Plebster aprobó con la bamboleante cabeza experimentando el consabido hormigueo


en su zona motriz. La memoria era una función fisiológica en los naturales de Procyon, que
se incentivaba con la inmovilidad.

— Decía mi padre —continuó Orsi, entusiasmado— que la atmósfera de la Tierra


debió haber sido bastante similar a la nuestra. Y, por lo tanto, sus habitantes
parecidos a nosotros.

— No sigas, Orsi. Ya sé a dónde quieres llegar.

— Te explico, solamente.

— No. Lo que tú quieres es bajar en ese puto planeta.

Orsi se mantuvo unos instantes en silencio. Le molestaba grandemente cuando


Plebster hacía uso de malas palabras. Plebster lo sabía y abundaba en ellas cuando deseaba
incomodar a Orsi.

— Te explico, solamente —repitió.

— Te conozco, Orsi. Se te ha metido esa insana idea en tu centro de reflexiones y


no habrá poder en el universo que te la quite.

Orsi no contestó, pero como corroborando lo dicho por Plebster, buscó algo
frenéticamente en la consola de informes. Tomó entonces uno de los compendios de
conocimiento y lo introdujo en la memoria de la pantalla. Pronto, una sucesión de
caracteres pobló el recuadro luminoso.

— Mira, Plebster —anunció—. Algo raro ocurrió, luego, en ese planeta.


Combatieron entre ellos mismos. Se elevó una enorme nube de polvo que lo
cubrió todo y ya fue imposible observarlo desde afuera...

— Se cansaron, Orsi. Se cansaron de que los espiáramos —gruñó Plebster.

— No. Nada de eso. Fue una guerra total. No quedó nada vivo...

— Se cansaron de que criaturas como tú se la pasaran espiando qué era lo que ellos
hacían o dejaban de hacer...

— Dos sensores que enviamos hace mucho tiempo no detectaron ni actividad


humana ni vegetación. Solo desiertos arrasados y secos.

129
Subyugado: Seducido.
— Se hartaron de tipos como tú y su puta curiosidad.

Otra vez aquella fea palabra, absolutamente prohibida en el ámbito de Procyon, pero
tolerada en el espacio abierto, en las naves expedicionarias, en los navegantes. Orsi procuró
dominarse.

— Pero... Mira lo que dice acá... —señaló la pantalla—. Hay versiones que
sostienen que pueden haber quedado terráqueos vivos en refugios subterráneos,
blindados, preparados para soportar una guerra nuclear... ¿No sería eso
maravilloso?

— Oh, Orsi —gruñó Plebster—. No jodas.

— ¡Vamos allí a comprobarlo, Plebster!

Plebster lo miró largamente. Sabía que era totalmente inútil luchar. Orsi no poseía la
clásica indolencia de los dermolinfomas y toda iniciativa se enraizaba en él como una
planta trepadora.

— Oye, Orsi. Quiero volver a casa.

— Y volveremos, Plebster, ¿quién dice que no? —Orsi ya había tomado aquella
plañidera130 petición de su compañero como una afirmativa y manipulaba ahora
los mandos con velocidad y precisión. —Será sólo una visita. ¿No tienes interés
por conocer la Tierra?

Plebster volvió a observar, silencioso, el paso raudo131 de los meteoritos. Sus


mayores, mucho tiempo atrás, cuando aún existía Vendelinus, le habían hablado acerca de
aquel planeta cubierto de agua. Meme Plebster Jacobi, incluso, le había descripto un
terráqueo con el que había mantenido relación, al comienzo de los tiempos, en una luna de
Mercurio.

— Dicen que los terráqueos no serían demasiado diferentes de nosotros —exclamó


Orsi, excitado, como si le estuviese leyendo el pensamiento.

— No tengo ningún interés en encontrarme con seres parecidos a ti.

— Será rápido, Plebster. Si no los hallamos enseguida, subimos de nuevo a la nave


y regresamos a casa.

— Me tienes harto, Orsi.

— Ya verás. Mira... comienza a cambiar el entorno.

Plebster lo había percibido. El espacio, por los visores de la nave, se observaba más
azul y mórbido y casi habían desaparecido los meteoritos. Las redondeadas extremidades

130
Plañidera: Llorosa y lastimera.
131
Raudo: Rápido.
inferiores, aptas para insertarse en la poceada superficie de Procyon, no eran, sin embargo,
las ideales para desplazarse sobre la corteza terrestre. Con la torpeza propia de los
forasteros, Orsi y Plebster se movían en aquel terreno, explorando las adyacencias de la
nave. Todo era desolación. En la bruñida132 transparencia de sus escafandras133 rebotaban
apenas los débiles rayos del sol que acertaban a pasar entre las densas nubes de polvo. Cada
tanto, ráfagas de viento levantaban toneladas de cenizas, pedregullos y residuos metálicos
que castigaban a los dos investigadores espaciales. El paisaje era gris y achatado.

— Buena idea la tuya —dijo Plebster, dejando de caminar. Orsi no contestó. Se


había parado sobre uno de los tantos montículos de rocas y giraba su cabezota
con expresión de desencanto.

— Busquemos un poco más —dijo al fin—. Es lógico que si estaban refugiados


bajo tierra no podríamos verlos a simple vista.

— Nos llevaría una eternidad hallarlos. Por otra parte, no olvides que el compendio
de conocimientos decía que también solían detectarse explosiones nucleares
subterráneas...

— Algunas de sus tribus estaban muy preparadas para subsistir, Plebster. Habían
esperado esa guerra por siglos. Tenían de todo allí abajo.

Plebster empezó a caminar hacia la nave. El peso de su ropaje aislante comenzaba a


fatigarlo.

— Han pasado ya cientos de años de aquella guerra —gritó, sin darse vuelta—. Por
mejor preparados que estuvieran, ya hubiesen muerto de hambre o por las enfer-
medades. No jodas, Orsi.

— Espera. Espera un poco, Plebster —Orsi depositó todo el peso de su cuerpo


sobre una suerte de viga que asomaba del suelo—. Me fatigo. Esto no es
Procyon.

— ¿Te fatigas, eh? ¿No se te ocurre alguna otra buena idea como ésta? Con la de
Petavium ya son dos.

En el segmento más abierto de la elipse programada, Orsi había insistido en


descender en la estrella Petavium, argumentando que allí había mica134. Pero la pulposa
Petavium estaba podrida. Atravesado el interior de su masa por infinitos canales que
conducían jugos minerales, el desmedido calor del sol la había hecho entrar en putrefacción
y el olor que despedía la macilenta135 estrella era insoportable. Una semana tuvo que estar

132
Bruñida: Lustrosa.
133
Escafandras: Vestiduras impermeables que se completan con un casco de metal, perfectamente cerrado,
con orificios y tubos para renovar el aire.
134
Mica: Minerales alcalinos muy brillantes.
135
Macilenta: Descolorida.
luego Plebster, aspirando aroma de cristales de sal para restablecer el funcionamiento de
sus papilas.

— Ya voy, Plebster. Aguarda un poco —pidió Orsi.

Plebster giró y regresó para ayudar a su compañero.

— Vamos —dijo, sosteniéndolo por debajo del primer par de extremidades


superiores—. De pronto Plebster advirtió que el cuerpo de Orsi se envaraba.

— ¿Qué pasa? —preguntó.

Los dos sensores ópticos de Orsi se habían fruncido, atentos, y meneaba


espasmódicamente la cabeza, como buscando.

— ¿Qué pasa? —se alarmó Plebster, girando a su vez la suya.

Habían dejado las armas en la nave y tanto la valentía como la cobardía, eran
condiciones desconocidas en Procyon. Es más, la audacia consistía en una fruta pequeña,
agridulce, que brotaba en la estación del fosfato136.

— ¿Oyes eso? —preguntó Orsi.

— ¿Qué?

— Escucha bien.

Orsi tenía razón. En el aire se diluía una especie de música, una melodía que llegaba
y se marchaba con la brisa.

— ¡Música! —se exaltó Orsi—. ¡Es música!

— Es sólo el viento, Orsi.

— ¡Es música! —Orsi se desembarazó de las extremidades superiores de Plebster y


giró sobre sí mismo varias veces, como una antena, deslumbrado por la
recepción de aquel idioma universal. Ahora la melodía llegaba más nítida, con
cadencias extrañas y desconocidas para la percepción de los dos
expedicionarios.

— ¿De dónde viene? —se sumó Plebster a la inquietud.

— No sé si es una música fuerte que nos llega desde muy lejos... O es una música
muy débil que se origina muy cerca de nosotros —dudó Orsi, lo que preocupó a
Plebster, ya que la duda antecedía a la constipación bronquial137 en los
dermolinfomas.

136
Fosfato: Compuesto químico con fósforo.
137
Resfrío.
— ¿Cerca de nosotros? —dijo Plebster, abarcando con sus órganos ópticos los
alrededores inmediatos.

— ¡Aquí! ¡Aquí! —dijeron los dos, casi al unísono, aferrando un oxidado tubo
metálico que sobresalía entre un montículo de escombros— ¡La música viene
por este tubo!

Orsi apretó la escafandra sobre la boca del tubo, procurando escuchar mejor. En
tanto, Plebster se había sentido inopinadamente 138 melancólico, como algunas veces en
que escuchaba historias relatadas por Meme Plebster Jacobi. Pero Orsi no le dio tiempo
para bucear en sus sentimientos.

— ¡Cavemos! ¡Cavemos por acá, Plebster! —gritó, escarbando con su bastón de


titanio entre los escombros—. ¡Esta música nos llega desde abajo! ¡De alguno
de esos refugios que mencioné antes, Plebster!

Plebster olvidó por un momento su indolencia, su desinterés y sus ganas de regresar


a casa, y con un trozo de chapa ennegrecida comenzó también a apartar rocas y cascotes.
Poco después, y ante la febril atención de ambos investigadores, una superficie de madera
se hizo visible ante ellos. Continuaron removiendo con más ahínco139 y apareció entonces
una puerta, de doble hoja, prácticamente horizontal, que cubría una boca de acceso.
Plebster y Orsi se miraron. La puerta mostraba una superficie descascarada, aún con restos
de pintura y por las junturas de su madera llegaba, ahora sí, claramente, la cadencia de la
extraña música.

— ¿Vamos por las armas? —vaciló Orsi.

Plebster encogió el ensamblamiento de sus extremidades superiores, las


prensiles140.

— ¿Te parece?

— Yo digo...

— No creo —dijo Plebster, decidido, y se lanzó sobre la puerta, la que abrió de un


tirón.

Una bocanada melódica los envolvió y, luego, también una serie de sonidos breves,
como módicos estallidos, desacompasados. Después, el silencio, Plebster y Orsi se miraron.
Tal vez habían sido descubiertos y ahora, al fondo de ese túnel oscuro y profundo que se
abría ante ellos, los aguardaba el temor agresivo de los nativos. Con infinita cautela Orsi
adelantó uno de sus miembros locomotores y lo depositó sobre el primer peldaño de la
escalera descendente. De pronto volvió la música, y esto tranquilizó a ambos
dermolinfomas, que cerraron la puerta detrás de ellos, sin hacer ruido. Por un momento

138
Inopinadamente: Sin que se haya pensado en ello.
139
Ahínco: Empeño grande en hacer o solicitar algo.
140
Prensiles: Que sirve para tomar o agarrar.
quedaron sumidos en una oscuridad absoluta, pero pronto advirtieron que, muy abajo y al
fondo, se veía una luz. Una luz rojiza. Ganados por la ansiedad, Plebster y Orsi continuaron
el descenso. Un par de veces se detuvieron ante el eco de aquellos extraños sonidos
inarmónicos, cortos golpes de superficies ahuecadas, que les llegaban desde el fondo. Por
último, se detuvieron ante una abertura cubierta por un cortinado de tela que, al tacto de
Orsi, se reveló como levemente afelpado y de cierto peso. Ya se escuchaba, con más
nitidez, una voz humana metálica y altisonante. Orsi corrió la cortina y ambos visitantes se
hallaron ante un recinto poco iluminado. Una veintena de seres humanos se encontraban
diseminados en pequeñas mesas redondas, distribuidas en torno de una tarima de madera.
Los humanos eran, al menos, de dos sexos diferentes, calculó Plebster. Bebían extraños
tragos, hablaban poco entre ellos y no parecían demasiado jóvenes. Sobre la tarima, un
terráqueo con la cabeza cubierta por un cabello oscuro y engrasado, de pie frente a un
adminículo de metal que ampliaba el sonido de su voz, los observó de una ojeada. También
hicieron lo propio otros nativos de los que estaban sentados.

— ¡Y sigue llegando gente a nuestra Peña Tanguera "El Sótano del Dos por
Cuatro", mis queridos amigos! —anunció el terráqueo del cabello lustroso—. ¡Y
es porque vienen a escuchar a Angelito Delfino, "El Ruiseñor de Floresta", que
ahora nos va a regalar, de Esteban Celedonio Flores y Ciriaco Ortiz, "Atenti
Pebeta"!

Los humanos de las mesas golpetearon unas contra otras sus extremidades
superiores y allí supo Orsi que, de esa acción impensada, provenían los breves estallidos
que habían oído en la escalera.

— ¡Y esta canción, señores —continuó el anunciador— es para los nuevos amigos


de la noche de Buenos Aires...! —y luego, dirigiéndose a Plebster y Orsi,
preguntó—: ¿De dónde son, muchachos?

— De Procyon —gritó Orsi, complacido.

— ¡Para los amigos de Procyon, entonces... Angelito Delfino, "El Ruiseñor de


Floresta" y "Atenti Pebeta", de Flores y Ciriaco Ortiz!

Hubo nuevos aplausos. Dichos gestos eran, al parecer, de aprobación, ya que un


humano rechoncho y bajito que acababa de subir a la tarima agradecía con leves
reverencias y sonrisas. El humano que había hecho la presentación en la tarima caminó
entre las mesas, con aire cansado, hasta Plebster y Orsi. Estos, para no sentirse demasiado
ajenos al ambiente, se habían depositado sobre sendas sillas, en una mesa vacía. Dos
terráqueos, con la misma expresión desmayada y ausente que los demás, comenzaron a
extraer de sus instrumentos una música arrastrada y sinuosa. El humano regordete y oscuro
de arriba de la tarima comenzó con lo suyo.

— "Cuando estés en la vereda y te fiche un bacanazo, vos hacete la chitrula y no te


le deschavés, que no manye que estás lista al primer tiro de lazo y que por un par
de lompas bien planchados, te perdés..."
El terráqueo que oficiaba de anunciador llegó hasta la mesa de Plebster y Orsi. Se
inclinó hacia ellos y los observó por un instante. Plebster detectó, con la particular
sensibilidad que los dermolinfomas tienen para los matices, que el cabello del humano, en
la parte superior de su cabeza, mostraba una coloración diferente de la que lucía sobre los
costados. Se veía más rojizo y rebelde que el resto. Aquella misma anomalía había
detectado también en varios de los presentes, pese a la luz escasa y al humo que invadía el
local.

— ¿Qué van a tomar, muchachos? —preguntó el anfitrión.

— Ehhh... —vaciló Orsi—. Antes queríamos hacerle una pregunta.

— No se preocupen —desestimó el anunciador. Y bajando la voz, agregó: —No se


preocupen por el precio. La casa invita.

— No. No —dijo Orsi—. Queríamos preguntarle otra cosa... ¿Cómo hicieron para
sobrevivir?

El humano enarcó las cejas y se tomó un instante para contestar.

— "Cuando vengas para el centro" —seguía el cantor— "caminá junando el suelo,


arrastrando los fanguyos y arrimada a la pared."

— ¿Cómo hicimos para sobrevivir? —repitió, teatral, el anunciador—. Bajando los


precios, hermano. Cuidando la clientela y ofreciendo calidad. No hay otra. De lo
contrario, hubiésemos tenido que cerrar...

— Pero... digo yo... —vaciló Orsi—. ¿Cómo pudieron sobrellevar la gran tragedia?

El anunciador había apoyado las dos manos sobre la mesa y sus ojos se cubrieron
con una pátina húmeda.

— Fue tremendo... Tremendo... Lo de Medellín fue tremendo... Pero hay que seguir
adelante, hermano. No queda otra. Por el Zorzal mismo. Yo sé que Carlitos141
no hubiese querido que aflojáramos...

Plebster miró al hombre y vio que una milimétrica esfera de líquido se desprendía
de uno de sus ojos. Recordó que, en Procyon, la tristeza era un líquido. Y el recuerdo de su
planeta, y la música aquella que escapaba de un extraño instrumento que parecía respirar, lo
hizo sentirse invadido por una pegajosa melancolía.

— ¿Vamos, Orsi? —preguntó.

141
Referencias a Carlos Gardel (1890-1935), famoso cantante de tangos y actor de cine. Se lo conoce como
el Zorzal Criollo. Murió en un accidente aeronáutico, en la ciudad de Medellín, Colombia.
— Espera. Espera a que termine esto —dijo Orsi mostrando una copa translúcida
llena de un líquido rojizo que les había traído el anunciador.

Se quedaron un poco más y cuando terminaron de beber se levantaron y se


marcharon hacia la puerta. Con un bamboleo de sus cabezas se despidieron del anunciador,
que estaba sentado a otra mesa, cerca de la tarima. El anunciador levantó una mano y
deletreó en el aire "Chau, querido. Vuelvan cuando quieran". Plebster y Orsi salieron a la
superficie y se encaminaron hacia la nave. Por un rato los siguió la música y la voz del can-
tor bajo y regordete.

— ―Tomá leche con vainilla y chocolate con churro, aunque estés en el momento
propiamente del vermut..."

Publicado en Uno nunca sabe (1982).

Sobre el autor:

Roberto ―el Negro” Fontanarrosa (Rosario, 1944-


Buenos Aires, 2007) fue un humorista gráfico y escritor
argentino. Entre sus principales obras se encuentran La mesa de
los galanes (1995), Los trenes matan a los autos (1997), El rey
de la milonga (2005), entre otras.
Su obra se caracteriza por el fuerte uso de la ironía, la
sátira y el ridículo, pero también por rescatar valores porteños,
evocar el barrio, la infancia, el tango y el fútbol (temas
recurrentes en su literatura).
En la historieta ha creado grandes personajes como ―Inodoro Pereyra‖ o ―Boogie, el
aceitoso‖.

Actividades:
1) Relacioná cada actitud/acción con el personaje que la lleva a cabo, colocando
el número correspondiente:
1) Plebster 2) Orsi

▪ Inquieto. Siente atracción y curiosidad por cualquier lugar del espacio. ___

▪ Desea regresar a su planeta Procyon rápidamente. ___

▪ No tiene interés en conocer “Maurolycus”, también conocido como “Tierra”. ___


▪ Cree que algunos seres humanos viven en refugios subterráneos. ___

▪ Piensa que será casi imposible encontrar a los terrícolas sobrevivientes. ___

▪ Insistió en descender en la estrella Petavium para buscar mica. ___

▪ Es el primero en escuchar la música que surge de las profundidades. ___

▪ Disfruta de las historias que le contaba Meme Plebster Jacobi. ___


2) a) Según los protagonistas del cuento: ¿Qué sucedió en la Tierra?
b) ¿Dónde se encuentran los humanos? ¿Qué están haciendo?
3) Un malentendido es un hecho o suceso que se interpreta equívocamente.
Marcá en el relato los malentendidos que se producen entre Plebster y Orsi y el anunciador.
4) En esta historia, aparecen los elementos de la ciencia ficción invertidos. Explicá en qué
consiste esa inversión. Tené en cuenta quiénes son los protagonistas y quiénes son los
―otros‖. ¿Qué diferencias encontrás con “Los cazadores cósmicos”?
5) A Plebster y a Orsi les llama la atención el sonido del aplauso. ¿De qué manera les
explicarías el significado de los siguientes símbolos y gestos? Escribí tu respuesta en la
línea:
a) b) c) d)

_______________ _____________ _________ ________

6) Imaginá que Plebster y Orsi en su recorrido por la Tierra, visitan una escuela secundaria.
Redactá la posible carta dirigida a un familiar que uno de ellos escribiría contando su
experiencia. ¿Qué hechos los sorprendería? ¿Qué acciones no entenderían? ¿Con qué no
estarían de acuerdo?
LA MÁQUINA DEL TIEMPO, LA MÁQUINA DEL TIEMPO

de Eduardo Abel Gimenez


La Universidad me dio un ultimátum para que presentara algún resultado de mis
investigaciones, así que construí una máquina para viajar en el tiempo. La terminé anoche.
Y ahora, por la mañana temprano, vuelvo al laboratorio y la encuentro destruida.
Pedazos de vidrio, cables sueltos, el sillón chamuscado, un desastre. Y en medio del
caos unos fragmentos de papel quemado, en los que se adivina alguna letra nerviosa pero
no se puede leer nada. Quien destruyó mi máquina era tan estúpido que ni siquiera logró
hacerme llegar su mensaje.
A reconstruir entonces. Estoy apurado, porque la Universidad no atiende razones.
Ni siquiera informo sobre la destrucción, porque pensarían en otra maniobra dilatoria142 de
mi parte. Así que pongo manos a la obra, noche y día, para no quedarme sin trabajo a fin de
mes. Pasa menos de una semana y ya tengo mi máquina nueva. Es una cabina de cristal
rodeada por generadores de campos magnéticos. Dentro de la cabina, la suma del
conocimiento humano se comprime en un pequeño dispositivo que controla los campos,
establece las conexiones adecuadas y convierte el tiempo en una línea que se dobla en la
dirección que uno quiere y se cruza a sí misma.
Mi método, por si aún no ha quedado claro, es no dar tiempo a la duda. Sobre todo,
con el aliento del decano143 en la nuca. Termino de apretar la última tuerca y ya me meto
en la cabina de cristal. Enciendo la máquina desde el dispositivo controlador.
Primera salida, al pasado remoto. Diez millones de años hacia atrás. Se ha dicho
muchas veces que viajar al pasado puede cambiar el presente, pero mis cálculos indican que
no es así. Los diferentes instantes que componen el tiempo ya existen en su totalidad.
Cambiar uno no puede modificar los demás, porque están fijos. Aprieto el botón. Al
contrario de tanta descripción fantasiosa de libros y películas, de mi máquina no salen
chispas, rayos ni humaredas. Es muy poco lo que ocurre, excepto un momentáneo
oscurecimiento de la visión. Y luego, la pradera salvaje.
Salgo de la cabina a pisar esa tierra antigua. El aire tiene un olor más picante. Por
supuesto, han desaparecido los edificios y los humanos. Saco la cámara de bolsillo y tomo
varias fotos. Luego me alejo unos pasos de la cabina, doy media vuelta, y fotografío mi
creación en ese ambiente. Nada espectacular, debo admitir, pero que no se entere el decano.
Como ensayo inicial es suficiente. En adelante vendrán las expediciones en
compañía de otros, las salidas con equipo más sofisticado que la pequeña cámara de fotos,
la documentación precisa de cada detalle. También la renovación de mi contrato. Y,
posiblemente, incluso la fama.
Regreso a la cabina. Tras una última mirada a la pradera, vuelvo a apretar el botón.
El oscurecimiento esta vez es más prolongado. No sé el motivo. No debería ser así, pero
por unos segundos los ojos parecen no querer ver con claridad.

142
Dilatoria: Retraso en un proceso o actividad.
143
Decano: Persona que preside una facultad o colegio profesional.
Después descubro que mi laboratorio ha cambiado. En la única ventana hay una reja
pesada. De las paredes cuelgan grandes retratos de alguien de uniforme gris y pelos parados
en punta, que me mira con ojos dementes. Caramba, qué contratiempo. Parece que mi
descripción de los instantes temporales como entes fijos contiene algún error. Algo no he
sabido ver. De manera que el viaje al pasado sí puede cambiar el presente.
En verdad, esto es aún peor que la furia del decano. En mis pesadillas, cuando se me
aparecía el temor a un cuadro como este, por imposible que lo creyera entonces, decidí que
pondría en práctica una solución drástica.
Ahora debo modificar mi propio pasado reciente e impedirme el viaje por el tiempo.
Pulso unas teclas en el dispositivo controlador, y emprendo la última excursión. A la
noche en que la máquina quedó terminada por primera vez. Saco un papel del bolsillo, y
garabateo un mensaje a mí mismo: ―Cálculos equivocados. El presente cambia. ¡No viajar!‖
Dejo el papel junto a la máquina, levanto la tapa de un motor, arranco un cable de su sitio y
lo conecto en otro.
Ahora sí: rayos, humareda. Con un gemido a dúo, de la máquina y mío, yo
desaparezco y ella queda destruida

Publicado en La Ciudad de las Nubes (2012).

Sobre el autor:
Eduardo Abel Gimenez es escritor y músico argentino. Ha
recibido múltiples premios como el Destacado de ALIJA y el
Premio Pregonero. Algunos de sus libros son: Monstruos por el
borde del mundo y Como agua.

Actividades:
1)a) ¿Por qué el protagonista decide construir una máquina del tiempo? ¿Cuál
es su creencia sobre el tiempo (pasado y presente)?
b) ¿Qué ocurre la segunda vez que utiliza la máquina? Relacioná tu respuesta con el
principio y el final del relato.
2) Imaginá que podés viajar al pasado como el personaje del cuento. ¿Qué les contarías a
las personas de esa época? Elegí un tiempo histórico al que te gustaría viajar y escribí las
aventuras que te ocurrirían allí.
CUENTO DE NAVIDAD

de Ray Bradbury

El día siguiente sería Navidad y, mientras los tres se dirigían a la estación de naves
espaciales, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el niño
realizaría por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo más agradable
posible. Cuando en la aduana los obligaron a dejar el regalo porque excedía el peso máximo
por pocas onzas144, al igual que el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que
les quitaban algo muy importante para celebrar esa fiesta. El niño esperaba a sus padres en
la terminal. Cuando estos llegaron, murmuraban algo contra los oficiales interplanetarios.
- ¿Qué haremos?
- Nada, ¿qué podemos hacer?
- ¡Al niño le hacía tanta ilusión el árbol!
La sirena aulló, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre
fueron los últimos en entrar. El niño iba entre ellos, pálido y silencioso.
- Ya se me ocurrirá algo -dijo el padre.
- ¿Qué...? -preguntó el niño.
El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de
fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no
había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el
resto del primer “día‖. Cerca de medianoche, hora terráquea según sus relojes
neoyorquinos, el niño despertó y dijo:
- Quiero mirar por el ojo de buey145.
- Todavía no -dijo el padre-. Más tarde.
- Quiero ver dónde estamos y a dónde vamos.
- Espera un poco -dijo el padre.
El padre había estado despierto, volviéndose a un lado y a otro, pensando en la
fiesta de Navidad, en los regalos y en el árbol con sus velas blancas que había tenido que
dejar en la aduana. Al fin creyó haber encontrado una idea que, si daba resultado, haría que
el viaje fuera feliz y maravilloso.
- Hijo mío -dijo-, dentro de media hora será Navidad.
- ¡Oh! -dijo la madre, consternada146; había esperado que de algún modo el niño lo
olvidaría.

144
Onzas: Medida de peso de metales preciosos equivalente a 31,103 g.
145
Ojo de buey: Los ojos de buey son ventanillas en forma de orificios circulares en los mamparos exteriores
de los barcos, cámaras industriales, aviones, edificios y también en algunas naves espaciales.
El rostro del pequeño se iluminó; le temblaron los labios.

- Sí, ya lo sé. ¿Tendré un regalo? ¿Tendré un árbol? Me lo prometieron.


- Sí, sí. todo eso y mucho más - dijo el padre.
- Pero... - empezó a decir la madre.
- Sí -dijo el padre-. Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón, un momento.
Vuelvo pronto.
Los dejó solos unos veinte minutos. Cuando regresó, sonreía.
- Ya es casi la hora.
- ¿Me prestas tu reloj? -preguntó el niño.
El padre le prestó su reloj. El niño lo sostuvo entre los dedos mientras el resto de la
hora se extinguía en el fuego, el silencio y el imperceptible movimiento del cohete.
- ¡Navidad! ¡Ya es Navidad! ¿Dónde está mi regalo?
- Ven, vamos a verlo -dijo el padre, y tomó al niño de la mano.
Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los
seguía.
- No entiendo.
- Ya lo entenderás -dijo el padre-. Hemos llegado.
Se detuvieron frente a una puerta cerrada que daba a una cabina. El padre llamó tres
veces y luego dos, empleando un código. La puerta se abrió, llegó luz desde la cabina, y se
oyó un murmullo de voces.
- Entra, hijo.
- Está oscuro.
- No tengas miedo, te llevaré de la mano. Entra, mi amor.
Entraron en el cuarto y la puerta se cerró; el cuarto realmente estaba muy oscuro.
Ante ellos se abría un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio
de alto por dos de ancho, por la cual podían ver el espacio. El niño se quedó sin aliento,
maravillado. Detrás, el padre y la madre contemplaron el espectáculo, y entonces, en la
oscuridad del cuarto, varias personas se pusieron a cantar.
- Feliz Navidad, hijo -dijo el padre.
Resonaron los viejos y familiares villancicos147; el niño avanzó lentamente y
aplastó la nariz contra el frío vidrio del ojo de buey. Y allí se quedó largo rato,
simplemente mirando el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien
mil millones de maravillosas velas blancas.

146
Consternada: Triste, desanimada.
147
Villancicos: Canción popular, principalmente de asunto religioso, que se canta en Navidad.
Publicado originalmente en revista Esquire (1952).

Sobre el autor:
Ray Bradbury (1920-2012) fue un escritor estadounidense
especializado en la ciencia ficción y el terror. Es reconocido por obras
como Crónicas Marcianas (1950), Fahrenheit 451 (1953), Las doradas
manzanas del sol (1953) o El hombre Ilustrado (1951).
Si bien presenta escenarios distópicos, a diferencia de otros autores
como Asimov, sus relatos suelen tener cierta visión favorable y positiva
del futuro.

Integración de unidad
1) Luego de leer la teoría y todos los cuentos de la unidad, completá el
acróstico:
__ __ __ __ __ C __

__ __ __ I

E __ __ __

N __ __ __ __ __ __ __ __ __ __

__ __ __ __ __ __ C __

__ __ __ I __ __ __

__ __ __ A __ __ __ __ __

C: Tipo de ciencia ficción que se propone mostrar los beneficios que la ciencia y la tecnología
pueden producir para la liberación del hombre.

I: Nombre del alienígena dermolinfoma interesado en conocer la Tierra.

E: Nombre de la protagonista y narradora de “El alumno nuevo”.

N: Palabras creadas para nombrar las nuevas realidades que se describen.

C: En “El racista”, el senador desea como parte de su transplante un ciber-corazón…

I: En el relato de Ray Bradbury, la familia viaja a Marte en la víspera de…

A: Raza alienígena similar a los lémures con características arácnidas.

2) Con su compañero, elijan una opción de escritura creativa y resuélvanla:


a) El alumno nuevo de Pablo De Santis: Redactá el diario íntimo del
señor Adam. Allí, debés dar cuenta de la investigación a lo largo de
los años. ¿Cómo diseñó al alumno nuevo? ¿De qué manera intentó
―perfeccionarlo‖ para que resulte ―más humano‖? …..
b) Los cazadores cósmicos de Philip Dick: Escribí cómo continuó la
historia una vez que la nave llegó a la Tierra con las crías
extraterrestres a punto de nacer. …..

La publicidad y la propaganda
En cualquier medio masivo de
comunicación, en la vía pública, en cines,
restaurantes e incluso en ámbitos privados como
las cuentas de correo electrónico o redes sociales,
es posible encontrar mensajes de empresas o
instituciones que ofrecen sus productos y
servicios. A través del contenido de sus avisos,

intentan convencer sobre qué comprar y consumir, e


Ejemplo de publicidad
inculcar valores y modos de proceder.
gráfica en la vía pública.

Los términos publicidad y propaganda suelen ser utilizados como sinónimos, sin
embargo, no lo son, ya que persiguen diferentes fines.
La publicidad tiene como objetivo principal vender un producto o servicio. Las
empresas usan la difusión de sus productos con fines comerciales. Para vender más, asocian
el producto a un determinado tipo de consumidor, eligen una imagen que sea atractiva y
transmiten valores vinculados con la calidad de vida que puede generar en quienes acceden
a él. Algunos ejemplos son las publicidades de automóviles, gaseosas, productos de
limpieza, perfumes, empresas de telefonía móvil, entre muchos otros.
La propaganda, en cambio, tiene como objetivo principal la divulgación de ideas
que promuevan un cambio en la conducta de las personas. Las propagandas son impulsadas
por instituciones y organizaciones, que pueden ser agencias estatales, partidos políticos,
miembros de una religión o movimientos sociales, entre otras. Estas instituciones utilizan la
propaganda para dar a conocer problemáticas que afectan a la sociedad (adicciones,
enfermedades, violencia) o para concientizar y mejorar hábitos y costumbres de la
ciudadanía (el cuidado del medio ambiente, de la salud y de los espacios comunes,
etcétera).
Tanto la publicidad como la propaganda intentan
persuadir a un público para que realice determinado
fin. Para lograr sus objetivos utilizan diversos recursos:

Publicidad dirigida al público infantil.


imágenes, palabras y sonidos, y recurren al humor, la exageración, el absurdo, el miedo, la
ambigüedad, etcétera. La utilización de uno u otro dependerá del target, es decir, a qué
público, determinado por la edad, el género, la profesión y la condición económica está
destinada.

Los usos de la publicidad


Además de difundir para vender, la publicidad tiene otros usos. Por un lado,
informa acerca de las características de los productos y servicios que publicita y, de esta
forma, facilita la toma de decisiones por parte de los consumidores.
Por otro lado, toma en cuenta las necesidades y expectativas de los usuarios para
impulsar la producción de nuevos productos y servicios, lo que tiene como consecuencia la
activación del mercado de producción. Incluso, estimula la competencia entre las empresas
para brindar más y mejores servicios.
Pero también, influye en la generación
de nuevos hábitos por parte de los
consumidores. La publicidad es un medio muy
potente que logra modificar la manera de pensar
o sentir respecto de un producto o servicio.
Además, para lograr sus propósitos, las
publicidades se caracterizan por: el eslogan
(lema que acompaña la identidad de la
empresa); el tagline o titular (pequeña frase
Ejemplo de eslogan de la marca Coca-Cola.
que singulariza un producto), y el copy (texto
que describe sus ventajas y beneficios).

Actividades:
1) Observá las imágenes e indicá cuál es una publicidad (1) y cuál una
propaganda (2) colocando debajo el número correspondiente:
___ ___ ___

___ ___ ___

2) Mirá las imágenes y resolvé:

a) b) c)

● Indicá verdadero (V) o falso (F):

▪ El aviso A concientiza sobre el uso del cinturón de seguridad. ….

▪ Las imágenes B y C son propagandas. ….

▪ Los tres avisos buscan futuros compradores. ….

▪ El objetivo de los avisos es persuadir al lector. ….


● Señalá con A, B o C a qué aviso se refiere cada afirmación:
▪ Promociona un producto o establecimiento. ………

▪ Pretende reflexionar acerca de un problema. ………


▪ Apela a posibles compradores del producto. ………

▪ Está dirigido a un público adulto. ………

▪ Se dirige a un público infantil/ adolescente. ………


3) Un logotipo es un signo gráfico que identifica a una empresa, un producto comercial o
un proyecto. ¿A qué marcas corresponden los siguientes logos? Escribí las respuestas en tu
carpeta:

UNIDAD 46: Historias en escena

Teoría: El texto teatral/ La estructura del texto teatral/ Los orígenes del teatro/ Los
géneros teatrales: la comedia y la tragedia/ Variedades teatrales/ El teatro de
Alejandro Casona.
Lecturas:
Teoría
El texto teatral
Los textos teatrales pertenecen al género
dramático (ver en la unidad 1 Géneros y
subgéneros literarios).
La palabra teatro proviene del griego
theatron, que significa ―lugar para ver‖ o ―lugar
para contemplar‖. Por eso, el texto teatral se
diferencia de cualquier otro por su finalidad: está
escrito para ser representado frente a un
público. Por este motivo, tienen un doble
propósito: son textos ficcionales que pueden ser leídos como tal y,
Hecho teatral.
por otro, pueden ser interpretados en un escenario (hecho teatral).
El texto teatral se construye a partir de dos componentes fundamentales: los
parlamentos y las acotaciones.
Se llama parlamento a todo aquello que los personajes dicen en escena. Existen
distintos tipos de parlamentos:
● El diálogo, que es el intercambio de palabras entre dos o más personajes.
● El monólogo, que es el discurso en el que un personaje queda solo en escena y habla
―para sí‖ o con el público.
● El aparte, que es el comentario de un personaje dirigido solamente al público. Los otros
personajes que están en escena en ese momento no lo escuchan.
● Voz en off: Intervención realizada por un personaje fuera de escena.
Las acotaciones son textos escritos generalmente en letra cursiva o en otro tipo de
tipografía distinta a la de los diálogos. Suelen aparecer entre paréntesis y proporcionan
información sobre:
● La escenografía
● El espacio y el tiempo en que se desarrolla la obra.
● La iluminación.
● El sonido y la música.
● El vestuario de los personajes, los gestos, los tonos de voz y sus movimientos.
BALBOA. Asombroso. ¡Qué energía alegre y qué fuego! ¡Es otra... otra! (Le estrecha las manos).

Parlamento Acotación
Cabe destacar que en el hecho teatral intervienen muchas más personas que los
actores. La producción de una obra incluye un director, un productor, escenógrafos,
iluminadores y demás participantes que deben conocer a fondo el texto que se representará.
La estructura del texto teatral
Los textos teatrales se estructuran a partir de los diálogos que mantienen los
personajes y se dividen en actos, escenas y cuadros:
● Actos: se desarrollan en torno a un conflicto. Están delimitados por un cierre de telón o
apagón general.
● Escenas: son las unidades mínimas que conforman los actos, definidas por la entrada o
salida de los personajes del escenario.
●Cuadros: se delimitan por un cambio en el espacio de la acción y la consecuente
modificación de la escenografía o del tiempo de los hechos.
Los orígenes del teatro
Los orígenes del teatro se remontan a la antigua
Grecia, donde se ofrecían ceremonias sagradas para el
dios Dioniso, vinculadas al momento de la cosecha. Se
realizaban sacrificios en su honor para que el campo
sea fecundo y la siembra exitosa.
En estas fiestas, un coro entonaba himnos
dirigidos a la divinidad. Cuenta la historia que un
participante del coro se separó del resto, dejó de cantar y Representación de Dioniso.
comenzó a dialogar con ellos: así nació el teatro. En el Siglo
V a.C., ya existían los anfiteatros construidos sobre las laderas de las montañas, a los que
asistían miles de personas para participar del espectáculo teatral. En el auditorio se ubicaba
el público y consistía en una serie de gradas tabladas. En el espacio llamado theatron, el
sacerdote de Dioniso ocupaba el asiento central. El coro se colocaba de espaldas al público,
en el círculo de la orchestra, en cuya parte posterior, el proscenio, se desarrollaba el acto
teatral. La skené, escena, representaba habitualmente la fachada de un palacio o de un
templo.

Ejemplo de anfiteatro griego: 1


1) Theatron.
4
3
2) Orchestra.

3) Proscenio. 2

4) Skené.

El teatro se había convertido en un


acontecimiento social, cultural y político para la civilización griega.
Se destacan entre los dramaturgos griegos, los tres grandes trágicos: Esquilo
(Orestíada), Sófocles (Edipo y Antígona) y Eurípides
(Las bacantes).
El teatro tuvo su período de auge y esplendor
luego de la Edad Media con exponentes como William
Shakespeare con el teatro isabelino y Lope de Vega en
el teatro español. A comienzos del siglo XX, se
produjeron una serie de cambios de innovaciones que le
imprimieron al teatro características de vanguardia
rompiendo la regla de las tres unidades y dándole mayor
Escena de la obra Romeo y relevancia a la puesta en escena que al texto, como se
Julieta de William Shakespeare. observa en el llamado teatro del absurdo.
Además de la ruptura de las unidades
aristotélicas, el teatro del absurdo propone una transformación repentina del personaje, la
inversión del principio de causalidad (las causas producen efectos contrarios a los que
cabría esperar) y el énfasis rítmico o emocional para crear una impresión en el desenlace.

Los géneros teatrales: la comedia y la tragedia


Las diversas formas teatrales que se presentan en los
escenarios de hoy son transformaciones de algunos de los géneros
clásicos, heredados de la antigua cultura griega: la
tragedia, la comedia y la tragicomedia. Las máscaras que simbolizan
la comedia y la tragedia.
Tragedia Comedia Tragicomedia

Los protagonistas son de Protagonizada por Participan personajes


condición noble (héroes, personajes comunes, nobles y comunes. Es
reyes, dioses) presenta conflictos de la un drama con
Personajes atormentados por grandes vida cotidiana, siempre situaciones
y conflictos pasiones (el amor, la desde un punto de vista humorísticas y un final
muerte, el poder, la cómico o ridículo, con trágico o bien, con
ambición) que los un desenlace situaciones trágicas y
impulsan a enfrentar el generalmente feliz. final feliz. El humor lo
destino desgraciado al aportan los personajes
que nunca vencerán. secundarios.

Llevar al espectador a Generar risa en el Se mezclan los


reflexionar sobre las espectador. Se ha objetivos de la tragedia
consecuencias que utilizado como una y la comedia.
acarrean los sentimientos herramienta para la
y las acciones crítica y el análisis de
Propósitos desmedidas. Produce en distintas problemáticas
el público catarsis o sociales.
purificación de las
pasiones, es decir que el
observador siente
compasión y miedo de
vivir él también castigos
similares a los de la obra.

Variedades teatrales

En la actualidad, se denomina drama a cualquier


pieza teatral. El drama intenta representar la vida como
es, de modo que rompe con los modelos rígidos de la
tragedia y la comedia antiguas.
Existen variedades teatrales que se desprenden de los géneros antes mencionados.
El grotesco, por ejemplo, reúne lo cómico y lo trágico. Apela a la risa que termina siempre
en una mueca de angustia o dolor. En nuestro país, el grotesco criollo retrata con cinismo y
crueldad los fracasos de los inmigrantes que llegaron a la
Argentina entre finales del siglo XIX y mediados del XX. Representación del
grotesco criollo Mateo de
Por otra parte, se desarrolló también una pieza de Armando Discépolo.
un solo acto, por lo general humorística, el entremés, que
originalmente se representaba en los entreactos de una comedia o un drama en España,
alrededor del siglo XVI. El sainete, fue una derivación de esta variedad. En nuestro país,
que recibió los aportes de la inmigración europea, existió un tipo peculiar: el sainete
criollo. Su particularidad residía en los elementos del circo que incluía y en un ambiente
característico: el conventillo.
El teatro de Alejandro Casona

Alejandro Casona (1903- 1965) fue un dramaturgo y


maestro español de la Generación del 27. De sus exitosas
obras de teatro podemos destacar: Prohibido suicidarse en
primavera (1937), La dama del alba (1944), La barca sin
pescador (1945), Los árboles mueren de pie (1949) y La
tercera palabra (1953).
Su teatro tiene un fin didáctico. Sus tramas difunden
un mensaje de filantropía, es decir de amor y respeto con
los demás, a menudo poseen una moraleja que los Representación de Los
personajes aprenden a la fuerza y transmiten al espectador. árboles mueren de pie.
Si bien sus historias son realistas, el dramaturgo
incluye algunos elementos líricos (como poesías y canciones) y simbólicos, pero sin caer
en lo sobrenatural, ni alejarse del verosímil.

Integración de unidad
1) Completá el siguiente acróstico:
D __ __ __ __ __ __ __

__ R __ __ __ __ __ __

__ __ __ __ A __ __ __ __ __ __

__ __ M __ __ __ __

__ __ __ __ __ A __

__ __ __ __ __ __ __ __ T __

__ __ I __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __

__ C __ __
__ __ __ __ __ O __ __

D: Nombre del dios cuyas festividades originan el teatro.

R: Variedad teatral que combina lo cómico y lo trágico. Apela a la risa que culmina en el dolor.

A: Textos escritos entre paréntesis. Proporcionan información sobre acciones, escenografía y


luces.

M: Género teatral cuyo objetivo es generar risa en el espectador.

A: Unidades mínimas definidas por la entrada o salida de los personajes del escenario.

T: Todo aquello que los personajes dicen.

I: Derivación del entremés en nuestro país. Incluía elementos de circo.

C: Culminan con un cierre de telón o apagón general.

O: Discurso en el que un personaje queda solo en escena y habla “para sí” o con el público.
REFLEXIÓN DE LA LENGUA

Teoría: Los sustantivos/ Los adjetivos/ Los artículos/ Los verbos/ Verbos regulares e
irregulares/ Las categorías verbales/ Los verboides/ Los adverbios/ Los pronombres
de primer y segundo grupo/ La sintaxis/ Oraciones bimembres y unimembres/ Los
modificadores del núcleo sustantivo/ Los modificadores del núcleo verbal/ La oración
compuesta coordinada.

Los sustantivos
Los seres humanos le ponemos nombre a todo lo que nos rodea y forma parte de
nuestra experiencia. Y lo hacemos mediante los sustantivos, que son palabras que
utilizamos para designar objetos, personas, lugares, animales, entidades, sentimientos e
ideas.
Desde el punto de vista semántico, los sustantivos se dividen en dos grandes grupos:
comunes y propios.
Los comunes nombran de manera general (sin individualizar) las cosas. En esta
categoría podemos encontrar:
▪ Abstractos: Designan fenómenos, conceptos o cualidades que no se relacionan con una
realidad material, sino que con ideas, sentimientos o sensaciones. Por ejemplo: alegría,
bondad, ignorancia.
▪ Concretos: Se utilizan para nombrar a cosas que pueden ser representadas y son
perceptibles en su totalidad. Por ejemplo: celular, duende, mochila. Se subdividen en
▪ Individuales: Denominan unidades que pueden estar en singular o plural.
Ejemplos: soldados, árbol, cerdo.
▪ Colectivos: Refieren a un conjunto de cosas o seres de cualquier especie en singular.
Ejemplos: ejército, arboleda, piara.
Los propios identifican a un ser entre los otros, es decir nos dicen cómo se llaman.
Siempre se escriben con mayúscula. Dentro de esta categoría encontramos:
▪ Antroponímicos: Los nombres y los sobrenombres de las personas. Por ejemplo: Camila,
Francisco, Zoe.
▪ Patronímicos: Apellidos. Por ejemplo: Pérez, Ramírez, Gutiérrez.
▪ Topónimos: Nombres de lugares geográficos (países, capitales, ciudades, continentes,
etcétera). Por ejemplo: Francia, Ramos Mejía, Buenos Aires.
Género y número de los sustantivos
Desde el punto de vista morfológico, los sustantivos pueden sufrir cambios en el
género y número.
Según el género, los sustantivos pueden ser femeninos (doctora, maestra, reina) o
masculinos (doctor, maestro, rey).
El número indica la referencia a un solo ser u objeto (singular) o a más de uno
(plural). Ejemplos: libro/ libros- mesa/ mesas- ley/leyes.

Actividades:
1) Lean el siguiente texto y ubiquen a los sustantivos resaltados según su
tipo. Como ayuda pueden guiarse con los ejemplos:

▪ El Olimpo es la montaña más alta de Grecia. Para el


pueblo griego era el hogar de los dioses. Allí habitaba Zeus
junto a su esposa Hera, quien además de representar el
matrimonio estaba asociada a los celos y a la venganza.
También moraban en ese lugar, Afrodita, la diosa del amor y
la belleza y Ares, que simbolizaba la guerra y la violencia.
Desde allí y rodeados de nubes, las deidades vigilaban a
toda la humanidad.
El Olimpo se encuentra entre las regiones de Tesalia y
Macedonia, y en 1913 fue escalado por primera vez por los
montañistas: Christos Kakkalos y Daniel Baud-Bovy.

● Sustantivos comunes concretos individuales: montaña, ______________________

● Sustantivos comunes concretos colectivos: __________________________________

● Sustantivos comunes abstractos: ____________________________________________

● Sustantivos propios topónimos: Olimpo, ______________________________________


● Sustantivos propios antroponímicos: _________________________________________

● Sustantivos propios patronímicos: ___________________________________________

2) Escriban el plural de los siguientes sustantivos:


ombú- cartel- buey- lunes- fax- crisis- reloj
Los adjetivos
Los adjetivos expresan las características de una entidad. Decir que el lápiz es rojo
significa asignarle al objeto lápiz la característica de ser rojo. Para hacerlo, concuerdan en
género y número con el sustantivo al que modifican, por eso son palabras variables (mesa
ancha, alumnos felices). Sin embargo, algunos adjetivos son invariables en cuanto al
género (el lápiz verde, la manzana verde).
Los adjetivos se clasifican en dos grandes grupos: descriptivos y no descriptivos.
Los adjetivos descriptivos pueden subdividirse en:
▪ Calificativos: atribuyen cualidades a los sustantivos a los que modifican. Muchos de ellos
presentan un opuesto (lindo/ feo, grande/ chico). Pueden aparecer en mayor o menor
intensidad, estos grados son tres:
● Grado positivo señala la cualidad sin intensificarla (El cristal es frágil).
● Grado comparativo relaciona dos términos que comparten la misma cualidad ya
sea por igualdad (El cristal es tan frágil como el vidrio), inferioridad (El cristal es menos
frágil que el vidrio) o superioridad (El cristal es más frágil que el vidrio).
● Grado superlativo denota la cualidad en su máxima intensidad. Se forma con los
sufijos -ísimo (fragilísimo) o -érrimo (celebérrimo) o anteponiendo el adverbio muy (muy
frágil).
▪ Numerales: establecen una relación numérica o de cantidad con el sustantivo al que
modifican. Se dividen en cinco subtipos:
● Cardinales: expresan una cantidad exacta (cuatro personas/ dos gaseosas).
● Ordinales: indican un orden (primer lugar/ séptimo hijo).
● Partitivos: establecen una división (medio año).
● Múltiplos: expresan una cantidad multiplicada (doble sorpresa).
● Distributivos: indican una repartición de los sustantivos (cada chico/ ambos bancos)
▪ Gentilicios: determinan la procedencia o el lugar de origen del sustantivo al que
acompañan (barco español/ comida china).
Los adjetivos no descriptivos pueden clasificarse del siguiente modo:
▪ Demostrativos: refieren ubicación espacial (aquel árbol/ esta llave).
▪ Posesivos: indican pertenencia (nuestros amigos/ mi lapicera).
▪ Indefinidos: indican imprecisión (cierto día/ muchas materias).

Los artículos
Otras palabras que señalan el número y el género del sustantivo al que preceden son
los artículos. Por ejemplo: un estudiante, el estudiante. Sin embargo, el primer artículo es
indeterminado porque indica que el sustantivo que acompaña no ha sido mencionado
previamente en el texto.
En cambio, si decimos el estudiante, el artículo se refiere a un objeto específico. Es
un artículo determinado.
Los artículos son palabras variables. Como los sustantivos, con los que siempre
concuerdan, pueden cambiar de género (masculino-femenino) y de número (singular y
plural):

Artículos determinados la/ las/ el / los

Artículos indeterminados una/ unas/ un/ unos

Actividades:
1) Lean el siguiente fragmento y subrayen los adjetivos. Cópienlos en la carpeta
y clasifíquenlos semánticamente de forma completa:

Faltan dos años para el bicentenario de la primera edición de


Frankenstein o el moderno Prometeo, esa obra gótica imperecedera
creada por Mary Shelley y publicada originalmente en 1818. Por este
motivo, muchos aprovechan esta fecha para celebrar aquellas míticas
jornadas donde la autora y varios escritores reconocidos dieron vida a
las historias de terror más espeluznantes.
Texto publicado en Prácticas del Lenguaje I (Editorial Estrada, 2016).
2) Clasifiquen los adjetivos subrayados en el punto 1 en variables e invariables.
3) Escriban los adjetivos en grado superlativo:
▪ pobre: …………………… ▪ aterradora: …………………… ▪ sombría: ……………………
4) Completen con los adjetivos y artículos pedidos la publicidad:

1)……..……. PLAYA 2) …………. 3) ………..MAR 4)…………….

UN 5)………………. COCO. UN CIELO 6)……………….

¿TE VAS A PERDER 7)………... PROPUESTA?

Armá 8)……….. viaje con “9)………… Palmera”.

Una agencia de turismo 10) ……..........

1 y 3) Artículo indeterminado. 2, 4, 5, 6 y 10) Adjetivo calificativo. 7) Adjetivo demostrativo.

8) Adjetivo posesivo. 9) Artículo determinado.

Los verbos

El verbo es una clase de palabras que indica que algo sufre un proceso (Floreció el
rosal), se encuentra en un estado (Juan está de buen humor) o realiza alguna clase de
actividad (Miranda corrió). Los procesos, los estados y las actividades se denominan
eventos verbales.
Están formados por una raíz y una desinencia. La raíz brinda la información sobre
el significado del verbo, mientras que la desinencia indica al mismo tiempo la persona, el
número, el tiempo y el modo en el que se encuentra conjugado, es decir, su aspecto
morfológico.
Las conjugaciones verbales son los grupos en los que se clasifican los verbos. Se
dividen en tres: la primera comprende los infinitivos terminados en -ar; la segunda en
-er, y la tercera, aquellos que terminan en -ir. Cada conjugación presenta un paradigma:
un esquema de formas verbales flexionadas (verbos conjugados) que manifiestan tiempo,
modo, persona y número.
¿Cómo detecto la raíz y la desinencia de un verbo? En primer lugar, debemos
colocar su infinitivo. Luego, separamos la terminación según corresponda a su conjugación
en ar/er/ir. De esta manera, podemos trasladar la raíz e identificar la desinencia en el verbo
conjugado. Ejemplos:

Infinitivos Verbos conjugados

cantar (1° conjugación) cant-ar canté cant-é

Raíz Desinencia Raíz Desinencia


comer (2° conjugación) com- er comen com- en

Raíz Desinencia Raíz Desinencia

vivir (3° conjugación) viv- ir vivirás viv- irás

Raíz Desinencia Raíz Desinencia

Verbos regulares e irregulares

Los verbos pueden ser regulares o irregulares según las variaciones que presentan
en la raíz y en las desinencias cuando se conjugan o flexionan.
Los verbos regulares conservan la raíz del infinitivo a lo largo de toda la
conjugación verbal. Por ejemplo: la raíz com- se mantiene en todas las formas del
paradigma de comer.
Las desinencias de las distintas formas conjugadas de un verbo varían según la
conjugación a la que pertenecen. Por ejemplo: comería respeta la desinencia -ería de la 1°
persona singular del condicional, propia del paradigma regular de la segunda conjugación.
comer comíamos comeré comí comimos
Los verbos irregulares varían la raíz, la desinencia o ambas respecto a su
infinitivo. Estas variaciones pueden ser:

▪ Vocálicas: cambios en la raíz de vocales. Por ejemplo, dormir varía su raíz al conjugarlo
en primera persona singular del presente modificando sus vocales:

dorm- ir duerm- o

Raíz Desinencia Raíz Desinencia

▪ Consonánticas: añade una o más consonantes, o sustituye por otra. Por ejemplo, al
conjugar agradecer en primera persona singular del presente incorporamos una z delante de
la c:

agradec- er agradezc-o

Raíz Desinencia Raíz Desinencia

▪ Mixtas: los cambios son tanto vocálicos como consonánticos. Por ejemplo, al conjugar
caer en primera persona singular del presente (caigo), se agrega el grupo -ig, a la última
vocal de la raíz:

ca-er caig-o
Raíz Desinencia Raíz Desinencia

Las categorías verbales

Se denominan categorías verbales el modo, el tiempo, la persona y el número de


cada verbo conjugado.

● Modo: Expresa la actitud adoptada por el hablante frente a lo que dice. Puede ser:

▪ Indicativo: se utiliza para referirse a hechos dados por verdaderos (Juan lee un libro).
▪ Subjuntivo: se utiliza para expresar deseos, probabilidades o dudas (Posiblemente
tengamos una prueba sorpresa en estos días).
▪ Imperativo: se utiliza para dar órdenes (¡Salí de ahí!).

● Tiempo: indica el momento en que sucedió el hecho referido por el verbo conjugado.

▪ Pasado: anterior al momento en que se habla (María hizo una torta).


▪ Presente: simultáneo al momento en que se habla (María hace una torta).
▪ Futuro: posterior al momento en que se habla (María hará una torta).
▪ El modo indicativo presenta además el tiempo condicional. Permite hablar de situaciones
imaginarias (Yo jugaría a la pelota a la noche).
Persona y número

La persona se refiere a quién realiza la acción del verbo. Son tres: primera, segunda
y tercera.
El número indica si la persona es una (singular) o más de una (plural).

Número
Persona Singular Plural
1ra yo Nosotros/nosotras

2da tú/vos/ usted vosotros/ vosotras/


ustedes

3era él/ella ellos/ellas

Los verboides

Los verboides son las formas no conjugadas del verbo. Existen tres tipos de
verboides que se reconocen por sus desinencias.
● Infinitivo: terminan en -ar (bailar), -er (leer) o -ir (instruir) según la conjugación a la que
pertenezca. Es la forma como aparecen los verbos en el diccionario.
● Gerundio: termina en -ando (andando) o -iendo (partiendo).
● Participio: terminan en -ado/ada (amado-amada) o -ido/ida (partido-partida).

Actividades:
1) Observen los siguientes globos de diálogo:

¡Qué
¿Retuiteaste No, esta tarde ¿Instragrameamo
posteaste
a Malena? la wasapeo… s las fotos de
recién!
ayer?

a) ¿Qué clases de palabras son las resaltadas? ¿Cómo se dieron cuenta?


b) Propongan en su carpeta definiciones para esas palabras. Pueden seguir este ejemplo:
Fotoshopear: Editar o rector digitalmente imágenes fotográficas.
2) En el diccionario de la Real Academia Española (RAE), en la segunda entrada de este
verbo se lee:
Chatear: Mantener una conversación mediante chats.
a) Completá las oraciones conjugando ese verbo:
▪ Antes_____________ más, ahora prefiero usar Facebook.

▪ Mi mamá a veces me aconseja que______________ menos y que hable personalmente con mis
amigos.

▪ ¡Cuando_____________ con vos, no me avisaste de la salida!

▪ Yo_________________ con una chica de Madrid, pero dejé de hacerlo.

b) ¿Qué tiempo verbal eligieron para cada caso?


c) ¿Chatear es un verbo regular o irregular? Justifiquen.
3) Lean este texto e indiquen en qué tiempo están los verbos subrayados:

LA RAE AGREGA PALABRAS COMO BLOGUERO, CHATEAR,


SMS O FRIKI
Incorporaron palabras surgidas de las redes
sociales y las nuevas tecnologías; términos
económicos que invaden el vocabulario en estos
tiempos de crisis o voces de la jerga coloquial,
que ya se empleaban desde hace tiempo.
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) se moderniza para adaptarse a
los tiempos que corren y agregará, a partir de junio, en su versión de Internet,
términos como ―bloguero‖, ―chatear‖, ―SMS‖ o ―USB‖, entre otros.
Estas modificaciones, que fueron aprobadas entre la RAE y las otras 21 academias
de la lengua española formarán parte de la próxima edición impresa del diccionario,
la número 23, prevista para el 2015.
―No obstante, el proceso de actualización del diccionario es continuo y sigue
abierto‖ advirtió la institución.

4) En sus carpetas, escriban el infinitivo y la conjugación de cada uno de los siguientes


verbos, señalen la raíz y la desinencia de cada uno. Indiquen luego, si se trata de verbos
regulares o irregulares.

obstruyo- siente- adviertes- riego- crezcamos- piensen- condujo- construya-reduzcamos

5) Completen un cuadro similar a este con todos los verbos del punto anterior:
Verbo Persona Número Tiempo Modo

Los adverbios
Los adverbios son una clase de palabra que completa o modifica la significación de
un verbo (Nació lejos), de un adjetivo (Ella estaba realmente feliz), o de otro adverbio
(Llegó muy temprano).
Desde el punto de vista morfológico, son invariables porque no cambian para
indicar género, número, tiempo, modo o persona. No varían ni expresan ninguna relación
de concordancia gramatical con la palabra a la que modifican.
De acuerdo con cómo están formados los adverbios se clasifican en dos clases:
simples y compuestos. Los adverbios simples constan de una sola palabra: así, tarde, lejos,
no, etcétera. Los compuestos se subdividen, a su vez, en dos grupos:
▪ Adjetivos + mente: ágilmente, realmente, maravillosamente, etcétera.

▪ Locuciones adverbiales: dos o más palabras que funcionan como adverbios (a escondidas,
ante todo, de vez en cuando, de ningún modo, etcétera).
Existen distintas clases de adverbios según su significado: lugar, tiempo, cantidad,
modo, afirmación, duda o negación.

Actividades:
1) Ubiquen en el cuadro los siguientes adverbios según su tipo:
hoy- sí- tal vez- mañana- dentro- despacio- fuera- cerca- no- mucho- después-
rápidamente- arriba- abajo- quizá- también- tampoco- bastante- aquí- antes- bien- poco-
felizmente- lejos- acaso.
Lugar Tiempo Cantidad Modo Duda Afirmación Negación
(cuánto (aseguran (expresan
(dónde (cuándo (cómo se (manifiesta
alcanza la que la que la
sucede la se realiza realiza la incertidumbre
acción) acción se acción no
acción) la acción) acción) sobre la
realiza) se realiza)
acción)

2) Completen la reseña con los adverbios pedidos:


▪ “Dos caminos” es una obra escalofriante. Mayra y Fernando, novios enamorados, se aman
________________ (adv. modo). ______ (adv. afirmación), se aman. Pero el destino __________
(adv. negación) los tratará ___________ (adv. modo). En unas vacaciones, ella se levantará más
______________ (adv. tiempo) y verá algo terrible. Él es otra persona y ella lo descubrirá
_____________ (adv. lugar) en la playa. Fernando sufrió una metamorfosis. Mayra queda ______
(adv. cantidad) impresionada que escapa ___________ (adv. modo).

Los pronombres
Los pronombres son palabras no descriptivas - no caracterizan lo que nombran -
cuyo significado varía según la situación en la que se empleen. Es decir, tienen un
significado ocasional.
Tienen dos usos típicos: el deíctico, cuando el pronombre remite a un elemento del
contexto comunicacional (Yo te llevo); y el anafórico, que remite una expresión
mencionada antes (Julián llevaría a Inés, pero ella no quiso). En algunas ocasiones, el
pronombre puede remitir a un elemento que se menciona posteriormente. Este uso se
denomina catafórico (Ana lo quería mucho a Felipe).
Pronombres de primer grupo
Existen distintos tipos de pronombres: los personales, los demostrativos y los
posesivos.
▪ Pronombres personales: designan a las tres personas gramaticales (quien habla, quien
escucha y de quien se habla) e indican la función que desempeñan en el discurso: Pueden
agruparse según a quién designan.
Referencia Persona Singular Plural

Emisor 1° yo, me, mí, conmigo nosotros, nosotras, nos

Receptor 2° tú, vos, usted, te, ti, contigo ustedes, vosotros, vosotras, se

Referente 3° él, ella, se, sí, consigo, lo, la, ellos, ellas, se, sí, consigo, los,
le las, les

Ejemplo: Juan. - Mariana, ¿yo voy a buscar a Paula a la escuela y vos la llevas a natación?
El pronombre ―yo‖ hace referencia a Juan y ―vos‖ a Mariana, mientras que ―la‖
reemplaza a Paula.
▪ Pronombres demostrativos: expresan la cercanía o la lejanía existente entre el emisor y
el objeto o la persona de la que se habla. Pueden dividirse en tres grupos:
Cerca del emisor (acá) A cierta distancia del emisor Lejos del emisor (allá)
(ahí)
este, esta, estos, estas, ese, esa, esos, esas, eso aquel, aquello,
esto aquella, aquellos,
aquellas

Ejemplo: Este es el mejor lugar para sentarnos; aquel no me gusta, parece incómodo.
Ambos pronombres se refieren al sustantivo lugar, pero en cada caso el uso de uno u
otro es diferente porque depende de la distancia de los interlocutores.
▪ Pronombres posesivos: expresan una relación de pertenencia entre los participantes de la
situación comunicativa.

Persona

Primera (emisor) mío, mía, míos, mías, nuestro, nuestra,


nuestros, nuestras

Segunda (receptor) tuyo, tuya, tuyos, tuyas vuestro, vuestra,


vuestros, vuestras

Tercera (referente) su, sus, suyo, suya, suyos, suyas

Ejemplo: Pablo me dijo que ese libro era mío, pero yo le aclaré que era tuyo, para que me
lo devolviera. En definitiva, es nuestro.
En este caso, los pronombres posesivos ―mío‖, ―tuyo‖ y ―nuestro‖ indican que el
libro pertenece a los integrantes de la situación comunicativa.
Pronombres de segundo grupo
Los pronombres del segundo grupo se caracterizan porque su referencia no se
encuentra en la situación de comunicación, sino que su significado depende del texto. Se
trata de los pronombres indefinidos, relativos y enfáticos.
▪ Pronombres indefinidos: indican una cantidad o identidad de forma general o imprecisa.
Algunos son invariables y otros varían en género y número:
uno/a/s, algo, alguien, nada, nadie, alguno/a/s, ninguno/a, todo/a/s, poco/a/s,
mucho/a/s, otro/a/s, cualquier/a, varios/as.
Cuando se utilizan en lugar del sustantivo, cumplen las mismas funciones
sintácticas que esta clase de palabra.
Ejemplos: Muchos la piden. No quiero nada. Esto no es para cualquiera.
▪ Pronombres relativos: remiten a un sustantivo o construcción sustantiva mencionada
antes en el discurso, es decir, siempre establecen una relación anafórica.
que, quien, quienes, cual, cuales, cuyo/a/s, donde, cuando, como, cuanto/a/s
También introducen proposiciones subordinadas adjetivas (PSA). La palabra o
construcción a la que remiten se denomina antecedente.
Ejemplos: La película que vi es de terror. Nos atendió un mozo cuyo apodo es "Tony".
La casa donde pasamos el verano está frente al mar.
▪ Pronombres enfáticos: los pronombres enfáticos encabezan preguntas o exclamaciones
directas (¿Cuánto cuesta?/ ¡Cuánto cuesta!) o indirectas (Preguntó cuánto costaba./ Se
sorprendió de cuánto costaba.).
Son iguales a los relativos excepto cuyo. Se diferencian de estos en que siempre
llevan tilde y no tienen antecedente.
qué, quién, quiénes, cuál, cuáles, dónde, cuándo, cómo, cuánto/a/s
Sintácticamente, pueden funcionar como adjetivos, sustantivos o adverbios.
Ejemplos: ¡Cuánta sal le pusiste! ¿Qué se van a servir?
¿Cuándo nos atenderán? ¿Quién cocinará?

Actividades:
1) Lean el siguiente diálogo. Marquen todos los pronombres y clasifíquenlos:
TÍA: -Hola.

CLARA: -Hola, ¿está Lautaro?


TÍA: - ¿Quién habla?
CLARA: -Soy yo.
TÍA: ¿Y vos quién sos?
CLARA: -Una amiga, Clara. ¿Y usted quién es?
TÍA: -Yo soy su tía. Él no está.
CLARA: - ¿No sabe dónde está?
TÍA: -Esa es una buena pregunta. No tengo idea de dónde está o de cuándo viene.
CLARA: -Nosotros nos teníamos que encontrar en la clase de teatro a las seis, pero él
todavía no llegó y no contesta el celular. Es raro, porque siempre que se retrasa, me avisa.
TÍA: -Si llama o viene le digo que se comunique con vos.
CLARA: Perfecto. ¡Gracias!

2) Completen esta carta de lectores con los pronombres que se piden:


Señor Director:
_____1) no suelo mandar cartas de lectores, pero en esta oportunidad __________2)
escribo para destacar la actitud de un colectivo de la línea 18.
Lamentablemente no sé su nombre, pero quiero contar______3) a los lectores _________
4) en el día de ayer vi ___________5) ayudó a subir a una mujer________6) tenía un yeso
en una pierna.
__________7) mismo________8) bajó del colectivo y con una sonrisa________9) brindó
su ayuda.
Felicitaciones a este gran servido público.
Carlos R.

1) Pronombre personal/ 2) Pronombre personal/ 3) Pronombre personal/ 4) Pronombre relativo/


5) Pronombre enfático/ 6) Pronombre relativo/ 7) Pronombre personal/ 8) Pronombre personal/
9) Pronombre personal.

3) Repongan el pronombre relativo, enfático o indefinido


correspondiente:
“ - ¿___________ está golpeando? - preguntó con voz angustiada.

_______________respondió.

Volvió a hablar, pero su voz sonaba apagada. Sintió un frío____________ le


recorría el cuerpo”.

Integración de clases de palabras


1) Completen el acróstico:
__ __ P __ __ __ __ __ __ __ __

__ __ __ __ __ A __ __ __ __

L __ __ __ __

A __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __

__ __ __ __ __ __ B__ __ __

__ __ __ __ R __ __ __ __ __ __ __ __

__ A __ __ __ __ __ __ __ __ __

__ __ __ __ __ __ __ __ __ __ __ S

P: Agudísimo, grandísimo y lentísimo son adjetivos en grado…


A: Justicia, valentía y belleza son sustantivos comunes…
L: dentro, fuera, detrás y enfrente son adverbios que indican…
A: Los sustantivos propios que indican nombres y sobrenombres se denominan…
B: Las palabras que sustituyen a un sustantivo y que no tienen un significado en sí mismo son…
R: Adjetivos que señalan distribución. Por ejemplo: ambos/ cada.
A: Verboides terminados en ado/ ada/ido/ida.
S: La, las, el y los son artículos…

2) Escriban las palabras en sus carpetas y luego búsquenlas en la sopa de letras:


▪ Gerundio de molestar/ infinitivo del verbo barría/ escribir conjugado en 1° persona singular del
presente del modo indicativo/ amar conjugado en 1° persona singular del condicional del modo
indicativo/ participio de sentir/ salvar conjugado en 1° persona singular del futuro simple del
modo indicativo/ prender en 1° persona del pretérito perfecto simple del modo indicativo/
participio de caminar/ infinitivo del verbo gritaba/ soñaré está conjugado en …. del modo ind.

C Z A M A R Í A P B

I L K F M E X R L A

D S A L V A R É C R

I U T F J O W K A R

Q M R U V P Q S M E

S E N T I D O Y I R

M S Y U B H I E N Ñ

G C O R X S U L A Z

Y R H O P R E N D Í

J I Y R M S C A O L

L B G R I T A R U P

M O L E S T A N D O

La oración simple

La sintaxis es la parte de la gramática que estudia las formas en que se combinan las
palabras y establece cuáles son las funciones que cumplen dentro de una oración.
Recordemos que una oración es la mínima unidad de sentido conformada por una palabra o
un grupo de palabras que se relacionan entre sí y que expresan una idea o tema.
Las oraciones pueden ser bimembres o unimembres.

Las oraciones unimembres (O.U)


Las oraciones unimembres son aquellas que no pueden dividirse en sujeto y
predicado, por lo tanto, están conformadas por un único miembro. Pueden conformarse de
varias maneras:

▪ Sin verbos: Con sustantivos, adjetivos, adverbios, preposiciones, interjecciones o


pronombres.

[ Buenos días profesor] O.U [ Protestas e incidentes en Capital Federal ] O.U

[Increíble hallazgo] O.U [¡Ay, por Dios!] O.U [¡Jamás!] O.U

▪ Con verbos:
● Que refieren a fenómenos atmosféricos.

[ Llueve en Misiones.] O.U [ Amanece a las cinco de la de mañana. ] O.U

● Estructuras impersonales en tercera persona singular con los verbos haber (como
existencia), hacer, ser (referidos al clima o a un momento del día).

[Hay ofertas imperdibles.] O.U [Era temprano.] O.U [Hace frío.] O.U

Las oraciones bimembres (O.B)

Las oraciones bimembres son aquellas que admiten la división en dos partes: el
sujeto (S) y el predicado (P). Cada miembro depende del otro y expresa una idea distinta:
el predicado se refiere a la acción (por ese motivo, su núcleo será un verbo) y el sujeto
evoca a quién o quiénes la realizan (por lo tanto, su núcleo será un sustantivo).

Los núcleos concuerdan entre sí, es decir que coinciden en persona y número.

___S___ ____P____ _______S______ ______P____


[Marcos llegó tarde.] O.B [Marcos y Romina llegaron tarde.] O.B

Los modificadores del núcleo sustantivo

El núcleo del sujeto es un sustantivo que puede estar acompañado de los siguientes
modificadores:

Modificadores de Sustantivo
Función Abreviatura Características Ejemplo

Núcleo N ▪ Es quien realiza la El empleado cumplió


acción. el horario. (S.E.S)
SUJETO ▪ Si hay un núcleo, el
sujeto es simple (S.E.S). Mía y Valentina usan
▪ Si hay dos o más es auriculares. (S.E.C)
compuesto (S.E.C).
▪ Si no aparece Usan auriculares. (S.T:
mencionado es tácito Ellos/as)
(S.T).
▪ Concuerda en persona y
número con el verbo. Ella tiene doce años.
▪ Es un sustantivo, verbo
en infinitivo o pronombres Jugar es divertido.
personales.

Modificador MD ▪ Modifica al núcleo del El joven acertó.


directo sujeto de forma directa, ya
que no interfiere nada Un viaje increíble
entre ellos. comenzó.
▪ Clases de palabras:
adjetivos y artículos que La intrépida espía
concuerdan en género y escapó de la trampa.
número con el sustantivo
que modifican.

Modificador MI ▪ Esta construcción La novia de Ezequiel


Indirecto modifica indirectamente al sonrió.
núcleo, ya que se
encuentra encabezado por Un amigo con pileta
una preposición que nos invitó a pasar la
funciona como tarde.
nexo subordinante,
seguida de un término. La vista desde el
▪ Las preposiciones son: mirador es
a- ante- bajo- cabe- con- imponente.
contra- de- desde-
durante- en- entre- hacia- La lluvia sobre el
hasta- mediante- para- tejado cae
por- según- sin- sobre- lentamente.
tras- versus- vía.

Construcción CC ▪ Establece comparación o Los jazmines como


Comparativa semejanza con el núcleo estrellas brillaban en
del sujeto. el jardín.
▪ Encabezado con como
/cual, que cumplirán la El estanque cual
función de nexo espejo reflejó la
comparativo. hermosura de
Narciso.

Aposición Ap ▪ Aclara al núcleo del Mariano, el abogado,


sujeto. llamó.
▪ Es intercambiable con el
núcleo del sujeto (sin que El abogado, Mariano,
varíe el sentido de la llamó.
oración).
El estadio
Libertadores de
América alberga 55
mil espectadores.

Los modificadores del núcleo verbal


El núcleo del predicado es un verbo que puede recibir los siguientes
modificadores:

Modificadores del verbo


Función Abreviatura Características Ejemplo

PREDICADO Verbo V/N ▪ El núcleo es un


verbo conjugado ya Él arrojó la pelota.
sea en tiempos (PVS)
simples o
compuestos, o ser una Ana pateó la
frase verbal: Verbo pelota y metió un
auxiliar + formas no gol. (PVC)
personales del verbo
(infinitivo, gerundio, Deben estudiar los
participio) verbos.
▪ Si tiene un núcleo
será Simple (PVS) y si
tiene dos o más, será
compuesto (PVC).

Objeto Directo OD ▪ Sustantivo, a) El profesor


construcción entregó los
sustantiva o trabajos prácticos.
pronombre que recibe
la acción del verbo de ● Elprofesor los
forma directa. entregó.
▪Aparece con verbos
transitivos, ya que b) Olvidó las
necesitan este carpetas.
modificador para
completar su ● Las olvidó.
significado porque se
refieren a acciones
que transitan del Pasaje a voz
sujeto al objeto. pasiva:
▪ Forma de
reconocimiento: Los trabajos
● Sustituir por los prácticos fueron
pronombres: lo, la, entregados por el
los, las. profesor.
● Pasaje de voz activa
(cuando el sujeto El OD pasó a
coincide con quien ocupar el lugar del
realiza la acción y el núcleo del sujeto,
objeto directo la mientras que el
recibe) a pasiva (el sujeto cambió su
sujeto no coincide con función a
la persona que realiza complemento
la acción y el núcleo agente.
del predicado se
construye con frase
verbal).

Objeto Indirecto OI ▪ Construcción que Iván compró flores


indica el destinatario para su novia.
sobre el que recae la
acción del verbo. Iván le compró
▪ Puede estar flores.
encabezado por las
preposiciones a o Iván se las
para. compró.
▪ Puede ser sustituido
por los pronombres:
le o les.
▪ Si sustituimos un OD
por pronombre, el OI
toma la forma se.

Circunstanciales ▪ Circunstancias de la
acción verbal
▪ Clase de palabras:
adverbio/ sustantivo.

C.T TIEMPO: ¿Cuándo? Ayer corrí.

C.L LUGAR: ¿Dónde? / Trabaja en el


¿Por dónde? / ¿hacia correo.
dónde?

C.M MODO: ¿Cómo? Sonrió despacio.

C.I Estudió con libros


INSTRUMENTO: ¿Con antiguos.
qué?
C. Cant. Costó diez pesos.
CANTIDAD: ¿Cuántos?
C. Cau. Por culpa del
CAUSA: ¿Por qué? tráfico, se retrasó.

C. Comp. Vacaciona con sus


COMPAÑÍA: ¿Con amigos.
quién?
C. F Entrena para
FIN: ¿Para qué? competir.

C. Te Discutieron sobre
TEMA: ¿Acerca de política.
qué?
C. A Sí, entendí.
AFIRMACIÓN: sí,
siempre, también.
C. N No entendí.
NEGACIÓN: no, nunca,
jamás, tampoco.
C. D Tal vez estudie.
DUDA: tal vez, quizás,
probablemente
Caminó hacia la
● Siel circunstancial estación. (c.c del
está encabezado por lugar)
una preposición,
pasará a denominarse
Complemento
circunstancial (c.c)

Complemento C. Ag ▪ En las oraciones La computadora


Agente pasivas establece fue reparada por
quién realiza la acción Juan.
verbal.
▪ Encabezado con la Pasaje a Voz
preposición por. activa:
▪ Forma de
reconocimiento: En el Juan reparó la
pasaje a voz activa se computadora.
convierte en el núcleo
del sujeto.

Predicativo PSO ▪ Modifica al núcleo Mariana es


Subjetivo del sujeto y al verbo, inteligente.
Obligatorio por eso concuerda Mariana es
con ambos. abogada.
▪ Clases de palabra:
Adjetivo calificativo o El niño está
frase adjetiva y los cansado.
sustantivos La niña está
precedidos por verbo cansada.
copulativo (Ser, estar,
parecer, yacer, La evaluación
resultar, semejar, resultó fácil.
permanecer) Las evaluaciones
▪ Forma de resultaron fáciles.
reconocimiento:
Cambiar el género o
número del sujeto
para comprobar la
concordancia.

Predicativo PSNO/ PSØ ▪ También concuerda Los ríos corren


Subjetivo no en género y número presurosos.
Obligatorio con el núcleo del
sujeto y el predicado. El telegrama llegó
▪ Es un adjetivo que rápido.
modifica a verbos no
copulativos.

Actividades:
1) a) Relacionen con flechas el sujeto y el predicado.

Un gran número de personajes de historieta fueron premiados ayer.

La historieta tienen muchos seguidores.

Muchos personajes del cómic llegaron al cine.

Los lectores de manga es un género muy popular.

Dibujantes y guionistas organizan festivales.


b) Analicen sintácticamente en sus carpetas de manera completa las oraciones que
formaron.
2) Reescriban las siguientes oraciones en voz activa o voz pasiva, según corresponda.
▪ Muchos libros sobre neurociencias fueron vendidos en los últimos años.

____________________________________________________________.

▪ Las editoriales registran un boom en torno al quehacer científico.

____________________________________________________________.

▪ La neurociencia generó interés y curiosidad entre los lectores.

____________________________________________________________.

La oración compuesta coordinada


[Un pescador llega a la orilla de una roca y busca la sombra de una roca.] OBS
[Varias bañistas ocupan el lugar]. OBS

En los ejemplos anteriores observamos dos oraciones simples.

La primera con predicado verbal compuesto. Los verbos llega/ busca, relacionados
mediante el nexo coordinante "y", se refieren al mismo sujeto (el pescador).

La segunda con un predicado verbal simple. El verbo ocupan responde al sujeto


bañistas.

Podemos relacionar estas dos oraciones y convertirlas en una.

[(Un pescador llega a la orilla y busca la sombra de una roca) pero (varias bañistas ocupan el lugar)]. O.C

N V/N V/N n/c N V/N

Identificamos dos verbos (llega/ busca) que se refieren al sujeto pescador, y, a la


vez, el verbo ocupan, que se refiere a un sujeto diferente (las bañistas). En este caso, el
nexo coordinante "pero" relaciona dos proposiciones o suboraciones. Por lo tanto, la nueva
oración es compuesta (OC).
Las proposiciones coordinadas se encuentran en el mismo nivel sintáctico. Las
oraciones se encierran entre corchetes [ ] y las proposiciones entre paréntesis ( ).

Las proposiciones coordinadas pueden ser bimembres o unimembres. Cada una


admite el mismo análisis que una OS.

[ (Sol radiante) y (los habitantes de la playa buscan la sombra)]. O.C


Proposición n/c Proposición

unimembre bimembre

Las proposiciones que integran una oración compuesta pueden relacionarse


mediante nexos coordinantes (conjunciones). La coordinación puede ser:
▪ copulativa: y/ e
[ (El mar lucía azul y transparente) y (los chicos jugaban en la orilla)].

▪ adversativa: pero/ aunque/ sin embargo/ no obstante.


[ (Yo era más rápido), sin embargo (Pedro nadaba todos los estilos)].
▪ disyuntiva: o/ u
[ (¿El agua está fría) o (tu actitud es exagerada?)].
▪ consecutiva: así que/ por lo tanto/ en consecuencia/ por consiguiente/ por lo cual.
[ (Ya estamos todos), por lo tanto (podemos empezar el partido)].
Además de nexos coordinantes, las proposiciones pueden relacionarse mediante
signos de puntuación, como la coma, el punto y coma, y los dos puntos. En este caso, las
proposiciones se unen por yuxtaposición.
▪ coordinación yuxtapuesta: , / ; / :
[ (Sobre el mar cae la tarde), (las gaviotas bajan a buscar comida)].
[ (Los adultos charlan bajo los últimos rayos del sol); (los jóvenes juegan a las cartas)].
[ (Todos guardan sus cosas): (el día de playa ha terminado)].

Actividad:
1) Analicen sintácticamente y de forma completa las siguientes oraciones
inspiradas en la novela El (h)ijo la libertad de Margarita Mainé. No olviden
clasificar los nexos coordinantes:
a) [ El protagonista Santiago abrió la puerta, su verdadero padre lo esperaba del otro lado].

b) [ Esa mañana, revisé en silencio el incinerador, sin embargo, Dolores espiaba desde el pasillo].

c) [¿Pedro era culpable por el secuestro de Clauwe o los delincuentes actuaban solos?].

d) [ Los jóvenes peligrosos eran policías y nosotros terminamos en la comisaría].

e) [ Mi papá declaró temprano, por lo tanto, Martín y Pedro saldrían de Tribunales al mediodía].

Integración de sintaxis
1) a) Lean las siguientes oraciones:

▪ Este año el personaje emblemático de Quino, Mafalda, cumplió medio siglo.

▪ Esta pequeña niña es curiosa, odia la sopa y se preocupa por las injusticias del
mundo.

▪ Esta historieta fue traducida a numerosos idiomas.


b) Coloquen verdadero (V) o falso (F).
▪ La primera oración tiene una aposición, objeto directo y circunstancial de tiempo. ___
▪ La primera oración tiene un modificador indirecto. ___
▪ La segunda oración tiene un sujeto compuesto. ___
▪ La segunda oración tiene un predicativo subjetivo obligatorio y un circunstancial de
causa. ___
▪ La tercera oración está en voz activa. ___
▪ La tercera oración tiene complemento agente. ___
c) Justifiquen los casos falsos del punto anterior.

2) Reescriban las oraciones bimembres para armar oraciones compuestas. Utilicen los
nexos o yuxtaposiciones que crean adecuados. Pueden realizar cambios para mantener la
coherencia y evitar la repetición:
a) Tenía que estudiar. No tenía el libro. Se lo pedí a un compañero.
b) El televisor me distrae. No puedo estudiar.
c) Silvia espera al médico. La mamá quiere llevarla a la guardia.
d) Mi hermana no quiso el postre. Yo me comí dos porciones de torta.

e) Anunciaron vientos fuertes para mañana. Voy a ponerme un buen abrigo.


f) Mi tío estudia chino. Inés prefiere estudiar japonés.
g) Lo esperé toda la tarde. A última hora me llamó. Me avisó que no llegaba a tiempo.

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