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Campos Universitario Siglo XXI

Licenciatura de Medicina
Lectura critica de textos científicos
Villanueva Rosales Elsy Melissa
Dra. Argel Burgoa Martínez

Requiem por un sueño

Sara Goldfarb

Mujer solitaria, presenta un cuadro de locura, es viuda, no vivió el duelo de su


esposo, se limita a un pequeño mundo, el de la televisión, lo cual se convierte en su
obsesión, mantiene un juego con su hijo a una especie más allá del principio del
placer (s. Freud) se asegura de tener cerca a su hijo Harry, es su único objeto
valorado que tiene. Nos muestra su profundo carácter adictivo con la comida y con
ello, nos indica una buena parte de los adictos que refieren una historia de padres
adictivos. Sara se aisla y se encierra en su mundo interno, limita sus vinculos
humanos, con la misma radicalidad, que después, sucede lo contrario, siente ella
un enorme deseo de ser vista, reconocida, querida, por una multitud anónima, a
Sara se le despierta una pasión fetichista por una prenda roja (su vestido) y como
se pudo observar en la película, se obsesiona con ella como cualquier adicto con
su droga.

Su adicción la llevará de forma circunstancial al encuentro fatal con las anfetaminas.


Se investirá libidinalmente su cuerpo en un intento de restaurar su narcisismo, esto
lamentablemente la llevará al narcisismo secundario y por ende a la locura, su libido
al propio yo, pudo tener como punto de partida lo que el otro hace, un ejemplo seria
cuando Sara pide que su amiga le tiña el pelo de color anaranjado, pretendiendo
convencerla de que el tinte es de color rojo. Una carta que le da esperanza de salir
en la televisión, su obsesión de no consumir las tres comidas y combatir el hambre.
Las tabletas de anfetaminas que sustituían a las comidas, su fin era bajar de peso
y poder fortalecer su narcisismo.
La principal causa de enfermedad fue un daño biológico, por producto de las
pastillas anfetaminas, esta persona cada vez más necesitaba ese medicamento,
porque llegó un punto de que las pastillas no le hacían el mismo efecto, se inicia
una adicción (El aumento de la dopamina, es la que produce la adicción.) y ella sin
el consentimiento del medico se auto medicó y esto finalmente le produce daños
graves en su sistema nervioso central. Uno de estos estados alterados es “la
conciencia”, se producen alteraciones del equilibrio base. Equilibrio en el azúcar,
falta de oxigeno, también se encuentra alterado SARA (sistema articulador
activador). El acto de toma de conocimiento de datos sensoriales del mundo que
nos rodea se visualizo netamente alterado, su percepción fue distorsionada a partir
de la adicción. Este personaje presentó ilusiones, porque hubo un debilitamiento de
la atención, que dificultó la captación nítida de las cosas y favorece el error
perceptivo.

Esta persona no a resuelto el complejo de Edipo, porque una vez que su hijo se fue
de la casa, ella desplazo el objeto deseado que en este caso, seria el afán de
adelgazar, para asi llegar a la televisión y ser valorada y querida por los otros. Su
modalidad vincular es dependiente, porque necesita de la relaciones
interpersonales, en este caso serían las amigas y el hijo, estas relaciones la hacen
sentirse valorada. Además debemos recordar las alucinaciones auditivas por
producto de las anfetamina, un ejemplo claro seria cuando escuchaba ruidos
extraños y sonidos sin significación, estando Sara en la cocina, miraba el
refrigerador y este producía ruidos, sin este estar funcionamiento. Las alucinaciones
visuales, también estuvieron presentes en esta mujer, esto consistió en imágenes
inmóviles o en movimiento, estas alucinaciones fueron desde un tamaño especifico
y finalmente fueron aumentando su intensidad de tamaño visual.
Opinión personal

Hay pocas películas que te hacen sentir y reflexionar, "Réquiem por un sueño" es
una de ellas. Harry Goldfarb es un desorientado joven drogadicto que no tiene
problemas en robar la televisión de su madre, viuda y adicta a la televisión, para
venderla y comprar droga. Sin embargo, no es el único con problemas con las
adicciones, ya que lo acompañan su novia Marion y su mejor amigo Tyrone C. Love,
con quienes se desvive en la búsqueda, compra y reventa de drogas. Juntos
iniciarán un viaje al infierno del cual no hay regreso. Es sencillamente impresionante
la forma en que logra crear una sensación de agobio en el espectador, como si se
tratase de escenas de la vida real. El desenlace de acontecimientos que van
sucediendo no hace más que reafirmar este sentimiento, cada acción que sucede
se clava como puñales dejando unas heridas y cicatrices de las que tardas en
recuperar.

Darren Aronosfsky nos regala una brutal cinta basada en la novela homónima de
Hubert Selby Jr. Sobre la adicciones y las nefastas consecuencias que éstas
pueden traer a las personas que consumen y abusan de ellas. Y cuando decimos
adicciones, no nos referimos sólo a las drogas “ilegales” sino también a otro tipo de
drogas “legales” como las anfetaminas, las barbitúricos y psicotrópicos, utilizados
para calmar la ansiedad, el insomnio y otros trastornos psicológicos comunes. De
esta forma, estructurada de forma simbólica en tres segmentos y cuatro
protagonistas, el director firma un guion cuya mayor virtud es presentar directa y
explícitamente las adicciones, con personajes y situaciones que no son expuestas
en construcción sino que de manera forma brutal, decadente y hasta sucia, si se
permite decirlo así. Los cuatro protagonistas sucumbirán ante sus adicciones,
pasando del momentáneo estado de bienestar que éstas les ofrecen, al infierno
mismo.

Otro aspecto interesante del film es su técnica plástica. Aronofsky trabaja una
interesante variación de ritmo, múltiples movimientos de cámara y diversos ángulos
para las tomas, efectos de sonidos y combinación de imágenes, técnica que
encuentra en la fotografía de Matthew Libatique el mejor canal visual para ser
expuesta ante el espectador, y que cobran una mayor fuerza con la impecable y
contundente banda sonora de Clint Mansell. La pieza, de intensos y desgarradores
violines, cellos y coros, se ha convertido en sinónimo de dramatismo, adquiriendo
tal popularidad que fue reutilizada en otros films. Es notable cómo se introduce la
música de forma estudiada para expresar el papel del efecto de la droga como un
jinete del apocalipsis en la vida de estos personajes. Poco a poco irá haciendo
estragos, como si las notas ligadas de los violines fueran rajando sin piedad la vida
y la salud de sus personajes, como lo hacen los efectos devastadores de los
estupefacientes.

En definitiva, una sólida y cruda película que más sobre las drogas, trata sobre las
adicciones de todo tipo y sus nefastas consecuencias, y cuyo mensaje es más bien
pragmático y no moralista. Muestra la visión de una realidad cruel, desgarradora,
intensa, dura y abrumadora, donde se adentra en el lado más oscuro de las
adicciones, factor común que tienen los tres personajes. Consigue mostrarnos una
historia que es conocida por todos nosotros desde fuera, incluso desde dentro, pero
que difícilmente hemos sentido como hasta ahora. Visión sincera y realista de las
debilidades del ser humano que es capaz de dejar a un lado sus valores para
conseguir satisfacer sus vicios y adicciones, entrando en un círculo vicioso de
autodestrucción que solo busca la satisfacción de los deseos y necesidades
destructivas del mismo ser.

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