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CARRERA DE DERECHO
DERECHO CIVIL
SECCIÓN “B”
Adopciones en Guatemala
Las familias adoptantes solo tenían que acreditar su honorabilidad con base en el
artículo 29 de la ley. Lo hacían a través del testimonio de dos personas que, además
de dar fe del honor de los futuros padres, se convertían en un aval desde el punto
de vista económico. Además, se exigía también, y como un elemento de control
estatal, «el informe u opinión favorable bajo juramento de una trabajadora social
adscrita al Tribunal de Familia de su jurisdicción» (Decreto Ley 54-77, artículo 29,
1977).
El informe desarrollado por la CICIG señalaba que a pesar de los bajos costos —
administrativa y jurídicamente hablando— el procedimiento establecido para la
adopción en Guatemala no se respetaba. En uno de los pasajes de su informe se
indica que: No obstante, este control por parte de la PGN no se realizó debidamente
y durante años y ni siquiera se requirieron obligatoriamente avisos notariales. Según
información proporcionada por funcionarios de la misma Procuraduría, no hay en
los archivos de la PGN, registros físicos de los trámites correspondientes a los años
2004-2006. (CICIG 2010, 18). Lo anterior produjo, como no puede ser de otra forma,
críticas por parte de organizaciones comprometidas con la protección de los
derechos humanos y de los derechos del niño. Efectivamente, hay que reconocer
que muchos procedimientos estaban plagados de irregularidades que
potencialmente podrían implicar trata de personas (Consejo de Derechos Humanos
2000). No es imprudente afirmar que durante años el Estado no tuvo control sobre
las adopciones que se llevaban a cabo en el territorio nacional. Los jueces no tenían
opinión y los monitoreos establecidos desde la PGN se saltaban con frecuencia. Los
únicos funcionarios estatales que participaban obligatoriamente en los
procedimientos eran los trabajadores sociales adscritos a los Tribunales de Familia.
La tercera fase.
Ley de adopciones
Al entrar en vigencia la nueva Ley de adopciones se reformaron varias disposiciones
que regulaban esta materia, por lo que varios artículos del Código Civil y de la ley
reguladora de tramitación notarial de asuntos de jurisdicción voluntaria fueron
derogados o reformados. Estas derogatorias se encuentran en el capítulo I del Título
III de la Ley de adopciones entre los artículos 63 al 67. El artículo 228 del Código
contenía el concepto legal de la adopción y la posibilidad de la adopción de un mayor
de edad, este es reformado por el artículo 63 de la Ley de adopciones al establecer
que todos los aspectos relativos a la adopción se regirán por la Ley de adopciones.
El artículo 435 del Código Civil manifestaba que la adopción debía ser inscrita en
un libro especial, este es reformado por el artículo 64, el cual queda de la siguiente
manera, “la adopción será inscrita en un libro especial de acuerdo a la Ley de
adopciones” Deja sin efecto el segundo párrafo del mismo artículo en el Código Civil
el cual establecía lo siguiente: “la revocación de la adopción y la rehabilitación del
adoptante deberán de será notadas al margen de la partida respectiva. De igual
forma es reformado el artículo 1076 del Código Civil el cual establecía que los hijos
sean o no de matrimonio, heredaran a sus padres por iguales partes. El hijo adoptivo
heredara a su padre adoptivo en igual grado que los hijos que lo son por naturaleza,
pero no hay derecho de sucesión entre el adoptado y los parientes del adoptante.
Este es reformado por el artículo 66 de la Ley de adopciones, el cual queda de la
siguiente forma: “los hijos biológicos o adoptivos, heredan a sus padres por
partes iguales, más no conservan sus derechos sucesorios con su antigua familia”
Se pueden observar tres puntos importantes dentro de la forma en que queda el
artículo citado en el párrafo anterior, siendo el primero la sustitución del término hijos
dentro y fuera del matrimonio por el de hijos biológicos el cual es un término que se
considera más apropiado ya que en el artículo anterior no había importancia en que
fueran o no hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio
Cabe hacer una distinción en dos casos, los cuales corresponden al supuesto en
que los padres den voluntariamente a sus hijos en adopción y lo relativo al mayor
de edad. Para que el primer supuesto se logre verificar debe de someterse a los
padres a una estricta evaluación y considerar que sus motivos son suficientes, ya
que como la propia ley lo establece, no se puede dar en adopción por el simple
hecho de estar en situación pobreza.
El segundo supuesto que cabe connotar es el de la adopción de un mayor de edad
en donde esta es una mera declaración, en la que basta el consentimiento de ambas
partes para que pueda realizarse, lo anterior y al obtener el dictamen favorable del
Consejo Nacional de adopciones se formaliza mediante escritura pública ante
Notario.
Sujetos que pueden adoptar.
1. Hombre y mujer unidos en matrimonio o en unión de hecho siempre que los
dos estén conformes de adoptar al niño.
2. Las personas solteras si así lo exige el interés superior del niño.
3. El tutor del adoptado, únicamente si han sido rendidas y aprobadas las
cuentas.
Los sujetos que son aptos para adoptar deben de cumplir con ciertos requisitos para
que estos sean declarados idóneos, esto se comprueba mediante un proceso que
consiste en estudio psicosocial que abarca aspectos legales, económicos,
psicológicos, médicos, sociales y personales. Su fin es el de comprobar que la
futura familia adoptante es idónea, y que sus motivaciones y expectativas son las
correctas. El resultado de este proceso es la obtención de un Certificado de
idoneidad en el cual se establece que efectivamente se es capaz para optar a una
adopción. Existen también algunas excepciones en las que no se requiere un
Certificado de idoneidad, los cuales son:
1. Cuando la adopción sea de un mayor de edad.
2. Cuando la adopción sea del hijo o hija de uno de los cónyuges unidos de hecho
o de la familia que previamente lo ha albergado.
Procedimiento de adopción.
El proceso de adopción está compuesto por una serie de pasos que permiten que
el proceso pueda ser lo más rápido y transparente posible. Este proceso es de
naturaleza mixta, ya que la mayor parte del trámite es de naturaleza administrativo,
pero cuenta con intervención judicial en algunas etapas. Para poder analizar de una
mejor manera el desarrollo del mismo y que sea más práctico para su estudio, se
dividirá en cinco etapas principales. Las etapas son las siguientes: La declaratoria
de adoptabilidad del niño, niña, o adolescente (ya que para el mayor de edad no es
necesaria la declaratoria referida), la idoneidad de los adoptantes, la asignación
del niño, niña o adolescente a una familia y el proceso de Homologación
Judicial. Declaratoria de adoptabilidad La primera etapa del proceso de adopción
tiene lugar ante un Juzgado de la niñez y de la adolescencia y tiene como resultado
declarar la violación del derecho de familia de un niño y declarar la adoptabilidad.
Cabe hacer énfasis en que, aunque el proceso inicia con la declaratoria de
adoptabilidad, la parte interesada en una adopción debe de acudir al Consejo
Nacional de Adopciones e iniciaren este su solicitud. Durante esta primera etapa, la
Ley de adopciones remite a la Ley de Protección Integral de la Niñez y de la
Adolescencia, cuerpo jurídico en donde se encuentra el procedimiento para declarar
la adoptabilidad. El artículo 35 de la ley de adopciones establece lo siguiente:
“Concluido el procedimiento de protección de la niñez y adolescencia y habiéndose
realizado las diligencias señaladas en la Ley de Protección integral de la Niñez y la
adolescencia, el juez según proceda, podrá dictar una sentencia que declara la
violación del derecho a uno familia de un niño y ordenara la restitución de dicho
derecho a través de la adopción. El juez de la niñez y la adolescencia en la misma
resolución deberá declarar el adoptabilidad del niño y ordenara a la autoridad central
que inicie el proceso de adopción” La finalidad del proceso contenido en la ley de
Protección Integral de la Niñez y la adolescencia entre los artículos 117 y 131,
es la de emitir una sentencia en donde se establezca que al niño se le ha
violado el derecho a una familia y que el mismo debe de ser restaurado. Esta
restauración tiene lugar por medio de la adopción.
Declaratoria de idoneidad.
La idoneidad es la declaratoria por medio de la cual se certifica que los futuros
padres adoptantes son considerados capaces e idóneos para asegurar de un modo
permanente y satisfactorio el cuidado, respeto y desarrollo integral del niño. La
idoneidad se establece mediante un proceso de valoración que incluye un estudio
psicosocial que abarca aspectos legales, económicos, psicológicos, médicos,
sociales y personales para comprobar no solo que la futura familia adoptante es
idónea sino también sus motivaciones y expectativas de adoptar. Esta declaratoria
se lleva a cabo en gran parte por los documentos acompañados al
momento de solicitar una adopción, así como de los estudios socioeconómicos
realizados a los mismos. La idoneidad se logra alcanzar mediante cuatro fases
principales:
1. Recepción y revisión de la solicitud de interesados, acompañando la
documentación requerida.
2. Realización de talleres informativos para los solicitantes.
3. Evaluación psicológica, social, jurídica y económica de los interesados.
4. Emisión del certificado de idoneidad y talleres formativos para los padres que han
sido certificados como idóneos.
Una vez reunidos los requisitos y logrado el emparejamiento, los padres adoptantes
deben de presentar por escrito su aceptación expresa de la asignación del niño en
un plazo no mayor de diez días de haber sido notificados. Periodo de socialización.
Una de las etapas de mayor inferencia es la que se da en el periodo de socialización
ya que es acá en donde el niño y los posibles padres adoptivos conviven por primera
vez y es mediante esta convivencia que se podrá establecer la empatía que existe
entre ellos. El periodo de socialización consiste en un periodo de
convivencia entre los padres adoptantes y el niño, niña o adolescente. Este
periodo en ningún caso podrá ser menor de cinco días, el Consejo Nacional de
Adopciones informa al Juez que se inicia el periodo de convivencia y socialización,
transcurrido el periodo de socialización, el Consejo Nacional de Adopciones, solicita
al niño que ratifique su deseo de ser adoptado, tomando en cuenta su edad y
madurez. Este consentimiento será dado o constatado por escrito. Al concluir el
proceso de socialización y tomando en cuenta la opinión del niño, el equipo
multidisciplinario, emitirá dentro de los tres días siguientes de haber finalizado el
periodo de socialización, un informe de empatía. Finalizado el proceso
administrativo, el Consejo Nacional de Adopciones dictamina dentro de los cinco
días siguientes, la procedencia de la adopción. Homologación judicial La
homologación judicial es la fase final del proceso de adopción y consiste en declarar
con lugar la adopción, tomando en cuenta de que se haya cumplido con los
requisitos y los procedimientos administrativos establecidos en la Ley de
Adopciones y el Convenio de la Haya.
Conclusión