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Comunidad

Objetivos:
 Que el joven vea que una comunidad cristiana es llevar una vida en común
basada en una permanente ayuda mutua, donde la base y cabeza sea
Cristo
 Que busque el vivir en una comunidad, y que lleve lo aprendido tanto a su
primera comunidad, la familia, como a todas las comunidades en donde se
desarrolla.

Cita principal

Hechos 2, 44- 47, 1 Cor 12, 12- 26

Desarrollo
Comunidad: La palabra comunidad viene del latín communitas que significa
“cualidad en común”; en el diccionario de la Real Academia Española se subraya
un enunciado muy profundo, el cual dice:

Esto es, que en una comunidad se tiene algo y ese algo no le pertenece a nadie
de forma exclusiva, sino que todos son dueños de ese algo, lo cual los une.

La naturaleza de la comunidad
Como ya hemos visto, el ser humano tiende a buscar compañía, a formar
comunidades. La persona humana necesita la vida social. Esta afirmación no es
algo extraño al hombre sino que es una exigencia de su naturaleza. Por la
convivencia con otros, la ayuda mutua y el constante diálogo con sus hermanos, el
hombre desarrolla sus capacidades; así responde a su vocación (CIC, 1879).

Al decir que en comunidad el hombre desarrolla sus capacidades es


importantísimo decir que la primera comunidad es la familia. Es en la familia donde
tenemos nuestro primer contacto con personas externas a nosotros; convivimos
con personas que tienen un carácter y una personalidad distinta a la de nosotros.
Por lo que desarrollamos nuestras primeras aptitudes y actitudes sociales. Aquí,
en la familia, se da la semilla para nuestro comportamiento en el mundo exterior,
por lo tanto la familia es lo más importante en una sociedad.

Definir lo que es una comunidad nos lleva a considerar los elementos que lo
componen:

1. las personas
2. el lugar, un interés, una necesidad o una preocupación que las convoca
3. Por último, un tiempo y un espacio en que se da el encuentro de todos los
integrantes.

Podemos afirmar entonces que una comunidad es un conjunto de personas


relacionadas entre sí, relativamente estable, que se reúne en un lugar y con
cierta frecuencia, en razón de un interés compartido por todos los miembros.

Podemos decir que los tres elementos fundamentales que determinan la


constitución y el funcionamiento de las comunidades son:

 Las personas: para aceptar la forma de ser de cada una y saber valorar el
aporte que cada una ofrece a partir de su propia experiencia, es necesario
comunicarse y conocerse.
 Las relaciones interpersonales: en el intercambio continuo, gracias a la
regularidad de los encuentros, se desarrolla un tejido de relaciones, lo cual
permite al grupo desarrollar su propia identidad.
 La misión: todo el que hacer del grupo y su verdadera razón de ser se
encuentra en los objetivos que persiguen, los cuales, al mismo tiempo,
orientan y regulan toda su actividad.

NO TODO CONGLOMERADO DE PERSONAS ES UNA COMUNIDAD.

LA COMUNIDAD CRISTIANA
En la palabra comunidad casi se ve impreso el espíritu que queremos inculcar en
nuestra catequesis, y es el vivir en común, pero ¿común en qué? Común en
Cristo.

Cada comunidad se define por su fin y obedece en consecuencia a reglas


específicas, pero “el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales
es y debe ser la persona humana” (CIC, 1881).

La comunidad cristiana tiene como cabeza inmovible a Cristo, así vemos en la


primera carta de San Pablo a los Corintios que como comunidad cristiana “hemos
sido bautizados en el único Espíritu para que formáramos un solo cuerpo, ya
fuéramos unos judíos o griegos, esclavos o libres” todos vivamos en aquel que da
la vida.

Nuestras diferencias, cualidades, actitudes, etc., no sirven, ya, para confrontarnos


sino que en Cristo se toma una nueva ideología, una de hermandad y de unidad,
una unidad en el camino, la verdad y la vida que es Jesucristo y su evangelio.
La comunidad cristiana tiene como cabeza a Jesucristo. Su gracia vital se nos da
en los sacramentos cuando nos unimos con Cristo y a su Iglesia por el Bautismo,
nos alimentamos con su cuerpo y sangre en la Eucaristía. Los primeros cristianos
vivían en una profunda vida de comunidad (Hch 2, 42).

En la comunidad cristiana se busca el bien del otro, para que así, buscando el bien
del otro (1 Cor 12, 14), TODOS nos ayudemos a llegar a nuestra meta la cual es
Dios por medio de Cristo, inspirados por el Espíritu Santo (Rom 12, 11- 12).

¿QUE TIENE QUE VER MI FE CON LA IGLESIA?


Nadie puede creer por sí solo, como nadie puede vivir por sí solo. Recibimos la fe
de la iglesia y la vivimos en comunión con los hombres con la que compartimos
nuestra fe. La fe de los otros me sostiene, así como el fuego de mi fe enciende y
conforta a otro.

¿Puede un cristiano ser puro individualista?


No, un cristiano no puede ser nunca un puro individualista, porque el hombre está
destinado a la vida social por sus propias naturalezas. Todo hombre tiene un
padre y una madre recibe ayuda de otros y está obligado a ayudar a otros y a
desarrollar sus talentos a favor de todos. Puesto que el hombre es imagen de
Dios, refleja en cierto modo a Dios, que no solo está en la profundidad sino que es
trino (y con ello amor, dialogo e intercambio.). Amaras a tu prójimo como a ti
mismo.
Nosotros somos el cuerpo de cristo
Jesús se ha implicado hasta el punto con nosotros que, en cierto modo, somos un
cuerpo con él. San Agustín explico cuando recibimos la sagrada comunión: recibid
lo que sois: el cuerpo de Cristo; para que seáis lo que recibís. El cuerpo de Cristo.
Mira la gente de tu grupo son tus hermanos y tus hermanas. Son como una parte
de ti. La fe en Jesús es uno de los modos más profundos de lo que están unidos a
nuestro padre o nuestra madre o a los hermanos de sangre
El más importante fragmento de la escritura acera de la iglesia como cuerpo de
Cristo es la primera carta a los corintios
1 cor 12, 12-28
Los enemigos de la comunidad cristiana (y de toda comunidad)
 son el pecado (nos aleja de Dios y del prójimo)
 la soberbia (sentirse superior a los demás o querer ser mejor que alguien a
cualquier costo)
 la vanidad (querer hacer todo sobre ti un afán excesivo de ti mismo)
 Chisme y mentiras (se necesita una base de verdad o todo se tambalea)
 Ira, la envidia, la hipocresía y el chantaje y mas
PASOS PARA UNA BUNA COMUNIDAD.
A manera de guía se dejan estos pasos a seguir para una buena convivencia y
construcción de una buena comunidad:

 Saludo y acogida: Cada integrante se presentará ante los demás para así
tener un poco de compañerismo. No importa si los conoces, tengas una
relación con ellos o te caigan mal, saludas a todos.
 Oración de alabanza: Los integrantes harán oración de alabanza, debida
seriedad, alegría y gozo.
 Asimilación de la enseñanza: Hablar sobre todo lo aprendido en el curso
y tratar de encontrar respuesta a todas las dudas que se tengan; la ayuda
mutua es indispensable.
 Edificación mutua: Se debe hablar con el testimonio, debe de haber
educación completa a la doctrina de la fe católica, que edifique en amor sin
que las decisiones que se tomen o los mensajes que se den afecten a otros
miembros.
 Relación de la comunidad: Conocer las necesidades de la comunidad,
descubrir soluciones prácticas que nosotros podamos realizar,
ayudándonos mediante la palabra de Dios, las oraciones y el diálogo.
 Corregir al que se equivoca de buena manera- para crecer necesitamos
equivocarnos y necesitamos alguien que nos corrija. Esto debe ser con
cariño y ofrecer pasos para corregir nuestros errores no solo reclamos de
nuestros errores.
 Alegría por los demás- en las comunidades va a ver logros y derrotas. Es
importante que como comunidad nos alegremos cuando alguien triunfe y
nosotros no. Tenemos que dejar los sentimientos de envidia, tristeza, y
enojo y enfocarnos en la felicidad que nuestros hermanos están viviendo.
 Oración de unos por otros: En la comunidad debe de haber un tiempo de
oración para que en ellas se pidan por los problemas que tiene cada uno de
los miembros y por los problemas que se den dentro de la comunidad, otra
forma es que los miembros pidan por una persona, siempre y cuando ella lo
quiera.

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