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Estructura del texto teatral

Pueden observarse dos estructuras en los textos teatrales, una interna y otra externa.

Estructura externa
En un libreto o guion teatral se advierten varios elementos. El primero, el título de la
obra, y a continuación le siguen otros:

Relación de los personajes


Se llama Drammatis personnae, y es el listado de los personajes, la relación existente
entre ellos, su edad, su nombre y el parentesco (datos que se dan si son relevantes).
Aparecen por orden de importancia.

Acotaciones
Son las indicaciones que hace el autor para la puesta en escena. Suelen estar entre
paréntesis y en cursivas.

Actos
El texto teatral puede estar constituido por un único acto, por dos, tres o más actos.
Están compuestos por una sucesión de escenas, y están separados por una pausa o
descanso, llamada entreacto, que se indica con una bajada del telón, un oscuro o algo
similar.1
Generalmente la obra teatral divide la acción en actos, determinados por un clímax o
también por un cambio de escenario.

Cuadros
Cuando hay cuadros, estos indican un cambio en el decorado para reflejar un cambio
temporal o espacial en la obra. A veces el cambio escénico se hace a la vista de los
espectadores.

Escenas
Los actos están conformados por las escenas. Las escenas son un fragmento en el que
aparece o sale un personaje. Sin embargo, hay autores que arman sus escenas
atendiendo a la acción y no a si entra o hace mutis alguno de los personajes.

Estructura interna
Se pueden advertir tres partes: la presentación, el desarrollo del conflicto y el desenlace.

La presentación
Como su nombre lo indica, se presenta a los personajes y el contexto y espacio en el que
se desarrolla la obra.

Desarrollo del conflicto


Es el nudo y coincide con el momento de mayor tensión, cuando la trama se complica.
A este momento se le llama clímax.

El desenlace
Aquí se resuelve, a favor o en contra, el problema de la obra y de los personajes en
conflicto, se elimina o resuelve el obstáculo o problema
Acción dramática

La acción dramática se ve determinada en cuanto a su progresión por el conflicto


dramático. El desarrollo de este conflicto supone realizar, o causar que ocurran
determinados eventos. Esto lo realizan quienes encarnan las fuerzas que luchan (los
personajes). Así, a la acción dramática se opone una acción contraria, y este conflicto
asegura el desarrollo de la obra. La resolución del conflicto significa el fin de la obra, ya
sea dramática o cinematográfica.
Así, según John Howard Lawson (en), la acción dramática es el resultado del conflicto
entre dos voluntades conscientes, opuestas entre sí, que son protagonista y
antagonista. Dicho conflicto de voluntades termina en un desenlace. Los cambios que
genera la acción dramática y su resolución transforman al personaje, a su oponente y a
su entorno. En el mundo dramático, el ambiente se encuentra determinado por el
1-espacio
2-tiempo.
Cuando decimos ambiente, nos referimos a la situación en la que se desarrolla la obra,
al lugar físico, y al tiempo en el que se mueven los personajes.
Es decir, el ambiente total en el que la obra se lleva a cabo, estará condicionado por el
espacio y el tiempo.

El Entorno es el LUGAR donde se produce la escena.


Pero es mucho más que el sitio físico. Si por ejemplo es una habitación, el entorno es
también el frío que hace, los ruídos de afuera de otros personajes que pudieran entrar, lo
que significa ese lugar emocinalmente para el personaje... etc.
En teatro es el actor el que crea el entorno. Si por ejemplo la escena se desarrolla en una
fría estación de tren, es el actor el que debe crear en el espectador la ilusión de que hace
frío. Esto se consigue, trabajando con su cuerpo la realidad sensorial. Si el actor escucha
en la imaginación un tren lejano que se acerca y si al mismo tiempo intenta verlo de
verdad, el espectador tendrá la sensación de que el escenario es una estación de tren.
No son los decorados, sino la acción transformadora del actor lo que crea el entorno.
Los elementos de escena también forman parte del entorno.

LA VOZ DEL ACTOR


La voz es un instrumento de trabajo fundamental para el actor o la actriz. En la mayoría
de los espectáculos y representaciones teatrales tendrá que utilizar la voz como medio
de expresión, trabajando su interpretación sobre un texto. Puede darse el caso de que su
voz no sea necesaria en una interpretación, como es el caso del mimo o de
interpretaciones sólo gestuales, tal como ocurría en el cine mudo, pero también el caso
contrario, que sea su voz la que realice una interpretación completa, como el caso de los
actores de doblaje en el cine o el trabajo en la radio, en el teatro leído o en un recital
poético. En cualquier caso, la voz es un instrumento de trabajo básico para un actor. Su
calidad y sus cualidades deben ser cuidadas y cultivadas continuamente. El buen actor
debe tener las técnicas precisas para no forzar nunca su voz y sacar el máximo
rendimiento expresivo de ella.

La voz de un actor o actriz tiene que tener estas cualidades imprescindibles:

Suficiencia en cuanto al alcance o amplitud y resistencia. Para conseguir esto es


indispensable un dominio completo de la respiración, que es la base de una correcta
emisión de la voz, de la modulación de su alcance y de la permanencia de esa voz en
condiciones óptimas.
Claridad en la pronunciación; esto se consigue mediante la correcta producción de cada
uno de los sonidos de la lengua, aislados o combinados en sílabas o palabras.
Expresividad en su entonación, ritmo, intensidad y timbre, de modo que la voz exprese
no sólo el mensaje inmediato de las palabras, sino su significado profundo, mediante la
entonación, la velocidad, las pausas, el énfasis, etc.

LA IMPOSTACIÓN

La corriente de aire resultante de la espiración es una columna constante y regular, que


se convertirá en sonido por la acción de las cuerdas vocales. Una correcta vibración de
la columna de aire para producir el sonido es lo que conocemos como impostación de la
voz.

Se llama impostación, por tanto, al aprovechamiento pleno de la espiración para la


producción del sonido con el máximo rendimiento y el mínimo esfuerzo. Tanto el
aparato fonador como el aparato resonador deben trabajar de forma natural y a su
máxima capacidad, sin ser forzados.

Improvisación pura

Improvisación teatral
Básicamente hay dos tipos de improvisación dramática, la técnicamente llamada
" 'improvisación pura' " y la " 'improvisación impura' ". En la primera
los intérpretes pueden partir de alguna consigna (una palabra, una situación, unos
personajes, un tema, etc.) e inmediatamente deben actuar en escena, sin haber podido
hablar antes entre ellos ni hacer hacia ensayo previo. Se dice que es "impura" cuando no
es "pura", es decir, cuando previamente se ha podido esbozar un pequeño ensayo, o al
menos el actor ha tenido unos momentos para pensar en ello o estructurar algo, o si son
más de un han podido hablar o pactar algunas cosas durante unos minutos, antes de
actuar. Las improvisaciones impuras se usan sobre todo en el entrenamiento actoral y
durante el proceso de creación de espectáculos. 3
En cualquier caso, la improvisación tiene un entrenamiento metódico en el que se
practican unas técnicas y código s, como por ejemplo la imaginación, la escucha, la
confianza, el ritmo, la aceptación de todo lo que proponga el otro, la creación paso a
paso, la modificación según lo que haga el otro, la evitación de los juicios y de buscar el
mejor o el más bonito, entre otras muchas herramientas y habilidad s. 3
También, para cualquier tipo de improvisación escénica, algunos autores diferencian
cuando la improvisación es 'pública' , es decir a escena, o 'privada' , y en este caso se
hace únicamente durante el proceso creativo o como entrenamiento actoral, por
ejemplo, pero no a escena delante de un público.

Estructura y proceso
El teatro de improvisación suele permitir una relación interactiva con el público. Los
grupos de improvisación suelen solicitar sugerencias del público como fuente de
inspiración, una forma de hacer que el público participe y como medio de demostrar que
la actuación no está guionizada. Esta acusación se dirige a veces a los maestros del arte,
cuyas actuaciones pueden parecer tan detalladas que los espectadores pueden sospechar
que las escenas están planificadas.
Para que una escena improvisada tenga éxito, los improvisadores implicados deben
trabajar juntos y responder para definir los parámetros y la acción de la escena, en un
proceso de co-creación. Con cada palabra hablada o acción de la escena, un
improvisador hace una oferta, es decir, define algún elemento de la realidad de la
escena. Esto puede incluir dar un nombre a otro personaje, identificar una relación, una
localización, o utilizar gestos de mimo para definir el entorno físico. Estas actividades
también se conocen como dotación. Es responsabilidad de los demás improvisadores
aceptar las ofertas que les hacen sus compañeros; no hacerlo se conoce como bloqueo,
negación o denegación, lo que suele impedir el desarrollo de la escena. Algunos
intérpretes pueden bloquear deliberadamente (o salirse de su personaje) para conseguir
un efecto cómico, lo que se conoce como "amordazamiento", pero esto suele impedir
que la escena avance y está mal visto por muchos improvisadores. La aceptación de una
oferta suele ir acompañada de una nueva oferta, a menudo basada en la anterior; se trata
de un proceso que los improvisadores denominan Sí, y... y que se considera la piedra
angular de la técnica de la improvisación. Cada nueva información que se añade ayuda a
los improvisadores a refinar sus personajes y a hacer progresar la acción de la escena.
La regla Sí, y..., sin embargo, se aplica a la etapa inicial de una escena, ya que es en esta
etapa donde se establece una "realidad base (o compartida)" para luego redefinirla
aplicando la práctica de "si (esto es cierto), entonces (qué otra cosa también puede ser
cierta)" progresando la escena hacia la comedia, como se explica en el manual de 2013
de los miembros de la Upright Citizens Brigade'.

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