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Brindan claridad a nuestras actividades cotidianas, moldean nuestro estilo de vida para alcanzar lo que buscamos.

Al
centrar nuestras decisiones, pensamientos, sensaciones y acciones alrededor del propósito, nos sentimos gratificados
y plenos. Quienes conocen su propósito tienden a impactar en todas las áreas de su vida: familia, amistades, trabajo,
etc.
Consideremos el ayudar a otros a encontrar su propio propósito, el ir más allá de uno mismo, lejos del reto que implica,
es la gratificación de perseverar y continuar hasta alcanzar las metas, Les invito a reflexionar acerca de los verdaderos
propósitos a los que quieren enfrentarse y se comprometan a cumplir, a identificar aquellos que les mueve a ser
mejores en todos los ámbitos, aun cuando todos somos diferentes, hay caminos comunes que unen nuestras vidas con
un solo propósito: que es la felicidad.

Es verdad que en muchas ocasiones es el miedo el que nos impide avanzar y conseguir nuestros objetivos y poder
cumplir nuestros sueños. Un miedo que creamos nosotros mismos, y que muchos de ellos no tienen sentido, pues el
90% de nuestros miedos son por cosas que nunca sucederán. Todos somos más fuertes de lo que creemos, tanto
física como mentalmente. En nuestro interior reside una gran fortaleza que debemos aprovechar, debemos creer en
nosotros mismos y afrontar los retos que nos propongamos con esa creencia y predisposición.
Una de las prácticas más comunes al finalizar el año es hacer un balance sobre lo que hicimos durante este
tiempo, pero la llegada de un nuevo año también suele hacernos una invitación para renovarnos y plantearnos
nuevas metas y propósitos.

Pero esas metas y retos que solemos trazarnos no tienen que ser grandes objetivos o aspiraciones titánicas.
Al contrario, conviene que sean realistas, pequeñas y numerosa s, puesto que es así como se logra avanzar y
no tropezar con las grandes frustraciones, lo que parece pequeño realmente no lo es y eso que se ha
denominado como "micro - retos" o "micro - objetivos" realmente son el paso a paso que debemos seguir para
cada cosa que logramos. Los micro - triunfos personales, aunque parezcan pequeños, operan en nuestro
cerebro como un nuevo impulso motivacional y por eso deben valorarse y celebrarse. No ocurre lo mismo
cuando nos planteamos metas inverosímiles o poco realistas. Los propósitos titánicos o l os grandes objetivos
pueden ser fruto de una actitud pretenciosa, ingenua o romántica (es decir, que rehúye a la lucidez),
inauténtica. Lo importante en este sentido es tener una actitud humilde y trazar objetivos alcanzables, aunque
esto no significa que sean fáciles.

1. a visualizar metas pequeñas y continuas, pero que impliquen retos, nos


mantendrá concentrados en el rumbo que debemos seguir para alcanzarlos y alejados de las
distracciones.
2. nos permitirán dejar de lado aspectos que nos hagan perder el
tiempo o los esfuerzos. Los pequeños objetivos importan porque son evidencias de que estamos
recorriendo un camino, paso a paso. Priorizar ayuda a no retroceder en el proceso o a que, si
retrocedemos, volvamos a levantarnos y avanzar.
3. los retos y pequeñas metas nos aportan claridad a la hora de realizar nuestras
actividades, por lo cual nos facilitan cierto orden en nuestras decisiones, pensamientos y acciones
cotidianas.
4. el cumplimiento de pequeños objetivos renueva las esperanzas en nosotros
mismos y en el camino que recorremos, nos permite disfrutar del camino y de todo lo que en él
se aprende y, sobre todo, comprender que el momento de plenitud no se da al alcanzar una meta,
sino al perseguirla, mientras que el aprendizaje para lograrla tiene que ser continuo y duradero y se
queda en nosotros permanentemente.
5. cuando sabemos que podemos avanzar paso a paso, seguramente
querremos seguir avanzando y explorando nuevas posibilidades. Ahí también radica la importancia
de los pequeños logros, en que nos capacita para afrontar los nuevos por venir.
Con el inicio de año damos comienzo a nuevos ciclos, buscamos momentos para retomar actividades o iniciar algunas
nuevas, algunos nos dejamos llevar por lo que vemos en nuestro ambiente: retos, nuevos hábitos, cambios, entre otras
actividades de las que tomamos la que mejor nos acomode.

Y aunque no hay respuestas correctas a las preguntas que siempre han acompañado al hombre ¿quién soy?, ¿a dónde
voy?, sin duda, el responder a ellas mediante la reflexión, es un punto de inicio hacia una dirección, un rumbo a seguir,
se abre la puerta de la oportunidad para avanzar a nuevos retos y encontrar el propio sentido de vida.
La definición de metas para la vida proporciona algunos beneficios, entre ellos se enlistan los siguientes:
▪ Nos ayuda a mantenernos enfocados en lo más importante en nuestra vida; visualizar una meta en
particular, nos permite identificar un rumbo a seguir.
▪ Fijar prioridades y las actividades que importan, que son esenciales y valiosas para hacer esfuerzos.
▪ Permite alcanzar el balance buscando el equilibro entre tu carrera, la familia y amigos, además, reserva
tiempo para satisfacer tus necesidades personales.
▪ Hace la diferencia en la propia vida, disfrutando las actividades que nos gustan, le damos un nuevo
significado a nuestra existencia
▪ Te mantiene apasionado de la vida ya que al cumplir las metas y lograr lo que pensamos inalcanzable, nos
mueve hacia nuevas posiciones que nos permiten apreciar mejor lo que somos y lo que nos rodea.

Si una persona conoce lo que vale y hasta donde es capaz de llegar, no tiene que preocuparse por lo que piensen los
demás. Debemos afrontar cualquier reto desde una manera optimista, una visión positiva y pensando que todo irá bien
y que conseguirlo solo será cuestión de tiempo. Quizás podrá costar un poco más, pero solo significa que debes
esforzarte más para conseguirlo. Si en un primer momento el destino te dice «no». puede ser para que sigas
aprendiendo y luchando.
Nunca olvides que además de constancia y paciencia, el éxito radicará en el hecho de creer en ti mismo y que nunca
dejes de soñar. Cree en ti, eres muy grande y tu grandeza llegará hasta donde tú quieras.
Para crear primero hay que creer y, para que se cumpla un sueño, primero hay que soñarlo. Pon todo de tu parte para
conseguir todo aquello que te propongas. Las cosas, además de pensarlas, debemos hacerlas, debemos hacer que
ocurran. No dejes el destino en manos de la suerte. Ya que a lo largo de la vida existirán muchas personas que dejan
todo el peso del destino en manos de la suerte. Quizás sea una manera de quitarse responsabilidad o de esconder o
darles forma a nuestros miedos.

Existen retos muy diferentes que tienen distinto orden de dificultad. Cuanto más difícil de alcanzar es un reto, mayor
es el esfuerzo que tiene que realizar la persona en conseguirlo. Existen dos momentos del año que son fantásticos
para establecer nuevos retos. Por ejemplo, en el mes de enero porque el comienzo del año implica dejar atrás todo lo
negativo mientras que la apertura que produce iniciar un nuevo año en el calendario suma dosis de ilusión. Otro
momento para iniciar nuevos retos es el mes de julio o agosto, momento en el que los estudiantes y jóvenes inician
su vuelta a la escuela y trabajo tras las vacaciones de invierno.

Los retos son motivadores y nos ayudan a salir de la rutina. A nivel profesional, es fundamental que cualquier persona
se plantee nuevos retos para evitar el síndrome del trabajador quemado que surge cuando una persona se siente
estancada en la rutina más aburrida. Un reto significa crecimiento personal.

Es verdad que en la vida nos ocurren contratiempos, tenemos algún traspié o tropezón, incluso parece que algunas
épocas son menos doradas que otras. Pero realmente debemos centrarnos en qué hacemos y cómo afrontamos lo que
nos pasa. No centrarnos solo en lo que tenemos, sino también en qué hacemos con lo que tenemos. Debemos tener
confianza, actitud positiva y muchas ganas de trabajar en nosotros mismos y para los demás.
Hacer una pausa para reflexionar y observar nuestros recursos internos, crear conciencia, observar nuestros talentos
y examinar los recursos externos con los que contamos es importante para saber en dónde estamos y adónde queremos
llegar.
Establecer metas y retos nos motiva a lograr objetivos y a ver resultados en un periodo de tiempo determinado. Sin
embargo, toda meta encuentra obstáculos, por lo que nos invita a esforzarnos, potencializar habilidades y adquirir
nuevas aptitudes. Es importante observar en dónde está nuestra atención e identificar si invertimos el tiempo en
preocuparnos o en encontrar posibilidades para hacernos responsables de lo que queremos lograr. Cada vez que
logramos algo, aunque sea pequeño, nos motiva a continuar por ese camino. También es relevante reconocer y celebrar
los pequeños logros. Tener claridad del punto de partida, hacia dónde queremos llegar y cómo hacer las cosas de
manera correcta, es sumamente importante para alcanzar las metas y objetivos que nos propusimos.

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