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Desde este momento que estás leyendo este artículo puedes definir qué es lo que
deseas hacer y cómo quieres vivir cada día.
Rescata tu Propósitos
Los propósitos son una lista de intenciones donde se pretende borrar esa parte tuya que
no te agrada. A veces haces tu lista, la cumples o la olvidas. Proponte nuevas metas que
te sirva para mejorar tus relaciones contigo y con los demás en todas las actividades que
desarrolles. Verás como con el paso del tiempo, se convertirán en motivo de inmensa
satisfacción por el resultado. La felicidad es posible y depende de nuestra capacidad de
percibir y valorar todo lo positivo que hay en nuestra vida. Somos felices a partir del
momento en que nos sentimos a gusto con quienes somos, con las personas con las
compartimos la vida, con las cosas que tenemos y con la tarea que realizamos cada día.
Hazte responsable de ti. Supera cualquier sentimiento de víctima que puedas tener,
recuerda que solo somos víctimas de nosotros mismos, cuando le permitimos a otros
que nos afecten con sus comentarios o actitudes. ¡Decide ser feliz! Y comienza por tener
el valor para establecer límites. Pregúntate: hasta dónde y hasta cuándo. Deja de
quejarte y lamentarte… Piensa que eres perfectamente capaz de crear la vida que
quieres. ¡Deja de esperar y comienza a actuar!
Vive el presente. La mejor manera de tener una vida plena es viviendo momento a
momento. Deja de sufrir por el aspecto negativo de tu pasado y evita preocuparte por
la incertidumbre del futuro, vive en presente con el compromiso de realizar tu mejor
esfuerzo dirigido a construir un futuro maravilloso.
Ten una actitud positiva. Desarrolla el hábito de buscar siempre lo positivo dentro de
cada situación, aun cuando te parezca negativa inicialmente. La habilidad de ver las
situaciones, personas o recuerdos desde una perspectiva más positiva nos permite salir
del pesimismo y de la pasividad con la que asumimos la vida.
Sueña en grande. Los sueños que atesoramos nos dan la motivación y el impulso
necesarios para vivir a plenitud. Cuando tienes un propósito, tus días adquieren un
sentido renovado, recuperas la pasión y el encanto por la vida. Persevera en tu
compromiso de hacer cuanto sea necesario para cumplir tus sueños, concentra tu
atención en cada paso que das y aprende a disfrutar del proceso que te llevara a
realizarlos.
Asumir responsabilidad
En una sociedad en la que la gente culpa a todos, desde sus padres hasta el gobierno
por su incapacidad de salir adelante, la gente exitosa descarta asumir esa actitud de
víctima, y por el contrario asumen responsabilidad por lo que ocurre en sus propias vidas
afirmando “Todo está a mi alcance, y depende de mi alcanzarlo”. Asumir
responsabilidad es tomar conciencia que al decir que alguien o algo fuera de nosotros
nos previene de alcanzar el éxito, estamos entregando nuestro poder personal a ese
ente externo.
Esto equivale a asumir que algo externo tiene más control sobre nuestras vidas que
nosotros mismos. Si hasta ahora hemos vivido nuestras vidas según la opinión que otros
tienen de nosotros, es importante recordar que la opinión de otro no tiene porque
convertirse en nuestra realidad. Al asumir nuestra responsabilidad, nuestra realidad la
forjamos nosotros día a día mediante nuestras decisiones conscientes ejecutadas por
medio de nuestra voluntad.
Vivir con propósito
Pocas cosas tienen el poder que otorga tener un propósito claro en la vida. Vivir con
propósito es tener la determinación de hacer lo que estamos convencidos que vinimos
a hacer en esta vida, y estar comprometidos a hacerlo con excelencia. Mientras que
encontramos un propósito, nuestras vidas consisten en hacer el menor esfuerzo para
apenas existir con la menor cantidad de problemas. Una vez que encontramos un
propósito amamos lo que hacemos, y se nota, y las personas quieren relacionarse con
nosotros porque perciben nuestro compromiso con la excelencia. Pero, ¿Cómo
encontrar un propósito? Simple, elija una causa en la cual crea, y encuentre la manera
en la cual puede usar sus habilidades para el mayor provecho de todos los involucrados,
incluyendo a ti mismo.
Crear un plan
Tratar de alcanzar las metas sin un plan, es como manejar por territorio desconocido sin
un mapa. La diferencia entre un sueño y una meta realizable es que la meta tiene fecha.
Si desea alcanzar sus metas en el menor tiempo posible y disfrutar del viaje, comience
por escribirlas como pasos con fechas para ser logradas.
Y manténgase realista, es preferible dar varios pasos cortos que aumenten nuestra
confianza y seguridad, y nos permitan ver con mayor claridad el camino hacia nuestra
meta final.
Asumir compromisos
Simplemente desear las cosas que queremos en nuestra vida no las hará realidad para
nosotros. Recuerda que todo el mundo esta comprometido incluyéndote a ti, la
pregunta no es si estás o no estás comprometido, sino lo importante es a qué estés
comprometido. Mirando hacia tu alrededor, tu realidad, y vas a ver a que estás
comprometido.
Perseverar
Puede sonar obvio, pero cuando se está comprometido con el éxito, darse por vencido
ni siquiera se considera como opción. Debemos estar dispuestos a hacer lo que sea
razonablemente necesario para alcanzar nuestra meta. Dedique la mayor parte que
pueda del día a realizar su sueño. Pregúntate constantemente “¿Lo que estoy haciendo
me acerca más a mi meta?”. En caso contrario comienza a hacer algo diferente, y
recuerda “La Persistencia prevalece, cuando todo lo demás falla”.
Entender todo el contenido del artículo que aquí reflexiono y comparto contigo te guiará
y orientará a ver mejor hacia dónde vamos. Entonces, te pregunto:
Pensamiento: “Se mejor cada día por numerosos que sean tus errores solo véncelos”.