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Universidad Pedagógica Nacional

“Francisco Morazán”

Espacio Pedagógico:
PRACTICA ADMINISTRATIVA CONTABLE

Tema:
El éxito

Docente:
LORENZO ESTRADA

Estudiante: Registro:
RODRIGO ORESTI OCHOA 609-1990-00486
ALEJANDRA VIDES NAVARRO

CHOLUTECA 23 DE FEBRERO DE 2021


Conductas
Conductas de éxito son las que promueven el desarrollo humano
orientado con Ideas, Estrategias y Herramientas para impulsar un
potencial.

Éxito
palabra, como tal, proviene del latín exĭtus, que significa ‘salida’.
El éxito, por lo general, se asocia al triunfo o al logro de la victoria en
algo que nos hayamos propuesto, así como a la obtención de un
reconocimiento debido a nuestros méritos.

El éxito es el resultado feliz y satisfactorio de un asunto, negocio o


actuación. Asimismo, también hace referencia a la buena acogida de
algo o alguien.

Hoy, en nuestros tiempos ¿Qué significa ser exitoso? Aquí podemos


empezar a citar un montón de definiciones, las sociales,
empresariales, psicológicas, románticas y más pero el problema de
todos estos conceptos es que son muy genéricos y no hacen más que
adornar una definición que debería ser bastante simple y que tiene
que ser muy personal, el éxito no puede explicarse de la misma
manera para todos, su definición parte de la inteligencia emocional , es
decir que éxito es lo que cada persona considera que es el éxito, es lo
que a cada quien lo hace sentir a gusto y bien consigo mismo; todos lo
que queremos lograr el éxito debemos detenernos y reflexionar acerca
de lo que nos hace verdaderamente felices y de cómo queremos vivir
nuestra vida, porque lo que funciona para unos no necesariamente
funciona para otros, quien busca el éxito debe realizar una
introspección en la que se pregunte que es lo que lo haría
verdaderamente feliz y la respuesta que obtenga debe estar
totalmente libre de factores externos como lo que piensen los amigos
o la familia sobre lo que es ser exitoso.

El éxito, por lo general, se asocia al triunfo o al logro de la victoria en


algo que nos hayamos propuesto, así como a la obtención de un
reconocimiento debido a nuestros méritos. De allí que el éxito también
se relacione con el reconocimiento público, la fama o la riqueza.
La noción de éxito, no obstante, es subjetiva y relativa. Lo que para
una persona puede ser un éxito, para otra puede ser apenas un
consuelo ante el fracaso.

Desde diversos puntos de vista, por ejemplo, podemos considerar


como éxito el logro de aumento de las ventas de una empresa y como
consecuencia su crecimiento económico.

En conceptualización general ¿Qué es Éxito?


Hoy, en nuestros tiempos ¿Qué significa ser exitoso? Aquí podemos
empezar a citar un montón de definiciones, las sociales,
empresariales, psicológicas, románticas y más pero el problema de
todos estos conceptos es que son muy genéricos y no hacen más que
adornar una definición que debería ser bastante simple y que tiene
que ser muy personal, el éxito no puede explicarse de la misma
manera para todos, su definición parte de la inteligencia emocional
(tema del cual estaremos hablando la próxima semana), es decir que
éxito es lo que cada persona considera que es el éxito, es lo que a
cada quien lo hace sentir a gusto y bien consigo mismo; todos lo que
queremos lograr el éxito debemos detenernos y reflexionar acerca de
lo que nos hace verdaderamente felices y de cómo queremos vivir
nuestra vida, porque lo que funciona para unos no necesariamente
funciona para otros, quien busca el éxito debe realizar una
introspección en la que se pregunte que es lo que lo haría
verdaderamente feliz y la respuesta que obtenga debe estar
totalmente libre de factores externos como lo que piensen los amigos
o la familia que es ser exitoso.

¿Por qué no debemos tener miedo al éxito?


según la Psicología, el miedo al éxito es una condición que se
manifiesta en quienes presentan un temor asociado a las
consecuencias y responsabilidades que el éxito podría acarrear en sus
vidas. Este tipo de personas tienen miedo consciente o inconsciente
de no ser capaces de preservar el éxito una vez hayan arribado a él y,
en consecuencia, temen al fracaso.

Asimismo, el miedo al éxito puede vincularse al sentimiento de no


creerse merecedores del éxito, a la falta de confianza en sí mismos, o
al temor al rechazo social por parte de la comunidad. Como tal, las
personas con miedo al éxito obran, de manera consciente o
inconsciente, para obstaculizar o arruinar la posibilidad del éxito.

Pero, no obstante, el miedo a tener éxito suele ser normal al inicio de


toda actividad propuesta por lo tanto como seres pensantes con la
capacidad de cambiar el rumbo de toda situación critica que nos
pretenda derrumbar y desviar del camino a nuestra meta deseada
podemos lograr el fin optimo siempre y cuando estemos firmes sin
temer a nada sin temer al cambio, cuyo cambio nos llevara al éxito
tanto personal como también al éxito en general.

Cinco comportamientos claves de las personas exitosas

1. Ser concreto. En Metodología de la Investigación se afirma que


un buen objetivo debe ser medible y cuantificable. Pues bien,
esta idea también se aplica en la vida real ya que en muchas
ocasiones nos planteamos objetivos demasiado amplios que nos
hacen desvirtuarnos del camino.
Por ejemplo, muchas personas se plantean objetivos del tipo:
“perderé de peso” o “trabajaré más”. Sin embargo, ¿cómo sabes
cuándo has alcanzado el peso ideal o las horas de trabajo
adecuadas?
El hecho de no tener un punto al cual dirigirse disminuye nuestra
motivación y usualmente nos hace abandonar el objetivo a mitad
del camino. Sin embargo, todo es diverso cuando nos
planteamos: “perderé diez kilos” o “trabajaré quince horas más a
la semana”.
2. Ser proactivo. La procrastinación es uno de los peores
enemigos del éxito. Muchas de las personas que no logran sus
objetivos suelen postergar las tareas y no aprovechan las
oportunidades que se les presentan.
Sin embargo, para alcanzar un objetivo es vital movilizar buena
parte de nuestros recursos. En este caso, mientras más
precisión se logre, mejor. Las personas exitosas planifican un
momento del día para trabajar en pos de sus objetivos y no
vacilan cuando se le presentan las oportunidades. Son 100%
proactivas.
3. Ser optimista y realista a la vez. Una buena parte de las
personas que no logran sus metas realmente han fracasado
antes de empezar ya que enfrentan las tareas desde una
perspectiva pesimista. Esto no quiere decir que el pensamiento
positivo sea la llave todopoderosa que abrirá todas las puertas,
sino que es necesario alcanzar la justa medida entre optimismo y
realismo.
Las personas exitosas comprenden sus objetivos desde una
perspectiva optimista, pero enfrentan las tareas desde una
postura realista. En otras palabras, debemos confiar en nuestras
potencialidades para alcanzar los objetivos que nos hemos
propuesto, pero a la misma vez debemos saber con qué
recursos contamos en aras de establecer estrategias realmente
eficaces.
4. Saber exactamente dónde estás. Cuando las personas
exitosas se plantean una meta saben que la evaluación del
desempeño es una fase fundamental. Es decir, debes saber
cuánto camino has recorrido y cuánto te falta. Solo de esta forma
podrás reevaluar la eficacia de tus estrategias y cambiarlas si es
necesario.
Este aspecto es fundamental, sobre todo cuando nos
planteamos objetivos de vida a largo plazo ya que usualmente
las condiciones del medio o nosotros mismos vamos cambiando
y nuestros planes para alcanzar las metas pueden quedar
obsoletos.
5. Ser persistente. Independientemente de todos los aspectos
citados, solo el compromiso y la persistencia pueden conducir al
éxito, sobre todo si nos proponemos objetivos de vida a largo
plazo.
En el camino que debemos recorrer para lograr nuestros
objetivos probablemente sufriremos varios reveses que no deben
interpretarse como una derrota sino como una fase intrínseca al
desarrollo. Toda evolución conlleva retrasos en el camino ya que
el desarrollo no es una línea recta que siempre mira hacia
delante sino una espiral con altas y bajas. Las personas que
logran el éxito saben que estos “fracasos” los hacen más fuertes
y persisten en su objetivo.

Seis indicadores del verdadero éxito.

El triunfo no es una meta, sino un estado que podemos alcanzar

si somos capaces de salir de nuestra zona de confort


¿Quién no desea lograr el éxito en la vida? Si tuviéramos que
definirlo, diríamos que consiste en alcanzar ciertos objetivos,
tener dinero o poder... Hay respuestas para todos los gustos. Si
reflexionamos un poco más, comprobaremos que la mayor parte
de los indicadores que utilizamos son externos y exhiben más
poder que éxito. Mirarlo desde ese punto de vista encierra una
trampa: si alguna vez logramos alguno de los objetivos es fácil
que nos inunde una sensación de vacío importante. El asunto
solo se arregla cuando nos fijamos otra aspiración. Por eso me
gusta la definición de éxito que hace el emprendedor Ney Díaz
en su interesante libro Las 12 preguntas. Para Díaz, el éxito no
es un lugar o una meta, sino un estado, una sensación.
Consiste en ser feliz con lo que se hace, en ser cada vez
mejor y en tener un equilibrio en todas las facetas de
nuestra vida.

El éxito interior es más integral, toca cada una de las facetas de


nuestra vida, se apoya en nuestros valores y, además, es
sostenible en el tiempo. Lógicamente no es perfecto. Es imposible
lograr ese nivel, pero estar feliz con nosotros mismos y con lo que
hacemos genera una profunda satisfacción que podemos medir
basándonos en la propuesta que hace Díaz en su libro.

1. Paz interior. El éxito se puede valorar por el número de horas


que descansamos, aunque pueda sorprendernos. Cuando uno
está aquejado de mala salud o tiene una preocupación puntual
es posible que vea afectado su descanso. Los problemas
constantes para dormir suelen ser un reflejo de una
preocupación, de un conflicto no resuelto o de algún tema que
nos corroe.
2. Trabajar por un propósito. La satisfacción de lo que se hace
tiene un impacto positivo en la vida de los demás. No hace falta
que sea una empresa grande, basta con cuidar a un familiar,
dirigir adecuadamente un equipo de personas o, sencillamente,
tener unos valores positivos. Contar con un propósito y trabajar
en él es uno de los grandes éxitos que podemos alcanzar en
nuestra vida.
3. Desarrollo de potencial. La convicción de estar explotando al
máximo las capacidades que tenemos. Por eso, cuando
poseemos un talento al que no sacamos partido nos genera
cierta frustración. Un ejemplo claro lo podemos ver en el trabajo
cuando desarrollamos una tarea y pensamos estar más
cualificados.
4. Estar aprendiendo. La sensación de estar creciendo y
progresando como ser humano es una de las motivaciones más
profundas que poseemos, junto con la de contribuir a un
propósito. Resulta frustrante creer que estamos estancados en el
trabajo o en nuestra vida personal.
5. Buenas relaciones personales. La capacidad para construir y
mantener relaciones que enriquecen y suman es un indicador de
éxito y de profunda satisfacción.
6. Ética. La autoridad moral para decir que mentir, robar o
cualquier otra conducta negativa es inadecuada. Poder
aseverarlo porque nosotros no incurrimos en ello nos genera
tranquilidad de espíritu y paz interior.
En definitiva, podemos concluir que el éxito no es una meta, sino un
estado que podemos alcanzar si somos capaces de salir de nuestra
zona de confort. Basta con enfocarnos en los indicadores descritos.

Fuente:https://elpais.com/elpais/2019/11/04/laboratorio_de_felicidad/1
572876699_568435.html.

1. Crea tu propia suerte. Las personas exitosas no esperan a que


las situaciones aparezcan, ¡las crean!
2. Ten la mirada puesta en los resultados. No importa si en el
camino tienes tropiezos o pequeños fracasos. Lo importante es
que sepas hacia dónde te diriges.
3. Aprende a sacrificar las gratificaciones de corto plazo. Es
mejor postergar los triunfos pequeños, no te comas la guinda
antes que esté en el pastel.
4. No pierdas tiempo en lamentaciones. Cuando las cosas no
funcionen o no salgan como esperabas, sigue adelante. Sentarte a
lamentarte por lo ocurrido y autocompadecerte no hará sino
retrasar el éxito.
5. No temas al fracaso. Quienes nunca lo intentan nunca fracasan
dijo un gran emprendedor. Si te caes, vuélvete a levantar y sigue
adelante.
6. Escucha activamente a cuantos te rodeen. No desestimes
ningún consejo. Por más curioso que parezca, muchas veces quien
menos esperamos tiene una gran idea o solución para aquello que
está demorando nuestro éxito.
7. Disfruta lo que haces. Es vital disfrutar lo que se hace para
alcanzar el éxito. Además, el placer de estar haciendo lo que
quieres, te dará más impulso para continuar sin desmayar.

Fuente: Marketingdigital.com

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