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¿Qué pasa con los modelos

económicos?
Michael Woodford

E
l ensayo de John Kay que invita a la reflexión1 que sea verdad que los economistas que son más
argumenta que los economistas se han con- propensos al uso del análisis matemático formal
fundido debido a la confianza excesiva en sean generalmente más dogmáticos en sus con-
los modelos formales derivados de supuestos que clusiones que los que dependen de modelos más
guardan muy poca similitud con el mundo en el cual informales de argumentación. A menudo, el razo-
vivimos. Y ciertamente es verdad que, al menos a namiento a partir de los modelos formales hace
veces, se han tomado decisiones desastrosas con que sea más fácil ver la solidez de los supuestos
base en modelos que demostraron ser incorrectos. requeridos para que el argumento sea válido, y lo
Algunos de los modelos estadísticos empleados diferente que podrían ser las conclusiones depen-
por las instituciones financieras para valorar los diendo de cambios modestos en supuestos espe-
derivados financieros basados en hipotecas justo cíficos. Y si cualquier profesional de la modelación
antes de la reciente crisis financiera son un buen económica está dispuesto a evaluar honestamente
ejemplo de ello. la fragilidad de sus conclusiones, el uso de un mo-
Pero no creo que la ruta para un razonamiento delo para justificar estas conclusiones hace que
económico más sensato implique abandonar la in- sea más fácil para los otros ver en qué supuestos
clinación de los economistas a razonar mediante se ha basado y así desafiarlos. Por lo tanto, recu-
el uso de modelos. Los modelos permiten que la rrir a la argumentación basada en modelos facili-
congruencia interna de un argumento propuesto ta el proyecto general de cuestionamiento crítico
se verifique con mayor precisión; permiten una di- que representa, en mi opinión, nuestra mejor espe-
ferenciación más detallada entre hipótesis alterna- ranza de una aproximación paulatina a la verdad.
tivas, y el desarrollo de cadenas de razonamiento Ciertamente, Kay no niega la utilidad de los mo-
más largas y sutiles sin que el autor o el lector se delos como tales. Admite que hay usos adecua-
enreden con desespero en ellas. Tampoco creo dos de modelos y de razonamientos matemáticos;
y sin embargo argumenta que los economistas a
1
John Kay (2012), “El mapa no es el territorio: un en- menudo emplean modelos del tipo equivocado, si-
sayo sobre el estado de la economía”, Boletín del mulaciones en computadora de mundos artificiales
cemla, vol. lviii, núm. 4, octubre-diciembre, pp. 259- que se confunden con descripciones literales de
266.

Cátedra John Bates Clark de Economía Política, Departamento de Economía, Universidad de Columbia. Traduce y
publica el cemla con su autorización el artículo “What’s Wrong with Economic Models?”, publicado en Institute for
New Economic Thinking, julio de 2012.

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la realidad. Pero no me convence esta distinción supuestos precisos que se hacen, al menos sobre
propuesta. Es verdad que algunos modelos útiles alguna serie de supuestos posibles que puedan
no pretenden representar literalmente al mundo, y considerarse como de relevancia empírica. Estos
su intención es simplemente aclarar las conexio- tipos de escrutinios críticos son fundamentales
nes entre los conceptos generales o permitir que se para el uso sensato de modelos con fines prácti-
llegue a conclusiones cualitativas más que cuanti- cos. Hacen que sea más difícil el sano uso de un
tativas. Pero a menudo se necesitan modelos que razonamiento basado en modelos pero escasa-
intenten ser análogos a algún tipo de economía mente representan el abandono del razonamien-
real, en el sentido de que las cantidades matemá- to deductivo basado en un modelo. Ciertamente,
ticas en el modelo intentan representar cosas del mientras mayor sea el grado en el cual nuestro mo-
mundo tales como el pib real de Estados Unidos delo proporcione descripciones completas de los
en el tercer trimestre de 2011. Por ejemplo, se po- mundos artificiales pensados como análogos a las
dría admitir que en una situación que uno espera economías reales, más obvias serán las posibili-
analizar, varios mecanismos estarán en funcio- dades del escrutinio crítico de validez de nuestro
namiento al mismo tiempo, y quizás se quiera for- razonamiento.
mar una opinión acerca de cuál de estos factores Sin embargo, existe un aspecto importante en el
es probable que pese más que los otros como un cual creo que muchos de los análisis económicos
asunto cuantitativo. Es difícil ver cómo se puede basados en modelos imponen un requisito de co-
formar una opinión sobre este tipo de preguntas, herencia interna que es excesivamente exigente,
excepto razonando con el uso de un marco mate- y que puede generar una fragilidad innecesaria en
mático (al menos una humilde hoja de cálculo) en las conclusiones alcanzadas; y sospecho que esto
la cual las cantidades del modelo intenten repre- tiene que ver en gran medida con la inquietud de
sentar cantidades del mundo real, y las relaciones Kay con respecto al análisis económico moderno.
entre las cantidades que se asumen en el análisis Al menos en las tres últimas décadas ha sido habi-
correspondan a las relaciones que creemos debe- tual el uso de modelos en los cuales el modelo no
rían existir entre las cantidades correspondientes sólo ofrece una descripción completa de un mundo
en el mundo, al menos como una aproximación útil. hipotético, y no sólo es esta descripción en la cual
Por lo tanto, creo que es inevitable que el análisis los resultados se deducen de un comportamiento
económico esté dirigido principalmente por el uso racional por parte de los responsables de la toma
de modelos matemáticos, y que a menudo estos de decisiones en el modelo, sino que supone que
modelos propondrán descripciones completas de los responsables de toma de decisiones en el mo-
mundos artificiales. Ciertamente, esto no significa delo entienden al mundo de manera exactamente
que las conclusiones obtenidas a partir de estos igual a la representada en el modelo. Más precisa-
modelos deberían considerarse como aplicables al mente, al hacer predicciones sobre las consecuen-
mundo real, tan sólo por el rigor del razonamiento cias de sus acciones (un componente necesario
empleado al sacar conclusiones dentro del mundo para la justificación de su comportamiento en tér-
del modelo. Es esencial evaluar el realismo de los minos de selección racional), se supone que ha-
supuestos: sin duda no evaluar si el modelo des- cen exactamente las predicciones que el modelo
cribe literalmente todos los aspectos del mundo, da a entender que son correctas (condicionadas
cosa que nunca sucede, sino evaluar el realismo de por la información que tienen disponible en su si-
lo que supone el modelo sobre aquellos aspectos tuación personal).
del mundo que pretende representar. Es también Este postulado de expectativas racionales,
importante evaluar la robustez de las conclusio- como se las conoce generalmente a pesar de ser
nes del modelo con respecto a variaciones en los un término un tanto confuso, es el supuesto teórico

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crucial detrás de doctrinas como la de los merca- Reserva Federal– que podemos creer tienen al-
dos eficientes en la teoría de fijación de precios guna validez actual sin necesariamente esperar
de los activos y de la equivalencia ricardiana en que sigan siendo igualmente válidas de manera
macroeconomía. A menudo el postulado se pre- permanente. Si las preguntas que queremos que
senta como si fuera una consecuencia simple de responda nuestro modelo se relacionan sólo con
la aspiración a la congruencia interna de nuestro la evolución de series de tiempo agregadas du-
modelo o una explicación de las elecciones de los rante los próximos años, no es necesariamente
individuos con base en su racionalidad particular, un problema si no estuviéramos seguros de cómo
pero en realidad no es una implicación necesaria especificar estas relaciones a futuro, y por lo tanto
de estos compromisos metodológicos. No se de- la condición de inconocible del futuro no es razón
duce del hecho de que creamos en la validez de para abandonar cualquier intento de análisis ba-
nuestro modelo propio y que pensemos que pue- sado en modelos. Pero en el caso del análisis de
de suponerse que las personas hacen elecciones expectativas racionales, no es posible analizar las
racionales que deben asumirse como las opcio- preguntas sobre el corto plazo sin especificar las
nes que serían consideradas como correctas por relaciones estructurales hacia el futuro y técnica-
alguien que (como los economistas) crea en la va- mente, en muchos modelos, infinitamente lejos en
lidez de las predicciones de ese modelo. Menos el futuro. Esto es porque no se puede exigir con-
aún se deduciría esto si el economista acepta la gruencia entre las expectativas de las personas y
necesidad de contemplar la posibilidad de una va- lo que predice el modelo a menos que el modelo
riedad de modelos posibles, que sólo los modelos también haga predicciones sobre el futuro. Pero
que debería considerar son aquellos en cada uno si el modelo hace estas predicciones sobre el fu-
de los cuales se supone que todos en la economía turo con base en las expectativas que se espera
entienden la exactitud de ese modelo particular, que tenga la gente en ese tiempo futuro con res-
más que contemplar las creencias que podrían pecto a un futuro más distante aun, entonces es
(por ejemplo) ser compatibles con uno de los mo- necesario que el modelo haga predicciones sobre
delos en el conjunto que él considera como posi- ese futuro más distante aun, y así sucesivamen-
blemente correcto. te sin fin. Por lo tanto, la especificación completa
Si bien el postulado de las expectativas racio- de nuestro modelo implica supuestos mucho más
nales no se desprende inevitablemente del deseo heroicos sobre la validez eterna previsible de par-
de construir modelos completos –en el sentido ticulares relaciones estructurales, si se demanda
de modelos en los cuales nuestros supuestos se congruencia con el postulado de las expectativas
explican con suficiente detalle como para permi- racionales.
tir que se llegue a conclusiones precisas– hay un Al mismo tiempo, la aceptación del postulado
sentido en el cual el compromiso con los postula- de expectativas racionales hace posible ver a los
dos de expectativas racionales requiere que nos modelos como marcos explicativos completos y
comprometamos con modelos más completos de obtener respuestas completamente determinadas
los que serían necesarios para abordar la pregunta a partir de ellos, aun cuando incluyan sólo descrip-
que queremos responder. Para los fines del análi- ciones muy parciales de las situaciones reales de
sis macroeconómico, generalmente es necesario las personas. En realidad, la manera en la cual ac-
especificar las relaciones estructurales –digamos, túan las personas en situaciones particulares de
la relación de la ley de Okun entre la tasa de des- elección es probable que dependa no sólo de una
empleo y el pib real, o la relación de la curva de especificación básica de las opciones disponibles
Phillips entre la inflación y el desempleo, o la regla para ellas en esta ocasión, sino también de otros
de Taylor para describir el comportamiento de la aspectos de sus circunstancias– su historia y sus

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otros compromisos– que determinan la manera en las variables sobre las expectativas que han sido
que ellos perciben la situación particular de elec- omitidas de la regresión. De ser así, es posible que
ción cuando se enfrentan a ella. Pero el postulado resulten poco confiables como base para pronos-
de expectativas racionales implica que estos facto- ticar los efectos en los cambios de política, tales
res contextuales deberían ser irrelevantes, excepto como los efectos del mayor gasto de gobierno en
en la medida en que los distintos aspectos de la vida la actividad económica agregada.
de las personas sean realmente interdependien- Esta ha sido una importante lección de la litera-
tes, cuando se los entiende correctamente (algo tura de expectativas racionales en la macroeco-
que el analista económico asumirá alegremente, nomía desarrollada por Lucas y otros, y no creo
por conveniencia analítica, que no es el caso). Así, que deba olvidarse. Al mismo tiempo, la alternati-
el estilo de modelo preferido por el análisis de ex- va convencional desarrollada en respuesta a esta
pectativas racionales abarcará tanto la abstracción crítica –según la cual el gasto de consumo agre-
radical de muchos aspectos ya conocidos de las gado se modela como la solución a la ecuación de
circunstancias actuales de los individuos como la Euler (condición para la optimalidad intertempo-
especificidad heroica sobre aspectos del futuro ral) de un hogar representativo, con la hipótesis de
sobre el cual sabemos prácticamente nada. Qui- expectativas racionales– tiene dificultad para ha-
zás este es el aspecto de los modelos que lleva a cer que las propiedades estadísticas de los datos
Kay a compararlos con videojuegos. agregados coincidan estrechamente. Para evitar
¿Hay alguna alternativa? No creo que sea sim- hacer predicciones (sumamente) contrafácticas,
plemente volver atrás, como sugiere Kay, a la sim- los modelos dsge empíricos clásicos actuales co-
ple estimación de las relaciones estadísticas al múnmente asumen las preferencias para los hoga-
estilo de la función consumo de Keynes y tratarlas res representativos que incorporan un alto grado
como (funciones) estructurales, sin perturbación. de persistencia de hábito, para que aun cuando se
No es verosímil que debiera existir una relación resuelvan con el supuesto de optimización inter-
estructural confiable entre la renta agregada dis- temporal con expectativas racionales, el gasto de
ponible y el gasto de consumo agregado, cuyos consumo no saltará bruscamente en respuesta a
coeficientes pueden descubrirse mediante una los eventos que (al menos según el modelo) de-
simple regresión de series históricas de tiempo berían cambiar predictiblemente el rumbo futuro
para una variable o para la otra. Con seguridad las del ingreso de los hogares. 2 Pero el postulado de
decisiones sobre el ahorro (o de manera equivalen- la persistencia de fuertes hábitos no ha logrado
te, sobre la porción del ingreso corriente que debe- mucho apoyo en los estudios de comportamiento
ría gastarse en el consumo corriente) se toman de de los hogares individuales. Una explicación al-
cara al futuro y con base en las expectativas sobre ternativa para la observación de los alejamientos
nuestra posible necesidad de ahorros en una fe- persistentes de las predicciones del modelo de la
cha futura. Así, es difícil no creer que las expecta- ecuación de Euler de expectativas racionales con
tivas sobre las condiciones económicas futuras, y
no solamente los niveles de ingreso corriente de 2
Ver, por ejemplo: Lawrence J. Christiano, Martin Ei-
las personas, sean parte de los factores determi- chenbaum, y Charles L. Evans (2005), “Nominal Rigi-
nantes clave del gasto de consumo. A esto le sigue dities and the Dynamic Effects of a Shock to Monetary
que las ingenuas estimaciones por regresión de Policy”, Journal of Political Economy, University of
la propensión marginal al consumo son casi con Chicago Press, vol. 113(1), febrero, pp 1-45. Tam-
bién: Frank Smets y Raf Wouters (2007), “Shocks and
certeza gravemente sesgadas, debido a la corre-
Frictions in us Business Cycles: A Bayesian dsge Ap-
lación en el periodo histórico de la muestra entre proach”, American Economic Review, vol. 97, núm. 3,
las variaciones medidas del ingreso disponible y junio, pp. 586-606.

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preferencias más estándar sería el alejamiento per- Guesneire;4 la teoría de los equilibrios de creen-
manente de las expectativas de los hogares reales cias racionales propuesta por Mordecai Kurz;5 y
de aquellas implicadas por la solución de expecta- el estudio de la dinámica del aprendizaje resultan-
tivas racionales del modelo de los economistas.3 te de la re-estimación constante de los modelos
La macroeconomía del futuro, pienso, seguirá econométricos, desarrollado más extensamente
empleando los modelos de equilibrio general en los en el trabajo de George Evans y Seppo Honkapo-
cuales la conducta de los hogares y de las empre- hja.6 Son enfoques relativamente diferentes, pero
sas se deriva de las consideraciones de optimali- cada uno intenta explicar el comportamiento como
dad intertemporal, pero en el cual la optimización congruente con la optimización intertemporal; cada
es relativa a las creencias en evolución de los ac- uno propone límites definidos en las expectativas
tores sobre el futuro, que no necesitan coincidir de los agentes económicos, que corresponden a
perfectamente con las predicciones del modelo los conceptos de los requisitos de la racionalidad
del economista. Por lo tanto la macroeconomía se individual (si bien no asumen el tipo de coordina-
desarrollará a partir de los avances de los mode- ción de expectativas asumidas por la hipótesis de
los de las últimas décadas, en lugar de declararlos las expectativas racionales); y cada una puede ser
como un desvío equivocado. Pero también tendrá incorporada en los modelos macroeconómicos de
que ir más allá de la metodología convencional de equilibrio general en los cuales los problemas de
finales del siglo veinte, al hacer de la formación y decisión individual son tan complejos como los
la revisión de las expectativas un objeto de análisis postulados en las expectativas racionales conven-
en sí, más que abordarlas como algo que ya de- cionales de los modelos dgse.7
bería estar exclusivamente determinado una vez
4
que los otros elementos de un modelo económico Ver los artículos reunidos en Roger Guesnerie, As-
sessing Rational Expectations 2: Eductive Stability in
(las especificaciones de preferencias, tecnología,
Economics, mit Press, Cambridge, 2005.
estructura de mercado y políticas de gobierno) han 5
Ver los artículos reunidos en Mordecai Kurz, ed.,
sido establecidos. Endogenous Economic Fluctuations: Studies in the
Ya se han propuesto una serie de maneras de Theory of Rational Beliefs, Springer Verlag, 1997.
6
modelar las expectativas en los modelos econó- Ver, por ejemplo, George W. Evans y Seppo Honka-
micos, que relajan los fuertes supuestos de la hi- pohja, Learning and Expectations in Macroecono-
pótesis de expectativas racionales. Tres ejemplos mics, Princeton University Press, Princeton, 2001. Se
exponen enfoques relacionados en Thomas J. Sar-
de programas de investigación de larga data de
gent, Bounded Rationality in Macroeconomics, Oxford
este tipo (cada uno de hace 15 años o más) son University Press, Oxford, 1993.
el análisis de la estabilidad deductiva de Roger 7
Ejemplos de modelos macroeconómicos monetarios
de equilibrio general intertemporal que usan los en-
3
Como ejemplos de cómo las hipótesis alternativas foques anteriormente mencionados para modelar las
acerca de las expectativas pueden explicar la corre- expectativas incluyen a Roger Guesnerie, “Macro-
lación serial en la tasa de crecimiento del gasto sin la economic and Monetary Policies from the ‘Eductive’
hipótesis de la formación de hábitos ver, entre otros, Viewpoint”, en Klaus Schmidt-Hebbel y Carl Walsh,
Christopher D. Carroll y Martin Sommer, “Epidemiolo- eds., Monetary Policy Under Uncertainty and Learn-
gical Expectations and Consumption Dynamics”, Mo- ing, Banco Central de Chile, Santiago, 2007; Morde-
ney Macro and Finance Research Group Conference, cai Kurz, A New Keynesian Model with Diverse Be-
abril de 2003; Ricardo Reis, “Inattentive Consumers”, liefs, Stanford University, septiembre de 2011; Sergey
Journal of Monetary Economics, vol. 53, núm. 8, ni- Slobodyan y Raf Wouters, Learning in an Estimated
viembre de 2006, pp 1761-1800; y Fabio Milani, “Ex- Medium-Scale dsge Model, cerge-ei Working Pa-
pectation Shocks and Learning as Drivers of the Bu- per, núm. 396, Charles University, Praga, noviembre
siness Cycle”, cerp Discussion Papers, núm. 7743, de 2009; y el trabajo de Fabio Milani, citado anterior-
agosto de 2010. mente.

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Actualmente estamos lejos de lograr cualquier modelo de pronóstico que deberíamos esperar que
tipo de consenso sobre cuál, si es que hay uno, se use en un entorno económico determinado. El
de estos enfoques resultará más fructífero para uso prudente de este enfoque para el análisis de
la creación de modelos macroeconómicos prácti- política económica ciertamente necesitaría con-
cos. La investigación adicional –no sólo de la es- siderar una variedad de supuestos posibles acerca
tructura lógica de estas teorías sino también de su los enfoques de pronóstico usados por los agentes
congruencia con el comportamiento observado económicos, alejado de la consideración que se
y la prueba de bibliografía disponibles sobre los le daría a la incertidumbre sobre la especificación
cambios en las expectativas reales de las perso- correcta de un entorno económico.
nas en el tiempo– probablemente ofrezca mayor Esta falta de una única predicción clara sobre
claridad de la que es posible hoy. Pero no es obvio cómo se debería pronosticar se considera a menu-
que deberíamos esperar obtener una teoría que do como la razón para no contemplar este tipo de
permita que un analista económico prediga lo que hipótesis, y en cambio preferir la hipótesis de las
la gente esperará necesariamente en un entorno expectativas racionales que se enfoca en brindar
económico dado. En realidad, tanto el enfoque de una predicción única sobre las expectativas en un
estabilidad deductiva como la teoría de equilibrios entorno económico dado.9 Pero un enfoque más
de creencias racionales sólo identifican conjuntos sensato podría ser el aceptar que sólo deberíamos
de creencias posibles (y por lo tanto posibles re- esperar que nuestro modelo de economía produz-
sultados) que son congruentes con las restriccio- ca una variedad de resultados plausibles, en lugar
nes teóricas propuestas en un modelo económico de una predicción única. Esto no haría que los mo-
dado, en lugar de producir predicciones únicas.8 delos fueran poco útiles como lineamientos para
Creo que otros enfoques, tales como los modelos la selección de políticas públicas; los enfoques
de aprendizaje econométrico de Evans y Honka- de modelos mencionados anteriormente siguen
pohja, son mejor considerados como enfoques con implicando un conjunto muy diferente de posibles
un propósito similar: esto es, que buscan identi- resultados en el caso de políticas alternativas, y
ficar un rango de especificaciones de creencias
plausibles en un modelo económico particular, 9
En realidad, el equilibrio de expectativas racionales
más que ofrecer una predicción única que puede es también impreciso en muchos modelos económi-
esperarse a priori que sea correcta. Un modelo cos bien planteados, de manera que una gran mul-
tiplicidad de especificaciones posibles de expectati-
de aprendizaje de mínimos cuadrados, por ejem-
vas con la hipótesis de expectativas racionales. Ver,
plo, ofrece una predicción definitiva, pero sólo en por ejemplo, Roger Guesnerie y Michael Woodford,
el caso de un supuesto particular sobre el modelo “Endogenous Fluctuations”, en J.-J. Laffont, ed.,
de regresión que se usa para hacer un pronóstico, Advances in Economic Theory: Proceedings of the
y la teoría no identifica una especificación única de Sixth World Congress of the Econometric Society,
Cambridge University Press, Cambridge, 1992. Al-
gunos responden a esta dificultad buscando reforzar
8
Otros enfoques recientes que buscan sólo estable- la hipótesis de expectativas racionales para lograr
cer límites al ámbito de creencias posibles incluyen una predicción única. Un enfoque alternativo trata la
la economía del conocimiento imperfecto propuesto potencial indeterminación de las expectativas como
en Roman Frydman y Michael Goldberg, Imperfect un problema que debería buscar minimizarse me-
Knowledge Economics: Exchange Rates and Risk, diante una elección apropiada de políticas públicas.
Princeton University Press, Princeton, 2007; y el de Ver, por ejemplo, la exposición de las consecuencias
expectativas cuasirracionales propuesto en Michael para la elección de una regla de política monetaria en
Woodford, “Robustly Optimal Monetary Policy with Michael Woodford, Interest and Prices: Foundations
Near-Rational Expectations,” American Economic Re- of a Theory of Monetary Policy, Princeton University
view, vol. 100, núm. 1, 2010, pp. 274-303. Press, Princeton, 2003, capítulo 4.

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una comparación de estos conjuntos puede aún investigación. Es de destacar que en tiempos re-
brindar una base para elegir una política en lugar cientes se formó una red internacional de inves-
de otra. Por ejemplo, podríamos buscar determi- tigación, bajo el liderazgo de Roger Guesnerie,
nar qué política garantiza el mayor límite inferior de con el fin de entender mejor el problema de la co-
nuestra medición de bienestar social, entre todo el ordinación de expectativas.11 La red tiene inten-
conjunto de posibles creencias que se consideran ciones de profundizar el desarrollo de enfoques
como posibilidades plausibles en el ambiente que para elaborar los modelos de expectativas men-
se generaría por esta política.10 cionados anteriormente, entre otras cosas; para
Las consideraciones de un conjunto de posi- confrontarlos con la evidencia empírica sobre el
bles resultados con una política dada llevaría a un carácter de la formación de expectativas; y para
enfoque de diseño de políticas que se enfocaría plantear sus implicaciones para la macroeconomía
en la robustez de dichas políticas para posibles y la economía financiera en particular. Desde mi
variaciones en la manera en la cual las personas punto de vista, esta es una agenda a la cual le ha
en la economía entienden las consecuencias de llegado su momento.
las políticas, en lugar de enfocarse exclusivamen- Entonces si estoy en lo correcto en mi visión
te en la optimalidad de la política si los eventos sobre el futuro de la macroeconomía, no vamos a
se despliegan precisamente como se planearon. obviar los modelos, ni siquiera la aspiración para
Debería producir, por ejemplo, la inquietud de construir modelos con la intención de represen-
formular políticas que dificulten la aparición de tar a las economías reales; y sospecho que has-
burbujas de activos, o que reduzcan las distor- ta más del andamiaje conceptual de los modelos
siones económicas que resulten de ellas cuando dsge actuales resultará útil en la construcción de
se den, en lugar de ignorar estos temas con base los modelos que vendrán posteriormente. Lo que
en que, en un equilibrio de expectativas raciona- deberíamos sobrepasar es la aspiración a crear
les, no deberían ocurrir las burbujas. También modelos que no sólo puedan ser considerados (al
debería servir para prestar más atención a las menos provisoriamente) como correctas repre-
políticas de comunicación de los bancos centra- sentaciones de la realidad para fines de análisis de
les y de los actores gubernamentales, en lugar de política, pero que también podría asumirse como
asumir que las explicaciones oficiales de la polí- evidentemente válido por sí mismo para todos en
tica son irrelevantes dado que puede esperarse la economía. Esto hará que la mejor manera de
que los agentes económicos tengan expectativas crear modelos sobre las creencias de las personas
racionales, y que estas expectativas racionales con respecto al futuro de la economía un tema im-
dependan solamente de acciones gubernamen- portante de investigación junto con otros factores
tales, no de discursos. determinantes de resultados económicos. El cam-
Resta mucho por hacer para desarrollar mod- bio en la perspectiva tendrá consecuencias impor-
elos de utilidad práctica en este espíritu. Sin em- tantes en el modo en que buscamos validar y usar
bargo, los enfoques mencionados antes, y otros como parámetros a nuestros modelos, y posible-
relacionados, son actualmente el foco de mucha mente logre consecuencias de mayor alcance en
cuanto a la manera en la cual se usan los modelos
10
Un ejemplo de análisis de política en este espíritu se para evaluar las propuestas de política.
desarrolla en el trabajo de Woodford de 2010 –citado
11
en la nota 8–, y se desarrolla más en Klaus Adam y Ver los anuncios en: <http://ineteconomics.org/grants/
Michael Woodford, “Robustly Optimal Monetary Poli- international-network-expectational-coordination >,
cy in a Microfounded New Keynesian Model”, Journal y en <http://www.parisschoolofeconomics.eu/en/
of Monetary Economics, vol. 59, núm. 5, julio de 2012, news/27-28-29-june-1st-conference-inexc-internatio-
pp. 468-487. nalnetwork-on-expectational-coordination/>.

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