Está en la página 1de 8

TEMA 15​​: LOS PROCEDIMIENTOS PACÍFICOS DE SOLUCIÓN DE LAS CONTROVERSIAS

INTERNACIONALES.

LAS CONTROVERSIAS INTERNACIONALES

Siguiendo al TIJ, una controversia internacional es un desacuerdo sobre un punto de derecho o de hecho, una
oposición de tesis jurídicas o de intereses. Este concepto establece dos elementos necesarios para que
podamos hablar de una controversia:

- Elemento objetivo: se manifiesta en la existencia de un conflicto de intereses (u oposición de tesis


jurídicas sobre un punto de hecho o de derecho).

- Elemento subjetivo: hace referencia a la presencias de partes identificadas (en nuestro caso serán
sujetos de D.I.: los Estados y las O.I.)

Estos elementos son necesarios pero no suficientes: ese desacuerdo debe materializarse hacia el exterior,
junto la necesidad de un tercer elemento de carácter formal, que hace falta demostrar que la reclamación de
un sujeto de D.I. se encuentra con una oposición manifiesta de la otra parte también sujeto de D.I.

Los principios de solución de controversias son dos:

- La obligación de un arreglo pacífico: es imperativo para todos los Estados, que solucionen sus
controversias por medios exclusivamente pacíficos. Esta obligación se establece en la Carta de
NNUU en el art. 2.3: ​“Los Miembros de la Organización arreglarán sus controversias
internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y la
seguridad internacionales ni la justicia.”​ Las normas de D.I. no imponen un obligación de resultado.

- Libre elección de los medios: este principio es inherente a la soberanía e igualdad de los Estados. La
libre elección supone que las partes de un conflicto pueden optar entre diferentes medidas para la
solución de la controversias. A veces, mediante tratado a priori se establece que el medio de solución
se utilizará en controversias sobre aplicación e interpretación del mismo. Esos medios de arreglo
básicamente son:

➔ Los medios de arreglo político o no jurisdiccionales: son la negociación, los buenos oficios,
la mediación, la investigación y conciliación. A través de ellos, el arreglo de la controversia
puede buscarse al margen, aunque no en contra, de la aplicación del D.I., y la solución
propuesta a través de estos medios sólo se hace obligatoria mediante el acuerdo entre las
partes.

➔ Los medios de arreglo jurisdiccionales, se reflejan en el arbitraje y el arreglo judicial. En


ambos casos, el arreglo de la controversia se somete a un tercero imparcial. En el caso de
arbitraje, se trata de un órgano ad hoc y, en el caso del arreglo judicial, se trata de un órgano
permanente de carácter institucional. La controversia (en los casos de arbitraje y arreglo
judicial), concluye mediante la aplicación del D.I., y la decisión que emane de esos órganos
es definitiva y vinculante para las partes en el litigio y se genera responsabilidad
internacional en el caso de incumplimiento de esa decisión.

LOS PROCEDIMIENTOS NO JURISDICCIONALES DE RESOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS


(MEDIOS POLÍTICOS)

Son los medios normales, ya que las partes en la controversia tienen una gran capacidad de actuación. La
solución no será obligatoria para las partes.

En cuanto a la negociación, es el principal medio de solución pacífica de controversias internacionales, que


se sustancia a través de las negociaciones diplomáticas y que, además, hay que destacar que son un medio de
solución de controversias que pueden cumplir una función múltiple ya que puede ser utilizado como un
medio autónomo o puede ser el primer paso que se adopta para seguir otro medio de resolución de conflictos.

La negociación directa entre las partes es el modo más habitual de resolución de controversias. Las partes
gozan de una libertad casi absoluta a la hora de decidir la resolución, ya que sólo tiene una limitación que es
negociar de buena fe, quedándoles un amplio margen de actuación. Una característica fundamental es el
secreto de negociaciones.

Respecto a los buenos oficios y la mediación, son un medio de resolución de controversias habitual cuando
las partes han roto sus relaciones y, además, esa controversia puede representar una amenaza para la paz y la
seguridad internacionales. En estos casos se suele acudir a estos dos medios ya que va a actuar un tercero. El
papel que juega el tercero será lo que diferencie a los buenos oficios y la mediación. Su distinción es nítida
en virtud de las funciones que se le otorguen a ese tercero.

Los Buenos Oficios suponen el grado más modesto de intervención de ese tercero, ya que este se va a limitar
a ejercer su influencia política o moral para establecer relaciones entre las partes en el litigio, o para facilitar
que se produzca una negociación directa entre las partes, y por tanto su función termina cuando ha logrado
restablecer las relaciones entre las partes o cuando ha sido capaz que se produzcan negociaciones directas
entre las partes.

La mediación supone un paso más en la intervención del tercero, porque es cierto que, en un primer
momento su misión consiste en acercar a las partes. Tiene un papel más activo, ya que participará
activamente en el desarrollo de las negociaciones, participando bien como vía de comunicación entre las
partes, bien sugiriendo una solución a la controversia y, en todo caso, el mediador suele estar presente bien
hasta que se alcanza el arreglo de esa controversia o bien hasta que se ve que fracasa la mediación y se
constata el fracaso de este procedimiento.

Hay que apuntar que buenos oficios y mediación sólo pueden ser ejercidos a solicitud de los Estados
interesados o si un tercero se ha ofrecido como mediador y las partes lo han aceptado. En la práctica veremos
que generalmente esas funciones suelen ser confiadas a representantes estatales o a representantes de O.I. y,
en este caso, hay que destacar la participación en procesos de buenos oficios y de mediación la labor del
Secretario General de las NNUU.

En cuanto a la investigación, este medio tiene como finalidad fundamental obtener un conocimiento
imparcial y detallado de los hechos que dieron lugar a la controversia, y este conocimiento suele canalizarse
a través de un órgano colegiado. Realmente las partes de la controversia serán quienes decidan la
constitución y composición de esa comisión, que generalmente será una comisión ad hoc. El objetivo que se
debe buscar a través de la investigación es el esclarecimiento de las cuestiones de hecho del litigio mediante
un procedimiento contradictorio, donde se dará audiencia a las partes y también podrá llamarse a testigos.
Una vez que se sustancia el procedimiento contradictorio, la comisión va a elaborar un informe imparcial
proponiendo una solución a esa controversia, si bien es cierto que los Estados son libres para decidir si
aceptan o no las indicaciones que le ha dado esa comisión de investigación. Es un medio de arreglo que
suele combinar dos instrumentos: técnicas diplomáticas y técnicas jurídicas.

Por último, la conciliación consiste en la actuación de un órgano colegiado que se denomina Comisión de
Conciliación, que conocerá de todos los aspectos de la controversia con una finalidad fundamental que es
formular una propuesta de solución que se debe someter de nuevo a la aceptación de las partes. La
conciliación se diferencia en la investigación, en que el examen del litigio o de la controversia se extiende
tanto a cuestiones de hecho como a cuestiones de derecho. Es el medio más moderno de solución de
controversias, empezó a ser utilizado en algunos T.I. tanto bilaterales como multilaterales que lo
introdujeron.

LOS PROCEDIMIENTOS JURISDICCIONALES DE RESOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS

El arbitraje internacional

“​Su objeto es arreglar los litigios entre Estados por medio de jueces de su elección y sobre la base del
respeto del Derecho. El Convenio de arbitraje implica el compromiso de someterse de buena fe a la ST
arbitral​ ” (Convención de la Haya 1899, art. 15; 1907, art. 37).

El consentimiento de las partes se arbitra como el elemento fundamental que constituye el fundamento de ese
proceso y de todo el procedimiento que después se va a sustanciar. Este consentimiento puede expresarse en
dos momentos:

- A priori: cuando las partes se comprometen a someter a arbitraje todas o algunas de las controversias
futuras que puedan surgir entre ellas a través de una cláusula compromisoria (la que se incluye en un
tratado bilateral o multilateral sobre cualquier materia y por media de la cual las partes se
comprometen a someter a arbitraje las posibles controversias que puedan surgir sobre la aplicación o
sobre la interpretación de ese tratado, el recurso al arbitraje a través de este medio es muy habitual) o
un tratado general de arbitraje (mucho menos habituales, supondrían el recurso generalizado a este
medio para resolver cualquier controversia que pueda surgir entre las partes).

- Una vez surgida la controversia: lo más habitual es que este compromiso arbitral se sustancie en un
acuerdo internacional denominado convenio arbitral o que se sustancie a través de una forma más
simplificada que son las notas diplomáticas. A través del convenio arbitral se van a regular las
cuestiones relativas al funcionamiento de ese arbitraje: quién será el órgano encargado, las reglas de
procedimiento como el plazo, la sede, los idiomas, las costas, el derecho aplicable, etc.

El D.I. ha sufrido una evolución respecto a los sujetos que pueden participar en el arbitraje. Dado que el
convenio de arbitraje es un tratado, los sujetos capaces de concertarlo son los que disfrutan del derecho de
celebrar tratados, es decir, los Estados y las O.I. Puesto que las O.I. no tienen acceso al TIJ en
procedimientos contenciosos, suele ser un medio muy útil el arbitraje como medio de solución de diferencias
entre Estados u otras O.I. P.e. acuerdos de sede.

En cuanto a su composición y constitución, el órgano arbitral responde al acuerdo entre las partes. Respecto
al número de árbitros, las práctica ofrece tres posibilidades:

- Árbitro único: suele ser un Jefe de Estado, que tendrá como finalidad proponer una solución a esa
controversia.

- Comisiones mixtas: en este caso están formadas de manera paritaria por nacionales de los Estados
litigantes y, además, también contarán con un superárbitro que decidirá en el caso de que no se
alcance un acuerdo los miembros designados por las partes.

- Tribunal arbitral: se suele establecer un tribunal arbitral ad hoc, compuesto por un número impar de
árbitros (tres o cinco) y, además, cada una de las partes designa también uno o dos árbitros. El tercer
o quinto árbitro es designado de común acuerdo por los árbitros ya nombrados, o también puede ser
nombrado por un tercer órgano. Este tercer o quinto árbitro que es designado de común acuerdo de
los árbitros será quien asuma las funciones de presidente del tribunal.
Respecto al derecho aplicable, a menos que las partes decidan otra cosa, los árbitros están llamados a aplicar
el D.I., si bien las partes pueden acotar, jerarquizar y fijar en el tiempo las normas y principios de derechos
aplicables a la controversia.

En cuanto al procedimiento, a cómo se va a sustanciar, hay que decir que se desarrolla de acuerdo con las
reglas que han sido establecidas por las partes, estas se establecen bien en una cláusula compromisoria, en un
tratado arbitral, etc. En caso de silencio o desacuerdo, el tribunal será competente para establecer sus propias
reglas de procedimiento y además con carácter supletorio puede acudir a la normativa internacional como,
por ejemplo a la Convención de la Haya o al modelo de reglas de la CDI del año 1958. Es frecuente que el
convenio de arbitraje deje libertad para elaborar las reglas procesales.

En cuanto al fin, el procedimiento arbitral terminará con la emisión de un laudo arbitral, que generalmente se
adoptará por mayoría de los presentes en el caso de que estemos ante un órgano colegiado. Debemos destacar
que el laudo arbitral se redacta por escrito, debe leerse en audiencia pública, debe contener una exposición de
los hechos y debe estar siempre motivado. Es obligatorio y definitivo para las partes en el litigio y respecto
del caso decidido debe ejecutarse de buena fe. En cuanto a la ejecución puede ocurrir que el tribunal
establezca plazos. La sentencia arbitral es definitiva, porque no puede ser objeto de apelación o casación ante
instancias superiores, aun así existe la posibilidad de interponer tres tipos de recursos a ese laudo arbitral:

- Interpretación. Esta solución se configura como un derecho inherente a la condición de parte y este
recurso de interpretación puede plantearse por una o ambas partes en el proceso y tiene como
finalidad interpretar o aclarar el sentido y el alcance de ese laudo. Debe plantearse ante el mismo
tribunal que adoptó el laudo.

- Revisión. Tiene su fundamento en que se descubra un hecho nuevo que de haberse conocido antes
hubiese llevado al tribunal a adoptar un laudo en otra dirección.

- Nulidad. Se puede interponer siempre y cuando concurran algunas de las causas establecidas en el
art. 36 del modelo de procedimiento arbitral del CDI de 1958: ​“Cualquiera de las partes podrá
impugnar la invalidez de una sentencia por una o varias de las causas siguientes: a) Exceso de
poder del tribunal; b) Corrupción de un miembro del tribunal; c) Infracción grave de una norma
fundamental de procedimiento, incluso el hecho de que la sentencia no exprese, total o parcialmente,
los motivos en que se funda.”.​ Algunas de las causas pueden ser la corrupción de algún miembro o la
falta de motivación de las sentencias.

La Corte Internacional de Justicia

Es el órgano judicial principal de las Naciones Unidas y se regula en los art. 92 a 96 de la Carta. Es el único
tribunal internacional cuya competencia contenciosa en controversias interestatales es general en razón de la
materia y universal en razón de los Estados que pueden ser parte. Se le reconoce autoridad tanto a sus
sentencias como a sus dictámenes u opiniones consultivas, creando jurisprudencia internacional concretando
el contenido de normas internacionales generales.

Está formado por 15 magistrados independientes elegidos por la Asamblea General ya propuesta del Consejo
de Seguridad. Son elegidos por un período de nueve años, y cada tres años se procede a la renovación de una
tercera parte de los magistrados. Son personas con relevancia internacional y con los que se pretende
representar a todos los sistemas jurídicos del mundo.

El Estatuto del TIJ establece dos principios generales que deben cumplirse en la elección de los magistrados:

- Que se trate de personas que gocen de alta consideración moral y política, y que reúnan las
condiciones requeridas para el ejercicio de las más altas funciones judiciales en sus respectivos
países o que sean jurisconsultos de reconocida competencia en materia de D.I.
- En los 15 miembros del Tribunal deben estar representados todas las civilizaciones y los principales
sistemas jurídicos del mundo.

Estos magistrados con total independencia de cualquier mandato de cualquier Estado, sea el de su
nacionalidad o cualquier otro.

En cuanto a su organización, la Corte ha sido concebida para ejercer sus funciones en Pleno y para ello se
exige un mínimo de 11 jueces fijándose un quórum mínimo de nueve para poder adoptar decisiones. La
composición restringida del TIJ acarrea el poner en peligro a la unidad de interpretación del D.I. Por ello,
aunque el tribunal puede actuar en salas es preferible que operen en pleno, además, también se permite que
los jueces que no estén de acuerdo con la opinión principal de la sala puedan mostrar su posición.

La universalidad de la jurisdicción general atribuidas a la Corte invitan a que ejerza sus funciones en Pleno.
El Estatuto del TIJ contempla la posibilidad de constituir tres tipos de Salas especiales divididas según la
materia que van a tratar:

- Sala de Procedimiento Sumario cuyo objetivo es facilitar el despacho rápido de los asuntos que así lo
permiten.

- Salas ad hoc destinadas a conocer un asunto determinado.

- Salas especializadas en determinadas categorías de controversias, vía que ha utilizado el Tribunal en


1993 cuando constituyó una Sala en materia de Medio Ambiente cuyo mandato se ha prorrogado
hasta hoy.

De la competencia contenciosa, la CIJ sólo conoce los casos en los que los Estados son parte. Resuelve
controversias entre Estado por medio de Sentencias. La competencia contenciosa sólo se activa si las partes
implicadas han atribuido competencias al Tribunal. Para este consentimiento los Estados disponen de cuatro
modos de atribución de competencias al Tribunal:

- El acuerdo ad hoc concluido entre los Estados parte en la controversia.

- Cláusulas compromisorias: son aquellas recogidas en los T.I., en la cual se comprometen a someter a
todas o parte de las controversias. En este último caso se debe concretar. En un T.I. se puede
establecer que en determinadas ocasiones su interpretación debe someterse a jurisdicción del
tribunal.

- El efecto recíproco de las declaraciones unilaterales: declaraciones en la que se reconoce la


jurisdicción del Tribunal.

- De forma tácita: a través de cualquier acto. P.e. una demanda

Con respecto a la competencia consultiva, a través de ésta la Corte va a emitir dictámenes sobre cualquier
cuestión jurídica que le someta la Asamblea General, el Consejo de Seguridad así como cualquier otro
órgano de las NNUU u organismo especializado que haya sido autorizado por la Asamblea General. Los
Estados no tienen legitimación activa por la Competencia Consultiva, solo la tienen las O.I., y en ningún caso
los particulares gozan de legitimación para acceder al TIJ ni por vía consultiva.
Su procedimiento se regula en el Capítulo 3º del Estatuto. Recogen el procedimiento que se sustancia en dos
fases:

- Una escrita en la que las partes presentan sus alegaciones.

- Una fase oral, que consiste en la audiencia pública de las partes, las cuales se hacen en inglés o
francés (las dos lenguas oficiales)

Hablando de la sentencia, las partes van a estar representadas por sus agentes o cualquier otra persona que
designe. Si lo estima necesario también puede presentar testigos y peritos. Concluida la fase oral, los
magistrados de la Corte deliberan en secreto y van a poner fin al litigio mediante una Sentencia motivada que
deben adoptar por mayoría de votos. Además, los jueces pueden incorporar votos particulares, acompañando
esa sentencia por opiniones individuales u opinión disidente. La primera trata de cuando el juez está de
acuerdo con el fallo pero discrepa de la argumentación. En cuanto a la opinión disidente, el juez discrepa
tanto con la argumentación como en el fallo, y en ese caso, incorpora su opinión

Hay que destacar que son obligatorias para las partes y para el caso que ha sido decidido. Aún así, hay que
decir que a veces los efectos de la sentencia van más allá el caso concreto, la jurisprudencia de la Corte tiene
una importante función, que es el medio de conocer de normas consuetudinarias, en aplicación de
interpretación de los T.I. y en la identificación de principios generales de derecho.

Esa sentencia es definitiva e inapelable, si bien cabe interponer dos tipos de recursos que son: el recurso de
interpretación, el cual sólo cabe en aquellos casos en que los Estados parte están en desacuerdo sobre el
sentido o sobre el alcance de esa sentencia; y los recursos de revisión, que también tiene su razón de ser en el
descubrimiento de un nuevo hecho que hasta ese momento se desconocía tanto el tribunal como la parte
demandante, ese nuevo hecho puede hacer cambiar el sentido de la sentencia.
Si no cumplen los Estados la sentencia, el TIJ cuenta con un mecanismo de ejecución forzosa que prevé la
posibilidad de acudir al Consejo de Seguridad, que podrá hacer las recomendaciones o las medidas que
estime pertinente, pues para que se lleve a cabo la ejecución de esa sentencia. Por último, en cuanto a la
competencia consultiva, ésta sólo puede ser activada por los órganos principales de las NNUU. Puede versar
sobre cualquier cuestión jurídica y también hay que destacar que los dictámenes no tienen carácter
obligatorio.

Tribunal Internacional del Derecho del Mar

Es otro medio judicial de solución de controversias. El TIDM es el primer Tribunal especializado de ámbito
universal, creado por la Convención de NNUU sobre Derecho del Mar de 1982.

Su finalidad es resolver las controversias que puedan surgir como consecuencia de la aplicación de la CNDM
o de otras normas internacionales que tengan los mismos objetivos que la Convención.

Una vez más, hay que decir que como consecuencia de las peculiaridades de D.I., hay que hacer referencia a
la atribución de jurisdicción, dado que se diferencia de la que cabría pensar, el Tribunal Internacional de
Derecho del mar, no goza de competencia automática y por tanto su jurisdicción no obliga a todos los
Estados parte en la Convención.

Se integra en un amplio marco y aunque es el mecanismo más innovador. Sin embargo la Convención de
Derecho del Mar establece otros medios de solución. P.e. los medios políticos o el recurso al arbitraje o el
recurso al TIJ.

En la determinación de la jurisdicción, hay que estar de nuevo a la voluntad de los Estados parte en la
Convención que podrán, en primer lugar, hacer una declaración de carácter general, estableciendo que ante
cualquier controversia que pueda surgir sea sometida al Tribunal de Derecho Mar o también pueden hacer
declaraciones puntuales en las que decidan someter controversias puntuales a la competencia del Tribunal del
Derecho del mar. En el caso de España, optó en un primer momento por atribuir competencia exclusivamente
al TIJ (Declaración 15 de enero de 1997) ampliándola.

Su composición, estructura y reglas de funcionamiento se regulan en CONVEMAR, concretamente:

- Parte XV: sistema de arreglo de controversias.

- Parte XI: régimen ZIMO.

- Parte VI: contiene el estatuto del TIDM.

- Su propio reglamento, aprobado por el tribunal en 1997.

Tiene su sede en Hamburgo, aunque puede celebrar sesiones en cualquier otra parte del mundo. Disfruta de
personalidad jurídica internacional y está compuesto por 21 jueces, elegidos por los Estados parte en la
Convención de NNUU de Derecho del Mar entre una lista de candidatos presentados por dichos Estados, por
un periodo de nueve años. La composición del tribunal debe garantizar:

- La presencia de todos los sistemas jurídicos del mundo.

- Debe garantizar un reparto geográfico equitativo.

- No puede formar parte como juez más de un nacional de un mismo Estado.

- El estatuto contempla la posibilidad de nombrar un juez ad hoc, que podrá ser designado por todo
Estado parte en una controversia que no cuente con un juez electo de su nacionalidad en el tribunal.

Hay que destacar que los jueces deben ser de reconocido prestigio, expertos en D.I. del Mar, y además deben
ser independientes en sus funciones del Estado del que son nacionales. El tribunal ejerce sus funciones con
todos los miembros que estén disponibles en cada caso para resolver un determinado asunto, siendo preciso
un quórum de 11 miembros para poder constituir el tribunal. Además, puede actuar en salas que estarán
integradas por jueces del tribunal. En cuanto a esas salas, de acuerdo con la Convención y el Estatuto, pueden
constituirse cuatro tipos de salas:

- Sala de controversias de los fondos marinos: integrada por 11 jueces. Esta sala se ocupa
exclusivamente de las cuestiones relativas a la ZIFMO y a las medidas de explotación de esa zona.

- Salas especiales: son de carácter permanente y se dedican al enjuiciamiento de categorías específicas


de controversias. P.e. la sala para el arreglo de las diferencias relativas al medio ambiente.

- Salas ad hoc: establecidas para entender de una controversia en concreto. P.e. para el asunto relativo
a la conservación y la explotación de los stocks de pez espada en el Océano pacífico Sud-Oeste
(Chile-Comunidad Europea).

- Sala de procedimiento sumario: integrada por 5 jueces, cuya finalidad es facilitar el pronto despacho
de los asuntos.

El TIDM, por razón de su especialidad, tiene una competencia material que se circunscribe a los ámbitos
sustantivos de CONVEMAR, bien sea por la aplicación directa de esa convención, bien por aplicación de
otro acuerdo internacional que tenga el mismo objeto de la convención o sirva a la aplicación de los objetivos
contenidos en la misma. Para lograr sus objetivos, una vez más, la convención establece que este disfruta de
una doble competencia que es la competencia contenciosa y la consultiva.

En cuanto a la competencia contenciosa hay que decir que el tribunal puede conocer de cuatro tipos de
controversias:

- Las relativas a la interpretación o aplicación de la Convención o del Acuerdo relativo a la aplicación


de la parte XI de la Convención.

- Las relativas a la aplicación o interpretación de otros acuerdos internacionales relacionados con el fin
de la Convención, siempre que en dichos acuerdos se atribuya competencia al TIDM.

- Controversias relativas a los fondos marinos (interpretación y aplicación de la Convención así como
contratos que se puedan suscribir para explotar los recursos existentes de la ZIMO).

- Relativas a la liberación de un buque de un Estado, así como de su tripulación, siempre y cuando


hayan sido retenidos por otro Estado parte en supuesta violación de las disposiciones de la
Convención de NNUU sobre Derecho del Mar.

En virtud de su competencia consultiva, la sala de fondos marinos puede emitir un dictamen relativo a
aquellas cuestiones relacionadas con los fondos marinos y oceánicos, a petición de la Asamblea o del
Consejo de la Autoridad de los Fondos Marinos. También podrá emitir cualquier dictamen consultivo
relativo a otro acuerdo internacional, cuando así se establezca.

En cuanto a las cuestiones relativas al procedimiento, éste se hinca siempre mediante la introducción de una
demanda por las partes legitimadas para ello y a partir de ahí se desarrolla todo el procedimiento ante el
tribunal. La sentencia es definitiva y de obligado cumplimiento para las partes. Hasta el momento, sólo han
sustanciado ante el tribunal 20 asuntos y una solicitud de opinión consultiva.

También podría gustarte