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Tribunal de Familia Materia Violencia Doméstica

Resolución Nº 00472 - 2019

Fecha de la Resolución: 02 de Octubre del 2019 a las 3:24 p. m.


Expediente: 19-000143-1519-VD
Redactado por: Maria Victoria Salas Ruiz
Clase de asunto: Proceso de violencia doméstica
Analizado por: CENTRO DE INFORMACIÓN JURISPRUDENCIAL
Temas (descriptores): Violencia doméstica
Subtemas:
Requisitos y finalidad del procedimiento.
Fundamento de la protección a la persona adulta mayor y deber de respetar su deseo, opinión y manifestaciones.
Temas (descriptores): Proceso de violencia doméstica
Subtemas:
Requisitos y finalidad del procedimiento.
Fundamento de la protección a la persona adulta mayor y deber de respetar su deseo, opinión y manifestaciones.
Temas estratégicos: Acceso a la Justicia, Violencia Doméstica

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Sentencia con datos protegidos, de conformidad con la normativa vigente

Texto de la Resolución
*190001431519VD*

EXPEDIENTE: 19-000143-1519-VD - 0 NÚMERO 453-19-3 EV


PROCESO: VIOLENCIA DOMÉSTICA
SOLICITANTE: [Nombre 001]
PRESUNTO/A AGRESOR/A: [Nombre 002]

VOTO NÚMERO 472-2019


TRIBUNAL DE FAMILIA . San José, a las quince horas y veinticuatro minutos del dos de octubre de dos mil
diecinueve.-
Proceso de VIOLENCIA DOMESTICA establecido por [Nombre 001] , [...] , contra [Nombre 002] , [...] . Conoce este
Tribunal del presente proceso en virtud del recurso de apelación interpuesto por contra la resolución dictada por el Juzgado al ser
las .
Redacta la Jueza SALAS RUIZ; y,
CONSIDERANDO
I. AGRAVIOS: En el presente asunto La suscrita [Nombre 001] , en su calidad de parte solicitante interpone Recurso de
Apelación contra la Sentencia de Primera Instancia Número 2019000295 dictada por el Juzgado Civil y Trabajo II Circuito Judicial
Alajuela, Sede Upala (Materia Violencia Doméstica), a las nueve horas y doce minutos del cinco de agosto de dos mil diecinueve,
que en lo que interesa dispuso: "(...) Conforme lo permite el artículo 5 de la Ley de Violencia Doméstica último párrafo lo
procedente es levantar las medidas de protección concedidas a [Nombre 001] mediante resolución de las catorce
horas y dieciocho minutos del primero de abril de dos mil diecinueve (...)". Solicita se declare con lugar el recurso de
apelación interpuesto. Las disconformidades de la parte recurrente, en resumen, son las siguiente: 1) Se le deja en
completa indefensión con lo resuelto en fallo recurrido, porque se se ordena el cese inmediato de las medidas de protección
otorgadas, ya que estima que no se hizo una correcta valoración de la prueba para el caso concreto y en caso de que medie la
duda al momento de realizar la apreciación de la prueba, se hará a lo más favorable para la persona agredida. Lo que pone en
riesgo su vida y tranquilidad, al punto que ha decidido pasar encerrada en su casa de habitación, porque ha logrado
observar que el obligado pasa pendiente de la mayoría de las actividades que suceden en su casa, lo que fue
acreditado por la testimonial de [Nombre 003] y su [Nombre 004]. Se debe tomar en cuenta que es una persona adulta
mayor con serios problemas de salud que la están afectando y que por la profesión que ejerció y los reportes a la
Fuerza Pública la ha afectado psicológicamente, hecho que la tiene recibiendo atención medica privada. 2) La
valoración de la prueba para resolver este proceso fue realizada de manera subjetiva no objetiva a como a derecho
correspondía sin fundamentación y sin tomarse en cuenta su condición de Persona Adulta Mayor. 3) La señora Jueza
que dictó el fallo recurrido, olvidó que el artículo 14 de la Ley contra la Violencia Domestica le permite ordenar las
pruebas que considere necesarias a fin de establecer la verdad, hecho que no hizo.
II. SOBRE EL FONDO DEL ASUNTO: II. SOBRE EL FONDO DEL ASUNTO: Previo a entrar en el análisis de los
reproches esgrimidos, es importante para esta Cámara indicar que la finalidad de un proceso como este consiste en la fijación
de medidas de protección, para procurar que la persona que ha sido agredida, se vea con menor presión directa por parte de
quien se presume su agresor ó agresora, a efecto de que se fortalezca, de tal manera que se trata de un proceso meramente
cautelar y no declarativo o constitutivo de derecho alguno. Así, para dejar vigentes las medidas de protección es indispensable que
los hechos cuya comisión atribuye la parte solicitante sean constitutivos de violencia intrafamiliar, que hayan sido demostrados o
que al menos exista un mínimo de prueba al respecto que genere una duda respecto de los hechos que se han indicado en la
solicitud de medidas de protección y para que estas sean procedentes, debemos encontrarnos ante hechos que constituyan
violencia intrafamiliar. Al respecto, valga citar el Voto Número 32-2019, de las trece horas y cuarenta y seis minutos del
veintinueve de enero de dos mil diecinueve, emitido por esta Cámara que en lo que interesa dice: "(...)Generalmente
una acción u omisión de violencia doméstica conlleva una situación de abuso de poder, dentro de un ciclo que es repetitivo y que
hace que la víctima, en la mayoría de ocasiones, sea impotente para intentar salir de esa situación, misma que al ser constante,
llega a considerarse como algo normal. También puede ocurrir que exista un modo bastante eficaz, utilizado por el victimario, para
crear un desequilibrio en la relación, precisamente, amparado en el poder que ejerce (...)". Asimismo, esta Cámara, mediante Voto
13-2019 de las diez horas y treinta y nueve minutos del dieciocho de enero de dos mil diecinueve, indicó en lo
conducente: "(...) La Ley contra la Violencia Doméstica establece que su fin primordial es la aplicación de medidas de protección
necesarias para garantizar la vida, la integridad y dignidad de las víctimas de violencia doméstica (Artículo 1). Para la aplicación de
esas medidas, la ley establece un proceso de naturaleza cautelar, cuyo objeto es brindar esa protección de forma
inmediata al momento en que se presenta formalmente la solicitud. Así, p ara que pueda el juez o jueza, pueda conceder
esa protección inicial, de be tener presente que los hechos deben subsumirse efectivamente en un conflicto de violencia doméstic
a, que amerite conceder protección a efecto de salvaguardar la integridad física, emocional, patrimonial o sexual, de personas que
puedan estar inmersas en hechos constitutivos de violencia intrafamiliar, es decir que se exista una acción u omisión directa o
indirecta, ejercida contra un pariente por consanguinidad, afinidad o adopción hasta el tercer grado inclusive, por vínculo jurídico o
de hecho o por una relación de guarda o cuidado, tutela, apoyo personal, o bien -o bien por un tercero, tratándose de PERSONAS
ADULTAS MAYORES, y que conlleva una situación de abuso de poder dada dentro dentro de un ciclo, o conductas que son
repetitivas, así como debe de existir parentesco, subordinación y dependencia. Todos estos aspectos, deben ser analizados de
forma conjunta y casuística, para que puedan ser considerados violencia intrafamiliar. Tratándose de Personas Adultas
Mayores, la Ley de Protección Integral a la Persona Adulta Mayor, tutela la posibilidad de que esta población vulnerable,
pueda ser objeto de protección a través de un proceso como el que nos ocupa, incluso sin necesidad de que existan los
presupuestos necesarios de los demás casos, como lo son el parentesco, dependencia, subordinación, por ejemplo. Es decir,
incluso en relaciones vecinales, también procedería, con el solo supuesto de que una persona adulta mayor, pueda estar siendo
objeto de algún tipo de violencia de cualquier índole, al punto de que su integridad física, psicológica, sexual, patrimonial,
emocional, esté siendo presuntamente vulnerada.Cada caso concreto, es distinto y salvo que desde un inicio se logre determinar
que efectivamente no hay violencia doméstica o violencia en cualquiera de sus posibilidades, contra esa persona y solo bajo esas
circunstancias, se puede avalar un rechazo de medidas de protección a favor de una Persona Adulta Mayor. En este sentido, la Ley
integral Para la Persona Adulta Mayor, Ley 7935 dispone en ordinal número 2, qué es Violencia contra las personas adultas
mayores, al señalar que es cualquier acción u omisión, directa o indirecta, ejercida contra una persona adulta mayor, que
produzca, como consecuencia, el menoscabo de su integridad física, sexual, psicológica o patrimonial. Asimismo,
detalla dentro sus fines, como obligación del Estado: a) Garantizar a las personas adultas mayores igualdad de
oportunidades y vida digna en todos los ámbitos. b) Garantizar la participación activa de las personas adultas mayores en la
formulación y aplicación de las políticas que las afecten. c) Promover la permanencia de las personas adultas mayores en su núcleo
familiar y comunitario. d) Propiciar formas de organización y participación de las personas adultas mayores, que le permitan al país
aprovechar la experiencia y el conocimiento de esta población. e) Impulsar la atención integral e interinstitucional de las personas
adultas mayores por parte de las entidades públicas y privadas, y velar por el funcionamiento adecuado de los programas y
servicios, destinados a esta población. f) Garantizar la protección y la seguridad social de las personas adultas mayores.
Teniendo claro lo anterior, los agravios expresados por el recurrente, a criterio de esta Cámara no pueden prosperar
y para mejor comprensión, se resolverán de forma conjunta. Este Tribunal ha procedido a revisar de forma minuciosa el fallo
impugnado y este se encuentra conforme con el mérito de los autos y ajustado a la prueba recabada dentro del proceso. La
impugnante alega básicamente que la decisión la deja en completa indefensión, porque no se valora la prueba adecuadamente, no
se toma en cuenta su condición de Persona Adulta Mayor, ni el relato de sus testigos que acreditaron que el obligado pasa
constantemente por la servidumbre existente entre su casa y la de él, alumbrando con un foco, que mira constantemente a su
propiedad y que teme por su vida, además de que se encuentra afectada psicológicamente por todo lo que acontece, ya que
incluso se ha llamado a la Fuerza Pública y por la profesión que ejercía como educadora, se encuentra lesionada en su parte
emocional. Detalla que la apreciación probatoria, fue subjetiva, la Juzgadora no ordenó prueba que permitiera esclarecer los
hechos que dieron inicio a este proceso y adicionalmente, que ante la prueba que ella aportó, se debió de aplicar el In dubio Pro
Víctima. De los reclamos o argumentos expresados por la recurrente, todos corresponden a apreciaciones subjetivas de su parte
que no son compartidos por este Tribunal. En cuanto a estos puntos, esta Cámara ha constatado que efectivamente, tanto doña
[Nombre 001] , como el obligado, se presentaron a la comparecencia de rito, con sus testigos, de cargo y el de descargo, estos
fueron analizados de forma coherente, clara y fundada, dentro del fallo que se recurre, ya que si bien es cierto los testigos de la
gestionante refirieron que don [Nombre 002] coincidieron en sus declaraciones, había llamado a la Fuerza Pública, con motivo de
los animales de la gestionante, que aparentemente dañaban los cultivos, pero que al parecer se trataba de animales de otras
personas y afirmaron que el obligado, no ha proferido ofensas, maltratos o malas palabras contra la solicitante, siendo que su
afectación es por las visitas que se han dado por parte de la Fuerza Pública y aunque sí dijeron que doña [Nombre 001] no sale de
su casa, de sus declaraciones no se desprende que esto obedezca a alguna acción que sea constitutiva de violencia contra la
señora [Nombre 001] , afirmando también que los problemas con don [Nombre 002] vienen desde hace un tiempo atrás, desde que
ambos estuvieron en la Asociación. Al respecto, las afirmaciones que hace la promovente, no son coincidentes con el relato de los
deponentes, pues incluso esta Cámara ha constatado de lo manifestado por doña [Nombre 001] , que son vecinos y que comparten
una servidumbre. La propiedad de doña [Nombre 001], colinda con la de don [Nombre 002], ella tiene animales y él se encarga de
sembrar y cuidar sus productos, por lo cual, el hecho de que el señor [Nombre 002] , pase constantemente por la servidumbre o
alumbre sus siembros, constituye un derecho que no puede considerarse violencia contra la gestionante. La prueba en este sentido
fue valorada de manera acertada y objetiva por parte de la Juzgadora de Primera Instancia. También ha quedado demostrado que
lejos de tratarse de situaciones de violencia proferidas contra una persona adulta mayor, lo que realmente existe son una serie de
disconformidades basadas en un conflicto sobre los animales de la impugnante y las acciones que realiza don [Nombre 002], que
ella de manera personal, toma como amenazantes, porque él ronda el terreno que a él le pertenece, lo revisa con un foco en la
oscuridad y la lógica y la experiencia nos permiten inferir que si una persona siembra productos, debe de cuidarlos y vigilarlos, lo
cual debe ser constante y son situaciones que no tienen ninguna relación con las que pretende regular la Ley contra la Violencia
Doméstica y la Ley de Protección Integral a la Persona Adulta Mayor. Del relato rendido por los testigos, no se logra desprender o
inferir que efectivamente ella haya sido insultada, ofendida, amenazada o violentada de alguna manera y por el contrario, todas
estas conductas, obedecen a disconformidades que tiene la impugnante en relación con las actividades propias de don [Nombre
002] y que de lo que ha podido constatar este Tribunal, no exponen su salud, integridad o han sido ejercidas con el fin de
perturbarla o lesionarla. En cuanto al argumento de que la Juzgadora no ordenó prueba, cuando se encuentra obligada a hacerlo,
para llegar a la verdad real de los hechos, este Tribunal debe indicarle a la recurrente que dentro de un proceso, existen diversas
maneras de aportar prueba y es obligación de las partes, hacerlas llegar. Pretender que sea la Juzgadora quien ordene
prueba, que en su Independencia Judicial, no estimó necesaria, pues de la recabada, ha quedado claro que no existe violencia
alguna, resulta a todas luces improcedente. Darle la razón a la recurrente en torno a estos puntos, sería permitir el uso de este
proceso, contrario a los fines para el que fue creado y es proteger a las personas de acciones que realmente sean realizadas con
el objetivo de dañar, violentar o lesionar los derechos de una persona y no restringir a las familias, para que puedan desarrollar sus
actividades, dentro de los límites establecidos en cualquier sociedad. Por esta razón, sus agravios no son de recibo. Por último, en
cuanto a la nulidad del fallo alegada por la parte recurrente, a pesar de que solo la indica sin fundamentar como es su obligación
como impugnante, pese a ello, esta Cámara de oficio, ha procedido a revisar minuciosamente no solo el fallo que hoy nos ocupa,
sino todo el expediente, constatando que no ha existido violación alguna al debido proceso o derechos de las partes, por el
contrario, la demandada ha sido escuchada en todo momento, se han atendido todas sus solicitudes, recursos y la decisión tomada
por la Jueza A quo, está ajustada a derecho y conforme con el mérito de los autos, de tal manera que no existe nulidad alguna que
declarar. Así las cosas, la decisión impugnada, se encuentra conforme con el derecho y de acuerdo con el mérito de los autos. En
razón de ello, se confirma la sentencia recurrida y se rechaza la nulidad invocada .
POR TANTO
Se confirma la sentencia recurrida.
MSALASRU
GBALLESTEROC

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S2CBDHWUPXK61 5VSGGGDL6NY61
ALEXIS VARGAS SOTO - JUEZ/A MARÍA VICTORIA SALAS RUIZ - JUEZ/A
DECISOR/A DECISOR/A

EXP: 19-000143-1519-VD
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Correo electrónico: tfamilia@poder-judicial.go.cr

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Es copia fiel del original - Tomado del Nexus PJ el: 28-02-2023 22:08:24.

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