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Teoría de la intervención programa

1.- El concepto de patrimonio cultural y sus valores, fuentes y


metodologías para el estudio del patrimonio cultural.
1.1. Del monumento histórico al patrimonio cultural: cultura y patrimonio
cultural. 1.2. Categorías de bienes culturales. 1.3. Patrimonio y sociedad: el
patrimonio cultural y la construcción de las identidades culturales. 1.4.
Axiología del patrimonio cultural o los valores del patrimonio cultural 1.5.
Aproximación bibliográfica a la teoría e historia de la restauración.
Metodologías de estudio de las teorías y criterios de intervención
arquitectónica.
Del monumento histórico a los bienes culturales: concepto de patrimonio cultural

En la construcción del concepto de patrimonio intervienen tanto los objetos


reconocidos –los bienes culturales−
como los sujetos que reconocen este patrimonio y atribuyen y otorgan, o despojan, de
valores y significados –valores históricos, artísticos, identitarios, simbólicos,
económicos, etc.−
noción de patrimonio cultural es compleja, pues es siempre crítica, dialéctica,
problemática y cambiante,
Concepto de patrimoni cultural: cultura y patrimonio cultural

Cultura: «todo ese a) la cultura pertenece al


complejo que género humano; b) la cultura
comprende es un fenómeno social; c) la
conocimientos, cultura es un fenómeno
creencias, arte, moral, universal.
derecho, costumbres y Elementos culturales 3 divisiones
otras capacidades y a) infraestructura: comprende las actividades
hábitos adquiridos por culturales mínimas para posibilitar la subsistencia
el hombre en tanto que −los modos de producción− y la regulación del
miembro de una crecimiento demográfico −los modos de
sociedad» (Edward reproducción−; b) estructura: abarca las actividades
Burnett Tylor, 1871) económicas y políticas desarrolladas por los grupos
humanos; c) superestructura: integra los aspectos
creativos, expresivos, estéticos e intelectuales de la
vida humana.
Concepto de patrimonio cultural: cultura y patrimonio cultural

El patrimonio cultural es, por así El patrimonio cultural podría entenderse


decir, la objetivación y selección como los testimonios significativos, materiales
crítica de elementos de la cultura, es o inmateriales, legados por las comunidades
todo aquello que reconocemos, humanas a lo largo de su existencia y que
valoramos y deseamos conservar de permiten el conocimiento tanto de las diversas
la cultura. culturas sucedidas en el tiempo como de las
culturas actuales, tanto de la cultura propia
como de las ajenas.

«El patrimonio es una selección


subjetiva y simbólica de elementos
culturales del pasado que son
revitalizados, adaptados o
reiventados desde y para nuestro
presente» (I.G-V.I.)
Del monumento histórico al patrimonio cultural: cultura y patrimonio cultural – CONCEPTO DE MONUMENTO

CONCEPTO DE MONUMENTO
(S.XIX) «la gran síntesis romántica del
patrimonio nacional»,
- concepto de monumento histórico, la «superestructura» de la cultura,
altas manifestaciones artísticas e intelectuales, creaciones aisladas
producto de la inspiración creativa del genio
- el monumento es un objeto físicamente concreto que se reviste un
elevado valor simbólico que asume y resume el carácter esencial de la
cultura a la que pertenece.
- construcción ideológica, política y social del Estado-Nación: la
constitución de los estados nacionales creó la necesidad de redactar el
catálogo del patrimonio nacional para dotar a los estados –antiguos y
modernos− de plena legitimidad histórica.
Concepto de patrimonio cultural: del monumento histórico a los bienes culturales – LOS BIENES CULTURALES

CONCEPTO DE BIEN CULTURAL


- El primer empleo del término «bien cultural» - El patrimonio cultural, según la acepción
en un documento oficial tuvo lugar en la actual, comprende testimonios que
Convención de La Haya de 1954 convocada por pertenecen a las tres grandes divisiones de
la UNESCO y se difunde a partir de entonces a los elementos culturales : incluye
escala global y en las diversas legislaciones testimonios o bienes que pertenecen no
nacionales. sólo a la superestructura cultural −obras de
- Los bienes culturales son de muy variada arte, producciones intelectuales y creencias
naturaleza, pues incluyen desde señeras obras míticas y religiosas−, sino también a la
de artes plásticas y complejas elaboraciones infraestructura cultural −testimonios
literarias e intelectuales hasta objetos de materiales o inmateriales que nos informan
carácter utilitario y sencillo que nos hablan de sobre las actividades de producción y
las costumbres y tradiciones de los pueblos o reproducción del hombre en relación con
paisajes y lugares traspasados de relevancia su entorno− y a la estructura cultural
cultural. −testimonios materiales o inmateriales que
documentan los modos humanos de
- Ya no sólo se reconocen los bienes materiales, organización política y económica−.
sino que también se irá alcanzando y
englobando a los bienes inmateriales dentro del
patrimonio cultural, hasta ser éste uno de los
aspectos en los que más se ha insistido en las
últimas décadas.
1.2. Categorías de bienes culturales

a) Monumentos históricos
- Patrimonio histórico-artístico: objetos de valor artístico
b) Patrimonio construido (arquitectura)
b.1) Patrimonio construido (arquitectura)
y patrimonio arqueológico: ruinas y yacimientos arqueológicos
b.2) Patrimonio construido (arquitectura)
y patrimonio industrial: arquitectura industrial
b.3) Patrimonio construido (arquitectura)
y patrimonio etnográfico: arquitectura vernácula o popular
b.4) Patrimonio construido (arquitectura)
y ciudad: conjuntos históricos o ciudades históricas
c) Patrimonio natural y paisaje cultural
- Patrimonio natural y paisaje cultural: itinerarios y rutas culturales
d) Patrimonio etnológico o etnográfico
d.1) Patrimonio etnológico material: arquitectura vernácula o popular y
bienes etnológicos materiales
d.1) Patrimonio etnológico inmaterial: patrimonio inmaterial
e) Patrimonio documental y bibliográfico
1.3. Patrimonio y Sociedad:
El patrimonio cultural y la construcción de las identidades colectivas

Una de las dimensiones más críticas y La valoración que se ejerce sobre el


sensibles del patrimonio cultural reside, en patrimonio entendido como depósito de
su capacidad simbólica para la construcción la historia y de la memoria se fundamenta
de la identidad colectiva. El patrimonio en una lectura necesariamente dinámica,
cultural, además de su permanencia o cambiante y dialéctica, pues implica tanto
presencia física o inmaterial, es sobre todo al poder político e institucional, a los
una construcción social en cuanto selección gobiernos y a las administraciones
simbólica de elementos culturales del públicas, como a la sociedad civil que o
pasado realizada desde un presente en bien se reconoce e identifica en este
constante evolución. Los bienes que patrimonio o bien puede llegar en
integran el patrimonio cultural −antaño determinados momentos a rechazar esa
llamado tesoro cultural− forman parte de la carga simbólica para reconsiderar sus
memoria colectiva y contribuyen a la significados o simplemente a ignorar su
formalización de la identidad histórica de sentido y significado.
una nación, de un pueblo o de una
comunidad.

Catedral de León, primer monumento nacional declarado en


España en 1844
1.3. Patrimonio y Sociedad:
El patrimonio cultural y la construcción de las identidades colectivas
El descrédito del futuro y el progreso, cada vez más inciertos y
sombríos, ha llevado necesariamente a un repliegue hacia el
territorio del pasado: expansión patrimonializadora – “obsesión
memorialista”.
Interpretación: el patrimonio como legitimación de discursos
identitarios, nacionalistas o etnoreligiosos, mientras – el
patrimonio como modo de atenuar la destradicionalización del
mundo, los impactos de la globalización, la sensación de
desarraigo generada por el avance de la sociedad tecnológica y el
vértigo de un presente vertiginoso y la desazón de un futuro
inquietante - el patrimonio y la sociedad de consumo:
componentes estéticos, lúdicos y emocionales del patrimonio
para componer nuevos productos de consumo de acuerdo con la
lógica comercial que acosa al patrimonio, a la memoria y a la
cultura en general
El papel de la colectividad o la sociedad civil en la definición del
patrimonio: la sociedad –entendida en sentido abierto como una
pluralidad de agentes sociales, políticos e institucionales,
asociaciones e individuos, expertos académicos o empresas− es la
que deciden qué es el patrimonio y qué bienes lo integran; de este
modo, parece que todo pudiera ser patrimonio, si así lo reconoce o
exigen una comunidad, una asociación o un grupo cualquiera de
personas que sientan ese patrimonio como algo propio e importante
para su identidad.
CONCEPTO DE PATRIMONIO: TEXTOS SELECCIONADOS

∎ Antonio Ariño Villarroya, «La expansión del patrimonio cultural», Revista de Occidente, nº
250, 2002, pp. 129-150.

Si uno contempla la diversidad de actividades y objetos humanos que han sido merecedores de
convertirse en objeto de colección y de conservación museístia, que se presentan en
exposiciones y que, por tanto, son depositarios de una mirada patrimonial, no puede dejar de
sentirse invadido por cierto desasosiego y confusión. Junto a los museos nacionales que reúnen
grandes obras de la pintura y de la escultura, encontramos museos regionales o comarcales de
carácter etnológico que reproducen formas de vida típicas de las sociedades preindustriales. Los
hay también dedicados a tipos concretos de actividades o de objetos: artesanías diversas,
apicultura, vinicultura, cerámica, indumentaria, juguetes, tipos particulares de fiestas y
costumbres, numismática, cinematografía… A la luz de los cambios que viene experimentando
el repertorio o inventario de objetos susceptibles de patrimonialización, bien podría sostenerse
que intentar definir qué es patrimonio cultural parece una empresa insensata, abocada al
fracaso, algo así como pretender enjaular el viento o recoger agua con una red. Desde sus
aplicaciones originarias hasta la actualidad, el patrimonio ha experimentado una expansión
indefinida y potencialmente infinita que puede conducir a la paradoja de que «todo sea
patrimonializable». De hecho, se ha producido una triple deriva: desde el concepto clásico de
monumento hasta el de bien cultural; desde los bienes tangibles a los intangibles y a los
testimonios vivos; y desde una visión insularista hasta la confluencia entre patrimonio natural y
patrimonio cultural en el marco de la sociedad de riesgo».
CONCEPTO DE PATRIMONIO: TEXTOS SELECCIONADOS.

∎ Ignacio González-Varas Ibáñez, Las ruinas de la memoria. Ideas y conceptos para una
(im)posible teoría del patrimonio cultural, Siglo XXI, México, 2014, (XI Premio Internacional
de Ensayo), introducción, pp. 7-8.
Esta herencia que hemos recibido de los tiempos pasados −seleccionada con deliberada minuciosidad o
bien meramente casual en su pervivencia, incólume en su consistencia o, por el contrario, mixtificada
por adulteraciones naturales, casuales o dolosas− es, por tanto, lo que actualmente denominamos
patrimonio cultural. Este, el patrimonio cultural, es así todo aquello que reconocemos, valoramos y
deseamos conservar de ese pasado y de esa historia. Su conservación se ha revelado como una tarea
esencial, a veces de índole casi religiosa, para nuestra sociedad, pues el reconocimiento y valoración de
este patrimonio debe garantizar, nada más y nada menos, que la posibilidad del mantenimiento de
nuestra identidad histórica como comunidad humana. Las sociedades reciben el patrimonio del pasado,
lo custodian y lo transmiten a las generaciones futuras, de modo que en esta tarea no sólo interviene el
pasado, la materia física o puramente espiritual que se transmite a través de este viaje por los tiempos,
sino también el presente que la recibe y custodia y, asimismo, el futuro hacia el que, finalmente,
encauzamos todas nuestras acciones.
Por eso el concepto de patrimonio es dependiente de la relación que mantenemos con el tiempo, es
deudor de las incertidumbres, crisis, repudios o reconciliaciones con el orden del tiempo. Pero en este
continuo avanzar y devenir de las dimensiones temporales, el patrimonio cultural, a pesar de su aparente
estabilidad de herencia recibida, en realidad no es un legado inmutable, sino que, por el contrario,
responde a valoraciones sociales, ideológicas e intelectuales que son cambiantes y discontinuas, en
cuanto producidas históricamente: las sociedades se vuelven y se revuelven continuamente hacia el
pasado para encontrar nuevos valores y significados o para renovar o anular los actualmente vigentes.
CONCEPTO DE PATRIMONIO: TEXTOS SELECCIONADOS.

∎ Ignacio González-Varas Ibáñez, Las ruinas de la memoria. Ideas y conceptos para una
(im)posible teoría del patrimonio cultural, Siglo XXI, México, 2014, (XI Premio Internacional
de Ensayo), introducción, pp. 7-8.

El patrimonio es así una selección subjetiva y simbólica de elementos culturales del pasado que son
revitalizados, adaptados o reinventados desde y para nuestro presente. Los cambios entre los que se
debate la conciencia y asunción del pasado nos llevan a comprobar cómo el proceso de creación y
recreación del patrimonio no es estático sino que, por el contrario, se trata de un proceso dialéctico,
variable y altamente crítico; además, el acto de seleccionar, custodiar, pensar y actuar sobre este legado
de la memoria no solo es racional o científico –aun cuando se busque el auxilio de disciplinas tan
consolidadas como la historia, la arqueología, la historia del arte o la antropología– sino que también
intervienen en esta crucial tarea las creencias políticas e ideológicas o incluso, ahondando en el
componente subjetivo, hasta son invocadas muchas veces las emociones y los sentimientos de pueblos,
sociedades o de comunidades de ciudadanos. ¡Cuántas veces las revoluciones han sido cantadas y
proclamadas ante monumentos emplazados en lugares públicos que se convierten a partir de entonces en
lugares de memoria! En este proceso dialéctico y crítico de construcción o deconstrucción de la
memoria se puede llegar a producir la modificación del sentido y de los valores que atribuimos a este
patrimonio. Esta alteración no se detiene en este primer eslabón que atañe al concepto, al significado o al
valor atribuido al objeto, sino que puede llegar a afectar incluso a la propia transformación física de ese
objeto cultural o, más allá, incluso a su desaparición, como aquellos monumentos originariamente
erigidos a perpetuidad y que han sido bruscamente destruidos o condenados al olvido por dejadez o
indolencia.
CONCEPTO DE PATRIMONIO: TEXTOS SELECCIONADOS.

∎ Ignacio González-Varas Ibáñez, Las ruinas de la memoria. Ideas y conceptos para una
(im)posible teoría del patrimonio cultural, Siglo XXI, México, 2014, (XI Premio Internacional
de Ensayo), introducción, pp. 7-8.

El fanatismo destructor no es algo que permanezca en el pasado, pues todos tenemos todavía en la retina
la brutal voladura con dinamita de las colosales estatuas de los Budas de Bamiyan o, con paralelismo
aterrador, el derrumbamiento de las Torres Gemelas de Nueva York, atroz atentado humano, caída de un
símbolo y, para otros muchos, inicio de una nueva era marcada por las incertidumbres y la desconfianza
en el futuro. Pero también puede suceder lo contrario, es decir, que rituales, costumbres, tradiciones u
objetos culturales que han sido atrapados dentro de la red conservacionista lleguen a perder su vitalidad
originaria: hemos logrado que los vestigios de la memoria sean conservados y perduren pero, eso sí,
embalsamados a modo de esos especímenes biológicos que flotan inertes en botes de formol
cuidadosamente etiquetados y clasificados, como sucede con esos monumentos sometidos en
exclusividad a la tiranía del turismo de masas o con aquellas ciudades históricas asimiladas a la
hiperrealidad complaciente y vacua del parque temático. Pero también sucede que los objetos que
integran el patrimonio cultural, extraídos de ese territorio extraño que es el pasado, reciben un bautismo
iniciático cuando son declarados «monumentos» o «bienes culturales» o cuando ingresan entre las
vitrinas del museo, revistiéndose así de una doble naturaleza, cultural y cultual, al mismo tiempo. Pero
ese culto a la cultura necesita ser reactivado o reformulado continuamente. Esto es así porque los
contextos de interpretación del pasado cambian continuamente y, en ocasiones, sobre todo en los
momentos de crisis o de cambios traumáticos en las sociedades, se producen rupturas en la cadena de
transmisión de este patrimonio que desde luego afectan al propio concepto de patrimonio que varía en el
tiempo.
1.4. Axiología del patrimonio cultural: teoría de los valores del patrimonio
cultural.
valores rememorativos
(Erinnerungswerte) −valor
rememorativo intencionado
(simbólico-identitario), valor
histórico y valor de antigüedad−
valores de
contemporaneidad
(Gegenwartswerte) −valor
instrumental y valor
artístico−.

Aloïs Riegl, autor de El culto moderno a los monumentos, Viena-Leipzig (1903).


Valores rememorativos : Valor rememorativo intencionado: simbólico-identitario

valores rememorativos (Erinnerungswerte)


−valor rememorativo intencionado

«Mantenimiento y Puede estar explícito en el


transmisión de la memoria», monumento en el presente-
pues el monumento es pasado.
considerado como una obra Siempre está implícito en el
creada con el fin de mantener monumento.
vivas y presentes Puede reactivarse: reconocerse.
determinadas hazañas o Puede desactivarse: negarse
contenidos simbólicamente Siempre se reinterpreta desde el
expresados en él. presente: es fluctuante.

Arco de Tito, Roma (79-81 d.C.)


Valores rememorativos: Valor histórico

valores rememorativos (Erinnerungswerte)


valor histórico

«el valor histórico de un La estimación del monumento desde


monumento reside en que el valor histórico conmina a su
representa una etapa estricta conservación como
determinada, en cierto modo documento que debe ser mantenido
individual, en la evolución de en su mayor grado de integridad
alguno de los campos creativos posible, deteniendo el desarrollo de la
de la humanidad». actividad destructora de las fuerzas
naturales y a la vez manteniendo sus
alteraciones producidas por el tiempo
o a la mano humana cuando éstas
también tienen capacidad
documental:
Valores rememorativos: Valor de antigüedad

valores rememorativos (Erinnerungswerte)


valor de antigüedad

Riegl: «toda obra humana es concebida así Valor de antigüedad: consiste en


como un organismo natural en cuya evolución el reconocimiento y aprecio de los
nadie debe intervenir; este organismo ha de signos impresos por el tiempo sobre
gozar libremente su vida y el hombre puede, el monumento; el valor de
como mucho, preservarle de su muerte antigüedad está conectado a la
prematura» memoria por un sentimiento
vagamente estético o sensorial,
puesto que aquello que se aprecia
del monumento, como dice Riegl,
es sobre todo «la idea del tiempo
transcurrido desde su surgimiento,
que se revela palpablemente en las
huellas que éste ha dejado»
Valores de contemporaneidad: Valor artístico (valor estético)

valores de contemporaneidad
(Gegenwartswerte) valor artístico.
Valor artístico: la apreciación del valor Valor estético: valor que asume un
artístico de una obra es de carácter objeto o actividad susceptible de
«relativo» pues depende de las provocar una experiencia sensibile,
fluctuaciones del gusto en cada sensitiva o estética, cualidad que desde
momento presente; así lo demuestra la luego asociamos a las obras de arte,
evolución crítica de El Greco que de ser pero que también se puede extender a
considerado un pintor «extravagante y otras categorías, como a un centro
singular» y denostado por Antonio histórico o un paisaje cultural, por
Palomino, que tachó su pintura de ejemplo
«ridícula y desagradable», su
restitución no se produciría sino en
1902 con la celebración de la primera
exposición monográfica del pintor
cretense en el Museo del Prado,
organizada bajo el ministerio del Conde
de Romanones, desde entonces su
fortuna crítica no ha hecho más que
crecer hasta su eclosión con motivo de
las exposiciones y actos celebrado con
motivo del cuatrocientos aniversario de
su muerte en 2014.
Valores de contemporaneidad: Valor de instrumental o de uso.

valores de contemporaneidad
(Gegenwartswerte) valor instrumental.

Valor instrumental o de uso: valor La atención a este valor


otorgado al monumento teniendo instrumental impone la
en consideración su capacidad de restauración o, mejor dicho, la
satisfacer necesidades materiales o reutilización, operación
de utilización práctica en el necesaria para hacer funcional y
presente. útil al monumento para la
sociedad contemporánea
AXIOLOGÍA DEL PATRIMONIO – EL VALOR REMEMORATIVO: TEXTO SELECCIONADO

∎ Ignacio González-Varas Ibáñez, Patrimonio cultural: conceptos, debates y problemas,


Básicos de Arte Cátedra, Madrid, 2015, pp. 103-105.
a) Valor rememorativo intencionado: esta estimación asume al monumento en su acepción primigenia y etimológica de
«mantenimiento y transmisión de la memoria», pues el monumento es considerado como una obra creada con el fin de
mantener vivas y presentes determinadas hazañas o contenidos simbólicamente expresados en él: algunos monumentos
exponen este contenido rememorativo de modo explícito −como los arcos de triunfo, las esculturas conmemorativas o
los actualmente denominados memoriales−, aunque es éste un valor que también encontramos de modo implícito en
todo monumento −por ejemplo, una catedral gótica trata de perpetuar la visión de la Jerusalén Celeste o su contenido
teológico, entre otros muchos significados simbólicos que puede encarnar en el momento de su creación−. Pero este
valor tal como lo entiende Riegl, de carácter intencionado, es enunciado en el origen del monumento, en el momento de
su creación y, como tal, puede haber perdurado a lo largo del tiempo y haber llegado así hasta nuestros días –por
ejemplo los arcos de triunfo o las esculturas monumentales que conmemoran batallas o hechos heroicos−; pero
pensamos que debemos completar la exégesis rielgiana que, como vemos, sólo estimó este valor por su pertenencia al
pasado, esto es, como valor rememorativo; nosotros pensamos que se trata también un valor que cobra especial
importacia no sólo porque se emite desde el pasado sino también porque se reconoce desde el presente, pues es la
sociedad del presente –de los distintos y sucesivos presentes− la que decide en todo momento la permanencia,
destrucción, anulación o transformación del valor rememorativo del que todo monumento es portador; es decir, este
valor no se fijó de una vez desde el pasado sino que es un valor que cambia inexorablemente en el proceso de recepción
del monumento por parte de la sociedad lo que puede dar lugar a distintas situaciones: en efecto, puede mantenerse su
mensaje y actualizarse constantemente –siempre y cuando el acontecimiento conmemorado sigamos considerándolo
como parte de nuestra identidad colectiva−, o su contenido puede enfriarse y el valor rememorativo pasa a convertirse
en valor histórico –lo que sucede cuando el monumento pierde parte de su carga emotiva para estimarse sobre todo por
su condición histórica o artística−; pero también su valor rememorativo puede negarse drásticamente –como acontece en
momentos revolucionarios o de crisis de identidad que provocan la destrucción vandálica de monumentos precisamente
como modo anulación o exterminación de sus valores rememorativos− o bien sus contenidos rememorativos puede
transformarse total o parcialmente –como la estatua de la Cibeles de Madrid que de diosa de la Naturaleza pasa en
ocasiones a convertirse en símbolo de victorias deportivas−.
AXIOLOGÍA DEL PATRIMONIO – EL VALOR REMEMORATIVO: TEXTO SELECCIONADO

La consideración y tratamiento del monumento a partir de sus contenidos rememorativos intencionados u originarios −si
estos aún están vigentes para nuestra sociedad actual− implicaría, como apuntaba Riegl, la finalidad de «no permitir que
ese momento se convierta nunca en pasado, de que se mantenga siempre presente y vivo en la conciencia de la
posterioridad»; es decir, la atención a este valor reclamaría mantener vigente la aspiración «a la inmortalidad, al eterno
presente, al permanente estado de génesis», lo que se consigue deteniendo, paralizando o incluso reinvirtiendo los efectos
del tiempo sobre el monumento para mantener viva en el presente actual toda la carga conmemorativa presente en el
monumento en el momento de su génesis en el pasado. El mantenimiento o la recuperación de ese valor rememorativo
impone, por tanto, la restauración, la revitalización, como regreso constante al origen del monumento; como tal, el valor
rememorativo intencionado supone, por tanto, la transición hacia los valores de contemporaneidad en cuanto nos remite a
la actualización constante de su valor, esto es, nos conduce a un presente-eterno que no se desliga del pasado. Pero las
otras situaciones que hemos señalado implicaran acciones distintas sobre el monumento: cuando el valor rememorativo es
negado puede, por el contrario, producirse la destrucción física del monumento, mientras que cuando se enfría o vacía de
contenido el monumento y éste se estima por otros valores –como los históricos, artísticos, estéticos o incluso
urbanísticos− se produce su mantenimiento y conservación insertado en otro contexto e, incluso más allá, cuando se
transforma su mensaje rememorativo, en ocasiones puede transformarse también su presencia física para actualizar sus
contenidos y asumir así un nuevo sentido rememorativo; en conclusión, los valores rememorativos podemos decir que
actualmente se funden con los valores simbólicos e identitarios que asume el patrimonio cultural que se corresponden con
la identificación que un determinado colectivo tiene con su patrimonio, bien se trate éste de un monumento, un espacio
urbano, una tradición o costumbre o un paisaje.
Valor de autenticidad

Valor de autenticidad
La definición académica de auténtico lo considera como aquello que es «acreditado cierto y
positivo por los caracteres, requisitos y circunstancias que en ello concurren». Pero los
caracteres, requisitos y circunstancias que concurren en la obra de arte son conceptos y
realidades muy complejas, como la materia, el tiempo y la forma, y su presencia –o
compresencia− sobre ella no admite una interpretación unívoca:
El tiempo imprime sus huellas sobre la materia, transmuta la materia, y con ello
transforma, lenta y paulatinamente, la forma original del monumento y en esta
transformación, que modifica inexorablemente la obra original, encontramos
argumentos para constatar su autenticidad: esta acción del tiempo sobre la materia
debe ser conservada pues estas huellas del paso del tiempo son testimonio de la
autenticidad del monumento.
En otras ocasiones la acción del tiempo sobre la materia puede ser destructora:
en momento críticos no basta con la conservación y se estima necesaria la
renovación material de la consistencia física del monumento para mantener su
forma, lo que se consigue a través de la restauración de la materia.
Pero algunas teorías fueron más allá y consideraron factible recuperar el espíritu
originario con la pretensión de subvertir el orden natural del tiempo para retroceder a la
obra original, para restaurar su forma original, aunque para ello se adulterara la materia e
incluso la forma (la forma transformada, queremos decir).
VALOR DE AUTENTICIDAD: TEXTO SELECCIONADO

∎ ICOMOS, Documento de Nara sobre la Autenticidad, Nara, Japón, 1994.


9. La preservación del patrimonio cultural en todas sus formas y periodos históricos halla sus fundamentos en los
valores que en cada época se atribuyen al patrimonio. Nuestra capacidad para comprender estos valores depende, en
buena parte, del grado en el cual las fuentes de información sobre estos valores puedan tomarse como creíbles y
verdaderas. El conocimiento y la comprensión de estas fuentes de información en relación con las características
originales y las derivadas del patrimonio cultural, así como de su significado, es un requisito básico para valorar todos
los aspectos de su autenticidad.
10. La autenticidad, tomada en consideración de esta manera, y afirmada en la Carta de Venecia, aparece como un
factor de cualificación esencial en lo que concierne a los valores. La comprensión de la autenticidad desempeña un
papel fundamental en todos los estudios científicos del patrimonio cultural, en los planes de restauración y preservación
del mismo, así como en los procedimientos de inscripción utilizados por la Convención del Patrimonio Mundial y en
otros inventarios de patrimonios culturales.
11. Todos los juicios sobre valores que se atribuyan a los bienes culturales, así como la credibilidad de las fuentes de
información relacionadas, pueden variar de una cultura a otra, e incluso dentro de la misma cultura. Por lo tanto, no es
posible basar juicios sobre el valor y la autenticidad con criterios inamovibles. Al contrario, el respeto debido a todas las
culturas requiere que los bienes del patrimonio deban juzgarse y tomarse en consideración dentro de los contextos
culturales a los que pertenecen.
12. En consecuencia, resulta de la mayor importancia y urgencia que, dentro de cada cultura, se otorgue un
reconocimiento a la naturaleza específica de sus valores patrimoniales, y a la credibilidad y veracidad de las fuentes de
información relacionadas.
13. Dependiendo de la naturaleza del patrimonio cultural, de su contexto cultural, y de su evolución a través del tiempo,
los juicios de autenticidad pueden vincularse al valor de una gran variedad de fuentes de información. Algunos de los
aspectos de las fuentes pueden ser la forma y el diseño, los materiales y la sustancia, el uso y la función, la tradición y
las técnicas, la ubicación y el escenario, así como el espíritu y el sentimiento, y otros factores internos y externos. El
uso de estas fuentes permite la elaboración de las dimensiones específicas de estas fuentes de patrimonio cultural objeto
de examen: artísticas, históricas, sociales y científicas.
1.5. aproximación bibliográfica

A) Manuales de curso
1.5. aproximación bibliográfica

A) Manuales de curso
1.5. aproximación bibliográfica

A) Manuales de curso
1.5. aproximación bibliográfica
1.5. aproximación bibliográfica
1.5. aproximación bibliográfica
1.5. aproximación bibliográfica
1.5. aproximación bibliográfica
1.5. aproximación bibliográfica
1.5. aproximación bibliográfica

A) Manuales de curso
1.5. aproximación bibliográfica

A) Manuales de curso
1.5. aproximación bibliográfica

A) fuentes documentales:
· proyectos de restauración (intervención)
· ensayos y literatura crítica (pensamiento)
· legislación y documentos
· técnicas de restauración
· congresos y revistas
· publicaciones institucionales
1.5. aproximación bibliográfica

B) historia de la restauración:
· monumentos restaurados
· arquitectos restauradores
· monografías sobre historia de la restauración
· congresos, revistas y exposiciones

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