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JORGE O. AZPIR
Juicio sucesorio
COMPETENCIA. FUERO DE ATRACCIÓN. APERTURA
DE LA SUCESIÓN. SUCESIÓN INTESTADA. SUCESIÓN
TESTAMENTARIA. HERENCIA VACANTE. ACCIONES
RELACIONADAS CON EL JUICIO SUCESORIO.
PARTICIÓN. ADMINISTRACIÓN. HONORARIO

CAPÍTULO I
5. Ley aplicable
Principio general
Manteniendo el criterio general que traía el Código Civil, pero con mayor
precisión el art. 2644 del CCCN determina el derecho aplicable a la
sucesión: “La sucesión por causa de muerte se rige por el derecho de
domicilio del causante al tiempo de su fallecimiento. Respecto de los
bienes inmuebles situados en el país, se aplica el derecho argentino”
Para precisar el alcance de esta norma es preciso aclarar las cuestiones
que van a quedar regidas por la ley del último domicilio del causante. Esto
significa que, cuando el causante tuvo su último domicilio en el país, el
derecho argentino regirá para todas las cuestiones relacionadas con la
transmisión mortis causa, entre ellas la capacidad del heredero, a
diferencia de lo que ocurría en el Código Civil en que aquella era regida
por la ley del domicilio de este
La capacidad para testar como así también la forma de testar se regirá por
la ley del lugar de su otorgamiento, o bien por la ley del domicilio, de la
residencia habitual del testador al momento de testar, o por las formas
legales argentinas, conforme lo establece el art. 2645 del CCCN, lo que
puede constituir una excepción al derecho aplicable cuando el último
domicilio se encontraba en el país.
Por lo tanto, la norma básica del art. 2644 sienta el principio general de
que el sistema es de unidad de ley determinada por el último domicilio del
causante.
Cuando ese domicilio hubiera estado en el extranjero será esa ley la que
regirá la transmisión hereditaria de todos los bienes que se encuentren
fuera del país y también sobre los bienes muebles no registrables que
carecen de situación permanente aunque estén en la República Argentina.
Así resulta de lo dispuesto por el art. 2670 del CCCN: “Los derechos reales
sobre los muebles que el propietario lleva siempre consigo o los que son de
su uso personal, esté o no en su domicilio, como también los que se tienen
para ser vendidos o transportados a otro lugar se rigen por el derecho del
domicilio de su dueño. Si se controvierte o desconoce la calidad de dueño,
se aplica el derecho del lugar de situación

c) Excepciones

1 — Bienes inmuebles
art. 2644 del CCCN al determinar que para la trasmisión de los inmuebles
situados en el país, se aplica el derecho argentino. Esto significa que,
cualquiera haya sido el último domicilio del causante, si hubiera dejado
bienes inmuebles en el país, no se aplicará la ley que rija la sucesión, sino
que su transmisión será regulada por la ley argentina. Esta solución es
también ratificada por el art. 2667 del CCC

2 — Bienes muebles de radicación


permanente
art. 2668 del CCCN, los derechos reales sobre bienes registrables se rigen
por el derecho del Estado del registro y además los bienes muebles de
situación permanente también se rigen por el derecho de ese lugar (2669)
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CAPÍTULO V
INICIACIÓN DEL JUICIO
SUCESOR
17. Plazo para iniciar el juicio
En principio, los herederos podrán hacerlo en todo tiempo sin que el
lapso transcurrido entre la muerte del causante y la iniciación de
proceso les pueda ocasionar perjuicio alguno
Sin embargo, como se ha analizado en el Capítulo anterior, los
terceros interesados, como pueden ser:
 los acreedores del causante o
 los legatarios particulares,
No tienen que aguardar indefinidamente a que el heredero decida
llevar adelante las actuaciones judiciales sino que se encuentran a
su alcance los mecanismos legales pertinentes para instarlo a que
lo haga o, en su defecto, podrán intervenir ellos mismos.
La otra situación que puede perjudicar los derechos del heredero
que no ha promovido el juicio sucesorio durante un lapso
prolongado es que:
 un tercero haya comenzado a poseer los bienes hereditarios
asumiendo de hecho la condición de propietario y al cabo del
plazo legal según su naturaleza, haya usucapido dichos
bienes.
 También ello puede suceder si un coheredero ha intervertido
su título y ha dejado de poseer los bienes como heredero
para hacerlo como simple poseedor y transcurre el plazo de
veinte años ocasionando la usucapión de dichos bienes,
conforme resulta del art. 1899 del CCC
En suma, no hay plazo para promover el juicio sucesorio pero
deberá hacerlo el heredero cuando sea intimado para ello por un
tercero interesado y, en caso de haber dejado transcurrir el lapso
señalado, puede encontrarse en su momento que no podrá
reclamar los bienes hereditarios porque ha nacido un nuevo
derecho de pro-piedad en cabeza del poseedor
Esta situación —la iniciación del proceso sucesorio— no debe ser
confundida con el plazo para aceptar o repudiar una herencia que el art.
2288 del CCCN regula de la siguiente manera: “El derecho de aceptar la
herencia caduca a los diez años de la apertura de la sucesión.
El heredero que no la haya aceptado en ese plazo es tenido por
renunciante ...”. El llamado derecho de opción se pierde cuando han
pasado diez años desde la muerte del causante que es cuando la sucesión
se abre, conforme se ha analizado en el Capítulo anterior. Una vez
transcurrido dicho plazo el sucesible ya no puede elegir y quedará como
renunciante tal como resulta ahora en forma expresa de la norma citada

Para poder promover el juicio sucesorio:


 el sucesible debe haber ya aceptado la herencia en forma expresa o
tácita, conforme resulta del art. 2293 y ss. del CCCN, y es evidente
que la promoción del juicio sucesorio invocando para sí la calidad
de heredero es una forma de aceptar tácitamente la herencia, ya
que es un acto jurídico que no podía ejecutar legalmente sino como
propietario de la herencia.

18. Características del escrito para


obtener la apertura del juicio sucesorio
De acuerdo al ya comentado art. 689 del CPCCN: “Quien solicitare
la apertura del proceso sucesorio, deberá justificar, prima facie,
 su carácter de parte legítima y
 acompañar el acta de defunción del causante.
Si este hubiere hecho testamento y el solicitante conociere su
existencia, deberá presentarlo, cuando estuviese en su poder, o
indicar el lugar donde se encontrare, si lo supiere.
Cuando el causante hubiere fallecido sin haber testado, deberá
denunciarse el nombre y domicilio de los herederos o
representantes legales conocidos”.
En el Capítulo anterior se han analizado los requisitos
mencionados en dicho artículo, por lo que en el presente se
tomarán en cuenta los aspectos meramente formales de ese escrito
inicial. En tal sentido, es posible puntualizar que debe reunir en su
encabezamiento los mismos recaudos que cualquier otro escrito
judicial; es decir,
 debe enunciar quién hace la presentación con nombre y
apellido,
 detallar si lo hace por derecho propio o en representación,
 cuál es el domicilio real del presentante,
 quién es su letrado patrocinante
 o si quien hace la presentación actúa como letrado
apoderado,
 debe constituir un domicilio comúnmente llamado legal, aun-
que en realidad es un domicilio procesal.

Esto último constituye un error conceptual muy frecuente aunque


carente de consecuencias prácticas. Ello es así porque en la gran
mayoría de los escritos judiciales se menciona que se constituye un
domicilio legal sin tener en cuenta que el Código Civil y Comercial,
en su art. 74, determina los supuestos de este tipo de domicilio y
ninguna de sus referencias alude al que se constituye dentro de un
juicio.
Sin embargo, el mismo art. 40 del CPCCN incurre en ese equívoco
al exigir la constitución de un domicilio legal dentro del perímetro de
la ciudad en el primer escrito que se presente o audiencia a que
concurra.
 Por ese motivo resulta más adecuado denominarlo domicilio
procesal, que será el que mantendrá su vigencia a lo largo del
juicio.
El apartado siguiente del escrito inicial exige que se demuestre
 el carácter en que se actúa y, en tal sentido,
 deberá justificarse el vínculo acompañando las partidas
respectivas o
 agregando el testamento del que surge esa condición, o bien,
in di cando dónde se encuentra el mismo.

En el supuesto de que actúe un apoderado judicial, será preciso


que además, se adjunte
 el testimonio de la escritura en la que se ha conferido el
mandato.

El siguiente capítulo del escrito inicial debe referirse al objeto de la


presentación, en el que deberá consignarse:
 la intención de promover el juicio sucesorio de una persona
determinada indicando su nombre y apellido,
 la fecha de su fallecimiento,
 su último domicilio
 y acompañar el acta de defunción respectiva.

Cuando se conozca la existencia de otros herederos que son


llamados a recibir la herencia en concurrencia con el presentante,
este, en un capítulo diferenciado, deberá:
 denunciar sus nombres y apellidos y, si los conociere, sus
domicilios, a fin de que luego puedan ser notificados por
cédula de la iniciación del juicio sucesorio.
Habitualmente, dentro del escrito inicial se efectúa:
 una denuncia de los bienes que componen el acervo
hereditario y se acompañan los títulos de propiedad que
acreditan esa condición.

Esta denuncia de bienes no debe obligatoriamente existir


dentro del escrito inicial, ya que ninguna norma lo impone y su
omisión no trae consecuencias prácticas, pues dicho
enunciado podrá llevarse a cabo en cualquier momento a lo
largo del proceso.

Por las mismas razones, cuando se hubiera efectuado una


denuncia inicial de bienes que resulte ser incompleta podrá
ampliarse en todo momento.

En caso de que sea necesario adoptar medidas cautelares o


conservatorias sobre los bienes hereditarios, también podrá
referirse a ellas el escrito inicial y en su análisis nos detendremos
más adelante.
Otro capítulo relevante del escrito inicial debe contener:
 el enunciado del derecho en que se funda la pretensión del
presentante indicando los artículos del Código Civil y
Comercial que sirven de respaldo al carácter que invoca para
ser reconocido como heredero del causante.

Por último, dentro del petitorio:


 deberá brevemente requerir que se lo tenga por presentado,
por parte en el carácter invocado y por constituido el domicilio
procesal que se declare abierto el juicio sucesorio del
causante, que se ordene cumplir con el decr.-ley 3003/56 y la
publicación de edictos.
Cumplidos estos recaudos formales, el escrito inicial será idóneo
para obtener la resolución judicial que declara abierto el juicio
sucesorio del causante.

Este escrito inicial no solo es importante por la circunstancia


apuntada sino también porque el letrado que asesore al presentante
se hará acreedor al tercio de los honorarios que deban regularse
dentro de ese proceso.
Si bien en el Capítulo respectivo se tratará el tema de los
honorarios, es posible anticipar que el proceso sucesorio, a los fines
arancelarios, se divide en tres partes:
 la primera se refiere al escrito que permite abrir el juicio
sucesorio;
 la segunda se desarrolla hasta el dictado de la declaratoria de
herederos o la aprobación del testamento en cuanto a sus
forma;
 y la tercera es la que se refiere a la inscripción de los bienes
a nombre de los herederos

19. La resolución que declara abierto el


juicio sucesorio

El juez interviniente deberá dictar una resolución que será


fundamental para la posterior tramitación del juicio sucesorio.
Su alcance y contenido inicial surgen del párr. 1º del art. 690 del
CPCCN: “El juez hará lugar o denegará la apertura del proceso,
previo examen de su competencia y recepción de la prueba que
resultare necesaria ...”.
De esta norma resulta que, en primer lugar, el magistrado deberá
analizar si se encuentran en condiciones de avocarse a ese
expediente en razón de su competencia. Ninguna dificultad
presenta la competencia en razón de la materia, ya que en todas las
jurisdicciones han quedado especificados quiénes son los
magistrados que entenderán en los juicios sucesorios.
En cuanto a la competencia territorial también deberá ser analizada
por el juez para determinar si queda bajo su ámbito de actuación; es
decir, si el último domicilio del causante se encontraba dentro del
territorio en el que está facultado para actuar como juez.
Cuando existieren dudas acerca del último domicilio del
causante porque falleció fuera de él, residiendo en otro lugar en
el que el juez interviniente no es competente, la parte iniciadora
podrá ofrecer prueba para demostrar que se trató de un traslado sin
intención de modificar el domicilio real. En tal supuesto, el juez
deberá ordenar la producción de la prueba necesaria para
establecer cuál ha sido el último domicilio del causante y, como
consecuencia de ello, determinar si es competente desde el punto
de vista territorial.
Efectuada esta primera evaluación, luego, en el auto de apertura del
juicio sucesorio, el magistrado deberá analizar si se encuentran
cumplidos los requisitos enunciados en el art. 689 del CPCCN; esto
es, encontrarse legitimado para promover el juicio sucesorio y
demostrar el fallecimiento del causante
Si el juez llega a la conclusión de que se han satisfecho esos
recaudos, declara formalmente abierto el juicio sucesorio del
causante.
En el supuesto contrario, conforme lo dispone expresamente el
art. 690, podrá denegar la apertura del proceso sucesorio.

Ante esta situación es posible que quien ha presentado el escrito


inicial manifieste su disconformidad con tal resolución interponiendo
en tiempo y forma un recurso de apelación contra la misma.
También es posible que el auto de apertura del juicio sucesorio se
encuentre cuestionado por otro interesado que considere que quien
lo ha promovido no se encuentra facultado para hacerlo y, en tal
supuesto, también puede interponer un recurso de apelación, o
bien, plantear la nulidad de lo tramitado hasta entonces si se han
falseado los hechos para hacer aparecer al presentante como
legitimado activo.

§ 20. El Registro de Juicios Universales

En el mismo auto que declara abierto el juicio sucesorio del


causante, el juez debe ordenar inscribir el mismo en el Registro de
Juicios Universales creado en el ámbito de la Capital Federal por el
decr.-ley 3003/56 y en la provincia de Buenos Aires por la ley 7205.
El párr. 2º del art.690 del CPCCN parece indicar un procedimiento
diferente: “... Dentro de tercero día de iniciado el procedimiento, el
representante deberá comunicarlo al Registro de Juicios
Universales, en la forma y con los recaudos que establece la
reglamentación respectiva ...”.
De la simple lectura de esta norma parece surgir que se trata de
una iniciativa autónoma de quien ha promovido el juicio sucesorio.
Sin embargo, para proceder a dicha inscripción se requiere la
orden judicial que emana del auto que declara abierto el juicio
sucesorio.
La reglamentación impone la confección de un formulario por
duplicado en el que se hacen constar los datos de la persona
fallecida, la fecha de la muerte, el documento de identidad y su
domicilio, el juez interviniente y los datos del presentante.
El tribunal controla la exactitud de la información contenida en el
formulario y procede a imponer los sellos del juzgado. El formulario
debe entonces ser presentado ante el Registro de Juicios
Universales, el cual procede a la registración correspondiente y, al
mismo tiempo, devuelve la copia con la constancia de la inscripción
y, además, informa si existen otros expedientes del mismo causante
inscriptos con anterioridad dentro de esa jurisdicción.
Esta copia debidamente registrada debe ser acompañada al
expediente sucesorio, con lo que se tendrá por cumplida esa
diligencia.
En el caso de que ya exista otro expediente sucesorio del
mismo causante, el juez deberá remitirlo al juzgado que ha
intervenido con anterioridad, a fin de proceder a la
acumulación de los procesos, tal como se analizó en el
Capítulo II.

§ 21. Medidas para garantizar la


seguridad de los bienes y documentos
del causante
Puede suceder que un heredero considere que existe riesgo de
desaparición de bienes que pertenecían al causante y que, por
consiguiente, deben integrar la herencia.
Este peligro puede existir en razón del posible accionar de otros
herederos o de terceros y también puede estar relacionado con la
naturaleza de los bienes que integran el acervo.
El art. 690 del CPCCN, en su párr. 3º dispone que “... A petición de
parte interesada, o de oficio, en su caso, en juez dispondrá las
medidas que considere convenientes para la seguridad de los
bienes y documentación del causante”

a) Legitimación para solicitarlas

La primera cuestión que suscita esta norma es la determinación de


la parte interesada en requerir tales medidas, ya que, en principio,
solo a petición de quien se encuentre legitimado para hacerlo
pueden ser adoptadas por el juzgador.
En tal sentido, el heredero será el principal interesado en solicitar
las medidas de seguridad que considere oportunas.
El cesionario del heredero o el heredero del heredero gozan de
esta posibilidad porque tendrán los mismos derechos que tenía el
heredero original.
Sin embargo, no solo los herederos pueden tener un interés
legítimo en asegurar los bienes hereditarios,:
 ya que en la misma situación se puede encontrar el cónyuge
supérstite en lo que se refiere a proteger su parte en la
comunidad cuando hayan estado sometidos a este régimen
patrimonial, que se liquida simultáneamente con la
transmisión hereditaria, aunque no sea heredero por concurrir
a la herencia con descendientes y no haber bienes propios.

 El heredero de cuota, para asegurar los bienes que integran la


herencia,

 el legatario particular, para evitar la desaparición o perjuicios


sobre el bien legado, también se encuentran legitimados para
requerir esa protección legal.

 El albacea, como ejecutor de las disposiciones del testador y


siempre que no existan herederos o, aun en este supuesto, en
casos de urgencia, puede solicitar las medidas pertinentes
para asegurar el cumplimiento de las cláusulas
testamentarias.

 Los acreedores, en principio, carecen de este derecho


porque, de acuerdo a su situación legal, podrán ejecutar su
crédito contra los herederos del causante y en ese proceso
requerir las medidas que son propias de su derecho.

 El art. 690 ya citado contempla la posibilidad de que sea el


propio juez actuando de oficio quien disponga la adopción de
medidas de seguridad sobre los bienes o documentación del
causante, aunque ello raramente ocurre.

Tan solo tendrá lugar una resolución de oficio cuando exista


una denuncia al respecto efectuada por quien carece de
facultades para solicitarla y el juzgador considere que, a pesar
de esa falta de legitimación, la situación es de tal gravedad
que justifica su actuación de oficio.
La prueba de la legitimación será la misma que se exige para
promover el juicio sucesorio; es decir, que deberá ser acreditada
prima facie, sin que pueda exigirse en esta etapa procesal la plena
y absoluta demostración del derecho invocado.

b) Demostración del peligro


Tal perjuicio puede estar motivado por la desaparición de bienes
que pertenecían al causante, o cuyo uso pudiera redundar en una
disminución de su valor.
La desaparición puede resultar de la acción de otro coheredero o
de un tercero; puede tener lugar por un extravío circunstancial; es
posible que el bien sea consumido o transformado, con lo que
pierde su individualidad y, en definitiva, lo que se procura es que los
bienes hereditarios sean recibidos por los herederos y legatarios en
forma íntegra.
También puede suceder que los bienes del causante requieran la
adopción de medidas que tiendan a su correcta administración y,
cuando ello no ocurre, se está produciendo un perjuicio a los
beneficiarios de los derechos que se transmiten por causa de
muerte.
Por tales razones y como se trata de medidas de excepción, deberá
ser acreditado el peligro que se cierne sobre los bienes o
documentos del causante para poder requerir la adopción de esta
protección.
La acreditación de este peligro se deberá hacer de la misma
manera que se demuestra en el caso en que se pretenda adoptar
una medida cautelar en un juicio de conocimiento conforme lo
establece el art. 196 del CPCCN

c) La contracautela
Cuando en un juicio ordinario se adopta una medida cautelar, por lo
general, se exige la prestación de una contracautela a fin de
resguardar los posibles perjuicios que esa medida pueda ocasionar.
Esta contracautela podrá ser real o juratoria de acuerdo a las
circunstancias del caso y, en algunos supuestos, hasta es posible
prescindir de ella cuando existen bienes suficientes como para
afrontar dichos perjuicios, como sucede cuando un cónyuge solicita
la adopción de medidas precautorias en un juicio de liquidación de
la comunidad, ya que su mitad de bienes gananciales aseguran
que, si existe perjuicio, será posible resarcirlo.
Por lo tanto, al existir bienes del causante que corresponderán al
heredero requirente, en principio, no cabe entonces que se fije una
contracautela.
Sin embargo, habrá que analizar las circunstancias particulares del
caso para verificar si es necesario asegurar que, si llegara a
producirse un perjuicio, el mismo podrá ser reparado y, en tal
supuesto, debe disponerse una contracautela, pero, reiteramos,
deben presentar situaciones verdaderamente excepcionales

d) Tramitación por separado

Ya se ha enunciado que el juicio sucesorio es voluntario y que


dentro de él no caben controversias que deban ser resueltas por el
juzgador, ya que no se trata de un proceso que pretenda asegurar
pretensiones no satisfechas. Cuando se requiera la adopción de
medidas de urgencia que tiendan a asegurar los bienes del
causante, deberá formarse un incidente por separado y guardarse
reserva del mismo hasta que las cautelares se hayan hecho
efectivas

e) Medidas en particular

El inventario es el detalle pormenorizado de los bienes muebles que


se encuentran en un lugar determinado.
Cuando el lugar donde se encuentran dichos bienes pertenecía al
causante es razonable sostener, salvo prueba en contrario, que los
muebles también son de su propiedad. Esta medida tiende,
entonces, a determinar la existencia de bienes hereditarios en un
sitio que hace verosímil la propiedad del fallecido.
La realización de este tipo de inventario, en esta etapa procesal, no
pretende abarcar la totalidad de los bienes hereditarios si no tan
solo los que se encuentran en una situación de riesgo.
Generalmente, tal inventario se lleva a cabo con la intervención de
un oficial de justicia, en cumplimiento de la resolución emanada del
juez del sucesorio.
Las facultades del oficial de justicia, como para allanar domicilios,
violentar cerraduras o requerir el auxilio de la fuerza pública,
dependerán de las circunstancias del caso y deberán constar en la
orden judicial. Cuando los bienes a inventariar se encontrasen en
una caja de seguridad ubicada en un domicilio particular, deberá
ordenarse su apertura forzada a fin de poder realizar dicho trámite y
lo mismo sucede con las cajas de seguridad que se encuentren en
instituciones bancarias o financieras.

2-Embargo y depósito
La confección de un inventario puede no resultar eficaz para
asegurar la integridad de los bienes individualizados, ya que nada
impide que puedan desaparecer hasta el momento en que deban
ser entregados a los herederos o legatarios.
La forma de asegurar que se mantendrán intangibles hasta esa
oportunidad es acompañar el inventario con el embargo de dichos
bienes y su depósito en un lugar seguro

El embargo impedirá su enajenación


Depósito garantizará su integridad física.
Habitualmente, junto con el inventario se ordenan ambas medidas
cautelares complementarias y, de esa manera, deberá aparecer un
responsable que asuma el carácter de depositario judicial de los
bienes inventariados y embargados, con las consiguientes
responsabilidad civiles y penales que corresponden a esa
condición.
Generalmente, el depositario judicial será un coheredero, o bien, el
cónyuge supérstite, aunque nada impide que, de acuerdo a las
circunstancias del caso, pueda ser designado un tercero para que
asuma esa condición. El último párrafo del art. 690 del CPCCN
establece: “... El dinero, los títulos, acciones y alhajas se
depositarán en el banco de depósitos judiciales. Respecto de las
alhajas se adoptará la misma medida, salvo que los herederos
decidieren que quedaren bajo su custodia”.
Aunque la norma no establece diferencias, en la realidad el trámite
del depósito de estos bienes depende de su naturaleza. En efecto,
si se trata de dinero deberá ser depositado en el Banco de la
Nación Argentina, sucursal Tribunales, pero si se tratase de bienes
muebles o alhajas, deberán quedar en depósito del Banco de la
Ciudad de Buenos Aires que es quien se encarga de recibir este
tipo de bienes.
Cuando los herederos decidan que las alhajas queden en poder
de alguno de ellos, quien los reciba las conservará en calidad de
depositario judicial, con las consiguientes responsabilidades
Si se han embargado fondos que se encuentran depositados
en cuentas corrientes, cajas de ahorro, plazos fijos o cualquier
otra forma financiera, pertenecientes a instituciones bancarias,
deberán estos ser transferidos al Banco de la Nación Ar gen-ti na,
sucursal Tribunales.

3 — Secuestro
Cuando exista el riesgo de que un bien se deteriore si continúa en
poder de un heredero o de un tercero, podrá requerirse el secuestro
del mismo a fin de garantizar su integridad.
La gravedad de esta medida hace necesario evaluar con suma
precaución su adopción, ya que implica sustraer el bien del uso del
poseedor actual evitando que su valor disminuya o se extinga.
Será necesario demostrar, por parte de quien solicite el secuestro
de un bien, que esa pérdida de valor no se producirá manteniendo
inactivo dicho bien.
4.-Intervención judicial
Puede suceder también que dentro del acervo sucesorio existan
acciones o participaciones sociales, cuyo valor depende de las
decisiones que sean tomadas por los administradores de esas
personas jurídicas.
Para evitar estos perjuicios, el Código Procesal contempla distintos
grados de intervención dentro de estas personas jurídicas.
En tal sentido, se admite la designación de un interventor
recaudador para hacer efectivo un embargo de las rentas o frutos
que se producen (art. 223, CPCCN).
También es posible que se designe un interventor informante,
llamado comúnmente veedor, para que dé noticia acerca del estado
de los bienes objeto del litigio o de las operaciones o actividades,
con la periodicidad que se establezca en la providencia que lo
designe (art. 224, CPCCN).
En casos de extrema gravedad, podrá ser designado un interventor
judicial para que sustituya al administrador ordinario de la persona
jurídica.

5 — Administrador judicial
Para mayor tratamiento del tema sobre el administrador judicial de
la herencia remitimos infra al Capítulo x

6 — Prohibición de innovar
Puede presentarse la posibilidad de alterar la situación jurídica en la
que se encuentra algún bien perteneciente al acervo sucesorio,
como por ejemplo, si se pretende realizar una compraventa, sobre
todo, cuando se trata de bienes muebles.
En tal supuesto, sin llegar a la medida cautelar que impida
totalmente su disponibilidad, como sería su embargo y depósito, es
posible adoptar una medida de no innovar que a los fines prácticos
podrá ser tan eficaz como aquella para resguardar la integridad de
los bienes hereditarios.
§ 22. Personas que intervienen en el
juicio sucesorio
En el Capítulo anterior se ha desarrollado la legitimación activa para
promover el juicio sucesorio, pero en verdad, además de estas
personas existen otras que pue-den intervenir en él sin tener el
carácter de parte. También, estas otras personas podrán actuar
dentro del expediente sucesorio en aspectos determinados y por un
tiempo limitado.

a) Ministerio Público Fiscal


Ya se mencionó en el Capítulo anterior que el Ministerio Público
Fiscal interviene en el proceso sucesorio a fin de controlar la
regularidad de la acreditación del vínculo existente entre los
herederos y el causante, o bien, para verificar el cumplimiento de
las solemnidades contenidas en el testamento.
Esta actuación del Ministerio Público Fiscal culmina cuando se ha
dictado declaratoria de herederos, se ha aprobado el
testamento en cuanto a las formas, o la herencia ha sido
reputada vacante.
El art. 693 del CPCCN, dispone al respecto: “La actuación de las
personas y funcionarios que pueden promover el proceso sucesorio
o intervenir en él, tendrá las siguientes limitaciones: 1. El ministerio
público cesará de intervenir una vez aprobado el testamento,
dictada la declaratoria de herederos o reputada vacante la
herencia ...”

b) Los tutores «ad litem»


En los casos en que un menor de edad que carezca de
representantes legales tenga que intervenir en el proceso sucesorio
deberá hacerlo a través de un tutor ad li-tem.
La actuación de este representante del incapaz tiene una limitación
importante, ya que cesará en sus funciones cuando se le designe al
menor un tutor definitivo, o bien, cuando llegue a la mayoría de
edad o haya concluido la oposición de intereses que justificó su
designación.
También en este caso la limitación referida surge del art. 693 del
CPCCN: “... 2. Los tutores ad litem cesarán de intervenir cuando a
sus pupilos se les asigne representante legal definitivo, o
desaparezca la incapacidad o la oposición de intereses que dio
motivo a su designación”

c) Casos de herencia vacante

Cuando dentro del proceso sucesorio haya sido necesario dar


intervención a la autoridad encargada de recibir las herencias
vacantes y luego se presenta algún heredero llamado por la ley, o
bien, un heredero testamentario, debe cesar la intervención de
aquel funcionario.
Ello es así porque la actuación de una persona invocando la calidad
de heredero hace injustificada la actuación del representante estatal
que tiene prevista su intervención precisamente para el caso de que
no exista ningún heredero.
Una vez aprobado el testamento en el que se ha instituido heredero
o cuando se ha dictado una declaratoria de herederos cesa la
intervención de la autoridad en-cargada de recibir la herencia
vacante. Así lo dispone el art. 693, inc. 3º del CPCCN: “La autoridad
encargada de recibir la herencia vacante deberá ser notificada por
cédula de los procesos en los que pudiera llegar a tener
intervención. Las actuaciones solo se le remitirán cuando se reputa-
re vacante la herencia. Su intervención cesará una vez aprobado el
testamento o dictada la declaratoria de herederos”

d) El defensor de menores
La actuación del defensor de menores culmina en caso de que el
heredero haya alcanzado la mayoría de edad, ya que en ese
supuesto carece de justificación la intervención de este funcionario
que tiene como misión proteger los intereses del in-capa
e) Síndico en el concurso o la quiebra
Ya se mencionó en el Capítulo anterior que el síndico, en caso de
concurso o quie-bra del causante, no se encuentra legitimado para
promover el juicio sucesorio, pe-ro puede actuar en él para instar la
liquidación de los bienes hereditarios a fin de sa-tisfacer los créditos
que pudieran existir.

f) Fiduciario, beneficiario y fideicomisario


Cuando se ha constituido un fideicomiso por testamento, el
fiduciario podrá reclamar la entrega de los bienes del causante que
han quedado afectados a ese fin. A su vez, el beneficiario del
fideicomiso podrá actuar dentro del proceso sucesorio para que se
cumpla con lo establecido en él y, por consiguiente, se le entreguen
las rentas que produzcan los bienes fideicometidos.
El fideicomisario, al fin del fideicomiso, podrá intervenir para
requerir la entre-ga de los bienes que le pueden corresponder.

G) Escribano que protocoliza el testamento


Cuando el causante ha otorgado un testamento ológrafo, luego de
realizado la pericia pertinente para acreditar su autenticidad, el juez
interviniente en el proceso sucesorio designará un escribano para
que lo protocolice.
El art. 705 del CPCCN así lo dispone: “Si los testigos reconocen la
letra y firma del testador, el juez rubricará el principio y fin de cada
una de las páginas del testamento y designará un escribano para
que lo protocolice”.
Ha quedado superada la exigencia de los testigos que reconozcan
la letra y la fir-ma del testador por la pericia caligráfica que exige el

art. 2339 del CCCN.

La actuación de este funcionario cesará cuando haya cumplido su


cometido; es decir, cuando acompañe al expediente sucesorio el
testimonio de la escritura en la que realizó la protocolización del
testamento.

H) Inventariador y tasador
Cuando dentro del expediente sucesorio deba realizarse un
inventario de los bienes correspondientes al acervo, será necesario
que se designe un escribano inventariador
Esta designación se hará a propuesta de la mayoría de los
herederos presentes en una audiencia que se celebrará al efecto, o
bien, en su defecto, será nombrado por el juez, conforme resulta del
art. 719 del CPCC
La función del escribano inventariador cesará cuando cumpla con
su cometido presentando dicho inventario en el expediente
sucesorio. A su vez, cuando se deba proceder a la tasación de los
bienes inventariados, será necesario designar un perito tasador
para que proceda a valuarlos
a función del escribano inventariador cesará cuando cumpla con su
cometido presentando dicho inventario en el expediente sucesorio.
A su vez, cuando se deba proceder a la tasación de los bienes
inventariados, será necesario designar un perito tasador para que
proceda a valuarlos

La forma de designar al valuador será similar a la del escribano


inventariador, ya que el art. 722 del CPCCN remite al art. 719 en
este aspecto. El perito tasador terminará su actuación con la
presentación del avalúo, o bien, luego de haberse resuelto las
impugnaciones que pudieren haber existido.
Pag 155

I) Perito partidor
Proceso sucesorio sea necesario realizar la partición en forma
judicial, deberá ser designado un perito partidor para que lleve a
cabo esa labor
El perito deberá tener titulo de abogado y su desiganacion se hace
la mima forma que el escribano inventariador 727 CPCCN . La
actuación del perito partidor finalizara con la presentación de la
cuenta particionaria ,o bien, con la resolución de las impugnaciones
que la misma pudiera haber provocado

23
SIMPLIFIACION DE PROCEDIMIENTOS
Es posible que los administradores se pongan de acuerdo en la
designación de un administrador de la herencia, en el detalle de los
bienes que componen el acervo sucesorio y la valuación de dichos
bienes y en la forma de llevar adelante la partición, son algunos de
los ejemplo más significativos que pueden redundar en una
simplificación del procedimiento
Art 691 CPCCN Artículo 691.
Cuando en el proceso sucesorio el juez advirtiere que la
comparecencia personal de las partes y de sus letrados podría ser
beneficiosa para la concentración y simplificación de los actos
procesales que deben cumplirse, de oficio o a pedido de parte,
señalará UNA (1) audiencia a la que aquéllos deberán concurrir
personalmente, bajo apercibimiento de imponer una multa de
PESOS ONCE CON SETENTA Y CUATRO CENTAVOS ($ 11,74) a
PESOS DOSCIENTOS CINCO CON CUARENTA Y SIETE
CENTAVOS ($ 205,47) en caso de inasistencia injustificada.

En dicha audiencia el juez procurará que las partes establezcan lo


necesario para la más rápida tramitación del proceso

24 SUCESION EXTRAJUDICIAL

El CP ha contemplado la posibilidad luego de aprobado el


testamento o dictada la declaratoria de herederos y bajo estrictas
circunstancias que los tramites ulteriores continuaran en forma
extrajudicial a cargo del o de los profesionales interviniente art 698
CPCC (EN LA PRACTICA ESTA POSIBILIDAD NO HA TENIDO
APLICACIÓN POR CUANTO LOS REGISTROS DE LA
PROPIEDAD TANTO INMUEBLE COMO AUTOMOTOR
CONTINUAN EXIGIENDO QUE TANTO LA DOCUMENTACION
COMO EL ORDEN DE INSCRIPCION SEAN OTORGADOS POR
EL JUEZ QUE SE ENCUETRE A CARGO DEL JUICIO
SUCESORIO) ( MIENTRAS NO SE MODIFIQUEN
COORDINAMENTE LAS NOMAS DE FONDO Y DE FORMA, LA
POSIBILIDAD DE REALIZAR TRAMITES EN MANERA
EXTRAJUDICIAL PARA COMPLETAR LOS PROCEDIMIENTOS
QUE HASTA EL DIA DE HOY SE CUMPLEN DENTRO DEL
EXPEDIENTE SUCESORIO, NO SEA POSIBLE)
PAG 156

* JURISPRUDENCIA
1.
2.en los Procesos sucesorios, la primera etapa comprende el
escrito inicial, revistiendo tal carácter la presentación que se basta
por si misma para que el juez pueda declara abierta la sucesión
3.el escrito inicial del proceso sucesorio basta a si mismo para que
el juez pueda declarar su apertura
4. No puede ser cuestionada la eficacia de una escrito como incial
de una sucesión , si el mismo contiene los requisitos minimos:
*acreditación del vinculo
*denuncia de bienes para acreditar la competencia del juez
…….
5.No se puede considerarse escrito inicial de un sucesorio el que no
es completo por no justificar la defunción del causante o el vínculo,
o por faltar la denuncia de bienes que integran el acervo
6. CC

2 MEDIDAS PARA GARANTIZAR LA SEGURIDAD


DE LOS BIENES Y DOCUMENTOS DEL
CAUSANTE (pag157)
7 medidas cautelares que prevé el 690CPCCN están limitadas a los
bienes del causante, no recayendo sobre el patrimonio de terceros.
Deben cumplirse con los requisitos previos de las MC,unidad a la
acreditación del fallecimiento del titular del patrimonio que se
pretende asegurar
Para asegurar el resguardo el derecho de los sucesores sin causar
un perjuicio innecesario al destinatario de esta los art 204 y 232
CPCCN faculta al juez a disponer de una Medida distinta de la
solicitada o limitarla, teniendo en cuenta la importancia del derecho
que se pretende preservar y sin perder de vista que su finalidad es
la de asegurar o preservar la integridad del acervo sucesorio,
siempre que no excedan el ámbito y objeto normal del proceso
sucesorio
8.Por la via del 690 CPCCN no pueden articularse medids de la
sucesión contra terceros excendiendo el contenido específico del
proceso universal
Corresponde notificar a la sociedad integrada por el conyuge de la
causante que deberá abstenerse de realizar actos de disposición de
cualquier bien de la sociedad que involucre la participación
ganancial del conyuge de la causante
El art 690 CPCC autoriza al juez a disponer, a pedido de la parte
interesada o de oficio, las medidas que considere convenientes
para la seguridad de los bienes y documentos
9 La admisibilida de las medidas precautorias , a efectos de
resguardar el derecho de los herederos a conservar y determinar
los bienes de la sucesión no excluye la aplicación de la normativa
genérica que regula a las cautelares, de donde estas no pueden
extenderser sine die , debiendo transformarse en forma inminente
en contradictorias. De esta manera se mantiene la igualdad de las
partes involucfrads y la eficacia dde la sentencia, por tratarse de
una materia controvertida que debe ser articulada y resuelta por la
via pertienente que excede el objeto del proceso sucesorio
10 Las medidas que de conformidad con el 690 CPCCn puede
adoptar el juez de oficio o a petición de parte, deben adecuarse a
las circunstancias y procuara la individualización y la consevacion
PAG 158
11 Debe admitirse que en un proceso sucesorio se dicten medidas
cautelares tendientes a establecer la existencia e importancia de los
títulos y acciones que pudieron haber pertenecido al causante en
una sociedad comercial en que este tenga una importante
participación accionaria, a los fines de establecer el haber
hereditario (conf. art. 58, CCom., no modificado ni derogado por la
ley 19.550 y art. 690, CPCCN) destacando que esas medidas no
deriven de una relación comercial sino que tienden a establecer el
quantum del acervo hereditario a transmitirse a los herederos. Son
medidas de seguridad adecuadas a las circunstancias y
enderezadas a individualizar el haber suce sorio y conservarlo.
[CNCiv., Sala C, 29/7/93, "Tagliaferro, Jorge A. c. Tagliaferro, Jor ge
A."].

12 En un proceso sucesorio pueden dictarse medidas cautelares


tendientes a establecer la existencia e importancia de los títulos y
acciones que pudieron haberdo al causante en una sociedad
comercial integrada con miembros de su familia, a los fines de
establecer el haber hereditario (arg. art. 58, CCom., no modificado
ni deroga do por la ley 19.550 y art. 690, CPCCN), pero estas
medidas no derivan de una relación comercial sino que tienden a
establecer el quantum del acervo hereditario a transmitirse a los
herederos. Son medidas de seguridad adecuadas a las
circunstancias y ende rezadas a individualizar el haber sucesorio y
conservarlo. [CNCiv., Sala C, 10/11/81,
13 El Código Procesal santafesino sigue el método de no enumerar
las medidas conservatorias que pueden tomarse para preservar los
bienes que componen el acervo hereditario; todo dependerá pues
de la naturaleza de los bienes o negocios del causante, debiendo
resolverse la cuestión conforme las circunstancias del caso. [CACC
Rosa rio, Sala I, 5/12/94, "Tenaglia, Jorge", JA, 1998-II, síntesis].

14 El proceso sucesorio no tiende a la satisfacción de pretensiones


insatisfechas, debiendo todas ellas tramitar por vía separada, pero
ello no obsta a la traba de medidas asegurativas destinadas al
inventario, secuestro o depósito de bienes o a averiguar la real
participación del de cujus.
Es procedente la intimación para determinar el destino de los
fondos del causante respecto de las cuentas en que era cotitular.
[CNCiv., Sala B, 9/3/94, "Ferretti, Silvia", JA, 1995-111-642].

b. Inventario

15 Procede la designación de perito escribano para que practique


inventario provisorio de los bienes muebles constantes en los
domicilios que denuncia, pues constituye una medida asegurativa
que debe ser admitida por su conveniencia respecto del domicilio en
el que resulta que la sociedad-denunciada por la pretensa heredera-
funcionaría como tal. [CNCiv., Sala I, 28/10/04, "Valdivia, Nelly G.",
JA, 2005-1-800].

16 Las medidas de seguridad previstas por el art. 690 del CPCCN


entre ellas el inventario de los bienes relictos, son de naturaleza
precautoria por lo que no pueden ser postergadas, se disponen
inaudita parte y bajo responsabilidad del peticionario, bastando para
ello que alguno de los interesados lo solicite. [CNCiv., Sala C,
18/3/86, "Ucce lli, José N. c. Sassone de Uccelli s/Suc.", JA, 1986-
IV, síntesis].

17 Cabe desestimar el pedido de remoción del perito martillero


designando como inventariador y partidor en una sucesión,
articulado por haber excedido el plazo que se le otorgó para
presentar las operaciones pues, la aplicación del instituto de la negli
gencia no puede ser de recibo, ya que no se compadece con la
clase de tareas encomendadas al experto, que constituye un
engranaje o etapa necesaria para hacer avanzar el proceso
sucesorio.
PAG 159

Si bien el perito martillero, designado en un proceso sucesorio como


inventariador y partidor, se habría excedido en los plazos otorgados
para presentar las operaciones, no puede tener acogida su
remoción, pues la mencionada sanción procura evitar que los
peritos conspiren contra la celeridad del proceso. [CACC Bell Ville,
10/10/06, "Apa ricio y Hernández, Juan Angel", LLC, 2007-295].
PAG 159
18 El perito inventariador no es un mandatario de los herederos sino
un delegado del juez, ya que contribuye a salvar una imposibilidad
física del tribunal, como lo es traslatrasla darse al lugar donde están
ubicados los bienes y que, por ende, se encomienda a quien por ley
está en condiciones de realizar el inventario. En cuanto al tasador,
es un perito en el sentido procesal y ejerce, como auxiliar del juez,
una función técnica de valuación de los bienes.

Inventariar a los efectos de un proceso sucesorio es anotar y


describir los bienes deja dos por el causante, con la mayor exactitud
y prolijidad, a fin de que no aparezca mermado o distorsionado el
caudal hereditario, facilitando y preparando, por el contra rio, su
justa liquidación y adjudicación. [CAFS Tucumán, 15/4/83, "Santa
Cruz, Wilson M.", JA, 1983-IV, síntesis].

c. Embargo y depósito

19 Es procedente en un proceso sucesorio la pretensión de dos


coherederas de que se disponga la notificación a los ocupantes de
dos inmuebles del acervo hereditario para que depositen los
arriendos en la sucursal Tribunales del Banco de la Nación, ya que
di cho pedido es adecuado a los fines que prevé el art. 690 del
CPCCN, cuales son asegurar los bienes o documentos del
causante. [CNCiv., Sala C, 26/4/05, "Allegra, Luisa Ma
20 No procede el embargo de los bienes muebles existentes en el
domicilio donde desarrolla su objeto la sociedad integrada por el
cónyuge de la causante. [CNCiv., Sala I, "Valdivia, Nelly G.", JA,
2005-1-800].

21 Es procedente dentro del juicio sucesorio la privación del uso del


automóvil no solo para garantizar derecho sino por el desgaste y
otras consecuencias frente a terceros que podría generar su uso.
[CNCiv., Sala B, 9/3/94, "Ferretti, Silvia", JA, 1995-III-642].

d. Interventor informante

22 Aun cuando por ser la sociedad ajena al proceso sucesorio, las


cuestiones que se susciten sobre los bienes o participación del
fallecido en aquella deben formularla los herederos por la vía
pertinente, si en el caso se habrían realizado bienes de las empreas
que integraba el causante, procede (art. 204, CPCCN) designar un
interventor in formante a fin de determinar la participación del
causante en aquellas y su patrimo nio. [CNCiv., Sala C, 3/10/95,
"Merardi, Rosa N.", JA, 1997-1-635].
PAG 160
e. Prohibición de innovar

23 En el marco de un proceso sucesorio corresponde revocar la


anotación de litis ordenada por el juez a quo y admitir la prohibición
de innovar solicitada a fin de impedir la disponibilidad y/o
modificación del estado jurídico de los bienes sucesorios, dado que
se encuentra acreditada la verisimilitud del derecho y el peligro en la
demora en tanto se estaría gestionando una operación de
compraventa y la anotación de la litis no resulta ser una medida
suficiente para impedir la disponibilidad de aquellos bienes. [CNCiv.,
Sala C, 26/9/07, "Musso Ferraro Vaz Gil, José", LL, On Line]
24 Cabe confirmar la prohibición de innovar decretada respecto de
diversos bienes propiedad del fallecido demandado, más la
suspensión del proceso sucesorio testamentario en trámite, pues, a
partir del resultado del análisis de ADN que la actora aportó a la
causa, surge acreditado prima facie el derecho por ella invocado.
[CNCiv., Sala C, 8/8/06, "M., M. E. c. M. P., J. y otros", LL, On Line].

25 Corresponde admitir la medida cautelar solicitada por un


coheredero con el obje to de que se disponga la prohibición de
retirar lana y vender hacienda con la marca de la sucesión hasta la
partición de los bienes, pues la medida en cuestión está dirigida a
asegurar los intereses no de uno sino de todos los parientes
llamados a intervenir en el proceso sucesorio. [CNCiv., Sala J,
12/4/05, "Martínez Aguirre, Hernán J. c. Mesa, Ceci lia E.", JA,
2005-11-774; DJ, 2005-3-111].

26 Corresponde rechazar la prohibición de innovar solicitada si


quien la pretende no es parte interesada en el juicio sucesorio ni
tiende a individualizar y/o conservar el ha ber hereditario. [CNCiv.,
Sala C, 26/9/95, "Ahumada, Aníbal O.", JA, 1998-II, sintesis].

PAG 161

CAPITULO VI
SUCESION INTESTADA
§ 25. Introducción

Cuando se definió la sucesión mortis causa de acuerdo con lo


establecido por el art. 2277 del CCCN, quedaron señaladas las dos
fuentes que puede tener la vocación sucesoria.

En el análisis de esa norma se hizo alusión a que el heredero era


llamado a recibir la herencia por la ley o por el testador.

a) Concepto de sucesión intestada

La sucesión intestada es aquella en la que la determinación del


heredero se realiza siguiendo los principios establecidos por la ley.
Debe destacarse que, en nuestro sistema legal, la herencia puede
deferirse por voluntad del hombre en una parte y en otra, por
disposición de la ley, conforme resulta del párr. 1º, in fine del art.
2277.
Sin embargo, es necesario hacer la salvedad de que esta
coexistencia de llamamientos no se refiere a la calidad de heredero.
Esto significa que, si no hay llamamiento a un heredero hecho por la
voluntad del causante en su testamento, la determinación se hará
por la ley, aun cuando en ese testamento se hubieran hecho
legados u otras disposiciones.

De esta manera puede existir el llamamiento parcial testamentario e


intestado, pero, reitero, ello no se da en forma simultánea para la
determinación de la calidad de heredero.

El llamamiento deferido por la ley queda circunscripto a los


miembros de la familia que el legislador establezca, en el orden y
con las condiciones que a él le parezcan adecuadas.

En la nota al art. 3283 Vélez Sarsfield explicaba el fundamento de la


sucesión ab intestato diciendo: Respecto a las sucesiones ab
intestato hay una consideración especial. Reposan sobre la
voluntad presunta del difunto, no porque esa voluntad pueda
considerarse como un hecho cierto respecto a una persona
determinada, sino
Pag 162
porque cada ley positiva, cada Código, adopta la presunción
general que le parece más apropiada a la naturaleza de las
relaciones de familia. Se concibe fácilmente que esa presunción
varie según las diversas legislaciones, pero no que en un caso
dado, se presuma que el difunto ha podido tener voluntad diferente
para las diversas partes de sus bienes, y que haya querido otro
heredero para su casa, que para sus dominios rurales, o para su
dinero, cuando no ha hecho una declaración expresa por
testamento".
Por lo tanto, la elección que hace la ley se basa en los afectos
presuntos del causante de acuerdo a la naturaleza de las relaciones
de familia.

b) Casos en que tiene lugar

La forma que tiene el causante de excluir el llamamiento deferido de


acuerdo a la ley es hacer un testamento mediante el cual instituya
heredero.

Por lo tanto, habrá sucesión intestada cuando el causante no


hubiese testado. También se deferirá de acuerdo a la ley cuando el
testamento haya sido revocado antes del fallecimiento, cuando el
testamento sea anulado con posterioridad a la muerte por no
cumplir con las solemnidades requeridas, por incapacidad o por
vicios del consentimiento, cuando el heredero llamado por el
testamento renuncie a ese llamamiento o cuando sea declarado
indigno
Finalmente, la sucesión se regirá por la ley, cuando haya un
testamento válido en el que se hubieran efectuado solo legados u
otras disposiciones, pero no instituido heredero.

Si con los legados se abarcase la totalidad de los bienes del


causante y no hubiese legitimarios, la sucesión se deferirá por la
voluntad del testador porque la determinación del heredero de
acuerdo a la ley deviene superflua.

A la luz de lo expuesto, la enunciación que hace el art. 699 del


CPCCN de los su puestos en que tiene lugar la sucesión intestada
es incompleta. En efecto, esta nor ma dispone en su primera parte:
"Cuando el causante no hubiere testado o el tes tamento no
contuviere institución de heredero...".
c) Principios generales que la rigen
La determinación del heredero entre todas las personas miembros
de la familia del causante se efectúa en el Código siguiendo una
serie de principios reguladores de la sucesión intestada.

I - Orden de preferencia

El primero de esos principios se denomina "orden de preferencia" y


se enuncia diciendo que, como regla general, los herederos de un
orden preferente excluyen a los de un orden posterior.

c) Principios generales que la rigen

La determinación del heredero entre todas las personas miembros


de la familia del causante se efectúa en el Código siguiendo una
serie de principios reguladores de la sucesión intestada.

PAG 163
1 - Orden de preferencia

El primero de esos principios se denomina "orden de preferencia" y


se enuncia diciendo que, como regla general, los herederos de un
orden preferente excluyen a los de un orden posterior.

El orden establecido en el Código Civil fue variando a traves del


tiempo debido a sucesivas reformas, que han perdido vigencia por
lo que se analizaré tan solo el regimen actual.

El art. 2424 del CCCN menciona los herederos llamados por la ley y
lo que suceda en el caso en que ellos no existieran: "Las
sucesiones intestadas se defieren a los descendientes del
causante, a sus ascendientes, al cónyuge superstite ya los
parientes colaterales dentro del cuarto grado inclusive, en el orden y
según las reglas establecidas en este Código. A falta de herederos,
los bienes corresponden al Estado nacional, provincial o a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, según el lugar en que están situados".

Como los miembros de la familia no son llamados en conjunto sino


en un orden preestablecido, es preciso determinarlo con precisión.

El orden de preferencia significa, como se dijo, que como regla


general, los he rederos de un orden preferente excluyen a los de un
orden posterior.

Siguiendo el mismo criterio que tenía el Código Civil derogado, el


orden de preferencia actual es el siguiente: primero es llamado el
orden de los descendientes; en segundo lugar es llamado el orden
de los ascendientes; en tercer término es llama do el orden del
cónyuge y, finalmente, es llamado el orden de los colaterales hasta
el cuarto grado.

La excepción a este principio se encuentra en el orden del cónyuge


que concurre con los descendientes y con los ascendientes, no
siendo excluido por estos, pero excluye a los colaterales por
aplicación de este principio.

A falta de herederos los bienes pasan al Estado, pero no en calidad


de heredero sino como propietario de las cosas sin dueño conforme
resulta del art. 236, incs.a) y e) del CCCN.

2- Prelación de grados

El segundo principio que rige la sucesión intestada se denomina


"prelación de grados" y se enuncia diciendo que, dentro de cada
orden, el heredero de grado más próximo al causante excluye al de
grado más remoto, salvo el derecho de representación.

Por el primer principio quedó determinado el orden llamado a una


sucesión. Este segundo principio apunta a establecer cuál de los
familiares de ese orden recibirá la herencia. Por lo tanto, para
aplicarlo, es necesario determinar previamente cuál es el orden
llamado a esa sucesión.

Un ejemplo servirá para aclarar ese concepto; si una persona deja


descendientes, estos se encuentran en el primer orden de
preferencia, pero dentro de ese orden puede haber quedado hijos,
nietos, bisnietos y tataranietos. Por aplicación de la prelación de
grado, la herencia será recibida, por los hijos, salvo el derecho de
representación. De esto resulta que la proximidad de parentesco
con el causante es la que fija la calidad de heredero y así, el más
cercano excluye al más lejano.
Pag 164

3 orden sucesorio y orden hereditario

Por la aplicación de los dos principios enunciados y, en su caso, de


las excepciones que correspondan, quedan establecidos los
miembros de la familia del causante que son llamados por la ley a
recibir la herencia en calidad de herederos. Sin embargo, por la
similitud de enunciados es común confundir el orden sucesorio con
el orden hereditario, a pesar de tratarse de conceptos diferentes.

El orden sucesorio, como se vio, es el orden de los capítulos del


Código dentro del Título que tiene esa denominación y mediante él
se procura asignar las prioridades en el llamamiento de la ley.

El orden hereditario constituye la excepción al orden sucesorio al


establecer to dos los miembros de la familia del causante de
distintos órdenes sucesorios que pue den concurrir en forma
simultánea en calidad de herederos.

De acuerdo a este concepto, en la actualidad, luego de la sanción


del Código Civil y Comercial, el primer orden hereditario está
constituido por los descendientes sin ningún tipo de calificación en
cuanto al carácter de la filiación, es decir, incluyendo a los
matrimoniales, extramatrimoniales, a los adoptivos y a los nacidos
por las técnicas de reproducción humana asistida, y por el conyuge.

El segundo orden hereditario está compuesto por los ascendientes,


también en este caso sin discriminación, y por el cónyuge.

El tercer orden hereditaria está compuesto por el cónyuge


superstite.

El cuarto orden hereditaria lo componen los colaterales en segundo


grado, es de cir, los hermanos.

El quinto se formará con los tios y sobrinos del causante, es decir,


con los colaterales en tercer grado.
En sexto lugar quedaran constituidos por los primos hermanos, tios
abuelos y sobrinos nietos del causante; esto es; por los colaterales
del cuarto grado

4 Naturaleza y origen de los bienes

Otro de los principios que riger las sucesiones intestadas se


encuentra enunciado en el art. 2425 del CCCN: "En las sucesiones
intestadas no se atiende a la naturaleza ni al origen de los bienes
que componen la herencia, excepto disposición legal expresa en
contrario". Con esta solución, ya el codificador se había apartado
del antiguo derecho francés, donde los bienes se transmitian dentro
de una misma familia sin que los cónyuges tuvieran la calidad de
herederos.

Como consecuencia de esta norma, los bienes de una persona


pueden pasar por sucesión a su cónyuge y luego del fallecimiento
de este, ser heredados por la familia del superstite, con lo que se
permite un efectivo traspaso de las propiedades de una familia a
otra.

165
La solución del art. 2425 del CCCIV significa que los bienes del
causante seran divididos entre los herederos sin tomar en cuenta si
se trata de bienes inmuebles, mue bles registrables, muebles o
derechos.

Tampoco se debe considerar la causa o el título de su adquisición,


ya que la atribución de ellos se debe efectuar sin que tenga
relevancia esa circunstancia.

Este principio también sufre excepciones; es decir, casos en los que


hay que tomar en cuenta la causa o título de adquisición de los
bienes del causante, porque la forma de dividirlos depende de ella.

La primera excepción está dada cuando el fallecido era de estado


civil casado y se encontraban sometidos al régimen de comunidad
pues en ese supuesto es preciso hacer la distinción entre bienes
gananciales y bienes propios, debido a que la forma de distribuirlos
variará, conforme veremos más adelante (arts. 2433 y 2434,
CCCM).

La segunda excepción se presenta en la sucesión del adoptado


simplemente, cuando el adoptante es llamado por la ley, debido a
que en ese caso hay que determinar si el adoptado ha recibido
bienes a título gratuito de su familia de sangre. Si ello ha sucedido,
el adoptante no hereda esos bienes y, viceversa, tampoco son he
redados por la familia de sangre los bienes que el adoptado recibió
a título gratuito del adoptante, salvo que en este caso quedaran
vacantes (art. 2432, CCCN).

También hay que tener en cuenta el origen de los bienes en el caso


del art. 2290 CCN que establece que cuando se ha transmitido por
causa de muerte el derecho de opción y unos herederos deciden
aceptar la herencia original y otros renuncian a ello pero no a la del
actual causante, los que hubieran aceptado ambas herencias
adquieren la totalidad de los derechos y obligaciones que le
corresponden al causante.

Por ello, será necesario discriminar los bienes que el causante


recibió en la herencia respecto de la cual no había ejercido la
opción, de los que le pertenecían, porque los primeros solo serán
recibidos por los herederos que hubieran aceptado aquella
herencia.

Por último, hay que discriminar el origen de los bienes en el caso de


aceptación forzada de la herencia prevista en el art. 2295 del CCCN
cuando ha habido oculta miento o sustracción de bienes de la
herencia.

En este supuesto, el aceptante forzado podrá recibir los bienes de


la herencia pe ro no los que hubiera ocultado o sustraído y, por ello,
deberá discriminarse en la he rencia esta situación porque estos
bienes solo serán recibidos por los que aceptaron voluntariamente
la herencia.

d) Citación a los interesados


De acuerdo a los establecido por el ar 2340 ccyc el interesado debe
expresar si el derecho que pretende es exclusivo o si concurren con
otros herederos y agrega dicha norma “…Justificado el fallecimiento
se notifica a los herederos denunciados en el expediente y se
dispone la citación de herederos, acreedores y de todos los que se
consideren con derecho a los bienes dejados por el causante por
edicto por un día por el diario de publicaciones oficiales, para que lo
acrediten dentro de los 30 días”
Pag 166
A su vez, en la parte pertinente del art. 699 del CPCCN se dispone
que "... en la providencia de apertura del proceso sucesorio, el juez
dispondrá la citación de todos los que se consideraren con derecho
a los bienes dejados por el causante, para que dentro del plazo de
treinta días lo acrediten...".
Debe recordarse que quien solicitare la apertura del juicio sucesorio
en el caso de no haber testamento, deberá denunciar el nombre y
domicilio de los herederos o representantes legales conocidos, tal
como lo establece el art. 689 del CPCCN.
En consecuencia, la citación deberá ser realizada respecto de otros
posibles herederos que concurran con el presentante en el
llamamiento sucesorio a fin de compartir la herencia y también con
relación a los acreedores conocidos que pudieran existir para que
se presenten a hacer valer sus derechos.
El deber de denunciar a los posibles coherederos tiene alcance
limitado, ya que ninguna sanción existe si se ha omitido hacerlo en
el escrito de iniciación del juicio sucesorio respecto de quienes
conocen la muerte del de cujus. Solo será reprochable la conducta
de quien promueve el juicio si conoce la existencia de otros
herederos con igual o mejor derecho que el presentante y, al mismo
tiempo, sabe que esos otros he rederos no se han presentado
porque ignoraban el fallecimiento del causante, es decir, que la
herencia les había sido deferida.

En el caso en que el heredero omita la mención de otros herederos


con igual o mejor derecho que desconozcan la muerte del causante,
aquel será considerado poseedor de la herencia de mala fe, con las
consiguientes consecuencias legales.
En la parte pertinente del art. 2313 del CCCN se establece: "... Es
poseedor de mala fe el que conoce o debió conocer la existencia de
herederos preferentes o concurrentes que ignoraban su
llamamiento”
Si no hay otra consecuencia de la omisión de los otros posibles
herederos que la eventual declaración de heredero aparente de
mala fe, tampoco puede haber consecuencia en el ámbito penal, ya
que no se trata de una estafa procesal conforme lo ha resuelto la
jurisprudencia en ese ámbito
El código procesal ha diferenciado los tramites a seguir según que
los interesados hayan sido denunciado y tengan su domicilio en el
país, o que no fueran conocidos por el presentante

1NOTIFICACION POR CEDULA


El ap 1 del ar 699 del CPCCN dispone “… A tal efecto ordenara: 1
La notificación por cedula, oficio o exhorto a los herederos
denunciados en el expediente que tuvieren domicilio conocido en el
país…”
Pag 167

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