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LA MALDICIÓN DE LAS DÍADAS.

YO Y LO OTRO.

Bonito-Feo. Joven-Viejo. Agradable-Desagradable. Bueno-Malo. Correcto-


Incorrecto.

Las díadas son una serie de conceptos que nuestra mente se ha apropiado desde
las más tempranas edades de la humanidad y que están ubicados en polaridades
absolutas, como si no existieran puntos intermedios, diferentes tonalidades que
apreciar ni multitud de aromas para percibir.

La que no es bella...es fea. La que no es inteligente...es tonta. El que no es un


triunfador...es un fracasado.

LA CARGA MALDITA.

¿De dónde viene esta carga maldita? ¿este proceso de pensamiento que la
mayoría de las veces es limitativa en lo cualitativo afectando sobre todo a nuestro
estilo de vida y relaciones personales?
Y es que desde mi punto de vista -y desde cierto enfoque- un proceso de
pensamiento diádico sólo tiene dos resultados posibles: o es productivo o es
improductivo. ¿Me sigues? ¿o no me sigues? ¿sí o no? A esto me refiero.

FALSO O VERDADERO.

Estamos tan acostumbrados a pensar en términos de sí o no, de blanco o negro,


de arriba o abajo, de ganar o perder que pasamos la vida entera viviéndola a
medias. El pensamiento en díadas genera una espiral que puede ser tan negativa
como destructiva. Sin saberlo, o incluso sabiéndolo, algunos nos hemos adaptado
a este estilo de vida. Así funcionamos, y muy bien, además.

"¿Quieres ir conmigo al cine? ¿No? ¿Significa que no quieres estar conmigo?


¿Significa que ya no te agrado? ¿Significa que andas con alguien más?"

Por lo anterior es que afirmo que pensar en términos de díadas en lo único que
ayuda es a estropearse la salud mental. Como el pensamiento polar "¿me
quieres... o me amas?", que pretende aplicar una especie de escala en la cual
sería posible cuantificar qué tanto depende de mí la otra persona. Midiendo en
realidad qué tanto dependo yo del otro. La neurosis comienza cuando al hacer esa
pregunta se obtiene por respuesta... ()

DORMIDO O DESPIERTO.

Puedes estar de acuerdo con lo que digo. O puedes no estarlo. Ya estás atrapado.
Si no estás en una posición o en otra entonces no eres socialmente aceptable. Si
no puedes definirte entonces eres inadaptado. Si no estás dormido estás
despierto. La opción "duermevela" no existe. ¿o existe acaso? Puedes
preguntártelo o no. Tienes que votar por un partido o por otro, los demás no
existen. Tienes que amarme u odiarme, pero no puedes ignorarme. Lo que sí
puedes es ignorar lo que sientes, permanecer cerrado a otras opciones que no
sean polares.

Si no eres un hombre de bien, entonces eres un hombre de mal, un parásito, un


cero a la izquierda, un indeseable. Sin embargo, más te valdría no existir antes
que existir sin definirte. Si no eres un modelo a seguir...eres escoria -aunque ser
escoria también sea en sí mismo un modelo.

¿SER O NO SER?

Al ser, puedes ser tú o puedes ser el ideal de otros, la construcción de otros, el


modelo desde otros. Pero ser tú no es tan sencillo. Existe lo contrario de tú
(individual) que es los otros (multitud). ¿No existe algo más que singular y plural?
Y los otros quieren que seas como ellos, intentando absorberte para que te
confundas y te fundas con ellos. Porque pertenecer al grupo se siente tan bien, y
entre más grande sea el grupo mejor.

Puedes fundirte con ellos, o puedes no hacerlo. Pero también puedes hacer algo
diferente. Solo tienes que estar preparado. Preparado para ver más allá de las
díadas. Preparado para ver el Yin, el Yang y el círculo que los mantiene unidos y
sin el cual serían nada.

José Arturo Ramírez Guzmán


Psicólogo
sábado, julio 11, 2009
http://sinapsisartificial.blogspot.com/2009/07/la-maldicion-de-las-diadas.html

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