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La intervención. Demanda.

Transferencia y
contratransferencia institucional

En toda relación interpersonal aparecen los fenómenos de transferencia y


contratransferencia. ¿De qué se tratan estos fenómenos?
En la lectura anterior, veíamos de la mano de Castoriadis (1989), que en lo cotidiano
se manifiesta o se oculta lo instituido y lo instituyente de diversas maneras. Las
luchas por la asignación de sentido se expresan a modo de necesidades, conflictos:
demanda. ¿Qué es la demanda institucional? Comencemos planteándonos la
siguiente situación.

Situación problemática

La institución: técnicas y herramientas

Referencias
Lección 1 de 3

Situación problemática

En el transcurso del año 2020, desde el área de extensionismo de la


Universidad Siglo 21, en Córdoba Capital, se comenzaron a realizar
intervenciones en el marco de un Plan de Intervención Comunitaria (PIC).
Este proyecto está sentado sobre las bases de la orientación vocacional,
entendiendo al proceso de orientación como parte de la salud mental, su
promoción, prevención y psicohigiene (Bohoslavsky, Gavilán y López Bonelli,
s.f.). 

Este año, con la particularidad de estar atravesado por una pandemia


mundial, se puso más en relieve la necesidad de llegar hacia los alumnos de
diversos colegios de todo el país y tender redes con las instituciones, para
acompañar el proceso de la escolaridad que sufrió tantos cambios, en tan
poco tiempo. Más aún con alumnos que están en su último año y tuvieron
que vivirlo desde la virtualidad con todo lo que eso implicó para ellos.

Se inició con las intervenciones en el mes de junio, de manera virtual, de 2


horas de duración, mediante la plataforma Zoom como herramienta brindada
por la universidad para llevar a cabo cada encuentro. En una primera
instancia, se trabajaba con todo el grupo de alumnos, docentes y directivos, y
luego se conformaban grupos pequeños que eran coordinados por parte del
equipo. Estos grupos pequeños tenían la particularidad de ser confidenciales,
por lo que no eran grabados. Se tenía un plan como guía a seguir en función
de lo que se trabajaría con los alumnos, pero se estaba muy pendiente del
surgimiento de algún emergente. Era de suma importancia no individualizar
los emergentes, sino trabajarlos constantemente de manera grupal, tanto en
las coincidencias como en las divergencias que podrían aparecer. 

Ahora bien, puntualizando sobre una intervención realizada con alumnos de


los últimos años de un colegio técnico, de un municipio ubicado en una
provincia de Argentina (no Córdoba), se inicia con una reunión previa con
directivos y docentes de la institución, donde expresan la necesidad de
acompañar a la inserción laboral de los alumnos. Para ello, se demanda que
se trabaje la “marca personal” como temática, desde una mirada del
emprendedurismo. También se dejó ver en la demanda que esperaban que
se proporcione un taller para la empleabilidad del alumnado. 

Desde el equipo de intervención se le realiza otra propuesta, con actividades


más orientadas hacia el autoconocimiento como primer momento a la hora
de elegir o tomar decisiones. Se busca poder pensar en cómo elegimos
elegir, y brindar herramientas para ello (Boholasky y Passera, s.f.). Luego,
pasar a pensar en cómo generar la marca personal desde algunas
actividades.

Cuando se comienza la intervención, en la sala principal de Zoom se


encontraban algunos directivos, docentes y los alumnos de los últimos años.
Iniciamos por presentarnos y brota la primera duda, por parte alumnos,
acerca de cómo se relaciona la psicología con sus oficios. Luego, se articuló
brevemente lo que se iba a buscar en este taller y se dispuso a hacer división
de grupos de forma aleatoria con determinados coordinadores. Se intentaba
que hubiera 2 o 3 coordinadores por sala de Zoom, para que interactuaran
con 10 chicos aproximadamente. Cuando esto sucede, se comienza a ver en
las salas confidenciales, que los alumnos comenzaron a expresar como
estaban en esta situación tan compleja de la pandemia. Cuando se detecta
ese emergente, se habilita a los alumnos a que con los coordinadores
puedan expresarse libremente. En ese momento, emerge la angustia que
acarrea la pandemia, en sus familias, sus trabajos y como también afectaba
al aprendizaje de sus especialidades que requieren mucho de la
presencialidad y la práctica. 

Los estudiantes expresan que se sentían solos, no escuchados, no


acompañados, cuentan que era muy difícil llegar a las entregas que los
profesores les pedían, ya que no podían consultar dudas o estas eran
respondidas en períodos de tiempo muy largo. Ante la aparición de esta
situación en el grupo, se contuvo este emergente escuchando, sosteniendo,
acompañando a los chicos y chicas que estaban angustiados. También se
habló de los aprendizajes que esta situación había generado en ellos, donde
se puso en disidencia y se pudo debatir qué es lo que pensaba cada uno,
también con chistes y en un entorno relajado. Luego se siguió con algunas de
las actividades del autoconocimiento que abrieron aún más la expresión de
los alumnos y cómo veían la finalización del colegio.
Cuando termina el tiempo en las salas pequeñas de Zoom, se vuelve a la
sala en común con algunos directivos y docentes de la institución, se realiza
un cierre y, en el último momento de la intervención, se les invita a los
alumnos a que escriban o digan en una o dos palabras “cómo se van y qué se
llevan”. El equipo también comparte su sentir. Aparecen palabras como
agradecimiento por moverlos a pensar en cómo decidir, activarlos a pensar,
agradecimiento por el espacio, por compartir con ellos, por la escucha, por el
espacio para contar cómo se estaban sintiendo en el contexto de la
pandemia; los estudiantes remarcaban que no tenían un lugar para hacerlo,
que se iban con algunas preguntas, pensando, reflexivos, tranquilos,
contentos, agradecidos porque consideraban que fue un lindo espacio.

Posteriormente, se despide a los alumnos y se genera una nueva reunión


solo con los directivos y docentes. Se pudo explicitar a los integrantes de la
institución que el emergente que ha surgido en todos los grupos pequeños
fue el de la necesidad de escucha, de un espacio para poder hablar de cosas,
ya que no tienen donde hablarlas; para expresar lo que en este contexto les
estaba sucediendo.

Luego de ese momento, los docentes y directivos agradecen y se despiden.


En la supervisión de equipo, aparece que cuando estaban en la sala de Zoom
solo los directivos, docentes y parte del equipo de intervención, se notaba un
gran malestar por parte de la institución. Los representantes de la institución
expresaban su malestar con los alumnos, su desempeño, sus ganas. Se
podía percibir en la directora una demanda extremadamente fuera de lugar y
momento para los alumnos, quienes lo que necesitaban era ser escuchados
en ese tiempo y espacio.

Desde el equipo, guiado por la docente a cargo del proyecto, siempre se


prioriza el emergente grupal que aparezca y la contención, por sobre todo,
más allá de la demanda institucional.

En el espacio de supervisión del equipo se coincidió en que estos chicos no


estaban acoplados con la demanda institucional de realizar actividades para
su marca personal, cuando muchos contaron que viven una situación
compleja económica por la pandemia que no permitía que sus padres
pudieran trabajar. 

Esta experiencia fue de gran aprendizaje para poder discernir la demanda y


de dónde proviene; y si es acertada para quien está dirigida. En equipo
hablamos de tener cuidado con caer en las demandas institucionales sin
saber qué es lo que está sucediendo hacia adentro. Cabe destacar que no es
lo mismo la institución, que las personas que la componen. 

(Docente a cargo del PIC: Lic. Luciana Cano - Integrante del equipo y quien
comparte esta experiencia: Ma. Florencia Salomón)

C O NT I NU A R
Lección 2 de 3

La institución: técnicas y herramientas

La intervención. Demanda. Transferencia y


contratransferencia institucional. Principios éticos e
intervención

Desarrollo

Bleger, en Psicohigiene y Psicología Institucional (1969), establece que los


instrumentos de organización, regulación y control social son las
instituciones que, a su vez, son instrumentos de regulación y equilibrio de la
personalidad; y de la misma manera que la personalidad tiene organizadas
dinámicamente sus defensas, parte de estas se hayan cristalizadas en las
instituciones. El funcionamiento de las instituciones no solo se haya reglado
por las leyes objetivas de su realidad social, sino también por lo que los seres
humanos proyectan en ella. Así mismo, las instituciones tienen limitaciones,
y una de ellas podría pensarse como la capacidad de ofrecer seguridad,
gratificación, posibilidad de reparación y desarrollo eficiente de la
personalidad, tornándose como una fuente de empobrecimiento y
estereotipa del ser humano.
 

Sobre el fondo de los otros niveles de la realidad en la


institución, resulta de ello una vida psíquica propia del vínculo y
del lugar institucional, un "clima" característico de cada
institución: se conjugan en él la historia y la estructura de la
institución, la índole y los constreñimientos de su tarea, la
estructura inconsciente que organizan en ella las relaciones, en
función de las satisfacciones con las que se puede contar de
antemano. Pero el estudio de los procesos y de las estructuras
psíquicas de las instituciones no es accesible la mayoría de las
veces sino a partir del sufrimiento que en ellas se experimenta, y
algunos de cuyos anclajes resultan de una verdadera patología
de la vida institucional. (Kaes, 1989,  p. 12).

Como veíamos en la introducción, las luchas por la asignación de sentido se


expresan a modo de necesidades, conflictos: demanda. 

“A través de la voz de su representante, la institución emite su discurso, (…)


sus demandas, exige comportamientos o actitudes, distribuye o redistribuye
los lugares de cada cual, lanza anatemas, designa como objeto de odio y de
exclusión” (Kaes, 1989, p. 225). 
Muchas veces, detrás de la demanda institucional hay motivos latentes
(ocultos) sobre los que indefectiblemente hay que trabajar. Como en la
situación problemática que se expuso al inicio de la lectura, en la cual los
profesionales intervinieron se encontraron con que el motivo latente era muy
distinto de lo que se manifestaba en la demanda.

Recordemos, siguiendo a Bleger (s.f.), que lo importante es que el psicólogo


sepa que el motivo de consulta no es el problema sino el síntoma del mismo.

En relación con esto, releamos uno de los fragmentos del caso introducido al
principio de la lectura que estamos analizando.

En la supervisión de equipo, aparece que cuando estaban en la sala


de Zoom solo los directivos, docentes y parte del equipo de
intervención, se notaba un gran malestar por parte de la institución.
Los representantes de la institución expresaban su malestar con los
alumnos, su desempeño, sus ganas. Se podía vislumbrar en la
directora una demanda extremadamente fuera de lugar y momento
para los alumnos que lo que necesitaban era ser escuchados en ese
tiempo y espacio.

Desde el equipo, siempre se prioriza el emergente grupal que


aparezca y la contención, por sobre todo, más allá de la demanda
institucional. En el espacio de supervisión del equipo se coincidió en
que estos chicos no estaban acoplados con la demanda institucional
de realizar actividades para su marca personal, cuando muchos
contaron que viven una situación compleja económica por la
pandemia que no permitía que sus padres pudieran trabajar. Esta
experiencia fue de gran aprendizaje para discernir la demanda de
donde proviene, y si es acertada para quien está dirigida. En equipo
hablamos de tener cuidado con caer en las demandas
institucionales sin saber qué es lo que está sucediendo hacia
adentro. Cabe destacar que no es lo mismo la institución, que las
personas que la componen.

Claramente, es un desafío de gran importancia que el trabajo de los


profesionales en las instituciones no se lleve a cabo de forma aislada. Es
decir, que se establezcan (tarea nada sencilla) vínculos inter e
intrainstitucionales.

Fernando Ulloa nos dice que: 

Un [profesional de la salud mental] que pretenda trabajar en


determinados sectores sociales, (…) habrá de operar sobre el
tríptico salud mental/ ética/derechos humanos, como ruedas-
engranajes del abordaje clínico. El atascamiento de uno de estos
engranajes altera nosotros, y la dinamización de uno cualquiera
de ellos dinamiza a los demás. (Ulloa, 1995, p. 234)

Para Bleger, en psicología, la ética coincide con la técnica o mejor dicho la


ética forma parte del encuadre de la tarea.

El malestar o como se enuncia comúnmente “donde incomoda”, constituye


un registro importante para acceder a la demanda, entendiendo que “toda
demanda (…) es producida por una desproporción en las relaciones sociales
que desestabiliza o desestructura poniendo de manifiesto solo el borde de
aquello que está en el centro como falta, como necesidad” (Anzieu, 1975). Es
decir, que cuando se pone de manifiesto la incomodidad es porque lo
establecido (lo instituido) está conmovido, tensionado o roto. En
consecuencia, analizar la demanda es un primer paso necesario. Implica
desde esta postura una línea metodológica para la reconstrucción de un
hecho, una situación. El trabajo consiste en observar, escuchar, preguntar,
intentado realizar la articulación de acontecimientos, vivencias, contextos.

La demanda se presenta y se expresa como “malestar”, “queja”, “urgencia”.


Malestar que interfiere en la tarea, generando que en el grupo surjan
“emergentes” de algo que sale a la superficie y refleja tensiones vinculares,
institucionales. 
Ana M. Fernández nos dice en su libro Instituciones estalladas, que a la
demanda “es imprescindible analizarla. Analizarla no significa descubrir
intenciones inconscientes sino más bien indagar, entre otras cosas, sus
condiciones de posibilidad” (1999, p. 16).

La autora afirma que en el marco de un análisis institucional es importante


no perder de vista lo que ella denomina “diseño de intervención”. 

Entendemos por diseño de intervención un modo pautado de


intervenir en una institución a través de acciones programadas,
elaboradas y llevadas a la práctica generalmente por un equipo
que tiene por objetivo relevar algunas características de la
institución que lo ha requerido. Es aquello que se estime
necesario de relevar lo que define a dónde dirigiría el equipo sus
observaciones y modos de registro, qué tipo de espacios
tácticos de intervención abriría, el modo de desplegarlos y la
manera de leerlos.  

¿Para qué sirve un diseño de intervención? Cuando este se


realiza en el marco de un análisis institucional tiene por función
crear condiciones de visibilidad —o de enunciabilidad— de
aquellas cuestiones que al quedar desalojadas en una
institución perturban o generan malestar.

En otras ocasiones, el diseño de intervención no se realiza en el


marco de un análisis institucional, sino que es parte de un
programa (de prevención, de trabajo comunitario, de
emergencia, ecológico, etc.). En algunos casos, el crear
condiciones de visibilidad o enunciabilidad puede estar incluido
en el objetivo de quebrar naturalizaciones de sentido y en la
creación de nuevas significaciones colectivas. (Fernández, 1999,
pp. 14-15)

Fernando Ulloa nos dice que, muchas veces, si logramos identificar lo que
subyace a la demanda, lo latente, 

… posiblemente los efectos han de reflejarse en un diálogo que


empieza a adquirir un animoso entendimiento mutuo, que no
existía de entrada; avanza entonces la impresión de algo distinto
y auspicioso que comienza a suceder. La conciencia compartida
de un sufrimiento reconocido abre la posibilidad de reducir los
efectos de la angustia (…) permitiéndole investir libidinalmente
una idea que se hará pensamiento y diálogo; a partir de ahí, será
viable, aun a distancia, establecer una producción transferencial
con expectativas de alivio. En ese estado, quizá llegue a
dibujarse un paso siguiente, por donde empiece a circular la
inteligencia necesaria para buscar salida a los infortunios de la
vida y los avatares que han movilizado a los sujetos. (1995, p.
238)

A su vez, Kaes afirma que, “sobre la demanda, se constituye la resistencia, es


decir, la transferencia. Y la contratransferencia” (1989, p. 37).

En el trabajo institucional, indefectiblemente se producen movimientos de


transferencias y contratransferencia. Bleger afirma que 

… en la relación que se establece en la entrevista hay que contar


con dos fenómenos altamente significativos: la transferencia y
la contratransferencia. La primera se refiere a la actualización
en la entrevista de sentimientos, actitudes y conductas
inconscientes, por parte del entrevistado, que corresponden a
pautas que este ha establecido en el curso del desarrollo,
especialmente en la relación interpersonal con su medio
familiar. Se distingue entre transferencia negativa y positiva,
pero ambas son siempre coexistentes, aunque con un
predominio relativo, estable o alternante, de alguna de las dos.
Integran la parte irracional e inconsciente de la conducta y
constituyen aspectos de la misma no controlados por el
paciente. Otra acepción similar subraya en la transferencia las
actitudes afectivas que la entrevistada vivencia o actúa en
relación con el entrevistador. La observación de estos
fenómenos nos pone en contacto con aspectos de la conducta y
de la personalidad del entrevistado que no entran entre los
elementos que él puede referir o aportar voluntaria o
conscientemente, pero que agregan una dimensión importante
al conocimiento de la estructura de su personalidad y al carácter
de sus conflictos.

En la transferencia el entrevistado asigna roles al entrevistador y


se comporta en función de los mismos. En otros términos,
traslada situaciones y pautas a una realidad presente y
desconocida, y tiende a configurar a esta última como situación
ya conocida, repetitiva. 

Con la transferencia, el entrevistado aporta aspectos inmaduros


o irracionales de su personalidad, su grado de dependencia, su
omnipotencia y su pensamiento mágico. En ellos es donde el
entrevistador podrá encontrar aquello que el entrevistado
espera de él, así como su fantasía de la entrevista o su fantasía
de ayuda. Se podrá igualmente despistar otro factor importante
que es el de la resistencia a la entrevista o a ser ayudado o
curado, y la intención de satisfacer anhelos frustrados de
dependencia o de protección (Bleger, 1972, p. 24).
 

Ahora bien, ¿qué es la contratransferencia?

En la contratransferencia se incluyen todos los fenómenos que


aparecen en el entrevistador, como emergentes del campo
psicológico que se configura en la entrevista; son las respuestas
del entrevistador a las manifestaciones del entrevistado, el
efecto que tienen sobre él. Dependen en alto grado de la historia
personal del entrevistador, pera si aparecen o se actualizan en
un momento dado de la entrevista es porque en ese momento
hay factores que operan para que ello suceda así. Durante
mucho tiempo se los ha considerado como elementos
perturbadores de la entrevista, pero progresivamente se ha
reconocido que ellos son indefectibles o ineludibles en su
aparición, y el entrevistador debe también registrarlos como
emergentes de la situación presente y de las reacciones que
provoca el entrevistado. Por lo tanto, a la observación en la
entrevista se agrega también la autoobservación.

La contratransferencia no constituye una percepción, en un


sentido riguroso o limitado del término, pero sí un indicio de gran
significación y valor para orientar al entrevistador en el estudio
que realiza. Sin embargo, no es de fácil manejo, y requiere una
buena preparación, experiencia y un alto grado de equilibrio
mental, para que pueda ser utilizada con cierto grado de validez
y eficiencia. (Bleger, 1972, p. 25)

En toda relación interpersonal aparecen los fenómenos de transferencia y


contratransferencia y, por eso mismo, también se dan en la entrevista. La
diferencia está en que en la entrevista deben ser empleados como
instrumentos técnicos de comprensión y observación (Bleger, 1972). La
interacción transferencia-contratransferencia puede estudiarse también
como una asignación de roles (por parte del entrevistado) y, por parte del
entrevistador como una percepción de los mismos. 

Si, por ejemplo, la actitud del entrevistado irrita y provoca


rechazo en el entrevistador, este último debe proponerse
estudiar y observar su reacción como efecto del
comportamiento del entrevistado, para ayudarlo a rectificar
dicha conducta, de cuyos resultados él mismo puede quejarse
(por ejemplo, que no tiene amigos y que nadie lo aprecia). Si el
entrevistador no es capaz de objetivar y estudiar su reacción, o
bien reacciona con irritación y rechazo (asumiendo el rol
proyectado), ello es un índice de que su manejo de la
contratransferencia se halla perturbado y de que —por lo tanto—
se desempeña mal en la entrevista. (Bleger, 1972, pp. 25-26)
 

Si bien hemos comenzado a hablar de la entrevista, este es un concepto que


abordaremos en el próximo eje de este módulo. A continuación, se presenta
un breve esquema acerca del  diseño de la intervención.

Figura 1: Diseño de intervención

Fuente: elaboración propia

Figura 2: Tríptico de salud mental


Fuente: [imagen sin título sobre tríptico de la salud mental], s. f., https://bit.ly/37dYq7h

Las imágenes de la figura 2 y 3 nos invitan a reflexionar, nuevamente, en lo


expresado por Fernando Ulloa cuando nos dice que un profesional de la salud
mental que pretenda trabajar en determinados sectores sociales, “… habrá
de operar sobre el tríptico salud mental/ética/derechos humanos, como
ruedas-engranajes del abordaje clínico. El atascamiento de uno de estos
engranajes altera los otros, y la dinamización de uno cualquiera de ellos
dinamiza a los demás” (1995, p. 234).

Figura 3: Abordaje clínico


Fuente: [imagen sin título sobre abordaje clínico], s. f., https://bit.ly/2ZnE2vP

Para seguir ahondando en estos temas, te propongo la lectura del siguiente


material.

Tiempos posmodernos ajuste y salud mental.pdf


206.7 KB

Fuente: Stolkiner, A. (1994). Tiempos posmodernos: ajuste y salud mental. En O. Saidon y Troianovsky, P. (Comp).

(1994). Políticas en Salud Mental, Buenos Aires, Argentina: Lugar Editorial. Recuperado de

https://www.academia.edu/7483288/TIEMPOS_POSMODERNOS_AJUSTE_Y_SALUD_MENTAL
Todo análisis de campos de representaciones actuales debe
incorporar el hecho de que el terror tiene una operatoria que
trasciende los límites temporales de su aplicación. Se
invisibiliza en formas de aparente consenso pasivo o
indiferencia, y opera en las subjetividades y en los
funcionamientos institucionales. (Stolkiner, 1994,
https://bit.ly/3jNrhUZ)

Actividades de repaso de lecturas

¿Qué es la contratransferencia? 

En la contratransferencia se incluyen todos los fenómenos que aparecen en


el entrevistador, como emergentes del campo psicológico que se configura
en la entrevista; son las respuestas del entrevistador a las manifestaciones
del entrevistado, el efecto que tienen sobre él. Dependen en alto grado de la
historia personal del entrevistador, pera si aparecen o se actualizan en un
momento dado de la entrevista es porque en ese momento hay factores que
operan para que ello suceda así.
En la transferencia el entrevistado asigna roles al entrevistador y se
comporta en función de los mismos. En otros términos, traslada situaciones
y pautas a una realidad presente y conocida, y tiende a configurar a esta
última como situación ya conocida, repetitiva.

Verdadero.

Falso.

SUBMIT

Toda ___________   es producida por una desproporción en las relaciones


sociales que desestabiliza o desestructura poniendo de manifiesto solo el
borde de aquello que está en el centro como falta, como necesidad.

Escriba su respuesta aquí

SUBMIT
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Lección 3 de 3

Referencias

[Imagen sin título sobre abordaje clínico], (s. f.). Recuperado de


https://images.app.goo.gl/XBwd7Z5JNWwkLRXWA

[Imagen sin título sobre tríptico de la salud mental], (s. f.). Recuperado de
https://images.app.goo.gl/Mkt51DVAkKz5W1ZP9

Anzieu, D. (1975). El grupo y el inconsciente. Lo imaginario grupal. España:


Biblioteca Nueva. 

Bleger, J. (2007). Psicohigiene y Psicología Institucional (segunda edición).


Buenos Aires, Argentina: Paidós.

Bleger, J. (1972). Temas de Psicología. Buenos Aires, Argentina: Nueva


Visión. 

Castoriadis, C. (1989). La institución imaginaria de la sociedad. En Colombo,


E. (1989). El Imaginario Social. Montevideo, Uruguay: Ediciones Nordan
Comunidad. 
Fernández, A. M.  (1999). Instituciones estalladas. Buenos Aires, Argentina:
Eudeba.

Kaes, R.; Bleger, J.; Enriquez, E.; Fornari, F.; Fustier, P.; Rousillon, R.; Vidal, J.
P. (1989). La institución y las instituciones. Buenos Aires, Argentina: Paidós.

Stolkiner, A.  (1994). Tiempos posmodernos: ajuste y salud mental. En O.


Saidon y Troianovsky, P. (Comp). (1994). Políticas en Salud Mental, Buenos
Aires, Argentina. Recuperado de http://scholar.google.com.ar/scholar?
q=Alicia+Stolkiner+TIEMPOS+%22POSMODERNOS%22:+AJUSTE+Y+SALUD
+MENTAL&hl=es&as_sdt=0&as_vis=1&oi=scholart

Ulloa, F. (1995). Novela clínica psicoanalítica. Historial de una práctica.


Buenos Aires, Argentina: Paidós.

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