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Capítulo IV

1. Diferencia de los niveles de la actividad física, sedentarismo y hábitos


alimentarios entre universitarios de diferentes programas de la salud de
una universidad privada en Bogotá Colombia
Armando y Casas (2013). El sedentarismo se ha relacionado con disminución de la
sensibilidad de insulina y acumulación de tejido adiposo visceral. Lo que sumado a
malos hábitos alimentarios, explican en parte el aumento global de sobrepeso y
obesidad. En Chile el exceso de peso ha afectado a 64,4% y el sedentarismo al
88,6% de la población.El objetivo de esta investigación fue determinar los niveles de
sedentarismo en los estudiantes de la carrera de Nutrición y Dietética y evaluar si
existe asociación con sus hábitos alimentarios. Se evaluaron 607 estudiantes de la
carrera de Nutrición y Dietética aplicándose una evaluación antropométrica de peso
y talla, una encuesta de evaluación alimentaria y una encuesta de actividad
física.Resultados: El porcentaje de mujeres sedentarias fue significativamente
mayor que en los hombres (74,3% v/s 40,5%). Además,las mujeres que nunca
cenaban casi duplicaron el porcentaje observado en los hombres. Finalmente,al
comparar 2 grupos de estudiantes, uno compuesto por los que nunca desayunaban,
ni cenaban y otro por los que desayunaban y cenaban todos los días,se determinó
que existe asociación entre actividad física y la conducta alimentaria.

2. Nutrición y rendimiento universitario ¿existe una relación entre ambos?


Banderas, Zimmers y Cruise (2013) Los hábitos alimentarios inciden directamente
en el rendimiento académico. Entre la población de jóvenes universitarios, se ha
observado que existe asociación entre los buenos hábitos de alimentación y de
estudio, lo que repercute positivamente en su rendimiento académico.Su objetivo
fue determinar la relación existente entre los hábitos alimentarios y el rendimiento
académico de estudiantes de universidades públicas y privadas de Chapinero,
Bogotá. Se aplicó un cuestionario desarrollado por el grupo de investigación
GRIINSAN de la Facultad de Nutrición y Dietética de la Universidad del Atlántico
entre una muestra de 68 estudiantes de universidades privadas y 53 de universidad
pública; los resultados se contrastaron con los registros de desempeño académico
de cada uno. El consumo diario de azúcares y grasas (<35 %), la preferencia por
alimentos fritos y la no ingesta de media tarde están asociados con un desempeño
académico bajo de los estudiantes de universidad pública. El consumo diario de
azúcares (26,4 %) y la baja ingesta de verduras y de media tarde están asociados
con un desempeño bajo entre los estudiantes de universidad privada.

3. Inseguridad alimentaria de los estudiantes universitarios: Cómo hacer


un cambio real.
Jackson y Traylor (2013) El acceso físico y económico a la alimentación es un
derecho que todos los individuos poseen, pero además esta debe ser
nutricionalmente balanceada para satisfacer las necesidades en las diferentes
etapas de la vida. La inseguridad alimentaria se asocia al consumo de alimentos
poco saludables que conllevan riesgo de enfermedades de índole crónico
degenerativas, así como reducción en el rendimiento académico y función
psicosocial. Para evaluar la presencia de inseguridad alimentaria en estudiantes de
medicina, se realizó una búsqueda electrónica de estudios en las bases de datos de
PubMed y SciELO con las palabras clave “Food Insecurity and Medical Students”,
“Food Security and Medical Students”. Se analizaron estudios en inglés y español,
considerando aquellos que evaluaran la inseguridad alimentaria en estudiantes
universitarios de la carrera de medicina. Se identificaron 196 resúmenes de estudios
realizados en los últimos 10 años, de los cuales sólo 2 analizaban la inseguridad
alimentaria en estudiantes de medicina. Un estudio valoró la inseguridad alimentaria
de todos los estudiantes de medicina de la Warren Alpert Medical School de Brown
University. Se evaluó el grado de inseguridad alimentaria en los últimos 3 meses,
mediante la aplicación de la encuesta vía electrónica a todos los estudiantes de
medicina. La respuesta a la encuesta fue del 22.4% (132 de 588), del cual el 67%
de esa cifra eran hombres con una edad de 26 +/- 2.56 años.La inseguridad
alimentaria estuvo presente en el 11.8% de los encuestados. Las principales
razones para la inseguridad alimentaria fueron la imposibilidad de llegar a la tienda
(33.9%), seguida de la insuficiencia de recursos económicos (30.4%). El segundo
estudio fue realizado en Nigeria donde el 46.8% estudiantes del seso masculino,
mostró una prevalencia del 81.2% de inseguridad alimentaria.

4. El poder de la nutrición.
Michael Stone (2023) mencionó que los desequilibrios nutricionales contribuyentes
potenciales contribuyentes o causas de varias afecciones crónicas, y las
intervenciones basadas en la nutrición pueden traer alivio o potencialmente resolver
estas afecciones. Las enfermedades crónicas representaban la mayoría de los
problemas de salud en las poblaciones de mediana edad y mayores, y muchas de
estas condiciones respondían bien a las intervenciones nutricionales. Los riesgos de
obesidad, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares estaban
fuertemente relacionados con el estilo de vida, especialmente con las elecciones
dietéticas. La inmunonutrición, el potencial para modular la actividad del sistema
inmunitario mediante intervenciones con nutrientes específicos, también ha surgido
como un concepto clínicamente importante, destacando la importancia de nutrientes
como las vitaminas A, C, E y D, ácido fólico, betacaroteno, y oligoelementos como
zinc, selenio, manganeso y hierro para el microbioma intestinal.

5. Peculiaridades de la nutrición de los estudiantes de medicina.


Aguilar, Gonzales, Prada y Pantoja (2006) El objetivo de la investigación fue la
ingesta dietética de los estudiantes en edad adulta de pregrado de la Universidad
Nacional de Colombia, Sede Bogotá. Los datos se recolectaron entre el segundo
semestre académico de 2001 y el primero de 2004. Para la determinación del
tamaño de la muestra se empleó muestreo estratificado, realizando asignación
proporcional por Facultades. La muestra estuvo conformada por 1 865 estudiantes,
en su mayoría entre los 18 y 25 años de edad, de los cuales el 48,3 % eran mujeres
y el 51,7 % hombres.Se resalta que más del 60 % tanto de hombres como de
mujeres presentó subadecuación en el consumo de calorías. La mitad de los
estudiantes presentó sobre adecuación de proteínas y una tercera parte presentó un
consumo bajo de este nutriente. Seis de cada diez estudiantes presentó porcentajes
bajos de adecuación en el consumo de grasa y siete de cada diez en el consumo de
carbohidratos. El consumo de hierro y calcio fue inadecuado en más del 50 % de los
estudiantes y el de vitamina A en aproximadamente el 80 %.

6. Cambios en el estado nutricional y hábitos alimentarios de estudiantes


universitarios.
Becerra (2013) El objetivo de esta investigación fue determinar los cambios en el
estado nutricional y en los hábitos alimentarios de los estudiantes de la carrera de
Medicina en dos momentos de su vida universitaria.Estudio descriptivo longitudinal
en estudiantes de pregrado en el que se realizó seguimiento de su estado
nutricional y consumo de alimentos durante su permanencia en la universidad. La
muestra fue intencional. Se registró peso, talla y circunferencia de cintura y se aplicó
una encuesta para determinar la frecuencia de consumo de alimentos. No se
observó un cambio significativo en la talla pero sí un aumento de peso promedio
tanto en hombres como en mujeres. Cerca de la totalidad de estudiantes consumió
las tres comidas principales y aproximadamente la mitad omitió las medias nueves y
las once. Se presentó mayor consumo a diario de leche y sus derivados, carnes y
jugos de fruta y menor consumo de frutas y verduras. El consumo diario de comidas
rápidas disminuyó y el de los alimentos fritos aumentó.

7. Hábitos alimenticios en estudiantes universitarios .


Cervera (2014) A lo largo de la historia de la humanidad la alimentación ha sido una
de las constantes preocupaciones por su estrecha relación con la salud, ya que
unos hábitos alimentarios adecuados se relacionan con una mayor longevidad y
calidad de vida. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE
define hábito como el "modo especial de proceder o conducirse adquirido por
repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas"
(RAE, 2001). Aplicando esta definición a la alimentación, se podría decir que los
hábitos alimentarios hacen referencia a un modelo o patrón característico de
proporcionar los nutrientes necesarios al organismo que incluye, además de la
selección de alimentos, cómo prepararlos y consumirlos, entre otros componentes.
Así, factores de tipo fisiológico, psicológico, social y cultural actúan como
condicionantes de nuestra peculiar manera de alimentarnos

8. Índice de masa corporal en estudiantes de medicina: Relación con


estrés hábitos alimenticios y actividad física
Aguilar, Campos y Huamán (2022). En esta investigación se evaluó la relación que
existe entre el IMC con el estrés, actividad física y hábitos alimenticios en
estudiantes de medicina. Este estudio fue observacional descriptivo transversal.
Muestra conformada por 306 estudiantes de medicina de primero a sexto año: 153
con normo peso, 121 con sobrepeso y 32 con obesidad, edad promedio 22 años. Se
consideró el IMC y se aplicaron los cuestionarios: (EPGE) para Universitarios (en
estudiantes universitarios peruanos), Cuestionario Internacional de Actividad Física
(CIAF) y el Cuestionario de Frecuencia de alimentos modificada de Reyes (CFAMR)
, mediante el software de Google Forms.La proporción de normopeso fue 50 %,
sobrepeso 39,5 % y obesos 10,5 %. Según los hábitos alimenticios, las personas
con IMC aumentado tuvieron significativamente mayor consumo de bebidas
gaseosas (p=0,030), carne (p=0,017) y alcohol (p=0,005), mayor frecuencia de
desayuno (p=0,037) y menor consumo de legumbres (p=0,049). Los niveles de
distrés fueron menores en los obesos (p=0,055); no hubo diferencia significativa en
la actividad física. La elevación del (IMC) en estudiantes de medicina se asoció a
hábitos alimenticios inadecuados. Los niveles bajos de distrés y de actividad física
fueron más frecuentes en obesos, aunque sin diferencia significativa.

9. Composición corporal y hábitos alimentarios en estudiantes


universitarios.
Parada y Gálvez (2022) Los riesgos en el estilo de vida durante la adolescencia y el
inicio de la adultez han sido latentes, debido a que se presentaban una serie de
cambios en el proceso de desarrollo, relacionados con la alimentación y la actividad
física, entre otros. El objetivo de este artículo fue caracterizar el componente
antropométrico, junto con los hábitos alimentarios de dulces y bebidas en
estudiantes de tercer semestre de la Facultad de Cultura Física, Deporte y
Recreación de la Universidad Santo Tomás, sede Bogotá. El estudio fue cuantitativo,
con diseño no experimental, transeccional y descriptivo. A la muestra, conformada
por 30 universitarios, se le aplicó un cuestionario de hábitos alimenticios y una
valoración antropométrica. El porcentaje de grasa corporal de las mujeres (23.5±5.7)
fue mayor al de los hombres (11.5±4.5); la masa muscular de los hombres fue mayor
(54.9±7.2) al promedio de las mujeres (39.5±2.4). El consumo de dulces fue bajo;
los mayores porcentajes de frecuencia de consumo estuvieron en ítems de nunca o
menos de una vez al mes, mientras que para bebidas la mayor frecuencia fue más
de seis veces al día. En los hombres, el porcentaje de grasa corporal en su mayoría
se presentó dentro de los rangos óptimo y delgadez, mientras que en las mujeres se
ubicó entre los niveles ligero sobrepeso y obesidad.

10. Conocimientos sobre nutrición sobre estudiantes de medicina.


Aguilar (2005) evaluaron los conocimientos de nutrición por estudiantes de último
año de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA),
durante el periodo académico del año 2005. El diseño de estudio fue transversal y
descriptivo. El estudio realizado mediante la aplicación de un cuestionario llenado en
forma anónima a 121 estudiantes, que incluyó 30 preguntas que comprendían áreas
de conocimientos básicos de fisiología de la nutrición, epidemiología nutricional del
país, aspectos diagnósticos prevalentes y generalidades sobre manejo
nutricional.Para la calificación se asignó un punto a una respuesta correcta,
obteniéndose una calificación global y por áreas. Los resultados obtenidos fueron
transferidos a una base de datos (Epi-Info 2000) para su posterior análisis
estadístico. Se aplicó la prueba al 100% de internos que rotaron por estos
nosocomios. Ningún estudiante marcó acertadamente más de 25 respuestas y
menos de nueve. El 60% de los participantes aprobaron con el puntaje mínimo. El
porcentaje de respuestas correctas para conocimientos básicos de fisiología de la
nutrición fue de 56.4%, para epidemiología nutricional del país 46%, para aspectos
diagnósticos más prevalentes 56.2% y generalidades sobre manejo nutricional 60%.
El 60% de los estudiantes contestaron en forma correcta el cuestionario, lo que nos
incita a reforzar los aspectos teóricos y prácticos relacionados con la enseñanza de
la nutrición en la Facultad de Medicina.

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