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José Fernández
Isis González
Miguel Portillo 25.673.761
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVO.
El sedentarismo se ha proclamado como uno de los principales factores de riesgo para
el desarrollo de muchas enfermedades relacionadas con el estilo de vida entre las que
destacan algunas de las enfermedades no transmisibles (ENT) más conocidas como lo
son la diabetes o enfermedades cardiovasculares. Según estudios realizados, a nivel
mundial 1 de cada 3 adultos y 4 de cada 5 adolescentes no realizan la cantidad de
ejercicio que se recomienda al día; lo cual ha sido asociado a cambios metabólicos
tales como la disminución a la sensibilidad a la insulina, disminución del metabolismo
lipídico postpandrial, pérdida de masa muscular y acumulación de tejido adiposo
visceral.
Durante los últimos 50 años se han realizado innumerables estudios sobre la relación
del sedentarismo con la obesidad y las enfermedades ya mencionadas relacionadas
con el estilo de vida, llegándose a la conclusión de que existe una relación entre el
sedentarismo con la ingesta excesiva de alimentos y/o malos hábitos alimentarios.
En países de Latinoamérica como Chile se comprobó que para el 2010 el sedentarismo
durante el tiempo libre alcanzó un 88,6% de la población, y de acuerdo a la encuesta
nacional de consumo de alimentos de dicho país la cena es consumida solo por el 27%
de la población. Por lo que tanto en Chile como en el resto del mundo se han centrado
en el estudio de los hábitos alimentarios de los grupos más susceptibles a adquirir
costumbres poco saludables entre los que destacan niños, adolescentes y estudiantes
universitarios.
RESULTADOS.
La edad promedio fue de 22 años. El 70,7% de los estudiantes presentaron peso
normal, el 23,6% sobrepeso y un 3,3% obesidad. El 87,3% de los estudiantes eran
mujeres. El 78,9% de los estudiantes se encontraban entre el 1-3 año y el otro 21,1%
en el 4-5 año, grupo que presento una frecuencia en el consumo de desayuno
significativamente mayor que el otro grupo. Con respecto a la frecuencias en el
consumo del desayuno no se observó diferencia significa entre hombres y mujeres. Se
determinó que el 20% tanto de hombres como de mujeres nunca desayunaban y el 50%
lo hacía de manera poco frecuente. Al comparar la frecuencia del consumo de cena se
determinó una mayor frecuencia en el consumo de los hombres; el 60,8% de las
mujeres nunca cenaban, casi el doble registrado en los hombres; el 19,5% de los
hombres cenaban todos los días mientras que solo el 8,5% de las mujeres lo hacían.
Para determinar si había alguna relación entre la actividad física y el hábito alimentario,
se seleccionaron solo los estudiantes que desayunaban y cenaban todos los días, y se
compararon con aquellos que nunca desayunaban ni cenaban. Se determinó que el
número de estudiantes que desayunaban y cenaban todos los días y hacían algún tipo
de actividad física fue significativamente mayor al valor esperado.
al sexo.
Una buena alimentación es la clave para una vida sana, donde se completen todas las
actividades diarias. Un estudiante debe llevar un estilo de vida saludable, dejando a un
lado el sedentarismo, practicando algún deporte o ejercicios físicos, esto conlleva a
descansar de manera óptima en las noches para así poder rendir en el ámbito
académico, estar más atento en las clases y conseguir mejores calificaciones, sin
olvidar que los malos hábitos alimenticios y una vida sedentaria solo tiene como
consecuencias enfermedades. Concluyendo de esta manera que se debe ser
consciente sobre lo que se ingiere de manera diaria, cuáles son los hábitos alimenticios
y si el gasto calórico efectuado es el adecuado para un estudiante.