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Placenta accreta

Esto puede causar una pérdida de sangre muy grave luego del parto. También es posible que

la placenta invada los músculos del útero (placenta increta) o crezca a través de la pared

uterina (placenta percreta). Se considera que la placenta accreta es una complicación del

embarazo de alto riesgo. Si se diagnostica este trastorno durante el embarazo, es posible que

deban hacer una cesárea prematura seguida de la remoción quirúrgica del útero

(histerectomía). (Cantero & de la C, 2019)

En muchas ocasiones, la placenta accreta no presenta signos o síntomas durante el

embarazo, aunque puede producirse sangrado vaginal durante el tercer trimestre. En algunas

ocasiones y con mucha suerte, se detecta la placenta accreta durante una ecografía de rutina.

La placenta acreta es la placenta adherida al útero de manera anormal firme. (Cantero & de la

C, 2019)

Si una mujer ha tenido tanto un parto por cesárea como placenta previa en un

embarazo anterior aumenta en gran medida el riesgo de sufrir placenta acreta (placenta

adherida). Si la mujer presenta factores de riesgo de placenta adherida, se le realiza una

ecografía periódicamente durante el embarazo para comprobar la existencia de esta

complicación. (Cantero & de la C, 2019)

Después del parto del bebé, por lo general la placenta se desprende del útero y la

mujer puede empujarla ella sola o con la ayuda de un médico o una comadrona. Cuando la

placenta está muy adherida pueden quedar fragmentos en el útero después del parto.

En estos casos, la expulsión de la placenta se retrasa y aumenta el riesgo de

hemorragia y de infección del útero. La hemorragia puede poner en peligro la vida de la

mujer. (Cantero & de la C, 2019)

Su ictiología no es bien conocida, aunque podría ser consecuencia de un fallo

en la decidualización, un defecto primario del trofoblasto que se desemboca en una excesiva


invasión en el miometrio. La insidencia de placenta accreta ha aumentado en los últimos años

como consecuencia del incremento del incremento de la tasa de cesáreas pasando de 0,8 a

casos por 1000 partos en los años 80 del siglo pasado, a 3 por mil partos en la década pasada.

Se describen 3 grados de acretismo: (Cantero & de la C, 2019)

Placenta accreta: las vellosidades se insertan directamente en el miomtrio por un defecto en

el desarrollo de la decidua.

Placenta increta: las vellosidades penetran hasta el interior del miometrio.

Placenta pércreta: las vellosidades alcanzan la cerosa peritoneal o incluso penetran

en la cavidad abdominal invaden órganos vecinos. (Cantero & de la C, 2019)

Entre las pacientes con diagnóstico histológico confirmado de acretismo, la placenta

accreta representa el 81,6% de los casos, la placenta increta el 11,8% y la placenta pércreta

6.6%. (Cantero & de la C, 2019

BIBLIOGRAFIA

Cantero, S., & de la C, V. (2019). Trastornos del espectro de placenta acreta. Revista
cubana de obstetricia y
ginecología , 45 (3). http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-
600X2019000300015

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