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Bienes de Uso

Concepto

Según la Resolución Técnica N° 9 son aquellos bienes tangibles destinados a ser utilizados en la
actividad principal del ente y no a la venta habitual, incluyendo a los que están en construcción, tránsito
o montaje y los anticipos a proveedores por compras de estos bienes. Los bienes afectados a locación o
arrendamiento se incluyen en inversiones, excepto en el caso de entes cuya actividad principal sea la
mencionada.

Medición contable

Según la Resolución Técnica N° 17 (modificada por la Resolución N° 19) los bienes de uso se valuarán
al costo original menos la depreciación acumulada.
La depreciación es la disminución del valor de los bienes como consecuencia de determinadas causas.
Estas causas pueden corresponder a:

• Duración física del Activo

Agotamiento (minas, canteras, pozos petrolíferos, etc)


Desgaste (lo sufren todos los bienes de uso excepto algunos tales como los
terrenos)

Envejecimiento

• Duración económica del Activo


Obsolescencia (por innovaciones tecnológicas o mejoras en los métodos de producción
los bienes reduzcan su valor por resultar antieconómicos en relación con otros métodos
modernos)

Envejecimiento económico (cuando la demanda de los productos de la empresa disminuye


porque han sido lanzados al mercado otros mejores y de menor precio)

Envejecimiento ecológico (cuando los equipos de producción son contaminantes, o el


producto elaborado es contaminante provocando una obsolescencia de carácter
ecológico)

El valor sujeto a depreciación es básicamente el costo de adquisición. No obstante, es necesario


analizar si el bien puede poseer para la empresa un valor material al dejar de ser útil para su actividad.
Este valor se lo denomina valor recuperable.

Por lo tanto, el valor sujeto a depreciación resulta de restarle al costo de adquisición del bien su valor de
recupero.

Luego de determinarse el valor sujeto a depreciación, se deberá elegir un método de depreciación que
refleje lo mejor posible la forma en que el bien pierde su valor.

Los métodos de depreciación más utilizados son los siguientes:

Basados en la producción total del bien


Basados en el tiempo de vida útil estimado
A su vez, los mencionados grupos contienen distintos métodos de depreciación. Los mismos se
describen en el siguiente cuadro:

Basados en la producción total del bien


Según unidades de producción

Según horas de trabajo

Basados en el tiempo de vida útil estimado


Considera que la disminución de valor en los bienes
es una función constante en el tiempo y que las
causas que lo provocan tienen efectos continuos y
Valor a depreciar / Vida útil estimada = Cuota
Lineal o constante homogéneos. Si bien no es el método que posee
de depreciación
mayor exactitud en el cálculo, es el más utilizado
debido a que no ofrece dificultades de cálculo ni de
aplicación.

Supone que la disminución del valor que se produce


Creciente es menor en los primeros años y aumenta
progresivamente con el correr del tiempo. .

Supone que la disminución del valor que se produce


Decreciente es mayor en los primeros años y disminuye
progresivamente con el correr del tiempo. .

Establece que la cuota de depreciación es igual a la Si la vida útil se estimó en 3 años, la suma de
proporción del valor a depreciar que surge de los números de "1 a n" es 1 + 2 + 3 = 6. Y la
relacionar la cantidad de años que faltan depreciar proporción que corresponde a cada año es:
Creciente por suma
con la suma de los números de 1 a n, siendo n el total
de dígitos
de años estimados de vida útil. Año 1 = 1/6 = 16.67% (cuota de depreciación);
Año 2 = 2/6 = 33.33% (cuota de depreciación);
Año 3 = 3/6 = 50 % (cuota de depreciación)

El cálculo es similar al método anterior, Siguiendo con el ejemplo del método anterior,
diferenciándose en la proporción del valor a depreciar la proporción para cada año es:
Decreciente por en los respectivos años.
suma de dígitos Año 1 = 3/6 = 50% (cuota de depreciación);
Año 2 = 2/6 = 33.33% (cuota de depreciación);
Año 3 = 1/6 = 16.67% (cuota de depreciación)

Erogaciones posteriores al reconocimiento inicial de un bien de uso

Las características de estas erogaciones definirán si las mismas serán imputadas como activo (dentro
de las diversas cuentas que componen el rubro Bienes de uso) o como cuentas de resultado negativo.
Las erogaciones que pudieran surgir son las siguientes:

Mejora: es aquel costo que se incluye en el valor del bien, dado que se ha modificado la aptitud
funcional que tenía el bien al momento de la incorporación del bien al cual se está incorporando
la mencionada mejora. Produce un efecto positivo en cuanto a la productividad del bien.

Reparación: es aquel costo que está originado en la restauración de alguna parte de un bien,
pero que no se debe incluir en el costo representativo del bien, porque no ha cambiado la
aptitud funcional del mismo. Este costo es necesario para que el bien continúe con la misma
aptitud funcional que tenia en el momento previo a la reparación.

Mantenimiento: representa los gastos producto de hacer que el bien sostenga su funcionalidad.
El mismo no debe incluirse dentro del costo representativo del bien.
Test de recuperabilidad

Para confirmar que los valores por los cuales se expone la valuación de los bienes de uso no exceden
su valor recuperable, hacemos uso de los llamados valores límites, es decir, no constituyen medidas de
valor de los bienes sino límites de esos valores.
Los límites al valor en que se expone un bien de uso son los siguientes:

Precio de venta del bien de uso, neto de los gastos originados en la venta, en el estado en que
se encuentra (valor neto de realización).
Valor de utilización económica: es el flujo de fondos descontados a una tasa de mercado.

De ambos límites se toma el mayor, y este último se lo compara con el valor contable del bien de uso, al
neto de las amortizaciones acumuladas. Este último podría ser hasta igual a dicho valor que ha surgido
de los extremos de los valores límites comentados. Si lo excediera, indicaría que en esa magnitud el
bien de uso no sería recuperable, y por ende debiera ser imputado a resultados.

Valor Neto de
Realización

el mayor

Valor de Utilización
Económica el menor Valuación Bien de Uso

Valor contable neto de


amortizaciones
acumuladas

Revalúos Técnicos

Las revaluaciones técnicas efectuadas con posterioridad a la fecha de incorporación de los bienes al
patrimonio del ente tienen como objetivo reflejar valores que se acerquen más a los valores
concordantes con la realidad económica.

Las revaluaciones son efectuadas, en general, por especialistas de la materia que, a través de un
informe, exponen sus conclusiones.

Al momento de revaluar un bien de uso, es necesario tener en cuenta su capacidad de servicio. Esto
significa considerar el uso que se le asigna a un bien sin importar el valor que el mismo posee en el
mercado.

Para determinar el valor técnico de un bien de uso, teniendo en cuenta el concepto anteriormente
explicado, el especialista a cargo del revalúo deberá utilizar determinadas mediciones en el siguiente
orden:

si no existe Costo de reposición de bienes si no existe


Costo de reposición de bienes Valor de Reemplazo de su
nuevos de características
usados de características capacidad original de servicio
similares al bien, restando la
similares al bien de uso a restando la correspondiente
depreciación acumulada
revaluar depreciación acumulada.
correspondiente
Bienes Intangibles

Concepto

Según la Resolución Técnica N° 9 (modificada por la Resolución Técnica N° 19) son aquellos
representativos de franquicias, privilegios u otros similares, incluyendo los anticipos por su
adquisición, que no son bienes tangibles ni derechos contra terceros, y que expresan un valor
cuya existencia depende de la posibilidad futura de producir ingresos.
Incluyen entre otros, los siguientes: derechos de propiedad intelectual (patentes, marcas,
licencias, etc.), gastos de organización y preoperativos, gastos de desarrollo.

De acuerdo a la Resolución Técnica N° 17, los bienes intangibles deben reconocerse como
activos cuando:

Pueda demostrarse su capacidad para generar beneficios económicos futuros.


Su costo pueda determinarse sobre bases confiables.
No se trate de:
Costos de investigación efectuados para obtener nuevos conocimientos
científicos y técnicos o inteligencia
Costos de publicidad, promoción y reubicación o reorganización de empresa.
Costos erogados en el desarrollo interno del valor llavem marcas, listas de
clientes y otros que, en sustancia, no puedan ser distinguidos del costo de
desarrollar un negocio tomado en su conjunto.

Depreciación

Con respecto a la depreciación de los bienes intangibles, la misma se efectuará en la medida que
los mencionados bienes no posean una vida útil indefinida. En estos casos, las normas contables
establecen que no se deberá efectuar depreciación.

No obstante, se deberá analizar a cada cierre de ejercicio que no hayan cambiado las
condiciones que generan que estos bienes posean vida útil indefinida. En caso de modificarse
esta situación, se tratará como un cambio en la estimación contable como consecuencia de la
obtención de nuevos elementos de juicio.

Asimismo se establecen determinadas consideraciones a tener en cuenta para la determinación


de las depreciaciones de los activos intangibles, las cuales son similares a las tomadas en la
depreciación de bienes de uso. Ellas son:

• Costo
• Naturaleza y forma de explotación.
• Momento a partir del cual debe depreciarse el activo
• Reconocimientos si correspondiera, de pérdidas de valor anteriores al momento en
que comienza a utilizarse el activo.
• Capacidad de servicio del activo (medición en unidades o períodos de tiempo)
• Existencia de plazos legales que pueda ser considerado como límite en cuanto a su
capacidad de servicio.
• Valor Neto de Realización final estimado del bien (como valor de rezado o de
recupero al cabo de su vida útil)
• Capacidad de servicio ya utilizada.
Por último, la Resolución Técnica N° 17 a los fines del cálculo de las depreciaciones de los
activos intangibles en general, presume admitiendo prueba en contrario que la vida económica
de los mismos no es superior a los veinte años. No obstante presume, sin admitir prueba en
contrario, que la vida útil de los costos de organización y preoperativos no puede ser superior a
cinco años.

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