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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO DOMINGO FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS

UNIVERSIDAD ECLESIASTICA SAN DÁMASO


BACHILLERATO (GRADO) Y LICENCIATURA (POSTGRADO) EN CIENCIAS RELIGIOSAS

Nombre
Max Aníbal

Apellido
Rivera

Asignatura
CRISTOLOGIA

Facilitador
P. Daniel de los Santos

Tema
-Jesucristo es la Salvación de Todos-
INDICE

Introducción

1. La vida y enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento

 Identidad y misión de Jesús según el Nuevo Testamento

 La salvación, obra de Cristo

2. La importancia de la muerte y resurrección de Jesús en el cristianismo

 Significado teológico de la muerte y resurrección de Jesús

 La resurrección como fundamento de la fe cristiana

3. El papel de Jesús como sumo sacerdote según la Carta a los Hebreos

 Sumo sacerdote acreditado

 Sumo sacerdote solidario de los hombres

4. El pecado y la redención en la teología cristiana

 El pecado como rebelión contra Dios

 La redención como obra de Cristo para la salvación de la humanidad

 Conclusión general
JESUCRISTO ES LA SALVACIÓN DE TODOS

Desde los primeros tiempos del cristianismo, la figura de Jesucristo ha sido central en la fe y en
la vida de los creyentes. Para los cristianos, Jesucristo es el salvador del mundo, el enviado de
Dios para redimir a la humanidad y llevarla a la vida eterna. En el siguiente trabajo,
exploraremos algunas de las ideas clave que fundamentan esta premisa.

En primer lugar, examinaremos las enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento, y su identidad


y misión según la tradición cristiana. Veremos cómo la salvación es una obra de Cristo, y cómo
su vida y enseñanzas fueron el medio por el cual Dios se reveló a los hombres.

A continuación, profundizaremos en la importancia de la muerte y resurrección de Jesús en el


cristianismo. Analizaremos el significado teológico de estos eventos, y cómo la resurrección de
Jesús es el fundamento de la fe cristiana.

Después, examinaremos el papel de Jesús como sumo sacerdote según la Carta a los Hebreos.
Veremos cómo Jesús fue acreditado como sumo sacerdote, y cómo su solidaridad con los
hombres lo convierte en un intercesor eficaz ante Dios.

Finalmente, exploraremos la noción del pecado y la redención en la teología cristiana.


Analizaremos cómo el pecado es entendido como una rebelión contra Dios, y cómo la redención
es obra de Cristo para la salvación de la humanidad.

En conjunto, estos temas nos permitirán entender por qué Jesucristo es considerado como la
salvación de todos, y cómo su vida, muerte y resurrección son fundamentales para la fe cristiana.

1. La vida y enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento

La vida y enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento se han convertido en un tema central para
el estudio de la religión cristiana y de la historia en general. El Nuevo Testamento incluye los
cuatro evangelios canónicos que narran la vida y obra de Jesús, desde su nacimiento hasta su
muerte y resurrección. Estos relatos ofrecen una amplia variedad de enseñanzas y ejemplos de
vida que han influido en la cultura occidental y en la fe de millones de personas alrededor del
mundo. Aunque hay diferencias entre los evangelios, todos ellos presentan a Jesús como el
Mesías prometido en las Escrituras hebreas, y como el modelo perfecto de amor, justicia y
compasión.

Para desarrollar el tema de la vida y enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento, es necesario


explorar los relatos de los evangelios y analizar su contexto histórico, social y cultural. También
es importante tener en cuenta las diferentes interpretaciones y enfoques teológicos que se han
dado a estos textos a lo largo de la historia, así como el impacto que han tenido en la sociedad y
en la forma en que las personas comprenden su fe y su relación con Dios. Además, se pueden
considerar otras fuentes que ofrecen información sobre la vida de Jesús y su legado, como los
escritos de los apóstoles y de los primeros líderes de la iglesia cristiana.

 Identidad y misión de Jesús según el Nuevo Testamento

La identidad y la misión de Jesús son aspectos fundamentales en el Nuevo Testamento, y la


resurrección ocupa un lugar destacado en ellos. La tradición formularia y narrativa sobre la
resurrección, junto con el relato de 1 Cor 15,3-8, proporcionan una base sólida para la creencia
en la resurrección de Jesús. Además, la historicidad y credibilidad de la resurrección son temas
importantes en el debate teológico y filosófico.

La resurrección de Jesús no solo es un evento histórico, sino también una exaltación a la diestra
del Padre, como lo indica la creencia en Cristo Resucitado como principio, centro y fin de la
historia de la salvación. Esta creencia tiene implicaciones profundas en la vida cristiana, ya que
la resurrección de Jesús es la base de la esperanza de los creyentes en la vida eterna y en la
victoria sobre el pecado y la muerte. Por lo tanto, la resurrección de Jesús es una parte integral de
la identidad y la misión de Jesús según el Nuevo Testamento.

 La salvación, obra de Cristo

La salvación obra de Cristo se basa en la comprensión y predicación de la muerte y resurrección


de Jesús como un acto salvífico. Se destaca la noción de redención y liberación, así como la
reconciliación de Dios con el hombre a través del sacrificio de Jesucristo. En las cartas de Pablo,
se profundiza en la doctrina de la salvación, resaltando la obediencia de Cristo al Padre y su
solidaridad con los hombres. La carta a los Hebreos destaca la ofrenda de Cristo al Padre y su
papel como mediador de una nueva alianza que trae la salvación eterna. En la Cristología
joánica, se resalta la encarnación del Verbo de Dios y su muerte en cruz como actividad salvífica
de Cristo.

A lo largo de la historia, se han hecho reinterpretaciones de las declaraciones bíblicas para


adaptarlas a la cultura de cada época. En el período medieval se enfatizó el aspecto sacrificial de
la redención y en el período moderno, la soteriología de Lutero resaltó la cólera y la misericordia
de Dios en la cruz. Sin embargo, fue en el Vaticano II donde se habló del carácter central del
misterio pascual en el plan salvífico de Dios y se destacó el aspecto moral de la reparación
ofrecida por Cristo por amor al Padre y a sus hermanos. En resumen, la salvación obra de Cristo
se basa en el sacrificio de Jesucristo como acto salvífico, la reconciliación de Dios con el hombre
y la redención y liberación del pecado.

2. La importancia de la muerte y resurrección de Jesús en el cristianismo


La muerte y resurrección de Jesús son eventos centrales en el cristianismo, y han sido objeto de
reflexión y estudio desde los primeros tiempos de la Iglesia. La creencia en la resurrección de
Jesús es la piedra angular de la fe cristiana, y su importancia radica en que a través de ella se
establece la victoria de la vida sobre la muerte y se abre la puerta a la esperanza de la vida eterna.

Además, la muerte y resurrección de Jesús son vistas como una obra redentora que tiene
implicaciones profundas en la relación entre Dios y la humanidad. A través de su muerte, Jesús
ofreció el sacrificio perfecto por los pecados de la humanidad, reconciliando al hombre con Dios
y abriendo la posibilidad de una nueva vida en comunión con Él. La importancia de la muerte y
resurrección de Jesús en el cristianismo es, por tanto, una cuestión fundamental que merece ser
explorada y comprendida en su profundidad.

La muerte y resurrección de Jesús son fundamentales para entender su identidad como el Hijo de
Dios y el Salvador del mundo; y de cómo esta salvación es un don gratuito que recibimos de
Dios por Jesucristo. Esto lo plantea exquisitamente Piper (2017): "La muerte de Cristo fue el
sacrificio perfecto y suficiente por los pecadores, lo que significa que no hay nada que podamos
hacer para ganar nuestra propia salvación. Todo lo que podemos hacer es recibir la salvación
de Dios como un regalo gratuito."1. Además, la exaltación de Jesús a la diestra del Padre
después de su resurrección muestra su poder y autoridad divinos. La resurrección también es la
base de la fe cristiana, ya que, sin ella, la predicación y enseñanzas de Jesús no tendrían sentido.
En cuanto a la obra de salvación de Cristo, su muerte en la cruz es vista como un sacrificio
redentor que ofrece la reconciliación entre Dios y la humanidad. Así, la muerte y resurrección de
Jesús son esenciales para el cristianismo y han sido temas centrales de la teología cristiana a lo
largo de los siglos.

 Significado teológico de la muerte y resurrección de Jesús

El significado teológico de la muerte y resurrección de Jesús es de vital importancia para el


cristianismo. La muerte de Jesús se considera un sacrificio voluntario en expiación por los
pecados de la humanidad y una demostración del amor incondicional de Dios hacia la
humanidad. La resurrección, por su parte, es vista como la confirmación divina del poder y la
autoridad de Jesús, así como de su capacidad para conceder la vida eterna a aquellos que creen
en él. Además, la resurrección de Jesús representa la victoria sobre la muerte y el pecado, y el
comienzo de una nueva era de la historia de la salvación. En resumen, la muerte y resurrección
de Jesús son consideradas las piedras angulares de la fe cristiana y la base fundamental de la
esperanza de la vida eterna. De aquí que como plantea San Agustín, debemos mantener siempre
en mente el significado de la muerte y resurrección de Jesús, y permitir que esto guíe nuestras
vidas y acciones.2
 La resurrección como fundamento de la fe cristiana

La resurrección de Jesús es un tema fundamental en el cristianismo, y su importancia se deriva


de los conceptos teológicos que hemos visto hasta ahora. Según las enseñanzas del Nuevo

1
PIPER, JOHN. CRISTO MURIÓ POR LOS PECADORES. EDITORIAL CLIE, 2017, P. 25
2
SAN AGUSTÍN. SERMONES. NÚMERO 232, DISCURSO 1.
Testamento, la muerte y resurrección de Jesús son la base de la salvación y la reconciliación de
la humanidad con Dios.

La muerte de Jesús se considera un sacrificio expiatorio por los pecados de la humanidad,


mientras que su resurrección es la victoria sobre la muerte y el poder del pecado. Por lo tanto, la
resurrección de Jesús es el evento que confirma su divinidad y su papel como salvador de la
humanidad.

Además, la resurrección de Jesús es fundamental para la fe cristiana porque es el evento que


confirma la verdad del mensaje de Jesús. Los evangelios y las epístolas del Nuevo Testamento
afirman que Jesús resucitó de entre los muertos y apareció a muchos de sus seguidores. Estas
apariciones confirmaron la enseñanza de Jesús y dieron testimonio de su divinidad.

Por lo tanto, la resurrección de Jesús se considera la piedra angular de la fe cristiana, y su


importancia se deriva de su papel en la salvación y la reconciliación de la humanidad con Dios,
así como en la confirmación de la verdad del mensaje de Jesús. Sin la resurrección, el
cristianismo perdería su fundamento teológico y su credibilidad como religión.

3. El papel de Jesús como sumo sacerdote según la Carta a los Hebreos

En la Carta a los Hebreos, se presenta a Jesús como el Sumo Sacerdote supremo y perfecto. La
idea del sacerdocio de Jesús se basa en la creencia de que Él es la ofrenda de sacrificio perfecta
para la expiación de los pecados de la humanidad. La carta destaca el papel de Jesús como el
mediador entre Dios y los seres humanos, ofreciendo un sacrificio de una vez para siempre y, por
lo tanto, estableciendo una nueva alianza entre Dios y la humanidad. Además, la carta enfatiza la
importancia de la obediencia y la sumisión de Jesús al Padre en su obra salvífica.

 Sumo sacerdote acreditado

La Carta a los Hebreos presenta a Jesús como el sumo sacerdote acreditado por Dios, y el
comentario de Albert Vanhoye (2003) profundiza en este tema 3(pág. 4). Según Vanhoye, el
sacerdocio de Jesús es único e incomparable, ya que es a la vez sacerdote y víctima. Él mismo es
quien ofrece el sacrificio, su propia vida, por la salvación de la humanidad.

El autor de la carta destaca que el sacerdocio de Jesús es superior al sacerdocio levítico, ya que
Jesús es de la tribu de Judá, no de la tribu de Leví. Además, su sacerdocio es eterno, mientras
que el sacerdocio levítico es temporal y necesita ser renovado continuamente.

Vanhoye también destaca la importancia del papel de Jesús como mediador de una nueva alianza
entre Dios y la humanidad. Jesús no solo ofrece su sacrificio por nosotros, sino que también
intercede por nosotros ante el Padre. Él es nuestro abogado y defensor ante Dios.
3
VANHOYE, A. (2003). EL MENSAJE DE LA CARTA A LOS HEBREOS [PDF]. RECUPERADO DE
HTTPS://MERCABA.ORG/ORARHOY/FOLLETOS%20EVD/019_EL_MENSAJE_DE_LA_CARTA_A_LOS_HEBREOS_-
_ALBERT_VANHOYE.PDF
 Sumo sacerdote solidario de los hombres

Según el comentario de Albert Vanhoye(2003) a la Carta a los Hebreos, Jesús es el sumo


sacerdote solidario de los hombres4(pág. 5). Él no es solo un sacerdote que ofrece sacrificios en
nombre de los hombres, sino que se identifica plenamente con la humanidad y se solidariza con
ella en su sufrimiento y debilidad.

En la Carta a los Hebreos, se destaca la humanidad de Jesús, quien compartió plenamente nuestra
condición humana, experimentó nuestras tentaciones y sufrimientos, y por lo tanto, puede
compadecerse y ayudar a los que también sufren y están tentados. Como sumo sacerdote, Jesús
se acerca a Dios en nombre de los hombres y se acerca a los hombres en nombre de Dios,
estableciendo una comunión entre Dios y la humanidad.

Además, Jesús ofrece un sacrificio único y perfecto en la cruz, en lugar de los sacrificios
repetidos e imperfectos de los antiguos sacerdotes judíos. Este sacrificio no solo expía los
pecados de la humanidad, sino que también la libera de la esclavitud del pecado y la muerte, y la
reconcilia con Dios.

4. El pecado y la redención en la teología cristiana

Después de haber analizado el papel de Jesucristo como salvador y sumo sacerdote en el


cristianismo, es importante abordar otro tema fundamental en la teología cristiana: el pecado y la
redención. El pecado es considerado una ofensa contra Dios, una transgresión de su ley y una
ruptura de la relación que existe entre el ser humano y su creador. Sin embargo, a través de la
redención, Dios ofrece una solución para esta situación, permitiendo que la humanidad sea
perdonada y reconciliada con él. En esta sección, se explorará en profundidad el concepto de
pecado en la teología cristiana y cómo la redención a través de Jesucristo se convierte en la
solución para este problema.

 El pecado como rebelión contra Dios

El pecado como una rebelión contra Dios, tal como lo describe John Henry Newman 5(2002).
Según el autor, el pecado es enemigo mortal del Absolutamente Santo, lo que significa que el
pecado y Dios no pueden estar juntos. La muerte de Dios encarnado nos enseña qué es el pecado
en sí mismo y qué fue lo que se abatió sobre la naturaleza humana de Jesús. En aquel momento,
Jesús renunció a la ayuda que su divinidad podía ofrecerle y abrió los brazos para recibir el
asalto de su enemigo mortal, el pecado. El autor describe cómo Jesús se sintió como un pecador
inmundo y repugnante, por la aguda percepción de la masa de corrupción que se derramaba sobre
él. Todos los pecados del mundo estaban presentes en ese momento, excepto uno: la Virgen

4
Vanhoye, A. (2003). El mensaje de la Carta a los Hebreos [PDF]. Recuperado de
https://mercaba.org/ORARHOY/FOLLETOS%20EVD/019_el_mensaje_de_la_carta_a_los_hebreos_-
_albert_vanhoye.pdf
5
BEATO J. H. NEWMAN, LOS SUFRIMIENTOS ANÍMICOS DE CRISTO EN SU PASIÓN: ID., JESÚS. PÁGINAS
SELECTAS (MONTE CARMELO, BURGOS, 2002).
María, quien no estaba allí para consolar a Jesús en el huerto, pero sí estaba a su lado en la cruz.
El peso del pecado es tan grande que solo Dios puede soportarlo.

 La redención como obra de Cristo para la salvación de la humanidad

En el texto, Joseph Ratzinger / Benedicto XVI(2016)6 reflexiona sobre la oración de Jesús en el


Monte de los Olivos y su angustia ante la muerte que se acerca. En esta oración, Jesús pide a su
Padre celestial que aparte de él el cáliz de la muerte, pero también reconoce que no se haga su
voluntad, sino la del Padre. Esta oración es un momento clave en el drama de nuestra redención.

Ratzinger destaca que en la angustia de Jesús, vemos el choque frontal entre la luz y las tinieblas,
entre la vida y la muerte, que es el verdadero drama de la decisión que caracteriza a la historia
humana. Jesús, al ser el Hijo de Dios, siente profundamente todo el poder del pecado y de la
muerte y debe acogerlo dentro de sí mismo para que en Él quede superado y privado de poder.

La redención, por lo tanto, es la obra de Cristo para la salvación de la humanidad. Él asumió el


peso del pecado y de la muerte y lo llevó a la cruz para vencerlo. En la cruz, Jesús nos redimió,
nos salvó del pecado y nos dio la esperanza de la vida eterna. La oración de Jesús en el Monte de
los Olivos es un momento clave en esta obra de redención, donde Él asume en sí mismo todo el
pecado de la humanidad y lo lleva a la cruz.

En definitiva, la redención es la obra de Cristo para la salvación de la humanidad. Jesús, al


asumir en sí mismo todo el pecado y la muerte, nos redimió y nos dio la esperanza de la vida
eterna. La oración de Jesús en el Monte de los Olivos nos muestra el drama de nuestra redención
y la importancia de la obra de Cristo en ella.

En conclusión, a través de este trabajo hemos explorado diferentes aspectos que muestran cómo
Jesucristo es la salvación de todos. En primer lugar, hemos visto que la vida y enseñanzas de
Jesús en el Nuevo Testamento nos presentan su identidad y misión como el Salvador que vino a
traer la salvación a toda la humanidad. En segundo lugar, hemos visto la importancia de la
muerte y resurrección de Jesús en el cristianismo, y cómo estos eventos tienen un significado
teológico profundo y son fundamentales para la fe cristiana. En tercer lugar, hemos explorado el
papel de Jesús como sumo sacerdote según la Carta a los Hebreos, donde se destaca su
acreditación y solidaridad con los hombres. Por último, hemos visto cómo el pecado y la
redención son temas centrales en la teología cristiana, y cómo la redención es la obra de Cristo
para la salvación de la humanidad.

Es así como terminamos afirmando no solo con fe, sino con fundamentos viables que, Jesucristo
es la salvación de todos porque su vida, muerte y resurrección son la obra redentora de Dios que
nos reconcilia con Él y nos ofrece la posibilidad de vida eterna. En la fe cristiana, Jesucristo es el
camino, la verdad y la vida, y a través de Él podemos experimentar la plenitud de la vida que
Dios tiene preparada para nosotros. Por lo tanto, Jesucristo es la salvación de todos, y en Él
encontramos la esperanza de una vida plena y eterna.
6
RATZINGER, JOSEPH. (2016). JESÚS DE NAZARET. MADRID: BAC, PÁGS. 528-530.

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