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García Márquez y Cortázar: la otra realidad

José Francisco Funes

Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán

Una de las técnicas predominantes del Boom latinoamericano fue el sustituir el carácter
racional de los acontecimientos narrados, por un predominio de la irracionalidad. De
esa manera surge lo fantástico, lo real maravilloso, lo mágico. Seguramente, escritores
como García Márquez y Cortázar, entre otros, tomaron prestada para sus novelas la
forma en que el pueblo latinoamericano percibe la realidad. Lo cierto es que sus obras
provocan un efecto de encantamiento y de perplejidad al lector, porque lo natural y
sobrenatural se presentan en un armonioso equilibrio (Abate,1997). La tesis de este
ensayo comparativo afirma que el estilo característico de “Los funerales de mamá
Grande” es el Realismo Mágico y en “Las babas del diablo” predomina lo Neofantástico.

En “Las babas del diablo” de Cortázar se advierte un estilo neofantástico. El relato


no provoca miedo ni terror, pero sí produce en el lector inquietud y perplejidad por lo
insólito de las situaciones narradas (Alazraqui, 1990). Este es el relato de una
seducción tramada y frustrada en una placita cerca de los muelles del Sena.
(Albarracín-Sarmiento, 2016). Lo aparente, lo cotidiano que se veía en la plaza solo era
una máscara, pues en el fondo se ocultaba otra realidad fatal, siniestra. Lo primero que
inquieta al lector es esa relación inusual de espacio- tiempo “Y ya que vamos a contarlo
pongamos un poco de orden, bajemos por la escalera de esta casa hasta el domingo 7
de noviembre, justo un mes atrás […] en París, con muchísimas ganas de andar por
ahí, de ver cosas, de sacar fotos (Cortázar,2016, p.426), lo mismo que ese
desdoblamiento del personaje principal que es el narrador, quien a su vez es Roberto
Michel.

La historia comienza con la descripción del narrador caminando por las orillas del
Sena hasta llegar a una plaza. Observó que un joven estaba junto a una mujer en un
rincón del lugar. Lo vio nervioso, pues notó sus ademanes, la postura de su cuerpo, las
manos que metía y sacaba del bolsillo. Pensó que algo malo le ocurría al chico. Se
imaginó los finales posibles: el muchacho se alejaría de la mujer o se quedaría
fascinado con la rubia y ella lo acariciaría y se lo llevaría a su habitación. El narrador
pensó que era una trampa. Discretamente, quiso captar lo que estaba ocurriendo y
tomó la fotografía en la “imperceptible fracción esencial”, pero la mujer reaccionó
irritada y exigió la foto. En ese momento el joven corrió y se escapó. El narrador celebra
haber salvado al chico y se ríe de la mujer rubia y del hombre que estaba en el auto, de
quien sospecha es la persona quien urde el plan de atrapar al muchacho. “De lo que
mejor me acuerdo es de la mueca que le ladeaba la boca, le cubría la cara de arrugas,
algo cambiaba de lugar y forma porque la boca le temblaba y la mueca iba de un lado a
otro de los labios” (Cortázar, 2016, p. 434).

Ya en su habitación número 11 del quinto piso de la calle Monsieur Le Prince de


Paris, Michel revela varias fotos, pero se interesa en la del chico y la mujer rubia. Le
hace una ampliación, la cual pega en la pared. Trabaja en la traducción del tratado de
José Norberto Allende, pero tiene el deseo de ver la fotografía constantemente.
“recordaba irónicamente la imagen colérica de la mujer reclamándome la fotografía, la
fuga ridícula y patética del chico, la entrada en escena del hombre de la cara blanca”
(Cortázar, 2016, p.436). En ese momento, ocurre algo fantástico. De pronto, en la
fotografía hay movimiento como si fuera en la pantalla de un cine. El chico, la mujer y el
hombre cobran vida. Ella acaricia al joven y le habla al oído; él agacha la cabeza como
“la perfecta víctima que ayuda a la catástrofe”. El hombre del auto llega a ellos con un
aire entre hastiado y exigente. Al ver la escena en la fotografía, el narrador comprende
que había trastocado algo que tenía que haber pasado y que no pasó por causa de él,
pero que hoy estaba pasando y ya no se podía hacer nada, porque “de pronto el orden
se invertía, ellos estaban vivos, moviéndose, decidían y eran decididos, iban a su
futuro; y yo desde este lado, prisionero de otro tiempo, de una habitación en un quinto
piso” (Cortázar, 2016, p.438). En su desesperación, el narrador grita y se acerca a la
fotografía. La mujer lo ve sorprendida y el hombre lo mira rabioso. Era el momento de
tomar una fotografía a la fotografía; lo que aprovechó el chico para escapar
nuevamente. He aquí un relato neofantástico, donde se derriban las fronteras de la
realidad, pues ocurre algo insólito: la foto cobra vida, los personajes están vivos y se
liberan del narrador.
Una de las principales características de “Los funerales de la mamá Grande” es su
Realismo Mágico. En este relato se combina la verosimilitud del realismo con la
imaginación, la fantasía y el mito (Abate, 1997). Se armonizan sus elementos
contradictorios con la realidad mediante un proceso de verosimilitud, donde se
desnaturaliza lo natural y se naturaliza lo sobrenatural (Abate, 1997). El cuento narra
los funerales de una mujer llamada la “Mamá Grande” quien era el símbolo del poder
social en Macondo. A lo largo de la historia, se describen sucesos sobrenaturales o
inauditos como si fueran parte de la realidad cotidiana. Lo primero que crea una
sensación de lo maravilloso es la descripción de la protagonista: “La Mamá Grande, que
hasta los cincuenta años rechazó a los más apasionados pretendientes, y que fue
dotada por la naturaleza para amamantar ella sola a toda su especie, agonizaba virgen
y sin hijos” (García Márquez, 2001, p.48). Aparecen personajes marginales que actúan
fuera de las normas admitidas o de la lógica. “Nadie advirtió que los sobrinos, ahijados,
sirvientes y protegidos de la Mamá Grande cerraron las puertas tan pronto como
sacaron el cadáver, y desmontaron las puertas, desenclavaron las tablas y
desenterraron los cimientos para repartirse la casa. (García Márquez, 2001, p.53). “Los
tíos se casaban con las hijas de las sobrinas, y los primos con las tías, y los hermanos
con las cuñadas, hasta formar una intrincada maraña de consanguinidad que convirtió
la procreación en un círculo vicioso” (García Márquez, 2001, p.46).

Se trasponen espacios geográficos que en la realidad están muy lejanos unos de


otros, por ejemplo, la residencia pontificia de Castelgandolfo con Macondo “A través de
los caños intrincados y las ciénagas sigilosas que marcaban el límite del Imperio
Romano y los hatos de la Mamá Grande, el Sumo Pontífice oyó toda la noche la
bullaranga de los monos alborotados por el paso de las muchedumbres” (García
Márquez, 2001, p.51). Lo sobrenatural queda sin explicación “Nadie vio la vigilante
sombra de gallinazos que siguió al cortejo por las ardientes callecitas de Macondo, ni
reparó que al paso de los ilustres éstas se iban cubriendo de un pestilente rastro de
desperdicios” (García Márquez, 2001, p.53). Algunos hechos o creencias extrañas se
ven como naturales “Después le aplicó sapos ahumados en el sitio del dolor y
sanguijuelas en los riñones, hasta la madrugada de ese día en que tuvo que
enfrentarse a la disyuntiva de hacerla sangrar por el barbero o exorcizar por el padre
Antonio Isabel” (García Márquez, 2001, p.47). Las situaciones meteorológicas. como el
calor o la lluvia, se relacionan con las sensaciones que experimentan los personajes.
“Poco antes de las once, la muchedumbre delirante que se asfixiaba al sol, contenida
por una élite imperturbable de guerreros uniformados de dormanes guarnecidos y
espumosos morriones, lanzó un poderoso rugido de júbilo” (García Márquez, 2001,
p.52). Finalmente, el Realismo Mágico contiene una “crítica implícita de la sociedad,
particularmente de la élite”. ¿Estamos ante la representación o el símbolo del
predominio de una clase social poderosa sobre el resto del pueblo?

En “Los funerales de mamá Grande” y “Las Babas del diablo” existen rasgos
comunes y diferencias. En ambos cuentos se incorporan elementos sobrenaturales,
insólitos, imposibles que generan admiración, encanto, miedo, sorpresa y perplejidad.
Además, en ambas hay espacios abiertos y espacios cerrados: la casa de La Mamá
Grande y las calles de la ciudad, por un lado; y la plaza y el apartamento por el otro. Se
puede agregar que las historias de estos cuentos no piden explicaciones lógicas y
racionales. Sin embargo, hay diferencias. En “Los funerales de La Mamá Grande” se
describen con abundancia de detalles, ejemplos y adjetivos; las personas, situaciones y
objetos y desde allí se incorpora armoniosamente lo mágico; mientras en “Las babas
del diablo”, Cortázar emplea un lenguaje con menos descripciones, pero justo las que
necesita para entrar a mundos imposibles. En García Márquez hay situaciones que
rompen la lógica, lo posible. Por ejemplo, la Mamá Grande ha dado leche materna a
todos los niños de su parentela siendo ella virgen y soltera. Por el contrario, en Cortázar
la lógica no se rompe de esa manera. Los acontecimientos relatados son lógicos, pero
imposibles desde la racionalidad colectiva. En Márquez el lenguaje es barroco, mientras
en Cortázar es más mimético. Por lo tanto, se puede definir el Boom a partir de estos
dos cuentos como el fenómeno literario mediante el cual la narrativa se volvió un
producto de la ficción, donde el relato quedó muchas veces fuera del mundo
circundante y demostrable. Estos cuentos demuestran que el Boom se caracteriza por
la presencia de mundos insólitos; por el derribo de las fronteras de la realidad
concebida; por la dislocación del tiempo y el espacio; en otras palabras, por la
problematización de la realidad.
Referencias

Abate, S. (1997) A medio siglo del realismo mágico: balance y perspectiva. Anales de
Literatura Hispanoamericana. 26 (1) 145-159.

Alazraqui, J. (1990) ¿Qué es lo neofantástico? Master xix (2) 21-33

Albarracín- Sarmiento, C. (2016) Literatura y realidad en "Las babas del diablo", de


Cortázar. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. 95-104.
http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcmk8b9

Cortázar, J. (2016) Las babas del diablo. Cuentos completos 1. Barcelona: Editorial
Penguin Random House Grupo Editorial. 425-440
García Márquez, G. (2001) Los funerales de la Mamá Grande. Buenos Aires: Editorial
Sudamericana. 46-53.

TAREA: Después de la lectura de ambos cuentos y del ensayo sobre el realismo y del
ensayo “García Márquez y Cortázar: la otra realidad”, en parejas contestarán las
siguientes preguntas (Cada quien la coloca en la plataforma con el nombre de ambos)

1. ¿En qué situaciones se manifiesta en el relato de “Las babas del diablo” el carácter
fantástico del cuento? Ejemplifique con extractos del cuento.

2. ¿Qué situaciones en “Los funerales de la mamá grande” reflejan el realismo mágico


característico del cuento?

3. ¿Qué diferencias encuentra usted en ambas obras? ¿Qué similitudes?

4. ¿Qué diferencias encuentra usted entre estos dos relatos y la literatura realista?

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