El plato del bien comer

El Plato del Bien Comer se ocupa como apoyo didáctico brindando criterios para la
orientación nutritiva en México, se encuentra en la norma NOM-043- SSA2-2012 y
muestra cada uno de los grupos de alimentos con el fin de ilustrar a la población la
variedad que existe de cada uno, resaltando que ningún alimento es más
importante que otro, sino que debe haber un equilibrio para que nuestra dieta sea
saludable, correcta y balanceada.
Antecedentes:
En el año 2006, México ocupaba como guía la pirámide de los Estados Unidos,
que fue elaborada por el Departamento de Agricultura. La representación de esta
guía no era la correcta para la población mexicana, por esta razón se quitó la
pirámide de alimentación y se optó en diseñar una guía, la cual fue resultado de
una investigación, en la que se consideraron tanto los aspectos técnicos como la
percepción y la aceptación de la población, también se incluyeron las estadísticas
de salud, que reflejaron una tendencia cada vez mayor al desarrollo de problemas
de desnutrición, sobrepeso y obesidad en todas las etapas de la vida, por eso su
nombre.
El cambio fue aceptado de inmediato por la comunidad de nutricionistas. Para
muchos, la pirámide era confusa y no distinguía claramente entre los alimentos
sanos como los granos integrales y los no tan sanos, como el pan blanco, por
ejemplo. Eso sin contar que el plato es mucho más fácil de interpretar para
cualquier persona.
Análisis del plato del bien comer:
División del Plato
• El círculo fue seleccionado ya que no tiene principio ni final, dando una idea de
que todos los grupos son importantes por igual.
• Las divisiones del grupo de alimentos está en porciones iguales. Dos de los tres
grupos de alimentos están a su vez subdivididos en dos sectores:
1. En el caso del grupo de verduras y frutas las rebanadas son del mismo tamaño.
2. En el grupo de las leguminosas y alimentos de origen animal dos terceras
partes del área se destinan a las leguminosas y el resto a los alimentos de origen
animal, sugiriendo la proporción de ellos que se recomienda consumir.
3. En el gráfico se encuentra la palabra “combina” que se localiza entre el grupo
de cereales y leguminosas, con esto se pretende la combinación de cereales y
leguminosas, con la finalidad de obtener una proteína de mejor calidad.
Color
Cada grupo tiene un color similar a los colores del semáforo, que señala la libertad
o precaución que debemos de tener al momento de elegir la cantidad y tipo de
alimentos.
“Verde: en abundancia; El grupo de verduras y frutas aportan micronutrientes y
carbohidratos. Amarillo: con moderación; El grupo de cereales y tubérculos, los
cuales aportan energía y fibra. Rojo: consumo limitado El grupo de leguminosas y
productos de origen animal, las primeras aportan fibra, los segundos contienen
colesterol y grasas saturadas en algunos alimentos y ambos grupos aportan
proteína”
Lineamientos generales para brindar orientación alimentaria:
Incluir al menos un alimento de cada uno de los tres grupos y variar los alimentos
de los grupos y las preparaciones.
Consumir en abundancia el grupo verde, alimentos crudos y con cáscara
disminuye la densidad energética de la dieta.
Consumir cereales integrales, sin azúcar adicionada, combinados con
leguminosas.
Promover el consumo de leguminosas.
Moderar el consumo de alimentos de origen animal, y preferir carnes blancas con
preparaciones bajas en grasa, así como lácteos descremados o
semidescremados.
Resaltar la importancia de la combinación y variación de los alimentos.
Recomendar tres tiempos de comida con un alimento de cada grupo, y dos
colaciones.
Mencionar la importancia de moderar la alimentación con la frecuencia de
consumo y el tamaño de las porciones.
Tomar agua simple en abundancia como fuente principal de hidratación.
Consumir lo menos posible alimentos accesorios, y los que los tengan añadidos,
así como con edulcorantes.
Al momento de comer, no realizar otra actividad, sino hacerlo en compañía de la
familia, disfrutando la comida.
Consumir alimentos de acuerdo con las necesidades individuales.
Manejar higiénicamente los alimentos.
Realizar por lo menos 30 minutos de actividad física al día.
Mantener un peso saludable y monitorizarlo con una revisión médica.
Seleccionar alimentos autóctonos y regionales con preparaciones locales.
Utilizar preferiblemente los aceites vegetales.