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ENTREGABLE FINAL
DERECHO CONSTITUCIONAL Y DE AMPARO
INCONFORMIDAD
Es el medio para impugnar las resoluciones de los tribunales de amparo, con las que se
pone fin a los procedimientos establecidos en los artículos 105 y 108 de la Ley de Amparo.
Dicho medio de impugnación, puede interponerse contra:
a) Resoluciones que tienen por cumplida la sentencia de amparo (artículo 105 de la Ley de
Amparo);
b) Resoluciones que declaran la existencia de imposibilidad material y/o jurídica para
ejecutar la sentencia de amparo, y las que ordenan el archivo definitivo del asunto (artículo
105 de la Ley de Amparo); y,
c) Resoluciones que declaran sin materia, o infundada la denuncia de repetición de los
actos reclamados (artículo 108 de la Ley de Amparo).
El recurso de Inconformidad previsto en el artículo 105 de la Ley de Amparo Entre los
diversos errores que se presentan en la práctica, con relación a este medio de impugnación,
destaca el hecho de confundírsele con la oposición que expresa el quejoso, cuando
desahoga la vista que se le da con las constancias que remite la autoridad responsable,
con las que pretende dar cumplimiento a la ejecutoria de amparo; pues el recurso de
inconformidad contra el cumplimiento de la ejecutoria de amparo, únicamente procede
contra la resolución dictada por el tribunal de amparo al respecto, de ahí que resulte
improcedente cuando se plantea al momento de darse vista con el informe de la
responsable respecto a la forma en que pretende cumplir con el fallo protector (artículo 105,
párrafo tercero, de la Ley de Amparo), en el caso específico el incidente de inconformidad
en términos del artículo 105 de la Ley de Amparo.
De la interpretación armónica de las jurisprudencias dictadas en la materia se pueden
desprender las conclusiones siguientes:
1. Que cuando la autoridad responsable le informa al juez de Distrito o al Tribunal
correspondiente respecto del cumplimiento dado a la ejecutoria de amparo, se deberá dar
vista a la quejosa con el pretendido cumplimiento, apercibiéndole que de no hacer
manifestación alguna, se hará el pronunciamiento correspondiente acorde con las
constancias de autos, es decir, se resolverá si se cumplió o no la ejecutoria de amparo;
2. Que el desacuerdo manifestado en el desahogo de la vista antes referida, no puede ser
considerada como la inconformidad a que se refiere el párrafo tercero del artículo 105 de la
Ley de Amparo, sino que el juzgador tendrá que resolver necesariamente sobre el
cumplimiento a la ejecutoria de amparo, a fin de evitar la constante remisión de los
expedientes por no existir pronunciamiento al respecto; y
3. Que por consecuencia el incidente de inconformidad, solamente procede en contra de la
resolución que se emita en el sentido de que la ejecutoria de amparo quedó debidamente
cumplida y no en contra del auto con el que se da vista con el cumplimiento.
El incidente de inconformidad previsto por el tercer párrafo del artículo 105 de la Ley de
Amparo no tiene como presupuesto la abstención o contumacia de la autoridad responsable
para dar cumplimiento a la sentencia, sino la existencia de una determinación del Juez o de
la autoridad que haya conocido del juicio, en el sentido de que la ejecutoria ha sido
cumplida. Por tanto, cuando se declara fundado el incidente, no tiene aplicación inmediata
la sanción prevista para la autoridad responsable en la fracción XVI del artículo 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, consistente en la separación del
cargo y su consignación ante el Juez de Distrito, ya que no elude el cumplimiento de la
sentencia, al existir una determinación judicial que reconoce su acatamiento. En este
supuesto: a) Si el juez o tribunal que conoce del asunto declara que no se ha cumplido la
sentencia a pesar de los requerimientos dirigidos a la autoridad responsable y a su superior
jerárquico (artículo 105, primer párrafo), remitirá de oficio el asunto a la Suprema Corte,
iniciándose el incidente de inejecución (artículo 105, segundo párrafo) que puede conducir
a la destitución de la autoridad responsable en términos del artículo 107, fracción XVI,
constitucional; b) Si el juez o tribunal resuelve que la responsable cumplió la sentencia,
procede la inconformidad en contra de su decisión (artículo 105, tercer párrafo), cuya
resolución podría conducir a la destitución de la autoridad responsable y su consignación
ante un juez de Distrito, si la Suprema Corte comprueba que ésta incurrió en evasivas o
procedimientos ilegales para incumplir, dando la apariencia de acatamiento; c) Si el quejoso
elige que la sentencia de amparo se dé por cumplida mediante el pago de una
indemnización, procede el incidente de pago de daños y perjuicios (artículo 105, último
párrafo). 2o. Cumplimiento excesivo o defectuoso de la sentencia de amparo.
AMPARO DIRECTO:
La demanda se presenta ante la autoridad responsable para que, por su conducto, se turne
al Tribunal Colegiado de Circuito, quien es el que resuelve (Artículo 34 de la Ley de
Amparo).
Procede contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio o
procedimiento. En los juicios del orden penal cuando hayan violado las leyes del
procedimiento con trascendencia a las defensas del quejoso (Artículo 172 de la Ley de
Amparo y 173 en materia penal).
La suspensión del acto reclamado la concede o niega la autoridad responsable (Artículos
190 y 191 de la Ley de Amparo).
En contra de la ejecutoria dictada por el Tribunal Colegiado, únicamente procede el recurso
de Revisión, en contra de las sentencias que resuelven sobre la constitucionalidad de
normas generales que establezcan la interpretación directa de un precepto de la CPEUM o
de los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieran sido
planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga
la Suprema Corte de Justicia de la Nación en cumplimiento de acuerdos generales del pleno
(Artículo 81 fracción II de la Ley de Amparo).
AMPARO INDIRECTO.
La demanda se presenta ante el Juez de Distrito (y los tribunales unitarios de circuito) quien
es el que resuelve (Artículo 35 de la Ley de amparo)
Procede contra: Normas Generales, Leyes, actos que no provengan de tribunales judiciales
administrativos o del trabajo, actos en el juicio que tengan sobre las personas o las cosas
una ejecución de imposible reparación, actos ejecutados dentro o fuera de juicio que
afecten a personas extrañas a el (Artículo 107 de la Ley de Amparo)
Para los efectos de la Ley de Amparo, se entiende por normas generales, entre otras, las
siguientes:
a) Los tratados internacionales aprobados en los términos previstos en el artículo 133
de la CPEUM; salvo aquellas disposiciones en que tales tratados reconozcan
derechos humanos.
b) Las Leyes Federales
c) Las Constituciones de los Estados y el estatuto de Gobierno del Distrito Federal
d) Las Leyes de los Estados y del Distrito Federal
e) Los reglamentos Federales
f) Los Reglamentos Locales
g) Los Decretos, acuerdos y todo tipo de resoluciones de observación general
¿Qué es la jurisprudencia?
La palabra jurisprudencia proviene del latín, “jurisprudentia”, compuesta por los
vocablos “juris” que significa derecho y “prudentia” que quiere decir conocimiento,
ciencia. En términos generales se ha definido como: el conjunto de tesis que constituyen
valioso material de orientación y enseñanza, que señalan a los jueces la solución de la
multiplicidad de cuestiones jurídicas que contemplan; que suplen las lagunas y deficiencias
del orden jurídico positivo; que guían al legislador en el sendero de su obra futura. En el
caso de México, la jurisprudencia judicial es la interpretación de la ley, firme, reiterada y de
observancia obligatoria, que emana de las ejecutorias pronunciadas por la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, funcionando en pleno o por salas, y por los Tribunales Colegiados
de Circuito.
En efecto, los artículos 94 y 107 constitucionales; 192 y 193 de la Ley de Amparo,
establecen que la materia de la jurisprudencia es la interpretación de las leyes y
reglamentos federales o locales y de los tratados internacionales celebrados por el Estado
mexicano.
Por otra parte, la palabra jurisprudencia posee dos acepciones distintas. En una de ellas
equivale a ciencia del derecho o teoría del orden jurídico positivo. En la otra, sirve para
designar el conjunto de principios y doctrinas contenidas en las decisiones de los tribunales.
Algunas veces, la ley otorga a las tesis expuestas en las resoluciones de ciertas autoridades
judiciales, carácter obligatorio, relativamente a otras autoridades de inferior rango. En
nuestro derecho, la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación obliga a la
propia Corte y a los Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito, Juzgados de Distrito,
Tribunales Militares y Judiciales del orden común de los Estados, Distrito Federal y
Tribunales Administrativos y del Trabajo, locales y federales.
Lo que atañe a nuestro derecho podemos hablar, por tanto de jurisprudencia obligatoria y
no obligatoria, estas tienen la misma fuerza normativa de un texto legal. Dichas tesis son
de dos especies: o interpretativas de las leyes a que se refieren, o integradoras de sus
lagunas.
Ahora bien, existen diferencias entre las características de la jurisprudencia con relación a
la tesis, las que se pueden resumir de la siguiente forma:
Las características de la jurisprudencia son cuatro:
• Explicativa, en cuanto que aclara y fija el alcance de la ley cuando ésta es oscura.
• Supletoria, en cuanto da solución a los casos no previstos por la ley.
• Diferencial, adapta la ley al caso concreto, evitando que su aplicación
indiferenciada consagre injusticias.
• Renovadora, la ley envejece rápidamente, pero merced a la acción de la
jurisprudencia, se prolonga su vigencia en el tiempo, haciéndose más flexibles y
duraderos sus preceptos.
Por otro lado, los artículos 192 a 197-B de Ley de Amparo y 177 a 179 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial de la Federación, regulan la jurisprudencia y reconocen como materia de
ella, la interpretación de la ley, le atribuyen de manera expresa, la característica de la
obligatoriedad y exigen que los criterios que la integren, sean firmes y reiterados, en
consecuencia, se puede presumir que la jurisprudencia presenta otras características, como
son:
A) La firmeza de la jurisprudencia, además del principio de razón suficiente que deben
contener las ejecutorias y de la fuerza de cosa juzgada que a ellas corresponde, está
vinculada a una votación mínima de 8, si la resolución pertenece al pleno: de 4, cuando
menos, si de las salas se trata y de unanimidad de los magistrados en el caso de los
Tribunales Colegiados de Circuito.
B) La exigencia de reiteración, esta característica no es otra que la ratificación del criterio
de interpretación que debe ser sustentado en cinco ejecutorias, no interrumpidas por otra
en contrario, según corresponda al pleno, salas o Tribunales Colegiados de Circuito, en
forma que al producirse esa reiteración concordante se crea una presunción de mayor
acierto y surge en consecuencia, la imperatividad de la jurisprudencia.
C) Obligatoriedad, el artículo 194, determina que la ley de Amparo fijará los términos en
que sea obligatoria la jurisprudencia que establezcan los tribunales del Poder Judicial de la
Federación sobre interpretación de las leyes y reglamentos federales o locales y tratados
internacionales celebrados por el Estado mexicano, así como los requisitos para su
interrupción y modificación.
No obstante, es de precisarse que existen pronunciamientos en las resoluciones que no
reúnen los requisitos mencionados en el párrafo anterior, las cuales se conocen como tesis
aisladas, relacionadas o simplemente tesis.
Para mencionar a la jurisprudencia ya integrada, se emplean, indistintamente, los términos
de: ''criterio jurisprudencial'', ''tesis jurisprudencial'', y ''jurisprudencia''; y por lo que atañe a
las opiniones que se encuentran en proceso de llegar a constituir jurisprudencia, se
emplean las expresiones: ''sumario'', ''tesis'', ''tesis aisladas'', ''precedente'', ''antecedente'',
''opinión'' y ''criterio''.
Proceso formativo de la jurisprudencia
La jurisprudencia de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación, se establece a
través de dos sistemas.
A) A través de cinco ejecutorias no interrumpidas por otra en contrario.- Este sistema
encuentra su fundamento en el artículo 192 de la Ley de Amparo, reglamentaria de los
Artículos 103 y 107 Constitucionales, al establecer que lo resuelto en cinco ejecutorias no
interrumpidas por otra en contrario constituye jurisprudencia siempre y cuando hayan sido
aprobadas por lo menos por ocho ministros tratándose de jurisprudencia del pleno o por
cuatro ministros en los casos de jurisprudencia de las Salas.
B) A través de contradicción de tesis.-El segundo sistema establece que se integra la
jurisprudencia con la resolución que decide la denuncia de contradicción de tesis que
sustenten las Salas que integran la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o respecto de
las tesis que sustenten los Tribunales Colegiados de Circuito, en este caso, no es
indispensable que lo resuelto por el Pleno o las Salas de la Honorable Suprema Corte de
Justicia de la Nación, se sustente en cinco ejecutorias, no interrumpidas por otra en
contrario, ya que únicamente se necesita para fijar la jurisprudencia un solo fallo que
resuelva que hay contradicción de tesis
Los anteriores criterios de formación de jurisprudencia se encuentran robustecidos con la
siguiente jurisprudencia que a la letra indica:
Séptima Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Apéndice de 1995
Tomo: Tomo VI, Parte HO
Tesis: 1132
Página: 779
“JURISPRUDENCIA. SISTEMAS DE FORMACIÓN. La jurisprudencia de la Honorable
Suprema Corte de Justicia de la Nación, se establece a través de dos sistemas. El ordenado
por el artículo 192 de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales
(reformado por decreto de veintinueve de diciembre de mil novecientos ochenta y tres,
publicado en el Diario Oficial de dieciséis de enero de mil novecientos ochenta y cuatro),
que preceptúa que lo resuelto en cinco ejecutorias no interrumpidas por otra en contrario
constituye jurisprudencia siempre y cuando hayan sido aprobadas por lo menos por catorce
ministros tratándose de jurisprudencia del pleno o por cuatro ministros en los casos de
jurisprudencia de las Salas. El segundo sistema establece que se integra la jurisprudencia
con la resolución que decide la denuncia de contradicción de tesis que sustenten las Salas
que integran la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o respecto de las tesis que
sustenten los Tribunales Colegiados de Circuito, en este caso, no es indispensable que lo
resuelto por el Pleno o las Salas de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación,
se sustente en cinco ejecutorias, no interrumpidas por otra en contrario, ya que únicamente
se necesita para fijar la jurisprudencia un solo fallo que resuelva que hay contradicción de
tesis y que decida cuál debe prevalecer, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 107,
fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece:
que la resolución de las Salas o del Pleno de la Suprema Corte de Justicia dela Nación,
que dilucide una denuncia de contradicción de tesis sólo tendrá el efecto de fijar la
jurisprudencia sin afectar las situaciones jurídicas concretas derivadas de las sentencias
dictadas en los juicios en que hubiese ocurrido la contradicción. Jurisprudencia que además
es obligatoria no sólo para los Tribunales Colegiados contendientes, sino para todos
aquellos que se encuentran previstos en el artículo 192 de la Ley de Amparo, siempre y
cuando tratándose de tribunales del orden común la legislación local sea similar al punto de
que se trata en la contradicción de tesis. No obsta en forma alguna el hecho de que la Ley
Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales, omita mencionar en la
actualidad que la resolución del Pleno o de las Salas de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, que diluciden una denuncia de contradicción de tesis de Tribunales Colegiados
constituye jurisprudencia, pues como ya se dijo la Constitución Federal sí lo establece.”
Los primeros están constituidos por aquellas condiciones que deben reunir para que surja
la obligación jurisdiccional de conceder la suspensión, los segundos implican aquellas
exigencias legales que el agraviado debe llenar para que surta sus efectos la suspensión
concedida.
El primer requisito de procedencia consiste en que el acto reclamado sea cierto,
entendiéndose por él, cuando se pueda comprobar en la audiencia incidental desvirtuando
de ese modo el informe previo que lo niega. De no comprobarse el acto reclamado la
resolución decretada aludirá a no contar con materia para decretar la suspensión del acto
reclamado.
La segunda de estas es que sea susceptible de ser suspendida, es decir, que no se trate
de actos meramente negativos y/o que se encuentren consumados, ya que los principales
efectos de la suspensión son paralizadores, dejando las cosas en las condiciones en las
que se encuentran al ser concedida, ya que la suspensión no puede tener efectos
restitutivos como si se tratase de la sentencia de fondo.
La tercera de las condiciones de procedencia consiste en que la suspensión del acto
reclamado no contravenga disposiciones de orden público o de interés social.
El quejoso puede solicitar la suspensión del acto reclamado desde el escrito de demanda
o en cualquier estado del procedimiento en tanto no se haya decretado la sentencia
definitiva y sea subsistente el acto reclamado observando los mismos requisitos de
procedencia que se señalaron con antelación.
En cuanto a los requisitos de efectividad, que implican exigencias legales posteriores a la
concesión de la suspensión estamos ante la presencia de las garantías que el quejoso y en
su caso la contragarantía que el tercer interesado otorguen para que la suspensión surta
sus efectos o en su caso deje de surtirlos.
Es importante anotar que para que en los casos en los cuales haya de exigirse garantía
bastante para que proceda la efectividad de la suspensión del acto reclamado, debe existir
dentro del proceso el sujeto con las características de tercer interesado, puesto que, de no
existir tal sujeto con tal cualidad, resultaría improcedente fijar la caución de mérito para que
la medida suspensional resulte efectiva.
SUSPENSIÓN DEFINITIVA.
Con lleva la tramitación de un incidente que concluye con una resolución en la que el Juez
de Distrito ordena a la autoridad responsable que mantenga las cosas en el estado en que
se encuentren durante el tiempo que lleve la tramitación del juicio.
La formación de un cuaderno especial e independiente del cuaderno principal radica en que
lo que el quejoso argumentó dentro del cuaderno principal no influye dentro del cuaderno
incidental por tratarse de cuestiones diversas aun cuando guarden relación entre sí.
Ahora bien, este cuaderno incidental se forma por duplicado en el entendido de que, si de
ser necesario se promueve durante la tramitación del incidente algún recurso de queja o de
revisión, uno de los cuadernillos será remitido al Tribunal Colegiado y el segundo quedara
ante el juez de distrito en virtud de que este no pierde su jurisdicción pudiendo revocar la
determinación de otorgar la medida cautelar en comento.
Tal como se ha comentado, la suspensión oficiosa no conlleva la formación de este
cuaderno incidental, lo que se desprende de la naturaleza misma de ese acto en cuestión
resolviéndose desde el propio auto de admisión de demanda.
La suspensión en los casos que pueden ser ocasionados daños o perjuicios a un tercero.
Procedencia de la contra garantía por parte del tercero. Procedimiento para la exigibilidad
de la garantía y contra garantía.
La garantía y, en su caso, la contragarantía, son factores determinantes de la eficacia de la
suspensión.
La garantía consiste en la caución que el quejoso debe exhibir dentro de los cinco días
siguientes al en que se le notifica la resolución que concede la suspensión para que esta
surta efectos.
La garantía que ha de otorgarse en los casos de que sea requisito para la efectividad de la
suspensión del acto reclamado puede otorgarse por cualquiera de los medios siguientes:
• Mediante fianza, celebrando al efecto un contrato con compañía afianzadora exhibiendo
al juzgado el contrato respectivo. En la fianza la persona el fiador se obliga con todo su
patrimonio. Los derechos y obligaciones que con motivo de la fianza surgen, están
regulados por el Código Civil y la Ley de Instituciones de Fianza.
• Mediante hipoteca. Los derechos y obligaciones que con motivo de la hipoteca surjan
quedan supeditados a las disposiciones del Código Civil. En este caso debe exhibirse al
juzgado el título respectivo, el cual en caso de ser procedente, será entregado al efecto de
que pueda ejercitarse para su cobro la acción hipotecaria ante la autoridad competente.
• Prenda
• Depósito.
CONCLUSIONES:
El amparo es el Juicio por medio del cual se impugnan los actos de autoridad, violatorios
de las garantías constitucionales, así como los actos que restrinjan la soberanía de los
estados, por lo tanto, es uno de los juicios más importantes, pues en él se da solución a
controversias constitucionales, en cuanto a cuestiones que no son del orden común, si no
que va encaminada a proteger la libertad individual o patrimonial de las personas cuando
han sido violentadas por alguna autoridad. Es por ello que el amparo enmarca gran
importancia para el estado de derecho, pues es el juicio que representa la defensa de aquel
que a sido atacado en alguna de sus esferas sociales y que para obtener el respeto de las
garantías que le brinda la constitución hace valer su derecho mediante este juicio, por el
cual se otorga la posibilidad de aclarar alguna resolución que haya ido en contra de sus
intereses y/o derechos como individuo. Todo lo anterior sostiene pues, que la Suspensión
del Acto Reclamado, permite al sentenciado hacer uso de sus derechos individuales que le
otorgan certeza y seguridad jurídica ante hechos que contravienen sus intereses cualquiera
que estos sean y es un asunto de los más difíciles y delicados a los que se enfrenta el juez
dentro del juicio de amparo, ya que entrará a uno de los ámbitos más espinosos y
complicados del juicio constitucional, pues para resolver como la ley lo establece debe
entrar al estudio primeramente de las causales de improcedencia y al no existir estas, hacer
una valoración pormenorizada de todos y cada uno de los elementos en los que se basó la
autoridad señalada como responsable para llegar a su decisión final que es la sentencia y
que finalmente se señala como acto reclamado cuando un individuo se ve afectado por
dicha determinación.
MESOGRAFIA:
https://revista-amparo.webnode.mx/news/suspension-del-acto-reclamado/