Está en la página 1de 16

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN

5234/2014
QUEJOSO Y RECURRENTE: **********

PONENTE: MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ


SECRETARIA: MIREYA MELÉNDEZ ALMARAZ

En atención a lo dispuesto por el artículo 73, segundo párrafo, de la


Ley de Amparo, así como la jurisprudencia de rubro: “PROYECTOS
DE RESOLUCIÓN DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN Y DE LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
SÓLO DEBEN PUBLICARSE AQUELLOS EN LOS QUE SE
ANALICE LA CONSTITUCIONALIDAD O LA CONVENCIONALIDAD
DE UNA NORMA GENERAL, O BIEN, SE REALICE LA
INTERPRETACIÓN DIRECTA DE UN PRECEPTO
CONSTITUCIONAL O DE UN TRATADO INTERNACIONAL EN
MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.”1, a continuación se hace
público el fragmento del proyecto de sentencia del Amparo Directo en
Revisión 5234/2014, en el cual se realiza el estudio de
constitucionalidad respectivo:

Primera cuestión: ¿Cuál es el ejercicio metodológico a través del


cual esta Primera Sala de la Suprema Corte debe analizar la
problemática constitucional del caso que nos ocupa?

37. El caso que nos ocupa versa sobre la posible violación del derecho
humano de libertad de trabajo, de forma tal que resulta natural, en
primer lugar, analizar su contenido y configuración constitucional.

38. El derecho humano a la libertad de trabajo se encuentra previsto en el


artículo 5º de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el cual establece, textualmente, lo siguiente:

Artículo 5o. A ninguna persona podrá impedirse que se


dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le
acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo
podrá vedarse por determinación judicial, cuando se
1
P./J. 53/2014 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 12, Noviembre de
2014, Tomo I, Página 61.
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

ataquen los derechos de tercero, o por resolución


gubernativa, dictada en los términos que marque la ley,
cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie
puede ser privado del producto de su trabajo, sino por
resolución judicial.

La Ley determinará en cada Estado, cuáles son las


profesiones que necesitan título para su ejercicio, las
condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las
autoridades que han de expedirlo.

Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin


la justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo el
trabajo impuesto como pena por la autoridad judicial, el cual
se ajustará a lo dispuesto en las fracciones I y II del artículo
123.

En cuanto a los servicios públicos, sólo podrán ser


obligatorios, en los términos que establezcan las leyes
respectivas, el de las armas y los jurados, así como el
desempeño de los cargos concejiles y los de elección
popular, directa o indirecta. Las funciones electorales y
censales tendrán carácter obligatorio y gratuito, pero serán
retribuidas aquéllas que se realicen profesionalmente en los
términos de esta Constitución y las leyes correspondientes.
Los servicios profesionales de índole social serán
obligatorios y retribuidos en los términos de la ley y con las
excepciones que ésta señale.

El Estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún


contrato, pacto o convenio que tenga por objeto el
menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio de la
libertad de la persona por cualquier causa.

Tampoco puede admitirse convenio en que la persona


pacte su proscripción o destierro, o en que renuncie
temporal o permanentemente a ejercer determinada
profesión, industria o comercio.

El contrato de trabajo sólo obligará a prestar el servicio


convenido por el tiempo que fije la ley, sin poder exceder de
un año en perjuicio del trabajador, y no podrá extenderse,
en ningún caso, a la renuncia, pérdida o menoscabo de
cualquiera de los derechos políticos o civiles.

2
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

La falta de cumplimiento de dicho contrato, por lo que


respecta al trabajador, sólo obligará a éste a la
correspondiente responsabilidad civil, sin que en ningún
caso pueda hacerse coacción sobre su persona.

39. Del artículo anterior se desprende, en primer lugar, el derecho de toda


persona para dedicarse a la profesión, industria, comercio o trabajo
que mejor le acomode, siendo ésta lícita y siempre que se atienda la
regulación correspondiente. Sin embargo, del propio texto
constitucional se desprende también la proscripción de prestar
trabajos forzados —sin justa retribución o consentimiento—, así como
la prohibición de celebrar pactos o contratos en los cuales una
persona renuncia temporal o permanentemente a ejercer una
determinación profesión, industria o comercio. Dichos elementos o
dimensiones de protección constitucional —previstos en el artículo 5º
de la Constitución Federal— integran genéricamente el derecho
humano de libertad de trabajo.

40. Cabe señalar que en Épocas anteriores del Semanario Judicial de la


Federación, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación no reconocía
la proscripción de trabajos forzados como un elemento integrante de la
libertad de trabajo.2 Sin embargo, dicha interpretación constitucional
pudo resultar del hecho de, que hasta la reforma constitucional
publicada en el Diario Oficial de la Federación el treinta y uno de
diciembre de 1974, la proscripción de trabajos forzados estaba
normada en un dispositivo constitucional distinto de aquél que
establecía la libertad de dedicarse a cualquier profesión, industria,
comercio o trabajo. Desde la entrada en vigor de la Constitución de
1917 y hasta 1974, el artículo 4 establecía el derecho en favor de toda

2
Al efecto, Cfr. P. (5ª.) Semanario Judicial de la Federación, Tomo II, Pág. 1353; P. (5ª.)
Semanario Judicial de la Federación, Tomo II, Pág. 1247; 2ª. (6ª) Semanario Judicial de la
Federación, Volumen LII, Tercera Parte, Pág. 108; P. (6ª.) Semanario Judicial de la Federación,
Volumen LIV, Primera Parte, Pág. 139; P. (7ª.) Semanario Judicial de la Federación, Volumen 19,
Primera Parte, Pág. 34; P. (7ª.) Semanario Judicial de la Federación, Volumen 40, Primera Parte,
Pág. 40.

3
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

persona de elegir una profesión, industria, trabajo o comercio lícito,


mientras que la prohibición de obligar a una persona a prestar trabajos
sin justa retribución y consentimiento estaba normada en el diverso
artículo 5 de propia la Norma Fundamental.

41. A pesar de ello y dada la íntima relación e interdependencia que existe


entre dichas expresiones constitucionales, así como a la luz de su
integración en una sola disposición constitucional, esta Primera Sala
estima adecuado hablar en términos de un mismo derecho humano
con dimensiones diferenciadas. Esta interpretación integradora del
derecho humano a la libertad de trabajo encuentra sustento en los
criterios jurisprudenciales sustentados por el Pleno y las Salas de este
Tribunal Constitucional.

42. En relación con la dimensión del derecho humano de libertad de


trabajo referida al libre ejercicio de cualquier profesión o trabajo o de
cualquier actividad en cualquier industria o comercio, tanto el Tribunal
Pleno como las Salas de esta Suprema Corte se han pronunciado en
reiteradas ocasiones en el sentido de que aquélla no es “absoluta,
irrestricta e ilimitada”, sino que, por el contrario, su ejercicio se
encuentra condicionado a la satisfacción de los siguientes requisitos:
“a) que no se trate de una actividad ilícita; b) que no se afecten
derechos de terceros; y, c) que no se afecten derechos de la sociedad
en general.”3 Por otra parte, respecto a la prohibición de prestar
3
Cfr. P./J. 28/99 (9ª.) Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo IX, Abril de 1999,
Pág. 260. De rubro y texto siguientes: “LIBERTAD DE TRABAJO. NO ES ABSOLUTA DE
ACUERDO CON LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES QUE LA RIGEN (ARTÍCULO 5o.,
PÁRRAFO PRIMERO, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS). La garantía individual de libertad de trabajo que consagra el artículo 5o., primer
párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no es absoluta, irrestricta e
ilimitada, sino que, con base en los principios fundamentales que deben atenderse, su ejercicio se
condiciona a la satisfacción de los siguientes presupuestos: a) que no se trate de una actividad
ilícita; b) que no se afecten derechos de terceros; y, c) que no se afecten derechos de la sociedad
en general. En lo referente al primer presupuesto, la garantía constitucional cobra vigencia en la
medida que se refiera a una actividad lícita, esto es, que esté permitida por la ley. El segundo
presupuesto normativo implica que la garantía no podrá ser exigida si la actividad a la que pretende
dedicarse la persona conlleva a su vez la afectación de un derecho preferente tutelado por la ley en
favor de otro. Finalmente, el tercer presupuesto implica que la garantía será exigible siempre y
cuando la actividad, aunque lícita, no afecte el derecho de la sociedad, esto es, existe un

4
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

servicios de forma gratuita y sin consentimiento, tanto la Primera como


la Segunda Salas de la Suprema Corte han estudiado algunas
obligaciones impuestas por la legislación secundaria a determinados
sujetos, a fin de verificar si éstas constituyen o no una violación a la
libertad de trabajo.4 El análisis de estas cuestiones ha sido efectuado a
partir de una caracterización de la libertad de trabajo como un derecho
integral o multifacético, en los términos expuestos en la presente
resolución.

43. Así, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que el


artículo 5 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
consagra el derecho humano de libertad de trabajo, el cual se
expresa en distintas dimensiones a través de prerrogativas específicas
en favor del individuo y que van más allá de la libertad constitucional
de dedicarse profesional y comercialmente a cualquier profesión,
mercado, industria o trabajo, conforme a las normas legales
establecidas para tal efecto y siempre que el ejercicio de dichas
imperativo que subyace frente al derecho de los gobernados en lo individual, en tanto que existe un
valor que se pondera y asegura, que se traduce en la convivencia y bienestar social, lo que
significa que se protege el interés de la sociedad por encima del particular y, en aras de ese interés
mayor se limita o condiciona el individual cuando con éste puede afectarse aquél en una
proporción mayor del beneficio que obtendría el gobernado.”; P./J. 33/2015 (10a.) Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Libro 22, Septiembre de 2015, Tomo I, Pág. 11. De rubro:
“SERVICIO PROFESIONAL DOCENTE. LOS ARTÍCULOS 52, 53, OCTAVO Y NOVENO
TRANSITORIOS DE LA LEY GENERAL RELATIVA NO VULNERAN EL DERECHO HUMANO A
LA LIBERTAD DE TRABAJO.”; 1a. XXXVI/2011 (9ª.) Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo XXXIII, Marzo de 2011, Pág. 466. De rubro: “RESPONSABILIDADES
ADMINISTRATIVAS DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS. EL ARTÍCULO 8, FRACCIÓN XI, DE LA
LEY FEDERAL RELATIVA, NO TRANSGREDE LA GARANTÍA DE LIBERTAD DE TRABAJO.”; 2a.
II/2014 (10a.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 2, Enero de 2014, Tomo II,
Pág. 1597. De rubro: “TRABAJADORES ACADÉMICOS. EL ARTÍCULO 353-L, PÁRRAFO
SEGUNDO, DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO NO VULNERA EL DERECHO A LA LIBERTAD
DE TRABAJO.”
4
2a. VIII/2006 (9ª.) Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIII, Febrero de
2006, Pág. 846. De rubro: “PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 113 DE LA LEY
FEDERAL RELATIVA NO VIOLA EL NUMERAL 5o. DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.”; 2a./J.
79/2015 (10a.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 19, Junio de 2015, Tomo I,
Pág. 733. De rubro: “ALMACENAMIENTO Y CUSTODIA GRATUITA DE MERCANCÍAS DE
COMERCIO EXTERIOR. EL ARTÍCULO 15, FRACCIÓN V, DE LA LEY ADUANERA QUE LOS
PREVÉ, NO CONTRAVIENE EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA LIBERTAD DE TRABAJO.”;
1a. XLIX/2015 (10a.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 15, Febrero de 2015,
Tomo II, Pág. 1387. De rubro: “CUSTODIA GRATUITA DE MERCANCÍAS DE COMERCIO
EXTERIOR. EL ARTÍCULO 15, FRACCIÓN V, DE LA LEY ADUANERA, REFORMADO POR
DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 9 DE DICIEMBRE DE
2013, NO VIOLA LA LIBERTAD DE TRABAJO (ABANDONO DEL CRITERIO SOSTENIDO EN LA
TESIS 1a. XXXVII/2004).”

5
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

actividades no comprenda la comisión de hechos ilícitos. Conforme a


lo expuesto, este derecho humano contempla también los derechos a
recibir una retribución justa por el ejercicio de todo tipo de actividades
profesionales y comerciales; a contratarse libremente y sin coacción
alguna; y, finalmente, a no comprometer contractualmente, de forma
temporal o permanente, dichas libertades.

44. Antes de proseguir, es preciso señalar que los últimos dos párrafos del
artículo 5 constitucional se refieren a la libertad de trabajo de aquellas
personas que suscriben contratos de índole laboral y que, dadas sus
condiciones sociales y económicas, son objeto de especial protección
por parte del orden constitucional. Dichas expresiones de la libertad de
trabajo, íntimamente vinculadas con el diverso artículo 123
constitucional, forman una dimensión diferenciada en virtud de los
sujetos a quienes se refiere, lo cual les hace merecedoras de especial
consideración y aproximación constitucional.

45. Ahora bien, resulta preciso señalar que la libertad de trabajo —como el
resto de los derechos humanos consagrados en las normas
constitucionales y convencionales que integran el orden jurídico
mexicano— no se configura únicamente como un derecho público
subjetivo, sino también como un principio constitucional que informa
materialmente al resto del ordenamiento jurídico.

46. Lo anterior resulta de especial relevancia pues en el presente caso la


pregunta sobre una posible violación de derechos surge en el ámbito
de las relaciones entre particulares, espacio esencialmente
protegido de la injerencia de las autoridades públicas y reservado a la
libertad y autonomía de la voluntad.

6
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

47. Desde el amparo directo en revisión 1621/2010, resuelto en sesión de


quince de junio de dos mil once, 5 esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha reconocido que los derechos
humanos tienen una posición central e indiscutible en el ordenamiento
jurídico mexicano, en tanto son el contenido mínimo de todas las
relaciones jurídicas que se suceden en el mismo. Esta misma
aproximación a los derechos humanos fue reiterada por la Sala al
resolver el diverso amparo directo en revisión 992/2014, en sesión de
doce de noviembre de dos mil catorce.6

48. De esta forma, los criterios jurisprudenciales de esta Primera Sala


reconocen que los derechos humanos no se constituyen únicamente
como límites dirigidos al poder público, ya que su previsión en normas
de rango constitucional les convierte en elementos objetivos que
informan o permean todo el ordenamiento jurídico. Lo anterior implica
que los derechos humanos, contenidos en las normas constitucionales
y convencionales, tienen una doble cualidad, ya que, por una parte, su
función subjetiva implica la conformación de derechos públicos
subjetivos, constituyéndolos como inmunidades oponibles ante el
Estado; y, por otra, su función objetiva, les impone la labor de unificar,
identificar e integrar al resto de las normas jurídicas que cumplen
funciones más específicas.7 En esta lógica, la doble cualidad de los

5
Por unanimidad de votos de los Ministros Pardo Rebolledo, Cossío Díaz, Ortiz Mayagoitia,
Sánchez Cordero de García Villegas y Zaldívar Lelo de Larrea (Presidente y Ponente).
6
Por mayoría de votos de los Ministros Zaldívar Lelo de Larrea (Ponente), Cossío Díaz, Sánchez
Cordero de García Villegas y Gutiérrez Ortiz Mena (Presidente), en contra del voto emitido por el
Ministro Pardo Rebolledo.
7
1a. XXI/2013 (10ª.) Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XVI, Enero de 2013,
Tomo 1, Pág. 627. De rubro y texto: “DERECHOS FUNDAMENTALES. SU DIMENSIÓN
SUBJETIVA Y OBJETIVA. Los derechos fundamentales gozan de una doble cualidad dentro del
ordenamiento jurídico mexicano, ya que comparten una función subjetiva y una objetiva. Por una
parte, la función subjetiva implica la conformación de los derechos fundamentales como derechos
públicos subjetivos, constituyéndose como inmunidades oponibles en relaciones de desigualdad
formal, esto es, en relaciones con el Estado. Por otro lado, en virtud de su configuración normativa
más abstracta y general, los derechos fundamentales tienen una función objetiva, en virtud de la
cual unifican, identifican e integran, en un sistema jurídico determinado, a las restantes normas que
cumplen funciones más específicas. Debido a la concepción de los derechos fundamentales como
normas objetivas, los mismos permean en el resto de componentes del sistema jurídico, orientando
e inspirando normas e instituciones pertenecientes al mismo.”

7
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

derechos humanos constituye la base para afirmar su incidencia en las


relaciones entre particulares.8

49. Es en este contexto en el cual se configuran problemáticas


constitucionales complejas como la que nos ocupa, de colisión entre
un derecho fundamental y uno de los principios nucleares del orden
jurídico mexicano: la autonomía de la voluntad.

50. El principio de autonomía de la voluntad no es únicamente un principio


general del derecho común, sino que, al derivar del derecho humano a
la dignidad humana, reconocido en los artículos 1, 2, 3 y 28 del texto
fundamental, y al ser un aspecto central del libre desarrollo de la
personalidad, goza de rango constitucional. En la autonomía de la
voluntad se expresa el respeto por el individuo como persona y la

8
1a./J. 15/2012 (10ª.) Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XIII, Octubre de
2012, Tomo 2, Pág. 798. De rubro y texto: “DERECHOS FUNDAMENTALES. SU VIGENCIA EN
LAS RELACIONES ENTRE PARTICULARES. La formulación clásica de los derechos
fundamentales como límites dirigidos únicamente frente al poder público, ha resultado insuficiente
para dar respuesta a las violaciones a dichos derechos por parte de los actos de particulares. En
este sentido, resulta innegable que las relaciones de desigualdad que se presentan en las
sociedades contemporáneas, y que conforman posiciones de privilegio para una de las partes,
pueden conllevar la posible violación de derechos fundamentales en detrimento de la parte más
débil. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no ofrece ninguna base textual
que permita afirmar o negar la validez de los derechos fundamentales entre particulares; sin
embargo, esto no resulta una barrera infranqueable, ya que para dar una respuesta adecuada a
esta cuestión se debe partir del examen concreto de la norma de derecho fundamental y de
aquellas características que permitan determinar su función, alcance y desenvolvimiento dentro del
sistema jurídico. Así, resulta indispensable examinar, en primer término, las funciones que cumplen
los derechos fundamentales en el ordenamiento jurídico. A juicio de esta Primera Sala, los
derechos fundamentales previstos en la Constitución gozan de una doble cualidad, ya que si por un
lado se configuran como derechos públicos subjetivos (función subjetiva), por el otro se traducen
en elementos objetivos que informan o permean todo el ordenamiento jurídico, incluyendo aquellas
que se originan entre particulares (función objetiva). En un sistema jurídico como el nuestro -en el
que las normas constitucionales conforman la ley suprema de la Unión-, los derechos
fundamentales ocupan una posición central e indiscutible como contenido mínimo de todas las
relaciones jurídicas que se suceden en el ordenamiento. En esta lógica, la doble función que los
derechos fundamentales desempeñan en el ordenamiento y la estructura de ciertos derechos,
constituyen la base que permite afirmar su incidencia en las relaciones entre particulares. Sin
embargo, es importante resaltar que la vigencia de los derechos fundamentales en las relaciones
entre particulares, no se puede sostener de forma hegemónica y totalizadora sobre todas y cada
una de las relaciones que se suceden de conformidad con el derecho privado, en virtud de que en
estas relaciones, a diferencia de las que se entablan frente al Estado, normalmente encontramos a
otro titular de derechos, lo que provoca una colisión de los mismos y la necesaria ponderación por
parte del intérprete. Así, la tarea fundamental del intérprete consiste en analizar, de manera
singular, las relaciones jurídicas en las que los derechos fundamentales se ven encontrados con
otros bienes o derechos constitucionalmente protegidos; al mismo tiempo, la estructura y contenido
de cada derecho permitirá determinar qué derechos son sólo oponibles frente al Estado y qué otros
derechos gozan de la pretendida multidireccionalidad.”

8
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

libertad de la cual goza para estructurar libre —e, incluso,


caprichosamente— sus propias relaciones jurídicas. 9

51. Al resolver el amparo directo en revisión 992/2014, esta Primera Sala


de la Suprema Corte estudió una colisión entre el principio de igualdad
y no discriminación, por una parte, y el principio de autonomía de la
voluntad, por otra. Las consideraciones que fueron expuestas en aquél
asunto sustentan metodológicamente la presente resolución, misma
que, a pesar de sus ostensibles diferencias, se configura a partir del
reconocimiento de la colisión de la libertad de trabajo y la autonomía
de la voluntad.

52. Lo anterior es así dada la caracterización que se ha dado a la


autonomía de la voluntad como un principio de rango constitucional e
íntimamente vinculado con los derechos humanos a la dignidad
humana y al libre desarrollo de la personalidad, y reconociendo que en
el caso concreto se ha planteado su posible limitación en aquellos
casos en los cuales se suscribe una cláusula de exclusividad en la
prestación de servicios profesionales, cuestión que indefectiblemente
limita el ejercicio de la libertad de trabajo, prevista en el artículo 5º de
la Constitución Federal.

53. En el amparo directo en revisión 992/2014, esta Primera Sala de la


Suprema Corte abordó la colisión de principios de rango constitucional

9
1a. CDXXV/2014 (10a.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 13, Diciembre de
2014, Tomo I, Pág. 219. De rubro y texto: “AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD. ES UN PRINCIPIO
DE RANGO CONSTITUCIONAL. A consideración de esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, el principio de autonomía de la voluntad goza de rango constitucional y no
debe ser reconducido a un simple principio que rige el derecho civil. Así las cosas, el respeto del
individuo como persona requiere el respeto de su autodeterminación individual, por lo que si no
existe libertad del individuo para estructurar sus relaciones jurídicas de acuerdo con sus deseos, no
se respeta la autodeterminación de ese sujeto. Aunado a lo anterior, el principio de autonomía de la
voluntad tiene reflejo en el derecho de propiedad y en la libertad de contratación, la cual también es
un elemento central del libre desarrollo de la personalidad, y en cuya virtud las partes de una
relación jurídica son libres para gestionar su propio interés y regular sus relaciones, sin injerencias
externas.”

9
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

a partir de un análisis de ponderación y razonabilidad. Lo anterior fue


expresado en los términos siguientes:

“Casos como éste, en el que se ven confrontados dos


principios de anclaje constitucional, exigen de los órganos
judiciales un juicio de ponderación y razonabilidad a fin de
determinar qué peso tiene cada principio en el caso
concreto, ya que dichos principios no rigen sin excepción y
no comportan pretensión de exclusividad.”10

54. La ponderación es un ejercicio metodológico consistente en sopesar


dos principios que entran en colisión en un caso concreto para
determinar cual tiene un mayor valor en las circunstancias específicas
y, por tanto, cuál de ellos determina la solución al caso particular. Este
ejercicio se vuelve útil cuando dos o más principios, relevantes para un
caso concreto, resultan prima facie incompatibles entre sí.

55. En el caso que nos ocupa se presenta la disyuntiva consistente en


resolver el caso dando mayor peso a: (i) el principio de autonomía
de la voluntad, en cuyo caso deberá concluirse que es válido contraer
obligaciones para prestar servicios de forma exclusiva a una
determinada persona física o moral —atendiendo a ciertas condiciones
mínima—; o (ii) al derecho humano a la libertad de trabajo, en cuyo
caso habrá de considerarse inválida su restricción a partir de una
cláusula de exclusividad, a pesar de haber sido contraída libre y
voluntariamente.

56. Antes de abordar el ejercicio ponderativo correspondiente, esta


Primera Sala de la Suprema Corte estima necesario analizar con
detenimiento el tipo de relación jurídica en particular dentro de la cual

10
Página 22.

10
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

se configura una posible vulneración de derechos humanos. Lo


anterior es así ya que el ejercicio ponderativo correspondiente
dependerá del peso específico o intensidad de la autonomía de la
voluntad y del derecho humano a la libertad de trabajo. 11

Segunda cuestión: En el ámbito de las relaciones jurídicas de


naturaleza civil suscritas entre particulares, ¿existe un límite
impuesto al principio de autonomía de la voluntad?

57. Es importante destacar la naturaleza civil de la relación contractual


entre ********** y **********, quienes, conforme a lo expuesto en el
apartado relativo a los antecedentes, celebraron un contrato marco el
uno de marzo de dos mil doce, con el objeto de “establecer los
términos y condiciones bajo las cuales se regirán diversas relaciones
jurídicas de carácter civil y de propiedad intelectual entre ********** y el
Artista, así como establecer la forma en que se llevará a cabo de la
contratación laboral entre ********** y el Artista, de tiempo en tiempo,
conforme celebren las partes un Contrato Individual.” (Cláusula
Segunda)

58. Como se desprende la propia Cláusula Segunda del contrato base de


la acción, citada en el párrafo que antecede, la exclusividad en la
prestación de los servicios profesionales del artista recurrente fue
contratada en términos del derecho común, mientras que la relación
laboral entre ambos fue condicionada a hechos de realización futura e
incierta, consistente en la celebración de contratos individuales de
trabajo.

11
Ibíd. P. 25. “Ahora bien, aunado a los factores que esta Primera Sala ha desarrollado
previamente, es necesario –por obvio que parezca–, que el intérprete analice ante qué tipo de
relación jurídica en particular se enfrenta. Este planteamiento es indispensable ya que el rol que
juegan, tanto el principio de igualdad como la libertad de contratación, es distinto si nos
encontramos ante una relación contractual de carácter civil o comercial, que si nos enfrentamos a
una relación que se suceden en el marco de las relaciones laborales.”

11
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

59. Confirma lo anterior el hecho de que el proceso de origen se haya


ventilado en un proceso ordinario civil ante órganos judiciales del fuero
común, quienes se declararon competentes para conocer del litigio y
resolverlo.

60. En material contractual civil, la autonomía de la voluntad encuentra un


ámbito de especial protección, lo cual implica que existe una mayor
resistencia de la misma frente a la injerencia del Estado en la
regulación de las relaciones jurídicas que se desarrollan en su seno.

61. A diferencia de lo que sucede en otras ramas o materias, las normas


de derecho civil presuponen la igualdad de capacidad y condiciones
entre las partes contratantes para suscribir una relación jurídica y
todas las consecuencias que de la misma se desprenden. Por ello, la
autonomía de la voluntad en materia civil puede entenderse, en
términos generales, como la libertad que tienen las personas a
quienes la ley reconoce capacidad, para gestionar su propio interés y
regular sus relaciones.

62. Por el contrario, en aquellos ámbitos en los cuales se asume la


existencia de asimetrías de poder o la vulnerabilidad de ciertos
sujetos, se construyen ámbitos jurídicos diferenciados en los cuales el
principio de autonomía de la voluntad tiene una menor resistencia
frente a la injerencia externa. Es el caso de las normas aplicables para
la protección de los consumidores, régimen dentro del cual los
principios del derecho civil y mercantil son replanteados a partir de
excepciones.12 Otro régimen excepcional es el relativo a las relaciones
de trabajo en las cuales las condiciones económica y socialmente
desiguales entre patrón y trabajador, la disposición de la libertad de

12
1a. CIII/2015 (10ª.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 16, Marzo de 2015,
Tomo II, Pág. 1109. De rubro: “PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. RÉGIMEN JURÍDICO
SINGULAR QUE REGULA A LA LEY FEDERAL RELATIVA.”

12
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

este segundo en beneficio del primero, así como el ejercicio de


funciones decisorias, ordenadoras y de control por parte del patrón
justifican la existencia de un régimen completamente diferenciado. 13

63. Lo anterior no implica que los derechos humanos no tengan un ámbito


de acción dentro de la materia contractual civil o que la función
objetiva de los mismos no tenga incidencia en las relaciones jurídicas
de esta naturaleza. Por el contrario, reconocer la eficacia horizontal de
los derechos humanos en el orden jurídico mexicano supone
reconocer su papel como elemento rector de todas las normas y actos
que se desarrollan dentro del mismo. Sin embargo, es preciso reiterar
que en la materia contractual civil, la libertad personal, expresada
fundamentalmente en las libertades para contratar y de contrato —es
decir, en el reconocimiento del derecho para suscribir un contrato o no,
así como para regular libremente sus condiciones—, encuentra un
espacio de especial protección frente a las injerencias externas a la
autodeterminación individual.

64. Una vez sentado este amplio marco general es necesario adentrarnos
al tema de las cláusulas de exclusividad y a la razonabilidad de esta
restricción voluntaria a la autonomía de la voluntad.

Tercera cuestión: ¿Son las cláusulas de exclusividad contenidas


en los contratos de prestación de servicios profesionales
violatorias del derecho humano a la libertad de trabajo?

65. El contrato de prestación de servicios es un contrato por el cual una


persona —denominado “profesionista” o “prestador de servicios
profesionales”— se obliga a prestar determinados servicios a otra

13
Cfr. Amparo directo en revisión 992/2014. Pp. 23 y ss.

13
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

persona —llamada “cliente”— a cambio de una contraprestación


económica. Este contrato es bilateral, oneroso y conmutativo.

66. Como parte de la dinámica de algunos mercados o sectores


económicos, así como de las estrategias de negocio diseñadas por los
agentes que operan en ellos, ha surgido la necesidad de garantizar
que ciertos prestadores de servicios se contraten de forma “exclusiva”
con sus clientes. En estos mercados y sectores económicos, se ha
buscado garantizar contractualmente que ciertos prestadores de
servicios cuya imagen, información, conocimiento y experiencia
representan una ventaja competitiva para sus clientes, se abstengan
de contratarse con los competidores y rivales económicos de éstas. En
este contexto, la práctica jurídica ha ideado “cláusulas de
exclusividad”.

67. Las cláusulas de exclusividad —en términos generales— implican que,


con independencia de las obligaciones de prestar servicios que se
contraen a la luz del propio contrato de prestación de servicios, el
prestador se obliga a abstenerse de celebrar un contrato con una
persona física o moral distinta de su cliente, en términos similares a
aquellos que informan al contrato que la contiene. Estas cláusulas van
acompañadas de una contraprestación y a su incumplimiento va
aparejada una sanción.

68. Este tipo de cláusulas son práctica común en los mercados


tecnológicos y en los medios de comunicación, aunque no son
exclusivas de los mismos.

69. Resulta innegable que la suscripción de una cláusula de exclusividad y


de las obligaciones que la misma representa por su propia naturaleza,
supone para el prestador de servicios una disminución en su libertad

14
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

de trabajo. Al contraer los compromisos descritos, su capacidad para


contratarse profesionalmente se ve, naturalmente, limitada. Sin
embargo, dicha situación no es por sí misma inconstitucional.

70. Como ha sido señalado con anterioridad, en la materia contractual


civil, la autonomía de la voluntad encuentra un espacio de especial
protección frente a las injerencias externas a la autodeterminación
individual. Ello es así en tanto que las normas del derecho civil
asumen que las partes que contraen derechos y obligaciones a través
de un contrato, lo hacen a partir de la misma capacidad y condiciones,
de forma tal que ninguna de ellas se encuentra debilitada o
especialmente sensible frente al actuar de la otra.

71. A la luz de lo anterior, las cláusulas de exclusividad en los contratos de


prestación de servicios deben entenderse como una disposición libre,
informada y consciente de la libertad de trabajo de quien la suscribe,
quien se asume que tiene la capacidad para gestionar su propio
interés y para beneficiarse en el intercambio contractual de
prestaciones debidas.

72. Con independencia de lo anterior, lo cierto es que en el orden jurídico


mexicano, los derechos humanos son elemento rector de todas las
normas y actos que se desarrollan dentro del mismo. Así, y toda vez
que —como se ha visto— las cláusulas de exclusividad celebradas
dentro de contratos de prestación de servicios profesionales suponen
una disposición de la libertad de trabajo, éstas son susceptibles de ser
analizadas a la luz de la Norma Fundamental. Por ello, corresponde a
los órganos intérpretes del derecho que se enfrentan a casos como el
presente, verificar si, al suscribir una cláusula de exclusividad y las
obligaciones correspondientes, los prestadores de servicios disponen
libre y válidamente de su libertad de trabajo o si, por el contrario,

15
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5234/2014

contraen obligaciones que inciden directamente en su esfera de


derechos, causándoles un perjuicio constitucionalmente reprochable.
En otras palabras, lo que corresponde al intérprete es estudiar la
razonabilidad de la cláusula de exclusividad cuya inconstitucionalidad
se aduce ante su jurisdicción.

73. Evidentemente, lo anterior implica que la disposición de la libertad del


derecho humano al trabajo debe estudiarse en los términos
específicos en que fue realizada, ya que la configuración en que una
cláusula de exclusividad es suscrita determina su razonabilidad
constitucional, así como el resultado del ejercicio ponderativo que
corresponde ante una colisión de principios constitucionales.

74. En este ejercicio casuístico, resulta de gran importancia que el


intérprete verifique que la suscripción de una cláusula de exclusividad
cumpla con la dimensión mínima del derecho humano al trabajo, de
forma tal que el prestador de servicios contraiga obligaciones de forma
libre y onerosa.

75. Resulta de fundamental importancia, además, el límite temporal que


se imponga a las obligaciones derivadas de una cláusula de
exclusividad, pues el principio jurídico consistente en que nadie puede
obligarse in perpetuum adquiere una importancia mayor cuando se
trata de la disposición de derechos y libertades fundamentales.

76. En esencia, debe verificarse que la configuración contractual de una


cláusula de exclusividad no implique el menoscabo, la pérdida o el
irrevocable sacrificio del derecho humano a la libertad de trabajo,
sino la simple disposición del mismo dentro de los límites
constitucionalmente válidos para tal efecto.

16

También podría gustarte