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EVIDENCIA 3.1 Actividades de Reflexión inicial.

Presentado por:

ANYA JOHANNA ALVERNIA LEAL

ALEXANDRA BAYONA

Ficha: 22557457

Instructor:

ORLANDO GUZMAN FRANCO

Servicio Nacional de Aprendizaje SENA


Bisutería Artesanal
27 JUNIO 2021
Durania
3.1. Actividades de Reflexión inicial.
A continuación, encontrará una situación problémica, la cual debo leer cuidadosamente, desarrollar
las preguntas y socializarlas de acuerdo a los lineamientos dados por el instructor.

Situación problémica:
Ante todos los problemas que existen en el planeta como consecuencia del crecimiento de la
población, el desarrollo económico y tecnológico que ha impactado sobre los recursos naturales, el
medio ambiente y en la calidad de vida de las sociedades; hay que buscar un nuevo modelo
económico, político y cultural, que permita garantizar y conservar el entorno para las presentes y
futuras generaciones. Es decir, toda la humanidad tiene la responsabilidad de construir un nuevo
modelo, donde el desarrollo no implique destruir los recursos que nos brinda la naturaleza, las
acciones destrutivas no sostenibles de la sociedad consumista da origen a muchos problemas
ambientales, que ponen en riesgo la vida humana y la de la misma tierra.

Por consiguiente, conservar y manejar racionalmente nuestros recursos (Ambiente) es la mejor


alternativa frente el actual desarrollo económico que sobreexplota y contamina el aire, agua,
suelos, flora y fauna para satisfacer sus necesidades presentes comprometiendo las necesidades
de las futuras generaciones dejando graves problemas ambientales.

Teniendo en cuenta la reflexión inicial ( situación problémica ) y las imágenes anteriores


- ¿Que pensamiento y actitud tomaría usted para evitar este impacto negativo (contaminación)
producida por los plásticos en suelos, ríos y océanos del planeta?
-
El cambio climático afecta tanto a la producción, transformación, distribución y consumo
de alimentos, así como a la disponibilidad de alimentos seguros e inocuos. La calidad de
estos parámetros disminuye cuando los sistemas alimentarios se estresan. Las
consecuencias en la seguridad de los alimentos son, por tanto, importantes.

Efectos del cambio climático


Una de las principales consecuencias, según las investigaciones publicadas, es que el
incremento de la temperatura en la superficie del mar provoca una mayor incidencia de
enfermedades infecciosas transmitidas por el agua y vinculadas a la presencia de toxinas
en mariscos. Según la investigación de 2015, elaborada por expertos de la Universidad de
Gante (Bélgica) y la Universidad de Wageningen (Países Bajos), existe una relación entre
los cambios en la temperatura y en las precipitaciones y la contaminación de la fruta y los
vegetales. Y es que la temperatura ambiente y los patrones de precipitaciones influyen en
los alimentos y las enfermedades transmitidas por el agua. Dentro de los patógenos más
habituales, los científicos presentan una lista en la que aparecen Salmonella,
Campylobacter y enterovirus.

Los efectos sobre la seguridad de los alimentos varían en función de los distintos procesos
que pueden derivarse de los efectos del cambio climático (Departamento de Agricultura
estadounidense). Así, la sequía provoca sobre todo una pérdida de vigor de las plantas, lo
que hace que estas sean más susceptibles a las enfermedades. Las inundaciones y lluvias
fuertes, en cambio, favorecen el crecimiento de hongos patógenos en las hojas y muchos
organismos que causan enfermedades se propagan con las corrientes de aire.

Este tipo de sucesos también conduce a la contaminación de los suelos. Por otro lado, las
altas temperaturas de los océanos y la salinidad provocan un aumento de la presencia de
vibrios que afectan al marisco. La desertificación incrementa la concentración de
pesticidas en las plantas y, por último, la subida de la temperatura del agua conduce a una
mayor contaminación por mercurio de peces.

Muchos estudios se han centrado en cómo influye el cambio climático en el sabor y


características de los alimentos. La mayoría de ellos ya han constatado que, en la fruta, el
aumento de las temperaturas afecta a la fenología de muchas especies de árboles frutales.
Y que no solo las temperaturas tienen consecuencias en la producción, también influyen
las lluvias, que alteran sobre todo el proceso de floración.

Agua y cambio climático


Los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el agua representan, de forma
destacada, un riesgo para la salud pública, tanto en países desarrollados como en
desarrollo. El proyecto VIROCLIME (2010-2012), desarrollado por centros de investigación
de España, Reino Unido, Grecia, Suecia, Brasil y Hungría, alertaba de que las lluvias
excesivas pueden movilizar patógenos en el medio ambiente y aumentar la turbidez del
agua, un problema relacionado con la aparición de enfermedades gastrointestinales.

Las aguas residuales contienen virus que, si no se gestionan bien, pueden convertirse en
una fuente de contaminación a través del agua potable. Entonces, los expertos preveían
que los virus mantendrían un papel predominante en la aparición de enfermedades
gastrointestinales relacionadas con el agua, a causa de la presencia ubicua de algunos
virus de origen humano en aguas residuales y en el ambiente.

La producción de carne y en especial la bovina. La FAO aconseja para los países


desarrollados la reducción del consumo de estos alimentos (1). Esto se debe a varias
razones. Según varios estudios, las explotaciones bovinas participan en la producción de
gases de efecto invernadero, llegando a constituir el 20-30% de la emisión global.

Además, la producción de cualquier tipo de carne implica operaciones de alto impacto,


como el propio procesado, el transporte, la conservación, la gestión de los desperdicios
generados y la deforestación para obtener terreno cultivable. La explotación intensiva de
animales genera residuos ambientales (como aguas y excrementos), implica el uso
sistemático de antibióticos con la consecuente ineficacia de los mismos (incluso en su
utilización en el tratamiento con los seres humanos) y utiliza grandes cantidades de agua
potable.

A día de hoy una tercera parte del terreno cultivable se dedica a la producción de


alimento para animales de abasto. Para la obtención de una misma cantidad de proteínas
se necesita cuatro veces más terreno si estas son de origen animal que si son de origen
vegetal, puesto que hay que computar el terreno necesario para producir los alimentos
con los que se crían a los animales hasta el momento de su sacrificio.
La producción de carne ecológica no es la solución, pues necesita aún más terreno
respecto a la intensiva. Por ello no sería posible pasar la producción intensiva a extensiva.
Es verdad que el pastoreo utiliza terreno que no sirve para la agricultura, pero no nos
engañemos: más del 95% de los animales son criados intensivamente y alimentados con
forraje cultivado en terreno cultivable.

Todo esto, la FAO invita a los gobiernos a optimizar la utilización del terreno cultivable y a
proveer asesoramiento nutricional a aquellos adultos que deseen optar por una dieta
vegetariana o vegana (1).

Otro aspecto a tener en cuenta es el social: si las personas se alimentasen directamente


de los vegetales resultantes del cultivo de esas tierras obtendrían 4 veces más nutrientes
que aquellos que se obtienen consumiendo la carne del propio animal. La abundancia de
carne constituye el menú de una sociedad rica, pues gran parte de los forrajes y cereales
que nutren a nuestros animales son cosechados en terrenos fértiles del tercer mundo,
mientras las poblaciones locales padecen desnutrición severa (2).

En España el consumo de carne ha pasado de los 11,7 kg/per cápita de 1970 a los 46 kg
del año en 2018 (3). Dicho aumento se debe principalmente al consumo de pollo y cerdo.

2.- La pesca: la situación de los mares es agónica, con poblaciones de especies diezmadas
desde hace tiempo (por ejemplo, anchoa, sardina, bacalao, arenque, merluza o ballenas).
Del mar se extraen tanto los peces para su consumo directo, como para la producción de
harina de pescado que sirve para alimentar los animales de granja. La acuicultura (es decir
la crianza de especies acuáticas de agua dulce o salada) podría ser una solución, pero solo
lo sería para peces herbívoros, omnívoros o detritívoros (que se alimentan de desechos),
ya que para alimentar a los carnívoros sería necesario pescar a una gran cantidad de peces
que les permitan sobrevivir hasta su sacrificio.

Aunque la propia industria pesquera acompañe parte de sus productos con la etiqueta de
sostenible, la demanda de especies no sostenibles sigue invariada y por ende, su oferta. La
venta exclusiva de pescado sostenible conllevaría irremediablemente a la desaparición de
la venta de muchas especies a las que estamos acostumbrados. El consumidor es la clave
de todo esto.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (3) evalúa el
impacto medioambiental de la pesca en España según el lugar de origen de las capturas.
En el período 2012-2014 el número de capturas en océanos alejados (Golfo de Guinea y
Océano Indico) se ha multiplicado por 2,5, pasando de 99.384 a 241.259 Tm en el Océano
Índico y de 47.023 a 123.557 Tm en el Pacífico (4). Dicho en otras palabras: una vez
agotados nuestros caladeros, procedemos a agotar los de los demás.

La FAO invita a los países a aconsejar la ingesta de fuentes vegetales de omega3, visto que
actualmente solo se aconsejan cápsulas de aceite de pescado como fuente de EPA y DHA.

3.- El transporte: El incremento del comercio y la globalización han propiciado el consumo


de productos de origen lejano (ejemplo: pimientos desde China o Perú). De ahí que el
consumo de algunos vegetales contamine más que el vacuno. ¿A qué se debe? Pensemos,
por ejemplo, en la fruta tropical que se encuentra en los supermercados, la cual ha sido
cultivada y procesada en África, y transportada durante la noche en avión para estar en
los lineales de los supermercados europeos al día siguiente, y todo ello en apartados
refrigerados. Aunque seamos unos privilegiados del primer mundo y podamos pagarlo,
debemos pensar en términos ambientales: no es lo mismo una lechuga entera que se
conserva sin refrigerar y que es cultivada en zonas cercanas, que una bolsa de la misma
lista para consumo, conservada en un envase especial y en refrigeración.

4.- El empaquetado: El exceso de embalaje y empaquetado se ha transformado en un


problema de primer orden. En los suelos de las ciudades, en los ríos y en los mares: por
todas partes encontramos restos de envoltorios y plásticos. Lo más preocupante son los
materiales no biodegradables, como los plásticos. Es posible hacerse una idea de la
magnitud del problema observando el estado de los mares, como en este impactante
vídeo.
En el año 2015 se filmó al plancton comer plásticos. Si el plancton contiene plásticos, toda
la cadena alimentaria marina los contiene. Es indispensable que el consumidor tome
conciencia y mantenga una postura de rechazo hacia cualquier envoltorio superfluo.

- ¿ Usted siendo una persona capacitada estaría dispuesta a colaborar en su barrio y comunidad
para disminuir y evitar el consumo irresponsable de plasticos de un solo uso y sus consecuencias
negativas sobre el ambiente?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró las “Cinco Claves para la Inocuidad de
los Alimentos”, que deben tomarse en cuenta para prevenir las Enfermedades de
Transmisión Alimentaria: 

 CLAVE 1: Mantener la limpieza. Es muy importante la higiene que deben presentar


los manipuladores de alimentos durante todo el proceso de elaboración. Otro
aspecto importante es presentar la zona de preparación de los alimentos libre de
plagas.

 CLAVE 2: Separar alimentos crudos y cocinados. Realizar este procedimiento


ayuda a prevenir la transferencia de microorganismos. También es importante
utilizar equipos y utensilios diferentes, como cuchillos y tablas de cortar para
manipular alimentos crudos.

 CLAVE 3: Cocinar completamente. Los alimentos deberán cocinarse hasta alcanzar


una temperatura de 70°C para poder eliminar los microorganismos.

 CLAVE 4: Mantener los alimentos a temperaturas seguras. Los alimentos se deben


conservar a una temperatura inferior a 5°C o superior a 6°C para evitar que los
microrganismos se multipliquen.

 CLAVE 5: Usar agua y materias primas seguras. El cuidado en la selección de las


materias primas y la adopción de medidas como el lavado y el pelado pueden
reducir el riesgo.

Para asegurar que los alimentos no causen daño a la salud, es importante abarcar todo el
proceso, desde que se adquieren los insumos hasta que la preparación final es consumida.
Esto significa que todos los involucrados en la elaboración de alimentos tienen la
responsabilidad de disminuir el riesgo de la contaminación alimentaria.
En temporada de verano, los alimentos son más susceptibles a desarrollar
microorganismos, por eso es importante cuidar mucho la temperatura en la que se
encuentran. Considerar también no sobrecargar de alimentos o envases la cámara de
refrigeración.

Realizar anualmente dos inspecciones sanitarias inopinadas por un personal capacitado y


un análisis microbiológico por un laboratorio acreditado, ayudará a obtener un
diagnóstico sanitario y poder hacer seguimiento al proveedor del servicio de alimentación.

- ¿Como le cambiaria la vida si usted supiera que hacer para evitar la contaminación del ambiente
por desechos plasticos producto del consumo irresponsable de los ciudadanos?

Consejos para reducir el consumo de plásticos


Aunque cada vez existe más concienciación sobre el problema del plástico, lo cierto es que siguen
existiendo en el mercado muchos productos de plástico o envueltos en plásticos de un solo uso. Es
urgente reducir el consumo de plásticos. A continuación de mostramos algunos consejos:

1. No utilices botellas de agua de plástico. Puedes comprar botellas de acero inoxidable que
conserven el agua y que sean reutilizables.
2. Sustituye las pajitas de plástico por las de metal. De esta forma las podrás utilizar varias
veces y no contaminarás.
3. Vete a la compra con bolsas reutilizables. No pidas bolsas de plástico en el supermercado,
lleva tus bolsas desde casa y utilízalas varias veces.
4. Evita comprar productos envueltos en plástico. Por ejemplo, legumbres o frutas. Puedes
llevar bolsas de tela reutilizables y transportarlo todo ahí, de esta manera no utilizarás las
bolsas de plástico de un solo uso.
5. Elimina los chicles. Muchos de los chicles que consumimos en la actualidad contienen
plástico, puedes consumir chicles 100% naturales y ecológicos.
6. Elige productos que estén envasados con cartón o vidrio. Por ejemplo, si compras una
bebida elije botellas de cristal o si compras detergente para el lavavajillas elige una caja de
cartón.
7. Evita los productos desechables. Es fundamental evitar el uso de platos, cubiertos y vasos
de plástico de un solo uso.
8. Utiliza utensilios de cocina de madera. Evita los que están hechos de plástico y elige acero
inoxidable o madera.
9. Cambia las pinzas con las que tiendes la ropa. Suelen ser de plástico y las puedes sustituir
con las de madera.
10. Sustituye los pañales de tu bebé. Un pañal de bebé puede tardar unos 400 años en
descomponerse, por lo que esencial sustituirlo con un pañal de tela que puedes lavar y
reutilizar varias veces.
11. Utiliza cerillas y no mecheros. Los mecheros no son biodegradables y permanecen en la
naturaleza durante años. Utiliza cerillas o un mechero recargable, siempre y cuando sea
absolutamente necesario utilizar un mechero.
12. Hazte tus propios zumos de frutas. No hay nada más natural que la fruta recién
exprimida, así que hacerte un zumo de frutas tiene un doble beneficio, evitas utilizar
botellas de plástico y favoreces a tu organismo con un zumo recién hecho lleno de
vitaminas.

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