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El cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el planeta.

La actividad
humana es su principal origen y sus efectos pueden ser devastadores. Pero, ¿sabes realmente qué es
el cambio climático y cómo te afecta? Te descubrimos las causas y consecuencias de esta crisis
climática que ya afecta a todo el mundo.

Las causas y consecuencias del cambio climático son un tema de preocupación colectiva desde hace
décadas; sin embargo, existen mitos acerca del cambio climático y no todo el mundo conoce la
magnitud de su impacto sobre el planeta. ¿Alguna vez te has preguntado qué es realmente el
cambio climático? o ¿Cómo nos afecta?

Tomar conciencia es el primer paso para actuar en beneficio del medio ambiente. Uno de los
compromisos de Fundación Aquae es luchar contra el cambio climático y apostar por el desarrollo
sostenible como motor de cambio de la sociedad. Por esta razón, compartimos nuestro
conocimiento con el fin de crear conciencia y apoyar a la sociedad para poner fin a sus efectos.

¿Qué es el cambio climático?

Según la convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el cambio
climático es un cambio en el clima, atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que
altera la composición de la atmósfera mundial, y que se suma a los cambios regulares que, de forma
natural, se dan en el planeta.

La Tierra tiene ciclos naturales que se cumplen cada cierto tiempo, entre los que están los cambios
climáticos. Por ejemplo, hace unos 10.000 años, el clima de nuestro planeta era más frío que el
actual y los glaciares ocupaban un gran porcentaje de la superficie terrestre; poco a poco sucedieron
cambios que pusieron fin a ese último período glaciar.

No obstante, en las últimas décadas todos los seres vivos han sido partícipes de la aceleración de
este proceso, que ocurre de manera natural. En vista de la gravedad de esta ocurrencia, la
comunidad científica estudió todas las posibles causas del cambio climático.

Sus conclusiones demostraron que las bruscas variaciones en el clima están asociadas a diversos
procesos industriales que requieren la quema de combustibles fósiles, la tala masiva de masa
forestal y el uso de fertilizantes, entre otros.

A continuación, te daremos detalles de las causas y consecuencias del cambio climático.

Causas del cambio climático

La atmósfera terrestre está compuesta por diferentes gases que tienen como función mantener una
temperatura apropiada para la vida. A este fenómeno natural se le llama efecto invernadero.

Es necesario que exista equilibrio en la emisión de gases de efecto invernadero para conservar su
justa proporción. Sin embargo, las actividades humanas han aumentado la producción de estos
gases provocando el llamado calentamiento global, la principal de las causas del cambio climático.

El ser humano es el responsable del cambio climático y sus emisiones de gases de efecto
invernadero que calientan el planeta, como veremos más adelante. El gas más conocido es el CO2,
causante del 63% del calentamiento global, pero existen otras causas:

Deforestación: la industria maderera, la agricultura, la minería y la ganadería son las principales


actividades económicas dedicadas a la tala de árboles.
Aumento desproporcionado de gases de efecto invernadero: provocado por el uso de fertilizantes, la
actividad química para el tratamiento de aguas residuales, la quema de combustibles fósiles, el
transporte, la calefacción y el urbanismo.

Crecimiento acelerado de la población: el aumento de la cantidad de habitantes influye en la


producción de gases que exacerban el efecto invernadero.

Consecuencias del cambio climático

Las consecuencias están afectando a procesos naturales de vital importancia. En el caso de los
ecosistemas, los humedales, por ejemplo, están en riesgo de desaparecer. Otro punto importante es
el aumento de la temperatura media y la disminución de las precipitaciones, que está creando un
caldo de cultivo ideal para los incendios. A continuación, te mostramos más consecuencias del
cambio climático:

Acidificación y contaminación del agua gracias a la concentración de dióxido de carbono en el aire.

Devastadores fenómenos meteorológicos como los huracanes, ciclones, lluvias, sequías extremas o
inundaciones.

Muerte, migración y extinción de diferentes especies de animales. En el caso del mar, son muchas
las especies que son testigos de la destrucción de su hábitat. La presencia de plásticos y otros
contaminantes en el mar, la pesca excesiva y otras prácticas de pesca destructivas contribuyen a su
desaparición.

Alteración del ciclo del agua.

Aumento del nivel del mar y de la temperatura global a causa del deshielo.

Aparición de enfermedades como el dengue y la malaria.

Agotamiento de recursos naturales necesarios para la vida humana.

Existen muchas evidencias científicas que demuestran las graves causas y consecuencias del cambio
climático en nuestro planeta. Por eso es hora de abrir los ojos ante esta inminente realidad y
comenzar a luchar para construir un mundo mejor.

¿Cómo reducir los efectos del cambio climático?

Plantar árboles es un de las acciones que ayudan a mitigar los efectos del cambio climático. Entre sus
funciones destacan la de purificar el aire, captar agua para los acuíferos y reducir la temperatura del
suelo. Conscientes de esto, en Fundación Aquae fomentamos la participación colectiva para
combatir el cambio climático. Lo hacemos a través de proyectos e iniciativas que contribuyan a
avanzar hacia un modelo de economía circular.

El proyecto Sembrando Oxígeno es la más importante de nuestras propuestas para la lucha contra el
cambio climático. Este plan nació en el año 2015, y desde entonces hemos plantado más de 10.000
árboles por toda España. Adicionalmente, con la ayuda de nuestros talentos en la investigación
científica, diseñamos una campaña para reducir la huella de carbono con la finalidad de compensar
nuestro CO2.

Definimos como huella de carbono a la totalidad de gases del efecto invernadero que emite, por
efecto directo o indirecto, un individuo, organización, actividad o producto. Puedes descubrir tu
huella de carbono con nuestra calculadora Aquae.
Consejos para luchar contra el cambio climático

Lograr un planeta más sostenible y respetuoso con la naturaleza es posible con el esfuerzo de todos.
Por esta razón, recopilamos una serie de recomendaciones avaladas desde el Programa de Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que contribuyen a construir un futuro más verde:

Después de cargar tu teléfono desconecta el cargador. Así ahorrarás energía.

Para distancias cortas camina o utiliza una bicicleta. En definitiva, usa un transporte sostenible que
no contamine.

Reduce el consumo: como bien se especifica en el ODS 12 de la Agenda 2030, el consumo y la


producción dependen del uso del medio ambiente natural y de los recursos de una manera que
continúa teniendo efectos nocivos sobre nuestro planeta. Transformar nuestros hábitos de consumo
en otros más sostenibles es esencial para luchar contra el cambio climático y la contaminación.

Elimina de tu rutina el uso de botellas de plástico. En un año podrás ahorrar hasta 167 botellas de
plástico de media. Para que te hagas una idea, cada hora 25 millones de botellas de plástico se
lanzan a la basura solo en Estados Unidos.

No utilices objetos con plástico. Es uno de los materiales más contaminantes.

Para tus compras utiliza bolsas de tela. Ocupan poco y son muy resistentes, una bolsa de tela puede
reemplazar a más de 100 bolsas de plástico.

Haz un uso responsable de la calefacción y mantén el termostato lo más bajo posible.

Apuesta por una alimentación sostenible: el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático (IPCC) de Naciones Unidas apunta que los sistemas alimentarios tienen un impacto en el
cambio climático mediante las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la producción,
distribución y consumo de alimentos. Al mismo tiempo, estos sistemas tienen un gran poder para
mitigar los efectos. Nuestras elecciones en términos de alimentación son determinantes para hacer
frente a una situación de emergencia climática global.

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Actualizado: 27/04/2022

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El cambio climático está cambiando el anticiclón de las Azores


El anticiclón de las Azores es uno de los principales responsables del clima y el tiempo en Europa
occidental. Su presencia en España está relacionada con tiempo estable y soleado en toda la
península. Sin embargo, el cambio climático está acelerando su crecimiento y provocando que este
sea cada vez más errático y violento.

El anticiclón de las Azores es una zona de altas presiones, que se extiende sobre el océano Atlántico
a la altura de estas islas portuguesas. Es el encargado de custodiar a la península ibérica de la llegada
de precipitaciones. Cuando el anticiclón está en el Atlántico, las borrascas y sus frentes fríos entran
en la península cargadas de agua y humedad oceánica; y, por el contrario, cuando se desplaza hacia
el norte y se aproxima a la península, los frena dando lugar a un ambiente seco, estable y caluroso,
que es lo que ocurre durante el verano.

Este sistema de altas presiones atmosféricas modula la climatología no solo de España y Portugal,
sino del resto de Europa occidental y la costa este de Estados Unidos.

Ahora, una investigación realizada por la Institución Oceanográfica de Woods Hole (EEUU) ha
constatado que el crecimiento del anticiclón de las Azores, relacionado con el incremento de las
emisiones, está causando que la Península Ibérica sufra las condiciones más secas de los últimos mil
años.

El anticiclón de las Azores se expande

Hace ya unos 200 años las altas presiones del Atlántico empezaron a cubrir un área mayor, al mismo
tiempo que comenzaban a aumentar sustancialmente las emisiones humanas de gases de efecto
invernadero. Esta expansión se hizo aún más pronunciada durante el siglo XX.

Este cambio en el comportamiento del anticiclón ha provocado que los veranos sean cada vez más
cálidos y áridos en las últimas décadas, debido a que el aire seco desciende con mayor frecuencia
hacia la superficie. Mientras que durante los meses de invierno, característicamente más húmedos,
se ha comprobado una disminución de las precipitaciones al variar la trayectoria de las borrascas
invernales hacia el norte.

La Institución Oceanográfica de Woods Hole (EEUU) ha evaluado los datos meteorológicos y


reconstruido el tamaño, la intensidad y la extensión de las Azores con el fin de averiguar el efecto
real del crecimiento del anticiclón en el clima europeo.

Esta investigación ha constatado que el cambio climático está afectando también a la circulación
atmosférica, es decir, al movimiento del aire a nivel global por el que se distribuye el calor sobre la
Tierra. Esto no solo afectará al recurso hídrico, sino que también supondrá graves consecuencias
socioeconómicas, al impactar directamente sobre actividades económicas como el sector agrícola o
el turismo.

+12

06/08/2022

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Las mayores sequías de la historia

Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes en todos los rincones del planeta y la
sequía es uno de los más devastadores. En las últimas décadas hemos asistido a largos periodos de
sequía sin precedentes históricos. Y es que, desde hace años, el planeta nos está advirtiendo de las
consecuencias de no frenar el cambio climático.

La sequía es un fenómeno cíclico que periódicamente se ha dado en la gran mayoría de los países del
mundo. También en el Mediterráneo. Y por supuesto en España. Datos de la Organización
Meteorológica Mundial (OMM) estiman que, aproximadamente, cada 10 años solemos
experimentar uno de estos episodios. No obstante, el cambio climático está acentuando estos
períodos, convirtiéndolos en más frecuentes, severos y prolongados. Por lo que los tiempos y sus
consecuencias se están recortando a ritmos agigantados.

Desde 1976 y hasta el verano de 2022 se han sucedido en la península ibérica hasta 66 olas de calor.
La última fue el pasado mes de julio. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) calcula una
desviación de la temperatura en esta época de más de 4 °C. Una cifra que convertiría a esta segunda
ola del verano en la más intensa que ha sufrido España desde que existen registros.

Datos de la AEMET ya aprecian que los periodos de escasez de lluvias en ciudades como Sevilla,
empiezan antes y acaban más tarde que en los periodos secos de hace dos o tres décadas. Y los
expertos auguran que nos encontramos en la que será, sin duda, la sequía más severa de la historia.
Pero ¿cuáles han sido los anteriores?

Las 5 peores sequías en España

A lo largo de su historia, España ha sufrido grandes sequías. El primer gran registro, en lo relativo a
la escasez de agua, data de mediados de 1700 y el más reciente está fechado en 2017. Estas son las 5
más severas hasta el momento:

De 1749 a 1753:

Es la primera gran sequía de la que se tienen registros. Llegó a secar el río Tormes y afectó a la mitad
septentrional del país que, por lo general, es la más húmeda. Al mismo tiempo, en 1752 se
produjeron grandes riadas en la cuenca del Guadalquivir, una muestra del gran contraste que existía
en la época en los puntos extremos del país.

De 1944 a 1946:

Es considerada la peor sequía que ha padecido España en estos siglos. Fue tan dura que ríos como el
Ebro perdieron casi por completo su caudal y el río Manzanares desapareció totalmente. Según la
Agencia Estatal de Meteorología, el porcentaje de precipitaciones fue el más bajo registrado entre
1940 y 2003.

De 1979 a 1983:
Lo peor de este periodo seco no fue tanto la intensidad, sino la extensión en el tiempo, ya que se
alargó durante cuatro años y afectó a buena parte del sur y el este de la península ibérica. Los
embalses de la cuenca del Júcar descendieron hasta retener tan solo 116 hm³ de agua y ciudades
como Sevilla tuvieron que cortar el agua al menos 10 horas al día.

De 1991 a 1995:

Durante los tres primeros años de este periodo, los recursos hídricos se encontraban al 28% de su
capacidad, y llegaron en 1995 a disminuir hasta el 15%. Esto provocó graves restricciones y cortes de
agua como los que se sufrieron en la Comunidad de Madrid o en el País Vasco.

2017:

El mes de septiembre fue el más seco del siglo XXI, con tan solo 15 l/m². Se vivieron situaciones
extremas en provincias como Toledo, Badajoz, Sevilla, Cádiz o Tarragona, en donde se abastecía a la
población con camiones cisterna.

Las sequías en el resto del mundo

La sequía no es un fenómeno único de España. Datos de la Organización de las Naciones Unidas


estiman que, en las últimas dos décadas, la sequía ha afectado a 1.400 millones de personas y, desde
el año 2000, ha aumentado en número y duración en casi un 30%.

África es uno de los continentes que más sufre las consecuencias del calentamiento global, aunque
Europa, América o Australia también se han visto afectadas. Pero lamentablemente es en los últimos
años cuando se están marcando auténticos récords negativos.

México

En 2011, México padeció su peor sequía desde 1941, que afectó a 19 de los 32 estados del país. Ese
año se perdieron grandes cosechas y hasta 450.000 cabezas de ganado.

El Gobierno se vio obligado a proporcionar agua a cerca de 2,5 millones de personas y puso en
marcha el llamado Plan Emergente de Abasto de Agua para Consumo Humano, instalando 700
tanques con 10.000 litros de agua en las comunidades más vulnerables. Además, la distribuyó
mediante 4.000 camiones cisterna en unas 1.500 comunidades.

Australia

Aunque la isla está habituada a las altas temperaturas y sus habitantes han desarrollado una notable
capacidad de resiliencia, en 2018 vivieron la peor sequía de los últimos 50 años. El fuerte calor
redujo a polvo grandes extensiones de cultivos y de pastos, y los ganaderos tuvieron que importar
grano de otros países para alimentar a sus animales.

Sin embargo, la Agencia Nacional de Investigación Científica de Australia indica que en el futuro los
días calurosos se volverán más frecuentes, los eventos de lluvia extrema serán más intensos, y
prevén que el período de sequía aumente aún más en el sur de Australia.

Sudáfrica

Ese mismo año, 2018, Ciudad del Cabo sufrió las consecuencias de varios años de escasez de lluvias.
Como resultado, estuvieron a punto de convertirse en la primera gran ciudad de la historia en
quedarse sin agua.
Las autoridades pusieron fecha al desastre: el 22 de abril de 2018. Ese día, la urbe se quedaría sin
suministro de agua. Era el Día Cero. La sequía que estaban viviendo había provocado que su presa
más grande se encontrase a tan solo un 12,5% de capacidad. Además, la ciudad había doblado en
número su población, lo que suponía un mayor consumo de agua. Por ese motivo, se restringió el
consumo de agua a 50 litros por persona y día. En apenas medio año, la ciudad redujo su consumo a
la mitad.

Afortunadamente, la fecha marcada se fue retrasando: 11 de mayo, 4 de junio y finalmente el 9 de


julio, cuando el gobierno municipal anunció el milagro: las últimas lluvias habían conseguido evitar la
catástrofe.

Estos son algunos ejemplos, pero podemos encontrar muchos más casos en Europa de 2018 a 2020,
en China, en donde el norte del país vive un grave estrés hídrico, o en el oeste de América del Norte,
que acumula ya dos décadas de agostamiento, pero la sequía extrema en el último año se ha
convertido en una “megasequía”: la peor en 1.200 años.

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