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Paradigma de la simplicidad:
Esto ocurre por la necesidad del ser humano de comprender las cosas, buscando su esencia
separando los conceptos en diferentes subgrupos que sean comprensibles por si solos, esto
ayuda a ver un solo panorama específico y hace mucho más fácil la compresión de un
concepto global cuando se comprenden los diferentes factores que lo componen, esto lo
podemos ver en todos los ámbitos de la vida, como por ejemplo en la basta ramificación del
conocimiento.
En el conocimiento, todos sabemos que a partir de conceptos muy básicos podemos llegar a
abordar conceptos increíblemente complejos, cada vez que el nivel de complejidad aumenta,
se hace necesarios tener cada vez más conceptos previos que ayuden a comprender y sostener
el panorama complejo global, y una vez comprendido, este puede ser definido de una manera
simplista que englobe todo lo que lo compone.
Lo mismo ocurre con nuestro desarrollo cognitivo, los niños pequeños no tienen la agudeza
mental para comprender una gran cantidad de cosas, pero dicha agudeza se irá desarrollando
a partir del cumplimiento de ciertas etapas donde se van adquiriendo percepciones cada vez
más complejas del entorno y de la vida, cabiendo resaltar que la mente humana requiere un
desarrollo previo para comprender un concepto, es por esto que no podemos comprender
cosas para las que no estamos preparados.
2. Paradigma de la complejidad:
En este sentido, una visión especializada puede ser muy útil en su ámbito particular, pero es
importante reconocer que esa visión no abarca toda la complejidad de la realidad. La
multidimensionalidad nos invita a integrar diferentes perspectivas y enfoques para tener una
comprensión más completa y profunda de la realidad.
3. Elementos de la complejidad
La complejidad nos invita a reconocer que no hay una sola respuesta o solución para cada
problema, y que a menudo las soluciones implican un compromiso entre diferentes valores y
objetivos. Por ejemplo, podemos querer proteger el medio ambiente y al mismo tiempo
promover el crecimiento económico, pero estas dos metas pueden entrar en conflicto en
algunos casos.
Otro ejemplo puede ser la evolución biológica. Los organismos que sobreviven y se
reproducen son aquellos que mejor se adaptan a su entorno, lo que les permite transmitir sus
características a su descendencia. A su vez, estas características pueden cambiar y
evolucionar a lo largo del tiempo, lo que modifica el entorno y crea nuevas presiones
selectivas. De esta manera, los productos y efectos de la evolución son, al mismo tiempo,
causas y productores de aquello que los produce.
En conclusión, un proceso recursivo es aquel en el que los productos y efectos son, al mismo
tiempo, causas y productores de aquello que los produce. Este tipo de procesos se dan en
muchos ámbitos, desde el aprendizaje hasta la evolución biológica, y nos muestran cómo la
retroalimentación continua entre las causas y los efectos puede llevar a cambios y evolución
a lo largo del tiempo.
Aunque estos dos enfoques pueden parecer distintos, la ingeniería mecánica ha evolucionado
para incluir una comprensión más profunda de la complejidad de los sistemas. Los ingenieros
mecánicos utilizan ahora herramientas y técnicas de la teoría de sistemas y de la teoría de la
complejidad para modelar y diseñar sistemas más complejos, como sistemas de transporte y
sistemas de energía renovable.