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MIC01

Política Turística

4º Grado en Turismo

Facultad de Comercio y Turismo


Universidad Complutense de Madrid

Reservados todos los derechos.


No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Política turística. Conceptos básicos.

Tema 4. POLÍTICAS TURÍSTICAS:

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
CONCEPTOS BÁSICOS

1. CONCEPTO DE POLÍTICA TURÍSTICA

Los gobiernos siempre afirman tener una política turística. Todos hablan de la
importancia del sector (durante los periodos electorales, especialmente, pero
también tras los periodos vacacionales o tras la publicación de estadísticas turísticas).
Muchos adoptan decisiones aisladas en relación con el turismo, básicamente
relacionadas con promoción. Pero sólo algunos, lo que les sorprendería, tienen una
política turística.

Pero la existencia, o no, de una política turística no depende de lo que exprese el

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decisor público, depende de que podamos encontrar los siguientes elementos
constitutivos:

1. Un cauce de acción intencionadamente coherente. Es decir, un conjunto de


actividades relacionadas – un cauce acción no es una acción aislada – todas
destinadas a mejorar el turismo en un espacio determinado. Estas acciones debe
estar articuladas y responder a una idea de qué modelo de desarrollo turístico
queremos, cuáles son los problemas o dilemas que enfrenta la actividad y cómo
deben enfrentarse. Una decisión única no constituye una política (por ejemplo, la
aprobación de una ley no es una política), ni la suma de decisiones aisladas que
afecten tangencialmente al turismo pero no hayan sido diseñadas para esta actividad.

2. Además de que se diseñen acciones y se recojan en un plan, deben aprobarse


recursos que permitan ponerlas en práctica. Existirá política turística si hay
aprobado un presupuesto suficiente y éste se ejecute, aunque en los procesos de
implantación se modifique o reduzca. Por eso, las declaraciones políticas en las que
se presenta un plan, no son una política, porque es necesario que, más allá de la
voluntad política, se dé comienzo a la puesta en marcha de lo previsto: es necesario
que los planes o programas “abandonen los despachos y cambien la realidad”.

3. Debe haber un actor público actuando en el ámbito territorial de su competencia.


Esto no significa que no pueda elaborarse y/o implantarse una política con actores
privados o ciudadanos, pero la política utiliza fondos públicos para perseguir
objetivos que han de ser decididos con la participación de los representantes
democráticos legítimos. Por eso no podemos hablar de que una ONG, o una
empresa, implante por si misma una política pública, es necesario un elemento
institucional.

4. Deben existir objetivos y acciones concretos, que nos permitan conocer las metas
que se proponen alcanzar en un plazo determinado. Un ensayo sobre la situación del
turismo o una declaración de intenciones no son una política turística. Una
propuesta de ideas vagas y objetivos generales no permitirá la posterior implantación

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de programas, ni ningún tipo de evaluación de lo realizado. Por eso un Código Ético


del Turismo no sería una política, aunque pudiera ser parte de una.

5. La política turística deben tener la vocación de intervención global en el turismo:


debe tratar de abordar los problemas que surgen de las diferentes relaciones que
genera el turismo. La política turística debe considerar los diferentes actores,
productos, impactos, etc. Un programa centrado en una tipología concreta de
turismo (por ejemplo un plan de turismo cultural) o en un tema específico (un plan
de promoción) no sería una política. Esto no significa que un gobierno no pudiera

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impulsar una política turística a través de varios programas concretos que cubrieran
todos los ámbitos.

El ámbito sustantivo de la política turística serán las relaciones que se producen


entre los actores del sistema turístico para fomentar y gestionar la estancia ocasional
de ciudadanos en espacios de su competencia. Y la política turística será el
conjunto de acciones que impulsan actores públicos –en ocasiones en
colaboración con actores no públicos- con la intención de alcanzar objetivos
diversos relacionados con la variedad de fenómenos y relaciones que supone
el proceso de atracción, estancia o residencia ocasional de ciudadanos en un
territorio determinado.

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2. OBJETIVOS BÁSICOS DE LA POLÍTICA TURÍSTICA

Los objetivos que asumen los gobiernos en relación con el turismo varía según el
sistema político, el grado de desarrollo económico general y el grado de desarrollo
turístico del país o nivel de gobierno considerado, aún así encontramos una alta
recurrencia en cinco objetivos básicos.
1. Impulsar el crecimiento y mejora de la actividad
2. Mejorar su planificación territorial
3. Garantizar el buen funcionamiento y la calidad de la experiencia
4. Coordinación de actores y niveles de gobierno
5. Conocer y analizar el fenómeno

2.1. Impulsar el crecimiento y mejora de la actividad

Este objetivo de los gobiernos está relacionado con el desarrollo del turismo, en
general. Se trata de estimular el crecimiento de la demanda, de la oferta y de la
propia acción pública en la materia. Es un objetivo que ha de adaptarse al grado de
desarrollo del destino.

A) En destinos en fase de desarrollo: Se trata de conseguir convertirse en destino


turístico, lo que beneficiará la balanza de pagos, y crear un tejido empresarial
cuya única actividad sea el turismo, lo que traerá consigo la creación de puestos
de trabajo y la dinamización de sectores complementarios. Son ejemplos de este
objetivo las siguientes acciones:

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a.1. Aumentar el ingreso de divisas para beneficiar la balanza de pagos.


a.2. Apoyar el derecho a viajar libremente, recogido en el Punto 5 de la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre (derecho al cambio de
residencia y de trabajo, al desplazamiento y a los viajes) y al desarrollo del
turismo como instrumento para la paz, ya que supone un mejor
conocimiento de otras culturas1.
a. 3. En relación con el crecimiento de la demanda el objetivo principal es
dar a conocer el destino o promocionarlo. Las técnicas de propaganda,
que habían comenzado a utilizarse por los gobiernos durante la Segunda

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Guerra Mundial y que se extienden a partir de los años sesenta, favorecen
que los Estados asuman la promoción del país en el extranjero como
función principal, lo que ejercen a través del diseño e implantación de
campañas en el exterior y mediante la apertura, como herramienta
fundamental, de oficinas de información en el extranjero.“El mayor
énfasis de las políticas turísticas nacionales descansó en publicidad e
información. Como el turismo, la industria publicitaria experimentó un
boom en los sesenta. El crecimiento de los mass media y la toma de
conciencia de la posibilidad que ofrecía su uso para influir en las
opiniones impulsó a los gobiernos a utilizar estas nuevas técnicas para
promover e incrementar el turismo en sus países” (OCDE: 1989).

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a. 4. Relacionado con el impulso de la oferta, los gobiernos deben
convencer a los empresarios de su país de que el turismo es una actividad
económica de interés. Para ello ha sido frecuente que los propios
gobiernos se convirtieran en empresarios turísticos. En España en los
años sesenta el Estado era hotelero (Paradores de Turismo), agente de
viajes (Viajes Marsans), agente de alquiler de vehículos, ect.
a. 5. Pero también es necesario generar estructuras públicas que fueran
capaces de estimular el crecimiento turístico y de hacerlo de manera
ordenada y sostenible. En este sentido se crean las administraciones
especializadas y los organismos que, desde el gobierno, prestarán
servicios al sector turístico.

B) En destinos consolidados: El objetivo se mantiene, aunque se adapta. En este


caso se trataría de mantener el nivel de competitividad del destino, junto con la
preocupación por la sostenibilidad social y medioambiental del modelo. Son
ejemplos de este objetivo las siguientes acciones:
a. Los programas que buscan la mejora y diversificación de la oferta,
incorporando nuevas actividades
b. Acciones relacionadas con la formación de los empleados turísticos

2.2. Planificación territorial de la actividad

1
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Viajes Internacionales celebrada en Roma en 1963, se
defienden las ventajas económicas, la importancia social, educativa y cultural y la contribución
importante que aporta el Turismo al entendimiento y compresión internacional (Fernández Fuster,
1997:38).

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Los gobiernos tienen de generar las condiciones adecuadas para que la actividad
turística pueda desarrollarse generando los menores conflictos posibles. Son
ejemplos de este objetivo las siguientes acciones:
a. Formular las estrategias de desarrollo, tanto del turismo en su conjunto,
como de algún subsector concreto. A través de Planes estratégicos, de
ordenación turística…
b. La creación de infraestructuras se convierte en el instrumento básico del
diseño de los flujos turísticos en el destino. Dependiendo de dónde se
construya un aeropuerto, una carretera o un puerto, el flujo del movimiento

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turístico se desplazará de un espacio a otro. Esto implica la construcción de
infraestructura pública suficiente como para permitir la llegada de turistas
(aeropuertos, puertos y carreteras de acceso al país) o su movimiento dentro
del país (carreteras interiores).
c. La puesta a punto de recursos públicos que puedan ser productos turísticos
(como los cotos de caza y pesca, la habilitación de zonas de costa, etc.), así
como la recuperación de patrimonio cultural y natural para que puedan
construirse una oferta de turismo cultural o de naturaleza..

2.3. Garantizar el buen funcionamiento y la calidad de la experiencia

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El éxito de la actividad turística genera una serie de consecuencias negativas que
obliga a los decisores públicos a asumir otro papel. Los buenos resultados de la
actividad suele significar una subida de precios y un aumento de los casos de abusos
con los clientes que, como no hablan la lengua y no conocen las costumbres, se
sienten especialmente desprotegidos.

Esto se observa claramente en los años sesenta en Europa: “Los gobiernos fueron, a
partir de ese momento, responsables no sólo de atraer turistas, sino también de
protegerlos, como consumidores, durante su estancia. Los precios de los menús
turísticos y de las tarifas fueron controlados, se estableció un sistema de clasificación
de hoteles más rígido, y durante el periodo 1965-1967 algunos países introdujeron el
seguro opcional de viajeros. Un número creciente de países reguló las actividades de
las agencias de viajes. Las políticas turísticas nacionales se fueron gradualmente
adaptando a las necesidades de los turistas, que cada vez eran más exigentes. El
énfasis empezó a variar de cantidad a calidad” (OCDE: 1989). Son ejemplos de este
objetivo las siguientes acciones:

a. Proteger de manera más eficaz al consumidor-turista


b. Pero también es necesario regular la acción del sector empresarial, a través de
la aprobación de normativa que regule los diferentes subsectores o
productos: alojamientos, agencias de viajes, turismo activo…
c. Impulsar acciones que mejoren la calidad del producto turístico

2.4. Coordinación de actores y niveles de gobierno


El turismo es un ámbito trasversal que necesita el trabajo de sectores de actividad
diferente. Incluso en su interior está compuesto por subsectores que no siempre
tienen un objetivo común. Un objetivo clásico de los gobiernos, dada su posición en

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el sistema turístico y su papel de impulso a la actividad, es el tratar de coordinar la

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participación de actores de diversa procedencia y de subsectores diferentes. Son
ejemplos de este objetivo las siguientes acciones:
a. La participación en órganos de coordinación de decisores con competencia
en otros ámbitos (cultura, medio ambiente, infraestructuras…).
b. La promoción de plataformas de gestión de destinos en las que participen
todos los subsectores
c. El impulso de “clubes de producto” o “clusters turísticos”

2.5. Conocer y analizar el fenómeno


El turismo es un fenómeno joven que está en un proceso de cambio constante. Para
poder actuar en el mercado turístico con una visión estratégica es necesario tener
información actualizada y contar con conocimiento experto que pueda ser aplicado
por actores diversos. El sector turístico está compuesto, en su mayoría, por

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pequeñas y medianas empresas. Por lo general, estas estructuras empresariales no
pueden asumir el coste de investigar y producir conocimiento, aunque sean ellas las
que tengan los datos reales del “día a día” de la actividad. Por eso uno de los
objetivos de los gobiernos es invertir en investigación y producción de
conocimiento, así como ayudar a que se difundan ideas y herramientas que permitan
la innovación del sector. Son ejemplos de este objetivo las siguientes acciones:
a. Crear institutos o entidades de investigación y análisis, cuyo objetivo es tener
un conocimiento más preciso del fenómeno turístico y sus cambios
b. Generar conocimiento que ayude a la toma de decisiones empresarial (nuevas
herramientas de gestión, nuevos nichos de mercado)
c. Difundir información que ayude a la toma de decisiones empresarial (datos
de coyuntura de países emisores)
d. Apoyar los procesos de innovación del sector

3. INTRUMENTOS PARA LA POLÍTICA TURÍSTICA

3.1. Instrumentos organizativos


El entramado institucional es un elemento clave en cualquier política pública.
Encontramos tres tipos de organizaciones al servicio de la política turística.
a) Las estructuras político administrativas tradicionales que serían las
organizaciones públicas con competencias en turismo en sus respectivos
espacios territoriales. Son aquellos órganos de la administración tradicional
que se dedican al turismo, se rigen por derecho público y suelen tener a su
servicio a funcionarios – Ministerios o Secretarías de Estado, Consejerías de
Turismo, Concejalías…-. Junto a estas encontramos otras instituciones que
buscan establecer espacios de trabajo conjuntos entre actores públicos que
intervienen en turismo desde diferentes áreas (caso de las Comisiones
Interministeriales) o entre agentes públicos de distintos niveles
competenciales (como por ejemplo, las Conferencias Sectoriales o, en el caso
de que existan, las Mesas de Directores).

b) Las estructuras ejecutivas dependientes, tanto orgánica, como funcional o


financieramente, de las anteriores organizaciones. Son organismos públicos

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autónomos, semi públicos o privados, reconocidos por un gobierno como el


órgano competente en algún ámbito concreto de la política turística. En este
caso son organizaciones diseñadas para apoyar las decisiones de política
turística en ámbitos que, por su naturaleza, requieren de instrumentos más
dinámicos. Además de los tradicionales entes dedicados a la promoción,
existen otros ejemplos, como organismos dedicados a aumentar la calidad o
encargados del desarrollo de TICs para el sector.

c) Las estructuras de cooperación público - privada son las organizaciones

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menos desarrolladas, si pensamos en ellas en el contexto de la idea de
gobernanza. Aunque existen ya experiencias interesantes y significativas de
órganos que reúnen a agentes públicos y privados, son todavía muy
singulares. Son organizaciones formalmente independientes que, sin
embargo, asumen responsabilidades semejantes a las que hasta ahora ha
tenido los decisores públicos. Tienen diseños institucionales muy diferentes
según el ámbito de actuación.

Tabla 3.: Clasificación de diferentes instrumentos organizativos


DEPENDIENTES JURÍDICA,
ORGÁNICA O FUNCIONALMENTE

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INDEPENDIENTES
DE OTRAS ORGANIZACIONES
PÚBLICAS.
ORGANOS POLÍTICO
ADMINISTRATIVOS
TRADICIONALES ÓRGANOS EJECUTIVOS (OBJETIVOS
PÚBLICA
CONCRETOS)
NATURALEZA

ÓRGANOS DE COORDINACIÓN
INSTITUCIONES DE COOPERACIÓN
MIXTA
PÚBLICO - PRIVADO
PRIVADA EMPRESAS PÚBLICAS

(Fuente: Elaboración propia)

3.2. Instrumentos programáticos


Los planes y programas elaborados para un territorio concreto o destino son un
elemento central de cualquier política turística.

Un plan sería el conjunto ordenado de acciones y programas que contiene el


proyecto político que, para un sector y un espacio, tiene un gobierno determinado.
El plan contiene el referente básico y las ideas que liderarán la acción pública en
materia de turismo durante un periodo concreto. Conlleva la determinación de unos
objetivos, la identificación de unos instrumentos para alcanzarlos y la dotación de
los medios necesarios para su cumplimiento. Los planes son un elemento clave en el
análisis de las políticas turísticas y encierran cuestiones de gran interés (Velasco,
2004).

a) Contienen la argumentación básica de los decisores públicos sobre el porqué un


gobierno interviene y sobre el cómo pretende hacerlo. Por lo que se convierten en el

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olítica turísticaa. Conceptos básicos.
b

instrrumento dee comunicaación de la acción púb blica, elemeento básico


o en un mo odelo
de Estado
E en donde
d la accción de loss poderes públicos
p ha de argumeentarse (Maajone,
19899).

b) Permiten infferir la ideaa básica quue el gobierno tiene del


d turismo o, la filosoffía de
acció
ón y los vallores que prresidirán laas actuacion
nes que se implantarán
i n. En un pllan se
expresan los “mmarcos conceptuales” o formas de d seleccionnar, organizzar, interpreetar y
dotar de sentiddo a realiddades com mplejas quee comparteen los prin ncipales aggentes
públlicos y privvados del ámbito de referenciaa, es decir, la forma de entend der el

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turismo, sus coomponentes esenciales, sus prob blemas, los que tienen n solución y los
que no.
n Un plan u realidadd compleja de ideas, valores
n encierra una v y creeencias.

c) Ell plan es tam


mbién un compromis
c so entre el sector
s públlico, el secttor privado y los
ciudaadanos. Es la concrección en un documento o de un paccto ideal en ntre las parrtes y,
como necesitaa generar consenso,
c precisa laa adhesión intelectuaal tanto dee los
analiistas, como de los desttinatarios finales
fi del mismo.
m

En algunas
a ocaasiones se opta por una
u actuaciión general con un m menor grad do de
detallle y en otraas se enfoca un asunto
o específico
o centrándoose en los p pormenorees. En
este segundo tiipo de acciión tambiéén se determinan uno os objetivos, se identiifican

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instrrumentos para
p alcanzaarlos y se dota
d e ocasión el esfuerzo se
de recuursos. En esta
centrra en un so olo asunto de los múúltiples quee componen n la realidaad turística. Los
planees de modeernización hotelera, a pesar de su nombre, eran progrramas centrrados
excluusivamentee en la refo orma de las estructuraas de alojam
miento envvejecidas; ell plan
para el turismo o cultural o idiomático
o, concentrra sus esfueerzos en un na sola tipoología
del tuurismo…

Conssideraremo os este tipo de acción como un programa.


p L relación entre un plan
La p y
un programa
p e de escalaa, “pero laa articulació
es ón de la acción
a públlica en pollíticas
conccretas no ese matemáttica y está condicion nada por laa propia evvolución de d los
probblemas, las ideas y los valores” (V Velasco, 20007). Así que
q no es im mprescindib ble la
existtencia de unn plan paraa que existta una políttica, siemprre y cuandoo el objetivvo de
aborrdar las disstintas dim
mensiones deld turismo o se cump pla a travéss de progrramas
específicos diveersos.

(Fuente: elaboración propia)

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3.3. Instrumentos normativos o de ordenación


Es frecuente que las políticas públicas recurran a los instrumentos normativos. Una
de las funciones claves de los Estados es la producción de las normas que regulan
diferentes aspectos de las sociedades. Definiremos los instrumentos normativos
como cualquier norma legal de carácter vinculante y de aplicación directa. Tiene
precisamente en su carácter vinculante el rasgo más característico. De hecho, los
decisores, en cualquier política pública, han de determinar qué objetivos han de ser
alcanzados recurriendo al uso de instrumentos de aplicación obligatoria y cuáles

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pueden serlo mediante el uso de otros instrumentos de carácter voluntario ligados a
la idea de fomento o promoción (Velasco, 2004).

No sólo las leyes o reglamentos son ejemplos típicos, también los estándares de
cumplimiento obligatorio (propios de políticas medioambientales o de prestación de
servicios, en su caso) podrían considerarse dentro de esta categoría.

Es importante no confundir esto con el hecho de que, al convivir en un Estado de


Derecho, toda acción pública debe estar aprobada por un procedimiento
establecido. Es decir, todo lo que hagan las organizaciones públicas tendrá algún
tipo de forma jurídica, pero solo son instrumentos normativos los que generan

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derechos y/o obligaciones. No sería correcto considerar dentro de esta categoría los
actos normativos cuyo fin sea la puesta en marcha de cualquiera de los otros
instrumentos especificados (por ejemplo, no se considera instrumento normativo las
órdenes ministeriales que regulan una línea de crédito, o los reales decretos que
modifican un instrumento organizativo, ya que, en estos casos, estamos ante una
exigencia formal para la legitimación de un instrumento político que puede
encuadrarse en otra de las categorías).

3.4. Instrumentos financieros o de fomento


Estos son, por el contrario, instrumentos que no se imponen, sino que tratan de
impulsar un curso de acción determinado en un ámbito concreto a través de
medidas basadas en el apoyo o fomento de ciertas actividades. Los instrumentos
financieros son diferentes tipos de estímulos económicos cuyo objeto es apoyar con
recursos directos a la iniciativa privada o del tercer sector. La articulación de los
instrumentos financieros puede realizarse a través de cualquiera de las fórmulas
previstas en la ley: créditos, ayudas económicas reembolsables, subvenciones... El
instrumento financiero suele estar vinculado a un plan o un programa y, desde una
perspectiva más general, a los objetivos generales de la política turística.

3.5. Instrumentos de mejora del conocimiento


La complejidad de nuestras sociedades actuales hace que, en casi todos los ámbitos
de trabajo concreto, se demande de los gobiernos un papel activo en la acumulación
de conocimiento y de información y en la articulación de acciones de formación o
distribución de aquel.

Los agentes privados del sector turístico, ya sean empresas, actores de la sociedad
civil o individuos, carece en de los recursos intelectuales económicos necesarios para

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abordar grandes innovaciones que permitan dar ilusiones nuevas a problemas que

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persisten. Los gobiernos deben asumir la responsabilidad de analizar, investigar y
generar condiciones para que se generen acciones creativas e innovadoras

La política turística siempre ha defendido la necesidad de generar datos relevantes


sobre el turismo, la importancia de que se realicen investigaciones en este campo y la
voluntad de ser un actor relevante en la construcción de conocimiento turístico. Es
una afirmación puramente retórica en la mayoría de los casos, aunque no la única
que encontramos en los planes destinados al turismo.

Lo cierto es que el apoyo a la investigación básica y aplicada del turismo y la


distribución de información a todos aquellos agentes que, por su tamaño o posición,
no pueden tener acceso a ella, debería de ser una de las funciones más importantes a
asumir por los gobiernos de hoy.

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Consideraremos que estamos ante instrumentos de mejora y difusión de
conocimientos cuando los planes o programas se centren en potenciar la I+D+I, en
generar sistemas de información de apoyo a la toma de decisiones o en distribuir
formación sobre cuestiones relacionadas con la política pública concreta.

3.6. Instrumentos de comunicación


Otra de las funciones que los gobiernos asumen con mayor frecuencia es la de
aprovechar su posición de liderazgo social para concienciar sobre determinados
problemas y fortalecer determinados valores. Dentro del sector turístico siempre se
instó al gobierno para que hiciera campañas de comunicación que concienciaran
sobre la importancia del turismo en nuestro país y mejoraran la percepción social del
fenómeno y de la industria.

4. DESTINATARIOS DE LA POLÍTICA

En el primer capítulo caracterizamos el turismo como un sistema formado por el


subsistema de actividad turística (o entramado de actividades que constituyen la acción
turística), el subsistema de productos turísticos (que comprende los diferentes recursos que
se utilizan para construir las tipologías de productos turísticos) y el subsistema de actores
turísticos. Señalamos también como los actores podrían agruparse fundamentalmente en
tres, actores privados, públicos y turista, aunque una nueva categoría, la comunidad,
comienza a ser considerado un sujeto más en el conjunto.
En este epígrafe pretendemos completar dicha descripción para adecuarla a un
análisis de políticas observando quienes son los destinatarios de los distintos planes,
programas o acciones que se aprueban e implantan desde el gobierno.
La política turística, a través de los planes y los programas públicos, tiene como
objetivo o la totalidad del sector turístico o una parte del mismo (subsector concreto,
producto turístico, perfil determinado de turista o temática concreta) pero en cualquiera de
los dos supuestos siempre se dirigen a todos o a alguno de los siguientes destinatarios:

1.- Las propias organizaciones públicas. Es el caso de las reestructuraciones


administrativas, la creación de nuevos órganos de decisión o participación, o cualesquiera
otras que incidan en moldear la capacidad organizativa de la administración turística.

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2.- Los actores privados. Nos referimos principalmente a los empresarios turísticos
a los que se dirigen los planes y programas que apoyan el desarrollo del sector, que
incentivan ciertas actividades turísticas, respecto de otras, que fomentan programas de
formación de los empleados turísticos o que ordenan la actividad turística que éstos
desarrollan. Otros actores privados, o del denominado tercer sector, no han sido objeto de
demasiada atención por parte de la acción pública.

3.- El consumidor turista. Las acciones públicas dirigidas a este colectivo son, por
un lado, las que protegen a este conjunto particular de consumidores mediante sistemas
que les garanticen una menor indefensión previa, frente a las grandes empresas, o fórmulas

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
para reclamar a posteriori, en caso de que existan problemas durante su estancia en un
entorno diferente al habitual. Por otro lado, constituyen el núcleo central de las acciones de
promoción del gobierno.

4.- Finalmente existe otro grupo de destinatarios, de contornos más difusos que los
anteriores, que podríamos agrupar en el término “comunidad”.

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