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TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA

ADMINISTRATIVA

TERCERA SALA REGIONAL DEL NORESTE

JUICIO DE NULIDAD: 9415/18-06-03-8-ST

ACTOR:
**** **** ******* ****** **** ** ****

MAGISTRADO INSTRUCTOR:
JORGE MARIO OTERO VELDERRAIN

SECRETARIA DE ACUERDOS:
DENICE ESCALANTE APODACA

MATERIA:
LEY FEDERAL DE PROTECCIÓN AL
CONSUMIDOR

“2019, Año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata”

SENTENCIA DEFINITIVA

San Pedro Garza García, Nuevo León, a veintiocho de febrero dos


mil diecinueve. El Mtro. Jorge Mario Otero Velderrain, magistrado instructor
de la segunda ponencia, de la Tercera Sala Regional Noreste del Tribunal Federal
de Justicia Administrativa ante la secretaria de acuerdos, la Lic. Denice
Escalante Apodaca, quien da fe, procede a dictar SENTENCIA DEFINITIVA
en el juicio tramitado en la vía sumaria en que se actúa, de conformidad con lo
previsto en los artículos 50, 58-13 y demás aplicables de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo; y

RESULTANDO

1. Por escrito ingresado en la Oficialía de Partes Común de las Salas


Regionales del Noreste de este Tribunal el 27 de noviembre de 2018, ******
***** ******** ******** en representación legal de **** **** *******
****** **** ** ***** ocurrió a demandar la nulidad de la resolución
administrativa emitida el 19 de septiembre de 2018, por el Jefe de Servicios en la
Delegación en Querétaro de la Procuraduría Federal del Consumidor, dictada
dentro del expediente PFC.QRO.B.3/001223-2016, a través de la cual se le
determinó una multa a cargo de la actora por la cantidad total de $25,000.00.
2. Mediante proveído de 28 de noviembre de 2018, se admitió a
trámite la demanda en la vía sumaria y se ordenó correr el traslado
correspondiente a la autoridad demandada para que en el plazo de ley produjera
su contestación.

3. A través del oficio PFC.D.B.9/007310-2018, depositado en el


Servicio Postal Mexicano el 23 de enero de 2019 e ingresado en la Oficialía de
Partes Común de las Salas Regionales del Noreste de este Tribunal el 7 de febrero
de 2019, la Directora General de lo Contencioso y de Recursos de la Procuraduría
Federal del Consumidor, en representación jurídica de la autoridad demandada,
contestó oportunamente la demanda.

4. Por auto de 8 de febrero de 2019, se tuvo por contestada la


demanda y se otorgó a las partes para formular alegatos; derecho que no fue
ejercido por ninguna de las partes.

5. Mediante acuerdo de 28 de febrero de 2019, con fundamento en


el artículo 58-12 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo
se declaró cerrada la instrucción del juicio y ordenó se turnaran los autos al
magistrado instructor a efectos de emitir esta sentencia; y

CONSIDERANDO

PRIMERO. El suscrito magistrado instructor de esta Tercera Sala


Regional del Noreste de este tribunal, es competente para resolver el presente
asunto, de conformidad con los artículos 58-1, 58-12, 58-13 y demás relativos del
juicio en la vía sumaria, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, 3 fracción IV, 31, 34 y 36, fracción XII, de la Ley Orgánica del
Tribunal Federal de Justicia Administrativa, 21, fracción VI y 22, fracción VI, del
reglamento interior del propio tribunal, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 13 de noviembre de 2009, en relación con el acuerdo SS/6/2012
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dictado por el Pleno de la Sala Superior de este Tribunal, en sesión de 10 de


septiembre de 2012, a través del cual se reforma el artículo 22 fracción VI del
Reglamento Interior de este Tribunal, se crea la Tercera Sala Regional del
Noreste e inicia operaciones a partir del 8 de octubre del 2012, publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 18 de septiembre del mismo año.

La existencia jurídica de la resolución administrativa, materia de


esta controversia, ha quedado debidamente acreditada en autos, en los términos de
lo dispuesto por los artículos 93, fracciones I y II, 95, 129, 130, 200 y 202 del
Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria en materia
fiscal, por disposición expresa del artículo 1º, primer párrafo, de la Ley Federal
del Procedimiento Contencioso Administrativo, con la exhibición que hicieron las
partes dentro de los autos del juicio en que se actúa, así como por el
reconocimiento expreso de su existencia.

SEGUNDO. En este considerando serán analizados los conceptos


de impugnación que de ser fundados, provocarían el dictado de una nulidad lisa y
llana de la resolución a debate, en términos del artículo 51, fracciones I y IV, en
relación con el 52, fracción II, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo; por ser los agravios cuya prioridad en su estudio, más puede
beneficiar a la demandante.

Lo anterior, con sustento en la jurisprudencia VII-J-2aS-14, emitida


por la Segunda Sección de Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, misma que dispone literalmente lo siguiente:

CONCEPTOS DE IMPUGNACIÓN EN EL JUICIO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO FEDERAL. SU ESTUDIO DEBE ATENDER AL
PRINCIPIO DE MAYOR BENEFICIO, PARA LOGRAR LA NULIDAD
LISA Y LLANA, PUDIÉNDOSE OMITIR EL DE AQUELLOS QUE
AUNQUE RESULTEN FUNDADOS, NO MEJOREN LO YA
ALCANZADO POR EL ACTOR.- En los términos del artículo 237 del

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Código Fiscal de la Federación vigente hasta el 31 de diciembre de 2005, y su
correlativo 50, segundo párrafo, de la vigente Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, corresponderá al Órgano Jurisdiccional examinar
primero aquellos conceptos de impugnación que puedan llevar a declarar la
nulidad lisa y llana de la resolución o acto impugnado. De lo cual se desprende
que queda al prudente arbitrio del Órgano Jurisdiccional de Control de
Legalidad determinar la preminencia en el estudio de los conceptos de
impugnación atendiendo a la consecuencia que para el actor tuviera el que se
declararan fundados, a fin de determinar si con dicha declaratoria procede o no
la nulidad lisa y llana que mayor beneficio jurídico origine para el actor. Por lo
anterior, al someterse el asunto ante este Órgano Jurisdiccional, le corresponderá
dilucidar de manera preferente aquellas cuestiones que originen dicho mayor
beneficio para el actor afectado con el acto administrativo, conforme al artículo
237 mencionado, que permite hacer posible la tutela judicial efectiva, esto es, el
acceso real, completo y efectivo a la administración de justicia a que se refiere el
artículo 17, segundo párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.1

En el primer concepto de impugnación del escrito inicial de


demanda, sostiene esencialmente la actora que la resolución impugnada es
ilegal, ya que si la Ley Federal de Procedimiento Administrativo es aplicada de
manera supletoria al procedimiento establecido en la Ley Federal de Protección al
Consumidor, debe observarse lo establecido en el artículo 60 de la referida ley, el
cual señala que una de las formas de poner fin al procedimiento administrativo es
bajo la figura de caducidad, por lo que no es justificable que la autoridad inicie
procedimiento en su contra el día 3 de octubre de 2017, fecha en que se emplazó
y culminé el 11 de octubre de 2017.

La autoridad demandada al contestar la demanda sostuvo que el


agravio en estudio resulta infundado pues los plazos para emitir y notificar la
resolución administrativa, se contarán a partir de que precluya el derecho para
presentar alegatos, siendo que el plazo de los 15 días que señala el artículo 123 de
la Ley Federal de Protección al Consumidor podrá contarse a partir de que se
haya emitido y notificado el acuerdo para formular alegatos.

A juicio del suscrito Magistrado Instructor, es fundado el concepto


de impugnación en estudio, lo anterior en atención a que el procedimiento origen

1
Jurisprudencia No. VII-J-2aS-14. Fuente: R.T.F.J.F.A. Séptima Época. Año II. No. 14. Septiembre 2012. Página: 10.
(Tesis de jurisprudencia aprobada por acuerdo G/S2/13/2012).
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de la resolución que por este medio se combate caducó conforme a lo dispuesto


por el artículo 60 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.

En primer término, debe precisarse que la Ley Federal de


Procedimiento Administrativo es de aplicación supletoria a la Ley Federal de
Protección al Consumidor; en efecto, aquella ley se publicó en el Diario Oficial
de la Federación el cuatro de agosto de mil novecientos noventa y cuatro y cobró
vigencia hasta el primero de junio de mil novecientos noventa y cinco, de acuerdo
con lo dispuesto en su artículo primero transitorio.

Las disposiciones de dicho ordenamiento legal, en un principio, sólo


resultaban aplicables a los actos, procedimientos y resoluciones de la
administración pública federal centralizada, pues así lo disponía expresamente su
artículo 1°. Fue hasta el año dos mil, con motivo de la adición que sufrió ese
precepto legal, cuando el ámbito de aplicación de la ley alcanzó también a los
organismos descentralizados de la administración pública federal paraestatal,
respecto de sus actos de autoridad, a los servicios que el Estado preste de manera
exclusiva y a los contratos que los particulares pueden celebrar con el mismo.

En efecto, el artículo 1° de la Ley Federal de Procedimiento


Administrativo, a raíz de la reforma de que fue objeto mediante decreto publicado
en el Diario Oficial de la Federación el diecinueve de abril de dos mil, que entró
en vigor al mes siguiente de su publicación, quedó redactado con el texto con el
que actualmente cuenta, cuyo tenor es el siguiente:

LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

Artículo 1o. Las disposiciones de esta ley son de orden e interés públicos, y se
aplicarán a los actos, procedimientos y resoluciones de la administración pública
federal centralizada, sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados internacionales
de los que México sea parte.

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El presente ordenamiento también se aplicará a los organismos descentralizados
de la administración pública federal paraestatal respecto a sus actos de autoridad,
a los servicios que el Estado preste de manera exclusiva, y a los contratos que
los particulares sólo puedan celebrar con el mismo.

Este ordenamiento no será aplicable a las materias de carácter fiscal,


responsabilidades de los servidores públicos, justicia agraria y laboral, ni al
Ministerio Público en ejercicio de sus funciones constitucionales. En relación
con las materias de competencia económica, prácticas desleales de comercio
internacional y financiera, únicamente les será aplicable el título tercero A.

Para los efectos de esta ley sólo queda excluida la materia fiscal tratándose de
las contribuciones y los accesorios que deriven directamente de aquéllas.

A partir de entonces quedó bajo el imperio de esa ley, entre otros, la


Procuraduría Federal del Consumidor “respecto a sus actos de autoridad, a los
servicios que el Estado preste de manera exclusiva, y a los contratos que los
particulares sólo puedan celebrar con el mismo”, la cual es un organismo
descentralizado de la administración pública paraestatal, de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 45 de la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal, con relación al diverso 20 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor.

LEY ORGÁNICA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FEDERAL

Artículo 45. Son organismos descentralizados las entidades creadas por ley o
decreto del Congreso de la Unión o por decreto del Ejecutivo Federal, con
personalidad jurídica y patrimonio propios, cualquiera que sea la estructura legal
que adopten.

LEY FEDERAL DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

Artículo 20. La Procuraduría Federal del Consumidor es un organismo


descentralizado de servicio social con personalidad jurídica y patrimonio propio.
Tiene funciones de autoridad administrativa y está encargada de promover y
proteger los derechos e intereses del consumidor y procurar la equidad y
seguridad jurídica en las relaciones entre proveedores y consumidores.

Su funcionamiento se regirá por lo dispuesto en esta ley, los reglamentos de ésta


y su estatuto.

Lo hasta aquí expuesto permite concluir, en lo que interesa, que la


Ley Federal de Procedimiento Administrativo:

1. Se aplica a los actos, procedimientos y resoluciones de la


administración pública federal centralizada, sin perjuicio de lo dispuesto en los
tratados internacionales de los que México sea parte.

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2. Se aplica también a los organismos descentralizados de la


administración pública federal paraestatal, entre otros, a la Procuraduría Federal
del Consumidor, respecto a sus actos de autoridad, a los servicios que el Estado
preste de manera exclusiva y a los contratos que los particulares sólo puedan
celebrar con el mismo.

3. Prevé un procedimiento tipo al cual deben ajustarse los


procedimientos administrativos previstos en las diversas leyes administrativas.

4. No deroga los procedimientos establecidos en las leyes


administrativas, pero sí las disposiciones que se opongan a ella.

5. Es de aplicación supletoria a las diversas leyes administrativas.

6. A falta de disposición expresa en esa ley, se aplicará


supletoriamente el Código Federal de Procedimientos Civiles.

Señalado lo anterior, se considera que el procedimiento utilizado


por la Procuraduría Federal del Consumidor para sancionar a la actora en el
presente juicio, según se aprecia de la evidencia procesal, lo es el procedimiento
por infracciones a la Ley Federal de Protección al Consumidor, previsto en su
artículo 123 procedimiento, que se inicia de oficio por la Procuraduría Federal del
Consumidor en contra del prestador de un bien o servicio, lo que en la especie,
hace necesariamente que dicho procedimiento se rija en materia de caducidad por
lo señalado en el artículo 60, último párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, siendo que en el presente caso, el agravio que se analiza deviene
fundado, dado que la autoridad procedió a emitir a la demandante la resolución
que hoy impugna, con posterioridad de que operara el plazo de la caducidad
especial.

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Efectivamente, el procedimiento por infracciones a la Ley Federal
de Protección al Consumidor, se encuentra previsto en el artículo 123 de la Ley
Federal de Protección al Consumidor, mismo que prevé el término de diez días
hábiles para ofrecer pruebas y alegatos, precepto que dispone lo siguiente:

LEY FEDERAL DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

ARTÍCULO 123. Para determinar el incumplimiento de esta ley y en su caso


para la imposición de las sanciones a que se refiere la misma, la Procuraduría
notificará al presunto infractor de los hechos motivo del procedimiento y le
otorgará un término de diez días hábiles para que rinda pruebas y manifieste por
escrito lo que a su derecho convenga. En caso de no rendirlas, la Procuraduría
resolverá conforme a los elementos de convicción de que disponga.

Cuando la Procuraduría detecte violaciones a normas oficiales mexicanas e


inicie el procedimiento a que se refiere este precepto en contra de un proveedor
por la comercialización de bienes o productos que no cumplan con dichas
normas, notificará también al fabricante, productor o importador de tales bienes
o productos el inicio del procedimiento previsto en este artículo. La Procuraduría
determinará las sanciones que procedan una vez concluidos los procedimientos
en cuestión.

La Procuraduría admitirá las pruebas que estime pertinentes y procederá a su


desahogo. Asimismo podrá solicitar del presunto infractor o de terceros las
demás pruebas que estime necesarias.

Concluido el desahogo de las pruebas, la Procuraduría notificará al presunto


infractor para que presente sus alegatos dentro de los dos días hábiles siguientes.

La Procuraduría resolverá dentro de los quince días hábiles siguientes.

En el dispositivo legal antes transcrito, determina que para la


imposición de las sanciones a que se refiere la ley, la procuraduría notificará al
presunto infractor de los hechos motivo del procedimiento y le otorgará un
término de diez días hábiles para que rinda pruebas y manifieste por escrito lo que
a su derecho convenga y, en caso de no presentar pruebas, la Procuraduría Federal
del Consumidor resolverá con los medios de convicción con que disponga.
Concluido el desahogo de las pruebas, la procuraduría notificará al presunto
infractor para que presente sus alegatos dentro de los dos días hábiles siguientes,
concluyéndose que la procuraduría resolverá dentro de los quince días
posteriores.

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Ahora bien, la impetrante sostiene que la autoridad no cumplió con


los términos legales para la substanciación de las etapas del procedimiento que
prevé el precepto legal recién comentado, actualizándose por consecuencia, la
sanción prevista en el artículo 60, último párrafo, de la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo, de aplicación supletoria a la Ley Federal de
Protección al Consumidor.

LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

Artículo 60. En los procedimientos iniciados a instancia del interesado, cuando


se produzca su paralización por causas imputables al mismo, la Administración
Pública Federal le advertirá que, transcurridos tres meses, se producirá la
caducidad del mismo. Expirado dicho plazo sin que el interesado requerido
realice las actividades necesarias para reanudar la tramitación, la Administración
Pública Federal acordará el archivo de las actuaciones, notificándoselo al
interesado. Contra la resolución que declare la caducidad procederá el recurso
previsto en la presente Ley.

La caducidad no producirá por sí misma la prescripción de las acciones del


particular, de la Administración Pública Federal, pero los procedimientos
caducados no interrumpen ni suspenden el plazo de prescripción.

Cuando se trate de procedimientos iniciados de oficio se entenderán


caducados, y se procederá al archivo de las actuaciones, a solicitud de parte
interesada o de oficio, en el plazo de 30 días contados a partir de la
expiración del plazo para dictar resolución.

(Énfasis añadido)

Del precepto recién transcrito, importa, por tener relación directa


con el caso en estudio, lo que dispone el último párrafo, en el que se fija, que
cuando se trate de procedimientos iniciados de oficio se entenderán caducados y,
se procederá al archivo de las actuaciones, a solicitud de parte interesada o de
oficio, en el plazo de treinta días contados a partir de la expiración del plazo para
dictar resolución.

Ahora bien, este Juzgador, tomando en consideración lo indicado en


los preceptos legales transcritos y analizados, en concomitancia con el material
probatorio que obra agregado a los autos, considera que en la especie operó a
9
favor de la accionante el plazo previsto en el numeral 60, último párrafo, de la
Ley Federal de Procedimiento Administrativo.

Lo anterior es así, pues la autoridad no tomó en cuenta los plazos


establecidos en la Ley, ya que los mismos deben empezar a computarse a partir
del momento en que le son dados a conocer al particular los hechos que motivan,
en el presente caso, el inicio del procedimiento por infracciones a la Ley
Federal de Protección al Consumidor ocurrió el 14 de febrero de 2017 -
información que se desprende del tercer resultando de la resolución impugnada-
siendo a partir de este momento en que deben empezar a computarse los plazos
establecidos en el artículo 123 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, en
concordancia con los artículos 28, 39 y 60 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, criterio anterior, que así ha sido sostenido por el Poder Judicial
de la Federación en la jurisprudencia I.7o.A. J/55, misma que se reproduce a
continuación:

CADUCIDAD DE LOS PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS


INICIADOS DE OFICIO. FORMA DE COMPUTAR EL PLAZO PARA
QUE OPERE CUANDO SE APLICA SUPLETORIAMENTE EL
ARTÍCULO 60, PÁRRAFO TERCERO, DE LA LEY FEDERAL DE
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO A LOS PREVISTOS EN
OTRAS LEGISLACIONES.- El artículo 60, párrafo tercero, de la Ley Federal
de Procedimiento Administrativo señala que los procedimientos administrativos
iniciados de oficio se entenderán caducados y se procederá al archivo de las
actuaciones en el plazo de treinta días contados a partir de la expiración del
plazo para dictar resolución; sin embargo, cuando dicho precepto es aplicable
supletoriamente a los procedimientos previstos en otras legislaciones, tal
imperativo no debe interpretarse literalmente, es decir, en el sentido de computar
el plazo para que opere dicha figura a partir de que se cierra la instrucción y se
turnan los autos para resolución, sino que debe atenderse a los plazos para la
notificación de los actos procesales previos al dictado de ésta, señalados en la
ley aplicable y, en su defecto, en la inicialmente mencionada, esto es, a partir de
que son dados a conocer al particular los hechos que motivaron el procedimiento
administrativo, pues de lo contrario se generaría inseguridad jurídica para el
particular por no respetarse las formalidades esenciales del procedimiento,
dejándose al libre arbitrio de la autoridad el dictado de la resolución definitiva.2

2
Tesis: I.7o.A. J/55. Tipo Tesis: Jurisprudencia. Época: Novena Época. Registro: 164155. Instancia: SÉPTIMO
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Localización: Tomo XXXII, Agosto de 2010. Materia(s): Administrativa.
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Asimismo, se transcribe la ejecutoria del amparo directo 83/2009 de


8 de mayo de 2009, que dio origen a la jurisprudencia antes referida y de la que se
advierte el criterio sustentado por el Poder Judicial de la Federación:

SEXTO. El primer concepto de violación expuesto por la quejosa es fundado y


suficiente para conceder el amparo solicitado, por las razones que a continuación
se expresan:

En el concepto de violación que se estudia, considera la peticionaria de


garantías, que la autoridad responsable hace una interpretación subjetiva y
equivocada de lo dispuesto por el artículo 60 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, toda vez que no obstante reconocer que entre la fecha en que la
tercero perjudicada levantó el acta de verificación y en la que notificó la multa
impugnada transcurrió un lapso de diecinueve meses, a su vez asegura que
emitió la misma dentro del término de treinta días hábiles que establece el citado
numeral.

Que en el procedimiento administrativo operó la caducidad de las facultades de


comprobación de la autoridad sancionadora, ya que si el procedimiento inició de
oficio desde el día diecisiete de marzo de dos mil cinco, fecha en que se notificó
a la quejosa el comienzo del mismo, y la resolución emanada de dicho
procedimiento fue notificada hasta el veintiséis de octubre de dos mil seis,
entonces ésta fue emitida y notificada de manera extemporánea, cuando ya había
operado la caducidad.

Que una vez que el Estado notifica al particular su voluntad de ejercitar sus
facultades de comprobación, es a partir de este momento en que deben empezar
a computarse los plazos legales.

Este tribunal considera fundado el anterior concepto de disenso que hace valer la
quejosa, ya que en el caso particular no se acataron las formalidades esenciales
del procedimiento para la emisión de la resolución que puso fin al procedimiento
administrativo de donde derivan las multas que se le pretenden imponer, lo que
redunda en la afectación a su esfera jurídica, pues trastoca en su perjuicio la
garantía de seguridad jurídica tutelada por el artículo 16 constitucional.

Para dar claridad a los razonamientos en que se basa la presente ejecutoria, es


necesario reproducir a continuación el texto de los artículos 60 y 61 de la Ley
Federal de Procedimiento Administrativo, así como los diversos 96 y 123 de la
Ley Federal de Protección al Consumidor, los cuales rezan al tenor siguiente:

Artículo 60. En los procedimientos iniciados a instancia del interesado, cuando


se produzca su paralización por causas imputables al mismo, la administración
pública le advertirá que, transcurridos tres meses, se producirá la caducidad del
mismo. Expirado dicho plazo sin que el interesado requerido realice las
actividades necesarias para reanudar la tramitación, la administración pública
federal acordará el archivo de las actuaciones, notificándoselo al interesado.
Contra la resolución que declare la caducidad procederá el recurso previsto en la
presente ley.

11
La caducidad no producirá por sí misma la prescripción de las acciones del
particular, de la administración pública federal, pero los procedimientos
caducados no interrumpen ni suspenden el plazo de prescripción.

Cuando se trate de procedimientos iniciados de oficio se entenderán caducados,


y se procederá al archivo de las actuaciones, a solicitud de parte interesada o de
oficio, en el plazo de 30 días contados a partir de la expiración del plazo para
dictar resolución.

Artículo 61. En aquellos casos en que medie una situación de emergencia o


urgencia, debidamente fundada y motivada, la autoridad competente podrá
emitir el acto administrativo sin sujetarse a los requisitos y formalidades del
procedimiento administrativo previstos en esta ley, respetando en todo caso las
garantías individuales.

Artículo 96. La procuraduría, con objeto de aplicar y hacer cumplir las


disposiciones de esta ley y de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización,
cuando no corresponda a otra dependencia, practicará la vigilancia y verificación
necesarias en los lugares donde se administren, almacenen, transporten,
distribuyan o expendan productos o mercancías o en los que se presten servicios,
incluyendo aquéllos en tránsito.

Para la verificación y vigilancia a que se refiere el párrafo anterior, la


procuraduría actuará de oficio conforme a lo dispuesto en esta ley y en los
términos del procedimiento previsto por la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, y tratándose de la verificación del cumplimiento de normas
oficiales mexicanas, de conformidad con la Ley Federal sobre Metrología y
Normalización.

Artículo 123. Para determinar el incumplimiento de esta ley y en su caso para la


imposición de las sanciones a que se refiere la misma, la procuraduría notificará
al presunto infractor de los hechos motivo del procedimiento y le otorgará un
término de diez días hábiles para que rinda pruebas y manifieste por escrito lo
que a su derecho convenga. En caso de no rendirlas, la procuraduría resolverá
conforme a los elementos de convicción de que disponga.

Cuando la procuraduría detecte violaciones a normas oficiales mexicanas e


inicie el procedimiento a que se refiere este precepto en contra de un proveedor
por la comercialización de bienes o productos que no cumplan con dichas
normas, notificará también al fabricante, productor o importador de tales bienes
o productos el inicio del procedimiento previsto en este artículo. La procuraduría
determinará las sanciones que procedan una vez concluidos los procedimientos
en cuestión.

La procuraduría admitirá las pruebas que estime pertinentes y procederá a su


desahogo. Asimismo podrá solicitar del presunto infractor o de terceros las
demás pruebas que estime necesarias.

Concluido el desahogo de las pruebas, la procuraduría notificará al presunto


infractor para que presente sus alegatos dentro de los dos días hábiles siguientes.

La procuraduría resolverá dentro de los quince días hábiles siguientes.

Cabe hacer mención que el artículo 124 Bis de Ley Federal de Protección al
Consumidor dispone que para la sustanciación del procedimiento por
infracciones a dicha ley se aplicará supletoriamente lo dispuesto en la Ley
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Federal de Procedimiento Administrativo, no obstante ello, cuando existe


disposición especial respecto de una institución jurídica ésta prevalecerá frente a
la genérica, por tanto, la figura de la caducidad aplica de manera supletoria en
los procedimientos por infracciones como el primigenio del cual deriva este
juicio, empero, no sucede lo mismo respecto a los plazos que deben seguirse en
la tramitación del procedimiento por infracciones, dado que dichas figuras están
expresamente reguladas por la ley de la materia, salvo alguno, que como se verá
más adelante, no esté previsto en tal apartado, caso en el cual será de igual
manera aplicada la ley supletoria.

Una vez sentado lo anterior, de lo consignado en el artículo 60 se colige que


prevé la figura jurídica de la caducidad en los procedimientos iniciados de oficio
en los que hubiere transcurrido el plazo de treinta días contados a partir de la
expiración del plazo para dictar resolución, es decir, la caducidad que es la
forma anormal por la cual pueden terminar los procedimientos como lo dispone
la fracción IV del artículo 57 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, opera también ante la inactividad procesal de la autoridad
administrativa, excepción hecha de los supuestos previstos en el artículo 61, esto
es, cuando medie una situación de emergencia o urgencia, debidamente fundada
y motivada, circunstancias ante las cuales la autoridad no está obligada a
sujetarse a los requisitos y formalidades del procedimiento.

Por procedimientos iniciados de oficio, se entienden aquellos que se inician sin


instancia de parte, es decir, los que las autoridades instauran por iniciativa propia
y de acuerdo a las facultades que les han sido conferidas previamente por una
ley, como acontece con el previsto en el artículo 96 de la Ley Federal de
Protección al Consumidor, de donde emanan las resoluciones impugnadas en el
juicio de nulidad, pues se inicia con motivo de un procedimiento de verificación
por infracciones a la citada ley.

Por otra parte, del imperativo legal 123 que se estudia, se derivan tres momentos
procesales, a saber: un primer momento en que, para determinar el
incumplimiento a la Ley Federal de Protección al Consumidor y, en su caso,
para la imposición de las sanciones a que se refiere la misma, la autoridad
notificará al presunto infractor de los hechos motivo del procedimiento y le
otorgará un término de diez días hábiles para que rinda pruebas; así, en un
segundo momento, y concluido el desahogo de las pruebas, se notificará al
presunto infractor para que presente sus alegatos dentro de los dos días hábiles
siguientes; y por último, la autoridad tiene la obligación de resolver dentro de los
quince días hábiles siguientes al concluir el término para presentar alegatos.

No obstante lo anterior, las obligaciones procesales de la autoridad no concluyen


con la emisión del acto, pues para que suceda así, debe notificárselo al
interesado, lo que a su vez implica que para el caso de que la autoridad omita
llevar a cabo cualquiera de esas obligaciones, puede originarse la caducidad del
procedimiento.

Ello es así, puesto que la obligación de notificarle al interesado la resolución que


dicte en el procedimiento o cualquier acto que deba ser notificado, implica la
intención de respetar la garantía de seguridad jurídica a favor del particular, pues
la resolución será existente en términos jurídicos, cuando éste lo conoce, ya que
es a partir de ese momento en que se materializan sus efectos en virtud de que es

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cuando el interesado está en aptitud de conocer la forma en que la determinación
de la autoridad incidirá en su esfera jurídica.

Respecto del plazo que tiene la autoridad administrativa para notificar al


interesado la resolución que dicte o cualquier acto que deba ser notificado, el
artículo 39 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo establece que es
de diez días como máximo, contados a partir de la emisión de la resolución;
dicho artículo textualmente reza:

Artículo 39. Toda notificación deberá efectuarse en el plazo máximo de diez


días, a partir de la emisión de la resolución o acto que se notifique, y deberá
contener el texto íntegro del acto, así como el fundamento legal en que se apoye
con la indicación si es o no definitivo en la vía administrativa, y en su caso, la
expresión del recurso administrativo que contra la misma proceda, órgano ante
el cual hubiera de presentarse y plazo para su interposición.

Del precepto anterior, se colige que la práctica de la notificación de la resolución


que ponga fin al procedimiento administrativo o actos que deban ser notificados
no queda al libre arbitrio de la autoridad administrativa, pues ésta queda sujeta a
que se realice dentro del plazo expresamente conferido para ello.

Consecuentemente, si la resolución que se dicte en el procedimiento


administrativo o acto que deba ser notificado adquieren existencia a partir del
momento en que le son dados a conocer al particular, y la notificación respectiva
debe practicarse dentro de los diez días siguientes al en que sean dictados, la
fecha cierta de la realización de dichos actos será precisamente la de su
notificación, por lo que si se llega a practicar ésta fuera de ese término, debe
considerarse ilegal al no respetarse las formalidades esenciales del
procedimiento, y en consecuencia, el plazo para que opere la caducidad no será
interrumpido.

Cabe precisar que para el cómputo de los términos debe estarse a lo ordenado
por los artículos 28 y 38 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, los
que textualmente disponen:

Artículo 28. Las actuaciones y diligencias administrativas se practicarán en días


y horas hábiles.

En los plazos fijados en días no se contarán los inhábiles, salvo disposición en


contrario. No se considerarán días hábiles: los sábados, los domingos, el 1o. de
enero; 5 de febrero; 21 de marzo; 1o. de mayo; 5 de mayo; 1o. y 16 de
septiembre; 20 de noviembre; 1o. de diciembre de cada seis años, cuando
corresponda a la transmisión del Poder Ejecutivo Federal, y el 25 de diciembre,
así como los días en que tengan vacaciones generales las autoridades
competentes o aquellos en que se suspendan las labores, los que se harán del
conocimiento del público mediante acuerdo del titular de la dependencia
respectiva, que se publicará en el Diario Oficial de la Federación.

Los términos podrán suspenderse por causa de fuerza mayor o caso fortuito,
debidamente fundada y motivada por la autoridad competente.

La autoridad podrá de oficio o a petición de parte interesada, habilitar días


inhábiles, cuando así lo requiera el asunto.

Artículo 38. Las notificaciones personales surtirán sus efectos el día en que
hubieren sido realizadas. Los plazos empezarán a correr a partir del día siguiente
a aquel en que haya surtido efectos la notificación.
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Se tendrá como fecha de notificación por correo certificado la que conste en el


acuse de recibo.

En las notificaciones por edictos se tendrá como fecha de notificación la de la


última publicación en el Diario Oficial de la Federación y en uno de los
periódicos diarios de mayor circulación en el territorio nacional.

Ahora bien, la Sala responsable al pronunciarse sobre el tema en cuestión,


dentro del acto reclamado, tuvo en cuenta lo dispuesto por el tercer párrafo
del artículo 60 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo y el
cuarto y quinto párrafos del artículo 123 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor, sin tomar en consideración lo estipulado por el primer
párrafo del mencionado numeral 123, y erróneamente empezó a computar
el plazo para la caducidad de las facultades de comprobación a partir de
que se le concede al particular el plazo de dos días para formular alegatos y
no a partir de que se le notifica al presunto infractor los hechos motivo del
procedimiento, en el cual le debió otorgar un término de diez días hábiles
para que rindiera pruebas y manifestara lo que a su derecho conviniera.

En consecuencia, la responsable no tomó en cuenta los plazos establecidos


en la ley, ya que los mismos deben empezar a computarse a partir del
momento en que le son dados a conocer al particular los hechos que
motivan la visita de verificación por infracciones y el acta levantada de la
misma, que en el caso ocurrió el diecisiete de marzo de dos mil cinco, siendo
a partir de este momento en que deben empezar a computarse los plazos
establecidos en el artículo 123 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor, en concordancia con los artículos 28, 39 y 60 de la Ley Federal
de Procedimiento Administrativo.

Atento a lo anterior y en relación con la orden de verificación ordinaria y la


consecuente acta levantada por la visita ahí prescrita, documentos que
constan de las fojas ciento diecisiete a ciento diecinueve de autos, se
desprende que la visita de verificación y vigilancia a que se refiere el
artículo 96 de la Ley Federal de Protección al Consumidor fue practicada el
diecisiete de marzo de dos mil cinco, siendo este momento en que se dan a
conocer los hechos que motivan la misma y que además tiene como
finalidad notificar al particular el inicio del procedimiento administrativo;
en dicho acto se le debió otorgar al particular un plazo de diez días para
ofrecer pruebas y manifestar lo que a su derecho conviniera, como lo
establece el primer párrafo del artículo 123, plazo que atendiendo a los
artículos 28 y 38 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo,
comenzó el dieciocho de marzo de dos mil cinco y feneció el siete de abril del
mismo año.

Fenecido el plazo anterior y atendiendo al tercer párrafo del artículo 123 de la


Ley Federal de Protección al Consumidor y al numeral 39 de la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo, la autoridad administrativa contaba con diez días
a partir del siete de abril de dos mil cinco, para notificar el auto que le diera a
conocer al particular que contaba con el término de dos días para ofrecer
alegatos, por lo que éste concluyó el veintiuno del mes y año en cita, ya que
como ya se ha hecho mención, el mismo es el plazo que otorga la ley como

15
máximo para notificar los actos que deban ser notificados, pues no puede dejarse
al libre arbitrio de la autoridad el notificar los actos que emite.

En esos términos, y suponiendo que la autoridad se haya esperado hasta el


último día para notificar el auto en el cual se le otorgaba un plazo a la empresa
para ofrecer alegatos, esto es, hasta el veintiuno de abril de dos mil cinco, la
notificación surtiría sus efectos el veintidós, y el plazo de los dos días correrían
del veinticinco de abril de dos mil cinco al veintiséis del mismo mes y año, de
acuerdo con el artículo 38 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo,
cerrándose así la instrucción del procedimiento para ceder su lugar al de
resolución.

En ese orden de ideas, la autoridad contaba con un plazo de quince días hábiles
siguientes al fenecido el término para ofrecer alegatos, para dictar la resolución
definitiva correspondiente, atendiendo al último párrafo del artículo 123 de la
Ley Federal de Protección al Consumidor; transcurriendo dicho plazo del
veintisiete de abril de dos mil cinco al dieciocho de mayo del mismo año, siendo
esta última fecha el momento a partir del cual debe empezar a computarse el
plazo de treinta días a que hace referencia el artículo 60 de la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo, para no caducar las facultades de comprobación
de la autoridad.

Así que, si el último párrafo del artículo 60 de la Ley Federal de Procedimiento


Administrativo dispone que cuando se trate de procedimientos iniciados de
oficio se entenderán caducados en el plazo de treinta días contados a partir de la
expiración del plazo para dictar resolución, siendo que esto último ocurrió el
dieciocho de mayo de dos mil cinco, el plazo para que se entiendan caducadas
las facultades de comprobación de la autoridad, transcurrió del diecinueve de
mayo de dos mil cinco al veintinueve de junio del mismo año; por tanto, si ésta
se dictó hasta el doce de octubre de dos mil seis, y se notificó hasta el veintiséis
del mismo mes y año, como consta a fojas cincuenta y cinco a sesenta de autos;
se concluye que la resolución que resolvió el expediente ********** es ilegal al
no haberse acatado las formalidades del procedimiento.

En conclusión, en la especie operó en contra de la autoridad la caducidad del


procedimiento prevista en el artículo 60 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, ya que como se advierte, no atendió a los plazos que se
encontraba obligada a seguir para el dictado de la resolución definitiva, previstos
en la Ley Federal de Protección al Consumidor así como los relativos de la ley
supletoria.

(Énfasis añadido)

En efecto, de la jurisprudencia y ejecutoria de mérito, se advierte


que a partir de que se le notifica al presunto infractor los hechos motivo del
procedimiento, se le debe otorgar un término de diez días hábiles para que rinda
pruebas y manifestar lo que a su derecho convenga, tal y como lo establece el
primer párrafo del artículo 123 de la Ley Federal de Protección al Consumidor.

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En ese contexto, es a partir del momento en que le son dados a


conocer al particular los hechos que motivan el inicio del procedimiento por
infracciones a la Ley Federal de Protección al Consumidor, cuando deben
empezar a computarse los plazos establecidos en la ley para efectos de la
caducidad, en el caso concreto, a partir del 14 de febrero de 2017 -información
que se desprende del tercer resultando de la resolución impugnada-, donde se
otorgó a la parte actora el plazo de diez días hábiles para formular
manifestaciones y ofrecer pruebas, según lo establecido por el multicitado artículo
123 de la Ley Federal de Protección al Consumidor.

Sin embargo, siguiendo los lineamientos de la jurisprudencia antes


transcrita, es evidente que la autoridad demandada no respetó las formalidades
esenciales del procedimiento, dejando a su libre arbitrio el dictado de la
resolución definitiva.

Tomando en cuenta lo anterior, a continuación se procede a realizar


el cómputo del término de la caducidad, tomando en cuenta el Acuerdo por el que
se suspende las labores de la Procuraduría Federal del Consumidor en los días
que se indican, para el año dos mil diecisiete, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 14 de diciembre de 2016.

De las actuaciones del juicio en que se actúa, se desprende que el


emplazamiento al inicio del procedimiento por infracciones a la Ley Federal de
Protección al Consumidor, se practicó el 14 de febrero de 2017, y donde se otorgó
a la parte actora el plazo de diez días para ofrecer pruebas y manifestar lo que a su
derecho conviniera, el cual comenzó el 15 de febrero de 2017 y feneció el 28 de
febrero de 2017.

Al concluir dicho plazo el actor tenía dos días hábiles para presentar
alegatos, siendo estos días el 1° y 2 de marzo de 2017 y, una vez vencidos, la
17
autoridad tenía quince días para emitir la resolución definitiva dentro del
expediente administrativo PFC.QRO.B.3/001223-2016.

Cabe hacer mención que el plazo de quince días previsto en el


último párrafo del artículo 123 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, se
computa por días hábiles, al preverlo el último párrafo del referido artículo 123 ya
transcrito.

Precisado lo anterior, el plazo de los quince días hábiles, con que


contaba la autoridad, para emitir y notificar la resolución al procedimiento
oficioso, en el caso específico, empezó a correr a partir del día siguiente a aquél
en que feneció el plazo para presentar alegatos. En este caso, el multireferido
plazo inició el 3 de marzo de 2017 y feneció el 24 de marzo de 2017.

En ese orden de ideas, si el plazo de quince días previsto en el


último párrafo del artículo 123 de la Ley Federal de Protección al Consumidor,
venció el 24 de marzo de 2017, de conformidad con el último párrafo del artículo
60 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, se debe entender
caducado y procederse al archivo de las actuaciones respectivas a solicitud de
parte interesada o de oficio, en el plazo de 30 días contados a partir de la
expiración del plazo para dictar resolución; ahora, el plazo de treinta días previsto
para la caducidad inició a partir del 27 de marzo de 2017, aclarándose que el
señalado plazo de treinta días previsto en el último párrafo del artículo 60 de la
Ley Federal de Procedimiento Administrativo, se computa por días hábiles,
conforme lo dispuesto por el artículo 28 de dicha ley.

LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

Artículo 28. Las actuaciones y diligencias administrativas se practicarán en días


y horas hábiles.

En los plazos fijados en días no se contarán los inhábiles, salvo disposición en


contrario. No se considerarán días hábiles: los sábados, los domingos, el 1°
de enero; 5 de febrero; 21 de marzo; 1° de mayo; 5 de mayo; 1° y 16 de
septiembre; 20 de noviembre; 1° de diciembre de cada seis años, cuando

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corresponda a la transmisión del Poder Ejecutivo Federal y, el 25 de


diciembre, así como los días en que tengan vacaciones generales las
autoridades competentes o aquellos en que se suspendan las labores, los que
se harán del conocimiento público mediante acuerdo del titular de la
dependencia respectiva, que se publicará en el Diario Oficial de la Federación.

(Énfasis añadido)

Por lo anterior y, con apego en sentido estricto al contenido del


señalado artículo, el plazo de treinta días previsto en el numeral 60, último
párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, inició el 27 de marzo
de 2017, por lo que, descontándose los días inhábiles, se obtiene que el
mencionado plazo feneció el 11 de mayo de 2017; en consecuencia, si la
resolución controvertida en este juicio, fue emitida hasta el 19 de septiembre de
2018 y notificada el 11 de octubre de ese mismo año, es incuestionable que en
el presente asunto operó plenamente la figura de la caducidad especial prevista en
el artículo 60 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.

En ese contexto, una resolución que se emite y notifica una vez


rebasado el plazo ya identificado, situación que aconteció en el presente caso, no
se puede dejar al arbitrio de la autoridad el momento en que empiece a correr el
plazo para dictar la resolución, pues ello traería inseguridad jurídica al
administrado, que no podría saber cuándo operaría la caducidad en caso de no
notificársele la resolución correspondiente.

En efecto, el plazo de caducidad regulado por el artículo 60, último


párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, no puede quedar
sujeto a la voluntad de las autoridades administrativas, pues con ello, se impediría
y condicionaría la procedencia y eficacia de la caducidad de los procedimientos
administrativos.

19
Lo anterior es así, toda vez que la figura de la caducidad tiene por
objeto sancionar la inactividad de la autoridad al no concluir el procedimiento,
dentro de los plazos legales que la ley establece, evitando de esta manera dejar al
contribuyente sujeto a las facultades de la misma por un periodo de tiempo
ilimitado o excesivo. Considerar lo contrario, atentaría a la naturaleza de la
caducidad, la cual responde a la necesidad de que los procedimientos no queden
paralizados o inconclusos, de manera indefinida.

Resulta aplicable al caso, la jurisprudencia V-J-SS-59, sostenida por


el Pleno de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, que lleva por rubro:

CADUCIDAD PREVISTA POR EL ARTÍCULO 60 DE LA LEY


FEDERAL DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.- OPERA IPSO
IURE POR INACTIVIDAD DE LA AUTORIDAD TRATÁNDOSE DE
PROCEDIMIENTOS INICIADOS DE OFICIO.- El artículo 60 de la Ley
Federal de Procedimiento Administrativo establece que los procedimientos
iniciados de oficio se entenderán caducados y se procederá al archivo de las
actuaciones, a solicitud de parte interesada o de oficio, en el plazo de 30 días
contados a partir de la expiración del plazo para dictar la resolución, sin que para
que opere dicha figura el precepto establezca otros requisitos. Lo anterior impide
condicionar la procedencia y eficacia de la caducidad de los procedimientos, al
cumplimiento de los supuestos que no están contemplados en dicho numeral
como son la petición del particular o el acuerdo de la propia autoridad, para
proceder a archivar las actuaciones correspondientes, ya que en la especie la
caducidad en su estricto alcance, responde a la necesidad de que los
procedimientos no queden paralizados o inconclusos, de manera indefinida, lo
que obliga a la actuación de la autoridad para emitir la resolución
correspondiente a un cierto término, pues de lo contrario su inactividad traerá
como efecto que por el simple transcurso del tiempo, al expirar los plazos
legales, es decir el plazo para dictar la resolución conforme a la ley que rige el
acto más el de 30 días a que se refiere el artículo 60 citado, produce ipso iure la
mencionad caducidad y, por consecuencia lógica, se debe proceder al archivo
conforme al último párrafo de dicho precepto, por tanto, este último acto es
meramente instrumental, mas no un presupuesto de la caducidad, máxime que el
archivo puede producirse aún de oficio.3

Asimismo, resulta aplicable la jurisprudencia I.4o.A. J/24, sostenida


por el Poder Judicial de la Federación, la cual se transcribe:
3
Tesis: V-J-SS-59. Tipo Tesis: Jurisprudencia. Instancia: Pleno de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa, en sesión del día ocho de septiembre de dos mil cuatro. Fuente: R.T.F.J.F.A. Quinta Época.
Año IV. No. 48. Diciembre 2004. Página: 11.
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CADUCIDAD DE LOS PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS.


PRESUPUESTOS O CONDICIONES PARA DECLARARLA DE OFICIO,
CONFORME A LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO.- Conforme al artículo 60 de la Ley Federal de
procedimiento Administrativo, cuando se trate de procedimientos iniciados de
oficio se entenderán caducados, y se procederá al archivo de las actuaciones, a
solicitud de parte o de oficio, en el plazo de treinta días contados a partir de la
expiración del plazo para dictar resolución. Así, la institución de la caducidad
del procedimiento administrativo que regula el citado precepto legal requiere de
los siguientes presupuestos esenciales: a) Se trate de un procedimiento que de
oficio inició la autoridad administrativa; y, b) Haya transcurrido el plazo de
treinta días contados a partir de la expiración del término del que gozaba la
autoridad para dictar la resolución correspondiente; esto es, existen dos periodos
o momentos diferentes que deben consumarse para que opere la caducidad,
como son, un primer momento, que se refiere al término de gracia que la ley
federal correspondiente otorga a las autoridades administrativas federales para
dictar su resolución (término que no es conceptuable para efectos de caducidad
del procedimiento como inactividad); y, una vez fenecido este término,
eventualmente puede actualizarse un segundo lapso, éste sí considerado como
inactividad procesal, pues carece de justificación, por lo que de extenderse este
término a treinta días o más, trae como consecuencia que se configure la
caducidad del procedimiento. De lo antes expuesto, se advierte que de
actualizarse los citados presupuestos, es que las autoridades administrativas se
encuentran obligadas a declarar de oficio la caducidad, sin que sea necesario que
las partes lo soliciten, toda vez que, por un lado, el precepto en estudio es claro
al establecer que los procedimientos caducarán de oficio y, además, la razón de
ser de la caducidad es dar certeza jurídica y puntualizar la eficacia de un
procedimiento en cuanto al tiempo para no dejar abierta la posibilidad de que las
autoridades actúen o dejen de hacerlo a su arbitrio, sino, por el contrario,
observen y atiendan puntualmente las reglas que establecen cuando nace y
cuando concluye una facultad, para no generar incertidumbre y arbitrariedad.4
En las circunstancias apuntadas, se debe declarar la nulidad lisa y
llana de la resolución impugnada descrita en el resultando primero de este fallo,
con apego a lo dispuesto por el artículo 51, fracción IV, de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, con relación al diverso 52, fracción
II, del mismo ordenamiento legal.

4
Tesis de Jurisprudencia: I.4o.A. J/24, Registro: 184210, Novena Época, Tribunales Colegiados de Circuito,
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XVII, Junio de 2003. Página: 679.
21
Al resultar fundados los argumentos analizados y suficientes para
declarar la nulidad lisa y llana de la resolución impugnada en estudio, resulta
innecesario analizar los restantes argumentos vertidos por la impetrante en su
demandada de nulidad, ya que cualquiera que fuera el resultado del estudio de
éstos, no se variaría el sentido ni la consecuencia de la nulidad decretada, pues la
actora no obtendría un mayor beneficio al adquirido en el presente fallo.

En este aspecto es aplicable la tesis VIII.2o.27 A, sostenida por el


Poder Judicial de la Federación, que dice:

SENTENCIA DEL TRIBUNAL FISCAL DE LA FEDERACIÓN QUE


DECLARA LA NULIDAD LISA Y LLANA DE LA RESOLUCIÓN
IMPUGNADA. HACE INNECESARIO EL ESTUDIO DE DIVERSAS
CAUSALES DE ILEGALIDAD QUE PUDIERAN PRODUCIR EL
MISMO EFECTO. De la interpretación del artículo 237, primero y segundo
párrafos, del Código Fiscal de la Federación vigente, se advierte que consigna el
principio de congruencia tocante a que la responsable debe ocuparse de todos y
cada uno de los puntos controvertidos; pero el principio sufre una excepción
cuando en el caso se alegan diversas causales de ilegalidad del acto
administrativo fiscal que ven al fondo de la cuestión planteada y no a vicios
formales o de procedimiento, porque al declarar fundada una causal de nulidad
que trajo como consecuencia la invalidez lisa y llana del acto combatido, resulta
ocioso exigir el estudio de los demás conceptos de anulación que atañen al fondo
del negocio, pues cualquiera que fuere su análisis, no variaría el sentido ni la
consecuencia de la nulidad decretada, pues el análisis de los repetidos motivos
de ilegalidad iría en contra de la práctica de la impartición de justicia que debe
ser, en términos del artículo 17 constitucional, pronta, completa e imparcial. Por
otra parte, el decretar la nulidad lisa y llana del acto fiscal combatido no produce
un estado de indefensión, pues en el caso de que la demandada interponga
recurso de revisión fiscal, aunque la responsable sólo haya examinando una
causal de ilegalidad por considerarla fundada y suficiente, una vez interpuesta la
revisión fiscal o medio de impugnación que pueda hacer valer la autoridad
demandada, el Tribunal Colegiado de Circuito a quien corresponda conocer del
mismo, de estimar fundados los agravios opuestos y pronunciarse en el sentido
de revocar la resolución de la Sala, lógica y jurídicamente tendría que ordenar a
ésta que llevara a cabo el análisis de los conceptos de anulación cuyo estudio
omitió. Además, el orden lógico del análisis de los conceptos de nulidad estriba
en que, primero, deberán analizarse los motivos de ilegalidad que puedan llevar
a declarar la nulidad lisa y llana de la resolución y si alguna resultó fundada, es
suficiente para declarar la nulidad aludida, sin que sea necesario estudiar los
siguientes motivos de invalidez, pues por su naturaleza, en términos del artículo
238 del Código Fiscal de la Federación, produce la nulidad citada y excluye el
estudio de las restantes. 5

Por lo expuesto y con fundamento en los artículos 50, 51, fracción


5
Novena Época, Registro: 196920, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tesis Aislada, Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo VII, Febrero de 1998, Materia(s): Administrativa, Tesis: VIII.2o.27 A,
Página: 547.
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ACTOR: **** **** ******* ****** **** ** ****

IV, 52, fracción II de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso


Administrativo, esta instrucción concluye este asunto con base en los siguientes:

PUNTOS RESOLUTIVOS

PRIMERO. La parte actora probó su pretensión.

SEGUNDO. Se declara la nulidad lisa y llana de la resolución


impugnada, misma que ha quedado precisada en el resultando primero de este
fallo, en atención a los razonamientos expuestos en el considerando SEGUNDO.

NOTIFÍQUESE. Así lo resolvió y firma el magistrado instructor en


el presente juicio, Mtro. Jorge Mario Otero Velderrain, ante la secretaria de
acuerdos, la MC. Denice Escalante Apodaca, quien da fe.

DEA/aei

ESTA ÚLTIMA HOJA CORRESPONDE A LA SENTENCIA DEFINITIVA PRONUNCIADA EN EL


EXPEDIENTE NÚMERO 9415/18-06-03-8-ST, PROMOVIDO POR EL REPRESENTANTE LEGAL DE ****
**** ******* ****** **** ** ***** ANTE LA TERCERA SALA REGIONAL DEL NORESTE.

“La Sala que al rubro se indica, de conformidad con lo dispuesto por los
artículos 116, primer y cuarto párrafo, de la Ley General de Transparencia y
Acceso a la Información Pública; 113, fracciones I y III de la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la información Pública; artículo 3, fracción IX de la
Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos
Obligados; y trigésimo Octavo, fracciones I y II, y Cuadragésimo de los
Lineamientos Generales en Materia de Clasificación y Desclasificación de la
Información, así como para la Elaboración de Versiones Públicas; indica que
fueron suprimidos de la versión pública de la presente sentencia, nombre de la
persona moral así como su representante legal, información considerada
legalmente como confidencial, por actualizar lo señalado en dichos supuestos
normativos. Firma el secretario de acuerdos que emite la presente.”

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