Está en la página 1de 2

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES


CURSO: DERECHO CONSTITUCIONAL CARNE: 201502030

Licenciada: Blanca Alfaro


Estudiante Ana Marisol Tintí Mazariegos
Tarea: Resumen de capítulo de Intermedio y Maquiavelo Fecha de entrega: 13/03/2023

Y aunque el pecado original es absuelto a todos los fieles gracias al bautismo, sin embargo
Dios, en su equidad , ha diferenciado la vida de los hombres, estableciendo que algunos fue
ser siervos y otros amos, de manera que el arbitrio de actuar m al de los siervos sea detenido y
limitad o por la potestad de quien domina. P or esto son elegidos príncipes y reyes, para que
con el terror salven del mala sus pueblos y en virtud de las leyes los obliguen a vivir con
rectitud. Creo que es difícil encontrar una exposición más incisiva y sintética de la concepción
negativa del Estado: como la razón de SCI' dcl Estad o es la maldad humana, el poder de los
gobernantes no puede regirse más que con el terror. Se podría objetar que Platón también
tenía una concepción negativa de los Estados existentes, pues sostenía que todos eran malos
con respecto a la república ideal, mas precisamente Platón contraponía los Estados existentes
al Estado óptimo, y en con secuencia, aunque sea por deducción racional, tenía la idea del
Estado bueno. Un fragmento como el de Isidoro no contrapone el Estado malo al bueno. Para
los autores cristianos este momento positivo es la Iglesia, para Marx la sociedad sin clases;
para los primeros una forma de verdadero anti-Estado, para el segundo el no-Estado. Para
completar el marco de las concepciones negativas del Estado , desde que poco antes recordé
a Platón, se debe agregar que la solución platónica del Estado negativo no es ni el anti-Estado
ni el no-Estad o, sino el Estad o ideal, que es la sublimación del Estado, el super-Estado, la
sociedad organizada de manera que las desigualdades entre los miembros de la comunidad
estatal, las desigualdades de las que tiene su origen el Estado como puro dominio, sean
establecidas para siempre y perpetuadas. Por lo que hace a la tiranía, Coluccio retoma la
distinción entre las dos formas especificadas por Bartolo: tirano es tanto quien “invadit imperium
et iustum non habet titulum dominandi” —y se trata del príncipe que conquista el poder sin
tener el título justo, y por tanto es el príncipe usurpador, ilegítimo, etc.— , como quien “superbe
dominatur aut iniustitiam facit vel iura legesque non observât" —y es el príncipe que, aun
teniendo bajo un título justo el poder, lo ejerce violando las leyes, abusando de sus privilegios,
tratando cruelmente a los súbditos, etc.

Me limito a citar un fragmento de un escrito menor, Discurso sobre la reforma del Estado de
Florencia hecho a instancias del Papa León X : La causa de los frecuentes cambios de
instituciones en Florencia, consiste en no haber sido nunca ni republicanas ni monárquicas con
las cualidades genuinas de cada una de estas formas de gobierno; porque se llama monarquía
sólida aquella en que la deliberación es de muchos y la ejecución de uno, y no puede ser
república duradera aquella en que no se satisface la opinión de la mayoría, pues al desatenderla,
se arruina el régimen republicano (cito de Tutte la opere, Milán, Mondadori, 1950, vol. Estos
Estados son inestables por la misma razón por la cual en los partidarios del Estado mixto, como
Polibio, son inestables las formas simples, es decir, porque en ellos y no en las formas simples
se produce más fácilmente el paso de una forma a otra. De cualquier manera, este discurso
sobre la reforma del Estado de Florencia está demasiado vinculado a la coyuntura histórica que
trata como para ser comparado sic et simpliciter con el discurso teórico sobre las formas de
gobierno en general, que Maquiavelo expone en los Discursos. Una vez diferenciados los
Estados en principados y repúblicas, el Príncipe se aboca al estudio de los primeros: Dejaré a un
lado el discurrir sobre las repúblicas porque ya en otra ocasión lo hecho extensamente. Me
dedicaré sólo a los principados, para ir tejiendo la urdimbre de mis opiniones y establecer cómo
pueden gobernarse y conservarse tales principados (cap. II). La primera distinción tratada en el
libro es entre principados hereditarios, en los cuales el poder se transmite con base en una ley
constitucional de sucesión, y principados nuevos, en los que el poder es conquistado por un
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES
CURSO: DERECHO CONSTITUCIONAL CARNE: 201502030

señor que antes de conquistar aquel Estado no era ''príncipe'" (como sucedió en Milán, para
tomar el ejemplo con el que el mismo Maquiavelo inicia el discurso sobre los principados nuevos,
gracias a Francisco S forza). En cuanto a los principados hereditarios, los hay de dos especies:
Los principados [se entiende los hereditarios de los que habla en este capítulo] de que se guarda
memoria han sido gobernados de dos modos distintos: o por un príncipe que elige de entre sus
siervos, que lo son todos, los ministros que lo ayudarán a gobernar, o por u n príncipe asistido
por barones que, no a la gracia del señor, sino a ki antigüedad de su linaje, deben la posición
que ocupan (cap. iv). La distinción inmediatamente es aclarada por los ejemplos que siguen: Los
ejemplos de estas dos clases de gobierno se hallan hoy en el Gran Turco y en el rey de Francia
. . . ] En cambio, el rey de Francia está rodeado por una multitud de antiguos nobles que tienen
sus prerrogativas, que son reconocidos y amados por sus súbditos y que son dueños de un
Estado que el rey no puede arrebatarles sin exponerse. En cuanto a los principados nuevos, a
los que se dedica la mayor parte del libro, Maquiavelo distingue cuatro especies de acuerdo con
el diverso modo de conquistar el poder: a) por virtud; h) por fortuna; c) por maldad (es decir por
violencia), y d) por el consenso de los ciudadanos. En las páginas de Maquiavelo se reencuentran
los tres temas enunciados y desarrollados por Polibio: la tipología clásica de las seis formas de
gobierno, la teoría de los ciclos, y la del gobierno mixto, ejemplificada, como en Polibio, por los
gobiernos de Esparta y Roma. En el primer pasaje habla de “mismos deseos" y de "mismos
humores” y en el segundo de “mismas pasiones”.

También podría gustarte