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Módulo psicoanálisis. Técnicas 1, Cát. Candarle.

“El método psicoanalítico de Freud”

El método implementado por Freud tiene su punto de partida en el procedimiento catártico,


descubierta por Breuer, tenía como premisa que el sujeto sea hipnotizable, tendía a la supresión de
los síntomas y lo conseguía retrotrayendo al paciente al estado psíquico en el cual había surgido cada
uno de ellos por vez primera. Emergían recuerdos, ideas e impulsos ausentes hasta entonces de su
consciencia, y una vez que el sujeto comunicaba al médico, quedaban vencidos los síntomas y evitada
su reaparición.

Breuer y Freud explicaban en su obra este proceso, alegando que el síntoma representaba una
sustitución de procesos psíquicos que no habían podido llegar a la consciencia, o sea una
transformación («conversión») y atribuían la eficacia terapéutica de su procedimiento a la derivación
del afecto concomitante a los actos psíquicos retenidos, afecto que había quedado detenido en su
curso normal y como «represado».

El carácter principal del método catártico, espera que los síntomas desaparezcan espontáneamente
en cuanto la intervención médica basada en ciertas hipótesis sobre el mecanismo psíquico, haya
conseguido dar a los procesos anímicos un curso distinto al que venían siguiendo y que condujo a la
producción de síntomas.

Freud abandonó la hipnosis y modificó la técnica, trata a sus enfermos sin someterlos a influencia
ninguna personal, haciéndoles adoptar simplemente una postura cómoda sobre un diván y
situándose él a su espalda, fuera del alcance de su vista. No les pide tampoco que cierren los ojos,
y evita todo contacto, así como cualquier otro manejo que pudiera recordar la hipnosis. Una tal
sesión transcurre, pues, como un diálogo entre dos personas igualmente dueñas de sí, una de las
cuales evita simplemente todo esfuerzo muscular y toda impresión sensorial que pudiera distraerla
y perturbar la concentración de su atención sobre su propia actividad anímica. La renuncia al
hipnotismo hacía posible la aplicación del procedimiento a un número ilimitado de enfermos.

Freud halló la eficacia terapéutica en las ocurrencias espontáneas de los pacientes, esto es, en
aquellas asociaciones involuntarias que suelen surgir habitualmente en la trayectoria de un proceso
mental determinado, siendo apartadas por el sujeto, que no ve en ellas sino una perturbación del
curso de sus pensamientos. Para apoderarse de estas ocurrencias, Freud invita a sus pacientes a
comunicarle todo aquello que acuda a su pensamiento, aunque lo juzgue secundario, impertinente
o incoherente.

Carácter ppal del método catártico: no transfiere la eficacia mediante sugestión.

En su labor de reunir este material de ideas espontáneas, revelaban los enfermos ciertas lagunas de
su memoria, pero cuando se apremia al sujeto para que llene estas lagunas de su memoria por miedo
de un esfuerzo de atención, se observa que intenta rechazar, con todo género de críticas, las
asociaciones entonces emergentes, y acaba por sentir una molestia directa cuando por fin surge el
recuerdo buscado. De esta experiencia deduce Freud que las amnesias son el resultado de un proceso
al que da el nombre de represión y cuyo motivo ve en sensaciones displacenteras. En la resistencia
que se opone a la reconstitución del recuerdo cree vislumbrar las fuerzas psíquicas que produjeron
la represión.
En las ocurrencias espontáneas, generalmente desatendidas, ve ramificaciones de los productos psíquicos
reprimidos (ideas e impulsos) o deformaciones impuestas a los mismos por la resistencia que se opone a su
reproducción.

Cuanto más intensa sea la resistencia, tanto mayor será esta deformación.

Objeto de esta interpretación no son sólo las ocurrencias del enfermo, sino también sus sueños,
los cuales facilitan un acceso directo al conocimiento de lo inconsciente, sus actos involuntarios y
casuales (actos sintomáticos) y los errores de su vida cotidiana (equivocaciones orales, extravío de
objetos, etc.).

La hipnosis encubre la resistencia; oculta así, a los ojos del médico, el funcionamiento de
las fuerzas psíquicas.

Puede decirse que el fin del tratamiento es suprimir las amnesias. Una vez cegadas todas las
lagunas de la memoria y aclarados todos los misteriosos afectos de la vida psíquica, se hace
imposible la persistencia de la enfermedad e incluso todo nuevo brote de la misma. Puede decirse
también que el fin perseguido es el de destruir todas las represiones, pues el estado psíquico
resultante es el mismo que el obtenido una vez resueltas todas las amnesias.

Puede decirse también que se trata de hacer accesible a la consciencia lo inconsciente, lo


cual se logra con el vencimiento de la resistencia.

El tratamiento no podrá proponerse otro fin que la curación del enfermo, el restablecimiento de su
capacidad de trabajo y de goce.

EI procedimiento terapéutico es, con pequeñas modificaciones, el mismo para todos los cuadros
sintomáticos de las múltiples formas de la histeria y para todas las formas de la neurosis obsesiva.
Pero su empleo no es ilimitado. Los casos más favorables para su aplicación son los de
psiconeurosis crónica, con síntomas poco violentos y peligrosos, esto es, en primer lugar, todas las
formas de neurosis obsesivas, ideas o actos obsesivos, aquellas histerias en las que desempeñan un
papel principal las fobias y las abulias, y, por último, todas las formas somáticas de la histeria, debe
también reunir el sujeto determinadas condiciones. En primer lugar, debe ser capaz de un estado
psíquico normal, pues en períodos de confusión mental o de depresión melancólica no es posible
intentar nada, ni siquiera en los casos de histeria. Deberá poseer asimismo un cierto grado de
inteligencia natural y un cierto nivel ético, edad próxima a los 50 años y la duración del tratamiento
tiene un periodo muy amplio, de 6 meses a 3 años.
POWE CLASE:
1904 “El método psicoanalítico”
1913 “Sobre la iniciación del tratamiento”
1842-1893 Charcot ------ Sugestión hipnótica
1895 Breuer ------- Método catártico
● No todos los pacientes son susceptibles a la hipnosis
● No liquida las resistencias solo las elude
● Hipnosis = terapia sintomal
El método psa: Proviene del método catártico (Pacientes sobre el diván, regla
fundamental: “Cuénteme todo lo que sepa de usted mismo, diga todo lo que se le pase
por la mente y no haga caso a pensamientos que prefiera rechazar”.

Freud y Leonardo Da Vinci

“sobre psicoterapia” La pintura trabaja “per vía di porre”

= Sobre la tela en blanco deposita acumulaciones de colores donde antes no estaban =


Sugestión hipnótica = La escultura procede “per vía di levare” = Quita de la piedra todo
lo que recubre las formas de la estatua contenida en ella terapia analítica

NOSOGRAFIA EN FREUD
Neurosis actuales -Neurosis de angustia
-Neurastenia
Psiconeurosis o - Neurosis Obsesiva
Neurosis de Transf. - Histeria de Conversión
- Fobias
Neurosis Narcisistas - Psicosis . Esquizofrenia
. Paranoia
- Melancolía

“Sobre psicoterapia” Freud

Breuer lo denominó catártico y yo analítico. Es la única que puede conducirnos más allá de
sus propios límites e indicarnos el camino a otras formas de influjo terapéutico.

a) El método analítico es confundido con la sugestión hipnótica. La técnica sugestiva actúa per
via di porre; no se preocupa del origen, la fuerza y el sentido de los síntomas patológicos, sino
que les sobrepone algo -la sugestión- que supone ha de ser lo bastante fuerte para impedir la
exteriorización de la idea patógena. En cambio, la terapia analítica no quiere agregar nada, no
quiere introducir nada nuevo, per via di levare, sino por el contrario quitar y extraer algo, y con
este fin se preocupa de la génesis de los síntomas patológicos y de las conexiones de la idea
patógena que se propone hacer desaparecer. Por mi parte renuncié tempranamente a la
técnica sugestiva, y con ella a la hipnosis, porque dudaba mucho que la sugestión tuviera fuerza
y persistencia suficientes para garantizar una curación duradera.
b) No realizar análisis sin la formación necesaria ya que puede generar más daños. c)
Mientras un tratamiento penoso y largo cure mejor que otro sencillo y breve, habremos de
preferir siempre el primero.
d) Indicaciones y contraindicaciones: No debemos atender tan sólo a la enfermedad, sino
también al valor individual del sujeto, y habremos de rechazar a aquellos enfermos que no
posean un cierto nivel cultural y condiciones de carácter en las que podamos confiar hasta
cierto punto. Tampoco es aplicable a personas que al someterse a tratamiento, no lo
hagan espontáneamente, sino por imposición de sus familiares.
Contraindicaciones:
- Las psicosis y los estados de confusión mental y de melancolía profunda (pudiéramos decir
tóxica) contraindican así la aplicación del psicoanálisis, por lo menos tal y como hoy se
practica. La edad de los enfermos, pues en primer lugar las personas próximas a los cincuenta
años suelen carecer de la plasticidad de los procesos anímicos, y en segundo, la acumulación
de material psíquico prolongaría excesivamente el análisis. El límite opuesto; los individuos
muy jóvenes, son a veces muy asequibles a la influencia analítica.

- No se acudirá tampoco al psicoanálisis cuando se trate de la rápida supresión de


fenómenos amenazadores, ej. Una anorexia histérica.

- Valor individual del sujeto y de su nivel de moral e intelectual.


Nuestra terapia se funda en el conocimiento de que las representaciones inconscientes – la naturaleza
consciente de ciertos procesos anímicos- es la causa primera de los síntomas patológicos. “idea fija”
inconsciente. El descubrimiento y la traducción de lo inconsciente se lleva a cabo contra una continua
“resistencia” del enfermo. En este conflicto que se desarrolla en la vida anímica del enfermo
interviene el médico. Si consigue llevar al enfermo a aceptar algo que hasta entonces había rechazado
(reprimido) a consecuencia de la regulación automática determinada por el displacer, habrá logrado
llevar a buen término una parte importante de labor educativa. el tratamiento psicoanalítico puede
ser considerado como una segunda educación, encaminada al vencimiento de las resistencias
internas.
PP CLASE: Indicaciones y contraindicaciones del psicoanálisis “Sobre
psicoterapia” Características de personalidad:
-Deben poseer cierto grado de cultura y nivel intelectual
-Psicosis y estados de confusión son inapropiados para el psicoanálisis
-No deben superar los 50 años de edad
-Deben poseer cierto nivel ético y moral
-No se deben tratar casos de urgencia

Cuadros psicopatológicos
Los casos crónicos de psiconeurosis: Neurosis obsesiva / Histeria de conversión / Hist. de
angustia o N. fóbica

Criterios de analizabilidad
Joyce McDougall (1920-2011) Psicoanalista infantil
1- Percepción del sufrimiento psíquico
Pacientes que concurren por su propia percepción del sufrimiento.
Otros que llegan por terceros
2- Búsqueda del conocimiento de sí mismo
Capacidad de reconocer que algo le sucede a él mismo y no culpabilizar o responsabilizar a
otros 3- ¿es tolerable la situación analítica?
Tanto para el paciente como para el analista.
Pensar qué tipo de terapia necesita, si es aconsejable una derivación.
4- ¿puede depender de otro sin temor?
Relación con cómo han sido sus vínculos primarios, si puede confiar en el
otro. Capacidad de entrega.
El analista irá interpretando por medio de un método el cual se da en el marco de una relación
terapéutica transferencia, intentando aliviar por medio de la palabra.
Este proceso transcurre bajo un encuadre analítico, cuyo trabajo fundamental es hacer ceder
las resistencias, bajo la modalidad de la interpretación y la asociación libre.
El analista mantendrá una actitud de neutralidad y escuchará con atención
flotante. Pilares del terapeuta: Análisis personal, teoría y supervisión.

Conflicto y déficit

DÉFICIT: Consecuencias clínicas


• Difusión de identidad
• Falta de constancia objetal
• Trastornos de la autoestima
• Trastornos en la regulación de la ansiedad
• Desvitalización “muerto en vida”
• Vivencias de vacio e irrealidad
• Desborde frente a la falta de empatia externa

Sobre la iniciación del tratamiento (nuevos consejos sobre la técnica del psa) Freud

Reglas sobre la iniciación de la cura: (presentadas como consejos y no


pretenderlas incondicionalmente obligatorias).

“selección de los pacientes”, con los enfermos Freud tomó costumbre de aceptarlos primero sólo
provisoriamente, por una sem o dos, porque si uno interrumpe dentro de ese lapso, le ahorra al
enfermo la impresión penosa de un intento de curación informunado.

-uno debe desconfiar de todos los que quieren empezar la cura con una postergación

-Dificultades particulares se presentan cuando han existido vínculos amistosos o de trato


social entre le médico y el pac q ingresa en el análisis.

-actitud confiada del pac = vuelve muy agradable el primer trato con él.
Al escéptico se le dice que el análisis no ha menester que se le tenga confianza, que él tiene
derecho a mostrarse todo crítico y desconfiado que quiera, que uno no pondrá su actitud en la
cuenta de su juicio, y que su desconfianza no es más que un síntoma entre los otros que él tiene, y
no resultará perturbadora siempre que obedezca concienzudamente a lo que le pide la regla del
tratamiento.

PUNTOS IMPORTANTES PARA EL COMIENZO DE LA CURA ANALÍTICA:

● Estipulaciones sobre tiempo y dinero:

Tiempo: “obedezco estrictamente al principio de contratar una determinada hora de sesión.

“en ocasiones uno se encuentra con enfermos a quienes es preciso consagrarles más tiempo que
el promedio de una hora de sesión: es porque ellos pasan la mayor parte de esa hora tratandode
romper el hielo, de volverse comunicativos”. Pregunta que enfermo suele hacer: ¿cuánto durará el
tratamiento?¿cuándo me curará? = la pregunta por la duración del tratamiento es de respuesta
casi imposible.

El PSA requiere siempre lapsos prolongados, medio año o uno entero; son más largos de lo que
esperaba el enfermo. Por eso se tiene el deber de revelarse ese estado de cosas antes que él se
decida en definitiva a emprender el tratamiento.

El médico analista es capaz de mucho, pero no puede determinar con exactitud lo que ha de
conseguir. El introduce un proceso, a saber, la resolución de las represiones exigentes; puede
supervisarlos, promoverlo, quitarle obstáculos del camino, y también por cierto viciarlo en buena
medida. Pero en líneas generales, ese proceso, una vez iniciado, sigue su propio camino y no
admite que se le prescriban ni su dirección ni la secuencia de los puntos que acometerá.

DINERO: Los honorarios del médico: “El analista no pone en entredicho que el dinero haya de
considerarse en primer término como un medio de sustento y de obtención de poder, pero asevera
que en la estima del dinero coparticipan poderosos factores sexuales. Y puede declarar, por eso,
que el hombre de cultura trata los asuntos de dinero de idéntica manera que las cosas sexuales,
con igual duplicidad e hipocresía.

Entonces, se esta resuelto a no hacer otro tanto, sino a tratar las relaciones monetarias ante el
paciente con la misma natural sinceridad en que pretende educarlo para los asuntos de la vida
sexual.

-Negar asistencia gratuita, sin exceptuar de esto a colegas o parientes de ellos- debe tenerse en
cuenta que un tratamiento gratuito importa para el psa mucho más que para cualquier otro.: le
sustrae una fracción considerable de tiempo de trabajo de que dispone para ganarse la vida y por
un lapso de muchos meses. Muchas de las resistencias del neurótico se acrecientan enormemente
por el tratamiento gratuito.

- Hacer que el enfermo se acueste sobre un diván mientras uno se sienta detrás, de modo que él no
vea: resto de tratamiento hipnótico. “no tolero permanecer bajo la mirada fija de otro ocho horas o
más cada día. Y como, mientras escucho, yo mismo me abandono al decurso de mis pensamientos
icc, no quiero que mis gestos ofrezcan al paciente material para sus interpretaciones o lo influyan
en sus comunicaciones”.
● Usted observará que en el curso de su relato le acudirán pensamientos diversos que preferirá
rechazar con ciertas objeciones críticas. Nunca ceda usted a esa critica, dígalo a pesar de ella, y
aún justamente por haber registrado una repugnancia a hacerlo. Más adelante entenderá el
por qué de esto. Diga todo cuanto se le pase por la mente.

= hay pacientes que preparan su relato, para asegurarse aprovechar el tiempo de terapia = en
realidad resistencia.

● Si en el curso del análisis el paciente necesita pasajeramente de otra terapia, clínica o


especializada, es mucho más adecuado acudir a un colega no analista que prestarle uno mismo
esa otra asistencia.

● Tan pronto uno les muestra más de un camino para curarse, los pacientes desvían su interés
del análisis.

● Iniciación de tratamiento: no se debe ceder al ruego de que se les indique de qué deben
hablar. Eso implica que una fuerte resistencia ha pasado al frente para amparar a la neurosis.

● “Ahora bien, mientras las comunicaciones y ocurrencias del paciente afluyan sin detenci+on, no
hay que tocan el tema de la transferencia”. Es preciso aguardan para este, el más espinoso de
todos los procedimientos, hasta que la transferencia haya devenido resistencia.

● ¿Cuándo debemos empezar a hacerle comunicaciones al analizado? ¿Cuándo es oportuno


revelarle el significado secreto de sus ocurrencias, iniciarlo en las premisas y procedimientos
técnicos del análisis? = NO ANTES DE QUE SE HAYA ESTABLECIDO EN EL PACIENTE UNA
TRANSFERENCIA OPERATIVA, UN RAPPORT EN REGLA.

-Habrá que proceder con cautela para no comunicar una solución de síntoma y traducción de
un deseo antes que el paciente esté próximo a ello, de suerte que sólo tenga que dar un corto
paso para apoderarse él mismo de esa solución.

EL MOTOS MÁS DIRECTO DE LA TERAPIA ES EL PADECER DEL PACIENTE Y EL DESEO, QUE AHÍ SE
ENGENDRA, DE SANAR.

Por si sola es incapaz de eliminar la enfermedad; para ello le faltan dos cosas: no conoce los
caminos que se deben recorrer hasta ese término, y no suministra los montos de energía
necesarios contra las resistencias. El tratamiento analítico remedia ambos déficit. La transferencia a
menudo basta por si sola para eliminar los síntomas del padecer, pero de manera provisional,
mientras ella misma subsista.

“La dinámica de la transferencia” - Freud

La transferencia surge necesariamente en toda cura psicoanalítica y cómo llega a desempeñar en


el tratamiento el papel que todos conocemos. Recordaremos, ante todo, que la acción conjunta de
la disposición congénita y las influencias experimentadas durante los años infantiles determina, en
cada individuo, la modalidad especial de su vida erótica, fijando los fines de la misma, las
condiciones que el sujeto habrá de exigir en ella y los instintos que en ella habrá de satisfacer.
Resulta, así, un cliché (o una serie de ellos), repetido, o reproducido luego regularmente, a través de
toda la vida, en cuanto lo permiten las circunstancias exteriores y la naturaleza de los objetos eróticos
asequibles, pero susceptible también de alguna modificación bajo la acción de las impresiones
recientes.

Nuestras investigaciones nos han revelado que sólo una parte de estas tendencias que determinan
la vida erótica han realizado una evolución psíquica completa. Esta parte, vuelta hacia la realidad, se
halla a disposición de la personalidad consciente y constituye uno de sus componentes. En cambio,
otra parte de tales tendencias libidinosas ha quedado detenida en su desarrollo por el veto de la
personalidad consciente y de la misma realidad y sólo ha podido desplegarse en la fantasía o ha
permanecido confinada en lo inconsciente, totalmente ignorada por la conciencia de la
personalidad. El individuo cuyas necesidades eróticas no son satisfechas por la realidad, orientará
representaciones libidinosas hacia toda nueva persona que surja en su horizonte, siendo muy
probable que las dos porciones de su libido, la capaz de conciencia y la inconsciente, participen en
este proceso.

Aquellas peculiaridades de la transferencia sobre el médico, cuya naturaleza e in tensidad no pueden


ya justificarse racionalmente, se nos hacen comprensibles al reflexionar que dicha transferencia no ha
sido establecida únicamente por las representaciones libidinosas conscientes, sino también por las
retenidas o inconscientes.

Por qué la transferencia se nos opone, como resistencia, en el tratamiento psicoanalítico. Toda
adquisición de una psiconeurosis tiene como premisa regular el proceso descrito por Jung con el
nombre de introversión de la líbido, proceso consistente en la disminución de la parte de libido capaz
de cc y orientada hacia la realidad, y el aumento correlativo de la parte icc, apartada de la realidad
confinada en lo icc y reducida a alimentar las fantasías del sujeto.

La libido puesta a disposición de la personalidad se hallaba siempre bajo la atracción de los


complejos inconscientes (o mejor aún: de los elementos inconscientes de estos complejos) y
emprendió la regresión al debilitarse la atracción de la realidad. Para libertarla tiene que ser vencida
esta atracción de lo inconsciente, lo cual equivale a levantar la represión de los instintos
inconscientes y de sus productos. De aquí es de donde nace la parte más importante de la
resistencia, que mantiene tantas veces la enfermedad, aun cuando el apartamiento de la realidad
haya perdido ya su razón de ser. El análisis tiene que luchar con las resistencias emanadas de estas
dos fuentes, resistencias que acompañan todos sus pasos. Cada una de las ocurrencias del sujeto y
cada uno de sus actos tiene que contar con la resistencia y se presenta como una transacción entre
las fuerzas favorables a la curación y las opuestas a ella.

PROCESO QUE SE REPITE EN EL ANÁLISIS: siempre que nos acercamos a un COMPLEJO


PATÓGENO, es impulsado en pri lugar, hacia la cc y tenazmente defendido aquel elemento del
complejo que resulta adecuado para la transferencia.

Cuanto más se prolonga una CURA ANALITICA de la transformación por medio de la transferencia,
llegando asi a una situación en a que todos los conflictos han de ser combatidos ya sobre el terreno
de la transferencia.
LA TRANSFERENCIA QUE SURGE EN LA CURA ANALÍTICA SE NOS MUESTRA SIEMPRE, AL PPIO,
COMO EL ARMA MÁS PODEROSA DE LA RESISTENCIA y podemos deducir la conclusión de que
la
intensidad y la duración de la transferencia son efecto y manifestación de la resistencia.

El MECANISMO DE LA TRANSFERENCIA: queda explicado con su referencia a la disposición de la


líbido, que ha permanecido fijada a imágenes infantiles. Pero la explicación de su actuación en la cura
no la conseguimos hasta examinar sus relaciones con la resistencia.

Distinguir una transferencia «positiva» (sentimientos cariñosos) y una «negativa»


(sentimientos hostiles), y examinar separadamente tales dos clases de la transferencia sobre
el médico.

La transferencia positiva se descompone luego, a su vez, en la de aquellos sentimientos amistosos o


tiernos que son capaces de conciencia y en la de sus prolongaciones en lo inconsciente. Con respecto
a estas últimas, demuestra el análisis que proceden de fuentes eróticas, y así hemos de concluir que
todos los sentimientos de simpatía, amistad, confianza, etc., que entrañamos en la vida, se hallan
genéticamente enlazados con la sexualidad, y por muy puros y asexuales que nos lo representemos
en nuestra autopercepción consciente, proceden de deseos puramente sexuales, habiendo surgido
de ellos por debilitación del fin sexual. Primitivamente no conocimos más que objetos sexuales, y el
psicoanálisis nos muestra que las personas meramente estimadas o respetadas de nuestra realidad
pueden continuar siendo, para nuestro psiquismo inconsciente, objetos sexuales. La solución del
enigma está, por tanto, en que la transferencia sobre el médico sólo resulta apropiada para
constituirse en resistencia en la cura, en cuanto es transferencia negativa o positiva de impulsos
eróticos reprimidos.

La explosión de la transferencia negativa es común en sanatorios, donde el enfermo abandona el


establecimiento sin haber conseguido alivio alguno o habiendo empeorado. La transferencia erótica
no llega a presenciar tan grave inconveniente en los sanatorios, pues en lugar de ser descubierta con
una resistencia a la curación – por lo contrario lo retiene en él -, sino manteniéndole apartado de la
vida real.

En la persecución de la líbido sustraída a la cc hemos penetrado en los dominios de lo icc.


Las reacciones que provocamos entonces muestran algunos de los caracteres peculiares a
los procesos icc.

“Una base segura” Bowlby

POWER DE CLASE DE BOWLBY:

• Tendencia a establecer lazos emocionales íntimos con otros individuos

• A partir de los 6 meses se constituye la conducta de apego, esto ocurre cuando el niño adquiere la
capacidad cognitiva de conservar a su madre en la mente cuando ella no está

Pautas de apego:

• Apego seguro: el niño confía en que sus padres o cuidadores serán accesibles, sensibles y
colaboradores si el se encuentra en una situación atemorizante
• Apego ansioso resistente o ambivalente: el niño está inseguro de si su progenitor será accesible o
sensible ante su necesidad de ayuda.
• Apego ansioso elusivo o evitativo : el niño no confía en que cuando busque a sus cuidadores
recibirá una respuesta servicial, sino por el contrario espera ser desairado (falso si-mismo de
W.)

MOI: son estructuras inc. que se dan como resultado de las interacciones cotidianas con sus padres.

El papel del terapeuta será darle la posibilidad al paciente de explorar los modelos de apego con
sus vínculos primarios con el fin de volver a evaluarlos y reestructurarlos.

El papel del terapeuta es análogo al de una madre que proporciona una base segura desde
la cual explorar el mundo. Este debe ser: confiable, atento, sensible y empático.

No es en modo alguno PASIVO (el terapeuta)

En varias oportunidades el paciente puede sentir temor a ser tratado por el terapeuta del mismo modo
en que él fue tratado (sentirse humillado, rechazado, criticado)

También puede sentirse atrapado en una relación en la cual crea que debe servir a los intereses
del terapeuta. Esto sucede cuando la madre x ej. ha convertido al niño en su cuidador.

Los padres traen su historia y esto explica su accionar (no culpabilizar a los

padres). ---------- fin pp.

En la teoría del apego fue formulada para explicar ciertas pautas de conducta características no solo
de los bebés y los niños sino también de los adolescentes y los adultos, que fue anteriormente
conceptualizada en términos de dependencia y sobredependencia. En su formulación original, las
observaciones del modo en que los niños pequeños responden cuando se los coloca en un lugar
desconocido, con gente desconocida, y las consecuencias que tales experiencias tienen en las
relaciones posteriores con los padres, fueron especialmente influyentes. En todo el trabajo
posterior, la teoría ha seguido estando estrechamente ligada a las observaciones detalladas y a los
datos de las entrevistas sobre como los individuos responden en situaciones determinadas.
Históricamente la teoría se desarrollo fuera de la tradición de las relaciones objetales en el
psicoanálisis; pero también se ha basado en conceptos de la teoría de la evolución, de la etología,
de la teoría del control y de la psicología cognitiva

La teoría del apego subraya:


a). el status primario y la función biológica de los lazos emocionales íntimos entre los individuos,
cuya formación y conservación se supone que están controladas por un sistema cibernético situado
dentro del sistema nervioso central, utilizando modelos operantes del sí-mismo y de la figura de
apego en la relación mutua.

(b) la poderosa influencia que ejerce en el desarrollo de un niño el modo en que es tratado
por sus padres, especialmente por la figura materna, y

(c) que los actuales conocimientos sobre el desarrollo del bebé y el niño exigen que una teoría de los
caminos del desarrollo reemplace a las teorías que recurren a las bases específicas del desarrollo, en
las que se afirma que una persona puede quedar fijada y/o a las que puede regresar.
La teoría del apego considera la tendencia a establecer lazos emocionales íntimos con
individuos determinados como un componente básico de la naturaleza humana, durante la
infancia los lazos se establecen con los padres, a los que se recurre en busca de protección,
consuelo y apoyo. Los lazos emocionales íntimos no se consideran subordinados ni derivados
del alimento ni del sexo. La
capacidad de establecer lazos emocionales íntimos con otros individuos es considerada como un
rasgo importante del funcionamiento efectivo de la personalidad y de la salud mental.

La búsqueda de cuidados es manifestada por un individuo más débil y menos experimentado hacia
alguien a quien se considera más fuerte y/o más sabio, quien desempeña el papel de buscador de
cuidados se mantiene dentro del alcance de la persona dadora, y el grado de proximidad o de fácil
accesibilidad depende de las circunstancias: de ahí el concepto de conducta de apego. La
exploración del entorno, incluyendo el juego y las diversas actividades con compañeros, es
considerada como tercer componente básico de la conducta de apego.

Cuando uno se siente seguro, es probable que explore lejos de su figura de apego. Cuando está
alarmado, ansioso o enfermo siente la necesidad de la proximidad. Aproximadamente a los 3 años,
un niño seguro, se vuelve lo suficientemente confiado para aumentar el tiempo y distancia. La pauta
de apego no se constituye hasta la segunda mitad del primer año.

El desarrollo de la conducta de apego como un sistema organizado, teniendo como objetivo la


conservación de la proximidad o de la accesibilidad a una figura materna discriminada, exige que el
niño haya desarrollado la capacidad cognitiva de conservar a su madre en la mente cuando ella no
está presente: esta capacidad se desarrolla durante los segundos seis meses de vida. La conducta de
apego se organiza mediante un sistema de control dentro del sistema nervioso central y un sistema
de motivación. La presencia de un sistema de control del apego y su conexión con los modelos
operantes del sí-mismo y de la figura o figuras de apego que elabora la mente durante la infancia,
son características centrales del funcionamiento de la personalidad a lo largo de la vida.

Una característica importante: es la hipótesis de que la conducta de apego se organiza mediante un


sistema de control dentro del sistema nervioso central, análogo a los sistemas de control fisiológico
que mantienen dentro de determinados límites las medidas fisiológicas tales como la tensión
sanguínea y la temperatura corporal. Así, la teoría propone que de un modo análogo a la
homeostasis fisiológica, el sistema de control del apego mantiene la conexión de una persona con
su figura de apego entre ciertos !imites de distancia y accesibilidad.

La presencia de un sistema de control del apego y su conexión con los modelos operantes
del sí-mismo y de la figura o figuras de apego que elabora la mente durante la infancia son
características centrales del funcionamiento de la personalidad a lo largo de la vida.

PAUTAS DE APEGO Y CIRCUNSTANCIAS QUE DETERMINAN SU DESARROLLO


La pauta de apego que un individuo desarrolla durante los años de inmadurez —la primera
infancia, la niñez y la adolescencia— está profundamente influida por el modo en que sus padres (u
otras figuras de paternidad) lo tratan.
Tres pautas principales de apego, descritas en primer lugar por Ainsworth, están actualmente bien
identificadas junto con las circunstancias familiares que las favorecen. Son:

1. en primer lugar, la pauta del apego seguro, en la que el individuo confía en que sus padres (o
figuras parentales) serán accesibles, sensibles y colaboradores si él se encuentra en una situación
adversa o atemorizante. Con esta seguridad, se atreve a hacer sus exploraciones del mundo. Esta
pauta es favorecida por el progenitor —en los primeros años especialmente por la madre—
cuando se muestra fácilmente accesible y sensible a las señales de su hijo, y amorosamente
sensible cuando éste busca protección y/o consuelo.

2. Una segunda pauta es la del apego ansioso resistente (ambivalente) en el cual el individuo está
inseguro de si su progenitor será accesible o sensible o si lo ayudará cuando lo necesite. A causa
de esta incertidumbre, siempre tiene tendencia a la separación ansiosa, es propenso al
aferramiento y se muestra ansioso ante la exploración del mundo. Esta pauta, en la que el
conflicto es evidente, se ve favorecida por el progenitor que se muestra accesible y colaborador
en algunas ocasiones pero no en otras, y por las separaciones y —como demuestran los
descubrimientos clínicos— por las amenazas de abandono utilizadas como medio de control. 3.

3. Una tercera pauta es la del apego ansioso elusivo (evitativo), en el que el individuo no confía en
que cuando busque cuidados recibirá una respuesta servicial sino que, por el contrario, espera
ser desairado, esta pauta, en la que el conflicto está más oculto, es el resultado del constante
rechazo de la madre cuando el individuo se acerca a ella en busca de consuelo y protección. Los
casos más extremos son consecuencia de los rechazos repetidos.

Algunos niños parecieron estar desorientados y/o desorganizados. Un niño parece aturdido; otro
queda paralizado; un tercero establece alguna estereotipia; un cuarto niño empieza a moverse y se
detiene inexplicablemente, estas formas peculiares de conducta se producen en niños que muestran
una versión desorganizada de una de las tres pautas típicas, a menudo la del ansioso resistente, se
observan en niños que han sido maltratados físicamente y/ o totalmente descuidados por sus
padres. Otros se producen en parejas en las que la madre padece una forma grave de enfermedad
afectiva bipolar y trata al niño de un modo desigual e imprevisible. Incluso otros son manifestados
por niños cuyas madres aún están ocupadas en el duelo de una figura paterna perdida durante su
infancia, y por aquellos cuyas madres sufrieron-de niñas malos tratos físicos o sexuales

UNA TEORIA DE LA INTERNALIZACIÓN

Con el fin de explicar la tendencia de las pautas de apego a convertirse cada vez más en una
característica del niño, la teoría del apego recurre al concepto de los modelos operantes ya descritos
del sí-mismo y de los padres, son construidos por el niño durante los primeros años de su vida y,
según se postula, pronto se establecen como estructuras cognitivas influyentes. Las pruebas
analizadas sugieren que las formas que adoptan están basadas en la experiencia del niño de las
interacciones cotidianas con sus padres. Posteriormente, el modelo de sí-mismo que construye
también refleja las imágenes que sus padres tienen de él, imágenes que están comunicadas no sólo
por el modo en que cada uno lo trata, sino por lo que cada uno le dice. Estos modelos dominan el
modo en que se siente con respecto a cada progenitor y con respecto a él mismo, el modo en que
espera que cada uno de ellos lo trate, y el modo en que planifica su conducta hacia ellos. Una vez
constituidos operan de manera inconsciente.

La clave para la comprensión de estas diferencias en el grado en que estos modelos quedan
actualizados se encuentra en las profundas diferencias en la libertad de comunicación entre la
madre y el niño que caracteriza a las parejas de los dos tipos. Esta es una variable a Ia que
Bretherton (1987) ha prestado especial atención.
#DATO: La madre de un bebé que más tarde presenta un apego ansioso, probablemente controla
el estado de su bebé solo de manera esporádica y, cuando percibe las señales, responde tardía
y/o inadecuadamente. Además, en el momento en que el bebé cumple el primer año, estas
diferencias en la libertad de comunicación se hacen claramente evidentes en el procedimiento de
“la situación extraña" de Ainsworth (Grossmann, Grossmann y Schwan, 1986). Incluso en el
episodio introductorio, cuando el bebé y la madre están a solas, se observó que era mayor la
cantidad de parejas seguras que entablaban comunicación directa mediante el contacto visual, la
expresión facial y la vocalización, y mostrándose y compartiendo juguetes, que las inseguras. A
medida que aumenta la tensión del niño, aumentan las diferencias entre las parejas. Así, en el
episodio de la reunión después de la segunda separación, todas las parejas seguras -salvo una- se
comunicaban de un modo directo, en contraste con una minoría de las parejas inseguras. Hubo,
además, otra diferencia sorprendente. Mientras cada niño clasificado como seguro estaba en
comunicación directa con su madre, no sólo cuando estaba contento sino también cuando estaba
afligido, los niños clasificados como elusivos, si entablaban una comunicaci6n directa sólo lo
hacían cuando estaban contentos.

El resultado de este análisis es que la obstrucción de la comunicación entre las diferentes partes de
una personalidad -o de los sistemas internos de ésta-, que desde los primeros tiempos Freud
consideró problemas cruciales por resolver, se ve actualmente como un reflejo de las respuestas y
las comunicaciones diferenciales de una madre con su hijo. Cuando una madre responde
favorablemente sólo a algunas de las comunicaciones emocionales de su hijo y hace la vista gorda o
desalienta activamente otras, se establece una pauta para que el niño se identifique con las
respuestas favorables y niegue las otras.

Un terapeuta que aplica la teoría del apego considera que su papel es el de proporcionar las
condiciones en las que su paciente pueda explorar sus modelos representativos de sí mismo y de sus
figuras de apego con el fin de volver a evaluarlos y reestructurarlos a la luz de la nueva comprensión
adquirida y de las nuevas experiencias vividas en la relación terapéutica. Al ayudar al paciente a lograr
este fin, el papel del terapeuta puede ser descrito según cinco puntos principales. El primero consiste
en proporcionar al paciente una base segura desde la cual explorar los diversos aspectos
desdichados y dolorosos de su vida pasada y presente, en muchos de los cuales le resulta difícil o tal
vez imposible pensar y reconsiderarlos sin un compañero confiable que le proporcione apoyo, aliento,
comprensión y, en ocasiones, una guía. El segundo es el de ayudar al paciente en sus exploraciones,
alentándolo a considerar los modos en que entabla relaciones con figuras significativas en su vida
presente, cuáles son sus expectativas con respecto a sus propios sentimientos y conducta y con
respecto a los de los demás, qué tendencias inconscientes puede estar poniendo en juego cuando
elige una persona con la que espera mantener una relación íntima y cuando crea situaciones que lo
perjudican. La tercer tarea es analizar la relación entre terapeuta-paciente. En ésta el paciente
introducirá todas las percepciones, las construcciones y las expectativas de cómo puede sentirse y
comportarse con él una figura de apego dictada por sus modelos operantes de los padres y del
sí-mismo. La cuarta tarea consiste en alentar al paciente a considerar el modo en que sus
percepciones y expectativas presentes y los sentimientos y acciones que aquéllas originan pueden
ser el producto de acontecimientos y situaciones que enfrentó durante su infancia y adolescencia
(análisis de sus percepciones). La quinta tarea es capacitar al paciente para reconocer que sus
imágenes (modelos) de él mismo y de los demás pueden o no ser apropiadas para su presente y
su futuro. Una vez que ha captado la naturaleza de sus imágenes dominantes, y que ha rastreado
sus origines, puede comenzar a comprender qué lo ha llevado a verse a sí mismo y al mundo de esa
manera, y por lo tanto a sentir, pensar y actuar como lo hace, está en condiciones de reflexionar
sobre la exactitud y adecuación de esas imágenes y sobre las ideas y acciones a las que conducen.

La alianza terapéutica aparece como una base segura, un objeto interno como un modelo operante
—o representativo, o de una figura de apego— la reconstrucción como los recuerdos exploratorios
del pasado, la resistencia (a veces) como una profunda desgana por desobedecer las órdenes
pasadas de los padres a no decir o no recordar algo. Entre los puntos de diferencia está el acento
puesto en el papel del terapeuta como compañero del paciente en la exploración que éste hace de sí
mismo y de sus experiencias, así el paciente es estimulado a creer que, con apoyo y una guía
ocasional, puede descubrir por sí mismo la verdadera naturaleza de los modelos que subyacen en sus
pensamientos, sus sentimientos y sus acciones y que, al examinar la naturaleza de sus primeras
experiencias con sus padres, o padres sustitutos, comprenderá qué lo llevó a construir los modelos
actualmente activos en su interior, y así ser libre para reestructurarlos. El terapeuta intenta ser
confiable, atento, empático y comprensivamente sensible, y también estimular al paciente a que
explore el mundo de sus pensamientos, sus sentimientos y sus actos no sólo del presente sino
también del pasado. Aunque siempre aliente al paciente a tomar la iniciativa, el terapeuta no es en
modo alguno pasivo. Por un lado intenta ser atento y sensible. Por el otro, reconoce que existen
ocasiones en que él mismo debería tomar la iniciativa.

“Consejos al médico en el tratamiento psicoanalítico”

Las reglas técnicas:

a) Acoger toda la información con una igual atención flotante. Rechaza todo método
auxiliar. Debe evitar toda influencia consciente sobre su facultad retentiva y
abandonarse por completo a su memoria inconsciente. O en términos puramente
técnicos: Debe escuchar al sujeto sin preocuparse de si retiene o no sus palabras.
b) No tomar apuntes. Podemos infringir sin remordimiento esta regla cuando se trata de
fechas, textos de sueños o singulares detalles aislados, que pueden ser desglosados
fácilmente del conjunto y resultan apropiados para utilizarlos independientemente como
ejemplos. c) La anotación de datos durante las sesiones del tratamiento podía justificarse con
el propósito de utilizar el caso para una publicación científica.
d) Antes de terminar un tratamiento no es conveniente elaborar científicamente un caso. El éxito
terapéutico padece en estos casos utilizados desde un ppio para un fin científico y tratados en
consecuencia. Hay mejores resultados terapéuticos en los que actuaron como si no
persiguieran fin ninguno determinado, actuando libremente.
e) Recomienda tomar como modelo durante tratamiento psa la conducta del cirujano, que
impone silencio a todos sus afectos e incluso a su compasión humana y concentra todas sus
energias psíquicas en su único fin: operar bien/cura analítica. Mantener una máxima distancia
afectiva. “Puntos ciegos del médico” resistencias que aparten de su conciencia lo que su
inconsciente ha discernido.
f) “Regla psicoanalítica fundamental” del mismo modo que el analizado ha de comunicar todo
aquello que la introspección le revela, absteniéndose de toda objeción lógica o afectiva que
intente moverle a realizar una selección, el médico habrá de colocarse en situación de utilizar,
para la interpretación y el descubrimiento de lo inconsciente oculto, todo lo que el paciente le
suministra, sin sustituir con su propia censura la selección a la que el enfermo ha renunciado.
Que el analista haya realizado un propio análisis para vencer sus resistencias.
g) No deberemos de poner en juego nuestra propia individualidad en el tratamiento, esta actitud
abierta dificulta la transferencia. “el médico debe permanecer impenetrable para el enfermo y
no mostrar, como un espejo, más que aquello que le es mostrado” Metáfora del espejo.
h) Debe saber dominarse el médico y subordinar su actuación a las capacidades del
analizado más que a sus propios deseos, como médicos debemos ser tolerantes con las
flaquezas del enfermo y satisfacernos con haber devuelto a un individuo una parte de su
capacidad funcional y de goce.
i) ¿en que medida debemos requerir la colaboración intelectual del analizado en el
tratamiento? Hay que atenerse ante todo a la personalidad del paciente, pero sin dejar de
observar jamás la mayor prudencia. Labor mental como reunir sus recuerdos, reflexionar
sobre un período determinado de su vida, etc.
PP CLASE:
“RESISTENCIA”: -Todo aquello que en los actos y palabras del analizado se opone al acceso
de su propio inconsciente.
-La resistencia constituye lo que impide el trabajo terapéutico. (1900)
-Es quien provoca que determinados contenidos Inc. aparezcan disfrazados en
el discurso. (1904)
-Se pretende sortear las resistencias mediante la interpretación, con el objeto de
volverlas CC. Para el paciente.

Inhibición, Síntoma y angustia «ADDENDA


CONTRAINVESTIDURA

Acción en resguardo de la Represión que en el empeño terapéutico registramos


como Resistencia. Neurosis Obsesiva
Neurosis Histérica
Neurosis Fóbica

1926 Inhibición síntoma y angustia


Clasificación
- Represión
Del YO - Transferencia
- Beneficio secundario de la enfermedad
Del ELLO - Compulsión a la repetición
Del S/YO - Sentimiento de culpa o necesidad de
castigo
TRANSFERENCIA:
Etchegoyen
La transferencia es un fenómeno general, universal y espontaneo. Se une el pasado con
el presente por medio de un falso enlace, superponiendo el objeto originario por el
actual. Freud 1912
“ella se produce necesariamente en una cura psicoanalítica y alcanza su consabido
papel durante el tratamiento”

TRANSFERENCIA COMO MOTOR Y OBSTACULO


“la transferencia se nos aparece siempre en un primer momento, solo como el arma más poderosa de
la resistencia” (Freud)
Obstáculo : Porque repite en la figura del analista en lugar de recordar.
Cuando se la interpreta en el aquí y ahora, pasa a ser un instrumento y es la herramienta
fundamental del Psicoanálisis. (motor)
“un enemigo no puede ser vencido en ausencia”
Esta vuelve actuales las mociones de amor olvidadas y escondidas del paciente.

TRANSFERENCIA: Positiva y Negativo

Positiva - sentimientos tiernos (sublimación)


- sentimientos eróticos (resistencias)
Negativa - Sentimientos hostiles (resistencias)
Después va a decir que la erótica y la hostil van a ser resistencias:
“la T. solo resulta apropiada como resistencia cuando es una T. negativa o una positiva de
mociones eróticas reprimidas”
Vamos a interpretar las resistencias para transformar la “repetición” en “historia”

GIRO RELACIONAL EN PSICOANALISIS


• LOS PRECURSORES: DE FERENCZI A MITCHELL
• LO INTRAPSÍQUCO Y LO INTERPERSONAL: DE LA «MENTE AISLADA» A LA MENTE EN RELACIÓN
• DESCENTRAMIENTO DEL MODELO PULSIONAL
• PSICOLOGÍA BI-PERSONAL
• CO-CONSTRUCCIÓN DE SIGNIFICADOS
• RESISTENCIA: DEL “CONFLICTO INTRAPSIQUICO” AL “CONFLICTO INTERPERSONAL”
--- fin power, texto sigue=
“Inhibición, síntoma y angustia”

La inhibición son restricciones de las funciones del yo, el yo renuncia a ciertas funciones
para evitar una nueva represión y no tener conflicto con la instancia psíquica implicada.
El síntoma sería un signo y un sustitutivo de una expectativa de satisfacción de un instinto, un
resultado del proceso de la represión. Por medio de la represión logra el yo impedirle que la idea,
el vehículo del impulso prohibido, alcance a ser consciente. El análisis revela muchas veces que
dicha representación ha continuado existiendo como formación inconsciente. En las descripciones
que hasta ahora hemos hecho del proceso de la represión aparece, desde luego, acentuando el
apartamiento de la consciencia de la representación reprimida como resultado del proceso
represor. Pero se deja aún margen a ciertas dudas. Así, la cuestión de cuál es el destino del impulso
instintivo activado en el ello y que tiende a su satisfacción. A esta interrogación respondimos
diciendo que el proceso de la represión se transformaba en displacer el placer de satisfacción
esperado.

De lo dicho se deriva otra nueva interrogación: la de cómo es posible económicamente que un mero
proceso de sustracción o desviación, como el que tiene efecto al retraer la carga preconsciente del
yo, puede generar displacer o angustia, afectos que según nuestras hipótesis, sólo pueden
consecuencia
de un aumento de carga. A esto respondemos que tal secuencia causal no necesita declaración
económica alguna, pues la angustia que surge en la represión no es creada de nuevo, sino
reproducida como estado afectivo, según una imagen mnémica previa. El síntoma surge del impulso
instintivo obstruido por la represión. A pesar de la represión, la moción pulsional ha encontrado, por
cierto, un sustituto, pero uno harto mutilado, desplazado {descentrado}, inhibido. Ya no es
reconocible como satisfacción. Y si ese sustituto llega a consumarse, no se produce ninguna sensación
de placer; en cambio de ello, tal consumación ha cobrado el carácter de la compulsión. Pero en esta
degradación a síntoma del decurso de la satisfacción, la represión demuestra su poder también en
otro punto. El proceso sustitutivo es mantenido lejos, en todo lo posible, de su descarga por la
motilidad; y si esto no se logra, se ve forzado a agotarse en la alteración del cuerpo propio y no se le
permite desbordar sobre el mundo exterior; le está prohibido transformarse en acción.

En el “yo y el ello” el yo se hallaba, tanto con respecto a ello como al super yo, en una relación de
dependencia y describimos su impotencia y su ansiedad hacia ambos, revelando la trabajosa
dificultad con la que mantenía su apariencia de superioridad.

● Resistencias del YO – ELLO – SUPERYÓ:

Resistencias del YO:

· Represión: Para Freud es un sinónimo de mecanismo de defensa que se estructura luego


del Complejo de Edipo. Es un esfuerzo de desalojo. La represión se defiende de impulsos,
sentimientos y deseos que si llegan a la consciencia generarían angustia. La asociación libre
promueve a la represión.

· Transferencia: Para Freud, se lucha con conflictos infantiles que generan la represión. En
este caso aparece la repetición actuada (lo que se repite y no se recuerda son las
enfermedades infantiles, por ej. pensamientos, sentimientos, impulsos, etc.). La situación
analítica va a reavivar lo reprimido, e invita a la transferencia.
· Beneficio secundario de la enfermedad: el paciente convive con el síntoma y el paciente tiene
mayor atención a partir de que la gente conoce y se acostumbra a su síntoma; con lo cual se
genera una ventaja a partir del padecimiento de la enfermedad. Hay algo del síntoma que se
incorpora, y se vuelve egosintónico.
● Resistencias del ELLO:

· Compulsión a la repetición: Aquello que ha permanecido reprimido, retorna continuamente,


y la situación analítica reactiva el material reprimido. Requiere una elaboración. No basta con
que el individuo tome conciencia del hábito, sino que requiere conectar con el afecto, poner en
palabras, hacer un insight. La compulsión a la repetición es el mecanismo responsable de la
transferencia (según Laplanche).

● Resistencias del SUPERYÓ:

· Sentimientos de culpa y necesidad de castigo: la expresión máxima de resistencia en el Superyó


es la Reacción Terapéutica Negativa (RTN). Freud afirma que el responsable es el Superyó.
Melanie Klein afirma que la RTN surge a través de la envidia, de no permitirle al analista llevarse
el éxito del tratamiento. Esto se denomina impass analítico, y tenemos que ver si algo que hizo el
psicólogo tuvo que ver.

Sandler afirma que hay otros tipos de resistencias, basados en: - Resistencia basada en errores
técnicos del analista. - Resistencia por finalización del tratamiento (miedo a perder el vínculo con
el analista). - Resistencia por la amenaza que le causa el análisis a la autoestima del individuo.

“Observaciones sobre el amor de transferencia”- Freud

PP CLASE:
Freud 1915

¿Cómo se presenta? La paciente declara de manera directa haberse enamorado del médico.

¿Qué provoca? La pérdida de interés en el tratamiento. La paciente resigna sus síntomas y


se declara sana

¿Cuándo aparece? En un punto temporal en el que fue preciso alentar a la paciente


a recordar o admitir un fragmento muy penoso y fuertemente reprimido de su
biografía. Resistencia

¿Cómo debe comportarse el analista? (cuestión técnica y ética)


La cura debe ser realizada en abstinencia

“si su cortejo fuera correspondido sería un triunfo para la paciente y una derrota para la
cura”… “de este modo la paciente actúa, repite lo que no puede recordar”

El analista debe tomarlo como algo “no real”, con el cuidado de no ofender a la
paciente y ayudarla a construir el camino a lo inconsciente reprimido.

«Consentir es tan funesto como sofocar»

Características

1- Es provocada por la situación analítica

2- Es empujada hacia arriba por la resistencia

3- Carece de miramiento por la realidad objetiva

Es menos prudente, menos cuidadosa y más ciego en la apreciación de la persona amada

Al saber que la paciente se ha enamorado del médico opinará que sólo caben dos soluciones: o las
circunstancias de ambos les permiten contraer una unión legítima y definitiva, cosa poco frecuente,
o, lo que es más probable, tienen que separarse y abandonar la labor terapéutica comenzada. Existe,
desde luego, una tercera solución, que parece además compatible con la continuación de la cura: la
iniciación de unas relaciones amorosas ilegítimas y pasajeras; pero tanto la moral burguesa como la
dignidad profesional del médico la hacen imposible. De todos modos, el profano demandará que el
analista le presente alguna garantía de la exclusión de este último caso. La paciente, incluso la más
dúctil hasta entonces, pierde de repente todo interés por la cura y no quiere ya hablar ni oír hablar
más que de su amor, para el cual demanda correspondencia. No muestra ya ninguno de los síntomas
que antes la aquejaban, o no se ocupa de ellos para nada, y se declara completamente curada. Todo
aquello que viene a perturbar la cura es una manifestación de la resistencia. La paciente aparece
absorbida por su enamoramiento, y esta transformación se ha producido precisamente en un
momento en el que suponíamos que la persona iba a comunicar o a recordar un fragmento
especialmente penoso e intensamente reprimido de la historia de su vida. Por tanto, el
enamoramiento venía existiendo desde mucho antes; pero ahora comienza a servirse de él la
resistencia para coartar la continuación de la cura, apartar de la labor analítica el interés de la
paciente y colocar al médico en una posición embarazosa.

¿Cómo ha de comportarse el analista para no fracasar en esta situación, cuando tiene la convicción
de que la cura debe ser continuada, a pesar de la transformación amorosa y a través de la misma?

No debe aceptar el amor, la cura debe desarrollarse en abstinencia, moverla a renunciar a sus
pretensiones amorosas y proseguir la labor analítica. Invitar a la paciente a yugular sus instintos, a la
renuncia y a la sublimación, en cuanto nos ha confesado su transferencia amorosa, sería un solemne
desatino. o. Contra las pasiones, nada se consigue con razonamientos, por elocuentes que sean. La
paciente no verá más que el desprecio, y no dejará de tomar venganza de él. Conservamos la
transferencia amorosa, pero la tratamos como algo irreal, como una situación por la que se ha de
atravesar fatalmente en la cura, que ha de ser referida a sus orígenes inconscientes y que ha de
ayudarnos a llevar a la consciencia de la paciente los elementos más ocultos de su vida erótica,
sometiéndolos así a su dominio consciente. Debemos conservar, sin satisfacerla, la transferencia
amorosa, para utilizarla en la labor analítica.

La paciente se muestra caprichosa y desobediente; ha dejado de interesarse por el análisis y


seguramente de creer en las afirmaciones del médico. Así, pues, lo que hace no es sino manifestar
una resistencia bajo la forma de enamoramiento, y sin tener siquiera en cuenta que de aquel modo
coloca al médico en una situación muy embarazosa, pues si rechaza su pretendido amor, como se lo
aconsejan su deber y su conocimiento de la situación real, dará pretexto a la paciente para hacerse la
despreciada y eludir, en venganza, la curación que él podría ofrecerle, como ahora la elude con su
enamoramiento. Como segundo argumento contra la autenticidad de este amor aducimos la
afirmación de que el mismo no presenta ni un solo rasgo nuevo nacido de la situación actual, sino
que se compone, en su totalidad, de repeticiones y ecos de reacciones anteriores e incluso
infantiles, y nos comprometemos a demostrárselo así a la paciente con el análisis detallado de su
conducta amorosa. Este enamoramiento se compone de nuevas ediciones de rasgos antiguos y
repite reacciones infantiles.

1º. Es provocado por la situación analítica. 2º. Queda intensificado por la resistencia dominante en
tal situación; y 3º. Es menos prudente, más diferente a sus consecuencias y más ciego en la
estimación de la persona amada que otro cualquier enamoramiento normal. Pero no debemos
tampoco olvidar que precisamente estos caracteres divergentes de lo normal constituyen el nódulo
esencial de todo enamoramiento. Para la conducta del médico resulta decisivo el primero de los tres
caracteres indicados. Sabiendo que el enamoramiento de la paciente ha sido provocado por la
iniciación del tratamiento analítico de la neurosis, tiene que considerarlo como el resultado
inevitable de una situación médica. 1º. Es provocado por la situación analítica. 2º. Queda
intensificado por la resistencia dominante en tal situación; y 3º. Es menos prudente, más diferente a
sus consecuencias y más ciego en la estimación de la persona amada que otro cualquier
enamoramiento normal. Pero no debemos tampoco olvidar que precisamente estos caracteres
divergentes de lo normal constituyen el nódulo esencial de todo enamoramiento. Para la conducta
del médico resulta decisivo el primero de los tres caracteres indicados. Sabiendo que el
enamoramiento de la paciente ha sido provocado por la iniciación del tratamiento analítico de la
neurosis, tiene que considerarlo como el resultado inevitable de una situación médica. Su fin es
devolver a la enferma la libre disposición de su facultad de amar, coartada ahora por fijaciones
infantiles, pero devolvérsela no para que la emplee en la cura, sino para que haga uso de ella más
tarde, en la vida real, una vez terminado el tratamiento. La enferma debe aprender de él a dominar
el principio de placer y a renunciar a una satisfacción próxima, pero socialmente ilícita.

De este modo, el psicoterapeuta ha de librar un triple combate: en su interior, contra los poderes que
intentan hacerle descender del nivel analítico; fuera del análisis, contra los adversarios que le
discuten la importancia de las fuerzas instintivas sexuales y le prohíben servirse de ellas en su técnica
científica; y en el análisis, contra sus pacientes, que al principio se comportan como los adversarios,
pero manifiestan luego la hiper estimación de la vida sexual que los domina, y quieren aprisionar al
médico en las redes de su pasión, no refrenada socialmente.

“Recordar, repetir y reelaborar” – Freud


PP CLASE: Neurosis de transferencia

Freud en Recordar, Repetir y Reelaborar(1914) la define como un concepto técnico: la


enfermedad originaria se transforma en una nueva que se canaliza hacia el terapeuta y
la terapia.

“sustituir su neurosis ordinaria por una neurosis de transferencia de la que puede ser curado
en virtud del trabajo terapéutico”

En Introducción del Narcisismo: la neurosis de transferencia se contrapone a la


neurosis narcisística, siendo así un concepto psicopatológico

El médico revela al enfermo resistencias que él mismo desconoce, y una vez vencidas éstas, el sujeto
relata sin esfuerzo alguno las situaciones y relaciones olvidadas. Naturalmente, el fin de estas
técnicas ha permanecido siendo el mismo: descriptivamente, la supresión de las lagunas del
recuerdo; dinámicamente, el vencimiento de las resistencias de la represión.

Cuando el paciente habla de este material «olvidado», rara vez deja de añadir: En realidad, siempre
he sabido perfectamente todas estas cosas; lo que pasa es que nunca me he detenido a pensar en
ellas. El «olvido» queda nuevamente restringido por la existencia de recuerdos encubridores. Sobre
todo en las diversas formas de las neurosis obsesivas, el olvido se limita a destruir conexiones,
suprimir relaciones causales y aislar recuerdos enlazados entre sí. El analizado no recuerda nada de
lo olvidado o reprimido, sino que lo vive de nuevo. No lo reproduce como recuerdo, sino como
acto; lo repite sin saber, naturalmente, que lo repite.

Nos interesará, en primer término, la relación de esta repetición obsesiva con la transferencia y la
resistencia. No tardamos en advertir que la transferencia no es por sí misma más que una repetición y
la repetición, la transferencia del pretérito olvidado, pero no sólo sobre el médico, sino sobre todos
los demás sectores de la situación presente. Hemos visto ya que el analizado repite en lugar de
recordar, y que lo hace bajo las condiciones de la resistencia. Vamos a ver ahora qué es realmente lo
que repite. Pues bien: repite todo lo que se ha incorporado ya a su ser partiendo de las fuentes de lo
reprimido: sus inhibiciones, sus tendencias inutilizables y sus rasgos de carácter patológico. La
repetición en el tratamiento analítico, según la nueva técnica, supone evocar un trozo de vida real, y,
por tanto, no puede ser innocua en todos los casos. A este punto viene a enlazarse todo el problema
de la «agravación durante la cura», inevitable a veces. La iniciación del tratamiento trae ya consigo
una modificación de la actitud consciente del enfermo ante su enfermedad. De esta forma
preparamos desde un principio la reconciliación del sujeto con lo reprimido que se manifiesta en sus
síntomas, pero, por otro lado, concedemos también a la enfermedad un cierto margen de tolerancia.
Si esta nueva relación con la enfermedad agudiza algunos conflictos y hace pasar a primera línea
síntomas hasta entonces poco precisos, podemos consolar fácilmente al enfermo observándole que
se trata de agravaciones necesarias, pero pasajeras, y que, en definitiva, no es posible vencer a un
enemigo que se mantiene ausente o no está suficientemente próximo. Pero la resistencia puede
aprovechar la situación para sus fines e intentar abusar de la tolerancia concedida a la enfermedad.

Su fin continúa siendo, como en un principio, la evocación del recuerdo, la reproducción en el terreno
psíquico, aunque sabe muy bien que no ha de serle posible conseguirlo por medio de la nueva
técnica. Se dispondrá, pues, a iniciar con el paciente una continua lucha por mantener en el terreno
psíquico todos los impulsos que aquél quisiera derivar hacia la motilidad, y considera como un gran
triunfo de la cura conseguir derivar por medio del recuerdo algo que el sujeto tendía a derivar por
medio de un acto. Cuando la adhesión producto de la transferencia integra ya algún valor, el
tratamiento consigue impedir al paciente todos los actos de repetición algo importantes y utilizar in
statua nascendi el propósito de ejecutarlos como material para la labor terapéutica. La mejor manera
de proteger al enfermo de los daños que puede acarrearle la ejecución de sus impulsos es
comprometerle a no adoptar durante el curso del tratamiento ninguna resolución importante (elegir
carrera o mujer, por ejemplo) y a esperar para ello el momento de la curación.

Pero la mejor manera de refrenar la compulsión repetidora del enfermo y convertirla en un motivo
de recordar la tenemos en el manejo de la transferencia. Reconociendo en cierto modo sus derechos
y dejándola actuar libremente en un sector determinado, conseguimos hacerla inofensiva y hasta
útil. Le abandonamos, pues, la transferencia como un campo en el que puede desarrollarse con
libertad casi completa y en el que cumplirá la función de hacer surgir ante nuestros ojos todos los
instintos
patógenos ocultos en la vida anímica del analizado. Cuando el paciente nos presta la mínima
cooperación, consistente en respetar las condiciones de existencia del tratamiento, conseguimos
siempre dar a todos los síntomas de la enfermedad una nueva significación basada en la
transferencia y sustituir su neurosis vulgar por una neurosis de transferencia, de la cual puede ser
curado por la labor terapéutica. La transferencia crea así una zona intermedia entre la enfermedad y
la vida, y a través de esta zona va teniendo efecto la transición desde la primera a la segunda. El
nuevo estado ha acogido todos los caracteres de la enfermedad, pero constituye una enfermedad
artificial, asequible por todos lados a nuestra intervención.

“Acerca de la contratransferencia” PAULA Heiman

PP: CLASE
• Utiliza el término CT para abarcar todos los sentimientos que “experimenta” el analista hacia su
paciente.

• La CT del analista es un instrumento de investigación acerca del Icc de su paciente.

• Si el analista intenta trabajar sin hacer caso de sus sentimientos, sus interpretaciones resultarán
pobres.

• El objetivo del propio análisis no es convertirle en un cerebro mecánico capaz de


producir interpretaciones sobre la base de un procedimiento puramente intelectual, sino
permitirle sostener sus sentimientos en lugar de descargarlos, como hace el paciente.

• Existen diferentes criterios acerca de si uno debe o no comunicar al pte la CT. Para Heimann, “la
confesión de asuntos personales significaría una carga para el pte y se apartaría del análisis.”
“Igualmente, con respecto a un error, afirmaría claramente que lo habría cometido”

ENFOQUE lNTERSUBJETIVO/RELACIONAL

Intersubjetivo = Campo psicológico formado por la interacción afectiva del mundo


vivencial condición para toda experiencia

La Transferencia es Co-construida entre pte. y analista = CO-TRANSFERENCIA : porque paciente


y analista se influyen continuamente.
Transferencia y Contratransferencia como proceso continuo = ENACTMENT

“Contratransferencia” para abarcar todos los sentimientos que el analista experimenta hacia
su paciente. Transferencia de parte del analista.

No todo lo que un paciente siente hacia su analista se debe a la transferencia, y que, en la


medida en que el análisis progrese, éste torna cada vez más capaz de sentimientos
realistas.

La respuesta emocional del analista hacia su paciente dentro de la situación analítica representa
una de las más importantes herramientas para su trabajo. La contratransferencia del analista es un
instrumento de investigación en el inconsciente del paciente.

La situación analítica como la relación entre dos persona y los sentimientos que surgen en la
contratransferencia subordinarlos a la tarea analítica en la cual él funciona como el reflejo
especular del paciente.
Rol del analista: atención parejamente flotante, sensibilidad emocional que responda libremente
y extensiva, que el inconsciente del analista entienda el del paciente. SOSTENER sus sentimientos
en lugar de descargarlos, como hace el paciente, para poder subordinarlos al trabajo analítico en
el cual el analista funciona como reflejo del paciente en el espejo

SI ANALISTA INTENTA TRABAJAR SIN HACER CASO DE SUS SENTIMIENTOS: INTERPRETACIONES


POBRES.

El icc del analista entiende el icc de su paciente – Rapport = en el nivel profundo sale a la
superficie en forma de sentimientos que el analista nota en su rta al paciente, en su
CONTRATRANSFERENCIA.

La contratransferencia del analista no es solo parte y parcela de la relación analítica, sino que es la
creación del paciente, es una parte de la personalidad del paciente. Debe de usar su respuesta
emocional como una llave para acceder al inconsciente del paciente.

Las reacciones hacia aspectos parciales del paciente aparece posteriormente, dentro de una
situación analítica ya establecida. Constituyen verdaderas transferencias. 1.transferencias del
paciente, 2.material que trae el paciente, 3.las reacciones el paciente hacia el analista como
persona.

¿Uno debe comunicarle al paciente la contratransferencia? Considera que no, ya que


significaría una carga para el paciente, y se apartaría del análisis.

“La contratransferencia” Racker

“La posición básica del analista frente al analizado”. Esta y la transferencia representan dos
componentes de una unidad dándose vida mutuamente y creando la relación interpersonal de
la situación analítica.

Serie de progresos que últimamente se han hecho:

1) En cuanto aceptamos que la relación del analizado con el analista es, desde el punto de
vista técnico, lo esencial, tenemos que adjudicar significado central también a la
contratransferencia, por varios motivos, ante todo porque es a través de ella que sentimos y
podemos comprender lo que el analizado siente y hace en relación con el analista y lo que
siente y hace frente a sus instintos y sentimientos hacia el analista.

Es por otra parte evidente cuán importante es que el analista, si quiere “liberar al paciente de sus
represiones en sus relaciones con el médico”, esté dispuesto a aceptar plenamente no solo la vivencia
transferencial sino también la correspondiente vivencia contratransferencial. La respuesta interna
total del analista es decisiva para la comprensión e interpretación de los procesos psicológicos del
analizado.
La contratransferencia tiene dos aspectos, la respuesta contratransferencial a la transferencia
manifiesta y actual, y por el otro lado, la respuesta contratransferencial a la transferencia latente
y
potencial, pero reprimida o bloqueada.

Se ha diferenciado también una parte de la contratransferencia que resulta de la identificación del


analista con el yo y el ello del analizado (Identificación concordante), y otra parte que resulta de la
identificación del analista con los objetos internos del analizado (identificación complementaria –
peligro de que el analista entre en el círculo vicioso en el que a veces el impacto de la transf amenaza
encerarlo, al provocar contratransferencia negativa).

La importancia de la INTROYECCIÓN DEL ANALISTA como OBJETO BUENO – “libre de angustia y de


enojo” – en el yo y en el super-yo SOLO PUEDE REALIZARSE si el analista siempre de nuevo
reconoce, domina y utiliza su contratransferencia para la comprensión de la transferencia superando
su contratransferencia negativa y sexual, la que como rta espontánea a la transf neg y sexual, es
inevitable, en cuanto el analita se identifica realmente con el objeto transferido.

2) Evol posición del psa frente contratransferencia desde Freud se ve en varios aspectos. A causa
del descubrimiento de Freud que aconsejó el análisis del futuro analista.
- Transferencia positiva en el proceso psa consiste en que suministra la energía necesaria para la
colaboración del analizado, es decir la energía para ver el icc, superando las resistencias. -
Contratransferencia positiva: suministra energía necesaria para ver el icc del analizado ( = del
propio analista), superando el analista sus contraresistencias.
- Transferencia negativa o sexual: perturba la colaboración del analizado
- Contratransferencia negativa o sexual: perturba la comprensión del analista, y necesita por este
motivo se constantemente analizada y disuelta.

Transferencia es también lo resistido y vuelve por “compulsión a la repetición”, osea porque


existen en cada persona una determinada constelación interna que contiene determinados
impulsos, objetos, angustias, defensas, etc.
Análogamente a la neurosis de transferencia: existe también una “neurosis de contratransferencia,
aunque por lo general con intensidad mucho menor a aquella.
La transferencia negativa y sexual y la neurosis de transferencia no son sólo “RESISTENCIAS” sino que
traen de vuelta las sit inf más importantes = siendo tema más imp de análisis. La contratransferencia
negativa y sexual y la neurosis de contratransferencia no son solo “CONTRARRESISTENCIAS” sino que
se convierten en un INSTRUMENTO importante para la comprensión de las relaciones de objeto
básicas de analizado.

3) Angustia en la contratransferencia:

-“Señal de pelirgo”, se manifiesta en diversas formas y grados (sensaciones de tensión hasta violentas
irrupciones de angustia, de contenido paranoide o depresivo).

Irrupciones violentas de angustia contratransferencial son como consecuencia de la identificación


del analista con objetos internos violentamente amenazados, atacados como consecuencia de su
identificación con partes del yo del analizad intensamente disociados y “proyectados” en el analista.

MEC DEFENSA DEL ANALIZADO (LA IDENTIDICACIÓN PROYECTIVA) consigue su finalidad: que el analista
se sienta culpable.

4) Todo ACTUAR del analista que no sea el interpretar


- El analista no debe llevar de ningún modo a la realidad tal impulso cuando una angustia de una
intensidad grande o mediada lo empuje a hacerlo, es decir cuando actuaría compulsivamente
(callarse hasta haber recobrado el equilibrio).

PP CLASE: RACKER
La contratransferencia como instrumento

A partir de 1950 se amplía la concepción de la CT; no sólo se entiende como un peligro sino
también como un instrumento sensible, que puede ser muy útil para el desarrollo del
proceso analítico.

HEINRICH RACKER La CT opera en 3 formas:

1.Como obstáculo (peligro de escotomas o ptos ciegos)

2.Como instrumento (para detectar qué es lo que está pasando en el pte)

3.Como campo (en el que el analizado puede realmente adquirir una experiencia viva y distinta
de la que tuvo originariamente).

Describe: - la identificación concordante (ident. con el yo y el ello del pte . Posibilita la empatía); y
- la identificación complementaria (ident. con los objetos internos del pte: peligro de entrar en un
círculo vicioso)

“Conflicto y déficit – implicancias para la técnica” Killingmo


PP CLASE:
Conflicto Revelación de significado Intervenciones interpretativas

Material Clínico
Déficit Creación de significado Intervenciones afirmativas

• Evaluar la calidad de la transferencia para distinguir déficit de conflicto.


• Las intervenciones afirmativas dan valor y validan la experiencia

Conflicto: Intersistémico, entre yo-ello-súper yo. Presupone cierto grado de diferenciación entre los
sistemas, y además debe de producirse una diferenciación dentro del propio yo, este se ha
desarrollado hasta un nivel que es capaz de experimentar y representar la intencionalidad primaria,
se ha designado al a representación del sí mismo como centro responsable de los impulsos, acciones
y sentimientos propios del niño. Está formada la represión. Patología de significados ocultos. La tarea
del analista es apoyar al yo para enfrentarse a impulsos y afectos arcaicos, hacia representaciones
objetales internalizadas que son proyectadas en el analista, presupone una alianza terapéutica para
descubrir los significados ocultos. Las intervenciones serán de tipo interpretativo. Según Kohut, en el
conflicto habrá transferencia del objeto, en este nos enfrentamos con impulsos y afectos dirigidos
hacia representaciones internalizadas de objetos emocionales que anteriormente fueron importantes
en la vida de la persona, son proyectadas inconscientemente en el analista con la esperanza de
recibir una gratificación por parte de él, ellas constituyen representaciones objetales completas,
independientes y especificas, están estructuradas en base al impacto del principio de realidad, por lo
que no perturban seriamente la alianza terapéutica. La transferencia de objeto hace referencia a la
repetición de necesidades dirigidas hacia las representaciones del objeto.

Déficit: Intrasistémico, entre el yo y el medio externo, el yo ha sido dañado en un momento en el que


su capacidad para representar causas y efectos y su capacidad para experimentar al sí mismo como
un centro de control no se han desarrollado todavía. El resultado es un estado de confusión y de
sentimientos amorfos de vergüenza y culpa. Contra lo que uno se defiende es contra la angustia de
fragmentación, contra la perdida de la propia sensación de identidad. El analista ayuda al yo a
experimentar el significado mismo, de sentir algo que existe. Las intervenciones serán afirmativas,
las características son: 1°el elemento de existencia, 2° elemento de relación, 3° el elemento de valor
y 4° el elemento de validar la experiencia, deberá de contener y sostener, ya que contribuyen al
establecimiento de la calidad de significación a lo experimentado y la creación de significado. Según
Kohut, en el déficit habrá transferencia del objeto-sí mismo, si la internalización de las
representaciones del objeto y sus funciones no ha sido completada, el individuo se mantendrá más o
menos dentro de una relación pre estructural (funcional) con el objeto, la transferencia de déficit no
está cargada con un contenido representacional especifico, se trata de una externalización directa o
de una repetición de una estructura subdesarrollada o distorsionada. Las transferencias de déficit
hacen referencia a la repetición de necesidades dirigidas hacia objetos que no han sido internalizadas.
Tenderá a intensificar los conflictos evolutivos comunes. A nivel clínico podemos observar la
persistencia monótona en la forma en que el paciente hace sus demandas, tendencia hacia lo directo,
“franqueza”, el matiz emocional se caracteriza por una oscilación entre esperanza apremiante y
resignación. Elementos significativos de la intervención afirmativa: 1° objetivación, “yo puedo sentir
lo que es ser usted”, el analista contribuye a hacer que el estado afectivo del paciente sea menos
privado, 2° justificación, al introducir una relación causa-efecto, el estado afectivo es entendido
dentro de un contexto de eventos naturales razonables, 3° aceptación, al incluir el contexto
histórico, el analista suministra las condiciones en que entiende lo expresado por el paciente. Los
objetivos de las intervenciones afirmativas son restaurar la accesibilidad emocional del analista, crear
una situación emocional óptima y reducir la dependencia compulsiva de la aprobación del analista. La
disponibilidad emocional del analista le transmite al paciente la sensación de no estar aislado.
MÁS PP CLASE KILLINGMO:

• En el ser humano subyace una necesidad de vivenciar el sentido de la experiencia


del sí mismo.
Intervención afirmativa
1. Experiencia de ser visto
2. Experiencia de ser entendido
3. Experiencia de ser escuchado
4. Experiencia de que el otro se acuerda de uno
• Posibilita que llegue a existir lo que nunca fue inscrito.

-
LA INTERPRETACIÓN EN PSICOANÁLISIS RELACIONAL
-Interpretación como proceso mutuo de construcción de significados.
-Mutualidad vs. Simetría
3 dimensiones: 1. afectiva - experiencial
2. insight - cognitiva
3. relación – encuentro
-Es un proceso mutuo, intersubjetivo, afectivo e interactivo.
-Las interpretaciones no son simples comunicaciones verbales sino también actos interpersonales.

“Winnicott y Kohut” Nemirovsky

Desarrollo temprano

Para Winnicott el bebé nace con potenciales heredados que podrán desplegarse según los
encuentros que se vayan desarrollando con los primeros objetos del medio ambiente. Así, en la
concepción winnicottiana, el medio será facilitador del desarrollo. Si el objeto indispensable
falla, el bebé reaccionará interrumpiendo su continuidad existencial. El bebé necesita de sus
objetos para personificarse y realizarse.

Kohut concibe al medio ambiente humano como fundamental para el desarrollo psíquico. Los
conceptos de objetos del self, respuestas óptimas y fallas óptimas e internalización transmutadota
resultan básicos para desplegar su teoría. Hay dos líneas de desarrollo: la del narcisismo y la instintivo
objetal. La empatía permite la comprensión del self. Los trastornos de la autoestima están ligados a la
forma de vivenciar al objeto como una parte de sí mismo. El desarrollo psíquico humano no finaliza
nunca. Destaca la necesidad de presencia de un semejante, la comprensión y la disponibilidad de los
objetos.

Semejanzas
El foco de atención de ambas perspectivas está puesto en el vínculo. En la crianza humana el
ambiente ocupa un lugar jerárquico como proveedor irreemplazable de los objetos que satisfarán
necesidades elementales. Habrá una progresiva discriminación del sujeto a partir de su mundo
narcisístico. El buen transitar por esta etapa inicial supone la superación de la patología resultante
del déficit. El concepto de self ocupa el centro del escenario.

Salud

Para Winnicott, la capacidad para crear, el responsabilizarse por las faltas cometidas y el habitar su
propio cuerpo con plenitud, son condiciones para el goce de una salud plena. El concepto de salud
debe ser considerado en relación a la madurez alcanzada, no sólo por la evolución libidinal, sino por
la capacidad del self de contener las experiencias instintivas y los afectos y de ir diferenciando al
sujeto del mundo externo.

Kohut explica cohesión, fragmentación del self y madurez. La salud es la consecuencia de una
atmósfera constituida por los objetos del self que puedan responder con su presencia, atenta
escucha, silenciosa serenidad, callado espejamiento y que tengan la posibilidad de fallar
adecuadamente, es decir una vez que el sujeto está en condiciones de introyectar la función
del objeto.

Trauma

Kohut sostiene que el vacío del cuidador conduce al peor sufrimiento. Cita a Ferenczi y Winnicott en
relación a la personalidad de los padres y despliega como se expresan estos traumas tempranos en la
estructura psíquica y en la transferencia. Durante un tratamiento, el sostén está en directa relación al
comportamiento del analista.

Trastornos narcisistas

En Winnicott hay dos categorías de pacientes: aquellos que sufren de los trastornos del desarrollo
y aquellos que sufrieron un déficit en sus cuidados tempranos.

Patologías graves

Las necesidades tempranas para Winnicott se agrupan en: sostén, manipuleo y presentación del
objeto y requieren acciones específicas del medio, siendo el medio más temprano la preocupación
de la figura maternante.
Winnicott plantea como necesidades que deben encontrar imprescindiblemente su objeto
específico para poder lograr la integración, personificación y realización. También en Kohut el self
deberá encontrar objetos que lo especularicen y a quienes idealizar. La confiabilidad del analista es
el factor más importante para Winnicott.

Encuadre e interpretación

Winnicott, lo temprano (sostén y presencia que el medio brindó) justifica la presencia de lo profundo
(configuración del mundo interno)
A la dialéctica presente en Winnicott y Kohut: la subjetividad en construcción necesita del otro
para poder ir teniendo forma propia, siendo el otro no un mero reflejo, sino persona real, función y
contexto.

TODO POWER DE KOHUT:

Transferencia en las patologías narcisistas:


Kohut 1971
-Habla de Transferencia Narcisista / T. Objeto del Self
-Se aleja de la teoría clásica instinto/defensa.


SELF: Continente de un psiquismo emergente de la relación individuo-medio ambiente
-El ambiente humano es altamente jerarquizado para la estructura psíquica.
La estructura del self se va formando en una matriz de relaciones con sus Objetos
tempranos a los que denomina objetos del self
⚫ Estos han sido catectizados narcisisticamente por el niño (indiferenciado) ⚫ Los
O.S. cumplen funciones complementarias de las necesidades del self del bebé: Reflejan
al self incipiente

Están disponibles para ser idealizados


Pueden ser significados como alter ego (pares)

Objetos reflejantes: le confieren al niño su sentimiento innato de vigor, grandeza y


perfección. Formarán el polo de las ambiciones. T. Especular (R. con el ser)
Objetos idealizados: Aquellos a los que el niño admira y con los que se fusiona, brindándole
calma, infalibilidad y omnipotencia. Formará el polo de los ideales. T. Idealizada (R. con el
tener)

Entre los dos polos se constituye un arco de tensión donde Kohut ubica: Talentos -
Habilidades Transferencia Alter ego
Si las etapas transcurren sin interrupciones traumáticas el self será cohesivo, vital y armónico.
Frente a la patología el self podrá verse fragmentado, poco vital o hipertrofiado en alguno de
sus polos.
El dx de trastorno narcisista:
Para su evaluación deben considerarse:
- Los indicadores clínicos
- El establecimiento de una de las modalidades de transferencia narcisista -
La aparición de furia narcisista frente a la falta de empatía del analista
- El reconocimiento por parte del analista de un funcionamiento psíquico gobernado por la
angustia de derrumbe o desintegración , vivencia característica de estos trastornos, que se
activa cada vez que el self pierde cohesividad.

CARÁCTERISTICAS CENTRALES:
- -Desvitalización. Dificultad en la nominación de estados emocionales: tristeza, miedo, rabia,
angustia.
- -Sentimientos de vacío, desesperanza, desinterés, sinsentido, falta de metas e iniciativas,
apatía, anestesia, depresíon vacía, trastornos corporales(múltiples), desinterés sexua,
pérdida del humorl
- -lábiles ante las desilusiones y dificultades
- -Incapacidad para disfrutar de sus actividades
- -Angustia de derrumbe o desintegración
- -Síndrome de despersonalización o desrealización
- -Dificultad para comunicarse
- -Fallas en la mentalización
- -Fallas en la empatía

EL TERAPEUTA:
- Intervenciones afirmativas. (forma vs contenido)
- validar su existencia
- foco en la relación
- la transferencia comienza siendo de necesidad: ser visto, ser escuchado, ser comprendido,
sostenido
- Dar sentido y armar secuencia temporal
- Marco (encuadre) adecuado al paciente, elástico y limitante diferente a rígido

“Construcciones en el análisis” - Freud

El trabajo analítico aspira a inducir al paciente a que abandone sus represiones (usando la palabra en
su sentido más amplio), que pertenecen a la primera época de su evolución, y a reemplazarlas por
reacciones de una clase que corresponderían a un estado de madurez psíquica. Los actuales
síntomas e inhibiciones son consecuencia de represiones de esta clase, que son sustitutos de las
cosas que ha olvidado.

La tarea del analista es hacer surgir lo que ha sido olvidado a partir de las huellas que ha dejado
atrás sí, o más correctamente, construirlo. El tiempo y modo en que transmite sus construcciones a
la persona que está siendo psicoanalizada, así como las explicaciones con las que las acompaña,
constituyen el nexo entre las dos partes del trabajo analítico, entre su propia parte y la del paciente.
Trabajo de reconstrucción.

Todo lo esencial está conservado; incluso las cosas que parecen completamente olvidadas están
presentes de alguna manera y en alguna parte y han quedado meramente enterradas y hechas
inaccesibles al sujeto.

Es una construcción cuando uno coloca ante el sujeto analizado un fragmento de su historia
anterior, que ha olvidado. Si la construcción es mala, no hay cambios en el paciente; pero si es
acertada o se aproxima a la verdad, reacciona a ella con una inequívoca agravación de sus
síntomas
y de su estado general.
PP CLASE: ETCHEGOYEN:

Dos formas de amor de transferencia: Transferencia erótica y Transferencia erotizada.

“la erotización es la sobrecarga de los componente eróticos de la transferencia, que para nada
significa gran capacidad de amor, sino al contrario, una deficiencia libidinal que se acompaña de una
gran necesidad de ser amado”

-Lo que Freud entiende como Amor de Transferencia se parece más a la Transferencia
erotizada ( carácter psicótico)

-La T. erótica es una Transferencia acompañada por fantasías sexuales que el paciente sabe son irreales.

-La T. erotizada en cambio, es una situación transferencial donde el analista “es” uno de los
progenitores y demanda una gratificación tan grande que cesa el trabajo analítico.
(Sandler)

Características de la Transferencia erotizada (Etchegoyen): Tenacidad irreductible , Intolerancia a


la frustración, Aparece de forma súbita, Es destructiva, no apunta a sostener el vínculo.

FREUD: la define en función del analizado: es la respuesta emocional del analista a los estímulos que
provienen del paciente, como el resultado de la influencia del analizado sobre los sentimientos Icc
del médico.

Freud la entiende como un obstáculo, aunque creía que la comprensión de la CT significaría un gran
progreso para la técnica psicoanalítica. “nos hallamos inclinados a exigir al analista, como norma
general, el conocimiento de su contratransferencia y su vencimiento como un requisito indispensable
para ser analista”

-fin POWER etchegoyen, sigue texto:

“Los fundamentos de la técnica psicoanalítica” Etchegoyen

Neurosis de transferencia como concepto técnico la enfermedad originaria se transforma en


una nueva que se canaliza hacia el terapeuta y la terapia. Neurosis de transferencia como
concepto psicopatológico (o nosográfico) se contrapone a neurosis narcisista.

1. Algunas precisiones sobre neurosis de transferencia:


Freud pensó siempre que las neurosis narcisistas carecían de capacidad de transferencia por
lo tanto quedaban por fuera de su método.
Concibe a la neurosis de transferencia como un efecto especial de la iniciación de la cura
psicoanalítica en que cesa la producción de nuevos síntomas y surgen en su reemplazo
otros nuevos que convergen hacia el analista y su entorno.
Klein: niños poseen neurosis de transferencia, observo en ellos la abreacción de afectos en estrecha
conexión con el progreso del trabajo y en relación a mí.
Los síntomas cambian (disminuyen o aumentan) en relación a la situación analítica, los afectos y en
especial la ansiedad se dirigen al analista, recrudecen viejos síntomas y hábitos, las reacciones
afectivas tienden a canalizarse en el analista (y no afuera). La neurosis de transferencia, en fin, se
define como el reconocimiento de la presencia del analista y del efecto del análisis. La situación
analítica se establece cuando aparece la neurosis de transferencia; y viceversa, cuando la neurosis de
transferencia se demarca de la alianza terapéutica queda constituida la
situación analítica.
2. Neurosis de transferencia y parte sana del yo:
Para que se establezca la situación analítica es necesario que exista el fenómeno neurótico, la
neurosis de transferencia no puede estar ausente; debe existir una neurosis de transferencia y es
inherente a la neurosis como entidad clínica la presencia de una parte sana del yo, que muchos
homologan al área libre de conflictos de Hartmann. Resnik prefiere hablar de una transferencia
infantil, que expresa la capacidad de relación del paciente en un nivel lúdico, el niño que habita en
el adulto es fuente esencial de comunicación de todo ser humano.
Hay dos criterios de analizabilidad: 1) solo es analizable la persona que desarrolla una neurosis de
transferencia (en sentido estricto) y 2) es analizable toda persona con un núcleo sano del
yo que le permita configurar la alianza terapéutica.
3. Narcisismo y transferencia.
Afirman numerosos autores la existencia de fenómenos de transferencia en la psicosis, para
visualizar más tarde la forma peculiar de la “neurosis” de transferencia de perversos, psicópatas y
los adictos, etc. La “neurosis” de transferencia de un psicópata es psicópata, de un perverso
perversa y así sucesivamente. Por eso las formas de la transferencia.
Kohut distingue dos formas de transferencia narcisista: la transferencia idealizada y la
transferencia especular.
Kohut distingue tres formas de transferencia narcisista: la transferencia idealizada, la transferencia
especular y la transferencia gemelar o del alter ego, frente a las cuales las estrategias del
analista deben ser abrir al paciente el camino hacia su narcisismo infantil, a las necesidades
insatisfechas de su infancia, gracias al desarrollo de una plena transferencia narcisista. Kohut
abre el camino para que el paciente regrese y repare los daños que su self sufrió en el
proceso de desarrollo (espejo-Otro de Lacan/Kohut) 1. Transferencia Especular: Aquellas que
el polo dañado de las ambiciones procura suscitar respuestas aprobatorias o confirmatorias
del objeto/sí mismo. 2. Transferencia idealizadora: Aquellas en que el polo dañado de las
ideas busca un objeto/sí mismo que acepte su idealización. 3. Transferencia gemelar o del
alter ego: Aquellas en que la zona intermedia dañada, la de los talentos y habilidades, anhela
tener a su alcance un objeto/sí mismo que le brinde la experiencia reconfortante de su
semejanza esencial.
Los fenómenos transferenciales de la psicosis es tan abrumadora que nos arredra y nos envuelve,
Bion sobre las características de la transferencia psicótica: lábil, intensa, precoz y tenaz. El contenido,
la forma y la oportunidad (timing) de interpretar cambian según el tipo de transferencia, porque la
interpretación tiene como que ver con las ansiedades que fijan el punto de urgencia. Mientras que la
organización neurótica permite mantener las interpretaciones al nivel de nuestro modelo habitual de
comunicación, las estructuras perversas, psicópatas y de adicción y más aún las psicóticas, hacen
necesario un modelo distinto, una manera de decir que nos separa cada vez más de lo habitual. 4.
Sobre la neurosis de contratransferencia:
El correlato de la transferencia del paciente es siempre una neurosis de contratransferencia
o bien que la contratransferencia asume un carácter psicótico, adictivo, perverso o
psicopático,
complementario al de la transferencia. Es natural que la respuesta del analista tenga el mismo signo
de transferencia del analizado. Cuanto más fluida sea la respuesta contratransferencial mas fácil será
naturalmente para el analista comprenderla y superarla.
El analista tiene que quedar incluido en el conflicto y tiene que rescatarse con la interpretación. El
paciente pone en el analista una parte suya, que será presumiblemente perversa en el perverso,
etc., y que el analista se hace cargo de esa proyección inevitablemente, pasivamente. Kernberg
señala con razón que la reacción contratransferencial se da como un continuo en relación con la
psicopatología del paciente y va así desde el polo neurótico de conflicto al psicótico, de modo que
cuanto más regresivo sea el paciente mayor será su contribución en la reacción contratransferencial
del analista. Y agrega que en los pacientes fronterizos y en general los muy regresivos, el analista
tiende a experimentar emociones intensas que tienen más que ver con la transferencia violenta y
caótica del paciente que con los problemas específicos de su pasado personal. 5. El amor de
transferencia:
En todo análisis, tiene que existir momentos de amor, de enamoramiento, por cuanto la
cura reproduce las relaciones de objeto de la triada edípica, y es por tanto inevitable
(y saludable) que así ocurra. Es útil y necesario.
El amor de transferencia, descripto por Freud, por su tenacidad irreductible, por la forma
súbita en que aparece, por su intención destructiva, por la intolerancia a la frustración
parece más ligado a la psicótica. Debemos pensar en que hay varias formas de amor de
transferencia: neurótica y psicótica, se habla de transferencia erótica y transferencia
erotizada (amor de transferencia psicótica).
Transferencia erotizada una sobrecarga de los componentes eróticos de la transferencia, que para
nada significa gran capacidad de amor sino, al contrario, una deficiencia libidinal que se acompaña
de una gran necesidad de ser amado. En una situación transferencial el analista es visto como si
fuera el padre (o madre) mientras que en la erotización de la transferencia es el padre (o madre).
Aparece de manera súbita, Freud la describe como tenaz, inusitada e irreductible, sintónica con el
yo y que no acepta subrogado alguno, el enamoramiento en sintónico y aparece precozmente.
Racker la llamo “ninfomanía de la transferencia”
Transferencia erótica siempre que evoluciona normalmente el análisis, la transferencia erótica se va
armando y desarmando en forma gradual y tiende a alcanzar el clímax, en la etapa final.

Contratransferencia

Freud definió la relación analítica como una relación bipersonal, recíproca de transferencia y
contratransferencial. La contratransferencia es un obstáculo para el progreso analítico y la
describe como la respuesta emocional del analista a los estímulos que provienen del paciente,
como el resultado de la influencia del analizado sobre lo sentimientos inconscientes del médico. La
menciona como obstáculo que debe ser removido, nos hallamos inclinados a exigir al analista el
conocimiento de su contratransferencia y su vencimiento como un requisito indispensable para
ser analista. Para superar los puntos ciegos, propone Freud, de esta es necesario el autoanálisis.
Freud no elaboró una teoría de la contratransferencia.

Reik señala que si uno tiene una actitud receptiva y confía más en la intuición que en el mero
razonamiento, de repente puede captar mejor lo que esta pasando en el inconsciente del
analizado, en cuanto hay, en última instancia, una captación intuitiva de inconsciente a
inconsciente. Desarrolla una teoría del insight del analista basada en la sorpresa y afirma que
el analista debe dejarse sorprender por su propio inconsciente. La considera una resistencia
del analista y afirma que debe ser vencida en autoanálisis.
Las teorías de Racker y Heimann, dice que el trabajo del analista consiste en escuchar y escrutar su
contratransferencia, que eso es su intuición. Al establecer un vinculo entre la intuición y la
contratransferencia, no se afirma que toda interpretación se origine de ese modo, mientras el analista
conserve su capacidad de comprender, no intervenga su contratransferencia.

La contratransferencia como instrumento sensible, puede ser útil para el desarrollo del proceso
analítico. A esto se agrega Racker que la contratransferencia también configura, en cierto modo, el
campo donde se va a dar la modificación del paciente. Lo mismo que decía Freud sobre la
transferencia “la transferencia no es solo un obstáculo e instrumento de la cura sino que tiene,
también, la cualidad de dar un destino distinto a la antigua relación de objeto que tiende a repetirse”
Racker afirma que la contratransferencia opera en tres formas: como obstáculo (puntos ciegos), como
instrumento para detectar qué es lo que esta pasando en el paciente y como campo en el que el
analizado puede realmente adquirir una experiencia viva y distinta de la que tuvo originariamente. El
analista no solo es intérprete sino también el objeto de la transferencia.

La contratransferencia actúa en dos sentidos,

1° así como el analizado tiene su transferencia, el analista tiene su

contratransferencia; 2° la relación de uno no es independiente de lo que viene

del otro.

Contratransferencia y encuadre

Encuadre como elemento ordenador, el encuadre opera como una referencia contextual que
permite que se dé este juego de transferencia y contratransferencia; es la estructura sintáctica
donde los significados de transferencia y contratransferencia van a adquirir su significación. El
encuadre ordena una relación distinta y particular entre el analista y el paciente, una relación no
convencional y asimétrica. El paciente comunica todas sus vivencias y el analista solo responde a lo
que dijo el analizado con lo que cree pertinente. De esta forma y solo de esta forma queda definido
el tipo de relación con sus papeles de analizado y analista. Si consideramos que la
contratransferencia es un proceso autónomo en todo igual a la transferencia, no quedaría
configurada la situación analítica.
Este ayuda al analista a mantener su papel, a mantener un equilibro mayor que el del paciente,
así el concepto de asimetría viene a depender ante todo del encuadre y solo secundariamente del
analista.

Contratransferencia concordante el analista identifica su yo del analizado y lo mismo para las


otras partes de personalidad, ello y súper yo. Son generalmente empáticas y expresan la
comprensión del analista, su contratransferencia positiva sublimada. Es una identificación con el
objeto interno, cuando hay coincidencia en la apreciación de la culpa.

Contratransferencia complementaria el yo del analista se identifica con los objetos internos


del analizado. Implica un monto mayor de conflicto. Cuando el analista cumple la función
del censor.

El insight constituye por definición la columna vertebral del proceso psicoanalítico, es el


motor principal de los cambios progresivos que promueve el análisis, el análisis se propone
dar al
analizado un mejor conocimiento de sí mismo, la toma de conciencia de sí. Freud establece que en
su método lo fundamental es el conocimiento, la meta siempre es la búsqueda de la verdad.

Cuando aplicamos la palabra insight al nuevo conocimiento que adquiere el paciente en el


análisis, nos referimos a un conocimiento personal. Hacer consciente lo inconsciente significa que
en mi
mismo lo hago, es un proceso intransferible e interno. Es el proceso a través del
cual alcanzamos una visión nueva y distinta de nosotros mismos.

Para Baranger el insight es un fenómeno de campo, la situación analítica se define como un


campo bipersonal. La dinámica de la situación analítica queda definida como una situación de
pareja, que depende tanto del analista como su personalidad, su modalidad de técnica, sus
herramientas, su marco de referencia, como del analizado, de sus conflictos y resistencias, de toda
su personalidad. Concluye en que el insight es un fenómeno de campo bipersonal, es obra de dos
personas.

El insight debe considerarse como intransferible, yo solo puedo hacer insight de mi mismo. Es
siempre reflexión. Define una forma de praxis, en la que el paciente se haga cargo de sus
problemas.

El análisis empero es una situación radicalmente asimétrica, justamente por eso, podemos
alcanzar los deseos o fantasías del paciente y operar per via de levare, lo que nosotros damos es
el marco adecuado para que el analizado se exprese, nunca elementos de nosotros mismos.

Para lograr que el paciente alcance el insight, el analista tiene que partir de un proceso de
insight interno en sí mismo.

El insight es un tipo especial de conocimiento, nuevo, claro y distinto, que ilumina de pronto la
conciencia y se refiere siempre a la persona misma que lo experimenta. El sujeto capta una
relación entre dos términos que hasta entonces no le había sido tangible, cambiando el significado
de su experiencia, de sí mismo y de la realidad.

Richfield parte de la teoría de las definiciones de Russell, cuando afirma que hay de dos tipos: de
palabra a palabra, en la que definimos algo con otras palabras y esas son las definiciones verbales en
las que obtenemos un conocimiento por descripción, de manera indirecta; y de palabra a cosa, en
las que hay una correlación entre palabra y la cosa y estas son las ostensivas, porque se hacen
mostrando, señalando con el dedo, nos dan un conocimiento directo, por familiaridad.

Llevando esto al insight, diremos que cuando se describen y comprenden con palabras los
fenómenos psicológicos inconcientes hay insight descriptivo o verbal, que va de palabra a palabra.
Pero hay, también, un insight ostensivo en el cual la persona que lo asume se siente de pronto en
contacto directo con una determinada situación psicológica, llevando a un insight emocional ya que
cuando me hago cargo de mi pulsión, de mi deseo, siento el afecto consiguiente, revivo la emoción y
asumo a la vez los sentimientos que ineludiblemente despierta esta toma de conciencia, asimismo,
debe de trasegarse cuidadosamente en palabras, es necesario integrarla al yo y al proceso
secundario, recubrirlas de palabras y ver qué consecuencias se siguen de ella.

El concepto de elaboración, por Freud introducido en R,R y R, pide que hay que darle tiempo al
paciente para que elabore su resistencia, la elaboración consiste en movilizar las resistencias para
que
un conocimiento intelectual se recubra del afecto que le pertenece. Freud dice que sus afirmaciones
tienen como objetivo trasladar a su conciencia los complejos inconscientes para que surja nuevo
material reprimido, a través del proceso de elaboración de estas representaciones de espera.

En este trabajo Freud describía la elaboración como el intervalo que va desde que el paciente toma
conocimiento de algo que le dice el analista hasta que, venciendo sus resistencias, lo acepta con
convicción. Aquí se puede ver el insight descriptivo (lo que el analista dice) y el ostensivo (lo que
resulta del trabajo sobre las resistencias). Solo la interpretación transferencial puede promover un
conocimiento directo, ostensivo. Freud dice que la elaboración es la heredera de la abreacción del
método catártico (descarga de emociones y afectos ligados a recuerdos, generalmente de
experiencias infantiles penosas que fueron reprimidas). La elaboración es un proceso diacrónico, un
proceso que tiene una curación en el tiempo y el insight es sincrónico.

Texto: Materiales e instrumentos de la Psicoterapia- Etchegoyen.

Materiales: Todo lo que trae o dice el paciente con la intención CC. o Inc. de informar al analista
sobre su estado mental.
Instrumentos: Son las herramientas que utiliza el analista para abordar el
material Instrumentos para influir sobre el paciente

Instrumentos no psicoanalíticos, se utilizan para aliviar los síntomas. Ejercen una influencia directa
sobre el paciente con el propósito de hacer que cambie, que mejore. Buscan un cambio directo,
inmediato.

Instrumentos para influir sobre el paciente:

Apoyo: existen diversos tipos de apoyo, como aquellas medidas que tienden a aliviar la ansiedad,
tratando de alejarla de la conciencia (represión, negación), las que tienden a reforzar la buena relación
con el otro, para lo cual el psicoterapeuta se coloca en el lugar de un objeto bueno. Es el instrumento
más común y el que se usa más libremente, sin embargo, no es el más adecuado ya que puede crear
una situación viciosa, porque estimula una dependencia difícil de resolver y en cuanto no es verdadero,
puede aumentar la inseguridad.

Sugestión: el fundamento de este método es introducir en la mente del enfermo, algún tipo de juicio o
afirmación que pueda operar luego desde adentro con el sentido y la finalidad de modificar una
determinada conducta patológica.

Persuasión: apunta a la razón y asume distintas modalidades, intercambio de ideas, argumentando y


hasta polemizando con el paciente. Está ligada al proceso racional, a la razón del paciente. Aunque
aparente tener una matriz racional, el método está cargado de afectividad.

Instrumentos para recabar información.

1. Pregunta: es el más sencillo, cuando no hemos escuchado, no hemos entendido o deseamos


conocer algún dato que nos parece pertinente a las asociaciones del analizado. Tiene por finalidad
obtener información precisa y se entiende que es la fórmula sin otros propósitos, sin segundas
intenciones. El inconveniente es que perturbamos la asociación libre o que el paciente nos adjudique
segundas intenciones.
Cuando el paciente está angustiado o confundido, cuando no puede hablar libremente, se considera
legítimo hacer preguntas. Así alivia momentáneamente la angustia, pero tiene que saber que esta
pregunta es una forma de apoyo y no tiene por finalidad obtener información.

2. Señalamiento: se le llama la atención al paciente con el objetivo de que el paciente observe y


ofrezca más información. En los actos fallidos el señalamiento cumple a veces simultáneamente la
misión de llamar la atención del analizado y de hacerlo consciente, de informarle que tuvo un lapso
que él no advirtió.

3. Confrontación: esta muestra al paciente dos cosas opuestas con la intención de colocarlo ante un
dilema, para que advierta una contradicción.
No siempre es fácil deslindar la confrontación del señalamiento ya que aquella puede considerarse
un caso especial de este en que llamamos la atención sobre dos elementos contrapuestos. El
señalamiento tiene que ver con la percepción y la confrontación con el juicio.

Mientras el señalamiento centra la atención en un punto determinado para investigarlo, en la


confrontación lo fundamental es enfrentar al paciente con una contradicción. Confrontar es
poner frente a frente dos elementos simultáneos y contrastantes, que pueden darse tanto en
el material verbal como en la conducta.

Instrumentos para brindar información.


Información: se refiere a algo que el paciente desconoce y debería conocer, intenta corregir un error
que proviene de la deficiente información del analizado. Se explica por definición a datos de la realidad
o del mundo, no del paciente. Así la información incrementa el conocimiento del analizado, pero no se
refiera específicamente a sus problemas, sino a un desconocimiento objetivo que de alguna forma lo
influye. El paciente puede malentender por apoyo, seducción, deseo de influir o de controlarlo, pero
de todos modos si el analizado sufre de una ignorancia que lo afecta y nosotros le aportamos el
conocimiento que le falta al solo intento de modificar esa situación, estamos operando legítimamente.
Esclarecimiento: busca iluminar algo que el individuo sabe, pero no distintamente. El conocimiento
existe, pero aquí la falla es algo más personal. Hay algo que no percibe claramente de sí mismo. En
estos casos la información del terapeuta está destinada a poner en claro lo que el paciente ha dicho.
No promueve un insight sino un reordenamiento de la información. La información pertenece al
paciente, pero éste no la puede aprehender.
Interpretación: Se pretende hacer un insight, hacer consciente lo inconsciente. Se refiere a algo que
pertenece al paciente, pero de lo él no tiene conocimiento. Se dice a veces que la interpretación
puede referirse no sólo a algo que pertenece al individuo sino también a su ambiente. La
interpretación no puede sino referirse al paciente, y por varios motivos. Ante todo, porque ni
metodológicamente, ni éticamente nosotros podemos saber lo que hace el otro. Nosotros sólo
sabemos lo que pasa en el aquí y ahora, solo nos consta lo que nos dice el paciente. Esta posición no
cambia en absoluto si el analista pudiera tener acceso a la realidad exterior, ya que esa realidad no es
pertinente, lo único pertinente es lo que proviene del analizado.

● La interpretación es una explicación que el analista le da al paciente (a partir de lo que él le


comunicó) con el fin de aportar un nuevo conocimiento de sí mismo. Contiene un significado. ●
Es siempre una hipótesis que puede ser refutada o confirmada. La única forma de testearla es
comunicándolo.
● Esta estará destinada a producir el insight, el cual no siempre se logra frente a una
interpretación.
● Se debe trabajar primero con la defensa y luego con el contenido.
Desde tres puntos de vista:

Topográfico: Hacer consciente lo inconsciente

Dinámico: Se refiere a las tendencias contrapuestas en el conflicto. Deseos Vs. Prohibiciones. Ello
Vs. S/Yo

Hay que trabajar 1º con las resistencias y 2º con el contenido.

Económico: Se refiere a las magnitudes de fuerzas puestas en juego.


Tres características de la interpretación: veraz, desinteresada y pertinente:

1. Veraz: Responde a la verdad de la sesión de hoy


2. Desinteresada: Neutralidad, responde exclusivamente al material del paciente
3. Pertinente: Responde a la persona del paciente. Es diferente de timing

Interpretaciones históricas y actuales (Transferenciales – Extratransferenciales)

En tanto que informa, la interpretación tiene que ser ante todo veraz, sino no es objetiva. También
está dentro de sus notas definitorias que su finalidad no sea otra que la de informar que la de
impartir conocimiento, por esto la interpretación debe ser desinteresada.
En el concepto de interpretación coinciden el método psicoanalítico, la teoría y la ética, en cuanto
nos es dado interpretar, pero no dictaminar sobre la conducta ajena.
La información debe ser pertinente, dada en un contexto donde puede ser operativa, utilizable,
aunque finalmente no lo sea. Tiene que tener un mínimo razonable de oportunidad. La pertenencia
no es sinónimo de timing. Una interpretación fuera de timing no deja de serlo, una intervención
impertinente no lo es por definición. La oportunidad se refiere, pues al contacto con el material, a la
ubicación del analista frente al paciente.

Interpretación y construcción:

> Interpretación: se refiere a lo que uno emprende con un elemento singular del material, una
ocurrencia, una operación fallida.

> Construcción: es que al analizado se le presente una pieza de su historia olvidada, es más
abarcativo, toma todo un momento de la vida de un paciente.

-Se relaciona con la tarea del arqueólogo, que junta, recopila datos, crea nexos. La diferencia está en
que para el arq. ésta es la meta y para el análisis es una tarea preliminar.

Las exteriorizaciones directas del paciente después que uno le comunicó una construcción, no es
suficiente para saber si se ha deducido correctamente, es necesario que existan variedades indirectas
de corroboración. Una confirmación valiosa, de expresión positiva, es que el analizado responda con
una asociación que incluya algo semejante o análogo al contenido de la construcción.

1. La confirmación indirecta mediante asociaciones adecuadas al contenido de construcción que


conllevan un parecido, proporciona valiosas razones para deducir si esa construcción habrá de
corroborarse en lo que resta del análisis.

2. La confirmación se filtra en la contradicción directa con ayuda de una operación fallida. 3. Cuando

el análisis está bajo factores intensos que arrancan una reacción negativa, como conciencia
de culpa, necesidad, masoquismo, revuela contra el socorro del analista.

Si la construcción es correcta reacciona con un empeoramiento de sus síntomas y su estado general.


Estas reacciones del paciente son las más de las veces multívocas y no consienten una decisión
definitiva. A cada construcción, la consideramos como una conjetura, que aguarda ser examinada,
confirmada o desestimada, esto solo se deduce con la continuación del análisis. El camino de la
construcción del analista debe culminar en el recuerdo del analizado. Pero con frecuencia no
consigue llevar al paciente al recuerdo de lo reprimido, si el análisis ha sido ejecutado de manera
correcta, uno alcanza en el una convicción cierta sobre la verdad de la construcción, que en lo
terapéutico rinde lo mismo que un recuerdo recuperado.
También, al proveer una construcción certera, pueden aparecer recuerdos alejados, que no hacen
recordar el episodio que era el contenido de la construcción, sino que son detalles próximos a ese
contenido.
Lo que produce que el recuerdo se manifiesta de esta manera y no de forma explícita, como recuerdo
del episodio completo, es que la “pulsión emergente” de lo reprimido, había querido transportar
hasta la conciencia aquellas sustantivas huellas anémicas y una resistencia había conseguido
desplazar el movimiento sobre los objetos vecinos, circunstanciales.
PP CLASE:

Reacción del paciente a la comunicación de una construcción (Freud 1937):

Vale aclarar que no produce daño alguno equivocarnos en alguna oportunidad, y prestar al
paciente una construcción errónea, tales errores son inofensivos, sin embargo, son una pérdida
de tiempo donde el paciente no se siente tocado, por lo tanto, no reacciona ni por sí ni por no.

El sí directo del analizado es multívoco, solo posee valor cuando es seguido por
corroboraciones indirectas, cuando el paciente produce acoplados inmediatamente a su
sí, recuerdos nuevos que complementan y amplían la construcción.

El no del analizado es igualmente multívoco, y menos utilizable que sí si, el no, no prueba nada
acerca de la justeza de la construcción, más a menudo exterioriza una resistencia que es provocada
por el contenido de la construcción que se ha comunicado, que de igual manera puede provenir de
otro factor.
Entonces: Es correcto que no aceptemos de pleno valor un “NO” del analizado, pero tampoco
otorgamos validez a un “SI” ya que ambos son multívocos. El “SI” sólo posee valor cuando es
seguido por corroboraciones indirectas; cuando el paciente produce, acoplados inmediatamente a
su “SI”, recuerdos nuevos que complementan y amplían la construcción.

“A cada construcción la consideramos apenas una conjetura, que aguarda ser


examinada, confirmada o desestimada.”

PP GABBARD: TEXTO Repensando la acción terapéutica


Gabbard y Western
Intervenciones que facilitan el cambio
1. Las que fomentan el insight
• Asociación libre: ofrece un modo de ver las defensas en acción. También permite explorar un
mapa de las redes de asociación que conducen a pensar, sentir y actuar al paciente bajo
determinadas circunstancias.
• Interpretación: puede dirigirse a cualquiera de los numerosos acontecimientos mentales:
deseos, miedos, fantasías y expectativas, defensas y formaciones de compromiso;
conflictos, patrones transferenciales y patrones relacionales. Fundamental en psicoanálisis.
Mediante la Int. de la transferencia, los analistas ayudan a sus pacientes a reintegrar aspectos de
sí mismos que han sido defensivamente desmentidos mediante la identificación proyectiva.
2. Las que hacen uso de varios aspectos de la relación:
• vivir un tipo diferente de relación (experiencia emocional correctiva- Alexander) •
Internalización de su función, por la cual el paciente desarrolla la capacidad de llevar a cabo una
función hasta ese momento externa.
• Internalización de actitudes afectivas del terapeuta que muchas veces implica suavizar un
superyó hipercrítico.
• Internalización de estrategias conscientes para la autoreflexión (el paciente se convierte en su
propio analista)
• Uso central en torno a la transferencia y contratransferencia
3. Variedad de estrategias secundarias
• Formas diversas de confrontación que llaman la atención sobre patrones de conducta
y relacionales no adaptativos.
• Confrontación de creencias disfuncionales: el examen y confrontación de creencias
disfuncionales o irracionales es un componente inevitable de cualquier
psicoterapia.
• Estrategias que implican los efectos de encarar la forma consciente de solucionar problemas y
tomar decisiones por parte del paciente. Estas intervenciones, si bien no son clásicamente
analíticas pueden ayudar a una persona a hacer elecciones vitales más adaptativas.
• La “exposicón”: mecanismo de cambio de los tratamientos conductuales, especialmente para
tratar los estados de ansiedad. Significa enfrentar al paciente a la situación que le provoca
temor e inducirlo a afrontarla.
Fonagy señala que ayudar a los pacientes a diferenciar la creencia del hecho, y el hecho de la
fantasía, es una forma de exposición. (La disminución de ansiedades transferenciales con el paso del
tiempo está relacionada en parte a la exposición puesto que el analizado reconoce que sus miedos de
ser criticado o humillado no son realistas.)
- Formas de autorevelación: cuando es sensata puede promover la mentalización dando lugar en el
paciente a una función reflexiva mejorada (por ej. Compartiendo un sentimiento con el
paciente, el analista puede ayudarlo a ver que su percepción de cómo se siente el analista es
sólo una representación que puede ser comprendida y con la que se puede jugar.)
- La afirmación : aceptación y validación empática (Kohut)
- Estrategias facilitadoras: intervenciones que ayudan al paciente a sentirse más cómodo
colaborando con el analista para comprender su mundo interno. Pueden ir desde la exclamación
de las sutilezas sociales hasta el uso del humor y formas variadas de comentarios que pueden
ser útiles cuando la gente se enfrenta a material doloroso, angustiante o vergonzante.
- INSIGHT:
Proceso a través del cual alcanzamos una visión nueva de nosotros mismos. Implica un
conocimiento que hasta ese momento no era tal.
Etchegoyen plantea que utilizamos la palabra insight al nuevo conocimiento que adquiere
el paciente en análisis y nos referimos a un conocimiento personal
Es un proceso intransferible
Richfield plantea dos tipos de conocimiento: De palabra a palabra (definiciones verbales
abstractas), obtenemos un conocimiento por descripción, siempre indirecto. Y De palabra a cosa
(definiciones ostensivas), obtenemos un conocimiento familiar directo.
CLASIFICACIÓN:
Insight intelectual- verbal, descriptivo
Insight ostensivo- se conecta con el afecto, el paciente vive la emoción y asume
los sentimientos que despierta esa toma de conciencia

ELABORACIÓN:
Freud define la elaboración como el intervalo que va desde que el paciente toma conciencia de algo
que le dice el analista, hasta que venciendo sus resistencias lo acepta con convicción.
Laplanche: proceso en virtud del cual el analizado integra una interpretación y supera las
resistencias que ésta suscita. Se trataría de un trabajo psíquico que permite al sujeto aceptar
ciertos elementos reprimidos y liberarse del dominio de los mecanismos repetitivos.

Consiste en movilizar las resistencias para que un conocimiento intelectual se recubra del afecto que le
pertenece. Es el trayecto que el analizado debe recorrer desde el insight descriptivo hasta el insight
ostensivo. Luego, para que éste perdure, debe transformarse cuidadosamente en palabras. Si no,
queda como un proceso abreactivo que no lleva a la integración.
Insight y elaboración son dos términos indisolublemente ligados.
Hay pues un continuo proceso de elaboración (p. diacrónico) con pequeñas o grandes crisis que
se pueden llamar insight. (sincrónico)
PP CLASE GABBARD:
No solo la interpretación produce un cambio psíquico - Variedad de intervenciones:

1. Intervenciones que promueven el insight


2. Intervenciones y cambios que derivan de la relación terapéutica
3. Estrategias secundarias, para encarar de forma consciente los problemas
-Declive del debate “Interpretación” versus “relación”
-Reconocimiento de múltiples modos de acción terapéutica
-Cambio de énfasis: de la reconstrucción a las interacciones en el aquí y ahora con el paciente
“baile” entre analista y paciente = Roles = patrones Icc puestos en acto = Mentalización y función
reflexiva.

-Intersubjetividad Condición previa para


cualquier tipo de experiencia Logro del desarrollo (J. Benjamin)

Mito de la mente aislada


• Lyons-Ruth = Conocimiento relacional implícito / Momentos de encuentro: reorganizan
la experiencia
• Importancia de negociar el clima terapéutico: mito de la técnica standard y del analista genérico
“La negociación y la adaptación mutua son cruciales para la acción terapéutica” (Mitchell)
• El psicoanálisis actual requiere mayor humildad = tolerancia a la
incertidumbre. --fin power – texto:

“Psiquiatría psicodinámica en la clínica” Gabbard

La denominada psiquiatría dinámica constituye un desarrollo del psicoanálisis consistente,


básicamente, en el abandono del papel preponderante que éste atribuye a los factores instintivos y
en un mayor acercamiento a las relaciones del sujeto con su entorno, intentando no sólo dar cuenta
de los aspectos intrapsíquicos sino también de los interpersonales y grupales. La psiquiatría dinámica
trata de explicar aquellos fenómenos mentales que son producidos por conflictos, teniendo en
cuenta que "El conflicto deriva de la lucha entre fuerzas inconscientes que pugnan por expresarse y
el control constante de fuerzas que impiden su manifestación. Estas fuerzas interactuantes pueden
ser conceptualizadas (con cierta superposición) como: 1) un deseo y una defensa contra el deseo, 2)
diferentes instancias intrapsíquicas o "partes" con distintos propósitos y prioridades, o 3) un impulso
que se opone a la conciencia internalizada de las demandas de la realidad externa."

Las intervenciones que facilitan el cambio pueden clasificarse en una de estas tres categorías:
aquellas que fomentan el insight, aquellas que hacen uso de varios aspectos mutativos de la
relación de tratamiento y una variedad de estrategias secundarias que pueden tener una tremenda
importancia.
Loewald fue de particular importancia en la transición hacia una visión más amplia de la acción
terapéutica. En su trabajo crucial de 1960, apuntó que el proceso de cambio “se pone en
movimiento no simplemente por la habilidad técnica del analista, sino por el hecho de que el
analista se vuelve disponible para el desarrollo de una nueva ‘relación de objeto’ entre el paciente y
el analista.

En los últimos años, la polarización uno-u-otro entre el insight mediante la interpretación versus el
cambio mediante la experiencia de un nuevo tipo de relación ha dado lugar al reconocimiento de que
estos dos mecanismos de cambio operan sinérgicamente en la mayoría de los casos, con un mayor
énfasis de un componente para algunos pacientes y del otro para otros.

Aunque sigue siendo útil, la reconstrucción ya no se enfatiza y pasamos menos tiempo excavando en
busca de reliquias enterradas del pasado del paciente. En su lugar, mucho del foco se pone en el
modo en que la interacción aquí y ahora entre analista y paciente ofrece un insight sobre la influencia
del pasado del paciente en los patrones de conflicto y relaciones objetales del presente. En esta
visión, las dimensiones transferencia- contratransferencia del tratamiento son el principal escenario
en que se desarrolla el drama de la acción terapéutica, y estas puestas en acto son tanto
experimentadas como interpretadas. Desde un punto de vista contemporáneo, un aspecto
importante del rol del analista es ayudar al paciente a darse cuenta de los patrones inconscientes
expresados en su conducta no verbal, de modo que pueda lograr un sentido de control y
comprensión de lo que está siendo repetido en una relación tras otra caracterizan este proceso como
ampliar la realidad psíquica mediante la mentalización, o desarrollar la función reflexiva. Un modo
principal de acción terapéutica implica la creciente habilidad del paciente para percibirse en la mente
del analista, al tiempo que desarrolla simultáneamente un mayor sentido de la subjetividad separada
del analista.

Jones ha desarrollado recientemente un modelo integrador que tiene en cuenta tanto la


interpretación como la interacción que se produce en la relación, a las que denomina
como
estructura de interacción repetitiva. En este modelo la acción terapéutica ocurre en el
reconocimiento, la experiencia y la comprensión por ambos miembros de la díada analítica de
un patrón de interacciones reiterativas.

Se ha introducido una flexibilidad creciente en la práctica psicoanalítica y un reconocimiento de la


inevitabilidad -y el valor- del proceso de negociación que tiene lugar en cada díada analítica.
Greenberg se refiere a esto como “matriz interactiva” y sostiene que el marco mismo así como las
reglas varían dependiendo de la naturaleza específica de las subjetividades de analista y paciente. En
sus obras sobre los límites profesionales, Gabbard ha planteado que para evitar los peligros de una
rigidez defensiva debemos conceptualizar los límites analíticos como fluidos y relacionados con
hechos contextuales en una díada analítica particular. Este cambio no significa que “todo vale” en la
sesión analítica. Significa, en cambio, que una adherencia rígida a una posición técnica que no ha
logrado encontrar al paciente en un “espacio” interpersonal suficientemente cómodo para ambos
participantes (que comprometa al paciente en el tipo de negociación creativa e interpersonal que se
espera fomentar en las otras relaciones), puede ser igual de contraterapéutico que un “análisis
salvaje”.

Resumiendo, ya no tenemos consenso en el psicoanálisis acerca de qué es lo que funciona y cómo. En


general, la escena psicoanalítica actual está presenciando un movimiento hacía una mayor humildad.
Esta humildad se refleja en la tolerancia hacia la incertidumbre -tanto en nuestra literatura
profesional como en las horas de tratamiento. De hecho, para algunos pacientes puede haber un
efecto profundamente mutativo en el reconocimiento –y algunas veces la honesta autorrevelación del
analista- de que el analista no lo sabe todo y depende de un esfuerzo colaborador con el paciente
para saber qué es lo que está ocurriendo.

Las distinciones en la neurociencia cognitiva entre sistemas implícitos y explícitos, distintos en


muchos aspectos de su funcionamiento y neuroanatomía, convergen con el énfasis temprano que
Freud ponía en la distinción entre lo consciente y lo inconsciente, sugiriendo dos objetivos
centrales en las formas de tratamiento psicoanalítico. El primero y crucial es alterar las redes de
asociación inconsciente, particularmente: a) aquéllas que desencadenan reacciones emocionales
problemáticas;
b) aquéllas que desencadenan estrategias defensivas problemáticas; y c) aquéllas que subyacen a
patrones interpersonales disfuncionales. Un segundo objetivo del tratamiento, al cual la distinción
entre procesos implícitos y explícitos en la neurociencia cognitiva ha supuesto una enorme ayuda,
supone alterar patrones conscientes de pensamiento, sentimiento, motivación y regulación del
afecto. Estos dos objetivos, y los sub-objetivos que los constituyen, requieren a menudo diferentes
tipos de intervención.

Aunque a menudo pensamos en los objetivos de diferentes escuelas de pensamiento psicoanalítico


como incompatibles o inconmensurables (p. ej. cambiar las formaciones de compromiso versus
alterar los patrones de relaciones objetales del paciente), la mayoría de estos objetivos pueden ser
entendidos en términos de alterar las redes asociativas inconscientes. Ayudar a los pacientes a
cambiar relaciones objetales internas perdurables también significa atender a las relaciones externas
del individuo en la vida ajena al análisis, que, después de todo, son los objetivos finales del cambio
que implica a las relaciones objetales. Un segundo punto es lo que lo significa alterar el
funcionamiento de las redes asociativas y cómo esto se relaciona con el concepto de cambio
estructural. Sea nuestro objetivo alterar los motivos, las creencias o ideas patogénicas, las defensas,
las formaciones de compromiso o los vínculos entre afectos y representaciones, el cambio implica
estos tres procesos. El primero es un debilitamiento de los lazos entre los nudos de una red que se
han activado conjuntamente durante años o décadas y una disminución general de su nivel de
activación crónica (su tendencia a asimilar nuevas experiencias y de este modo afectar la actividad
mental continuada).Según los modelos conexionistas de la neurociencia, que comparten muchos
aspectos con el modelo de redes asociativas propuesto implícita y explícitamente por Freud, las
representaciones son conexiones entre unidades mentales almacenadas en la memoria (ideas,
recuerdos, sensaciones, afectos, etc.), que son “disparadas conjuntamente”. Las representaciones son
potenciales para la reactivación, es decir, patrones de disparo neuronal que ocurren bajo ciertas
condiciones basadas en los niveles previos de activación. Una representación que desempeña un
papel poderoso y recurrente en la vida psíquica del paciente es un potencial que ha sido activado
muchas veces anteriormente y, por tanto, existe en un elevado nivel de potencial. Así, un cambio
asociativo significa debilitar las conexiones entre los procesos mentales que han sido conectados por
asociación. Segundo, los cambios estructurales en las redes asociativas implican la creación de nuevas
vinculaciones por asociación, o bien el fortalecimiento de vínculos que previamente eran débiles. Un
tratamiento que resulte en un cambio estructural, no anula ni reemplaza completamente las redes
antiguas. Más bien, un cambio duradero requiere una desactivación relativa de las conexiones
problemáticas en las redes activadas y el incremento de la activación de nuevas conexiones más
adaptativas, de modo que el paciente tienda a encontrar nuevas soluciones de compromiso más
adaptativas. Si las circunstancias son lo suficientemente poderosas, si propagan suficiente activación
a las redes en “mal estado”, pueden activar dinámicas “regresivas” aun en pacientes bien analizados.
Sin embargo, uno esperaría que la mayor parte del tiempo un paciente que haya logrado un cambio
estructural, haya aprendido a reconocer estas dinámicas conscientemente, a entender el significado
de su resurgimiento, y a usar este conocimiento consciente así como su capacidad de autoanálisis
para controlarlas o para buscar ayuda.

Así, desde una postura que integra los conceptos psicoanalíticos de afecto, motivación y conflicto con
el modelo conexionista de representación, el cambio estructural es una cuestión de grado y
depende de varios factores. El primero es la durabilidad de los cambios en las redes asociativas,
frente a circunstancias de la vida que pueden empujar hacia viejas soluciones, lo que a su vez
depende de la intensidad en que éstas circunstancias se presentan, que puede estar o no bajo el
control del paciente. El segundo, es en qué medida los cambios en las redes asociativas son
dominantes y clínicamente significativos en su impacto en patrones previamente disfuncionales. El
tercero es la capacidad del paciente para realizar la autorreflexión consciente, que le permita
superar las dinámicas inconscientes una vez que sean reconocidas.

Dentro de las estrategias para fomentar el cambio terapéutico se encuentra el insight, las dos
técnicas más importantes para fomentar el insight son la asociación libre y la interpretación.
La
asociación libre es útil por dos importantes razones. En primer lugar, como Freud enfatizó, ofrece un
modo de ver las defensas en acción, ofreciendo la oportunidad de entreverlas, en segundo lugar,
permite al paciente y al analista explorar y trazar un mapa de las redes de asociación implícitas del
paciente, trabajar conjuntamente para crear un modelo de las redes que conducen al paciente a
pensar, sentir y actuar en los modos en que lo hace bajo determinadas circunstancias. La
interpretación, la segunda técnica, puede dirigirse a cualquiera de los numerosos acontecimientos
mentales. Estos incluyen deseos, miedos, fantasías y expectativas; defensas, conflicto, etc. El
psicoanálisis se apoya más en un enfoque que lleva la comprensión transferencial hasta sus límites.
Mediante la interpretación de la transferencia, los analistas ayudan a sus pacientes a reintegrar
aspectos de sí mismos que han sido
defensivamente desmentidos mediante la identificación proyectiva. A este respecto, parte de la
acción terapéutica del trabajo analítico consiste en ayudar a los pacientes a vivir en su propia piel
mediante la interpretación incesante de los fenómenos transferenciales. La exploración e
identificación de los procedimientos implícitos, como los procesos defensivos, puede a veces dar
lugar a la revelación de recuerdos inconscientes (reprimidos), a los que Freud consideró como el
propósito principal de explorar el pasado. Sin embargo, no es probable que esto sea un modo
central de acción terapéutica en la mayoría de los tratamientos.
Otra de las estrategias es el vinculo entre terapeuta y paciente, para las perspectivas relacionales
contemporáneas es crucial la noción, que evoca al concepto de experiencia emocional correctiva, de
que vivir un tipo diferente de relación puede ser una avenida importante para el cambio terapéutica.
Desde la perspectiva actual, mucho de lo que esto supone es alterar las redes asociativas, incluyendo
los deseos, temores, motivaciones y estrategias defensivas que pueden estar asociativamente
vinculadas a las representaciones de objetos, estados y acciones. Un segundo modo en que la
relación puede contribuir al cambio es mediante la internalización de su función, por la cual el
paciente desarrolla la capacidad de llevar a cabo una función hasta ese momento externa, como
cuando un paciente aprende a autocalmarse mediante reiteradas experiencias de ser calmado por
parte del terapeuta. Un tercer modo en que la relación puede ser terapéutica es cuando el paciente
internaliza actitudes afectivas del terapeuta, esto puede suceder mediante comentarios explícitos por
parte del terapeuta así como mediante gestos, entonación y otras formas de comunicación que
pueden registrarse implícita o explícitamente. Un cuarto modo en que la relación puede ser un
instrumento de cambio activo es mediante la internalización de estrategias conscientes para la
autorreflexión, es decir, cuando el paciente se convierte gradualmente en su propio analista. En
parte, esto puede suceder mediante simples procesos de aprendizaje observacional, aunque como
Fonagy ha observado, una avenida crucial para el cambio terapéutico puede residir en la creciente
capacidad del paciente para “encontrarse en la mente del terapeuta”. Todos estos aspectos de la
internalización se basan en el desarrollo de una relación terapéutica en la cual el paciente se sienta lo
suficientemente seguro como para explorar su mente en presencia de un otro. Finalmente, un uso
central de la relación, en las formas psicoanalíticas del tratamiento, reside en la identificación de
paradigmas prominentes de transferencia-contratransferencia.

Desde un punto de vista más contemporáneo, lo crucial es que el analista (o la situación analítica) no
sea sólo diferente de un objeto del pasado sino, en ciertos aspectos, similar a él. Desde una
perspectiva conectivista, los aspectos del analista deben guardar semejanza suficiente con los
prototipos del pasado para activar redes neuronales principales y que sean reelaboradas. A veces, las
redes activadas del paciente empujarán a su vez al analista a puestas en acto las cuales puede ser
cruciales que paciente y analista comprendan y transformen.
En la psicoterapia psicoanalítica hay varias estrategias secundarias que, si se usan minuciosamente,
contribuyen sustancialmente a un cambio significativo, incluyendo lo que normalmente consideramos
como cambio estructural. Sugestión: El primero de este tipo de intervenciones implica varias formas
de confrontación que conllevan sugestiones implícitas o explícitas para el cambio. En realidad, el
simple acto de explorar un conjunto de asociaciones o temas en lugar de otro ofrece al paciente
información sobre los aspectos de su vida mental o su conducta que consideramos dignos de atención
y, por tanto, de los aspectos que sospechamos le están causando problemas y los cuales el podría
querer elaborar. Una segunda forma de intervención es la confrontación de creencias disfuncionales,
que a veces pueden ser tan importantes como las confrontaciones de conductas, defensas, o
formaciones de compromiso problemáticas. Simplemente el explorar una creencia o un modo de ver
al self que el analista considera digno de atención es una pista para el paciente de que aquél puede
no estar de acuerdo con la visión que él tiene de las cosas. El examen y confrontación de creencias
disfuncionales o irracionales es un componente inevitable de cualquier psicoterapia buena para la
depresión o la ansiedad, puesto que los estados de ánimo deprimidos o ansiosos reclutan modos de
pensar que perpetúan la disforia y por tanto necesitan ser encarados directamente. Una tercera clase
de estrategias secundarias implica los efectos de encarar la forma consciente de solucionar problemas
y tomar decisiones por parte del paciente, las intervenciones de este tipo pueden tener dos efectos
saludables. En primer lugar, pueden ayudar a una persona a hacer elecciones vitales más adaptativas,
lo que a su vez influye en sus elecciones posteriores, ayudar a los pacientes a solucionar problemas
puede ayudarlos a solucionar mejor sus problemas en el futuro, especialmente cuando sus afectos
son fuertes y su razonamiento explícito puede verse comprometido. Una cuarta estrategia, la
exposición, significa enfrentar al paciente a los estímulos o la situación que le provoca temor e
inducirlo a afrontarla y a seguir haciéndolo hasta que deje de estar ansioso -rompiendo así,
disminuyendo, la fuerza de vínculos asociativos que de otro modo lo alteraban. Los analistas, desde
Freud, han apuntado que, en los pacientes fóbicos, se hará muy poco progreso a menos que el
paciente afronte la situación temida. Como señalan Fonagy y Target, ayudar a los pacientes a
diferenciar la creencia del hecho, y el hecho de la fantasía, es una forma de exposición, en la cual el
analista reconoce la realidad psíquica del paciente de miedo al tiempo que le ofrece simultáneamente
una perspectiva alternativa que sugiere seguridad. Una quinta clase de intervenciones secundarias
implica formas de autorrevelación. Esto puede ser especialmente importante para pacientes cuyas
relaciones de apego fomentaron modelos incoherentes de trabajo para las relaciones, es decir, cuyas
figuras de apego fueran tan impredecibles que el niño no pudiera entender o predecir esa conducta.
En tales casos, la autorrevelación limitada puede ser esencial para ayudarlos a comprender mejor a
las personas, manteniendo su confianza y mostrándoles un modelo diferente de expresión emocional
e intimidad. La autorrevelación sensata puede promover también la mentalización, dando lugar en el
paciente a una función reflexiva mejorada. Un sexto modo de acción terapéutica, la afirmación. La
validación empática de la perspectiva del paciente debe ser complementada en último lugar por una
perspectiva “externa” por parte del analista que presente una perspectiva diferente. Una última clase
de estrategias secundarias implica lo que podíamos llamar estrategias facilitadoras: intervenciones
que ayudan al paciente a sentirse más cómodo colaborando con el analista o terapeuta para llegar a
comprender su mundo interno. Estas pueden ir desde la exclamación de las sutilezas sociales
normales que hacen que alguien se sienta cómodo en una conversación hasta el uso del humor, los
comentarios educacionales (p. ej. explicar al paciente por qué puede ser útil focalizar en lo que está
pasando en el consultorio) y formas variadas de comentarios que apaciguan que pueden ser útiles
cuando la gente se enfrenta a material doloroso, angustiante o vergonzante que pueden haber
mantenido fuera de la conciencia –y del alcance del
terapeuta o analista- durante muchos años.
PP CLASE: El Momento de Interpretar – Winnicott

• “Creo que el momento correcto para la interpretación es el primer momento en que el material
aclara lo que hay que interpretar… y si no estoy seguro de qué hay que interpretar, no vacilo en
ganar tiempo jugando, construyendo…” (fase preparatoria)
• “Lo que le importa al paciente no es tanto la exactitud de la interpretación como la disposición
del analista a ayudar, la capacidad del analista para identificarse con el paciente y para
satisfacer la necesidad en cuanto ésta es indicada verbalmente o por medio del lenguaje no
verbal o pre verbal”
• Winnicott concibe la interpretación como punto de partida para el diálogo: garabato (emerge
del espacio transicional)
• Cuando la interpretación es ofrecida fuera del área de juego: RESISTENCIA

“Diccionario de psicoanálisis” Laplanche

Neurosis de transferencia: A) En sentido nosográfico, tipo de neurosis (histeria de angustia*, histeria


de conversión*, neurosis obsesiva*) que Freud diferencia de las neurosis narcisistas* dentro del
grupo de las psiconeurosis*. Se diferencian de las neurosis narcisistas por el hecho de que la libido
está siempre desplazada sobre objetos reales o imaginarios, en lugar de estar retirada de éstos sobre
el yo. De ello resulta que son más accesibles al tratamiento psicoanalítico, ya que se prestan a la
constitución, durante la cura, de una neurosis de transferencia en el sentido B. B) Dentro de la teoría
de la cura psicoanalítica, neurosis artificial en la cual tienden a organizarse las manifestaciones de
transferencia. Se constituye en torno a la relación con el analista; representa una nueva edición de la
neurosis clínica; su esclarecimiento conduce al descubrimiento de la neurosis infantil. A) En el sentido
A, la libido se encuentra catectizada sobre el yo, lo que reduce la capacidad de los pacientes para
transferir su libido sobre objetos y, en consecuencia, los hace poco accesibles a una cura cuyo resorte
fundamental es la transferencia. Es por ello que las neurosis que constituyeron el primer objeto de la
cura psicoanalítica se definen como trastornos en los que existe esta capacidad de transferencia, y se
designan con el término neurosis de transferencia». Freud establece: las neurosis de transferencia y
las neurosis narcisistas forman dos categorías opuestas entre sí, dentro del grupo de las
psiconeurosis. Por otra parte, éstas, en la medida en que sus síntomas son la expresión simbólica de
un conflicto psíquico, se contraponen al grupo de las neurosis actuales*, cuyo mecanismo sería
fundamentalmente somático. Señalemos que, si bien sigue siendo válida la distinción de las dos
clases de psiconeurosis, ya no se admite que puedan distinguirse entre sí por la simple presencia o
ausencia de transferencia. En efecto, actualmente se admite que, en las psiconeurosis, la ausencia
aparente de transferencia, la mayoría de las veces, no es otra cosa que uno de los aspectos del modo
de transferencia propio de los psicóticos. B) En Recuerdo, repetición y trabajo elaborativo, Freud
introduce la noción de neurosis de transferencia (en el sentido B) en relación con la idea de que el
paciente repite en la transferencia sus conflictos infantiles. «Supuesto que el paciente respete las
condiciones de existencia del tratamiento, llegamos generalmente a conceder a todos los síntomas de
la enfermedad una nueva significación transferencial, a reemplazar su neurosis corriente por una
neurosis de transferencia, de la cual puede ser curado por la labor terapéutica». Según este pasaje,
parece que la diferencia entre las reacciones de transferencia y la neurosis de transferencia
propiamente dicha puede concebirse como sigue: en la neurosis de transferencia, todo el
comportamiento patológico del paciente viene a centrarse ahora en la relación con su analista. De la
neurosis de transferencia puede decirse que, por una parte, coordina las reacciones de transferencia,
al principio difusas y, por otra, permite al conjunto de los síntomas y de las conductas patológicas del
paciente adoptar una nueva función al referirse a la situación analítica. Según Freud, la instauración
de la neurosis de transferencia constituye un elemento positivo en la dinámica de la cura: «El nuevo
estado ha adquirido todas las características de la enfermedad, pero representa una enfermedad
artificial que es plenamente accesible a nuestro control». Dentro de esta perspectiva, la secuencia
siguiente puede considerarse como el modelo ideal de la cura: la neurosis clínica se transforma en
neurosis de transferencia, cuyo esclarecimiento conduce al descubrimiento de la neurosis infantil.
Con todo, es preciso indicar que, más tarde, Freud, cuando acentúa el alcance de la compulsión a la
repetición, da una concepción menos unilateral de la neurosis de transferencia, subrayando el peligro
que ofrece el dejarla desarrollarse. «El médico se esfuerza en limitar todo lo posible el ámbito de esta
neurosis de transferencia, en impulsar el máximo posible de contenido hacia la vía del recuerdo y
abandonar lo menos posible a la repetición. Por lo general el médico no puede ahorrar al analizado
esta fase de la cura. Se ve forzado a permitirle revivir cierto fragmento de su vida olvidada, pero debe
velar para que el paciente conserve una cierta capacidad de dominar la situación, que le permita,
pese a todo, reconocer, en lo que aparece como una realidad, el reflejo renovado de un pasado
olvidado».

Psicoterapia: A) En sentido amplio, todo método de tratamiento de los desórdenes psíquicos o


corporales que utilice medios psicológicos y, de manera más precisa, la relación del terapeuta con
el enfermo: hipnosis, sugestión, reeducación psicológica, persuasión, etc.; en este sentido, el
psicoanálisis es una forma de psicoterapia. B) En sentido más estricto, a menudo se opone el
psicoanálisis a las diversas formas de psicoterapia, por diversas razones, especialmente: la función
primordial que en él desempeña la interpretación del conflicto inconsciente y el análisis de la
transferencia, que tiende a su resolución. C) Con el nombre de «psicoterapia analítica» se designa
una forma de psicoterapia basada en los principios teóricos y técnicos del psicoanálisis, aunque sin
realizar las condiciones de una cura psicoanalítica rigurosa.

Regla fundamental: Regla que estructura la situación analítica: se invita al analizado a decir lo
que piensa y siente, sin seleccionar nada y sin omitir nada de lo que le venga a la mente, aunque
le resulte desagradable comunicarlo o le parezca ridículo, carente de interés o inoportuno.

Resistencia: Durante la cura psicoanalítica, se denomina resistencia todo aquello que, en los actos
y palabras del analizado, se opone al acceso de éste a su inconsciente. Por extensión, Freud habló
de resistencia al psicoanálisis para designar una actitud de oposición a sus descubrimientos, por
cuanto éstos revelaban los deseos inconscientes e infligían al hombre una «vejación psicológica».

EL ENIGMA SPINOZA” IRVIN YALOM


ALFRED: “Hay una cosa que lamentaría no hablar Contigo, pero no me está costando sacarla a relucir. Me ha
sido imposible hablar de ella en toda la noche.

F: sugiere explorar obstáculos que le impidan decirlo, por ej repercusiones q habría de decirle lo que le
quiere decir. (RESISTENCIA)

Aclara, “tu tienes algo que queres decir pero no puedes, ¿qué cosas negativas podrían ocurrir si tú llegaras a
hablar conmigo? Supongamos que revelas lo que me queres decir, ¿cuál supones que sería mi reacción
respecto de ti?

AL: podrías sentir que me estoy aprovechando de ti al pedirte ayuda me avergüenza soliciyat tus servicios
profesionles sin pagarte, me hace sentir débil y tu fuerte.
(F lo siente parte de su familia)

Le cuenta que antes de partir el jefe lo llama a su oficina para hablar de su viaje a parís, pero que lo regaño
por mostrarse procupado apenas entró. Le dijo que debería divertirse y beber más.

F: Y esa recomendación surtió efecto

Al: si, porque ya me lo han dicho, y yo me lo digo a mi mismo.

Hace unos días había escuchado a un par de empleados referirse a él como “la esfinge”

Y tienen razón, soy cerrado y tenso, y sé que tengo que cambiar esa parte de mí mismo si quiero tener éxito
en el Partido Nacional Socialista.

Acá F (analista) pone pausa, porque aún no habían definido un marco en la relación terapéutica y él se
conocían desde que Alfred era chico. Además el analista se iba a ir a Berlin, por lo que le sugiere una
recomendación para otro analista. A lo que Alfred se niega, ya que no podría confianr en otra persona ya que
dice que algún día tendrá mucho poder en Munich y al tener enemigos correría el riesgo que se conozcan sus
secretos, “se que contigo estoy seguro”.

Planean sesiones. Confirman pago de la próxima sesión y hablan de la confidencialidad


de paciente-terapeuta.

Siguen con sesión. Retoman en “la esfinge” y que eso le generó una mezcla de sensaciones. Le pide que
haga una asociación libre con esfinge.

A: “esfinge, el desierto, inmensa, misteriosa, poderosa, enigmática, que sigue sus propias
reglas…peligrosa… la esfinge estrangulaba a quienes no respondían a su acertijo. Se
frena_

¿Sabías que raíz griega quiere decir estrangulador, o uno que aprieta? La palabra esfínter está relacionada
con esfinge.

F: entonces, con eso de mezcla, quisiste decir que no te gustó ser considerado tan silencioso, distante
y reprimido, pero te gustó que pensaran que eras enigmático, misterioso, poderoso, amenazador?

Al: si. Siempre fui solitario, nunca pertenecí a ningún grupo.

F: ¿pero no eran cercano a Hitler?

A: si, paso mucho tiempo con él, tomamos café, hablamos de política, visitamos galerías. Un día pintamos
juntos en una plaza.
El mejor día de mi vida ocurrió hace 3 semanas cuando Hitler me llevó a comprar un escritorio para mi
nueva oficina. Le dijo que irían de compras y que podría comprar lo que quisiese.

F: mejor día de tu vida? Llevarte de compras sería algo que te habría gustado que tu padre hiciera?

A: lo considera ridículo esa interpretación ya que “nunca recibió nada de él” “una vida de resentimiento
hacia él”.

F: entonces tal vez un poco de tu entusiasmo con Hitler viene de recibir algo de verdadera atención
paternal (ya que padre medio ausente y nunca conoció a su mom, tuvo una tía atenta pero que ella tenía
sus propios hijos) ¿qué edad tiene él?

Alfred: es unos años mayor.

F: su relación se va convirtiendo en amistad más intima?


A explica que no, que lo ve más cercano a otra gente, q no lo busca hace semanas. Que no lo

quiere. F: indaga en esa frase que “No me quiere” = le pide asociación libre de esto

A: “Amor. Alguien que me diga te quiero. Escuche esas palabras solo una vez, con Hilda en París antes de
casarnos”

F: asombrado que recordó que está casado ya que nunca la menciona.

A: “estaba casado. A ella le agarro tuberculosis”

F: como a tu hermano, madre y padre.

A: si, no se si sigue con vida. Nos alejamos.

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