Está en la página 1de 18

CHINA

La verdadera razón
por la que las
mujeres chinas
vendaban sus pies…
y no, no fue por sexo
Por Katie Hunt
05:10 ET(09:10 GMT) 24 Mayo, 2017
VIDEOS RECOMENDADOS

Exlegislador y su hermano, asesinados a tiros
en televisión…

¡Difícil de repetir! Golazo de Alisha Lehmann da la vuelta al mundo | Video

China realiza ejercicios militares sobre Taiwán: ¿se acerca otro…

Joven recibe disparo al tocar en la casa equivocada para…

Recomendado por
MÁS DE SALUD
Mosquitos estériles: la estrategia argentina para frenar el avance del
dengue

Aprende cómo purificar el aire de tu casa con estas plantas

Los carbohidratos refinados y la carne roja impulsan el aumento


mundial de la diabetes tipo 2, según un estudio
NOTAS RELACIONADAS
Las últimas mujeres que viven con los pies vendados

Los horrores de la mutilación genital femenina

Ablación: 200 millones de mujeres y niñas mutiladas


1 de 12 | Jo Farrell es una fotógrafa radicada en Hong Kong que se
enfoca en retratar costumbres femeninas que ya no están vigentes.
Durante ocho años se dedicó a capturar imágenes de 50 mujeres con los
pies vendados en el área rural de China. Aquí vemos los pies de Zhao
Hua Hong, en el lente de Farrell.
2 de 12 | Retrato de Zhao Hua Hong. "Hay personas en China que me
critican por documentar los pies vendados. Ellos enfatizan que esta es la
‘China antigua’ y se preguntan quién se beneficiará de documentar esta
cosa horrible del pasado. Quieren olvidarlo. Pero esto es historia. Sólo
porque no nos gusta, no significa que no deberíamos documentarlo", dice
Farrell.
3 de 12 | Zhang Yun Ying fue la primera mujer con pies vendados a la
que Jo Farrell fotografió. Varias de las mujeres retratadas por Farrell ya
fallecieron.
4 de 12 | “Ella se quitó sus zapatos, tomé su pie en mi mano y era muy
suave. Simplemente se sintió hermoso. Ella realmente había sufrido por
esto. Me conmovió ver por lo que nosotras como mujeres pasamos para
tener una mejor vida", dice Farrell acerca de Zhang Yun Ying.
5 de 12 | Retrato de Yang Jinge. La mujer de 91 años de edad le dijo a
Farrell: "Los pies vendados eran una falta de respeto para el cuerpo; a
veces era muy doloroso y yo no podía ir a otro pueblo o a la escuela. Los
pies vendados es la fe ciega, se creía que nos ayudaría a tener
matrimonio mejor, pero cuando me vendaron mis pies, ya era una
tradición muy antigua y no era parte de la China moderna".
6 de 12 | Los pies de Yang Jinge. "En la mayoría de los casos que
encontré en los pueblos, las madres que vendaban los pies de sus hijas
lo hacían por amor, ya que esperaban un mejor matrimonio y una vida
mejor para sus hijas", dice Farrell. "En más o menos el 50% de los casos,
la práctica de vendar los pies no había resultado muy bien. Muchos de
los pies se desfiguraron y no lograron la forma deseada".
7 de 12 | Farrell dice: "La mayoría de los libros disponibles cubren el
erotismo de los pies vendados o la historia que hay detrás de la práctica.
No discuten realmente a la mujer como ser humano. Yo quiero
humanizar el fenómeno. Estas mujeres tenían vidas increíbles, aunque
eran campesinas. No solo se habían vendado los pies, también pasaron
por hambrunas y la Revolución Cultural, y ahora tienen que lidiar con la
disolución de la estructura familiar tradicional y la vida del pueblo a
medida que los jóvenes se van a otras ciudades en busca de trabajo".
8 de 12 | "Su Xi Rong tenía los pies más hermosos en su pueblo. Sus
pies tenían la forma ideal, en la que no solo los dedos estaban envueltos,
sino también el talón comprimido hacia los dedos para crear una grieta
en el arco de sus pies que era considerada altamente erótica por su
esposo", dice Farrell.
9 de 12 | Primer plano del pie izquierdo de Su Xi Rong, en el que se logró
la forma deseada.Hide Caption
10 de 12 | Muchas mujeres fotografiadas por Farrell eran demasiado
viejas como para recordar gran parte de su infancia. Pero una mujer,
Yang Yu Ying pudo recordar la época antes de que sus pies fueran
vendados: "Cuando tenía 11 años de edad, yo estaba en el cumpleaños
de mi abuelo. Había alimentos deliciosos y todo iba bien hasta que mi tía
dijo que mis pies eran muy feos, que eran tan grandes como los de un
chico. No lloré cuando mi madre vendó mis pies. Pero en la noche,
cuando me acostaba en mi cama, sí lloraba. Los pies me sangraban y
estuvieron infectados durante un año. Los lavaba con agua. Después de
un año, el dolor cesó y pude caminar de nuevo".
11 de 12 | Más adelante, Yang tuvo dos hijos y cinco nietos. "Estas
mujeres realmente son la columna vertebral de la China de hoy. Pero
vienen de una generación donde es difícil para ellas verse como
individuos. No consideran que su historia sea importante; ellas no
importan, son mujeres olvidadas", explica Farrell.

12 de 12 | El vendado de pies empezó en la dinastía Song y pasó de


moda a principios del siglo XX, cuando el gobierno la prohibió. "La
modificación del cuerpo se encuentra en todas las culturas. Todos
hacemos algo para hacernos más atractivos o para ayudarnos a
sentirnos mejor. Actualmente, sometemos los dedos a procesos
quirúrgicos para embellecer los pies, eliminamos costillas para hacer la
cintura más pequeña", dice Farrell.
(CNN) – Era una práctica terriblemente dolorosa que desfiguró los pies
de millones de niñas y mujeres chinas por siglos: las ataduras o vendas
en sus plantas.

Se pensaba que los diminutos pies de "loto dorado" –que se conseguían


a través de quebrar los dedos y los arcos de las niñas al atarlos a la
planta del pie con tela– eran el pasaporte a un mejor matrimonio y una
mejor forma de vida.

“Desde el punto de vista convencional (los pies vendados) existían para


complacer a los hombres. Se creía que ellos eran atraídos por los pies
pequeños”, explicó Laurel Bossen, coautora del nuevo libro Bound feet,
Young hands (Pies vendados, manos jóvenes).

Sin embargo, la investigación de Bossen sugiere que esta costumbre ha


sido ampliamente malinterpretada.

Las niñas que tenían sus pies vendados no llevaban una vida de belleza
ociosa, sino que más bien servían a un propósito económico crucial,
especialmente en el campo, donde niñas pequeñas desde los siete años
tejían y trabajaban con sus manos, añadió Bossen.

La práctica de vendar los pies persistió durante tanto tiempo porque tenía
una razón económica evidente: era una manera de asegurarse que las
niñas y jóvenes permanecieran sentadas y ayudaran a fabricar productos
como hilados, telas, esteras, zapatos y redes de pesca de los que
dependían las familias para obtener ingresos. Y hasta a ellas se les dijo
que estas labores les asegurarías más probabilidades de casarse.
Bossen sostiene que las mujeres no eran tímidas frente a hablar o
mostrar sus pies vendados. Un hecho que despierta escepticismo en la
coautora acerca de que se tratara de un fetiche cargado eróticamente.

Una mujer con zapatos amarillos bordados en Yunnan, China.

“Distorsión de la historia”

“Es necesario conectar las manos y los pies. Las mujeres con pies
vendados desempeñaron importantes trabajos manuales en casa dentro
las industrias artesanales. La imagen de ellas como trofeos sexuales
ociosos es una seria distorsión de la historia", argumentó Bossen.

De tal manera que la práctica de vendar los pies persistió porque


aseguraba que las niñas jóvenes permanecieran sentadas y trabajaran
en tareas aburridas y sedentarias por muchas horas cada día, insistió la
coautora. Una situación que, continuó, terminó sólo cuando las telas
manufacturadas y las importaciones extranjeras eliminaron el valor
económico del trabajo manual.

Bossen, profesora emérita de antropología en la Universidad McGill de


Montreal y Hill Gates, que ocupa el mismo puesto en la Universidad
Central de Michigan, entrevistaron a un poco menos de 1.800 mujeres
ancianas de varias localidades en la China rural: la última generación con
los pies vendados. El objetivo de los investigadores era precisar cuándo
y por qué la práctica empezó a morir.

Uno de sus hallazgos fue que los pies vendados permanecieron por más
tiempo en las zonas donde todavía había sentido económico en producir
mercancías en casa como la tela. De ahí que esta tradición también haya
comenzado a declinar solamente cuando estuvieron disponibles
alternativas manufacturadas más baratas en estas regiones.

Las niñas comenzaban las labores de hilado a mano entre los seis y los
siete años, prácticamente a la misma edad en que sus pies eran
vendados. Las mujeres con las que hablaron Bossen y Gates hicieron la
conexión entre los dos hechos.

“Mi madre me vendó los pies cuando tenía cerca de 10 años. Y alrededor
de esa edad comencé a producir algodón. Cada vez que ella ataba mis
pies, me dolía hasta sacarme lágrimas", les narró a los investigadores
una mujer que nació en 1933.
La práctica de los pies vendados se remonta a la dinastía Song (960-
1279) y se fue extendiendo primero de los círculos de la corte a las élites
ricas para, finalmente, llegar de la ciudad al campo. Durante el siglo XIX
la tradición ya era común en toda China.

Empezó a desaparecer en los primeros años del siglo XX. Un hecho


generalmente atribuido a las campañas ideológicas que condujeron
misioneros y reformadores, con los movimientos posteriores del gobierno
nacionalista y después de los comunistas para prohibir la práctica.

Bossen indicó que habló con mujeres nacidas hasta los años 40, cuyos
pies fueron vendados por un corto período de tiempo.

¿Lecciones para luchar contra la mutilación genital?

Para Bossen su investigación ofrece lecciones importantes para la lucha


moderna contra otras costumbres que le hacen daño a las mujeres y las
niñas, como la mutilación genital femenina.

Algunos académicos como Gerry Mackie y Kwame Anthony Appiah han


extraído aprendizajes de la erradicación de los pies vendados y trataron
de aplicarlos a la mutilación genital. Ellos creen que esta práctica podría
acabarse con campañas educativas y con grupos que expliquen el daño
que genera la tradición.

Sin embargo, Bossen consideran que ellos podrían estar en el camino


equivocado. Su investigación sugiere que los factores económicos, y no
las campañas realizadas por grupos religiosos y reformadores, fueron los
que le dieron la estocada final a los pies vendados.

"Es más difícil verle un lado económico (a la mutilación genital)",


reconoció. "Pero no se puede mirar la experiencia de los pies vendados y
concluir que una campaña ideológica será eficaz”.

China Loto dorado Mujeres Mutilación genital femenina Niñas Pies de loto Pies vendados Práctica Tradición
               

CONTENIDO PATROCINADO

¿Y si América Latina volviera a estar dominada por los europeos? El juego


simula geopolíticaEl juego Conflict of Nations simula escenarios geopolíticosSimulación
geopolítica

Los paquetes de cruceros para personas mayores de Bella Vista pueden


sorprenderteOfertas de cruceros | Anuncios de búsqueda

¡Los Estados Unidos le ofrece el mejor futuro para usted y su familia! Usafis

También podría gustarte