Está en la página 1de 26

Cecilia Lallana

UP 3
SOCIAL
INDICADORES DE INEQUIDAD
Un indicador es una medida que se pude utilizar para ayudar a describir una situación
existente. La mayoría de las veces con un único indicador esto no es posible, es por ello que
deben efectuarse una serie de indicadores para que den cuenta de la complejidad de la
realidad que se desea mostrar.
Además, uno de los factores importantes a tener en cuenta en el momento de decidir qué
indicador definir o utilizar para valorar la pertinencia de las políticas aplicadas o de los
Programas definidos es considerar cuál es la información necesaria para el cálculo del
indicador elegido.
Para obtener datos es posible utilizar las siguientes fuentes: los registros demográficos, los
censos de población y vivienda, los registros de rutina u ordinarios de los servicios de salud,
datos de la vigilancia epidemiológica2, encuestas por muestreo, registros de enfermedades y
otras fuentes.
La inequidad expresa condiciones de vida, diferencias en oportunidades para
lograr una vida larga y saludable y se construye a través de procesos sociales.
La inequidad requiere la existencia de una desigualdad efectiva, el reconocimiento de la
importancia de esta desigualdad para la calidad de vida de las personas y la percepción de las
posibilidades de cambio de la situación. Implica diferencias en el ingreso, el acceso a la
educación, a la salud, en el poder político.
Al igual que el desarrollo humano, la inequidad es una categoría compleja que no puede
evaluarse mediante un solo indicador.
Existen indicadores que pueden poner en relieve características de la distribución de bienes y
servicios por lo tanto también éstos expresan el grado de inequidad en la distribución de los
mismos.
Entre estos indicadores se encuentran los que evalúan las necesidades básicas insatisfechas
(N.B.I.) La población con NBI es la que posee al menos una de las siguientes características:
● una vivienda precaria
● falta de sistema de eliminación de excretas en la vivienda
● hacinamiento (más de tres personas que duermen por habitación).
● existencia en el hogar de al menos un niño que no concurre a la escuela.
● existencia en el hogar de una persona que trabaja y tiene como máximo dos años de
escolaridad
Otros indicadores que pueden dar una visión de la inequidad son: la distribución de la renta
por grupos sociales, la distribución del ingreso, el porcentaje de población bajo la línea de
pobreza, la tasa de empleo o de desempleo por grupo de edades o por grupos sociales o por
características geográficas, el porcentaje de población con escolaridad primaria incompleta,
etc.
Si se consideran las provincias de nuestro país y se observan algunos indicadores se puede
notar diferencias en las condiciones de vida. Los indicadores que brindan una aproximación a
las situaciones de inequidad evalúan dimensiones de la condiciones de vida como:
- El hábitat: indicadores relacionados con características de los hogares.
- La educación: indicadores de alfabetización y de acceso a los distintos niveles de enseñanza.
- La economía: indicadores de ingreso y de situación laboral.
- La política: indicadores de participación política.
PSIQUIATRIA
ADOLESCENCIA
No hay cambio sin dolor. Eso se pone al descubierto en el juego de violencia siempre presente
en los ritos. Que las sociedades modernas no muestren ese ejercicio de violencia, no lo torna
menos doloroso.
Es decir que, si bien no disponemos de un rito con prácticas precisas de "iniciación", hay sin
embargo diversidad de “iniciaciones” que tienen efectos en el adolescente.
Con la llegada de la pubertad y el acceso a una nueva función, la reproducción sexuada, el
joven comienza a transitar un periodo que desde el psicoanálisis se ha dado en llamar el
segundo despertar sexual.
En lo sexual, un nuevo objeto se presenta convocando al deseo: es la inminencia del otro sexo
cuando efectivamente algo se ha fracturado en las elecciones de objeto del goce infantil.
Asimismo, con respecto al ideal también asistimos a otra pérdida: aquellas identificaciones
que fueron eficaces para dar cuenta del perfil infantil caen y reclaman la aparición de nuevas
identificaciones.
El movimiento incluye una nueva oleada pulsional, recordemos que la primera se produce en
la primera infancia, pero esta vez contando con el aparato genital apto para realizar el acto
sexual.
Se actualizan las fantasías sexuales que, aunque presentes desde la niñez, se encontraban en
estado de latencia. Esas fantasías están destinadas a ser reprimidas, rechazadas o renegadas.
Si bien lo más inmediato para el niño seria escoger como objetos sexuales a aquellas personas
que ama desde su más tierna infancia, la exigencia cultural de la exogamia y la nueva
maduración sexual instalan una nueva barrera contra el incesto.
Es el tiempo en que se impone el desasimiento de los lazos parentales, que paradójicamente
sólo se logra si se cuenta con las marcas paternas.
Es un tiempo de la vida donde se experimenta una radical discordancia entre la realización de
las fantasías y la realización del acto sexual.
El joven deberá transitar desde la creencia en el otro como garante de su deseo a convertirse
el mismo en responsable de su acto.
Este pasaje, que no es uno sino múltiple, es el que da cuenta subjetivamente de lo que
descriptivamente se mencionaba antes como transito de la dependencia infantil a la
independencia del adulto.
FISIOLOGÍA
FUNCIÓN RENAL Y MANEJO DE AGUA
El agua dentro del cuerpo realiza un ciclo: primero se absorbe, luego es transportada por el
plasma, dónde pasa al líquido intersticial y de allí a las células, después en sentido inverso
vuelve al plasma; siendo por último excretada por los órganos de eliminación, particularmente
los riñones.
Con el fin de mantener la constancia del medio interno el organismo trata de mantener el
balance hidro-electrolítico; para ello debe haber una correspondencia entre los ingresos y los
egresos.
El volumen y la osmolaridad de los compartimentos líquidos intracelular y extracelular se
encuentran estrictamente controlados, observándose pequeñas variaciones en los mismos a
pesar de las amplias fluctuaciones en la ingesta diaria de agua y sales. La regulación de estas
variables en el compartimento extracelular se lleva a cabo tanto por el control de la ingesta
(mecanismo de la sed) como de la excreción (mecanismos renales).
El organismo regula de modo independiente el contenido de agua y el de Na+ . Hay dos
sistemas homeostáticos que si bien operan separadamente interactúan para regular el balance
hidro-electrolítico, la regulación de la osmolaridad del agua corporal total (ACT) y la regulación
del volumen del líquido extracelular (LEC).

Regulación de la osmolaridad del agua corporal total


La osmolaridad del agua corporal total se encuentra regulada por sensores hipotalámicos, los
cuales detectan osmolaridad efectiva, y por efectores nerviosos y humorales los cuales
modifican componentes del balance de agua (ingesta y excreción).
Por ser el Na+ el electrolito más abundante la concentración de Na+ en el LEC refleja la
osmolaridad de los líquidos corporales. El sensor está constituido por células
osmorreceptoras, las cuales disminuyen su volumen cuando el líquido extracelular es
hipertónico y se hinchan cuando es hipotónico, las mismas están ubicadas en los núcleos
supraóptico y paraventricular del hipotálamo.
Los osmorreceptores están a su vez conectados con centros hipotalámicos de la sed así como
con neuronas que sintetizan hormona antidiurética (HAD). De esta manera la concentración
de Na+ es mantenida dentro de estrechos límites por una regulación apropiada de la entrada y
la salida del agua lo cual depende de cambios en la secreción de HAD y de la sensación de sed.
Como el agua atraviesa libremente las paredes vasculares y celulares (con algunas excepciones
particulares como las células del asa ascendente de Henle en los túbulos renales, y las células que
se encuentran en los conductos de las glándulas sudoríparas y salivales) este sistema regula como
una unidad tanto el compartimento del LEC como el del LIC (líquido intracelular).
Por lo tanto en el estado estacionario las osmolaridades del LEC y del LIC son iguales. Cuando
hay disturbios en la regulación de la osmolaridad del ACT se alteran tanto la osmolaridad del
LEC como del LIC.
El factor responsable del movimiento de agua hacia la célula es la retención de ésteres de
fosfato orgánicos (ATP, fosfato de creatina, ARN, ADN, fosfolípidos etc.) y de proteínas dentro
de ella. Estos solutos intracelulares son esenciales para la función celular normal, la cantidad
de partículas es fija en número y carga, de allí que cambios en la relación partículas /agua
usualmente determina un cambio en el contenido de agua del LIC.

Regulación del volumen del líquido extracelular


El volumen del LEC, es sensado por receptores en las paredes de los vasos que detectan el
volumen circulante efectivo, los cuales responden tanto al volumen como a la presión (hay
receptores de baja presión en la vasculatura pulmonar y en las aurículas y de alta presión en el
cayado aórtico, seno carotídeo y arteriolas aferentes renales).
Los efectores modifican el contenido de Na+ del LEC, como el Na+ está restringido
principalmente al LEC, el contenido de Na+ determina el volumen del LEC. Un aumento en la
carga de Na+ determina expansión del volumen y una pérdida de Na+ determina su depleción.
El volumen del LEC depende de los cambios en la excreción de Na+ , estando regulado
principalmente por el sistema renina-angiotensinaaldosterona cuyo último efector estimula la
reabsorción de Na+ en el conducto colector renal y también estimula la secreción de H+ y K+ .
Podría participar también el sistema de la HAD, solo en circunstancias excepcionales el sistema
de la HAD participa en la regulación por cambios en el volumen del LEC. Participan también en
la regulación, el SNS (sistema nervioso simpático) estimulando la liberación de renina y el
péptido o factor natriurético atrial (PNA o FNA) que aumenta la excreción de Na+ . Se han
identificado otros factores natriuréticos además del mencionado como BNP, CNP (péptido
natriurético cerebral, péptido natriurético C) etc.
Por lo tanto el sistema que regula el volumen del LEC aunque utiliza sensores/ efectores
fisiológicamente independientes es funcionalmente efectivo si opera en el contexto del
sistema que regula la osmolaridad del ACT.
Conclusión:
El mecanismo de osmorregulación mantiene la concentración de Na+ constante por medio
de la regulación de la excreción de agua libre (agua que se excreta en el riñón con
independencia de la excreción de soluto) mientras que el contenido de Na+ es regulado tanto
por el control de la excreción de Na+ como de agua libre.
El contenido de Na+ determina el volumen del LEC. El mantenimiento del volumen del LEC
constante depende de la excreción regulada de Na+ por los riñones.
La concentración de Na+ determina el volumen del LIC. La concentración de Na+ en el LEC
influye en el volumen del LIC. Por lo tanto la relación Na+ /agua determina el volumen del LIC,
es la única vez dónde el denominador de una relación pasa a ser el factor mas importante.

Intercambio de agua con el medio externo


La constancia en la tonicidad de los líquidos corporales dentro de límites estrechos es posible
gracias a la existencia de mecanismos homeostáticos que controlan la ingesta y excreción de
agua. Existen dos variables críticas que posibilitan la operabilidad de dicho mecanismo: los
osmorreceptores y la hormona antidiurética (ADH).
La ADH controla la excreción de agua libre de electrolitos mediante su acción en sitios blancos
localizados en varios sectores del sistema tubular renal. La particular disposición anatómica del
sistema tubular renal permite la producción de orina diluida o concentrada en base a los
requerimientos fisiológicos en un momento dado, conservando agua en estado de deprivación
acuosa y excretando agua en estado de sobrehidratación.
En la mayoría de las situaciones estables, el balance acuoso debe permanecer neutro, es decir
la ingesta de agua se debe igualar a su excreción. Asimismo la ingesta se encuentra
balanceada con el principal objetivo de mantener una osmolaridad normal (285 mOsm/l H2 O
a 295 mOsm/l H2 O).
Ganancia de agua
La ganancia de agua se encuentra representada por dos variables:
• el volumen acuoso proveniente del metabolismo endógeno (300-500ml)
• el volumen de agua que se ingiere por vía oral
El volumen correspondiente a la ingesta oral proviene de tres fuentes:
1) el agua ingerida debido a la sensación de sed
2) el agua contenida en alimentos
3) el volumen acuoso secundario a razones culturales y/o sociales. Dicho volumen es
sumamente variable entre diferentes individuos e incluso en la misma persona en diferentes
días dependiendo del clima, hábitos y actividad física, aunque oscila generalmente entre 1 a 2
litros/día.
1. Mecanismo de la sed:
Centros de la sed en el sistema nervioso central
La zona a lo largo de la pared anteroventral del tercer ventrículo que favorece la liberación de
ADH también estimula la sed. A nivel anterolateral en el núcleo preóptico hay otra pequeña
zona que, cuando se estimula con una corriente eléctrica, incita a beber de inmediato y
mientras dure el estímulo. Todas estas zonas se denominan juntas centro de la sed.
Las neuronas del centro de la sed responden a las inyecciones de soluciones hipertónicas de
sal estimulando la búsqueda de agua. Estas células funcionan casi con toda seguridad como
osmorreceptores para activar el mecanismo de la sed, de la misma forma que los
osmorreceptores estimulan la liberación de ADH. El aumento de la osmolaridad del líquido
cefalorraquídeo en el tercer ventrículo tiene prácticamente el mismo efecto favorecedor de la
búsqueda de agua. Es probable que el órgano vasculoso de la lámina terminal, que está
inmediatamente por debajo de la superficie ventricular en el extremo inferior de la región
AV3V, esté íntimamente implicado en la mediación de esta respuesta.
Estímulos de la sed
✓ Aumento de la osmolaridad del líquido extracelular: provoca una deshidratación
intracelular en los centros de la sed, lo que estimula la sensación de sed. El valor de esta
respuesta es obvia: ayuda a diluir los líquidos extracelulares y normaliza la osmolaridad.
✓ Reduccion del volumen del LEC y de la PA: estimulan la sed a través de una vía que es
independiente de la estimulada por la osmolaridad plasmática. Luego la pérdida de volumen
sanguíneo por una hemorragia estimula la sed incluso aunque no cambie la osmolaridad
plasmática. Esto se debe probablemente a impulsos neurales procedentes de los
barorreceptores cardiopulmonares y arteriales sistémicos en la circulación.
✓ Angiotensina II: la angiotensina II actúa sobre el órgano subfornical y sobre el órgano
vasculoso de la lámina terminal. Estas regiones están fuera de la barrera hematoencefálica, y
péptidos como la angiotensina II difunden a los tejidos.
Debido a que a la angiotensina II también la estimulan factores asociados a la hipovolemia y la
presión arterial baja, su efecto sobre la sed ayuda a restaurar el volumen sanguíneo y la
presión arterial hacia valores normales, junto a las otras acciones de la angiotensina II sobre
los riñones para reducir la excreción de líquido.
La sequedad de la boca y la mucosa del esófago pueden desencadenar la sensación de sed.
Como resultado de ello, una persona sedienta puede aliviar la sed casi de inmediato tras beber
agua, aunque el agua no se haya absorbido del aparato digestivo y no haya tenido ningún
efecto todavía sobre la osmolaridad del líquido extracelular. Los estímulos digestivos y
faríngeos influyen en la sed.
El deseo de beber se satisface por completo sólo cuando la osmolaridad plasmática, el
volumen sanguíneo o ambos se normalizan.
Umbral del estímulo osmolar para beber
Los riñones deben excretar continuamente una cantidad obligatoria de agua, incluso en una
persona deshidratada, para eliminar el exceso de solutos que se ingiere o produce por el
metabolismo. El agua también se pierde por evaporación a través de los pulmones y el aparato
digestivo y mediante la evaporación y la sudoración de la piel. Luego siempre hay una
tendencia a la deshidratación, con un incremento resultante de la concentración de sodio y la
osmolaridad en el líquido extracelular. Cuando la concentración de sodio aumenta sólo
alrededor de 2 mEq/l por encima de lo normal, se activa el mecanismo de la sed que provoca
el deseo de beber agua. A esto se le llama umbral para beber. Luego incluso los pequeños
incrementos de la osmolaridad plasmática se siguen normalmente de la ingestión de agua, que
normaliza la osmolaridad y el volumen del líquido extracelular. De esta forma, la osmolaridad y
la concentración de sodio del líquido extracelular se controlan de forma precisa.

Pérdida de agua
La pérdida de agua está compuesta por 4 vías principales: las pérdidas insensibles por la piel y
tracto respiratorio, las pérdidas por sudor, aquellas presentes en el tracto digestivo y las
producidas por orina.
1. Pérdida insensible a través de la piel:
Este tipo de pérdida ocurre en forma independiente de la sudoración, es decir prescindiendo
de las glándulas sudoríparas, y se produce por mecanismo de difusión. El volumen diario
promedio oscila alrededor de 300 a 400 ml/ día.
Este tipo de pérdidas es regulado por el colesterol contenido en la capa córnea que
constituye una barrera protectora contra la excesiva difusión acuosa.
2. Pérdida insensible a través del tracto respiratorio:
Este tipo de pérdida se encuentra relacionado con la presión de vapor de aire. El aire que
ingresa al tracto respiratorio posee una presión de vapor de aire muy baja. Una vez en el tracto
respiratorio, el aire se humidifica a una presión superior (≅ 47 mmHg) respecto a la presión
que posee previo al ingreso. Dicho proceso de humidificación “consume” agua para alcanzar
el valor referido. El volumen de agua utilizado en este proceso se encuentra entre 300 a 400
ml por día.
3. Pérdida por sudor:
En término medio, el volumen de agua perdido por sudoración se encuentra alrededor de 100
ml por día, si bien dicho volumen puede ser extremadamente variable en base a la
temperatura ambiental y actividad física. En casos de actividad física intensa en ambientes
cálidos puede perderse hasta 2000 ml por hora, dando cuenta de la inmensa plasticidad de
este sistema.
4. Pérdida por heces:
El volumen eliminado diariamente por las heces es de alrededor de 100 ml por día, hasta
varios litros diarios en casos de diarrea profusa como el caso de la diarrea por Cólera.
4. Pérdida por orina:
Las pérdidas por orina se encuentra finamente regulada por múltiples mecanismos. El volumen
urinario o diuresis, puede ser tan bajo como 500 ml/día en personas intensamente
deshidratadas hasta volúmenes cercanos a 20 litros/día en caso de ingesta copiosa como en la
potomanía (situación de máxima dilución urinaria y liberación de ADH ausente). Las principales
variables que forman parte de esta regulación son la osmolaridad plasmática, la función de los
osmorreceptores, la liberación de ADH y la hiperosmolaridad intersticial medular renal. Así, el
balance hídrico resulta de la diferencia entre las ganancias y pérdidas de agua, el cual en
situaciones normales es neutro. El nexo entre el ingreso y el egreso de agua, como variables
constitutivas del balance hídrico, lo constituye su distribución en los compartimentos
corporales.
EMBRIOLOGÍA
APARATO URINARIO
Proviene, al igual que el aparato genital, de una cresta mesodérmica del mesodermo
intermedio, situada a lo largo de la pared posterior de la cavidad abdominal.
Sistemas renales
Durante la vida intrauterina se forman tres sistemas renales ligeramente superpuestos, que de
craneal a caudal son: el pronefros, el mesonefros y el metanefros. El primero es rudimentario y
no funciona, el segundo puede funcionar durante un breve tiempo y el tercero forma el riñon
definitivo.
• Pronefros: al comienzo de la cuarta semana, el pronefros esta representado por 7 a 10
grupos celulares macizos, los cuales forman unidades vestigiales excretoras, las nefrotomas,
que experimentan regresión antes de que se originen los mas caudales. Al final de la cuarta
semana desaparece cualquier indicio de este sistema.
• Mesonefros: a fines de la cuarta semana aparecen los primeros tubulos excretores del
mesonefros que se alargan rápidamente y adoptan la forma de un asa en S, adquiriendo un
ovillo de capilares que constituyen el glomérulo. Los tubulos forman alrededor de los
glomérulos la capsula de Bowman. En el extremo opuesto, el túbulo desemboca en un
conducto colector longitudinal denominado conducto mesonefrico de Wolf.
A mediados del segundo mes, el mesonefros da lugar a un órgano ovoide a cada lado de la
línea media, que junto a la gonada en desarrollo forman la cresta urogenital.
Los tubulos y glomérulos muestran cambios degenerativos y desaparecen. Sin embargo en el
varon persisten algunos tubulos caudales y el conducto mesonefrico que participan en la
formación del aparato genital.
• Metanefros: durante la quinta semana aparece el metanefros. Sus unidades excretoras
se desarrollan de manera análoga al sistema mesonefrico.
Los tubulos colectores del riñon definitivo se desarrollan a partir del brote ureteral, que es
una evaginación del conducto mesonefrico. El brote se introduce en el tejido metanefrico y se
dilata para dar origen a la pelvis renal primitiva, dividiendose para dar origen a los futuros
calices mayores. Cada caliz se subdivide para formar los calices menores. A su vez estos van
subdividiéndose en mas tubulos colectores que forman la pirámide renal.
En consecuencia el brote ureteral forma el uréter, la pelvis renal, los calices mayores y
menores y los tubulos colectores.
Cada túbulo colector esta cubierto por un capuchón de tejido metanefrico, cuyas células
forman pequeñas vesículas, las vesículas renales, las cuales a su vez originan tubulos mas
pequeños con forma de S.
Los capilares crecen dentro de una concavidad y se diferencian en glomérulos. Los tubulos
junto a sus glomérulos forman las nefronas.
El alargamiento continuo del túbulo da como resultado la formación del túbulo contorneado
proximal, el asa de Henle y el túbulo contorneado distal.
La producción de orina se inicia alrededor de la decima semana.
Posicion del riñon
Los riñones están situados inicialmente en la región pélvica pero mas adelante se desplazan a
una posición mas craneal. Este ascenso es ocasionado por la disminución de la curvatura del
cuerpo y por el crecimiento de este en las regiones lumbar y sacra.
Funcion del riñon
El riñon definitivo empieza a funcionar alrededor de las 12 semanas. La orina es emitida hacia
la cavidad amniótica y se mezcla con el liquido amniótico. Este liquido es deglutido por el feto
y reciclado a través de los riñones.
Vejiga
En el curso de la cuarta a la séptima semana, la cloaca se divide en el seno urogenital por
delante y el conducto anorrectal por detrás, separados por el tabique urorrectal, cuyo
extremo formara el cuerpo perineal.
En el seno urogenital se pueden distinguir tres porciones:
1. la parte superior es la vejiga urinaria. Al comienzo la vejiga se continua con la alantoides,
pero cuando la cavidad de esta se oblitera, el vértice de la vejiga queda unido con el ombligo
por un grueso cordon fibroso, el uraco.
2. la parte pélvica del seno urogenital: en el varon da origen a las porciones prostática y
membranosa de la uretra.
3. la parte fálica del seno urogenital.
Durante la diferenciación de la cloaca, las porciones caudales de los conductos mesonefricos se
incorporan gradualmente a la pared de la vejiga, por lo que los uréteres, entran en ella.

Uretra
El epitelio de la uretra masculina y femenina es de origen endodérmico, mientras que el tejido
conectivo y muscular que la rodea deriva de la hoja esplacnica del mesodermo.
Al final del tercer mes, el epitelio de la uretra comienza a proliferar y surgen varias
evaginaciones que se introducen en el mesénquima. En el varon, estos brotes originan la
próstata. En la mujer, la porción craneal de la uretra da origen a las glándulas uretrales y
parauretrales.
ANATOMIA
RIÑONES
Los riñones son los encargados de producir la orina, la cual es conducida hasta la vejiga a
través de los conductos excretores: cálices, pelvis renales y uréteres, para finalmente ser
evacuada al exterior a través de la uretra.
Ellos son los órganos principales para conservar el equilibrio de líquidos y electrolitos y
desempeñan un papel importante en el mantenimiento del equilibrio ácido-base. Producen
renina, que realiza una acción fundamental en el control de la presión arterial, y
eritropoyetina, que afecta a la producción de células rojas de la sangre. Además intervienen
en el metabolismo del calcio, en particular en la absorción del mismo, mediante la conversión
de un precursor de la vitamina D en una forma más activa, 1,25-dihidroxivitamina D.
Situación anatómica
Se encuentran en el espacio retroperitoneal lateral, uno a la derecha y otro a la izquierda de la
columna vertebral, entre las vértebras D12 y L3, aplicados sobre la pared posterior del
abdomen, alojados en las fosas lumbares.
El riñón derecho se ubica frecuentemente algo más abajo (aproximadamente 2 cm) como
consecuencia de su relacion con el hígado y suele ser más corto y ancho que el izquierdo.
El espacio retroperitoneal es una región localizada en el abdomen, limitada hacia delante por
el peritoneo parietal posterior y hacia atrás por los músculos de la pared abdominal posterior
y dependencias fasciales: fascia transversalis, músculo cuadrado lumbar y músculo psoas
mayor. Su límite superior lo constituye la concavidad diafragmatica y su límite inferior un
plano dado por el estrecho superior de la pelvis. Por su extremidad inferior, este espacio se
comunica con el espacio subperitoneal
Las fosas lumbares son dos concavidades paravertebrales que se encuentran en la pared
profunda del abdomen, en la cual los riñones ocupan su parte superior. Dichas concavidades
estan comprendidas, a ambos lados, entre la columna vertebral, la 12º costilla y la cresta iliaca.
Tapizadas por detras por los músculos: diafragma, psoas mayor, cuadrado lumbar y hacia
afuera por el transverso del abdomen y su fascia (fascia transversalis).

Configuración externa
Los riñones presentan una forma caracteristica, similar a un poroto, frijol o habichuela. Son
alargados en sentido vertical y aplanados en sentido antero-posterior.
Se pueden describir en cada uno de ellos dos caras, dos bordes y dos polos:
- La cara anterior es lisa y convexa
- La cara posterior es casi plana
- El borde medial, cóncavo, coincide con el hilio del órgano
- El borde lateral es convexo.
Por ultimo, en referencia a los polos, poseen un polo superior ancho y redondeado y un polo
inferior más fino y alargado.
El hecho de no ubicarse en un plano frontal preciso determina que la cara anterior de cada
riñón mire hacia adelante y afuera y la cara posterior se oriente hacia atrás y adentro.
Estos organos revelan un color rojo violaceo y una consistencia firme. Cada riñón mide 10 a 12
cm de longitud, 5 a 7 cm de ancho y 3 cm de espesor. Su peso promedio es de 150 g en el
hombre y de 135 g en la mujer.
Se hallan recubiertos de una fina capa de tejido conectivo que constituye la capsula renal, la
cual es una membrana resistente de 1 a 2 mm de espesor, que se puede decolar del
parenquima subyacente (decapsulacion renal).
Una característica común adicional de la anatomia renal macroscopica es un abultamiento
focal del parénquima renal a lo largo del contorno lateral del riñón, conocida como joroba de
dromedario.

Medios de fijación
Cada uno de los riñones mantiene fija su posición principalmente gracias a la existencia de una
envoltura fibrosa y una capsula adiposa perirrenales.
● Envoltura fibrosa o fascia renal: es una lamina de tejido conectivo, que se extiende
alrededor del riñón, de su capsula y de la glandula suprarrenal.
En el borde externo del riñón la fascia renal se divide en dos laminas u hojas, una anterior o
prerrenal y una posterior o retrorrenal.
1. La lamina anterior o prerrenal (fascia de Gerota): es delgada y reforzada por las fascias de
coalescencia del peritoneo parietal posterior y la lamina posterior. Es resistente. La lámina
anterior pasa sobre la cara anterior del riñón, del pediculo renal, de la porcion abdominal de la
aorta y de la vena cava inferior, para continuarse, finalmente, con la del lado opuesto.
2. La lámina posterior o retrorrenal (fascia de Zuckerkandl): se extiende sobre la cara
posterior del riñón, por delante de los músculos cuadrado lumbar y psoas mayor
confundiendose luego con el tejido conjuntivo que envuelve a los grandes vasos
prevertebrales (aorta y vena cava inferior).
Ambas laminas que constituyen la fascia renal delimitan un compartimiento, denominado
celda renal, cuyo contenido es la capsula adiposa, el riñón y la glandula suprarrenal, estando
estos dos últimos organos separados por una dependencia de la fascia, denominada lamina
interrenosuprarrenal
● Cápsula adiposa: es una cubierta de tejido adiposo blando que rodea al riñón y a la
glandula suprarrenal. Ocupa el espacio comprendido entre la fascia renal y la capsula fibrosa
que recubre intimamente al riñón, denominandose espacio perirrenal. El espesor de la capsula
adiposa va a depender de la edad y de la nutrición de cada individuo.
Esta capsula adiposa se encuentra atravesada por numerosas trabeculas de tejido conectivo
que se extienden desde la fascia renal a la capsula fibrosa.
Existe otra capa adiposa mas externa y densa, ubicada entre la lámina posterior de la fascia
renal y la fascia transversalis que recibe el nombre de cuerpo adiposo pararrenal (de Gerota) y
que se dispone por detrás y a los lados de cada riñón.
La funcion que desarrollan como elementos de fijacion renal los vasos renales y el peritoneo
parietal es poco importante en relacion a las estructuras anteriormente descriptas.

Relaciones
Los riñones toman relación con las estructuras vecinas a través de la fascia renal y la capsula
adiposa que los recubren.
● Cara posterior: esta cara presenta relaciones casi identicas para ambos riñones. Se pueden
describir dos sectores, hacia arriba el sector toracico y hacia abajo el sector lumbar.
El sector toracico toma relación con el diafragma, el seno costodiafragmático o receso pleural,
la 11ª y 12ª costilla y por consiguiente con el 11° espacio intercostal. El sector lumbar se
corresponde hacia adentro con el psoas mayor y más lateralmente con el cuadrado lumbar y la
fascia transversalis.
En lo que respecta a los elementos vásculo-nerviosos ► Triángulo lumbar superior de
que transitan la cara posterior renal, podemos Grynfelt: cubierto por los músculos
reconocer al nervio y los vasos subcostales, y a los dorsal ancho y oblicuo externo o
mayor del abdomen, se haya
nervios iliohipogástrico (abdómino- genital mayor) e limitado hacia arriba por el borde
ilioinguinal (abdómino- genital menor) inferior de la 12ª costilla, hacia
adentro por el borde externo de los
● Cara anterior: las relaciones varían según nos músculos espinales, hacia afuera
refiramos al riñón derecho o al izquierdo por el borde posterior del músculo
oblicuo interno u oblicuo menor y
- Riñón derecho: de arriba hacia abajo las principales como fondo presenta la aponeurosis
estructuras con las que adquiere relación son el hígado, de inserción del músculo transverso
el ángulo cólico derecho y la segunda porción del reforzada por el lto. lumbocostal.
► Triángulo inferior de Petit: de
duodeno. A través de su cara inferior, el hígado, tapiza base inferior, se encuentra entre los
la mayor parte de la cara anterior renal, no existiendo músculos oblicuo externo y dorsal
contacto directo entre ambos órganos siempre y ancho y la cresta ilíaca, presentando
como fondo la porción posterior del
cuando el peritoneo se refleje cerca de la extremidad
músculo oblicuo interno
superior del riñón produciendo un fondo de saco o
receso hepatorrenal, en cambio, si lo realiza por debajo del polo superior el contacto es
directo a través de la fascia renal. Cabe destacar la presencia del ligamento hepatorrenal como
dependencia de la hoja inferior del ligamento coronario. Por último, el riñón graba en la cara
inferior del hígado una muesca, la impresión renal.
El ángulo cólico derecho toma relación con el extremo inferior de la cara anterior del riñón a
través de la fascia retrocólica ascendente o fascia de Toldt. La segunda porción del duodeno
se aplica sobre la cara anterior del borde medial del riñón y del pedículo renal a través de la
fascia de Treitz o fascia retroduodenopancreática.
- Riñón izquierdo: la inserción del mesocolon transverso permite dividir las relaciones de
esta cara en tres sectores, sector supracólico superior, sector cólico medio y sector infracólico
inferior.
1. Sector supracólico superior: se corresponde con la cara renal del bazo hacia afuera y con la cola
del páncreas y los vasos esplénicos hacia adentro. Una pequeña porción del riñón se relaciona con
la cara posterior del estómago a través de la trascavidad de los epiplones o bolsa omental.
2. Sector cólico medio: corresponde a la porción izquierda del colon transverso y su meso y más
lateralmente al ángulo cólico izquierdo y el colon descendente.
3. Sector infracólico inferior: relaciona con la cavidad peritoneal y asas delgadas.
● Borde lateral: en este borde el riñón derecho se corresponde con el hígado y el izquierdo
con el bazo hacia arriba y con el colon descendente hacia abajo.
● Borde medial: podemos observar en este borde la presencia del hilio renal, lugar donde
salen y entran las vías excretoras y los elementos vásculo-nerviosos, rodeados todos por
tejido adiposo. Al retirar los elementos del hilio queda expuesta una cavidad de 3 cm de
longitud en el parénquima renal denominada seno renal. En el mismo se pueden apreciar una
serie de elevaciones que corresponden a las papilas renales, las cuales se hayan perforadas en
su vértice por pequeños orificios que en su conjunto constituyen el área cribosa.
La presencia del hilio renal determina en este borde dos sectores:
1. Sector suprahiliar: ambos riñones se relacionan con la glándula suprarrenal
correspondiente, a su vez, a la derecha, la VCI toma contacto con este borde y a la izquierda el
pilar izquierdo del diafragma lo separa de la porción abdominal de la aorta.
2. Sector infrahiliar: ambos riñones se corresponden con el uréter.
● Polo superior: a la derecha, este polo toma contacto con la glándula suprarrenal y a la
izquierda está en relación con el bazo hacia afuera, con la cara posterior del estómago hacia
adelante y con la glándula suprarrenal correspondiente hacia arriba.
● Polo inferior: este polo, a la derecha se relaciona por delante con el ángulo cólico derecho
y a la izquierda con las asas delgadas.

Configuración interna
El riñón presenta desde afuera hacia adentro una cápsula fibrosa, el parénquima renal, que se
prolonga hacia el seno renal y por último, las vías excretoras formadas por los cálices renales y
la pelvis renal.
● Parénquima renal: podemos distinguir una zona cortical o corteza, de ubicación
periférica, y una zona medular o médula central.
- La corteza renal es una banda de color amarillo rojizo que se dispone inmediatamente
debajo de la cápsula fibrosa. Podemos encontrar los radios medulares, también llamados
pirámides de Ferrein, de aspecto estriado, el laberinto cortical, de aspecto granuloso, formado
por los corpúsculos renales o de Malpighi, que separa a los radios medulares entre sí y de la
superficie renal; y por último, las columnas renales o de Bertin, que son prolongaciones que
emite la corteza entre las pirámides renales.
- La médula renal, de color rojo oscuro, presenta zonas triangulares denominadas pirámides
renales o de Malpighi, de base hacia la cápsula fibrosa y de vértice hacia el seno renal donde
producen una prominencia constituyendo las papilas renales.
● Vías excretoras: las mismas se inician en los cálices renales, los cuales se encargan de
transportar la orina desde las papilas a la pelvis renal.
- Cálices menores: son pequeños conductos localizados alrededor de cada papila que
culminan desembocando, en número de tres a cinco, en los cálices mayores. Los cálices
menores del polo superior drenan en un único cáliz mayor en el 100% de los casos. Los cálices
medios drenan en 2 cálices mayores en el 89% de los casos y los cálices del polo inferior
drenan en 2 cálices en el 64% de los casos.
- Cálices mayores: se unen y dan lugar a la formación de la pelvis renal.
- Pelvis renal: tiene forma de embudo, se ubica dentro del seno renal y se estrecha en
dirección medial constituyendo el cuello de la pelvis renal donde se continúa con el uréter.

Vascularización
El pedículo renal consiste clásicamente en una sola arteria y una sola vena que entran en el
riñón a través del hilio renal. La vena es anterior a la arteria. La pelvis renal y el uréter se
encuentran posteriormente a estas estructuras vasculares. Variaciones anatómicas en la
vasculatura renal son frecuentes y ocurren en 25% a 40% de los riñones. La variación más
común es la presencia de arterias renales supernumerarias.
Arterias
Las arterias renales, ramas colaterales de la aorta abdominal, son habitualmente dos, una
derecha y otra izquierda. Nacen por debajo del origen de la arteria mesentérica superior (2º
vértebra lumbar).
►La arteria renal derecha, más larga, pasa por detrás de la VCI y luego se coloca detrás de la
vena renal derecha.
►La arteria renal izquierda, se relaciona hacia adelante con la vena renal izquierda y el cuerpo
del páncreas.
Cada arteria renal se divide en ramas colaterales y terminales.
- Ramas colaterales: arterias suprarrenales inferiores para las glándulas suprarrenales,
arterias uretéricas destinadas a irrigar la primera porción del uréter, arterias polares de
pequeño calibre para el polo superior y arterias capsulares para la cápsula adiposa del riñón
que se anastomosan con arterias provenientes de las arterias suprarrenales, de la espermática
u ovárica, de la arteria cólica superior, de las lumbares y a veces de la misma aorta,
constituyendo una red anastomótica en el borde externo del riñón que recibe el nombre de
arco arterial exorrenal.
- Ramas terminales: son dos, una anterior o arteria prepiélica y otra posterior o arteria
retropiélica, que corren por delante y por detrás de la pelvis renal respectivamente, hacia el
seno renal.
En cada riñón existen 5 segmentos cuya irrigación está dada por una arteria segmentaria que
es de tipo terminal, por lo tanto no se anastomosan entre sí. En consecuencia, la oclusión o
lesión de una rama segmentaria causará infarto renal de ese segmento.
Los segmentos son: anterior, apical, medio, inferior y posterior.
En el seno renal, la arteria prepiélica da origen a las arterias segmentarias para los segmentos
anteriores y la arteria retropiélica da origen a la arteria segmentaria posterior.
Las arterias segmentarias ingresan en el parénquima renal a través de sus ramas terminales,
las arterias interlobulares, que penetran las columnas renales hasta la corteza, lugar donde se
dividen en arterias arqueadas o arciformes. Estas últimas, dan finalmente origen a las arterias
interlobulillares o radiadas corticales de las cuales se originan las arteriolas de los glomérulos.
Art. prepielica → art. segm. ant. A. interlobar > Art. arqueada > Art. radiadas > Arteriola gl.
Art. retropielica → a. segm. post.

Venas
Las venas se originan por debajo de la cápsula renal a través de las venas estrelladas (estrellas
de Verheyen). Éstas drenan en las venas interlobulillares las cuales desembocan en las venas
arqueadas o arciformes que se localizan paralelas a la base de las pirámides renales.
Éstas últimas vuelcan su sangre en las venas interlobulares que descienden por las columnas
renales hasta el seno renal. En éste forman coronas venosas, alrededor de los cálices, que se
unen en dos o tres gruesos troncos que finalmente, por delante de la pelvis, confluyen para
formar la vena renal.
La vena renal derecha es más corta, se encuentra por delante de la arteria y termina en el lado
derecho de la vena cava inferior.
La vena renal izquierda es más larga debido a la disposición de la vena cava inferior a la
derecha de la línea media, por lo cual pasa por delante de la aorta abdominal y por debajo del
origen de la arteria mesentérica superior conformando la pinza aórtico- mesentérica. Recibe
las venas gonadales izquierdas (ovárica en la mujer y espermática en el hombre) por abajo, las
venas suprarrenales o capsulares inferiores por arriba y una vena lumbar por su cara posterior.
Por otra parte, la cápsula adiposa contiene una red perirrenal en la cual se distingue un arco
exorrenal dispuesto de la misma manera que el arco arterial.

Linfáticos
Los linfáticos acompañan a los vasos renales agrupándose, tanto a la derecha como a la
izquierda, en colectores anteriores, medios y posteriores, según su disposición en relación a
los elementos vasculares.
- Izquierda: ganglios para-aórticos. De vez en cuando, habrá drenaje adicional desde el riñón
izquierdo en los ganglios retrocrurales o directamente en el conducto torácico por encima del
diafragma.
- Derecha: ganglios intercavo-aórticos y paracavos.

Inervación
La inervación del riñón está a cargo del plexo renal, el cual recibe ramas de todos los ganglios
del plexo solar, colaterales directas de los esplácnicos mayores y menores, ramas del plexo
mesentérico inferior, y a veces, filetes provenientes de la cadena simpática lumbar. Las fibras
parasimpáticos originadas por el nervio vago, viajan con las fibras del simpático hasta el plexo
autonómico a lo largo de la arteria renal. Los nervios acompañan a las arterias penetrando con
ellas el hilio y siguiendo sus ramificaciones en el interior del órgano.
VÍAS URINARIAS
Las vías excretoras del riñón comienzan en el seno renal a través de tubos cortos denominados
cálices. La orina es excretada a través de ellos, la pelvis renal y los uréteres hasta la vejiga
urinaria, reservorio encargado de controlar la evacuación de la orina, su conducto excretor es
la uretra.
Conductos excretores del riñón
- Cálices
- Pelvis renal
● Cálices: corresponden al inicio de la vía excretora del riñón, extendidos desde las papilas a
la pelvis renal. Se describen cálices renales menores y mayores.
Los cálices menores se insertan alrededor de cada papila; son pequeños conductos
membranosos, que se abren en los cálices mayores.
Los cálices mayores son de número variable, entre dos a cinco, frecuentemente tres. Se ubican
en el mismo plano verticotransversal y se denominan superior, medio e inferior. Su longitud es
mayor, cuando la pelvis renal es pequeña.
● Pelvis renal: tiene la forma de un embudo aplanado de adelante hacia atrás, orientado
hacia abajo y adentro. Posee una base o fondo donde se abren los cálices mayores y un vértice
o cuello denominado segmento pieloureteral, continuo con el uréter.

Uréter
Es un conducto largo y fino que se extiende desde la pelvis renal a la vejiga. Desciende
oblicuamente hacia adentro. Desde su origen en la región lumbar, el uréter se dirige
verticalmente. A nivel de la bifurcación de la arteria ilíaca común (primitiva) y región
sacroilíaca penetra en la pelvis, oblicuo hacia abajo, adelante y adentro para llegar al fondo de
la vejiga, la atraviesa y se abre en su
cavidad.
Los dos uréteres, primero paralelos en el
segmento lumbar, tienden a converger uno
hacia el otro en la pelvis, donde dibujan
una curva de concavidad interna.
Su calibre se estrecha en su origen, a nivel
de los vasos ilíacos y en su recorrido
intramural impuesto por la pared vesical.
Se dilata formando husos a nivel lumbar y
pelviano.
El uréter mide de 30 a 35 cm de longitud
en el adulto. Su diámetro en estado normal
no sobrepasa los 6 a 8 mm.
● Uréter lumbar:
►Atrás: se apoya sobre la fascia ilíaca que
cubre el psoas. Los nervios genitofemoral (genitocrural) y cutáneo femoral lateral
(femorocutáneo) recorren la profundidad de esta fascia. El uréter lumbar se proyecta adentro
de la extremidad de la 3°, 4° y 5° apófisis costiformes lumbares.
►Adentro: sigue a la vena cava inferior a la derecha. El izquierdo se relaciona con la arteria
aorta abdominal, arteria mesentérica inferior, arco vascular de Treitz y cuarta porción del
duodeno.
►Adelante: se adhiere a la cara posterior del peritoneo parietal, del que está separado por los
vasos gonadales que lo cruzan por delante.
►Derecha: está cubierto por la segunda porción del duodeno, adosado por la fascia de Treitz y
la arteria cólica derecha media.
►Izquierda: cubierto por la fascia de Toldt del mesocolon descendente, que contiene los vasos
cólicos izquierdos superiores y la arteria mesentérica inferior.
►Afuera: después de haber flanqueado el polo inferior del riñón unido a él por el ligamento
renoureteral (Navarro), el uréter se relaciona a distancia con el colon ascendente a la derecha
y el colon descendente a la izquierda.
● Uréter sacro-ilíaco:
Segmento corto, de 3 a 5 cm. El uréter ocupa aquí la parte más interna y posterior de la fosa
ilíaca interna. Los uréteres están simétricamente dispuestos con relación a la línea media. La
bifurcación aórtica está desviada hacia la izquierda. Se comprende que el uréter derecho deba
cruzar el origen de la ilíaca externa, mientras que el izquierdo, cruza la terminación de la ilíaca
común.
►Lateralmente: el uréter es seguido por los vasos gonádicos y por el nervio genitofemoral.
►Adelante: es siempre adherente al peritoneo parietal posterior. El uréter derecho se
relaciona con el extremo inferior del mesenterio y arteria ileocólica y el izquierdo por el
mesocolon pélvico o sigmoide.

● Uréter pelviano:
Las relaciones son muy diferentes en el hombre y en la mujer.
- Uréter pelviano en el hombre:
a. El segmento parietal: describe una curva que lo acerca primero a la pared pelviana, es
siempre subperitoneal. Cruza aquí el paquete vasculonervioso constituido por el nervio
obturador, la arteria umbilical, proveniente de la arteria ilíaca interna o hipogástrica,
acompañada por los ganglios linfáticos correspondientes.
b. El segmento yuxtavesical: lo conduce adelante y adentro, en contacto con la vejiga, se
encuentra en el espacio subperitoneal anterior y retrovesical de la pelvis menor. El recto y las
vesículas seminales son mediales al recorrido ureteral.
- Uréter pelviano en la mujer: en relación con el ligamento ancho, extendido desde el útero a
la pared pelviana. Se distinguen tres segmentos: retroligamentoso, infraligamentoso y
preligamentoso.
a. El segmento retroligamentoso corresponde al segmento parietal.
b. En el segmento infraligamentoso el uréter penetra en el ligamento ancho, en un trayecto
oblicuo hacia abajo, adelante y adentro. Penetra entonces en el parametrio a 2 o 3 cm. del piso
de la pelvis.
c. El segmento preligamentoso es yuxtavesical, marcado por un cambio de dirección del uréter
hacia delante y adentro.
● Uréter vesical:
El trayecto del uréter en la pared vesical es oblicuo abajo y adentro. Atraviesa un hiato que
existe en la cara póstero-lateral de la pared vesical. Se abre en ella por un orificio de forma de
hendidura, el meato ureteral. Los dos orificios ureterales distan 2 cm. aproximadamente uno
del otro, forman con el orificio uretral y el cuello vesical, el triángulo o trígono vesical de
Lieutaud.
El uréter es un conducto muscular que se contrae de forma refleja por el estímulo de su
distensión. Las fibras musculares espiraladas del uréter, que transmiten las ondas
peristálticas, terminan en ese punto y a partir de allí sólo existen fibras longitudinales en el
uréter intravesical, el cual está cubierto por la mucosa vesical y reforzado por el músculo
detrusor.
A medida que el uréter intravesical cursa desde el hiato vesical hasta su meato, esas fibras
longitudinales se entrecruzan para pasar hacia la zona medial y formar la Barra de Mercier y
por debajo el músculo de Bell, originando los límites del trígono superficial.
De esta forma la musculatura del uréter y del trígono se encuentran en continuidad porque la
capa muscular del uréter pasa a través del hiato y se abre en abanico sobre el piso de la vejiga
para formar el trígono superficial.
La adventicia del uréter yuxtavesical está compuesta por una vaina periureteral superficial y
otra profunda. Entre estas 2 existe un plano de clivaje, llamado espacio de Waldeyer, ocupado
por tejido conectivo laxo.
La presión normal de la vejiga en reposo, o sea, durante el llenado vesical (8-15 mmHg.) es
suficiente para comprimir de forma pasiva el techo del uréter intravesical contra la pared del
detrusor, evitando así el reflujo vesico-ureteral (RVU). Por otro lado, los haces longitudinales
del músculo uretero-trigonal cierran el meato y el túnel submucoso durante la contracción del
detrusor, proporcionando el componente activo.
La Pr del uréter extravesical (20-35 mmHg.) es suficiente para propulsar el bolo de orina en la
forma de un chorro brusco.

Vascularización e inervación
- Arterias largas: a. ureteral superior (a. renal) y ureteral inferior (ilíaca interna).
Arterias cortas: llegan al uréter (a. gonádica y a. uterina)
- Las venas siguen a las arterias.
- Linfáticos: grupo superior (ganglios aórticos inferiores)
grupo inferior (ganglios ilíacos internos)
- Nervios: pedículo nervioso superior (plexos renales)
nervio principal inferior y un pedículo inferior (ganglio hipogástrico)

VEJIGA URINARIA
La vejiga es un reservorio músculo membranoso donde se acumula la orina secretada de
manera continua por los riñones y se encarga de expulsar la orina hacia la uretra durante las
micciones.
Recibe en su parte posteroinferior a los dos uréteres y da nacimiento de su parte
anteroinferior a su conducto evacuador: el conducto de la uretra. Su morfología, su situación y
sus relaciones son diferentes según su estado de repleción o de vacuidad.
Situación y proyección
Ocupando la casi totalidad de la celda vesical, la vejiga está situada en la parte anterior y
media de la cavidad pelviana. En el recién nacido, cuya pelvis es poco profunda, la vejiga es
más vertical y está en posición abdominal. En la mujer la vejiga es más baja que en el hombre,
donde está levantada por la próstata. Cuando se encuentra vacía, la vejiga es un órgano
puramente pelviano que se proyecta hacia adelante a nivel de las sínfisis pubiana y del cuerpo
de ambos pubis; cuando está llena y distendida asciende por arriba del plano del estrecho
superior de la pelvis, por detrás de la pared abdominal anterior, hasta el nivel del ombligo, de
los que está separada por el fondo de saco peritoneal prevesical, la fascia transversalis, la
aponeurosis umbilicoprevesical y un plano célulo-grasoso.
Está unida a los planos anteriores por los ligamentos pubovesicales y por un plano
aponeurótico. Los ligamentos pubovesicales son láminas sagitales, derecha e izquierda,
conjuntivas y musculares lisas, que unen la parte anterior e inferior de la vejiga a la cara
posterior del pubis. La aponeurosis umbilicoprevesical es una hoja conjuntiva aplicada contra
la vejiga.
Las relaciones posteriores están dadas por el espacio prevesical o espacio de Retzius,
prolongado lateralmente hasta los agujeros obturadores, Este espacio contiene grasa, arterias
y las venas del plexo retropubiano de Santorini.

La cara postero-superior es la cara peritoneal de la vejiga, en relación con las asas delgadas, el
colon sigmoide que está por arriba y por fuera del recto y el fondo de saco de Douglas. En la
mujer la vejiga está separada del ligamento ancho y del útero por el fondo de saco vesico-
uterino.
Las caras laterales se relacionan en su porción superior peritonizada con asas intestinales,
útero en la mujer y colon íleo pélvico.
La base es la parte fija de la vejiga. En el hombre está en relación con el aparato genital. Tiene
dos superficies, una posterosuperior que está por arriba y delante de las vesículas seminales,
otra superficie antero-inferior que se aplica sobre la próstata.
En la mujer la base de la vejiga responde, sin interposición de peritoneo y de arriba hacia
abajo, al istmo uterino y a la vagina.

Morfología externa
Las dimensiones de la vejiga son naturalmente variables con su estado. Su capacidad normal es
de 250 a 500 cm3. Dada su capacidad de distenderse, su llenado puede sobrepasar los 2 litros
en el ser vivo, si la distensión se realiza en forma lenta y progresiva.
● En estado de vacuidad: la vejiga se presenta como un reservorio de paredes gruesas,
aplanado, de forma prismática triangular y que muestra una cara pósteroinferior o base
vesical de forma triangular que recibe a los uréteres a nivel de los ángulos laterales; una cara
ánteroinferior convexa hacia adelante, también triangular con base inferior y vértice superior
que se prolonga por el conducto del uraco; una cara superior triangular con vértice anterior
que se prolonga también en el uraco y de base posterior cóncava en su conjunto hacia arriba y
hacia atrás.
● Cuando la vejiga está llena: sus caras ánteroinferior y superior se distienden. Toma
entonces una forma ovoide, globulosa, y el vértice de su cara superior distendida puede
ascender hasta el nivel del ombligo. Se debe señalar que, por el contrario, cuando la vejiga se
distiende la base vesical mantiene una forma sensiblemente constante.
Debemos comparar, entonces, dos partes muy diferentes:
- Por un lado, la base vesical que corresponde a la cara posteroinferior, es fija y posee la
desembocadura de los orificios ureterales y del orificio uretral llamado “el trígono vesical”.
- Por el otro lado una parte superior, formada por la cara anteroinferior y la cara superior es
“la cúpula vesical”, parte móvil, extensible, contráctil de la vejiga.

Estructura
La vejiga tiene paredes gruesas, de 8 a 15 mm. cuando está vacía y está constituida por 3
túnicas:
1. Túnica externa o adventicia.
2. Túnica media o muscular.
3. Túnica interna o mucosa.
1. La túnica externa o adventicia forma una vaina, que en la parte superior está revestida por
peritoneo que tapiza solamente la cara póstero-superior y la parte más alta de las paredes
laterales. A partir de la vejiga, el peritoneo se refleja, adelante, sobre la pared abdominal
anterior formando el fondo de saco prevesical; lateralmente se refleja sobre las paredes
derecha e izquierda de la pelvis, canales laterovesicales; atrás, en la mujer, hacia la cara
anterior del útero formando el fondo de saco vésico-uterino y en el hombre sobre el recto el
fondo de saco vésicorectal o de Douglas.
2. La pared muscular o músculo detrusor a menudo se describe como portadora de tres capas
musculares, lo que sólo es cierto alrededor de la salida vesical. En el resto de la vejiga no
existen capas y las fibras musculares se mueven libremente de una capa a la otra.
3. La capa interna mucosa, lisa, posee el epitelio transicional o urotelio.

Configuración interna
Interiormente la vejiga presenta una
mucosa que está arrugada cuando la
vejiga está vacía, pero es bastante
lisa y plana (en el joven) cuando la
vejiga se distiende. Esta disposición
existe en toda la vejiga a excepción
del área del trígono, donde la
mucosa está firmemente adherida a
la musculatura subyacente del
trígono superficial; por eso el trígono
siempre es liso, ya sea que la vejiga
esté llena o vacía.
Por el contrario en el anciano
presenta una serie de eminencias
cruzadas entre sí que forman lo que
se denomina "columnas o
trabéculas" que delimitan depresiones o "celdas vesicales". A partir de estas celdas vesicales
pueden desarrollarse los divertículos de la vejiga.
Sobre la superficie interna de la vejiga se distinguen varias zonas:
● El trígono vesical.
● El cuello vesical.
● El fondo vesical.
● Cúpula vesical.

Medios de fijación de la vejiga


Éstos están representados por:
- Principalmente por las conexiones de la vejiga con la uretra y, en el hombre con la base
prostática.
- Por los ligamentos pubovesicales que une la parte anterior e inferior de la vejiga al pubis.
- En forma accesoria el uraco (*) y las arterias umbilicales obliteradas cumplen función de
fijación.
- El peritoneo que recubre la cara posterior y las caras laterales de la vejiga.
(*) El uraco es un tubo que conecta la vejiga al ombligo durante la evolución fetal. Después del nacimiento, el uraco se cierra de
manera normal y se convierte en un ligamento

Vascularización e inervación
IRRIGACIÓN ARTERIAL: está distribuida en 3 pedículos.
● El pedículo superior: corto y formado por 3 o 4 ramas que nacen de la arteria
umbílicovesical y algunas ramas originadas en la arteria obturatriz.
● El pedículo inferior: tiene un aspecto y constitución diferentes en el hombre y a la mujer.
- En el hombre: ramas de la arteria ilíaca interna llamadas (arteria génito-vesical, arteria vesículo-
deferencial y arteria vésicoprostática.)
- En la mujer: ramas de la arteria uterina y las arterias vésico-vaginales.
● Pedículo anterior: formado por la arteria vesical anterior (arteria pudenda interna)
DRENAJE VENOSO: es originado de una red venosa submucosa, luego intramuscular. Las
venas vesicales no siguen a las arterias, van hacia adelante, al plexo de Santorini y hacia abajo,
al plexo periprostático o vaginal posterior.
LINFÁTICOS: toman su origen a partir de la capa muscular y de la mucosa. Los de la cara
anterior drenan en troncos que son anteriores, ganglios prevesicales, luego ilíacos externos;
los laterales, tributarios de los ganglios ilíacos externos y los posteriores e inferiores, drenados
por los ganglios ilíacos internos. Los linfáticos del cuello vesical bordean las láminas
sacrorectogenitopubianas para llegar a los ganglios del promontorio.
INERVACIÓN:
- inervación parasimpática: tercer y cuarto nervio sacro, nervio erector de Eckhardt
- inervación simpática: plexo hipogástrico inferior.

URETRA MASCULINA
Es el conducto excretor de la vejiga y en el hombre da paso también al esperma. Por lo tanto
podemos decir que la uretra masculina es un conducto urogenital. La uretra del adulto mide
16 cm. término medio.
La uretra se extiende desde el cuello vesical a la extremidad del pene.
- Se dirige primeramente abajo y algo adelante, situada en el interior de la próstata.
- Se acoda en ángulo recto debajo del pubis, para dirigirse adelante y arriba.
- Se acoda una segunda vez delante de la sínfisis pubiana y penetra en el pene, siempre
rodeada por los órganos eréctiles.
- Se dirige entonces abajo para atravesar el glande y abrirse en el meato uretral.
Estas 3 relaciones diferentes permiten dividir la uretra en 3 porciones:
La suma de las porciones prostática y membranosa, constituyen la llamada uretra posterior,
en tanto que la porción esponjosa corresponde a la uretra anterior.
● Uretra prostática: mide aproximadamente 3 cm. En su cara posterior la uretra presenta
una saliente alargada, el vero montanum o
colículo seminal, prolongado arriba por los
frenos del veru. En el centro del veru se excava
el utrículo prostático o vagina masculina,
vestigio de los canales de Müller. De cada lado
del veru se encuentran los orificios de los dos
conductos eyaculadores derecho e izquierdo.
Además, se encuentran los orificios de
desembocadura de los conductos excretores
prostáticos.
● Uretra membranosa: mide aprox. 12 mm.
Presenta pliegues longitudinales y múltiples
orificios por donde drenan las glándulas
submucosas de Littré.
● Uretra esponjosa: es el segmento más largo (16 cm. aprox.). Su parte proximal presenta el
segmento más dilatado que se denomina “bulbo uretral”. En su parte terminal también existe
otra expansión denominada “fosa navicular”, distalmente se angosta hasta desembocar en el
meato uretral.
Su superficie interna está surcada por pliegues longitudinales y excavada por depresiones, las
lagunas de Morgagni (grandes o pequeñas) en la cara dorsal del conducto. Finalmente en la
pared dorsal, existe un pequeño pliegue mucoso transversal, la válvula de Guerín, que limita
una depresión en nido de paloma.
Constitución
La uretra está formada por tres túnicas concéntricas: mucosa, vascular y muscular.
1. La túnica mucosa es gruesa pero elástica. Se continúa arriba con la mucosa vesical, abajo y
adelante con la del glande.
2. La túnica vascular es muy delgada a nivel de la uretra prostática y membranosa, y más
gruesa enseguida para constituir el cuerpo esponjoso.
3. La túnica muscular está formada por un músculo liso que dispone de fibras longitudinales
profundas que prolongan la capa profunda del músculo vesical y un plano externo constituido
por fibras circulares.
Existen 2 esfínteres en la uretra: el esfínter liso y el estriado.
- Esfínter liso: es un anillo de fibras lisas, situado en el origen de la uretra, inmediatamente por
debajo del cuello vesical.
- Esfínter estriado: rodea completamente a la uretra membranosa y asciende sobre la
próstata.
Vascularización e inervación
IRRIGACIÓN: es diferente para las diversas porciones de la uretra.
- La uretra prostática recibe ramas de las arterias destinadas a la próstata
- La uretra membranosa está irrigada por la a. hemorroidal inferior y bulbouretral, procedente
de la pudenda interna.
- La uretra esponjosa dispone de arterias originadas de la pudenda interna.
DRENAJE VENOSO: las venas más voluminosas, las del cuerpo esponjoso, van al plexo de
Santorini, retropubiano, por la vena dorsal del pene. Otras venas llegan a los plexos
periprostáticos y a las venas vesicales.
LINFÁTICOS: Los linfáticos de la uretra anterior, esponjosa, van a los ganglios inguinales e
ilíacos externos; los de la uretra posterior van a los ganglios ilíacos externos e internos.
INERVACIÓN: de la uretra posterior recibe nervios del plexo hipogástrico. Los de la uretra
anterior vienen del nervio pudendo interno por el nervio perineal superficial y el nervio dorsal
del pene.
URETRA FEMENINA
La uretra femenina es un conducto cilíndrico, exclusivamente urinario, que se extiende desde
el cuello de la vejiga hasta la vulva. Su trayecto es mucho más corto que en el hombre.
Atraviesa primero la parte antero inferior de la celda vesical, el segmento pelviano y luego los
planos del periné donde termina a nivel del meato uretral.
En conjunto, la uretra femenina es un conducto flexible y elástico, de 7 a 8 mm. de diámetro
por una longitud de 3 a 4 cm., de los cuales 2 a 3 cm. corresponden al segmento pelviano y 1
cm. aproximadamente el segmento perineal.
Relaciones
- Anterior: la uretra pelviana de la mujer
se relaciona por delante con el espacio
retrosinfisiano, el cual está limitado por
delante: por la cara posterior de la sínfisis
pubiana y lateralmente por los
ligamentoso pubovesicales; este espacio
contiene tejido adiposo laxo y fácilmente
despegable de los voluminosos elementos
venosos que constituyen los plexos
venosos de Santorini; los cuales reciben
sobre la línea media a la vena dorsal del
clítoris. Corren asimismo en este espacio
la arteria adiposa y las arterias
retrosinfisiarias, rama de la pudenda interna.
- Lateralmente: corresponde a los músculos elevadores del ano que se unen entre sí sobre la
línea media y cuyos fascículos más anteriores cruzan sus bordes laterales.
- Posterior: pared anterior de la vagina, de la cual puede ser separada de su parte superior,
pero a la cual se adhiere cada vez con mayor firmeza hacia abajo.
La uretra perineal es el segmento más corto de la uretra femenina, y atraviesa la parte más
anterior del periné anterior. Rodeado por el esfínter externo atraviesa enseguida la
aponeurosis perineal media y va a abrirse por un orificio o meato uretral de 3 a 4 mm. de
diámetro, situado a unos 2 cm. por detrás del clítoris, inmediatamente por delante del
tubérculo vaginal. En este trayecto perineal está cruzado lateralmente por los dos cuerpos
cavernosos del clítoris y por la parte anterior de los bulbos vestibulares.
El vestíbulo uretral tiene por delante una forma triangular y está limitado por:
- Delante: el clítoris.
- Detrás: el tubérculo vaginal que bordea la parte anterior del orificio vaginal.
- Lateralmente: por la parte anterior del borde de los labios menores.

Constitución
La superficie interna de la uretra es de color rojizo. La mucosa presenta toda una serie de
pliegues longitudinales que se borran cuando se produce la distensión. Presenta, además,
múltiples orificios que forman depresiones comparables con las lagunas de Morgagni de la
uretra masculina.
La pared de la uretra tiene un espesor de 5 a 6 mm. y comprende 3 capas
1. Muscular
2. Submucosa
3. Mucosa.
1. La muscular es la más gruesa. Está constituida por 2 capas de fibras musculares: una interna
formada por fibras longitudinales y otra externa formada por fibras circulares. Estas últimas
se desarrollan particularmente en la parte proximal de la uretra, a nivel de la unión con el
cuello vesical, donde forman un anillo bien individualizado que constituye el esfínter liso de la
uretra.
2. La submucosa, muy desarrollada, está formada por un tejido celular laxo que contiene
numerosos elementos vasculares y en especial elementos venosos.
3. La mucosa es delgada, resistente y elástica. Encierra en su espesor numerosas glándulas
periuretrales. La más desarrollada está situada en la parte inferior del conducto constituyendo
las glándulas de Skene que va a abrirse a un lado y a otro del meato uretral a nivel de la vulva.
Vascularización
IRRIGACION ARTERIAL:
- Ramas de la a. vaginal larga
- Arterias cervico y vesico-vaginales
- Ramas de la a. vesical inferior
- Rama de la a. iliaca interna
- Ramas menores de la a. pudenda interna.
DRENAJE VENOSO:
Las venas del segmento pelviano de la uretra femenina se vuelcan en las voluminosas venas
retrosinfisiarias que constituyen el plexo venoso de Santorini.
LINFÁTICOS
Los linfáticos se vuelcan en los ganglios de la cadena ilíaca externa y en los ganglios inguinales
superficiales y profundos.
INERVACIÓN
Los nervios provienen del plexo hipogástrico inferior y del nervio pudendo interno.

Conceptos a destacar:
- La continencia es el resultado de la coordinación entre vejiga y uretra.
- La continencia es la resultante de dos fuerzas: vejiga-uretra. Lógicamente la
presión de la uretra es superior a la de la vejiga durante la continencia.
- En la fase de llenado vesical se activan los mecanismos de continencia y el
detrusor no presenta actividad contráctil (se encuentra relajado).
- El vaciado vesical resulta de la contracción del músculo detrusor y la relajación
coordinada de la uretra.
- Vejiga y uretra se encuentran coordinadas por el sistema nervioso.

DESARROLLO DEL CONTROL URINARIO


En el lactante la micción es espontánea como consecuencia de un reflejo medular. Ante una
cantidad creciente de orina que distiende la vejiga y estimula de forma apropiada el brazo
aferente del arco reflejo, el detrusor se contrae.
Los niños de corta edad duermen casi el 60 % del tiempo y aproximadamente un 40% de la
evacuación total de orina se produce durante el sueño. Durante el primer año de vida la
cantidad de micciones por día permanece relativamente constante en alrededor de 20.
Ulteriormente, durante los primeros tres años de vida, la frecuencia de las evacuaciones
urinarias disminuye hasta aproximadamente 11, con un incremento del volumen medio
eliminado de casi 4 veces. Aparentemente estas alteraciones del volumen eliminado y la
frecuencia de las micciones reflejarían en realidad cambios del volumen del líquido ingerido y
del tamaño de la vejiga del niño.
A medida que el niño crece, el desarrollo de un control urinario adulto dependen de la
evolución de cómo mínimo 3 factores que participan del desarrollo de la configuración vesical
y de la función del esfínter y el detrusor:
1. La capacidad vesical debe aumentar para permitir que la vejiga actúe como un reservorio
adecuado. Capacidad Vesical = edad (en años) + 2 x 30
2. Es necesario el control voluntario del esfínter muscular estriado periuretral para permitir la
iniciación y la interrupción voluntarias de la micción.
3. Debe desarrollarse el control volitivo directo del reflejo de la micción medular paran que el
niño pueda desencadenar o inhibir voluntariamente la contracción del detrusor.
La maduración del control vesical no sólo depende del tamaño del reservorio vesical y de la
regulación del reflejo espinal, sino que también requiere una disminución nocturna del
volumen de orina excretado por el riñón como consecuencia de la adquisición de un ritmo
circadiano (aumento durante la noche) en la secreción de las hormonas hipofisarias
(antidiurética, ADH).

La edad en la que se logra el control urinario nocturno es altamente variable en los distintos
individuos. A los 5 años de edad entre un 10 - 15 % de los niños mojan la cama de noche y
generalmente existe, también entre un 10 - 15 % de resolución espontánea por año.

FUNCIÓN NORMAL DEL TR. URINARIO INFERIOR


Llenado y vaciado: el concepto de las dos fases
El término “tracto urinario inferior” incluye la vejiga, la uretra y el músculo estriado
periuretral.
El término “esfínter liso” se refiere al músculo liso del cuello vesical y la uretra proximal. Este
esfínter no es anatómico sino fisiológico.
La “uretra proximal” es la porción del tracto urinario inferior situada entre el cuello vesical y el
diafragma urogenital en ambos sexos y que contiene el músculo liso capaz de afectar la
resistencia uretral.
En condiciones normales, la resistencia aumenta en la región del esfínter liso durante el
llenado vesical y el almacenamiento de orina y decrece durante la contracción del vaciamiento
vesical.
El “esfínter externo” es un músculo estriado entre las hojas del diafragma urogenital,
responsable de detener el flujo de orina.
El llenado vesical y el almacenamiento de orina requieren:
1. La acomodación de volúmenes crecientes de orina a una presión intravesical baja y con un
estado sensorial apropiado.
2. Un tracto vesical de salida cerrado en reposo y que permanezca cerrado durante los
aumentos de presión intraabdominal.
3. La ausencia de contracciones involuntarias de la vejiga.
El vaciamiento vesical requiere:
1. La contracción coordinada del ML vesical con una magnitud adecuada.
2. Una disminución de la resistencia a nivel de los esfínteres liso y estriado.
3. La ausencia de obstrucción anatómica
La integridad del SNC es necesaria para todas las acciones voluntarias que afecten a la función
vesical o uretral.
La percepción de tener la vejiga llena, el almacenar la orina e iniciar la micción en el momento
adecuado, son todas acciones voluntarias que requieren control cerebral. Sin el control
cerebral la micción podría llevarse a cabo, pero no habría control voluntario sobre la misma.
Esto es lo que ocurre en los niños.
El SNC tiene un centro miccional localizado en la protuberancia, el cual es el responsable de
que la micción se produzca de una forma coordinada de manera que la resistencia uretral se
reduzca al mismo tiempo que la vejiga se contrae.
El área sacra S2-4 actúa como un centro reflejo resultando contracciones vesicales
espontáneas, que pueden ser desencadenadas por estímulos reflejos por vías propioceptivas
desde la vejiga, tales como la distensión con el llenado o la irritación por infección.
El parasimpático sacro se origina en S2-4, desciende por el plexo nervioso pélvico y parece ser
responsable de las contracciones vesicales mediadas por neurotransmisores colinérgicos.
Los nervios simpáticos lumbares descienden con el plexo nervioso presacro y se cree que son
responsables de la contracción del cuello vesical y de la uretra mediada por
neurotransmisores alfaadrenérgicos.

Mecanismos subyacentes a las dos fases funcionales


Respuesta vesical durante el llenado
La respuesta de la vejiga normal al llenado con una velocidad fisiológica es un cambio casi
imperceptible de la presión intravesical. Por lo menos durante los estadios iniciales del
llenado vesical este alto grado de distensibilidad (volumen/presión) se debe a las propiedades
pasivas de la pared vesical. Las propiedades elásticas y viscosas de la pared vesical permiten
que ésta se estire hasta cierto punto sin que se produzca ningún aumento de la tensión
ejercida sobre su contenido, lo que implica que la presión intravesical permanece constante
dentro de ciertos límites a velocidades de llenado fisiológicas.

Respuesta del tracto de salida durante el llenado


Durante el llenado vesical se observa un aumento gradual de la presión uretral. Las
propiedades pasivas de la pared uretral (tejido colágeno elástico) sin duda merecen ser
mencionadas, dado que evidentemente desempeñan un papel importante en el
mantenimiento de la continencia. La tensión de la pared uretral debe ser ejercida sobre una
capa interna blanda o flexible capaz de ser comprimida hasta el cierre, es decir, el “material de
relleno” que representa la porción submucosa de la uretra. La luz de la uretra debe cerrarse de
forma hermética (“sello mucoso”).

La micción con una contracción vesical normal


En los adultos el fenómeno principalmente responsable del desencadenamiento de la micción
voluntaria es la presión intravesical que determina la sensación de distensión.
Aunque el origen del impulso nervioso parasimpático hacia la vejiga, el nervio pelviano, se
encuentra en la médula sacra, el verdadero centro organizador del reflejo de la micción se
encuentra en el Tronco encefálico (protuberancia), y el circuito nervioso completo para la
micción normal incluye las vías medulares ascendentes y descendentes hacia ese centro y
desde él, y las influencias facilitadoras e inhibidoras desde otras áreas del cerebro.
El paso final de la micción voluntaria implica la inhibición de la actividad neural somática
eferente hacia el esfínter estriado y la inhibición de todos los aspectos del reflejo simpático
espinal evocado durante el llenado.
El nervio pelviano es el factor responsable de una contracción altamente coordinada de toda
la musculatura lisa vesical. Se produce una disminución de la resistencia a nivel del cuello
vesical, con una remodelación adaptadora o infundibulización del tracto vesical de salida
relajado.
Otros reflejos evocados por la contracción vesical y por el pasaje de orina a través de la uretra
podrían reforzar y facilitar la evacuación vesical completa. A estos reflejos autonómicos y
somáticos se superponen impulsos supraespinales modificadores provenientes de otras vías
neuronales centrales. Estos impulsos facilitadores e inhibidores, originados en diversas áreas
del sistema nervioso, posibilitan un control voluntario total de la micción.
EFECTOS DE LA EDAD SOBRE LA CONTINENCIA
El envejecimiento normal afecta el tracto urinario inferior de diversas maneras, pero la
incontinencia no forma parte del proceso natural de envejecimiento.
Es probable que tenga lugar una declinación de la capacidad vesical, de la capacidad de
postergar la micción y de la velocidad del flujo urinario en ambos sexos, mientras que la
presión uretral máxima de cierre y la longitud uretral probablemente disminuyan en la mujer.
Se observa un aumento de la prevalencia de las contracciones no inhibidas y del volumen
residual postmiccional (VRP), pero el aumento del VRP probablemente no sea mayor de 50 a
100 ml. Otra modificación importante consiste en la alteración del patrón de excreción de
líquidos.
Mientras que los sujetos jóvenes excretan el grueso de la cantidad de líquido ingerido durante
el día antes de acostarse por la noche, muchos sujetos sanos de edad avanzada excretan el
mayor porcentaje del líquido ingerido en el día durante la noche. Por lo tanto, uno o dos
episodios miccionales por noche pueden ser normales, sobre todo si este patrón miccional es
crónico, se mantiene invariable y se han descartado otros trastornos. Por último, en la mayoría
de los hombres se produce un aumento del tamaño de la próstata.
Ninguno de estos cambios relacionados con la edad provocan incontinencia, pero todos ellos
predisponen al desarrollo de este trastorno.

También podría gustarte