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La administración del tiempo consiste en ordenar y sistematizar los periodos de dedicación de las

actividades cotidianas que realizas frecuentemente. Tú tienes múltiples actividades, como


estudiante tienes la obligación de educarte, también tienes responsabilidades domésticas,
actividades de esparcimiento y descanso, razón por la cual debes administrar tu tiempo para
sacarle el mayor provecho, haciéndola más rápida y ligera. 

La administración adecuada del tiempo ayuda a un aprovechamiento apropiado del mismo,


favorece en los alumnos la formación del hábito de estudio, contrarresta la indecisión o pereza
para realizar el trabajo.

Evita dejar tus obligaciones para después o para mañana, el hábito de la postergación


Aquella persona que prepara cuidadosamente un plan para la realización de los trabajos y
actividades que ha de cumplir durante el día, semana y mes y lo sigue, aprovecha mejor el tiempo
y efectúa un mayor número de tareas. Quien no realiza un plan y deja en manos de la casualidad
las actividades que ha de cumplir, pronto su vida estudiantil o laboral se convierte en un caos. El
hábito del orden y la planeación es un aspecto muy importante para trabajar eficientemente.

Para administrar tu tiempo debes apoyarte de instrumentos muy simples, pero que serán de gran
utilidad para nuestro objetivo, éstos son la agenda y el planificador mensual impreso o electrónico
y el horario semanal.     

Antes de empezar tu trabajo escolar, piensa qué tienes que estudiar, qué investigaciones o
trabajos académicos debes realizar y haz las adecuaciones respecto al tiempo que dispones.
Deberás registrar en la agenda y en el planeador el día y hora en la que habrás de presentar algún
proyecto, informe o examen. Una vez hecho esto, anota en el planeador los días que dedicarás a
realizar las actividades que te llevarán al cumplimiento de tus compromisos, da seguimiento a
cada proceso para verificar que estés haciendo las cosas de acuerdo a lo planeado y realices
ajustes cuando sea necesario.

Identifica las horas del día en las que aprendes con mayor facilidad y programa en ese tiempo las
materias que consideres difíciles, dedica más tiempo a aquellas asignaturas en las que tus
calificaciones son más bajas. Para que tu rendimiento se mantenga alto y evitar el cansancio, por
cada hora de estudio toma cinco minutos de descanso.
La planeación del tiempo debe ser individual ya que cada alumno tiene necesidades y habilidades
diferentes, cada estudiante sabe qué materias se le facilitan o por el contrario se le dificultan; en
cuáles está mejor preparado o en cuáles su conocimiento es deficiente; a cuáles le debe dedicar
mayor tiempo por el grado de complejidad que tienen.

La manera para ahorrar el mayor tiempo es tomar los primeros minutos del día para planificar las
actividades. En esta planeación elabora una lista de las diversas labores que debes realizar y
clasifícalas según su importancia dando prioridad a aquellas que son imprescindibles que realices.
Brian Tracy sugiere, para facilitar esta clasificación, ordenar todas las actividades en cuatro
categorías colocando al inicio de cada actividad la letra Cr, A, B, C según los siguientes criterios:

- Cr, son actividades inaplazables, de gran trascendencia. No puedes realizar otras actividades sin
antes salir de la crisis.
- A, se refiere a las tareas importantes que debes realizar inmediatamente.
- B, son aquellas actividades que debes hacer rápido, pero no con tanta prisa como las clasificadas
en A.
- C, son los trabajos que se pueden posponer, no son muy importantes. 

Marcadas las actividades con Cr, jerarquiza las A según la importancia que tengan, utiliza los
símbolos A1 para la más importante y continúa con las demás actividades asignándoles las
letras A2,A3, etcétera. Clasifica las actividades B y C de la misma manera, inicia realizando las
actividades que están en Cr, continúa con la actividad A1y no pases a la A2 hasta que la anterior
esté concluida. Este sistema ayuda a priorizar las tareas más importantes con lo que a mediano y
largo tiempo se logra mayor eficiencia, concentrarte en una sola labor para dar el máximo de ti
mismo y darlo con calidad y trabajar eficazmente se debe hacer cada cosa con perfección, a su
tiempo, con prontitud y con serenidad. 

Cuando se pretende memorizar sin comprender el contenido del material a estudiar el olvido se
presenta con mayor prontitud, en cambio cuando se ha entendido dicho material se memoriza con
mayor facilidad y durante más tiempo. La memoria y la comprensión tienen una relación directa,
pero también existe una relación muy estrecha entre la memoria y los repasos.

Los expertos mencionan que la mayor proporción del olvido se da dentro de las primeras ocho
horas en las que se dio el suceso, a la semana siguiente el porcentaje entre el suceso y lo que se
olvida es mayor, a los treinta días el olvido es considerablemente grande. Para contrarrestar el
proceso del olvido existe un método sencillo, éste es realizar repasos frecuentes. Se ha
comprobado que los repasos continuos en los que la mente trabaja activamente aplicando las
operaciones intelectuales es una buena técnica para lograr un aprendizaje más duradero. Cada
repaso aumenta la retención del material de estudio en la memoria. 

Es muy importante realizar un repaso inicial, dentro de las primeras ocho horas después de
terminada la clase, en él revisarás las anotaciones que hiciste y las corregirás o completarás en
caso de ser necesario; parafrasea el contenido de lo visto en tu clase; comprueba en los libros y
apuntes la precisión de lo que enunciaste; relee lo olvidado, lo que no comprendiste o lo que se te
dificulta expresar; te sugiero realizar repasos semanalmente. Con este método advertirás como la
retención aumenta, tu aprendizaje es de mayor calidad y se mantiene por más tiempo. Por último,
el repaso final lo deberás realizar con mayor profundidad, todo esto te ayudará a retener más
fácilmente los conocimientos.

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